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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL”

UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

“NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES”

DOCENTE :

CURSO : TEORIA GENERAL DEL PROCESO

ALUMNO : JELSSY CLEMENTE CHOQUECOTA

SEMESTRE :

TACNA - PERÚ

2022
INTRODUCCION

La presente investigación es el resultado de una indagación continua de la mano con un plan de

trabajo, donde se realizaron lecturas de diversas fuentes correspondientes al tema, siendo estas

fundamentales para su desarrollo.

Partiendo de una visión analítica sobre EL PROCESO CONTENSIOSO ADMINISTRATIVO; el

primer paso fue identificar las circunstancias, presupuestos. Para el presente trabajo se optó por el

método cualitativo, debido a que la recolección de información fue fundamental como base para cada

capítulo. Entre ellos varios autores nacionales que han tratado este aspecto del derecho administrativo.

De tal forma, con la información correspondiente se inicia el análisis, cediendo paso al desarrollo del

documento.

Este trabajo tiene por finalidad, la comprensión DEL PROCESO CONTENSIOSO

ADMINISTRATIVO. Su misión es que sea dirigido al público interesado en Derecho y en Ciencias

Políticas; para informar, mostrar conclusiones y explicación acorde a los subtemas redactados.

El trabajo se presenta de la siguiente manera:

Capítulo I: Capítulo II: Capítulo III: Capítulo IV: Capítulo V: Capítulo VI:

Capítulo VII: Por último, Capítulo V.


INDICE
NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES.........................................................................................4

1 CONCEPTO.....................................................................................................................................4

2 CLASES............................................................................................................................................7

2.1.1 LEGITIMIDAD PARA PROPONER LA NULIDAD.......................................................7

2.1.2 OPORTUNIDAD PARA PROPONER Y TRAMITE DE LA NULIDAD.......................8

3 REQUISITOS DE LA NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES............................................9

3.1.1 INADMISIBILIDAD E IMPROCEDENCIA DEL PEDIDO DE NULIDAD..................9

3.1.2 CONTENIDO DE LA RESOLUCION QUE DECLARA LA NULIDAD......................10

4 EXTENSION DE LA NULIDAD..................................................................................................10

5 PRINCIPIOS QUE RIGEN LAS NULIDADES DE LOS ACTOS PROCESALES.....................10

5.1.1 Principio de legalidad en la nulidad de los actos procesales............................................11

5.1.2 Principio de trascendencia................................................................................................12

5.1.3 Principio de la declaración judicial...................................................................................13

5.1.4 Principio de finalidad........................................................................................................13

5.1.5 Principio de convalidación................................................................................................14

5.1.6 Principio de subsanación...................................................................................................15

5.1.7 Principio de integración....................................................................................................15

CONCLUSION.......................................................................................................................................17

BIBLIOGRAFIA....................................................................................................................................17
NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES

1 CONCEPTO

Todo acto jurídico debe ser la fiel expresión de una voluntad expresada lib(emente, de modo

que el querer, el deseo del agente, coincida exactamente con lo que éste ha manifestado, ha

expresado, ha exteriorizado. Sin embargo, en los litigios, no siempre ocurre así, debido a la

influencia de diversos factores, que unas veces surgen del propio agente y otras por factores

atribuibles a otros agentes, que vician el proceso. Para que los actos procesales tengan validez

y eficacia jurídica tienen que estar desprovistos de vicios y errores. El acto procesal por tanto

será nulo si está afecto de algún vicio o de algún error. Se señala que un acto procesal está

viciado cuando éste no constituya la manifestación de voluntad del agente, cuando haya sido

practicado ·por persona absolutamente incapaz, cuando su finalidad es ilícita (causar un daño

a terceros), cuando sea producto de un acto fraudulento (una simulación, por ejemplo),

cuando no revista la formalidad.que señala la ley, etc. Como ejemplo podemos señalar que

carece de eficacia probatoria la prueba obtenida por simulación, dolo, intimidación, violencia

o soborno (Art. 199º CPC).

El errcrrconsiste en la falta de coordinación o coincidencia entre la representación mental que

el agente hace de una persona, cosa o hecho o de la ley, no respondiendo éstos a la realidad.

