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El conductismo es una rama de la psicología que, como su propio nombre indica, se basa en
la observación de la conducta y el análisis de la misma. El conductismo surgió como
contraposición al psicoanálisis y tenía como objetivo proporcionar una base científica,
demostrable y medible a la psicología. Pioneros como Watson o Pavlov empezaron a realizar
experimentos con varios animales que sentaron las bases del conductismo y el
condicionamiento.
Unos años más tarde, el psicólogo Burrhus Frederic Skinner añadió un gran descubrimiento
a esta rama de la psicología: el condicionamiento operante.
En este libro, Skinner explica los fundamentos del análisis de la conducta y cómo sus
experimentos con animales pueden extrapolarse a la terapia psicológica en humanos. El autor
nos explica cómo se puede entender la psicología desde un punto de vista operante y cómo
afecta nuestro comportamiento a nuestros pensamientos.
Como hemos comentado anteriormente, la psicología conductista nació años antes de que
Skinner publicara sus estudios. Dos grandes pioneros de esta rama de la psicología con John
Watson e Ivan Pavlov estudiaron lo que conocemos hoy en día como condicionamiento simple.
Si quieres saber más sobre los inicios del conductismo, te recomendamos leer el siguiente
artículo: el proceso del condicionamiento clásico.
La psicología conductista
La caja de Skinner
Oficialmente llamada "cámara de condicionamiento operante", la caja de Skinner es uno de
los inventos más conocidos en la historia de la psicología. Se creó con el objetivo de demostrar
que se podía inducir y modificar el comportamiento de un animal (en un primer lugar, utilizó
una rata) mediante estímulos externos. La caja es uno de los pilares en los que se basa el ya
conocido conductismo de Skinner.
Partes de la caja
Dos luces
Un altavoz
Un botón
Suelo electrificado (en algunos casos)
Dispensador de comida
Funcionamiento de la caja de Skinner
El refuerzo positivo, un elemento que actúa a modo de premio, suele satisfacer alguna
necesidad básica o generar una respuesta placentera.
El refuerzo negativo, un elemento que nos genera una respuesta de dolor, desagrado
o incomodidad, este factor actúa a modo de castigo.
Podemos encontrar ejemplos de condicionamiento operante en nuestro día a día. Por
ejemplo, nos esforzamos en estudiar porque hemos aprendido a recibir una recompensa
después (buenas notas y reconocimiento) o, nos tomamos un medicamento para evitar el
dolor de cabeza, tal y como la rata pulsa un botón para evitar el dolor del suelo electrificado.
Por ello, hoy en día se propone el modelo cognitivo-conductual, que une la rama cognitiva
(pensamiento) con el conductismo.