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CARRERA DE MEDICINA.
REVISION BIBLIOGRAFICA.
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1. Introducción:
infantil. El TEC se define como un intercambio brusco de energía mecánica causado por una
fuerza externa que tiene como resultado una alteración a nivel anatómico y/o funcional (motora,
sensorial y/o cognitiva) del encéfalo y sus envolturas, en forma precoz o tardía, permanente o
como un signo disfunción del contenido craneal la aparición de una cefalea holocraneana
El TEC puede clasificarse de diferentes maneras: según el tipo de lesión encefálica (difusa o
focal); según indemnidad meníngea (TEC abierto y cerrado); según tipo de fractura (TEC con
fractura de base de cráneo o con fractura bóveda craneal); según grado de compromiso
clínica pues permite dirigir el manejo general. Así se reconoce: TEC leve, puntaje escala
Glasgow 13-15; TEC moderado, puntaje escala Glasgow 12-9 y TEC grave, puntaje escala
Glasgow < 8. La literatura describe que entre el 60-70% de los casos generalmente son
Las fracturas craneales y las lesiones intracraneales secundarias a un TEC, son más frecuentes
cuanto menor es la edad del paciente. Ya que el niño presenta una superficie craneal
proporcionalmente mayor, un plano óseo más fino y deformable, una musculatura cervical
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La importancia de realizar una adecuada clasificación del paciente pediátrico en el servicio de
urgencias está basada en una adecuada anamnesis, exploración física, neurológica exhaustiva y la
poder identificar con mayor precisión los pacientes que por su contexto clínico requieren la
(TAC) o resonancia magnética nuclear, así como favorecer el inicio de un tratamiento temprano
y oportuno en pro de mejorar el pronóstico vital y disminuir el riesgo de secuelas tanto físicas
como neurológicas.
2. Epidemiologia.
más frecuente de mortalidad en la edad escolar. Las estadísticas reportadas recientemente en los
EEUU establecen que el TEC es el responsable del 2% de todas las muertes a nivel nacional y se
cree que cada 5 minutos ocurre una defunción por esta entidad principalmente en población
joven. Cada año el TEC es responsable de alrededor de 500.000 visitas al servicio de urgencias,
95.000 hospitalizaciones, 5.000 nuevos casos de epilepsia en los sobrevivientes, 29.000 casos de
discapacidad permanente y 7.000 muertes en poblaciones infantil, así como también se estima
para costear la atención de pacientes pediátricos con TEC, siendo una entidad responsable de
Respecto a las causas de TEC, si bien en los adultos la mayoría corresponde a accidentes
de 1 año el maltrato infantil constituye la primera causa de hemorragias intracraneales por lo que
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se deberá evaluar siempre la presencia de este factor de vulnerabilidad en este grupo etario. Los
resultados y el pronóstico vital del maltrato infantil como etiología del TEC son muchos más
complejidad que se traducen en mayores tasas de mortalidad en este tipo de pacientes. Los
accidentes de tránsito en calidad de pasajeros o peatón conforman otra causa de TEC en niños
tránsito (condición pasajero o peatón) y en casos de caídas de alturas existe en más de un 50% de
torácico y facial.
pediátrica el desarrollo del cráneo y su contenido definen los tipos de lesiones más frecuentes:
En los lactantes, el mayor tamaño de la cabeza y la debilidad de los músculos del cuello
determinan que este grupo tenga mayor riesgo de lesiones provocadas por mecanismos de
debido a la capacidad elástica del cráneo y las suturas abiertas predisponen a que la hemorragia
cerebral progrese sin signos iniciales evidentes provocando shock hemorrágico. Las lesiones no
hemorrágicas que comprometen la sustancia gris cortical; daño axonal difuso y daño secundario
Las lesiones quirúrgicas por efecto de masa (ej. Hematomas subdurales y epidurales) se
producen con menos frecuencia y cuando se presentan se asocian a una menor mortalidad. El
TEC grave tendría una menor frecuencia con una mortalidad también menor. El deterioro rápido
después de un periodo lucido inicial (síndrome Talk and Die) es también menos frecuente
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síndrome post-conmoción es característico en la edad pediátrica y puede causar confusión con
3. Fisiopatología.
Las consecuencias del TEC en el paciente pediátrico son más complejas y la probabilidad del
desarrollo de secuelas permanentes esta inversamente relacionada con la edad del paciente.