Citamos los siguientes ejemplos en los que existe error: El caso en que el Juez erróneamente

considera que un instrumento contiene un contrato de trabajo cuando en realidad contiene un

contrato de locación de servicios o el supuesto en que el Juzgador le da un trámite que no le

corresponde a un pedido formulado por la parte litigante o cuando el Juzgador aplica una

norma retroactivamente no obstante qlle la Constitución lo prohibe, etc. La ignorancia

equivale indudablemente al error. Estos errores surgen del propio agente procesal. El fraude

en el área civil importa engaño, abuso de confianza, artimaña, maniobra, normalmente en la

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celebración de un acto jurídico, para producir daño material y moral a un tercero. El dolo

civil es concebido por unos como una especie del fraude. en tanto que otros lo conciben como

equivalentes. Esta figura (el fraude) en el campo procesal significa el uso del proceso por uno

de los litigantes o por ambos para causar daño a la propia contraparte o a un tercero, según el

caso. La colusión en el proceso en realidad es el fraude procesal perpetrado por ambas partes

para causar un daño a terceros. La intimidación, la violencia y el cohecho importan conductas

fraudulentas.

La mayoría de los casos de nulidad, sin embargo, se refieren a la violación de las

jC"'malidades de los actos procesales y de los trámites establecidos por eÍ'Código Procesal

Civil, que por su naturaleza son violatorios del debido proceso. Es que la forma del acto

procesal es el modo de expresión de la voluntad de quien lo ejecuta. Todos los actos

procesales tienen una forma determinada de exteriorizarse, unas veces impuesta por la ley

como condición de su existencia y otras queda librada al criterio de quien lo realiza. La

formalidad de la demanda, que se produce en un solo acto, está fijada por la ley y no queda

librada al criterio de quien la propone. La inspección judicial se refiere a un conjunto de

actos, cuyarealización es indispensable para que tenga validez, pues comprende su

ofrecimiento, su admisión, la oportunidad de actuación previa notificación, la intervención

del juzgador para llevar a cabo la constatación del hecho, etc. La oportunidad y el lugar

donde debe producirse el acto se concibe también como formalidad, pues si una sentencia es

dictada por quien no ejerce jurisdicción en un lugar donde se expida será nula o si se ha

interpuesto un recurso impugnatorio fuera del plazo señalado el organismo jurisdiccional

debe rechazarlo. Todos estos elementos son calificados como constitutivos de la formalidad

que prevé el Código Procesal Civil.

Por consiguien te, prima jacie, debemos señalar que la nulidad importa una sanción que

tiende a privar de efectos a un acto procesal que contenga un vicio, un error o en cuya

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ejecucióI1 no se han observado determinadas formas señaladas por la ley. Los actos

procesales afectos de algún vicio, error o de inobservancia de la formalidad señalada por la

ley que conspiran contra su plena validez son susceptibles de ser anulados. La nulidad tiene

que verse como una sanción que priva al acto el poder producir efectos jurídicos normales

propios de un acto regular. La sanción debe establecerse mediante una declaración judicial.

La nulidad debe originarse en una causa existente al constituirse el acto. Por último, se señala

que la finalidad de las nulidades es remediar los vicios y errores de los actos procesales o la

inobservancia de la formalidad legal.

En relación de las nulidades en doctrina hay un cúmulo de opiniones. Así se habla de actos

procesales inexistentes, cuando el acto carece de requisitos indispensables para tener

existencia jurídica, como el caso de una sentencia emitida por quien ha dejado de ser Juez,

acto que en modo alguno puede ser convalidado (nulidad absoluta). Tambié se habla de actos

procesales afectos de nulidad que producen sus efectos en tanto no sean invalidados de oficio

o a petición de parte, lo que significa asimismo que pueden ser convalidados por

consentimiento o falta de impugnación (nulidad relativa), como ocurre en el supuesto de que

no obstante que el demandado no ha sido debidamente emplazado con la demanda, sin

embargo, se concreta a contestarIa, sin reclamar la falta de notificación. Los actos afectos de

nulidad absoluta no son convalidables, en tanto que los actos afectos de nulidad relativa sí

pueden convalidarse expresa o tácitamente. Estos casos se refieren a nulidades relacionadas a

las formas procesales, las que no tienen otro sentido que el de garantizar el derecho de las

partes en el proceso, constituyéndose las nulidades con el propósito de salvaguardar esas

garanúas. La interrogante que surge es: ¿qué ocurre cuando un acto procesal está viciado, por

ejemplo, de un hecho fraudulento? En este caso no estamos frente a un supuesto de afectación

de la formalidad procesal sino de la afectación del fondo del acto procesal. Aquí deben regir

igualmente las reglas previstas para las nulidades de los actos procesales por afectación

