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Un padre nos pregunta sobre la gravedad del comportamiento psicológico de su hijo


adolescente que en casa tiene un comportamiento muy adecuado y en Internet se
autodefine como un sinvergüenza

Tu hijo, por la descripción de su comportamiento, está pidiendo ayuda. Está gritando


psicológicamente ³socorro no sé quien soy´. Esta dificultad de auto comprensión, al
cumplir los 18 años, es relativamente frecuente.
Y cada cual se inventa una fórmula para exteriorizar su malestar interior. Hay muchos
jóvenes que se deprimen. Otros enferman físicamente. Otros se escapan de la realidad
inventando mundos distintos« El problema es que en nuestra educación se dedica poco
tiempo a este tema central: descubrir el sentido de la propia vida.
Para ayudar a tu hijo tienes muchas fórmulas: primera y fundamental aumentar las
demostraciones de amor y confianza hacía su persona. Aunque parezca imposible a los
padres, a los 18 años se tiene más necesidad de amor paternal que a los 10. Amor con
todo tipo de demostraciones, con abrazos, con tiempo dedicado en exclusiva, con viajes,
con cines, con paseos y sobre todo con muchas horas de comunicación: de hablar y
sobre todo de escuchar.

Otra fórmula es pedir que te escriba sus gustos y deseos en una especie de carta a los
Magos. Funciona. Parece infantíl, pero es fácil de realizar.

Otra fórmula es el juego. Hay muchos juegos psicológicos tipo test, que a los
adolescentes les encanta y que suelen permitir descifrar mucho malestar.
Por supuesto sin descartar la psicología familiar, que en varias sesiones y a domicilio
plantee una terapia de grupo.

No dejes que la situación afecte vuestra vida cotidiana. Sé feliz. Tienes la obligación
vital de buscar tu propia felicidad. Y es la propia búsqueda la que otorga la felicidad.
Ten esperanza en que si pones remedio se encontrarán soluciones. Habla con tu hijo
directamente o a través de libros. Compra algún libro de psicología de Juan Antonio
Marina o de Luis Rojas o de Julián Marías y déjalo encima de la mesa, o dáselo y a los
tres días pídele parecer ¿te ha gustado? ¿Qué te ha parecido?. Los libros o las películas
te pueden servir de estrategia para hablar en profundidad. Busca tu propia fórmula y
aplícala recordándole en vuestra conversación a menudo que la pregunta importante
cuando se es joven es ¿quién quiero ser?.

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A diferencia de los adultos, la mentira tiene otra significación. Los n iños


pequeños tienen la creencia de que sus padres lo saben todo y hasta tendrían
la capacidad de leer sus pensamientos, la aparición de la primer mentira a los
padres, la posibilidad de guardar algún secreto, es de suma importancia para
reconocer las limitaciones paternas, impulsando al niño en su desarrollo
psíquico al darse cuenta que él es una persona diferenciada de sus padres,
que puede resolver situaciones y comenzar a des idealizarlos, a tener una
visión mas realista de los demás.

En los niños menores de cuatro años, el mundo de los sueños, deseos y


fantasías no siempre se diferencia de la realidad objetiva. La confusión entre
los hechos observables y los deseos que se satisfacen en su mundo
imaginario, puede inducir al pequeño a decir mentiras para evitar tomar
contacto con la realidad, donde se empiezan a impartir ciertos límites .

       
 

  


Crear situaciones, decir una cosa por otra y en ocasiones se enlaza con un
modo de elevar su autoestima, por ejemplo cuando mienten sobre alguna
condición social, estatus o regalos que le hicieron«

Estas mentiras, suelen ser ocasionales en la mayoría de los niños y no se les


debe dar el valor dado a la mentira moralmente como algo a sa ncionar con una
penitencia o castigo, sino tratar de entrever la causa que lo llevó al niño a ese
accionar.

En los niños mayores, la mentira puede ser utilizada como una forma de lograr
un espacio de independencia cuando los adultos están ³muy encima de e llos´.

En la adolescencia, la mentira es utilizada para probar los límites y comprobar


que ³pueden salirse con la suya´ al engañar a sus padres. 

 

  
 
   


     


  

   





 


 

³Las ficciones mienten, pero a la vez expresan una curiosa verdad, que solo
puede expresarse disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es´ -
(Vargas Llosa, el arte de mentir).

Desde la actitud de los padres muchas veces se alienta sin darse cuenta a la
utilización de las mentiras, cuando a partir de ciertos interrogantes que los
pequeños plantean sobre temas que hacen al origen de la humanidad, al
nacimiento, a la muerte, las respuestas o explicaciones que se les dan, no van
de la mano de la verdad o de sus creencias, alegando que los niños ³no
entienden o no se dan cuenta´.

Debemos tener en cuenta que las preguntas que los niños realizan, están en
estrecha relación a su propia historia, a su origen; son el principio de sus
cuestionamientos, generando una búsqueda permanente de saber.


