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Exp. Nro.

2006-000131
SALA DE CASACIÓN CIVIL
Ponencia de la Magistrada ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ.
 
 
                   En el juicio por resolución de contrato de comodato iniciado ante el Juzgado
Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas, por JESÚS ANTONIO PIÑERO
ROMERO y CARMEN LUISA PÉREZ DE PIÑERO, representados por los
abogados Nancy C. Rodríguez M., Yaneira Wetter Meneses e Isabel Hernández López,
contra EDUARDO JOSÉ CAMACARO VÁSQUEZ e YSMENIA DEL CARMEN
ARRIOJA DE CAMACARO, representado por el abogado Freddy Alexis Madriz
Marín, quienes reconvinieron a la parte actora por cumplimiento de contrato de venta y
daños y perjuicios materiales y morales, el Juzgado Superior Primero en lo Civil,
Mercantil y del Tránsito de la mencionada Circunscripción Judicial, dictó sentencia el
día 13 de diciembre de 2005, mediante la cual declaró sin lugar la reconvención por
cumplimiento de contrato de venta y daños y perjuicios materiales y morales,
confirmando la sentencia apelada.
 
                   Contra ese fallo de la alzada anunció recurso de casación la parte
demandada, el cual, una vez admitido, fue oportunamente formalizado. Hubo
impugnación.

 
                   Cumplidos los trámites de sustanciación, procede esta Sala a dictar
sentencia, bajo la ponencia de la Magistrada que con tal carácter la suscribe, con arreglo
a las siguientes consideraciones:

 
RECURSO POR INFRACCIÓN DE LEY
 

I
 
                   De conformidad con el ordinal 2° del artículo 313 del Código de
Procedimiento Civil, el formalizante denuncia la infracción de los artículos 12 y 367 del
mismo Código por error de interpretación.
 
                   Alega el recurrente que solicitó la confesión ficta de la parte actora
reconvenida, por cuanto la contestación a la reconvención es anticipada por
extemporánea. Sostiene, que el juez superior en vez de declarar la confesión ficta,
consideró que la contestación a la reconvención es tempestiva y válida.

 
                   El formalizante señala lo siguiente:
 
“...pedí mediante escrito de fecha 3-5-2004, que se declarase confesos fictos
a la parte actora reconvenida en vista de que contestaron
extemporáneamente por prematuro; es decir, que debieron contestar la
reconvención al 5° día siguiente de que contestara en autos la notificación
que de la última de las partes se hiciese, tal y como lo ordenó el mismo
Tribunal a-quo, mediante auto de fecha 31 de marzo de 2004, por cuanto
que la admisión de la reconvención la hizo dicho tribunal fuera del lapso
legalmente establecido y debían ser notificadas las partes; ese quinto (5°)
día correspondió al 29 de abril de 2004, y los reconvenidos contestaron
muchísimo antes, o sea, en fecha 14-4-2004. Para justificar la negligencia
procesal, los reconvenidos alegaron posteriormente, mediante escrito de
fecha 12-5-2004, que el auto por el cual el Tribunal admitió la reconvención
y ordenó que se les notificase para que contestaran era contrario a derecho y
debido proceso, que en ese auto no se ordenaba una notificación sino
una citación, como que si se trataba de una demanda, y que como se trataba
de una auto de mera sustanciación no pudieron apelar de él.
En todo caso, trátese de una notificación o de una citación, ciertamente el
auto emitido por el a-quo alcanzó la finalidad prevista, como fue el hecho de
imponerlos de la decisión de la admisión de la reconvención a los fines
procesales consiguientes, como lo era, en efecto, la contestación a la
reconvención al quinto (5°) día siguiente a la constancia en autos de su
notificación, porque ya mis patrocinados estaban a derecho, término éste
que la contraparte no observó. Siendo así las cosas, ese “escrito de
contestación a la reconvención” de fecha 14-4-2004, así como el “escrito de
promoción de pruebas” de fecha 12-5-2004, presentados fuera de lapso
legalmente establecido deben tenerse como no presentados, y así pido que se
decida.
...pedí la confesión ficta de la parte demandante reconvenida, establecida en
el artículo 367, por estar llenos los tres supuestos exigidos por el legislador,
como son:
PRIMERO: Que la parte reconvenida no comparezca a dar contestación a la
reconvención en el término legal procesal correspondiente. -En este caso, al
quinto (5°) día siguiente a la notificación que del auto de admisión se
hiciese a la última de las partes-. Como se aprecia de autos y se reconoce en
el fallo recurrido, la parte reconvenida compareció extemporáneamente por
prematuro al acto de la contestación de la demanda, y en ese caso la
consecuencia jurídica establecida en el artículo 367 ejusdem es tenerse
como no presentada, motivo por el cual lo lógico y ajustado a derecho, era
considerar, que ese escrito de contestación debía tenerse como no
presentado, con lo cual se presume que la parte reconvenida admite todo
cuanto alegó la parte reconviniente en su escrito de reconvención;
SEGUNDO: De autos se desprende que la parte demandante reconvenida,
presentó un escrito de promoción de pruebas fuera del lapso legal
establecido, el cual debe tenerse también como no presentado; lo cual
significa jurídicamente que no aportó prueba alguna que desvirtuara las
pretensiones reconvenidas; y TERCERO: Que la acción de reconvención
intentada no sea contraria al orden público o a alguna disposición expresa de
la ley. Como se evidencia, la pretensión es el cumplimiento del contrato de
compra-venta sobre un inmueble identificado y deslindado en autos, así
como el pago de los daños y perjuicios que los reconvenidos ocasionaron a
mis patrocinados; la cual es ajustada a Derecho. Por lo tanto, al no haber la
parte reconvenida contestado ni probado nada que le favorezca, debió ser
procedente la petición de confesión ficta, sin embargo, a dicho pedimento la
Jueza de Alzada procedió como sigue:
...Omissis…
La sentenciadora no se apegó al principio de legalidad, sino a una opinión
de un respetable jurista venezolano, quien está en desacuerdo con dicha
norma y por tanto, la critica, no obstante, el fundamento legal de una
sentencia no puede ser sino la Ley y la doctrina de casación establecida en
casos análogos, en defensa de la integridad de la legislación y la
uniformidad de la jurisprudencia, conforme lo señala el artículo 321
ejusdem. Por tal motivo solicito la casación del fallo por cuanto que, la
Sentencia se encuentra fundamentada en una torcida interpretación personal
de la norma legal, pero no en la norma como tal, a quien se le negó
aplicación...” (Comillas, subrayado y mayúsculas del formalizante)
 
 
                   La Sala  para decidir observa:
 
                   El formalizante bajo una denuncia de fondo, (error de interpretación del
artículo 367 del Código de Procedimiento Civil), pretende que la Sala determine si la
recurrida se ajustó al modo, lugar y tiempo en el que deben cumplirse las formas
procesales, por cuanto delata que la contestación a la reconvención se produjo
anticipadamente, esto es, ocurrió antes del quinto día que establece la mencionada
norma para que se efectúe éste acto.
 