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formal. Los recursos de apelación y de casación tienen también por finalidad correL gir

vicios y errores que afectan determinados actos procesales. Puede darse el caso también de

recurrir a la vía de la acción para lograr la nulidad de todo el proceso cuando, por ejemplo, se

da el fraude procesal en la simulación de un proceso.

2 CLASES

2.1.1 LEGITIMIDAD PARA PROPONER LA NULIDAD

Quien formula una nulidad tiene que acreditar estar perjudicado con el acto procesal viciado

o errado y, en su caso, precisar la defensa que no pudo realizar como consecuencia directa del

acto procesal cuestionado. Asimismo, deberá acreditar interés propio y específico con

relación a su pedido (Art. 174º CPC). En términos genéricos, tratándose de resoluciones, sólo

el agraviado con ella es el que se encuentra legitimado para impugnarla. Ese mismo principio

rige en materia de nulidad de actos procesales. Es que la resolución judicial es un acto

procesal. El agravio que causa un acto procesal afecto de nulidad a quien es parte en el

proceso es el que lo legitima para proponer su invalidación. El agraviado, por tanto, tendrá

interés para reclamar la nulidad del acto. Quien ha contribuido para que el acto se halle afecto

de nulidad no podrá solicitar su invalida- I ción, que se sustenta en que nadie puede fundar la

nulidad en su propia conducta (Art. 175º, inc. 1, CPC), pues, no tendría interés válido para

proponerlo.

Los jueces sólo declararán de oficio las nulidades insubsartables, mediante resolución

motivada, reponiendo el proceso al estado que corresponda (Art. 176º, tercer párrafo, CPC).

En efecto, la nulidad puede ser declarada de oficio, pero debe proceder así en casos

excepcionales, en supuestos en que de por medio esté el interés público o exista una

disposición expresa. Conforme al Código Procesal Civil citamos el siguiente ejemplo: el

Juez, al sentenciar la causa, puede declarar la ~lUlidad de todo lo actuado al constatar en el

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proceso la inexistencia de una relación jurídico procesal válida (Art. 121 Q, última parte,

CPC). Es que si no hay una relación procesal válida no hay proceso válido. Lo que interesa es

que los procesos no se hallen afectos de nulidad y, en todo caso, sus vicios deben

convalidarse conforme a las modalidades que señala el ordenamiento.

2.1.2 OPORTUNIDAD PARA PROPONER Y TRAMITE DE LA NULIDAD

El pedido de nulidad se formula en la primera oportunidad en que el perjudicado tuviera para

hacerla, antes de la sentencia de primera instancia. En este caso, el Juez resolverá previo

traslado por tres días (Art. 176, primer párrafo, CPC). El hecho de no proponer la nulidad en

la primera oportunidad en que el agraviado tuviera para hacerla dará lugar a la convalidación

del acto viciado (Art. 172, tercer párrafo, CPC), salvo que se trate de nulidades en los que los

organismosjurisdiccionales están facultados para declararlos de oficio, especialmente cuando

se trate de nulidades insubsanables o esté de por medio el interés públicQ o exista una norma

expresa. Si por ejemplo una sentencia ha sido expedida por quien ya no es juez debe

invalidarse de oficio, pues se trata de un acto insubsanable.

Sentenciado el proceso en primera instancia la nulidad procesal sólo puede ser alegada

expresamente en el escrito sustentatorio del recurso de apelación. En este caso, la Sala Civil

resolverá oyendo a la otra parte en auto de especial pronunciamiento o al momento de

absolver el grado (Art. 176, primer párrafo, CPC), al sentenciar. El recurso de apelación, dice

el Código Procesal Civil, contiene intrínsecamente el de nulidad sólo en los casos que los

vicios estén referidos a la formalidad de la resolución impugnada (Art. 382 CPC). La

instancia revisora, al absolver el grado, tiene que examinar de primera intención si lo actuado

en el. proceso o un acto de modo singular están afectos de alguna causal de nulidad o no. Si

estuviera afecto tendrá que declarar la nulidad si no ha sido objeto de convalidación o si se

trata de casos en los que puede declarar de oficio. En caso contrario sólo tiene que

pronunciarse sobre la materia apelada.