  

  

 
 
 

 

    


   

 

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‰iedo, evasión de problemas y falta de atención son algunas causas por las
que los pequeños pueden decirlas.
‰uchas veces los niños dicen mentiras, sin conocer la causa; hechos que de
ser conscientes o no, deben ser evaluados por los padres para evitar que se
conviertan en acciones habituales.
Los pequeños suelen presentar esta clase de comportamientos debido a varios
factores que influyen en su vida. Según Estefanía García, siquiatra de niños y
adolescentes, ³las mentiras son la manifestación de algo que está sucediendo
en el mundo interno del niño, en interacción con factores externos, y que tienen
una razón y un objetivo. Se debe tener en cuenta no solamente el contenido de
la mentira, sino el propósito que esta lleva implícita, la frecuencia de su
aparición y el contexto en el que se presenta´.
Además, la experta dice que se debe evaluar si existe algún tipo de afecta ción
y en qué grado se presenta. Todos estos factores ayudarán a establecer la
manera como deben intervenir los adultos. ³La mayoría de los niños pasan por
etapas de decir mentiras, regularmente es una fase experimental en su
desarrollo. La obediencia y el no mentir son valores y comportamientos que se
deben enseñar a través del tiempo; no pretenda que sus niños lo aprendan de
una sola vez, sea paciente y consistente con sus mensajes y ejemplos. Si el
comportamiento continúa y llega a un punto que podría s er dañino, es el
momento de tomar medidas más claras y buscar ayuda externa´, señala la
sicóloga infantil Paula Bernal.

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Bernal señala algunas posibles razones por las que puede presentarse esta
conducta:
- ‰iedo: cuando a los niños les asustan las consecuencias de sus acciones, la
mentira ayuda a ³tapar´ la acción. A veces se da como una respuesta
impulsiva. En este caso, es importante no solo que el niño aprenda a afrontar la
realidad, sino que el adulto tenga la oportunidad de cuestionarse si quizás las
reglas de la casa son muy estrictas y si el pequeño siente la libertad de hablar
con sus padres. O puede ser el momento para probar los límites y hasta dónde
se puede llegar, ya sea como un momento normal en el desarrollo o porqu e los
límites son muy cerrados o no existen.
Para buscar amor y aprobación: en este caso, es importante explicarle
cariñosamente al niño que mentir no es una forma de lograr aprobación; por el
contrario, que las personas se pueden equivocar, pero que la va lentía para
afrontar consecuencias de acciones es lo que los padres valoran.
- Tratando de evitar consecuencias/castigos. Según García, este puede ser un
ejemplo de la mentira llamada utilitaria; aquella con la que se busca evitar una
situación difícil o lograr un beneficio. ³Para que exista la ganancia que se
espera en este tipo de mentira, el niño tiene que tener los recursos sicológicos
suficientes para buscarla. Así, se deben intentar entender los motores que
llevan al niño a decir la mentira. Indagar q ué es lo que busca con ella. Por otra
parte, el curso que tome esta tendencia depende en gran medida de la actitud
que tomen su entorno, y especialmente sus padres. De hecho, con una
posición demasiado laxa o, por el contrario, demasiado rigurosa y moralis ta, se
puede favorecer la tendencia a la repetición de estas tendencias´, explica la
siaquiatra.
- Problemas de control/poder: para evadir tareas impuestas por los adultos y
que les resultan aburridas (Ej. ¿Te lavaste los dientes? Sí, mamá.)
- Presión del grupo: para proteger a alguien.
- Estrés o problemas en sus vidas.
- Observar a otros mentir. En este caso, puede influir el ejemplo que les dan los
adultos.
- Buscando atención.
- Para Estefanía García, ³la mitomanía resulta ser el grado extremo de la
mentira producida por la fantasía del niño. Dupre la definió como µla tendencia
patológica más o menos voluntaria y consciente hacia la mentira y la creación
de fábulas imaginarias¶. En este caso, la magnitud de la historia sobrepasa los
niveles esperados y pueden corresponder a una entidad de base que amerite
valoración por un especialista. Con frecuencia se trata de niños con factores de
riesgo tales como carencias afectivas significativas en el marco de problemas
de interacción con los padres y el entorno´ .

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Bernal da algunos consejos para manejar la situación:
* Calma. Es fundamental tratar el problema a través de un diálogo; este no
debe estar enfocado en la mentira, sino en la conducta que adoptó el pequeño
para decirla. Con serenidad, déjel e claro que usted tiene la razón, que existen
valores y que la mentira carece de estos.
* Déle el beneficio de la duda (puede ser que haya estado involucrado de
manera coyuntural).
* Después de alcarar la sitaución, hable con su hijo sobre los problemas que
pueden causar las mentiras. El conocimiento, junto con su desaprobación, le
ayudará a evitarlas en el futuro.
* No lo rotule como ³mentiroso´; el pequeño puede adoptar la condición.
* Aplique castigos que no sean físicos.
* Ayude a su niño a enmendar, pedir disculpas y reparar las consecuencias de
la mentira cuando sea posible.
èable con su hijo sobre la importancia de decir las verdad y de
asumir responsabilidades. Sírvale de ejemplo.

ü   


Los padres y madres saben perfectamente cuando su niño está


mintiendo. A pesar de su intuición, el dolor por detectar la mentira es
el mismo. El psicólogo clínico Erik Fisher dice entender el por qué las
mentiras de un niño pueden ayudar a sacar una espina. Además, es
importante para el desarrollo de su niño: si usted permanece
emocionalmente equilibrado, usted puede ayudar mejor a su hijo.