                   Al respecto, la Sala considera pertinente reiterar que los vicios producidos
por la infracción del modo, lugar y tiempo en el que deben cumplirse los actos
procesales, sólo pueden ser denunciados en un recurso por defecto de actividad en
conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil.
 
                   A pesar de que el formalizante no canalizó correctamente su denuncia, esta
Sala observa que el problema planteado por el recurrente, consiste en determinar si la
contestación anticipada a la reconvención es o no extemporánea.
 
                   Dada la índole del punto jurídico bajo examen, la Sala considera pertinente
hacer las siguientes consideraciones:
 

                   La doctrina que esta Sala ha venido desarrollando paulatinamente en torno a


los actos procesales que son ejercidos anticipadamente, indica que tales actos son
tempestivos y por tanto válidos.
 
                   En efecto, en sentencia N° 00259 de fecha 5 de abril de 2006,
caso: Angélica Jafee, Marianela Parisi, Pedro Pablo Calvani y José Salcedo
Vivas c/ Bárbara Simona y Massimo Roberto Piano Savoni, entre otras,  esta Sala
estableció lo siguiente:
“...Realizada la relación anterior, que refleja las actividades procesales
acaecidas en el sub iudice, estima la Sala pertinente determinar si debe
considerarse tempestiva o no la contestación de la demanda presentada en la
misma fecha en la que se dió por citada la última de los co-demandados,
todo bajo la óptica de la nueva normativa Constitucional.
En este orden de ideas, resulta oportuno analizar el contenido del articulado
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que en ella
se consagra como un derecho fundamental la tutela judicial efectiva, que
deviene en la posibilidad otorgada a los ciudadanos, no sólo de acudir ante
los órganos de administración de justicia, sino a que esta sea dispensada de
forma expedita y transparente, lo cual conlleva a que el proceso se
implemente como un medio para alcanzar la justicia, razón por la que este
debe transitarse limpio de complicaciones, de engorrosos trámites y libre de
formalismos inútiles. Así puede evidenciarse que el texto de los artículos 26
y 257 de la Constitución establecen:
“Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses,
incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a
obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y
expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones
inútiles”
“Artículo 257.El proceso constituye un instrumento fundamental
para la realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán
la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán
un procedimiento breve, oral y público. No se sacrificará la justicia
por la omisión de formalismos no esenciales”   
También consagra el texto Constitucional dentro del Título correspondiente
a los derechos humanos, el derecho a la defensa y al debido proceso,
incluidos estos en el artículo 49, medios o instrumentos que deben reunir las
garantías necesarias para que la vía jurisdiccional cumpla eficientemente
con el ejercicio de la tutela judicial efectiva.
Con estos preámbulos entrará esta Máxima Jurisdicción a considerar,
siguiendo la pauta dictada por la Sala Constitucional y por esta Sala de
Casación Civil, si el hecho de que una actividad procesal como lo es la
contestación de la demanda, realizada anticipadamente en el tiempo que la
ley procesal ha establecido para ello, debe considerarse tempestiva o
extemporánea y, de considerarse extemporánea, ¿Se estaría garantizando
con esta conducta el sagrado derecho a la defensa de progenie
constitucional?
Sobre el asunto de las actuaciones procesales realizadas anticipadamente la
Sala Constitucional de este  Tribunal Supremo de Justicia ha expresado en
innumerables sentencias, entre éllas la N° 2595, de fecha 11/12/01,
expediente 00-3221 en el procedimiento de amparo seguido por
Distribuidora de Alimentos 7844 contra la sentencia emanada del Juzgado
Primero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción
Judicial del estado Guárico, el siguiente criterio:
“...Ahora bien, con respecto a la apelación anticipada que fue el
pronunciamiento del Juzgado accionado en amparo constitucional,
existen dos criterios que a continuación se exponen:
1) Que al interponerse el recurso de apelación el mismo día de la
publicación de la sentencia, resulta extemporáneo por anticipado, dada la
naturaleza eminentemente preclusiva del lapso para ejercer dicho recurso,
que impone que se debe computar al día siguiente del acto que da lugar
cómputo del lapso.
En este mismo orden de ideas, la jurisprudencia y la doctrina han sentado
que es imposible considerar tempestiva la apelación formulada el día en
que se produce la publicación del fallo, puesto que se estaría computando
el día en que se verificó la apertura del lapso y, con ello se dejaría de
acatar el precepto de que los lapsos para el cumplimiento de los actos
procesales son aquellos expresamente establecidos en la ley.
Que el término para intentar la apelación es de cinco (5) días, que es
distinto a seis (6), por lo que conceder un día más para el ejercicio del
derecho de apelar, significaría romper el principio de equilibrio e
igualdad procesal frente a las partes, puesto que los lapsos procesales son
preclusivos, tienen un momento de apertura y cierre y por ello las partes
deben tener cuidado al momento de ejercer sus recursos, para que no
resulten extemporáneos, por anticipado, lo que da lugar a su
inadmisibilidad,   
2) El segundo criterio, por el contrario, sostiene que, si bien el término
comienza a computarse al día siguiente de la publicación de la sentencia,
se admite que pueda proponerse la apelación el mismo día,
inmediatamente después del fallo -apelación inmediata-, sin que pueda
considerarse en este caso que hay apelación anticipada, pues ésta es la
que se interpone antes de haberse pronunciado la decisión para el caso de
que el juez no resuelva favorablemente, la cual no tendría valor alguno.
Con relación a lo anteriormente expuesto, indica el Dr. Ricardo
Henríquez La Roche  en su obra Código de Procedimiento Civil, lo
siguiente:
‘No tiene fundamento legal la declaratoria de inadmisibilidad de un
recurso (ordinario o de casación) interpuesto después de publicado el
fallo y antes de la incoación del término del recurso por tres razones
fundamentales:
1) porque las normas procesales son de naturaleza instrumental...De
manera que una fórmula que interesa francamente la estructura misma
del acto será accidental si éste, a pesar de la omisión, ha alcanzado su
fines...;
2) De lo anterior se deduce que no puede haber nulidad sin perjuicio...lo
contrario llevaría a ahogar la función pública y privada del proceso en
un estéril cuan nocivo rigorismo...;
3) El acto de la apelación no se desnaturaliza por el hecho de que se
verifique con antelación, pues logra cabalmente su cometido al poner de
modo manifiesto la intención vehemente del litigante de impugnar el
fallo...’. 
Al respecto esta Sala Constitucional considera, como ya lo ha establecido
en anteriores oportunidades, que la apelación proferida el mismo día de
la publicación del fallo, no es extemporánea por anticipada, toda vez  que
se evidencia el interés inmediato de la parte afectada por recurrir ante la
alzada, por lo que la misma debe considerarse válida, pues es una
cuestión de mera forma que ningún perjuicio ocasiona a la parte contra
quien obra el recurso, lo que permite revisar el fallo para poder depurar
sus supuestos vicios, de no ser así la interpretación de la norma, se estaría
creando indefensión al apelante por el juez que limita o priva a una de las
partes el libre ejercicio de los medios o recursos que la Ley le brinda para
hacer valer sus derecho”.
De lo anterior, se evidencia que bien pudo la parte accionante apelar el
mismo día que fue notificada de la sentencia, pues la finalidad de su
interposición era la simple manifestación del desacuerdo con la sentencia
contra la cual lo ejerció, tal como lo señaló en su escrito libelar. Sin
embargo, resultaría diferente si la parte ejerciera el recurso una vez
concluido el lapso señalado para su interposición, pues en este caso
