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NDICE

I. EL CÓDIGO PROCESAL PENAL............................................................................... 3


II. POLICIA........................................................................................................................... 6
2.1. ESTRUCTURA DE LA POLICÍA ............................................................................. 7
2.2. . ROL DE LA POLICÍA CONFORME AL NCPP ................................................... 8
2.3. . LA DETENCIÓN POLICIAL Y PRELIMINAR ................................................... 11
2.4. . ¿QUÉ DILIGENCIAS PUEDE EFECTUAR LA POLICÍA EN AUSENCIA
EXCEPCIONAL DEL FISCAL? 3.1 EL NUMERAL 68 CPP ESTABLECE LAS
SIGUIENTES ACTUACIONES: ......................................................................................... 13
2.5. . DEBERES DE LA POLICÍA EN CASO DE DETENCIÓN .............................. 17
2.6. ES NECESARIO LA ESPECIALIZACIÓN EN INVESTIGACIÓN DE LA
POLICÍA NACIONAL. ......................................................................................................... 18
2.7. . ES ACTUACIÓN DE LA POLICIA EN LA INVESTIGACION
PREPARATORIA. ................................................................................................................ 19
2.8. . EL CONTROL DE IDENTIDAD POLICIAL ....................................................... 20
2.9. . EXAMEN CORPORAL PARA PRUEBA DE ALCOHOLEMIA ...................... 21
CONCLUSIONES................................................................................................................. 22
BIBLIOGRÁFIA .................................................................................................................... 24

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INTRODUCCIÓN

El Código Procesal Penal, actual constituye un instrumento jurídico valioso que


revoluciona la administración de justicia penal; este código procesal penal ha
implementado un sistema procesal penal acusatorio garantista, en el que se
separa debidamente la función persecutoria y de investigación del delito, la que
queda a cargo del Ministerio Público de la función de juzgamiento o
jurisdiccional, a cargo del Poder Judicial; asimismo las investigaciones de
preliminares del delito deberá de apoyar personal de la policía nacional del
Peru, conducido o dirigido por el ministerio público.

La Detención policial se trata de una medida cautelar de


orden personal para la cual deben concurrir como requisitos para su imposición
la existencia de una imputación concreta y el peligro de fuga, además de estar
directamente vinculada con el proceso penal y la futura aplicación de una
sanción; y el arresto domiciliario es otra de las medidas cautelares de orden
personal a la que el Juez puede echar mano con la finalidad de sujetar al
imputado al proceso o investigación, que consiste en la afectación de
la libertad ambulatoria del imputado por cuyo mérito debe permanecer en su
domicilio o en otro designado expresamente por el Juez, bajo la custodia de
la autoridad policial, de cualquier otra institución pública o privada o de
tercera persona.

La vigencia del nuevo código procesal penal, implica no sólo la puesta en


vigencia de un conjunto de normas positivas, sino que trae consigo la creación
de nuevas instituciones, nuevos procedimientos y hasta de nuevos hábitos
de conducta, costumbres y formas de pensar de los sujetos implicados en
su interpretación y aplicación, por lo que exige el más amplio debate,
cuestionamiento y reflexión sobre cada una de las instituciones jurídicas
contenidas en dicho cuerpo legal.

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I. EL CÓDIGO PROCESAL PENAL

Es necesario señalar que más allá de los grandes aciertos del legislador
contenidos en éste código procesal, como toda obra humana, resulta
perfectible, por presentar vacíos, deficiencias o incompatibilidades que pueden
impedir o dificultar su eficacia, o implicar afectaciones innecesarias a las
garantías y derechos de las personas; merecen destacarse los aciertos y
anotarse las pequeñas deficiencias a fin de explicarlas e interpretarlas de
conformidad con los principios generales del derecho, con los criterios políticos
criminales que han orientado la promulgación del código y conforme con el
orden constitucional y respeto irrestricto de los derechos fundamentales de la
persona humana; ya que es necesario entender que el código es tan sólo un
instrumento que no basta por sí sólo para el logro de los objetivos de cambio;
en tal sentido, uno de los factores imprescindibles del cambio propuesto por el
código, es la asunción de nuevas actitudes y paradigmas por parte de los
actores del proceso; jueces, fiscales, auxiliares, abogados, partes y
sociedad en general. Naturalmente esto implicará el abandono definitivo de
actitudes y paradigmas propios del proceso penal inquisitivo o mixto con rasgos
predominantemente inquisitivos que se intenta superar.