Clásicamente se han descrito dos etapas del daño cerebral originado por eventos traumáticos; el
Daño cerebral primario: Hace referencia a la lesión tisular generada por el traumatismo
directo, dicha condición dependerá de los mecanismos de lesión, la intensidad y dirección del
impacto, la resistencia del tejido y la región afectada por dicho trauma. Este daño puede ser
en el eje laterolateral, son más frecuentes las lesiones extraaxiales (hematoma epidural, subdural
o paramedial, es más frecuente el denominado daño axonal difuso por lesión de las estructuras
profundas. Este último es más frecuente en niños. La injuria primaria no es imposible de revertir,
pues las neuronas no se regeneran una vez dañadas o muertas. Por lo que solo la prevención
Daño cerebral secundario: es el daño que se produce posterior a la injuria primaria por el
o presión intracraneal elevada (PIC) y sus consecuencias. La alteración más frecuente y grave es
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producidos durante la injuria secundaria son manejables, por lo que las acciones terapéuticas
deben dirigirse a evitar o minimizar el riesgo de una mala evolución neurológica y/o muerte.
El TEC también puede desencadenar una serie de eventos bioquímicos como el aumento
relacionada con diversos procesos que pueden conducir a una interrupción del flujo sanguíneo
4. Manifestaciones clínicas.
La clínica de los TEC es muy variable, oscilando entre la ausencia completa de síntomas o
signos, hasta el coma profundo o síntomas de hipertensión intracraneal grave con riesgo de
enclavamiento inminente, pasando por todos los grados intermedios de alteraciones neurológicas
y síntomas asociados. Aproximadamente las 3/4 partes del total de casos de TEC en pediatría son
clasificados como traumatismos leves por lo que en la gran mayoría de los casos no existe una
tanto para la evaluación clínica como para en el pronóstico neurológico del paciente pediátrico.
Los lactantes conforman un grupo etario donde existe un mayor riesgo de desarrollar lesiones
cerebrales ante traumatismos mínimos debido a su menor masa cerebral y al mayor daño
episodios eméticos que pudiera estar relacionado con una estimulación del centro emético
cerebral, una respuesta al dolor o un simple estímulo vagal, a pesar de esto, dicho síntoma no se
correlaciona necesariamente con una lesión cerebral o TEC severo. Algunos autores sugieren que
el principal signo predictor de lesión cerebral está dado por la presencia de hematoma en cuero
cabelludo. La forma de presentación clínica en dicho grupo tiende a ser atípica y muy sutil, con
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ausencia en la gran mayoría de los casos de signos neurológicos focales; la presencia de dichos
de base de cráneo, deben siempre encaminarnos a descartar una lesión intracraneal que afecte el
física tales como la alteración del estado de conciencia por más de 5 minutos, el deterioro
pueden asociarse a dicha condición son las alteraciones comportamentales, deterioro del estado
pacientes no están incluidos en esa categoría benigna y, por tanto, son tributarios de mayor
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Realizar una adecuada evaluación y categorización del paciente pediátrico con TEC en el
áreas o sistemas corporales en los que se pueda presentar complicaciones adicionales que
pediatría existe compromiso a nivel torácico o abdominal, por lo que debe considerarse siempre
esta entidad en el contexto del paciente politraumatizado que implica la realización de una
siendo la escala más utilizada a nivel mundial para categorizar la severidad del TEC en
población infantil, dicha escala clasifica al paciente en tres diferentes categorías de acuerdo a su
función motora, ocular y verbal. La E. de Glasgow ha demostrado su valor pronóstico que ayuda
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En el contexto del paciente pediátrico con TEC leve, las pruebas de predicción clínica podrían
ser herramientas útiles a utilizar debido a que intentan determinar con mayor exactitud la
o CHALICE (Children’s Head Injury Algorithm for the Prediction of Important Clinical
Events).