resultaría imputable a la parte por su falta de interposición oportuna lo
cual traería como consecuencia la declaratoria de extemporaneidad por
tardío.
Por lo tanto, en el caso de autos es evidente que se infringió el derecho a
la defensa de la parte hoy accionante, razón por la cual esta Sala procede
a confirmar lo decidido por el Juzgado Superior Civil, Mercantil,
Tránsito, Trabajo y Menores de la Circunscripción Judicial del Estado
Guárico…”
En este mismo sentido y bajo el argumento del resguardo del derecho a la
defensa de los justiciables, esta Sala de Casación Civil a través del tiempo
ha venido flexibilizando el criterio según el cual y con sustento en el
principio de preclusión, ”… los actos procesales deben celebrarse dentro
de una coordenada temporal específica, delimitada en su inicio y final, en
resguardo del derecho de petición y de defensa que ampara a las partes en
juicio…” el cual se ha establecido, entre otras, en sentencia N° 0335, de
fecha 27/7/94, expediente 89-0527, en el juicio de Manuel Alex Guevara
contra Industria Láctea Venezolana, C.A. (INDULAC), cuando tratando el
asunto de la apelación anticipada, se estableció: 
“…Por otra parte, también ha dicho la Sala que la
ratificación de la apelación propuesta por el interesado en tiempo
hábil, hace valida aquella que se hizo en forma extemporánea.
Lógico resulta concluir que si la ratificación, lo es también fuera
del lapso oportuno, no tendrá el efecto de dar validez a la
apelación extemporáneamente propuesta…”
Recientemente en una decisión adecuada a las previsiones contenidas en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, esta Sala  modificó
el criterio sostenido y en sentencia N° 0-RC. 00089 de fecha 12/4/05,
expediente N° 2003-671, en el juicio de Mario Castillejo Muelas contra
Juan Morales Fuentealba, estableció:
“...Ahora bien, la Sala considera conveniente revisar su criterio en
relación con la validez de la apelación ejercida el mismo día en que la
sentencia es publicada, o cuando habiendo sido dictada fuera del
lapso para sentenciar no hayan sido notificadas del fallo todas las
partes del juicio o, incluso, antes de que finalice el lapso para
sentenciar, en el supuesto de que el fallo haya sido dictado antes de
que se agote dicho plazo. (Resaltado del texto trascrito)
Sobre este punto, un sector de la doctrina sostiene que es válido el recurso
ejercido el mismo día de pronunciado el fallo y con antelación al inicio del
lapso para interponerlo, sustentado en lo siguiente:
“...En el nuevo Código, la jurisprudencia da una interpretación restrictiva
sobre la validez de los recursos interpuestos en la primera o la segunda
instancia, contra las sentencias dictadas en el amplio lapso de sentencia
(60 días continuos si es definitiva y 30 días si es interlocutoria), y ha
dictaminado que la impugnación que se formula después de publicado el
fallo pero antes de comenzar a correr el lapso propio del recurso es
extemporáneo y por tanto ineficaz.
No estamos de acuerdo con tal doctrina...No tienen fundamento legal la
declaratoria de inadmisibilidad de un recurso (ordinario o de casación)
interpuesto después de publicado el fallo y antes de la incoación del
término del recurso, por tres razones fundamentales: 1) Porque las
normas procesales son de naturaleza instrumental... Esa naturaleza
instrumental de las leyes procesales es el fundamento del
artículo 206 in fine del Código de Procedimiento Civil venezolano, el
cual, al señalar que en ningún caso se declarará la nulidad si el acto ha
alcanzado el fin al cual estaba destinado, se atiene al fin, antes que a la
mera forma para declarar la nulidad...
El acto de apelación no se desnaturaliza por el hecho de que se verifique
con antelación, pues logra cabalmente su cometido al poner de modo
manifiesto la intención vehemente del litigante de impugnar el fallo...”
(Henríquez La Roche, Ricardo. Código de Procedimiento Civil. Caracas,
Tomo II, 1995, pp. 50-53)
En este orden de ideas, observa este Alto Tribunal que el efecto
preclusivo del lapso para ejercer el recurso de apelación viene
dado no por la anticipación de la actuación, sino por el
agotamiento del lapso para la interposición del recurso, y por ello
pierde sentido el criterio que hasta hoy ha venido sosteniendo la
doctrina de esta Sala, pues lo importante es que quede de
manifiesto que la parte perjudicada con la resolución judicial
tiene la intención de impulsar el proceso a través de la
interposición del recurso pertinente; de lo contrario, se estaría
sacrificando la justicia por una interpretación de la norma que no
es acorde con la voluntad del legislador ni con los principios que
postula la vigente Constitución.
De ahí que esta Sala considere que el recurso de apelación que es
ineficaz por anticipado es el ejercido antes de que se pronuncie el
fallo que ha de resolver la controversia, no el interpuesto después
que éste ha sido publicado, ni siquiera porque no esté vencido el
lapso para dictar la sentencia o para que se entiendan notificadas las
partes involucradas en el juicio, pues la apelación realizada en estas
circunstancias evidencia el interés de la parte desfavorecida con el
fallo de que sea revisada la decisión por el juez de alzada. En
consecuencia, si son varios los perjudicados por la sentencia y sólo
uno de ellos apela el mismo día en que se publicó el fallo tendrá que
dejarse transcurrir íntegramente el lapso ordinario de apelación a
fin de garantizar a los restantes su derecho a impugnar la sentencia
que le es adversa…” (Resaltado y negrillas del texto).
Asimismo y refiriéndose al caso de la oposición al decreto intimatorio, esta
Sala de Casación Civil, mediante sentencia N°  081 del 14/2/06, expediente
N° 04-081 en el juicio de Julio Ramírez Rojas contra Julio Ramón
Vásquez  y con base a la necesidad de salvaguardar el derecho a la defensa
en acatamiento a los postulados establecidos en los artículos 2, 26 y 257
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, declaró
tempestiva la oposición realizada el mismo día en que la parte se dio
por  intimada, lo cual se tenia como ejercida en  forma anticipada.
Luego del análisis detenido de las previsiones constitucionales y al amparo
de la doctrina supra trascrita, estimando la Sala que las normas procesales
no deben ser interpretadas con excesivo rigorismo en razón de que ellas
deben constituir sólo el medio para la consecución de la justicia, la
Sala estimó necesario revisar su criterio imperante según el que, en
interpretación literal de los artículos 344 y 362 del Código de Procedimiento
Civil, la contestación de la demanda debe realizarse en las oportunidades
señaladas por la norma y de no ser de esa manera se considerará
extemporánea, bien por anticipada en los casos como en el de autos, se
produzca en el mismo día en que se perfecciona la citación, bien por tardía
por qué se realice después de vencido el lapso de veinte días luego de
practicado el acto comuniciacional aludido.
En este sentido y ahora específicamente sobre el punto de si debe
considerarse o no extemporánea la contestación de la demanda rendida antes
de que comience a transcurrir el lapso legal fijado para ello, esta Sala en
sentencia N° 135, de fecha 24/2/06, expediente N° 05-008, en el juicio de
René Buroz Henríquez y otra contra Daisis Antonieta Sanabria,
abandonando el criterio que hasta esa data se había sostenido, estableció lo
siguiente:
“…Sin embargo, con referencia a la extemporaneidad por anticipada de
la contestación a la demanda, el criterio que hasta la presente fecha ha
venido sosteniendo esta Sala de Casación Civil, está plasmado, entre
otras, en sentencia N° RC-00317 de fecha 27 de abril de 2004, caso:
Orlando Rafael de La Rosa Maestre contra Luisa Margarita Fernández de
González, exp. N° 03-400, en la que en un juicio por cobro de bolívares
por vía de intimación, sostuvo lo que sigue:
De la precedente transcripción se evidencia que el juzgador ad
quem estableció que el día 16 de octubre de 2001, el demandado se dio
por intimado, y en esa misma oportunidad se opuso al decreto de
intimación, razón por la cual concluyó que dicha oposición es
extemporánea por prematura.