Es importante destacar asimismo, que no debemos perder de vista,


para garantizar el éxito del nuevo modelo procesal impuesto por el código, que
no se debe exigir de éste la asunción de funciones que no le corresponden.
Las sociedades, azuzadas muchas veces por la propaganda generada por
los medios masivos de comunicación, esperan que el proceso penal resuelva el
problema de la delincuencia y los altos niveles de inseguridad, tarea que, en
verdad, corresponde al diseño de una política criminal en sentido amplio por
parte de las esferas de dirección política de la sociedad. La función que cumple
y debe cumplir el proceso penal es únicamente la resolución o redefinición del
conflicto generado por la comisión del delito.

No le corresponde de una manera directa resolver el problema de la


delincuencia y de la inseguridad ciudadana; cuando éste último papel le es
asignado artificialmente al proceso penal, muchas veces de manera interesada,
por la clase política, con la finalidad de despojarse de sus reales
responsabilidades, se genera una honda frustración, y la sociedad termina

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atribuyéndole injustamente al modelo procesal responsabilidades que no le


corresponden, sin percatarse que los verdaderos responsables se encuentran
en otros niveles del sistema.

Tenemos que el proceso penal es un instrumento previsto por el


Estado para la realización del derecho punitivo y, como tal, tiene un carácter
necesario, es de interés público y tiene una finalidad práctica y tiene como
marco de referencia un conflicto suscitado entre el delincuente y la sociedad,
que es del caso que el Estado decida. Para que sea posible este
enjuiciamiento, debe existir una acusación del Ministerio Público y reconocerse
el equivalente derecho de defensa del imputado; además, su dilucidación
requiere de una contradicción efectiva, sobre la base de argumentos jurídicos y
pruebas concretas y determinadas, cuyo corolario es la sentencia penal.

Paralelamente, el proceso penal es un "proceder", es decir,


un procedimiento regulado en la ley y que a través de él se realizan actividades
de investigación, destinadas a reunir la prueba necesaria para determinar si la
conducta incriminada es delictuosa, las circunstancia o móviles de su
perpetración, la identidad del autor o partícipe y de la víctima, así como la
existencia del daño causado, con fines de enjuiciamiento y la consiguiente
cadena o absolución.

El Proceso y el Derecho Procesal es, como materia de estudio, un objeto


cultural; es creado por el hombre a medida que establece formas de
convivencia y por ello el contenido de sus reglas es contingente y en el marco
de la represión de los delitos, la influencia del tiempo ha sido más sensible a
las evoluciones de cada momento histórico, en atención a la gama de
preocupaciones jurídicas, ciudadanas y políticas.

Históricamente se han dado tres grandes sistemas procesales penales


que han determinado la configuración externa del proceso penal. Se trata de
los sistemas acusatorio, inquisitivo y mixto, que se suceden en su aparición y
responden a criterios dispares.

Las características más saltantes de este Código procesal penal es que


insiste, siguiendo el modelo euro continental, en señalar que la acción penal es
de naturaleza pública, que su ejercicio corresponde al Ministerio Público y que

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sólo se exceptúan los casos expresamente establecidos por la ley; y el principio


de legalidad u oficialidad de la acción penal, se exceptúa en los supuestos de
oportunidad reglada, que siguiendo el modelo germano se sustenta en razones
de falta de necesidad de pena y falta de merecimiento de pena en los delitos de
bagatela y mínima culpabilidad ; y corresponde al Ministerio Público,
sin control judicial, decidir cuándo aplica dicho principio. El ejercicio de la
acción penal por el Ministerio Público comprende el inicio y dirección de la
investigación, la acusación y la participación del Fiscal en el juicio oral.