Erik Fisher dice que los niños a menudo mienten para evitar sentir la
sensación de vergüenza, la humillación o el viejo clásico ³no quería
problemas .´ Él señala que esas son las mismas mentiras que los
adultos utilizan . Y aquí radica el problema: Nuestra cultura ³esta
rodeada por exageraciones, encubrimientos y mentiras descaradas,
en nuestras casas, de nuestros políticos, o en los medios,´ dice
Fisher. Los padres pueden ayudar a aclarar estos mensajes variados
evitando aquellas pequeñas mentiras piadosas ellos mismos.

³Pienso que los niños mienten más en edades más tempranas porque
ellos tratan de ver como reacionan los adultos y otros niños ante
ello," dice el autor. Él acentúa que esta es la parte del desarrollo
natural de un niño y no es necesariamente un problema psicológico.
Dicho esto, si la conducta continua con la mentira puede ser un
síntoma de baja autoestima, problemas de apego, y ansiedad.

Aquí están algunas pautas del autor para manejar pequeñas


mentiras, y a menudo hirientes mentiras:

·Las consecuencias inmediatas cuando los niños están mintiendo. Por


ejemplo, una carta de disculpa a la persona que ellos mintieron. Si su
niño mintió para ocultar algo que hizo mal, explicarle que eso tiene
dos consecuencias y explicarle claramenteque la segunda
consecuencia es por dejar de decir la verdad. "Si los padres se dirigen
a sus niños sobre sus acciones y les ayudan a ver como sus acciones
afectan acosas como confianza, seguridad, amistades, libertades, y
responsabilidades, ellos verán que la mentira es una solución a corto
plazo y crea un problema a más largo plazo," dice el autor.

·Hable con sus hijos acerca de las motivaciones para la mentira. el


autor dice que los niños de la edad de preescolar a menudo no
comprenden el camino que las mentiras afectan relaciones, porque
ellos todavía se ven como el centro del universo y sólo miran como
ellos se benefician de una mentira.

·Cree un ambiente donde es fácil decir la verdad, manejando


tranquilamente los errores y problemas de su niño. "Si los niños se
sienten con miedo de sus padres y las consecuencias, ellos con mayor
probabilidad esconderán cosas de ellos," dice el autor.

La próxima vez que su niño trate de mentir, evite la ira. En cambio,


ayúdele a entender que hay alternativas a la mentira que hacen cada
uno sentirse mejores sobre ellos. Incluido él mismo.

En términos generales:

°    
   podemos señalar que la mentira es
un acto social.

El fin es engañar al otro. Por eso se distingue del error.

En lo que entendemos por acto mentiroso, por parte del que lo lleva a
cabo podemos decir que hay intención de mentir.

Y lo importante es que para que sea una mentira, el otro no debe


darse cuenta. Mintiendo se infringe la regla.

Señalamos dos condiciones para la construcción de la mentira:


Conocer lo real y construir lo imaginario (para construir la fábula de
la mentira se necesita la imaginación)
Si queremos responder más adecuadamente al acto mentiroso de un
niño, debemos por un momento dejar de lado el aspecto moral de la
mentira.

Con esto quiero decir que en la vida cometemos mentiras de todo


tipo que no parecen tener fines reprobables o motivac iones
condenables, sino más bien dignas de comprender para saber cómo
actuar en consecuencia.

Como adultos, lo que más nos preocupa es la violación de las reglas y


el orden establecido socialmente que se genera con la mentira, Y por
sobre todo, que se debilita la confianza en una relación.

Podemos decir que la mentira entonces, atenta contra la franqueza


de la relación. Es una trasgresión al encuentro de esas personas. Por
eso es un factor disolvente en las relaciones.

Seguramente, a muchos padres/madres les inquieta la actitud del


niño, que mintiendo rehuye los deberes, o sea ; 
 

 
 

" del que miente.

Como esquema general podemos decir que el que miente cambia la


situación cuando la reacción lógica le parece desventajosa,
presentando gracias a la mentira, una situación más favorable para
él.

Desde el punto de vista del que miente, existen muchas variantes


para analizar:

Por ejemplo: Se puede mentir para evitar una sanción por una falta
cometida, para huir de un peligro.

Cuando se miente para disimular una acción reprobable, se puede


entender como un sentimiento de nostalgia por la inocencia, una
tentativa para escapar al sentimiento de culpabilidad. Quizás se de en
aquellos niños más necesitados de protección en edades en que
se espera de ellos más responsabilidad.

En otras ocasiones: el que miente no trata de ocultar, sino más bien


busca ventajas. Es el caso del que miente para demostrar que es
más valioso. Puede hacerlo por ejemplo, con sus calificaciones en la
escuela o con hechos ejemplares que no ha realizado. Busca
reconocimiento y utiliza la mentira para lograrlo.
Podemos decir que uno de los beneficios del mentir estaría dado por
poder anticipar de alguna manera el éxito sin arriesgarse, eliminando
el factor sorpresa que no garantiza el éxito de aquello que se quiere
conseguir.

En los niños menores de tres y cuatro años, podríamos hablar de


pseudo-mentiras. Esta es una originalidad del pensamiento infantil.

Si no las tenemos en cuenta como prefigura en un estadio precoz,


esto nos llevará a confundirlas por su aspecto exterior, con las
mentiras condenables moral y socialmente y a obrar de un modo no
adecuado.

*    
  
 

Desde la perspectiva del adulto

Las pseudo mentiras son como las mentiras, afirmaciones contrarias


a la realidad por lo menos a la imagen que el adulto tiene de la
realidad.