La Sala considera que este pronunciamiento es ajustado a derecho, pues
los artículos 651 y 652 del Código de Procedimiento Civil disponen:
…Omissis…
Esta Sala ha fijado su posición respecto de la tempestividad de los actos
procesales, tanto de parte como del tribunal, y en este sentido, entre otras,
en sentencia N° 363 de fecha 16 de noviembre de 2001, en el juicio
Cedel Mercado de Capitales, C.A. c/ Microsoft Corporation, expediente
N° 00-132, ha establecido:
‘En efecto, dentro de un proceso como el nuestro, informado por el
principio de preclusión, donde flamean altivamente los postulados
del artículo 196 del Código de Procedimiento Civil, cualquier acto
que se lleve a cabo fuera del ámbito temporal de validez establecido
en la ley, debe, necesariamente, ser rechazado.
Indudablemente,…tan extemporáneo resulta el acto realizado antes
del nacimiento del lapso respectivo como el que se lleva a cabo
después de agotado ese lapso y, dentro de cada supuesto, tan
intempestivo es el acto cumplido con un mes de anticipación como el
verificado cinco minutos antes del nacimiento del lapso respectivo y
es igual de inoportuno el acto materializado cinco minutos después
de vencida la oportunidad de ley como el ejecutado con un mes de
posterioridad a ello’.
La Sala reitera este precedente jurisprudencial en el caso concreto, y deja
sentado que la oposición formulada por el demandado el mismo día que
se dio por intimado es extemporánea por prematura, y en consecuencia,
el decreto intimatorio quedó firme, como acertadamente fue establecido
por el juez de la recurrida…’. (Resaltado del texto).
Si bien es cierto que hasta la presente fecha la Sala ha sostenido que los
actos procesales deben celebrarse ‘dentro de una coordenada temporal
específica’, de conformidad con los principios de preclusión y
tempestividad de los actos y, por tanto, se han reputado como
extemporáneos por anticipados los recursos o medios de impugnación
ejercidos antes de que se inicie el lapso para interponerlos de acuerdo con
la ley, no es menos cierto que, al igual que para el recurso de apelación,
el efecto preclusivo del lapso previsto en la ley bien para dar contestación
a la demanda, no viene dado por la anticipación de la actuación, sino por
el agotamiento del lapso propiamente dicho.
Por tanto, en relación a lo anteriormente expuesto y a la doctrina
establecida por la Sala Constitucional, se debe concluir en
que, siendo el interés el que impulsa a las partes a realizar los
distintos actos del proceso para que éste se desarrolle y evolucione
hasta llegar al pronunciamiento del órgano jurisdiccional que
resuelve el asunto controvertido entre ellas, garantizando así el
derecho a la tutela judicial efectiva, forzosamente la Sala debe
abandonar el criterio sostenido en la sentencia N° RC-00317 de fecha
27 de abril de 2004, caso: Orlando Rafael de La Rosa Maestre contra
Luisa Margarita Fernández de González, exp. N° 03-400, y en
aquellas que se opongan a lo establecido en este fallo, debiendo
considerarse válida la contestación de demanda presentada antes de
que se inicie el lapso previsto en la ley para dicho acto procesal.
Por consiguiente, la consecuencia jurídica de la confesión ficta sólo
podrá imputársele al demandado cuando éste no de contestación a la
demanda o presente el escrito correspondiente después de vencido el
lapso legal respectivo, o término legal, como sucede en el
procedimiento breve,  siempre que se den los presupuestos
contenidos en el artículo 362 del Código de Procedimiento Civil…”.
Siguiendo la orientación del criterio sustentado sobre el asunto de la
actuaciones procesales en comentario sostenido por las Salas Constitucional
y  esta de Casación Civil de este Alto Tribunal, según el cual deben tenerse
como validamente ejercidos tanto el medio recursivo aludido como la
contestación de la demanda que se realicen anticipadamente a la
oportunidad procesal establecida por la Ley Adjetiva Civil,  estima esta
Máxima Jurisdicción que con base a la reciente doctrina, la que resulta
vinculante por estar referida a un asunto donde esta interesado el orden
público y por que garantiza el derecho a la defensa, deberá entonces,
estimarse tempestivo, en todas las oportunidades en que se realice
anticipadamente, el acto procesal de la contestación de la demanda, bien en
el caso del juicio ordinario en   el que la norma procesal señala un lapso
de veinte días para que se efectúe dicho acto, bien en el juicio breve en el
que lo establecido es un término. Ahora bien, es menester aclarar que en el
segundo caso, tal como sucede en el de autos en los juicios breves, en
atención en que la oportunidad para oponer cuestiones previas coincide con
la de dar contestación a la demanda y el juez debe resolver aquellas en el
mismo acto, a tenor de lo preceptuado en el artículo 884 del Código de
Procedimiento Civil, “si estuviere presente el demandante”, de no estar
presente este no podrá ser resuelta la cuestión previa opuesta sin antes hacer
del conocimiento del demandante del acontecimiento procesal para que
pueda realizar las alegaciones que estime pertinentes bien para subsanarlas o
para refutarlas.
Consecuencia de las anteriores consideraciones y en acatamiento a la
normativa constitucional que ordena no sacrificar la justicia por la omisión
de formalismos no esenciales y habiendo estimado esta Máxima
Jurisdicción que el hecho de que el demandado consigne su contestación a la
demanda el mismo día en que se perfeccionó la citación, debe entenderse
que realmente estaba abocado a atender el juicio, vale decir, que su
intención de ejercer su defensa queda patentizada con esta conducta,
igualmente es procedente acotar que de ocurrir la situación analizada, el acto
habrá alcanzado el fin para el cual estaba programado; razón por la que no
es posible, ni puede estimarse como garantía  del derecho a la defensa de los
litigantes declarar confeso al demandado y condenarlo al pago pretendido
por los demandantes, por el hecho de haber efectuado la actuación en
cuestión en la oportunidad señalada. Asimismo, resulta pertinente establecer
que de proceder así los demandados no causa lesión alguna a los
accionantes.
No obstante lo aquí determinado en el sentido de considerar tempestiva la
contestación de la demanda realizada el mismo día en que se efectúe la
citación del accionado, debe esta Sala dejar sentado que NO PUEDE
CONSIDERARSE IGUALMENTE TEMPESTIVA LA REALIZADA
UNA VEZ QUE HAYA VENCIDO EL LAPSO ESTABLECIDO PARA
EFECTUAR LA REFERIDA ACTUACIÓN EN LOS
DIFERENTES PROCEDIMIENTOS SEÑALADOS EN EL CÓDIGO
DE PROCEDIMIENTO CIVIL; de igual forma se establece que una vez
contestada la demanda en la oportunidad anticipada referida, deberá dejarse
correr íntegramente el lapso previsto para dicha actuación a efectos de que
pueda empezar a computarse el correspondiente al evento procesal
subsiguiente.
Con base al análisis que precede, la Sala  establece que la contestación de
la demanda realizada el mismo día en que se de por citado el último de los
co-demandados y, tomando en consideración que el accionante se
encuentra a derecho, debe  tenerse como tempestiva; ya que la conducta así
desplegada por el demandado, refleja, a todas luces, su intención de ejercer su
defensa mediante la consignación del escrito contentivo de la misma. Así
se declara.
Con fundamento en los argumentos expuestos, la Sala concluye que en el
sub iudice debe tenerse como tempestiva la contestación de la demanda
efectuada por los co-demandados en la misma oportunidad en que se dio por
citada la última de ellos. En consecuencia, en el dispositivo del presente
fallo, se declarará, de forma expresa, positiva y precisa la nulidad de las
sentencias emanadas de los Juzgados Undécimo de Primera Instancia en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito en fecha 12 de mayo de 2005 y del Juzgado
Superior Décimo en lo Civil, Mercantil y del Tránsito en fecha 17 de junio
del año señalado, ambos de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas y se ordenará la reposición de la causa al estado
en que se analice el escrito contentivo de la contestación de la demanda. Así
se decide...” (Resaltado de la sentencia)