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CHALICE y CATCH tratan de identificar al paciente candidato a estudios adicionales (TC de
dicho estudio y es la única de estas reglas que divide su evaluación de acuerdo a la edad del
paciente (< 2 años - > 2 años). Esta escala se encuentra validada en países desarrollados.
La utilización de estas reglas de predicción clínicas puede favorecer una atención médica más
servicio de urgencias que puede ser una alternativa eficaz para reducir la solicitud de estudios de
carácter óseo, hemorrágico, inflamatorio o con efecto de masa. Se sugiere que la tomografía de
cráneo debe reservarse casi de forma estricta para los casos en los que existe pérdida del estado
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de conciencia superior a 5 minutos, puntuación de Glasgow <13, signos de focalización
endocraneana.
6. Tratamiento.
El tratamiento del paciente pediátrico en el servicio de urgencias debe tener un enfoque global
del mismo. Las medidas generales deben implementarse de forma temprana y oportuna:
mantener una posición neutra de la cabeza, elevación de la cabecera de la cama a 30º para
favorecer un adecuado drenaje venoso a través de las venas yugulares, fluidoterapia temprana,
presión intracraneal son los responsables de exacerbar o reagudizar el daño cerebral primario
subyacente, que favorecerá un mayor número de secuelas temporales o permanentes y una peor
recuperación neurológica, por tanto, el manejo agudo debe ir encaminado a evitar o prevenir
hipertermia. Dichos objetivos se logran mediante el control y aseguramiento de la vía aérea que
garanticen una buena ventilación y aporte de oxígeno a órganos vitales; la hiperventilación solo
deberá considerarse en paciente con los signos clásicos de la tríada de Cushing sugestivos de una
de forma rápida y efectiva mediante el uso de cristaloides, en paciente cuya respuesta sea pobre a
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dicho manejo se debe contemplar la posibilidad del inicio de fármacos vasoactivos que
edad del paciente según las últimas recomendaciones de guías internacionales. La utilización de
la terapia osmótica mediante el uso de manitol y/o solución salina hipertónica al 3% para la
del paciente pediátrico con TEC moderado o severo. Cabe destacar que los pacientes
categorizados como TEC moderado o severo deberán ser derivados al menos al servicio de
aquellos clasificados como TEC severo con el fin de tener un seguimiento, valoración y un
manejo médico más estricto. La Tabla 4 describe los principales medicamentos utilizados en el
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7. Pronostico.
El impacto generado alrededor de este grave problema de salud pública tanto a nivel mundial
como nacional constituye un aspecto álgido en el ámbito clínico y social para el médico general,
especialistas y subespecialistas. Con respecto a los factores pronósticos vinculados con el TEC
observamos una relación directa con la severidad del mismo, mecanismo de lesión, edad del
reagudización del daño cerebral primario subyacente por la serie de procesos bioquímicos y
8. Conclusiones.
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discapacidad permanente en este grupo poblacional. Los lactantes siguen siendo un grupo con
una mayor vulnerabilidad a esta entidad debido a sus características anatómicas y fisiológicas,
por lo que debemos ser muy diligentes en su abordaje y manejo médico oportuno desde el
su vez, una entidad que el profesional de salud no deberá pasar por alto, es la presencia de TEC
ocasionado de forma no accidental, puesto que, las secuelas físicas y/o neurológicas, así como el
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
Medicina.
4. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/18_traumatismo_craneal.pdf
5. https://seup.org/pdf_public/pub/protocolos/18_Traumatismo_craneal.pdf.
6. file:///C:/Users/Jorge/Downloads/121-Otro-1214-2-10-20200311%20(1).pdf
7. https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2019-01/traumatismos-craneoencefalicos-2/
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