Es de destacar que la etapa de investigación es de titularidad fiscal, con


lo que se desestima la figura del Juez Instructor. El Juez Penal interviene en la
etapa de investigación para aprobar la promoción de la acción penal, dictar las
medidas cautelares e instrumentales restrictivas de derechos y decidir el
sobreseimiento.

La acción penal es pública porque surge del ejercicio de una atribución


conferida al ministerio público o un derecho individual, ante un órgano también
estatal, el poder Judicial y prohibida como está la auto tutela de los derechos
subjetivos por los particulares que impiden la venganza privada, el ministerio
público asume el monopolio del ejercicio de la acción penal y por consiguiente
la facultad de calificar, conforme a ley, las conductas que merecen reproche
penal. Por ello, para que exista proceso y se concrete el ejercicio de la potestad
jurisdiccional, es preciso que la actividad de los tribunales se promueva desde
fuera de ellos, mediante el ejercicio de la acción penal y otros. En este sentido,
se dice que la publicidad de la acción se refiere también al hecho de que se
dirige al órgano jurisdiccional para que éste administre justicia, y por tanto, para
que realice una función pública.

El Órgano Jurisdiccional asume el control o supervisión de la


investigación fiscal y tiene a su cargo las fases intermedia y del juicio oral. Todo
proceso, en cuanto define la culpabilidad de una persona y, en su caso,
determine la imposición de una pena, requiere inevitablemente el debate oral.
La investigación tiene un objetivo definido: reunir la prueba necesaria que
permite al Fiscal decidir si formula o no acusación.

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En materia de derecho probatorio, resalta las exigencias de


contradicción, inmediación, publicidad y oralidad en la actuación de las
pruebas, así como inhabilita de todo valor a las actuaciones probatorias
actuadas con violación de las disposiciones constitucionales y legales (BELING
las denominó "PRUEBAS PROHIBIDAS"). Además, el Juez no interviene
activamente en la actividad probatoria. Se sigue el principio de aportación, en
cuya virtud las partes ofrecen las pruebas y sólo ellas interrogan a los testigos y
peritos.

En Materia Recursal, se instaura el Recurso de Casación con reenvió en


todos los casos y se precisa los supuestos de Recurso de Apelación.

Se introduce el principio de interdicción de la reforma peyorativa, se exige la


motivación del recurso y se permite al Fiscal recurrir a favor del reo e interés de
la Ley.

Es de tener presente que el Régimen de las necropsias, que incluía la


obligatoriedad de la necropsia dispuesta por el Fiscal en los supuestos
de muerte sospechosa de criminalidad, fue modificado por la Ley Nº 26715, de
27 de Diciembre de 1996, que estableció que en los supuestos de fallecimiento
producido por accidente en un medio de transporte o como resultado de un
desastre natural, en que las causas del deceso sean consecuencia directa de
estos hechos, no será exigible la necropsia, salvo el caso de quien tenía a
cargo la conducción del medio de transporte o lo exijan los familiares de las
víctimas.

II. POLICIA

Cuerpo a las órdenes de las autoridades políticas o militares que se encarga


del mantenimiento del orden público, la seguridad de los ciudadanos y el
cumplimiento de las leyes.

a) El fin de la policía: El mantenimiento del orden público interno es


competencia de la policía. Dicho orden resulta de la prevención y la
eliminación de aquello que pueda perturbar la tranquilidad, la seguridad,
la salubridad, el urbanismo, la moral pública y algunos aspectos
económicos ligados al orden público.

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b) La policía como poder: El poder de policía puede definirse como la


facultad del Estado para limitar los derechos y las libertades individuales,
en beneficio de la comunidad.

c) La policía como función: La función de policía es la actividad que


ejercen los funcionarios llamados normalmente de policía, con el fin
garantizar el desarrollo de las actividades dentro del orden, preservando
la armonía social. Es la potestad del Estado para el ordenamiento de las
actividades individuales, con el fin de garantizar los elementos sociales
necesarios al desarrollo y el bienestar de la actividad humana.

d) La policía como norma: La función de policía es regulada por la ley.