 
 
                   De los precedentes criterios jurisprudenciales ratificados por la citada
sentencia, se evidencia que esta Sala dejó sentado lo siguiente:
 
 
 
                   En base al texto constitucional, se debe dar preeminencia a la tutela judicial
efectiva; al proceso como un medio para hacer justicia, libre de formalismos; al derecho
de defensa; y al debido proceso; y por tanto, es obligatorio para los jueces resolver las
situaciones jurídicas tomando en consideración estos postulados.
                   De esa manera, la Sala Constitucional en sentencia N° 2595 de fecha 11 de
diciembre de 2001, estableció que “la apelación proferida el mismo día de la
publicación del fallo, no es extemporánea por anticipada, toda vez que se evidencia el
interés inmediato de la parte afectada por recurrir ante la alzada”.
 
 
 
                   En esa misma línea, la Sala de Casación Civil en sentencia N° 00089 de
fecha 12 de abril de 2005, declaró que lo fundamental en el ejercicio del recurso de
apelación, es la manifestación de la parte perjudicada por la decisión, de mostrar su
intención de impulsar el proceso y dejó establecido que “deberá considerarse válida la
apelación ejercida el mismo día en que la sentencia es publicada o la interpuesta
contra la dictada fuera del lapso para sentenciar, aun cuando no hayan sido
notificadas del fallo todas las partes del juicio, así como la apelación ejercida antes de
que finalice el lapso para sentenciar en el supuesto de que el fallo haya sido dictado
antes de que se agote dicho plazo, pues en estas circunstancias el acto mediante el cual
se recurre habrá alcanzado el fin al cual estaba destinado, es decir, ese medio de
impugnación habrá logrado cabalmente su cometido al quedar de manifiesto la
voluntad de la parte de impugnar la decisión que le es adversa”.
 
 
                   Ese cambio de criterio jurisprudencial además de ratificarse, también se
aplicó a la oposición al decreto intimatorio. En efecto, en sentencia N° 081 de fecha 14
de febrero de 2006, esta Sala declaró “tempestiva la oposición realizada el mismo día
en que la parte se dió por intimada”.
 
