Fantasía

La fantasía es una capacidad y habilidad en el ser humano, que le permite soñar

despierto, imaginar de una situación un sinfín de sucesos, eventos, posibilidades,
oportunidades, situaciones que en muchas ocasiones llegan a ser irreales, ficticias
o casi imposibles, presentes, pasadas o futuras. Gracias a dicha capacidad se ha
dado lugar a sin número de películas, caricaturas, y avances en la ciencia.

Para los pequeñines esta habilidad es como su pan de cada día, les ayuda a
alimentar su felicidad, ilusión y les permite poco a poco el contacto con la realidad
del adulto. El hombre maduro no pierde esta capacidad, sino que la utiliza para
crear, innovar, e incluso prever accidentes.

Se ha escuchado decir que los adultos pierden la capacidad de ser fantasiosos o

creer en cuentos de hadas, esto deviene por la lógica que acompaña la edad
adulta, provocando que no se crea en aquello que no se ve, sin embargo, la
recreación de sucesos a nivel mental, el imaginar que fuese de otro modo, el
pensar qué pasaría si…, son efectos de la fantasía y sin duda se emplean durante
toda la vida.

Muchos de los sueños del hombre son fantasías, deseos reprimidos, frustrados o
anhelos muy albergados en el individuo que no han sido cubiertos, también
pueden ser miedos. Los temores infundados e irreales también hacen uso de la
fantasía, como es posible observar con las fobias. Un adulto que hace uso de la
fantasía en un nivel de carecer de contacto con la realidad responde a una
patología de la personalidad, un uso sano de exceso de fantasía es el arte, la
pintura, la música, la creatividad, las manualidades.

La fantasía es vital para los niños pues es su primer contacto con la realidad y con
aquello que desean que sea real, es substancial cuidar de ella y alimentarla
positivamente para estimular una creatividad y sana imaginación. De igual manera
resulta trascendental ir fomentando poco a poco y en la medida del crecer lógico
de los niños su contacto con la realidad y un uso sano de la fantasía para su vida
diaria. En lugar de continuar creyendo en que los muñecos hablan o el libro siente
cuando lo maltratan, imaginar qué pasaría si al libro le faltara hojas o su muñeco
estuviera roto, claro que esto lo irá comprendiendo mejor cuando crezca y cumpla
los 6 años.

Es importante crear un equilibrio entre la fantasía y lo real, ya que de caer en el

extremo fantasioso y alimentarla en exceso en un niño podrá incluso creerse
Superman y aventarse del tercer piso de la casa, esto puede ser consecuencia de
que la madre o familiares del pequeño cuando lanza sus rayos oculares escapen
constantemente por sus poderes. El punto de equilibrio es explicarle al niño que
mientras se juega a que es Superman tiene los poderes imaginativamente, cuando
el niño crea utilizar los poderes y no se esté jugando habrá que explicarle que no
es real, la muy sonada frase “es de mentiritas”.

En nuestra cultura se acostumbra recibir regalos de Papá Noel y los Reyes

Magos, si se decide procurar esta costumbre es significativo para los niños tomar
en cuenta algunas cuestiones:

1. Cuando los pequeños realizan una carta esperando recibir lo que piden y
no lo obtienen, pueden llegar a cuestionar la magia de Papá Noel y los
Reyes Magos, lo cual deviene en enojo. Por lo que es necesario valorar la
elaboración de la misma o las explicaciones del motivo del incumplimiento,
ya que este último no puede ser constante ni repetitivo. Los presentes son
un reconocimiento por su buen comportamiento en el año, el tamaño y
forma del regalo lo decide quien lo obsequia.

2. Cuando los niños conocen o descubren la realidad en dicha tradición y los

padres o familiares desean que continúen desconociéndolo, es necesario
HABLAR CON LA VERDAD y atender a la madurez psicológica del infante,
pues eso evitará molestias posteriores o decepciones del niño hacía los
adultos o tradición. Lo mejor será explicar el rito y ser sinceros cuidando
siempre de la integridad y felicidad del menor evitando que dicha
explicación le provoque una tristeza muy grande.