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Las nulidades por vicios o errores ocurridos en segunda instancia serán formuladas en la

primera oportunidad que tuviera el interesado para hacerlo, debiendo la Sala Civil resolverlas

de plano u oyendo a la otra parte (Art. 176, segundo párrafo, CPC). En estos casos la Sala

debe tener en consideración las reglas relativas a la convalidación y a los supuestos en que es

posible la declaración de nulidad de oficio. Si declara la nulidad tendrá que reponer la causa

al estado que corresponda. Por ejemplo, si se vio la causa en la fecha designada para la vista,

sin que el abogado de una de las partes haya sido notificado para tal acto, no obstante haber

solicitado oportunamente para informar oralmente, y se ampara la nulidad, tendrá que fijarse

nuevo día y hora para dicha vista.

3 REQUISITOS DE LA NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES

3.1.1 INADMISIBILIDAD E IMPROCEDENCIA DEL PEDIDO DE

NULIDAD

El Código no diferencia los supuestos en los cuales hay inadmisibilidad o hay improcedencia.

Sin embargo, bajo la orientación del numeral 128º de dicho ordenamiento, diremos que el

pedido de nulidad será declarado inadmisible cuando: a) se formule por quien ha propiciado,

permitido o dado lugar al vicio; b) se sustente en causal no prevista por el Código (Art. 175Q,

incs. 1 y 2, CPC); e) se trate de una cuestión anteriormente resuelta, es decir, cuando se repita

el mismo pedido de nulidad que ya ha sido resuelto con anterioridad. El pedido de nulidad

será declarado improcedente cuando la invalidez haya sido saneada, convalidada o subsanada

(Art. 175º, ines. 3 y 4, CPC). En todo caso, los jueces deben tener en consideración los

supuestos de nulidad insubsanables o que afecten el interés público.

3.1.2 CONTENIDO DE LA RESOLUCION QUE DECLARA LA NULIDAD

La resolución que declara la nulidad ordena la renovación del acto o actos procesales

afectados y las medidas efectivas para tal fin, imponiendo el pago de las costas y costos al

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responsable (Art. 177º CPC). Como una innovación del nuevo ordenamiento procesal civil se

establece que a pedido del agraviado, en la sentencia correspondiente, se puede ordenar el

resarcimiento por quien corresponda de los daños causados por la nulidad, pedido que puede

formularse con un simple escrito (Art. 177º CPC). El Juez tendrá que examinar los daños

causados y la responsabilidad del imputado para determinar el monto de la indemnización.

4 EXTENSION DE LA NULIDAD

La declaración de nulidad de un acto procesal no alcanza a los anteriores ni a los posteriores

que sean independientes de aquél. Asimismo, la invalidación de una parte del acto procesal

no afecta a las otras que resulten independientes de ella, ni impide la producción de efectos

para los cuales el acto es idóneo, salvo disposición expresa en contrario (Art. 173º CPC). La

calificación de la independencia de los actos procesales es tarea fundamental de los jueces

para los efectos de determinar la extensión de la nulidad declarada.

5 PRINCIPIOS QUE RIGEN LAS NULIDADES DE LOS ACTOS PROCESALES

El régimen de las nulidades procesales se rige por una serie de principios que los

desarrollaremos someramente; principios que. naturalmente han servido para estructurar las

normas reguladoras del instituto y que sirven asimismo para su interpretación. Respondiendo

al orden que señala nuestro ordenamiento procesal civil, estudiamos los principios de

legalidad, de declaración judicial, de trascendencia, de convalidación, de subsanación y de

integración.