 
                   Asimismo, en la sentencia transcrita anteriormente, ajustada a los principios
constitucionales así como a los criterios jurisprudenciales asentados por este Alto
Tribunal, y en resguardo de la uniformidad jurisprudencial, estableció que es “válida la
contestación de la demanda presentada antes de que se inicie el lapso previsto en la ley
para dicho acto procesal. Por consiguiente, la consecuencia jurídica de la confesión
ficta sólo podrá imputársele al demandado cuando éste no de contestación a la
demanda o presente el escrito correspondiente después de vencido el lapso legal
respectivo, o término legal, como sucede en el procedimiento breve, siempre que se den
los presupuestos contenidos en el artículo 362 del Código de Procedimiento Civil”. Así,
debe considerarse tempestiva la contestación anticipada a la demanda tanto en el juicio
ordinario como en el juicio breve.
 
 
                   Hechas estas consideraciones, esta Sala de Casación Civil observa que en el
presente caso, la sentencia recurrida expresó lo siguiente:

 
 
“...Tal como quedó explanado en los alegatos transcritos por esta Alzada Ut
Supra, promovió la parte demandada reconviniente la Confesión Ficta de la
parte actora reconvenida, ya que a su decir, dio contestación a la
reconvención interpuesta de forma anticipada, esto es, antes de los cinco (5)
días que otorga la ley para contestar la reconvención. De manera pues, que
la parte recurrente solicita que se declare la confesión ficta de la parte actora
reconvenida, por haber contestado de manera extemporánea por anticipada,
la reconvención propuesta en su contra.
El artículo 367 del Código de Procedimiento Civil respecto a la contestación
de la reconvención, dispone lo siguiente:
...Omissis…
En base a dicho artículo el Dr. Ricardo Henríquez La Roche, ha comentado
lo siguiente:
...Omissis…
De tal comentario, debe considerarse que consignar anticipadamente la
contestación a la reconvención, no debe generar ineficacia alguna sobre la
misma, por cuanto se estaría frustrando el verdadero cometido de la
administración de justicia, por formalidades protocolarias del ámbito
jurídico, tal y como se admite el anuncio anticipado del recurso de
apelación. Por lo tanto, habiendo consignado la parte actora reconvenida,
anticipadamente el escrito de contestación a la reconvención interpuesta,
esto es, dentro de los cinco días que se otorgan para dicha consignación, la
misma no puede ser declarada como Confesión Ficta, por las razones arribas
expuestas. Y ASÍ SE DECLARA” (Mayúsculas de la sentencia recurrida)
 
 
 
                   De la precedente transcripción parcial de la sentencia se deriva, que el juez
superior consideró que la contestación anticipada a la reconvención era eficaz, pues de
no considerarse válida “se estaría frustrando el verdadero cometido de la
administración de justicia, por formalidades protocolarias del ámbito jurídico”.
 
 
                   Ahora bien, como quiera que esta Sala en la referida sentencia N° 00259 de
fecha 5 de abril de 2006, ratificó que la apelación y la oposición a la intimación
ejercidas anticipadamente eran tempestivas; y, adicionalmente estableció que la
contestación a la demanda ejercida anticipadamente no era extemporánea, porque
evidenciaba el interés del afectado por ejercer el derecho a la defensa y a contradecir los
alegatos de la parte actora, es forzoso para esta Sala concluir que debe considerarse
válida la contestación a la reconvención presentada en forma anticipada.
 
                   Aplicando lo precedentemente expuesto al caso concreto, esta Sala observa
que la sentencia recurrida estableció, en primer lugar, que la parte actora reconvenida
contestó anticipadamente a la reconvención.
 
                   Sin embargo, de seguidas, el juez de alzada en el ejercicio de su función
jurisdiccional dejó expresamente indicado que la contestación anticipada a la
reconvención “no debe generar ineficacia alguna sobre la misma, por cuanto se estaría
frustrando el verdadero cometido de la administración de justicia, por formalidades
protocolarias del ámbito jurídico”.
 
                   La Sala estima con fundamento en los criterios jurisprudenciales
anteriormente citados, que el juez de alzada no infringió los artículos 12 y 367 del
Código de Procedimiento Civil, toda vez que privilegió la manifestación de la parte de
evidenciar su intención de atender al juicio, ejercer el derecho de defensa y entablar el
contradictorio, lo cual está acorde con los principios constitucionales así como la visión
contemporánea del derecho.
 

En efecto, el efecto preclusivo del lapso para  la contestación a la


reconvención viene dado no por la anticipación de la actuación, sino por el agotamiento
del lapso para la interposición de ese acto procesal pues lo importante es que quede de
manifiesto que la parte actora reconvenida tiene la intención de impulsar el proceso a
través de la interposición de la contestación a la reconvención; de lo contrario, se estaría
sacrificando la justicia en contravención de las garantías de defensa y de tutela judicial
efectiva que postula la vigente Constitución.
 
 
Aunado a lo anterior, evidencia este Alto Tribunal que el interés
procesal radica en la necesidad de la parte de acudir a la vía judicial para que
se le reconozca un derecho y evitar un daño injusto, personal o colectivo,
debido a una concreta circunstancia o situación jurídica.
 
 
Por otra parte, esta Sala considera que en modo alguno se produce
un desequilibrio procesal entre las partes si se considera válida la contestación
a la reconvención propuesta anticipadamente, ya que de igual manera debe
dejarse transcurrir íntegramente ese lapso, para que puedan cumplirse a
cabalidad los actos procesales subsiguientes. (Ver, entre otras, sentencia N°
081 de fecha 14 de febrero de 2006).
 
 
 
                   Por esas razones, se declara improcedente la denuncia de infracción de los
artículos 12 y 367 del Código de Procedimiento Civil.
 
II
 
 
                   De conformidad con los artículos 313 ordinal 2° y 320 del Código de
Procedimiento Civil, el formalizante denuncia la infracción de los artículos 12, 506 y
507 del mismo Código, y 1.160 del Código Civil por falta de aplicación, por considerar
que el juez superior tergiversó el contrato que sirvió de fundamento para la
reconvención.

