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UNIDAD EDUCATIVA

UNIVERSITARIO
AMERICAN COLLEGE
TRAUMA PEDIATRICO

NOMBRE: KARINA MENDOZA


CURSO: 6TO
DOCENTE: PMD. EDWIN LOJA
FECHA: 24/11/2023
OBJETIVOS

1. Describir las características anatómicas y fisiológicas únicas del grupo de edad


pediátrico que modifican la respuesta a las lesiones y tratamiento.

2. Definir los conceptos de valoración primaria y secundaria y discutir de forma


sistemática la valoración de los pacientes empleando estas herramientas.

3. Establecer y discutir las prioridades en el tratamiento de acuerdo con las lesiones


identificadas en la evaluación primaria que amenazan la vida.

4. Analizar la identificación y manejo inicial de las lesiones que amenazan la vida en


los principales órganos y sistemas.

5. Revisar los temas relevantes de prevención de lesiones.

INTRODUCCION
El trauma sigue siendo un peligro importante para los niños de nuestras
comunidades y es responsable de más de la mitad de todas las muertes infantiles
en los Estados Unidos. Si bien las enfermedades infecciosas y la desnutrición se
pueden prevenir y tratar de manera más eficiente, los traumatismos se están
convirtiendo en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad infantil en
todo el mundo. Para tratar eficazmente a los niños lesionados, se deben
comprender y utilizar medidas preventivas adecuadas. El uso de evaluaciones
primarias y secundarias permite una revisión y reanimación rápidas. El propósito es
describir el proceso de evaluación inicial y reanimación de un niño lesionado. Lo
que se logra en los minutos y horas posteriores a la lesión puede determinar la
supervivencia y la calidad de vida. Se trata de conocer el proceso de patrones de
lesión, reconocimiento de lesión, intervención, evaluación de respuesta y valoración
continua. Cada una de estas áreas importantes se discutirá en detalle.
MARCO TEORICO

CONSIDERACIONES FISIOPATOLÓGICAS Y ANATÓMICAS


A medida que los niños crecen y maduran, se vuelven más similares a los adultos
no sólo en tamaño sino también en desarrollo anatómico y fisiológico. No es
sorprendente que las lesiones en la cabeza en los niños sean muy comunes y
constituyan una causa importante de morbilidad y mortalidad graves. Más del 80%
de las muertes detectadas en el Registro Nacional de Trauma Pediátrico (NPTR)
son causadas por una lesión cerebral traumática (TBI). El sistema nervioso central
de Los niños menores de 3 años se encuentra en condiciones de desarrollo
dinámico. La protuberancia occipital disminuye desde el nacimiento hasta
aproximadamente los 10 años de edad y es responsable de la flexión cervical
relativa y la posición más anterior de las vías respiratorias en los niños pequeños.
El abuso infantil es la principal causa de lesiones graves en la cabeza en los bebés.
Los niños menores de 5 años que caminan son vulnerables a sufrir lesiones en el
cráneo debido a caídas en el hogar. Fuerzas aparentemente menores pueden
causar daños internos graves. El crecimiento óseo en los niños ocurre en las placas
de crecimiento de los huesos largos. Se utiliza un sistema de clasificación diferente
(Salter-Harris) para describir estas lesiones debido a su efecto sobre la placa de
crecimiento. Además del impacto potencial de las fracturas de la placa de
crecimiento en el desarrollo óseo a largo plazo, los cambios en el flujo sanguíneo a
las extremidades pueden causar discrepancias significativas en la longitud de las
extremidades.

EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO
El uso del triángulo de evaluación pediátrica permite evaluar por primera vez la
gravedad del estado del paciente. La valoración inicial consiste en valorar las vías
respiratorias, la respiración, la circulación y el estado neurológico e iniciar
tratamiento/reanimación si es necesario. El manejo agresivo de las vías
respiratorias y la respiración son las piedras angulares de la reanimación pediátrica
de pacientes traumatizados. El tratamiento inicial eficaz de la TBI requiere un
manejo de las vías respiratorias para garantizar una ventilación precisa y una
oxigenación adecuada. La evaluación inicial del paciente pediátrico con
traumatismo se realiza utilizando la misma evaluación inicial del niño. Incluye todos
los elementos del triángulo de evaluación pediátrica.
• Aspecto (estado mental y tono muscular) sugieren el estado de conciencia.
• Trabajo respiratorio (aumentado, difícil o disminuido) señala la idoneidad de la
ventilación y oxigenación
• Circulación (coloración de la piel y membranas mucosas) refleja la idoneidad de la
oxigenación y perfusión. Note que los datos de alteraciones circulatorias no siempre
se encuentran presentes en las lesiones que cursan con inestabilidad
hemodinámica y/o daño multiorgánico