Las normas de policía son dictadas para hacer efectivos los derechos y
libertades y nunca para vulnerarlos o negarlos.

e) La policía como oficio: El ejercicio de la actividad policial se trata de un


oficio permanente para la que sus miembros deben prepararse
adecuadamente.

La mayoría de las fuerzas policiales están divididas en subgrupos que


tienen el particular trabajo de investigar diferentes tipos de crímenes.

2.1. ESTRUCTURA DE LA POLICÍA

En muchos países occidentales, quizás la mayor diferencia se da entre


el agente "uniformado" y los detective s o agentes investigadores. Los
Uniformados, como su nombre lo dice, portan un uniforme y sus trabajos se
ven envueltos en operaciones de patrullaje, control de tránsito y otras
actividades para prevenir y en respuesta al crimen. Los detectives o agentes
investigadores, por el contrario, usan 'trajes' o ropa casual que le da una
apariencia más profesional en la investigación de crímenes. En muchos casos,
los agentes son asignados como agentes encubiertos, para que no se los
reconozca como tales, en ocasiones por largos periodos para investigar
crímenes, en especial el crimen organizado o narcotráfico. Este tipo de acción
policial es conocida como espionaje o técnicas de inteligencia.

Existen grupos especializados para diferentes tipos de crímenes (por


ejemplo, narcotráfico, tráfico de armas ilegales, asesinatos, fraudes, etc.) o
personas con habilidades especiales (por ejemplo, buceo, manejo

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de helicópteros, manejo de explosivos, manejo de ordenadores, etc.). Muchas


jurisdicciones de gran tamaño poseen personas especialmente entrenadas
con armas pequeñas y largas, preparadas para matar en situaciones de
violencia, y usualmente están equipadas con armamento no mortal como gas
lacrimógeno gases lacrimógenos, bombas de humo y balas de goma. En los
Estados Unidos, existe el SWAT(Armas y Tácticas Especiales).

Por último, en los sistemas occidentales se han implementado


departamentos, negociados, oficinas o superintendencias
llamados investigaciones administrativas o asuntos internos que tienen la tarea
de investigar a los oficiales y agentes de la fuerza. Usualmente no portan
armas y su trabajo consiste en la lucha contra el soborno, la corrupción y
el abuso de autoridad por parte de los policías.

2.2. . ROL DE LA POLICÍA CONFORME AL NCPP

En nuestro tema a tratar nos referiremos al Rol de la Policía desde la


perspectiva de nuestro nuevo sistema acusatorio garantista adversaria debido
a que nuestra Policía Nacional se constituye en una institución encargada de
tutelar la seguridad ciudadana y sobre todo colaboradora de la justicia penal,
cuyas autoridades dependen funcionalmente del Ministerio público, en cuanto a
la investigación de delitos y faltas, pues reúne los elementos de prueba
obtenidos, además de cumplir órdenes de las autoridades judiciales dentro del
proceso judicial.

El Rol fundamental de la Policía Nacional aparece descrito en el Art.


166º de la Constitución de 1993 cuando establece que: "La Policía Nacional
tiene por finalidad fundamental, garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. Prestar protección y ayuda a las personas y a la comunidad.

La Policía Nacional, tal como la define la Constitución Política del


Estado, concordante con el D. Leg. Nº1148 Ley de la Policía Nacional del Perú
del 12 de diciembre de 2012, es una Institución del Estado cuya misión o
finalidad fundamental es garantizar, mantener y restablecer el orden interno, el
libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el
normal desarrollo de las actividades ciudadanas, así mismo, garantiza el
cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y privado.

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En orden a tal misión o finalidades la Constitución y las leyes le han


otorgado diversas funciones, atribuciones y facultades entre las que destacan
fundamentalmente las vinculadas a la prevención, combate e investigación de
los delitos y faltas contenidos en el Código Penal y demás leyes especiales.