 
                   El recurrente expresa su denuncia de la siguiente manera:
 
 
“... En efecto no comparto el criterio utilizado por la Juez para declarar sin
lugar la reconvención basándose en que mis patrocinados no cumplieron
con la obligación de pagar dentro del plazo señalado en el contrato. En este
sentido, para declarar sin lugar la reconvención propuesta por los
demandados reconvinientes la ciudadana Juez fundamentó su fallo así:
...Omissis…
El artículo 12 ejusdem, establece que: ...
En la sentencia recurrida, la Jueza, violó este principio, puesto que la verdad
contenida en autos es que entre las partes -reconvinientes y reconvenidos- se
hizo una negociación de compra-venta sobre el apartamento identificado y
deslindado en autos, tanto así, que el documento de compra-venta fue
reconocido por la contraparte, en donde los vendedores declaran haber
recibido en dinero efectivo, como primera parte de pago, la cantidad de
QUINCE MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 15.000.000,00), ese es un
hecho incontrovertido por las partes; otro hecho evidenciado en autos es el
pago del precio de venta del referido inmueble, aunque efectuados,
verdaderamente, como se dice en la sentencia... sin embargo, la
Jueza desaplicó la última parte del artículo 12 en donde se establece que ...
así como el artículo 1.160 del Código Civil que establece que los contratos
deben ejecutarse de buena fe, y obligan a cumplir lo expresado en ellos, con
todas las consecuencias que se derivan de los mismos según la equidad, el
uso o la Ley, puesto que si bien es cierto, que el pago lo hicieron mis
patrocinados, como se dice en la sentencia ... el propósito y la intención de
los compradores era pagar y la de los vendedores recibir el pago, como en
efecto lo recibieron, ellos aceptaron de buena voluntad el resto del pago del
precio, incluso fuera del tiempo establecido; por lo tanto, la Juez, no tomó
en cuenta esa verdad y buena fe que en principio se evidenció entre las
partes; ya que la recepción del pago por parte de los vendedores, fuera del
plazo establecido, así lo demuestra, puesto que de lo contrario, los
demandantes reconvenidos, en vez de recibir el pago, hubiesen procedido a
demandar la resolución del contrato por falta de pago y no lo hicieron. La
verdad que se desprende de todo ello, es que ambas partes de buena fe,
convinieron tácitamente en modificar los términos y condiciones del
cumplimiento del pago, hubo un consentimiento bilateral en dicha
modificación y de ello no se percató la Juez o lo silenció, así lo demuestra la
manera como se hizo el pago y la recepción del mismo. Esa verdad y buena
fe evidenciada en autos no fue tomada en consideración por la juzgadora.
De allí que los demandantes reconvenidos nunca alegaron la circunstancia
mencionada en su demanda ni siquiera como defensa, por cuanto que, tal y
como se expuso en el punto I de este capítulo, al contestar
extemporánemanete la reconvención, la misma debe tenerse como no
presentada, y en consecuencia declarar con lugar la apelación interpuesta, y
así pido que se declare. Por lo tanto, al declararse sin lugar la reconvención
porque el pago fue realizado en forma irregular y extemporánea, al fallar de
esa manera, la Juez suplió argumentos de hechos no alegados ni probados
por la parte demandante reconvenida.
En este orden de ideas, se puede señalar como corolario que la Juez no
aplicó el artículo 12 ejusdem ni el 1.160 del Código Civil, ya que pudo en su
decisión, fundamentarse en lo que se designa “Máximas de Experiencia”... y
no lo hizo, puesto que esas cosas, esas modificaciones de buena fe, en los
términos y condiciones contractuales, ocurren normalmente en las
negociaciones efectuadas entre las partes; y al no tomarse en cuenta esas
circunstancias se dejó en una especie de limbo jurídico el precio pagado por
mis representados a los demandantes reconvenidos, reconocido dentro del
proceso por los reconvenidos y por la Juez en el fallo recurrido; así como
también, anulando sus derechos a ser los únicos propietarios del referido
inmueble que ocupan desde que se firmó el mencionado contrato de
compraventa, puesto que en ese acto los vendedores le hicieron a mis
patrocinados la entrega material del mueble en cuestión.
A continuación paso a reseñar la preceptiva legal contenida en el artículo
506 ejusdem, a los fines de sustentar su delación ... Durante el proceso
quedo demostrado que mis patrocinados pagaron el precio convenido entre
las partes para la compra del mencionado inmueble, así lo reconocen tanto
los demandantes reconvenidos durante el proceso, como la Juez en su fallo,
lo cual equivale a decir que mis patrocinados efectivamente cumplieron con
su obligación contractual de efectuar el pago del precio. No obstante, la
Juez infringe el mencionado artículo al decir que mis representados
incumplieron su obligación de pagar el precio, porque este fue realizado en
forma irregular y extemporánea, sin tomar en cuenta las circunstancias antes
mencionadas de la modificación consensual y tácita que hicieron las partes
sobre los términos y condiciones del pago del precio. Puesto que no se
puede hablar de pago si no existe una persona que lo haga y otra que lo
reciba. En el caso bajo estudio, los compradores hicieron, como se dice en la
recurrida, no uno, sino varios pagos por distintas cantidades, en distintas
fechas y los vendedores los recibieron conformes, porque ese fue el acuerdo
entre las partes. En consecuencia se le negó aplicación a esta norma cuando
en el fallo se dice que los demandados reconvinientes no cumplieron con el
pago del precio por que lo hicieron en forma irregular y extemporánea.
Igualmente, se infringió el artículo 507 puesto que los hechos -los pagos
“irregulares y extemporáneos”- no fueron valorados según las reglas de la
sana crítica, que implica un juicio razonado en su apreciación, apoyado en
proposiciones lógicas, correctas y fundado en observaciones de experiencia
confirmadas por la realidad, y como ya se dijo, en la realidad esos cambios
o modificaciones en los términos y condiciones acordadas previamente en
los contratos pueden cambiarse, de mutuo y amistoso acuerdo entre las
partes, y eso fue lo que ocurrió, así quedó demostrado en autos, con la
recepción de los pagos por parte de los demandantes reconvenidos, por lo
que la Juez de la recurrida infringió dicha norma al no analizar ese hecho
bajo la luz de la sana crítica y tampoco estableció cuales fueron los
fundamentos fácticos que la llevaron a concluir que esos pagos por ser
irregulares y extemporáneos, aunque aceptados conformes por los
demandantes reconvenidos, son ilegales y sin efecto jurídico alguno ...”
 
 
 
                   La Sala para decidir observa:
 
 
                   Sobre el vicio de suposición falsa (desviación ideológica), esta Sala ha
dejado establecido, que la técnica adecuada para delatar este vicio se cumple sólo
cuando el formalizante expresa la adecuada fundamentación de la delación cometida por
el juez en la interpretación de los contratos, que comprende: a) indicación del hecho
positivo y concreto que el juzgador haya dado por cierto valiéndose de una suposición
falsa; b) especificación del caso de suposición falsa a que se refiere la denuncia, pues el
encabezamiento del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil prevé tres (3)
hipótesis distintas; c) el señalamiento del acta o instrumento cuya lectura patentice la
suposición falsa, d) indicación y denuncia del texto o los textos aplicados falsamente,
porque el Juez da por cierto un hecho valiéndose de una suposición falsa; e) la
exposición de las razones que demuestren que la infracción cometida fue determinante
de lo dispositivo de la sentencia, c) expresión de las normas que el juez debió aplicar y
no aplicó para resolver la controversia.
 