VALORACIONES PRIMARIA Y SECUNDARIA


La evaluación primaria consiste en una evaluación inicial del estado de las vías
respiratorias, la oxigenación, la ventilación, la circulación y el estado neurológico
general del paciente. No es inusual detectar cambios fisiológicos graves durante la
evaluación primaria, lo que requiere la finalización de la evaluación para iniciar
medidas de reanimación.
➢ Valoración primaria
Los pasos en la valoración primaria incluyen revisión a los siguientes puntos:
• Vía aérea, con estabilización de la columna cervical.
• Respiración y tratamiento de urgencia inmediato de las lesiones torácicas que
amenazan la vida.
• Circulación, con control de las hemorragias externas y reanimación con líquidos.
• Discapacidad (exploración neurológica).
• Exposición y exploración minuciosa.
La evaluación secundaria esencialmente es el primer paso en el tratamiento
definitivo del niño. Es importante entender que los niños con múltiples lesiones
requieren revaloración continua. Esta evaluación secundaria debe ser realizada
mientras se siguen revisando todos los demás elementos de la revisión primaria y
los resultados de las intervenciones iniciales. Los signos vitales deben ser
verificados de forma continua en todos los pacientes pediátricos con lesiones
graves, por lo menos cada 5 minutos durante la valoración primaria y cada 15
minutos durante el resto de la revisión.

ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS
Las pruebas de laboratorio del niño lesionado deben individualizarse caso por caso,
y la decisión está influenciada por el juicio clínico, la sospecha de lesión y el
tratamiento previsto en la UCIN. Las mediciones en serie pueden resultar útiles en
niños gravemente lesionados. Los estudios más avanzados para niños con lesiones
graves incluyen tomografías computarizadas (TC) de la cabeza, el abdomen con
contraste intravenoso y, a menudo, de la columna cervical. Recuerde la mnemónica
(“Voto por idiotas”) de la evaluación inicial o primaria, los signos vitales, la
evaluación exhaustiva de las lesiones (evaluación enfocada) y la evaluación de las
intervenciones realizadas. Es importante que los responsables de la atención de
emergencia de niños con lesiones graves comprendan los principios de atención y
las prioridades de tratamiento del politraumatismo. La persona que realiza la
evaluación inicial y la estabilización debe seguir siendo responsable del tratamiento
hasta que la atención del paciente se transfiera a otro médico calificado. Esto es
especialmente importante para coordinar consultas, prescribir tratamientos y
garantizar que la transición de la evaluación inicial al tratamiento definitivo se
produzca como un proceso continuo de comunicación y atención.
Demostraron que los niños tienen una mayor respuesta cerebrovascular a la lesión
en comparación con los adultos. Las lesiones cerebrales pueden ocurrir tras el
impacto debido a lesiones resultantes del daño directo al cráneo y las estructuras
intracraneales. El daño primario que se produce en el momento del impacto rara vez
puede revertirse mediante intervenciones terapéuticas; sin embargo, el daño
cerebral secundario puede ocurrir como resultado de cambios fisiopatológicos
continuos, principalmente hipoxia e isquemia.

LESIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL


o Determinantes de la PPC
o Mecanismos compensadores
✓ Líquido cefalorraquídeo
✓ Volumen sanguíneo cerebral
✓ Cerebro
o Exploración neurológica completa
✓ Ojos
✓ Tallo cerebral
✓ Sistema motor y sensorial

LESIONES CRANEALES E INTRACRANEALES

o Fracturas de cráneo

✓ Fracturas craneales lineales


✓ Fracturas deprimidas de cráneo
✓ Fracturas de la base del cráneo
o Concusiones

o Daño axonal difuso


o Hematoma epidural
o Hematoma subdural
o Contusiones cerebrales
o Lesiones del tallo cerebral
o Hipertensión y herniación intracraneal

TRATAMIENTO
El niño con una lesión cerebral traumática moderada (puntuación GCS de 8 a 12)
se presenta de manera menos aguda que el niño con una lesión cerebral traumática
grave, pero las consecuencias de estas lesiones son de corta duración y las
discapacidades a largo plazo siguen siendo significativas.
Vías críticas para el tratamiento de la hipertensión intracraneal establecida. Los
pacientes con lesión cerebral traumática grave (GCS 8) deben ser admitidos en un
centro de atención terciaria y evaluados por un cirujano traumatólogo, neurocirujano
y/o especialista en cuidados intensivos con experiencia en el cuidado infantil. Sin
embargo, la estabilización cardiorrespiratoria y el tratamiento de la PIC deben
iniciarse inmediatamente, siendo más importante iniciar el tratamiento.