LA POLICIA NACIONAL es su labor de combate y prevención del delito


está dotada de las facultades necesaria para realizar todo tipo de acciones
tendentes a lograr su misión y finalidades, labor que podrá desarrollarla por
iniciativa propia (conforme a sus planes institucionales, en el marco
del plan general del Estado y la Sociedad), así como también
en coordinación con las demás entidades vinculadas a la prevención y lucha
contra la criminalidad u otro tipo de actividades atentatorias contra el orden
interno.

En el caso de la investigación del delito, conforme a la Constitución


Política del Estado, la misma que determina la distribución y asignación de
competencias entre las diversas instituciones que integran la estructura del
Estado, dicha función se ha asignado al Ministerio Público, cuando se trata de
delitos cuyo ejercicio de la acción penal es público, y al Poder Judicial
las investigaciones por los delitos de ejercicio privado de la acción penal
(delitos contra el honor, etc.). En estos casos, serán dichos organismos los que
dirijan dichas investigaciones. En tal sentido, la Policía Nacional participará en
las investigaciones bajo la dirección del Fiscal o del Juez respectivamente. Ello
significa que la Policía puede intervenir en la investigación y procesamiento del
delito, por iniciativa propia, por disposición del Fiscal así como también por
disposición del Juez.

Para comprender debidamente esta opción político criminal asumida por


el legislador de facultar a la Policía actuar por iniciativa propia así como
también por disposición del Fiscal o del Juez en la investigación del delito, se
debe tener en cuenta que lo que se busca es armonizar los criterios de eficacia
en la investigación y persecución del delito, con el respeto de las garantías y
derechos fundamentales de las personas que eventualmente pudieran verse
afectadas en una investigación o un proceso penal.

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Pues con la conducción de la investigación por parte del Fiscal o del


Juez se evitará la posible arbitrariedad en la que los órganos policiales
pudieran incurrir, pero también se tiene que tomar en cuenta los aportes de
eficacia que podría significar la intervención inmediata y oportuna de la Policía
ante los hechos delictivos, los que obviamente abonará el camino para evitar
la impunidad. Sólo de este modo, se puede ganar en la legitimación de la
Administración de Justicia Penal para resolver los conflictos sociales generados
por la comisión del delito.

La actuación policial por propia iniciativa tiene sus justificación en la


inmediación y oportunidad con la que puede producirse, toda vez que la
POLICIA tiene presencia en lugares a los que la Fiscalía y en su caso el Juez,
puede llegar únicamente de modo mediato, por lo que de sujetar toda
intervención policial a la dirección o autorización del Fiscal o del Juez,
implicaría atentar contra la eficacia de investigación al dificultarse el acopio de
pruebas importantes para el esclarecimiento de los hechos o para evitar el
ocultamiento de los efectos del delito o impedir su consumación o perpetración
en los casos de flagrancia o de inminencia de su comisión respectivamente.

Sin embargo, esta actuación por propia iniciativa de la Fiscalía de


la Nación pudiera impartir respecto a las actuaciones policiales en forma
específica y al desarrollo de las investigaciones en general (Art. 69º CPP). O
también a las instrucciones que el propio Fiscal con competencia para conocer
los delitos en determinada circunscripción, pudiera impartir respecto al cómo
deben realizarse las actuaciones policiales a fin de no invalidar o viciar su
contenido y puedan servir eficazmente para los fines de las investigaciones
(Art. 68º 2 CPP). En los Artículos siguientes se ha establecido las funciones y
facultades generales de la Policía Nacional en la investigación del delito sobre
todo en la etapa de la investigación preparatoria en los delitos de ejercicio
público de la acción penal a cargo del Ministerio Público, así como también en
el caso en las investigaciones de los casos de ejercicio privado de la acción
penal. Claro que en forma específica se establecen las facultades de la
POLICIA principalmente en el Titulo correspondiente a la búsqueda de prueba
y restricción de derechos (ART 202º CPP y siguientes.), así como en la sección
referida al Proceso por delito de ejercicio privado de la acción penal