Es común que se presenten como afirmaciones o negaciones


improvisadas, tratando de invertir la evidencia, los dat os de la
situación. Como el caso de un niño que ha sustraído un objeto, y dice
que el objeto que tiene en la mano, no lo ha tomado él, o acusa al
hermano de ello.

La pseudo mentira tiene aparentemente, un carácter lúdico del cuál


debemos sospechar.

La imaginación está en juego muy directamente. El niño obra


conforme a sus deseos, con el fin de conseguirlos, y también por su
imaginación e imitación.

Si escucha que los padres dicen por ejemplo °     al


atender una llamada, para que la cena no se enfríe, será posible
que responda a la pregunta de si se ha lavado las manos antes de
comer, que sí lo ha hecho aunque sea mentira, con el fin de que no
se le enfríe la comida. Pero puede ser que en este momento no esté
experimentando que está cometiendo una falta.

Nos parece que la imaginación puede ser creadora, pero nos


olvidamos de sus fuentes. La sugestión, la imitación, el material
primario, somos también nosotros, los adultos y nuestros mensajes.
Muchas veces nos apresuramos en formular juicios, partiendo sólo de
evidencias externas, que tienen para nosotros una determinada
significación, pero que quizás no sea la que es para el niño.

Podríamos pensar que si un niño miente de un modo impulsivo, con


espontaneidad, y sin poder casi medir las consecuencias, quizás esté
en un primer momento del camino que deberá recorrer hasta llegar a
ser una persona con noción de falta y responsabilidad. Los adultos
tenemos previsión, pero los niños no nacen con ella.

Cuando esto ocurra, podrá elegir obrar de un modo u otro, y evaluar


las consecuencias de lo que está haciendo. ,

Si nos conducimos con las pseudo mentiras como si el niño fuera


plenamente capaz de medir las consecuencias, de seguir el trayecto
pleno de su incidencia sobre su personalidad y sobre sus relaciones
sociales, o su sentido moral, nos adelantamos a juzgar antes de
acompañar, escuchar y guiar.

Desde la mente del niño:

Desde otra perspectiva, si tratamos de entrar en la mente de un niño,

Yo diría que a veces estamos frente a un niño que "parece mentir".

Esta reflexión nos pueda servir para aprender a esperar, no juzgar


apresuradamente y diferenciar mentiras de pseudo mentiras o sea de
aquello que parece una mentira pero no lo es en sí mismo.

Para comprender y saber cómo conducirnos ante una acción


³mentirosa´, lo importante es detectar la motivación que activó dicha
mentira en el niño.

La mentira tiene mucho de imaginación, pero no toda imaginación es


una mentira.

Para que se hable de mentira, el que miente sabe que engaña al otro.

Motivaciones del mentir o Pseudomentir

Podemos señalar que analizar y encontrar las posibles motivaciones


que llevan a un niño a mentir o a pseudo mentir nos permite
acompañarlo en el desarrollo o maduración afectiva con la idea de
que el intercambio modula y recrea.
Los niños pequeños ven muy ventajoso el beneficio inmediato de la
mentira o pseudo mentira porque aún no pueden anticipar tanto las
consecuencias.

Si un niño de dos ó tres años ³miente´ y se ríe con nos otros porque
somos cómplices de su ³mentira´ y nos reímos con él porque lo que
dice es evidentemente una mentira,    con nosotros y a
través del juego, nosotros también podemos organizar, limitar zonas,
explicar.

ambién podemos decir que con u na pseudo mentira un niño puede


buscar  
  
. Es el caso de una niña pequeña que
decía vivir en la empresa donde trabajaba su mamá. Lo que
expresaba ¿era una mentira? O ¿a través de lo que contaba,
imaginaba una idea que le hacía sentir más cerca de ésta y además le
permitía elaborar la ansiedad que la invadía cada vez que la madre se
iba al trabajo?

Con esta pseudo mentira o idea fantaseada podía tolerar la ansiedad


de separación y sentirse unida afectivamente a la madre en su
ausencia.

Hay mentiras con las que el niño se ha dado cuenta que    
 . Es el caso del niño que miente porque sabe que así se evita un
castigo, o aquél que dice no tener tarea para asegurarse la tarde
libre.

Otra motivación muy importante y frecuente es aquella mentira que


tiene que ver con el  

  

. Es una mentira que
les permite sentirse libres de la humillación del sometimiento al
adulto. Son los casos por ejemplo de niños que dicen haber obtenido
una buena calificación en la escuela , pero no para evitar el castigo
que ello podría ocasionar, sino para sentirse grandes y poderosos
frente a un sentimiento de humillación por el fracaso.

Parece difícil pensarlo pero estas motivaciones de la conducta son


inconscientes, y operan en el niño llevándolo a actuar de determinada
manera.

Muchas veces, los niños nos mienten a los adultos 


 
 
. 
  . ienen la idea de que algo nos hará sentir
mal, y nos mienten para evitarlo. Si comprendemos el móvil, nuestra
actitud con ellos a la hora de actuar será muy diferente.

Ejemplos de diferentes motivaciones que activan la conducta


mentirosa:
res motivos diferentes para una misma conducta mentirosa:

Un niño niega que le hayan entregado las calificaciones en la escuela:

1- Por temor al castigo.