5.1.1 Principio de legalidad en la nulidad de los actos procesales.

Conforme a este principio no se admite la nulidad de un acto procesal si no se expresa la

causa legal en que se funda. Esto importa, indudablemente, que las causal es de nulidad están

previstas expresamente por la ley. Este principio tiende a limitar el ejercicio abusivo que

pueda hacer el solicitante del pedido de nulidades procesales, enmarcándolas dentro de las

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causales señaladas por el ordenamiento. La nulidad se sanciona -dice el Código Procesal

Civil- sólo por causa establecida en la ley (Art. 171 º, primer párrafo, CPC). Empero, nuestro

vigente Código no señala las causales en forma específica por las cuales se puede declarar la

nulidad, por lo que resulta un contrasentido que pregone el principio de legalidad y no

obstante 'no señale las causales. El derogado Código de Procedimientos Civiles sí enumeraba

las motivaciones por las cuales se podía proponer y consecuentemente declarar la nulidad

(Art. 1085º CdePC). Sin embargo -agrega el citado cuerpo procesal en forma genérica- es

posible declarar la nulidad de un acto procesal cuando éste carezca de los requisitos

indispensables para la obtención de su finalidad (Art. 171 º, primer párrafo, CPC). En el

supuesto, por ejemplo, que la inspección judicial haya sido practicado por el auxiliar

jurisdiccional y no por el propio Juez, quien no sólo es el autorizado para practicar esa

diligencia, sino que él es el que debe constatar personalmente (principio de inmediación)

determinados hechos que se pretende acreditar mediante dicho medio probatorio, el acto

procesal (la inspección judicial) carece de un requisito indispensable para obtener la finalidad

de la diligencia, cual es, la constatación personal de hechos por el Juzgador.

En doctrina se conciben las denominadas nulidades implícitas, que naturalmente se

contraponen al principio de legalidad por no estar previstas en el ordenamiento, pero que

surgen por el propio hecho de que el legislador no puede describir en detalle en la

normatividad los casos que se presentan en la práctica y emergen de la propia filosofía que

sustenta el ordenamiento procesal, como ocurre en el caso de violación del derecho de

defensa, que no es necesario que se considere como una causal de nulidad para sancionarla.

El Código recoge este principio de las nulidades implícitas cuando hace referencia a

formalidades sin sanción de nulidad, previendo la posibilidad de declarar la nulidad de un

acto procesal, aun sin sanción establecida en la ley, cuando dicho acto se haya producido de

modo diferente al señalado por el Código y no obstante no cumple su propósito, conclusión

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ésta a la que se llega mediante interpretación contrario sensu del segundo párrafo del artículo

171 Q del Código en estudio. Dice el Código que cuando la ley prescribe una formalidad

determinada, sin sanción de nulidad, para la realización de un acto procesal, éste será válido

si habiéndose realizado de otro modo, ha cumplido su propósito (Art. 171 Q, segundo

párrafo, CPC). Sería el caso, por ejemplo, en que se presenta un escrito con la firma ilegible

del abogado, sin la impresión de su sello que contiene el número de su registro y sin ningún

otro elemento que lo identifique. Ese escrito tendrá validez por haber cumplido con su

finalidad, aun cuando no se haya producido con las formalidades de ley.

5.1.2 Principio de trascendencia.

Este principio preconiza que no hay nulidad si no hay perjuicio o daño. No basta la infracción

deJa formalidad, que sirve para garantizar los derechos de las partes, sino que debe existir

peljuicio, de donde se deduce que la nulidad sirve para corregir o remediar ese menoscabo.

Dentro de esta orientación cabe el supuesto de que el Juez por un error le da a una demanda

un trámite más amplio que el que le corresponde; en este caso no habría daño que se cause a

alguna de las partes, por lo que no cabría nulidad alguna, si se tiene en cuenta además que la

amplitud del trámite da mayores garantías a los contendientes en el proceso. Nuestro

ordenamiento procesal civil, recogiendo este principio, señala que quien formula

nulidad .tiene que acreditar estar peIjudicado con el acto procesal viciado (Art. 174º CPC).

Eduardo J. COUTURE (8) dice: "No existe impugnación de nulidad, en ninguna de sus

formas, si no existe un interés lesionado que reclame protección. La anulación por la

anulación no vale".

Este principio determina que el agraviado o perjudicado con el acto es el que tiene

legitimidad para solicitar una nulidad.

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5.1.3 Principio de la declaración judicial.