CONVULSIONES

Las convulsiones postraumáticas se


pueden dividir en aparición
inmediata, temprana y tardía. Las
convulsiones tempranas
representan aproximadamente el
50% de las convulsiones
postraumáticas. Los niños pequeños son más susceptibles a sufrir convulsiones
postraumáticas tempranas en las primeras 24 horas después de la lesión. Las
convulsiones generalizadas y focales ocurren con frecuencia similar y entre el 10 y
el 20% experimentan estado epiléptico. Casi el 25% de los niños que experimentan
convulsiones tempranas seguirán experimentando convulsiones después de la
primera semana. Alrededor del 5% de los pacientes hospitalizados por traumatismo
craneoencefálico experimentan convulsiones postraumáticas.

El manejo inicial de las convulsiones puede incluir el empleo de anticonvulsivos de


corta acción (0.1 a 0.3 mg/kg de diazepam o 0.05 a 0.1 mg/kg de Lorazepam),
seguido por anticonvulsivantes de larga acción (20 mg/kg de fenitoína). La fenitoína
debe instilarse a una velocidad no mayor a 1 mg/kg por minuto o 50 mg/min, la que
sea más lenta. La fosfenitoína puede infundirse mucho más rápido, a velocidades
de hasta 150 mg de equivalentes de fenitoína por minuto. El tratamiento profiláctico
con anticonvulsivantes puede estar indicado si existen extensas lesiones corticales
evidentes al examen físico o TC. Lo habitual es 1 semana de tratamiento cuando
existen lesiones focales o hemorragia en la TC.

LESIONES CEFÁLICAS EXTRACRANEALES


o Lesiones de piel cabelluda
o Hematoma subgaleal

LESIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL Y MÉDULA ESPINAL


Las lesiones de la columna vertebral y médula espinal son relativamente poco
frecuentes en los niños. Debe asumirse que todos los niños que han tenido
politraumatismo o trauma craneoencefálico o en cuello (contuso o penetrante), o
tuvieron un mecanismo de lesión de alto riesgo (p. ej., choque de vehículo de motor,
eyección de un vehículo, lesión por cinturón de seguridad, lesión deportiva, caída o
sumersión), o han sido agitados de forma vigorosa tienen una lesión de la columna
vertebral o médula espinal hasta que se demuestre lo contrario. La mayoría de estas
lesiones ocurren en varones y son secundarias a trauma contuso, más a menudo
en choque de vehículos de motor. Hasta 20% son causadas por lesiones
penetrantes de cuchillos y balas. Los signos y síntomas que sugieren lesión a la
médula espinal o columna vertebral incluyen:

• Alteración del estado de conciencia.

• Exploración física neuromotora o neurosensorial


anormal.

•Reporte de una alteración neurológica en


cualquier momento tras la lesión.

• Dolor a la palpación de cuello o espalda.

• Crepitación o dolor a la palpación o movimiento.

• Limitación de los movimientos del cuello o


espalda.
• Hipotensión inexplicada

TRATAMIENTO
La intubación orotraqueal con inmovilización manual cervical neutra es el método
preferido de control de las vías respiratorias en niños en los que se sospecha o
confirma una lesión de la columna. Para pacientes con columna inestable, se puede
considerar la vía aérea quirúrgica o la intubación con fibra óptica por parte de
personal experimentado. Un estudio de Bracken sugiere que tomar
metilprednisolona a una dosis de 30 mg/kg durante 15 minutos, seguida de una
infusión de 5 a 6 mg/kg por hora durante 23 horas, dentro de las primeras 8 horas
después lesión, la lesión aguda de la médula espinal (ASCI) mejora el resultado
funcional en algunos pacientes. Prendergast y colaboradores observaron que el
tratamiento con metilprednisolona en la AML penetrante puede afectar la
recuperación neurológica. Los corticosteroides en dosis altas aumentan la tasa de
complicaciones y aún no se ha demostrado su beneficio.

CONCLUSION:
El desarrollo continuo de sistemas de atención médica de emergencia cada vez más
complejos ha mejorado la calidad de la atención para todos los niños traumatizados
mediante el establecimiento de protocolos de atención basados en evidencia,
centros de atención primaria y definitiva claramente definidos y procedimientos
efectivos para el traslado acelerado. Los patrones de derivación predefinidos, así
como los acuerdos entre los centros de derivación, facilitan, estandarizan y
regionalizan el tratamiento óptimo de los niños con trauma. El proceso es complejo
y se basa en una evaluación clínica precisa, un tratamiento inicial eficaz, una
comunicación eficaz y una integración total de todos los componentes. Si bien esto
no eliminará la lesión en sí, mejorará en gran medida las posibilidades del paciente
no sólo de sobrevivir, sino también de disfrutar de la calidad de vida a la que todos
los niños tienen derecho.

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