2- Por no disgustar a los padres, como forma de cuidado hacia ellos.

3- Por no decepcionarlos manteniendo así su imagen frente a ellos.

Otro ejemplo, otra motivación:

Un niño es interrogado por su maestro frente a su clase y responde


que no sabe.

Por un  

     puede decir que no sabe algo para
no hablar en público cuando en realidad sí conoce la respuesta.

Para finalizar, aunque podríamos continuar enumerando


motivaciones, lo importante es destacar, que no es la "mentira" lo
que hay que tratar en sí, ya que la mentira es un medio. Lo que
tenemos que intentar descifrar son los motivos. Debemos llegar al
móvil de la mentira y trabajar sobre ello.

Si tenemos en cuenta las motivaciones que conducen a un niño a la


mentira, podremos evitar ejercer ³violencia´ sobre él. Esta violencia
consiste en adjudicarle una intencionalidad y un sentido a sus
conductas sin tener en cuenta las verdaderas motivaciones qu e lo
llevaron a mentir. A partir de aquí, serán más adecuadas las medidas
que tomemos y nuestra intervención como adultos.

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Tus Hijos
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Los niños pequeños muchas veces suelen decir mentiras. Claro está que como mentiras,
los padres quieren que dejen de decir la yque aprendan que son algo negativo que no
debe repetirse. Pero cabe preguntarse algo, de tan pequeño, ¿cuáles son los motivos por
los que los niños mienten? a esa edad los niños no tienen maldad, por lo que es
importante comprender el verdadero motivo.

Probablemente lo niño comiencen a mentir como un juego. es divertido ocultar cosas,


hacer que los padres adivinen, entre otros juegos que suelen hacerse, pero luego esto se
convertirá en una mentira que puede repetirse y repetirse hasta tornarse costumbre, y es
aquí donde debemos marcar los límites, porque muchas veces los niños no lo conocen y
sienten que continúan en un juego.

Varios son los motivos por lo que los niños mienten, en un principio yuna de las causas
más frecuentes es la imitación. A ellos les encanta cuando hacen reír a los mayores, y
suelen además, adoptar el modelo de los más grandes, imitándolos y observando todo lo
que ellos hacen. La ocasiones en les que le exigimos mucho, también son una
oportunidad para que ello mientan, lo ven como un escape de la realidad.

Finalmente encontramos los nervios, en caso de sentirse presionados por diferentes


circuntancias, lo niños suelen mentir, pero no siempre sin tener ganas de esto. En cao de
que estemos hablando de hijos algo mágrande, suelen mentir para ocultar temas serios,
por lo que siempre es buenom antener una relacionde confianza con ellos que les
permita indicarnos lo que sienten sin necesidad de atravesar estas situaciones.
La honradez se aprende en el hogar. Los padres a menudo se preocupan
cuando su hijo dice mentiras, pero mentir probablemente no es ningún
problema serio. A los niños pequeños les gusta contar e inventarse cosas, es
una actividad normal porque e llos se divierten oyendo e inventando cuentos.
Muchas veces confunden un poco la realidad con la fantasía. Un niño mayor o
un adolescente puede decir mentiras interesadas, por ejemplo, para no tener
que hacer algo que no le gusta o negando responsabilidade s por sus acciones,
etc.

Los padres deben reaccionar ante las mentiras hablando con sus hijos y

explicándoles cuán importantes son la verdad, la


honradez y la confianza. Algunos adolescentes descubren que las mentiras
pueden considerarse aceptables en a lgunas situaciones, por ejemplo, no
decirle al novio o novia la razón real de la ruptura para no herir sus
sentimientos. Otros adolescentes mienten para proteger su privacidad o para
sentirse psicológicamente separados e independientes de sus padres (por
ejemplo, negando que se escaparon por la noche con sus amigos).

ü 
 

  


Algunos niños, aun sabiendo la diferencia entre la verdad y la mentira,
construyen historias que parecen verdaderas. Estos niños suelen relatar este
tipo de historias con tanto entusiasmo, que reciben mucha atención mientras
cuentan la mentira.Otros niños y adolescentes, que por lo general actúan de
manera responsable, caen en el patrón de mentir repetidamente. Ellos creen
que decir mentiras es la mejor manera de satisfacer las demandas de sus
padres, maestros y amigos. Estos niños usualmente no están trata ndo de ser
malos o maliciosos, pero el mentir repetidamente se convierte en un mal
hábito. Hay otros niños y adolescentes a quienes no les importa mentir o
aprovecharse de los demás. Algunos adolescentes mienten frecuentemente
para ocultar otros problemas serios. Por ejemplo, un adolescente con un
problema serio de drogas o alcohol, mentirá constantemente para ocultar
dónde ha estado, con quién andaba, lo que estaba haciendo y en qué se gastó
el dinero.

o   

  
 

Los padres son el modelo más importante para los hijos. Cuando el niño o el
adolescente miente, los padres deben sacar el tiempo necesario para hablar
seriamente con él acerca de:

La diferencia entre la fantasía y la realidad, la mentira y la verd ad.

La importancia de la honestidad en el hogar y en la comunidad.

Las alternativas a la mentira.

Si el niño o el adolescente desarrolla un patrón serio y repetitivo de mentir,


entonces se necesita la ayuda de un profesional.