No habrá nulidad de un acto procesal si no ha sido declarada judicialmente. Sólo el Juez debe

declararla. Surge una pregunta: ¿Antes de la declaración judicial de nulidad de un acto éste

debe surtir sus efectos pertinentes? Hay casos, como el supuesto en que la sentencia es

emitida por quien ya no es juez, en los que el acto realmente es inexistente, supuesto en el

cual la autoridad simplemente lo verifica y que su deClaración no hace nulo al acto

inexistente. En cambio hay actos procesales afectos de nulidad que surten sus efectos en tanto

no son declarados nulos por el Juez, casos en los cuales es posible su convalidación. Por eso

también se habla de actos procesales afectos de causal de nulidad absoluta y relativa.

5.1.4 Principio de finalidad

Conforme a este principio los actos procesales no son nulificables si ellos han cumolido con

su finalidad no obstante tener defectos de orden forma} ~uestro ordenamiento procesal civil

recoge este principio cuando dice que si la ley prescribe formalidad determinada sin sanción

de nulidad para la realización de un acto procesal, éste será válido si habiéndose realizado de

otro modo, ha cumplido su propósito (Art. 171 Q, primer párrafo, CPC). Las formalidades

previstas por el Código Procesal Civil son imperativas y, sin embargo, el Juez adecuará su

exigencia al logro de los fines del proceso; cuando el ordenamiento no señale una formalidad

específica para la realización del acto procesal, éste se reputará válido cualquiera sea la forma

empleada (Art. IX, T. P., CPC). Dice el Código, recogiendo el principio, que también hay

convalidación cuando el acto procesal, no obstante carecer de algún requisito formal, logra la

finalidad para la que estaba destinado (Art. 172Q, segundo párrafo, CPC).

5.1.5 Principio de convalidación.

Frente a los actos procesales afectos de nulidad tenemos la figura de la convalidación, que

importa confirmar la validez del acto. Es que en los procesos existen razones de seguridad y

certeza jurídica de los actos, así como la cosa juzgada, que hacen que se apliquen en los

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procesos la convalidación de las nulidades, de manera que precluida una etapa del proceso no

se pue- . da volver a una etapa anterior. La convalidación constituye realmente un remedio,

un elemento saneador, para los actos afectos de nulidad. En vez de invalidar el acto se sanea.

La manifestación expresa o la manifestación tácita, que importan consen-. timientos, pueden

ser los mecanismos de convalidación. Tratándose de vicios en la notificación, la nulidad se

convalida si el litigante procede de manera que ponga de manifiesto haber tomado

conocimiento oportuno del contenido de la resolución (Art. 172º, primer párrafo, CPC), sin

formular reclamación alguna para obtener su nulidad. Es un caso de convalidación tácita,

pues el litigante implícitamente confirma el acto.

Otro supuesto en que habrá convalidación es cuando el acto procesal, no obstante carecer de

algún requisito formal, logra la finalidad para la que estaba destinado (Art. 172º, segundo

párrafo, CPC), careciendo de sentido el pedido de su nulidad. En este supuesto realmente se

presenta un caso de convalidación pero impuesta por b ley, pues, no emerge de la voluntad

tácita o explícita de la parte litigante. Otro caso de convalidación tácita que regula el

ordenamiento procesal es cuando señala que se producirá dicha figura en el supuesto que el

facultado para plantear la nulidad no formula su pedido en la primera oportunidad que tuviera

para hacerla (Art. 172º, tercer párrafo, CPC). Este es un caso en que definitivamente hay una

convalidación tácita. Supongamos que el demandado no haya sido debidamente notificado

con la demanda y los anexos correspondientes y, sin embargo, procede a contestar la

demanda sin solicitar la anulación del acto viciado. Con esa contestación habrá convalidado

el acto nulo. Un pedido posterior de nulidad tiene que ser rechazado.