 
                   En efecto, en sentencia N° 00288 de fecha 31 de mayo de 2005, caso: Elide
Rivas c/ Gloria La Madriz de Arenas y José Antonio Arenas Sánchez, esta Sala indicó
lo que se transcribe a continuación:
 
 
 
“...la Sala ha establecido que la adecuada fundamentación de la denuncia de
la desviación ideológica cometida por el juez en la interpretación de los
contratos, comprende: a) indicación del hecho positivo y concreto que el
juzgador haya dado por cierto valiéndose de una suposición falsa; b)
especificación del caso de suposición falsa a que se refiere la denuncia, pues
el encabezamiento del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil prevé
tres (3) hipótesis distintas; c) el señalamiento del acta o instrumento cuya
lectura patentice la suposición falsa, d) indicación y denuncia del texto o los
textos aplicados falsamente, porque el Juez da por cierto un hecho
valiéndose de una suposición falsa; e) la exposición de las razones que
demuestren que la infracción cometida fue determinante de lo dispositivo de
la sentencia, c) expresión de las normas que el juez debió aplicar y no aplicó
para resolver la controversia. (Sentencia de fecha 23 de julio de 2003, caso:
Venezolana de Inversiones y Proyectos (Veinpro C.A.), contra La
Asociación Civil Pro-Vivienda, Doctor Jorge Dario Patiño Gil)...”

 
                   Y en sentencia N° 00701 de fecha 28 de octubre de 2005, caso: María Luisa
Díaz Gil Fortoul c/ Constructora Hermanos Ruggiero C.A., esta Sala señaló:
 
 
“...la Sala estima que, en realidad, lo pretendido por el formalizante es que
este Alto Tribunal califique el contrato que motivó el juicio como una
promesa de venta, pues hace afirmaciones generales sobre la concurrencia
de elementos que en su criterio, permiten tipificar como tal a la referida
estipulación contractual.
Sin embargo, para ello era necesario que el formalizante planteara
adecuadamente que el juez que dictó la recurrida cometió un error de
derecho al calificar el referido contrato, o por el contrario, si ese error
ocurrió en la interpretación del mismo, lo que es soberanía de los jueces de
instancia, y sólo podría ser controlado por la Sala si hubo desviación
ideológica, lo que en todo caso debe ser denunciado con fundamento en el
primer caso de suposición falsa, previsto en el antepenúltimo párrafo del
artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.
En efecto, en sentencia de fecha 7 de noviembre de 2003; (Exp. Nº 00-090,
caso Crisol Publicidad C.A. c/ Diario El Universal C.A.), la Sala reiteró su
pacífica doctrina sobre el particular y estableció:
"…La Sala de Casación Civil ha señalado en pacífica doctrina que es de la
soberanía de los jueces de instancia la interpretación del contrato, a menos
que el juez incurra en desnaturalización o desviación intelectual de su
contenido, situación que puede denunciarse a través del primer caso de
suposición falsa. En efecto, al respecto ha señalado la Sala lo siguiente:
"Constituye doctrina reiterada en esta Corte, que la interpretación de los
contratos es cuestión de hecho reservada a los jueces de instancia,
controlable por esta Sala sólo cuando el sentenciador hubiese incurrido
en suposición falsa, salvo que el juez califique erróneamente el negocio
jurídico, y lo subsuma en una norma que no es aplicable, error este de
derecho".
En sentencia de fecha 11 de marzo de 1992, expresó la Sala:
"La interpretación de los contratos, de acuerdo a reiterada doctrina de
esta Sala, es de la soberanía de los jueces de instancia, y la decisión que
al respecto ellos produzcan, solo será atacable en Casación por denuncia
de error en la calificación del contrato, error este de derecho, o por
suposición falsa"...”.
 
 
 
                   En el presente caso, el formalizante no razonó en forma clara y precisa en
qué consistió la suposición falsa ni especificó cuál de los casos, pues el artículo 320 del
Código de Procedimiento Civil regula tres: 1) atribuir a instrumentos o actas del
expediente menciones que no contiene; 2) dar por demostrado un hecho con pruebas
que no aparecen de autos; 3) dar por demostrado un hecho cuya inexactitud resulta de
actas o instrumentos del expediente mismo.
 
 
                   Tampoco explicó la infracción de cada una de las normas, ni expresó cómo,
cuándo y en qué sentido se produjeron; sólo se limitó a transcribirlas.
 
 
                   Asimismo, esta Sala observa que el recurrente mezcló distintas hipótesis que
tienen que ver con la infracción de fondo. En efecto, en la presente denuncia, el
formalizante en el encabezamiento se refiere a la desviación ideológica, luego señala
que la juez debió fundamentarse en máximas de experiencias y, finalmente, que el juez
no apreció los hechos en conformidad con la sana crítica.

 
 
                   Por otro lado, el establecimiento de un hecho que resulta falso o inexacto
porque no tiene soporte probatorio, varía la hipótesis fáctica concreta y, en
consecuencia, no existe correspondencia lógica con la norma jurídica en que fueron
subsumidos esos hechos.
 
 
 
                   Por consiguiente, el formalizante debe mencionar qué norma fue falsamente
aplicada por el juez, y cómo esa infracción fue determinante del dispositivo del fallo.
Estos extremos no fueron cumplidos en el caso concreto además de la insuficiente
fundamentación, motivos por los cuales se desestima la presente denuncia de suposición
falsa. Así se establece.
D E C I S I Ó N
 
 
 
 
                   Por las razones antes expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia de la
República  Bolivariana de Venezuela,  en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR el recurso
de casación formalizado contra la sentencia de fecha 13 de diciembre de 2005, dictada
por el Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
 
                 
                  Por haber resultado infructuoso el recurso formalizado, se condena al
recurrente al pago de las costas.
 

 
              Publíquese, regístrese y remítase el expediente al Tribunal de la causa,
Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Particípese esta
remisión al Juzgado Superior de origen ya mencionado, todo de conformidad con el
artículo 326 del Código de Procedimiento Civil.
 
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil
del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los primer (1°) días del mes de agosto
de dos mil seis. Años: 196º de la Independencia y 147º de la Federación.

 
Presidente de la Sala,
 
 
____________________________
CARLOS OBERTO VÉLEZ
 
Vicepresidenta,
 
 
______________________
YRIS PEÑA ESPINOZA
                                                                                                                   Magistrado,
 
 
________________________________
 ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
 
 Magistrada-ponente,
 
 
 
_____________________________
ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
 
Magistrado,
 
 
___________________________________
LUIS ANTONIO ORTIZ HERNÁNDEZ
                                
 
Secretario,
 
 
________________________________
ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ
 
 
Exp. Nro. AA20-C-2006-000131
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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