La evaluación por parte de un psiquiatra de niños y adolescentes puede


ayudar tanto al niño como a sus padres a entender el comportamiento del
niño con relación a mentir y puede también hacerles algunas
recomendaciones para el futuro.

Lic. Ingrid Alva Cabello


Psicóloga
Consejería Psicológica

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"

¿Cuántas veces nos ha tocado, como padres o profesionales, estar


frente a la mentira de un niño? A veces de la manera más inocente, y
otras veces con verdadera premeditación, lo cierto es que la mentira en
el niño es casi una forma normal de comunicarse en el ambiente en
que cotidianamente nos desenvolvemos. Presento a continuación,
algunas pautas que pueden servir de base para una reflexión del
problema y para abordar con mayor serenidad el tema de la mentira en
los niños.

 %&%' [%'%$' 

Cuando le decimos a un niño "Estás mintiendo", debemos tener mucho


cuidado. ‰entir es decir falsedades, es engañar a través de la palabra.
Un niño que miente no siempre lo hace con intención.

Normalmente, los niños menores de 7 años tienen la tendencia a


confundir la realidad con la fantasía. De ahí que sus juegos parecen
tan vívidamente reales. En esta edad, cuando un niño se acerca a
nosotros y nos dice "Por favor límpiame la cara que me quedó llena de
barro luego del combate en el que estuve...", nos está in vitando a
participar de su fantasía y no está intencionalmente queriendo
engañarnos. Este tipo de "mentira" es inocente, sin premeditación y
sobre todo sin querer conseguir ningún beneficio con ello.

A partir de los 7 años, aproximadamente, el niño empieza a tener


mayor conciencia de su realidad y se da cuenta que a veces falseando
la verdad puede conseguir ciertos beneficios personales. Por ejemplo,
el niño que asegura haber comprado un dulce con una moneda que se
encontró en la calle, cuando en realidad l a sustrajo del monedero de la
mamá...

Padres, maestros y orientadores nos preocupamos ante este segundo


tipo de mentira en el niño, pues es el que mayormente acarrea
problemas posteriores.

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oueda claro, entonces, que en niños pequeños la mentira se da como


parte de su juego, como viviendo su fantasía en la realidad.

Cuando el niño mayorcito miente, puede ser por diversas razones:

 Como imitación al padre o a la madre que miente: Los niños,


dicen, son como esponjas que absorben todo. Si ellos observan
y viven la mentira de manera cotidiana, aprenden a hacerlo
como algo normal y cotidiano. Es el caso del niño que escucha a
su madre negarse al teléfono "dile que no estoy..."

 Por miedo: Suele ser la causa más común de la mentira en los


niños, quienes por temor a la desaprobación o al castigo por
parte de la madre o del padre, se ven llevados a falsear la
verdad. Si el niño sabe que, por ejemplo, al llevar una nota mala
del colegio, su mamá se va a enojar o le va a prohibir ver
televisión, seguramente dirá que no le han entregado sus
calificaciones aún...

 Ante la exigencia: Cuando le exigimos mucho al niño, esperando


de él, a veces más de lo que esperamos de nosotros mismos, el
niño tiende a hacernos creer que está al nivel de nuestr as
expectativas, y miente para no defraudarnos.

Sea cual fuere la causa concreta de la mentira, siempre es señal de


que el niño está en apuros. El que miente es porque lo necesita. Con la
mentira, el niño nos está diciendo "auxilio".

Xü' %ü [%!

No siempre la mentira es tan grave como para preocuparse. Cuando la


mentira es surgida de la fantasía, normalmente con la madurez del
niño, ésta desaparece. Cuando se trata de mentira propiamente dicha,
tendríamos que preocuparnos si es recurrente o si se presenta como:

a. ‰entira patológica: La famosa "mitomanía" que surge del niño que


intenta persuadir y convencer a los demás de la realidad de sus
relatos. Esta es la mentira que se vuelve habitual, una forma normal de
reaccionar en el niño.

b. ‰entira neurótica: Surge como producto de un nivel elevado de


ansiedad en el niño o del temor en general. Por ejemplo el caso del
niño que habitualmente miente acusando a sus profesores de mal trato
para ocultar su rechazo escolar.

X([ü%['%$[&%' [!

Lo primero que tenemos que hacer como padres o maestros es


determinar qué tipo de mentira es con la que estamos lidiando y, sobre
todo, qué la está motivando. Si no sabemos cuál es la causa de ese
"auxilio" desesperado en el niño, corremos el riesgo de equivocar nos
en la intervención.

La actitud que tengamos va a ser determinante. Será necesario:

 Reaccionar con calma aunque con severidad.

 Felicitar o premiar al niño que confiesa la verdad. Si lo


castigamos a pesar de que ha confesado, estamos reforzando
su hábito de mentir (la próxima vez lo hará con más cuidado
para que no lo descubran...). Sólo en última instancia habrá que
acudir al castigo.

 Favorecer un ambiente de confianza, en la que el niño se anime


a contar sus travesuras y sus errores. oue no sienta que cada
vez que habla, hay consecuencias drásticas.

 Estar alertas. Por mucho que amemos a nuestros hijos, tenemos


que aceptar que a veces fallan, que no son perfectos e ideales
como los hemos imaginado.