5.1.6 Principio de subsanación.

Tiene cabida este principio cuando un acto afecto de nulidad no requiere de declaración de

nulidad y sólo de una subsanación, de una corrección. El Código establece como un supuesto

de convalidación cuando señala que no hay nulidad de un acto procesal afecto de algún vicio

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si la subsanación del mismo no ha de influir en el sentido de la resolución o en las

consecuencias del acto procesal (Art. 172º, cuarto párrafo, CPC), careciendo de sentido el

pedido de nulidad que se pueda formular. Por ejemplo, cuando se dicta una sentencia

poniendo como año de emisión 1998, no obstante que realmente se ha dictado en 1999,

consignándose entonces, por error, un año diferente. Este es un caso en que la sentencia tiene

un elemento que la invalida, sin embargo, se trata de un vicio subsanable. En estos y otros

análogos (como el error en los nombres, en la ubicación del inmueble, etc.) no hay

posibilidad de solicitar y m~nos de obtener la nulidad del acto procesal, ya que ese acto

puede ser objeto de subsanación. En la práctica puede subsanarse la anotada irregularidad

dictándose una resolución que diga: "Entiéndase como fecha en que se emitió la sentencia de

fojas x el día 10 de abril de 1999". Este sería un supuesto de convalidación del acto procesal

por subsanación.

5.1.7 Principio de integración.

Los jueces tienen la obligación proces~l de resolver, por ejemplo, al sentenciar la causa,

todos los puntos en controversia, esto es, lo relativo a la pretensión procesal, a laS

pretensiones accesorias, a las tachas de testigos y documentos, etc. La sentencia que omita

resolver algún extremo de la controversia es nula. En estos casos opera el principio de

integración procesal, que implica subsanar la omisión en que el Juzgador haya incurrido,

pronunciándose sobre el punto o los puntos que omitió resolver. La integración procesal de

resoluciones importa un modo de subsanación de las mismas y por tanto una manera de

convalidarlas. El Juez puede integrar una resolución antes de su notificación (Art. 172, quinto

párrafo, CPC). Es decir, eljuzgador que haya omitido pronunciarse sobre algún punto de la

controversia, puede subsanar su sentencia emitiendo pronunciamiento, con la fundamentación

correspondiente, de ti-16G.8 que la nueva resolución que dicte forme parte de la sentencia

originaria. No es necesario que anule su sentencia y dicte una nueva resolviendo todos los

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asuntos en controversia. Este es el caso en que . todavía no se ha notificado a las partes con la

sentencia emitida en forma incompleta. En tanto no se notifique a las partes con la resolución

no se podría hablar válidamente de sentencia nula. El tema se hace interesante y requiere de

una explicación cl!ando la sentencia incompleta y por tanto nula ha sido notificada a las

partes. En estos supuestos ocurre que el propio juez, de oficio o a petición de parte, completa

su sentencia', emitiendo pronunciamiento sobre el punto omitido, caso en el cual debe

subsanarla dentro del plazo en que las partes pueden apelar de la resolución. En estos casos el

plazo para apelar se computa a partir de la notificación de la resolución que completa la

sentencia (Art. 172º, quinto párrafo, CPC). Las interrogantes que surgen son las siguientes:

¿La sentencia que ha sido subsanada mediante otra resolución fuera del plazo para apelar de

ella será nula de modo absoluto? ¿Si nadie la objeta, no podría sostenerse que ha operado la

convalidación? ¿Si proponen su nulidad, e1juez inexorablemente debe declararla así? Aquí

debe operar las reglas de la convalidación. En todo caso los jueces deben tener en

consideración si su nulidad traería o no beneficios para las partes. El Juez superior (por

ejemplo, de las Salas Civiles) puede integrar la resolución recurrida cuando concurran los

supuestos del párrafo anterior (Art. 172º, último párrafo, CPe). Aquí la norma es confusa y

consideramos errada, pues no precisa cuáles son esos supuestos y si se remite al quinto

párrafo del artículo 172º del Código Procesal Civil se estaría refiriendo sólo a la omisión de

pronunciamiento del juez inferior. El Código Procesal Civil, al tratar del recurso de

apelación, establece que los jueces superiores pueden integrar laresolución apelada a

condición de que se refiera a la omisión de pronunciamiento sobre algún punto controvertido

en la parte decisoria de la resolución, pero que contenga su fundamentación en la parte

considerativa de ella. Son dos condiciones que no pueden prescindirse. Si el Juez inferior no

ha tratado en la parte considerativa sobre las razones y el sentido de la decisión omitida en la

parte decisoria, el Juez superior no está autorizado para integrar la resolución, dentro de ellas

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la sentencia. Si lo hiciera no obstante la falta defln,damentación en la parte considerativa de

la resolución se estaría atentando contra el principio de la doble instancia (Art. X, T. P.,

CPC).

CONCLUSION

BIBLIOGRAFIA

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