Lo ideal es que estas condiciones se den a modo de p revenir la


mentira en el niño ("es mejor prevenir que lamentar"). Si estas
condiciones se dan en su hogar, seguramente el hábito de la mentira
no se dará; o si es que ya existe, irá desapareciendo en el niño. Si no
llegara a desaparecer, lo más recomendabl e es buscar orientación
profesional.

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*ic. Pilar Ramírez V. - Psicólogo

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- ¿Cómo nace la propuesta de la formación para padres en las escuelas?
Este fin de siglo nos enfrenta al desafío de abordar los grandes problemas sociales y
proponemos hacerlo desde una estrategia de trabajo grupal y sistémica, inspirada en
valores de colaboración y complementariedad humana.

   
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Para vivir aprendiendo una linda  -


ùivir Aprendiendo
A los 5 años, aprendí que a los pececitos dorados no les gustaba la gelatina.
A los 9, aprendí que mi profesora solo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.
A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.
A los 12, aprendí que, si tenia problemas en la escuela, los tenía más grandes en casa.
A los 13, aprendí que, cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba
a ordenarlo.
A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi
padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada.
A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo
preparado por mi mujer.
A los 27, aprendí que el titulo obtenido no era la meta soñada.
A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te va a hacer doler la cabeza la
vida entera.
A los 30, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor
parte del tiempo hablando de ellos
A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en
casa me gustaría estar viajando.
A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa te ama cuando quedan dos croquetas y elige la
menor.
A los 42, aprendí que, si estás llevando una vida sin fracasos, no estas corriendo los suficientes
riesgos.
A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle una pequeña postal.
A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.
A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en
el. ambién a los 63, aprendí que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden.
A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ri con ellas.
A los 76, aprendí que envejecer es importante.
A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

‰ -

Siempre estamos aprendiendo algo nuevo, algo lindo, algo digno, como por ejemplo que la paz no
se logra si realmente no se está dispuesto a perdonar por ella, entender cuál es la verdadera
importancia de la familia, de la gente simple, de la vida misma. Que si bien todos tenemos
distintas cualidades, capacidades y habilidades, sepamos valorar las que tenemos y podemos
ofrecer a los demás y además enriquecernos, aceptar y disfrutar con las que otros no pueden
brindar. Saber aceptar nuestras limitaciones y no olvidarnos de nuestras metas, aunque muchas
veces parezcan muy lejanas difíciles. Encaminarse hacia ellas es el primer paso hacia algo que ni
siquiera podemos imaginar.
Realmente no tiene mucha importancia hasta qué edad vivimos, lo importante es sentir que no lo
hemos hecho en vano.

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Mayo 11, 2008 · Archivado en Moralejas · agged cuentos con moralejas, moralejas para pensar, Moralejas,

fabulas con moralejas, sabias moralejas, Envejecer es Obligatorio; Madurar es Opcional , moralejas para

aprender

El primer día en la universidad nuestro profesor se presentó y nos pidió que procuráramos llegar a
conocer a alguien a quien no conociéramos todavía. Me puse de pie y miré a mí alrededor, cuando
una mano me tocó suavemente el hombro. Me di la vuelta y me encontré con una viejita arrugada
cuya sonrisa le alumbraba todo su ser. µHola, buen mozo. Me llamo Rose. engo ochenta y siete
años. ¿e puedo dar un abrazo?
Me reí y le contesté con entusiasmo: µ¡Claro que puede!¶ Ella me dio un abrazo muy fuerte.
µPor qué está usted en la universidad a una edad tan temprana, tan inocente?¶, le pregunté.
Riéndose contestó: µEstoy aquí para encontrar un marido rico, casarme, tener unos dos hijos, y
luego jubilarme y
viajar.¶
µSe lo digo en serio¶, le dije. Quería saber qué le había motivado a ella a afrontar ese desafío a su
edad.
µ¡Siempre soñé con tener una educación universitaria y ahora la voy a tener!¶, me dijo. Después de
clases caminamos al edificio de la asociación de estudiantes y compartimos un batido de
chocolate. Nos hicimos amigos enseguida. odos los días durante los tres meses siguientes
salíamos juntos de la clase y hablábamos sin parar. Me fascinaba escuchar a esta ³máquina del
tiempo´.
Ella compartía su sabiduría y experiencia conmigo. Durante ese año, Rose se hizo muy popular en
la universidad; hacía amistades a donde iba. Le encantaba vestirse bien y se deleitaba con la
atención que recibía de los demás estudiantes. Se lo estaba pasando de maravilla. Al terminar el
semestre le invitamos a Rose a hablar en nuestro banquete de fútbol.
No olvidaré nunca lo que ella nos enseñó en esa oportunidad. Luego de ser presentada, subió al
podio. Cuando comenzó a pronunciar el discurso que había preparado de antemano, se le cayeron
al suelo las tarjetas donde tenía los apuntes.
Frustrada y un poco avergonzada se inclinó sobre el micrófono y dijo simplemente, µdisculpen que
esté tan nerviosa. Dejé de tomar cerveza por cuaresma y ¡este whisky me está matando!¶
µNo voy a poder volver a poner mi discurso en orden, así que permítanme simplemente decirles lo
que sé.¶ Mientras nos reíamos, ella se aclaró la garganta y comenzó: µNo dejamos de jugar porque
estamos viejos; nos ponemos viejos porque dejamos de jugar. Hay sólo cuatro secretos para
mantenerse joven, ser feliz y triunfar.¶
µenemos que reír y encontrar el buen humor todos los días.¶
µenemos que tener un ideal. Cuando perdemos de vista nuestro ideal, comenzamos a morir. ¡Hay
tantas personas caminando por ahí que están muertas y ni siquiera lo saben!¶
µHay una gran diferencia entre ponerse viejo y madurar. Si ustedes tienen diecinueve años y se
quedan en la cama un año entero sin hacer nada productivo se convertirán en personas de veinte
años. Si yo
tengo ochenta y siete años y me quedo en la cama por un año sin hacer nada tendré ochenta y
ocho años.
odos podemos envejecer. No se requiere talento ni habilidad para ello. Lo importante es que
maduremos encontrando siempre la oportunidad en el cambio.¶
µNo me arrepiento de nada. Los viejos generalmente no nos arrepentimos de lo que hicimos sino
de lo que no hicimos. Los únicos que temen la muerte son los que tienen remordimientos.¶
erminó su discurso cantando µLa Rosa¶. Nos pidió que estudiáramos la letra de la canción y la
pusiéramos en práctica en nuestra vida diaria.
Rose terminó sus estudios. Una semana después de la graduación, Rose murió tranquilamente
mientras dormía. Más de dos mil estudiantes universitarios asistieron a las honras fúnebres para
rendir tributo a la maravillosa mujer que les enseñó con su ejemplo que nunca es demasiado tarde
para llegar a ser todo lo que se puede ser.

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³No olviden que ENùEJECER ES OBLIGAORIO; MADURAR ES OPCIONAL

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Mayo 10, 2008 · Archivado en Moralejas · agged moraleja, cuentos con moralejas, moralejas para pensar,

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Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y
todos los días jugaba alrededor de él. repaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El
amaba al árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:


³¿ùienes a jugar conmigo?´ pero el muchacho contestó ³Ya no soy el niño de antes que jugaba
alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para
comprarlos´.
³Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero« e sugiero que tomes todas mis manzanas y las
vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes´.
El muchacho se sintió muy feliz.
omó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

iempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó:


³¿ùienes a jugar conmigo?´ ³No tengo tiempo para jugar. Debo de trabajar para mi familia.
Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos.
¿Puedes ayudarme?´« ´ Lo siento, pero no tengo una casa, pero«tú puedes cortar mis ramas y
construir tu casa´.
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca
más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. ³ùienes a jugar
conmigo? le preguntó el árbol. El hombre contestó ³Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un
bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?´. El árbol contestó: ³Usa mi tronco para que
puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz´. El hombre cortó el tronco y construyó su
bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: ³Lo siento mucho, pero ya no tenga
nada que darte ni siquiera manzanas´. El hombre replicó ³No tengo dientes para morder, ni fuerza
para escalar«Por ahora ya estoy viejo´.
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, ³Realmente no puedo darte nada«. la única
cosa que me queda son mis raíces muertas´. Y el hombre contestó: ³Yo no necesito mucho ahora,
solo un lugar para descansar.
Estoy tan cansado después de tantos años´. ³Bueno,las viejas raíces de un árbol, son el mejor
lugar para recostarse y descansar. ùen siéntate conmigo y descansa´.

El hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.

‰ -:
Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos
niños, los amamos y jugamos con papá y mamá«

Cuando crecemos los dejamos «..sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en
problemas« No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y
hacernos felices. ú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como
nosotros tratamos a nuestros padres«

ùaloremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado y si ya no están, que la llama
de su amor viva por siempre en tu corazón y su recuerdo te dé fuerza cuando estás cansado«

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Abril 29, 2008 · Archivado en Moralejas · agged moraleja, cuentos con moralejas, moralejas para pensar,

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CURA AFICIONADO
Un cura aficionado a la ornitología tenía doce pájaros.
odos los días los soltaba para que volaran y éstos siempre regresaban a sus jaulas. Pero un día
sólo regresaron once, así que el sacerdote, decidido, en la misa de 12 del domingo preguntó:
- ¿Quién tiene un pájaro?
odos los hombres se levantaron.
- Disculpen, no me expliqué bien. ¿Quién ha visto un pájaro?
- odas las mujeres se levantaron.
- !No, no! Lo que quiero decir es: ¿Quién ha visto mi pájaro?
odas las monjas se levantaron«

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Abril 28, 2008 · Archivado en Moralejas · agged moraleja, cuentos con moralejas, moralejas para pensar,

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Un soldado destacado en la Selva recibe una carta de su novia desde Lima, La carta decía lo
siguiente:´Querido Luís: Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia que nos separa es
demasiado grande. engo que admitir que te he sido infiel tres veces desde que te fuiste y creo
que ni tú ni yo nos merecemos esto, lo siento.
Por favor devuélveme la foto que te envié.
Con mucho amor,
María´

El soldado, muy herido, le pidió a todos sus compañeros del batallón que le regalaran fotos de sus
novias, hermanas, amigas, tías, primas, etc. Junto con la foto de María incluyó todas esas otras
fotos que había recolectado de sus amigos. Había 89 fotos en el
sobre y una nota que decía:

³María,
Perdóname, pero no puedo recordar quien eres. Por favor, busca tu foto en el paquete y me
devuelves el resto.
Luis´

MORALEJA:
Aún derrotado« hay que SABER GOLPEAR AL ENEMIGO

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