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o procesos iniciados por querella de parte (Art. 459ª CPP y siguientes). Estas
funciones, casi en su totalidad, ya están contenida en la ley que regula la
intervención de la Policía Nacional y el Ministerio Público en la Investigación
Preliminar del Delito Ley Nº 27934, del 11 de febrero del 2003 recientemente
modificada por el D. Legislativo Nº 989 del 22Julio del 2010, el mismo que a la
vez se ha inspirado en el texto del Proyecto del Código, que se aprobó con
algunas variaciones por las que se limita la actuación policial por propia
iniciativa.

2.3. . LA DETENCIÓN POLICIAL Y PRELIMINAR

La Detención Policial es toda privación de libertad, distinta a la prisión


provisional, que puede ocasionarle en función de un procedimiento penal; la
detención policial se trata de una medida cautelar de orden personal para la
cual deben concurrir tanto el FUMUS BONI JURIS como el PERICULUM IN
MORA.

Como certeramente lo puntualiza GIMENO, la detención se diferencia de


la prisión provisional en dos aspectos fundamentales; que puede ser adoptada
por persona o autoridad distinta a la jurisdiccional, de tal suerte que podrá ser
acordada por la Policía e inclusive por particulares, excepto la llamada
detención preliminar judicial prevista en el artículo 261º; y que es
provisionalísima y no sólo provisional como las demás medidas de coerción
procesal, en atención al breve plazo de duración que el código establece (24
horas y hasta 15 días, tratándose de los delitos de terrorismo, espionaje y
tráfico ilícito de drogas. y es importante destacar que, como toda medida
cautelar, está sometida al principio de proporcionalidad, de tal manera que la
persona que la decrete, sea el Juez, la Policía, o un particular, no podrá
vulnerar la libertad del detenido más allá de lo necesario; esto es, más allá del
tiempo necesario para ponerlo a disposición de la autoridad competente.

La Detención Policial es una verdadera medida cautelar ya que tiene


como requisitos para su imposición la existencia de una imputación concreta y
el peligro de fuga, además de estar directamente vinculada con el proceso
penal y la futura aplicación del JUS PUNIENDI; y mediante D. L. Nº 983,
publicado en el diario oficial el Peruano con fecha 22 de Julio de 2007, el poder

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ejecutivo ha modificado el texto original del presente artículo, introduciendo en


cierta forma algunos supuestos de urgencia como excepción a la detención por
mandato judicial.

En las dos hipótesis previstas en los literales a) y b) del numeral 1


modificado, se faculta a la Policía, a detener al autor del hecho punible dentro
de las 24 horas de su perpetración, cuando ha huido y ha sido identificado
inmediatamente por el agraviado, o por cualquier otra persona que haya
presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo
de registro de imágenes; o cuando es encontrado dentro del mismo plazo
después de la perpetración del hecho punible con efectos del mismo o con
instrumentos que hubiesen sido empleados para cometerlo o "con señales en
sí mismo o en su vestido que indiquen su posible autoría o participación".

Para que exista flagrancia en la comisión de un delito, necesariamente


debe tratarse de cualquiera de los siguientes supuestos; inmediatez temporal;
es decir que el delito se esté cometiendo o se haya cometido momentos antes
e inmediatez personal, que el agente se encuentre en el lugar de los hechos,
en el momento de la comisión del delito, y esté relacionado con el objeto o los
instrumentos del delito.

La flagrancia del delito es el hecho en que el agente es descubierto en el


preciso momento de perpetrar el hecho punible y la cuasi flagrancia del delito
es cuando el autor es aprehendido inmediatamente después de la realización
del acto punible, tras haber huido y ser perseguido por la Policía, o cuando es
sorprendido con objetos o huellas que evidencien que acaba de perpetrarlo.

Por otro lado, en la detención preliminar judicial el propósito es de exigir


la debida individualización del imputado contra quien se dicta orden de
detención preliminar para evitar las posibles detenciones arbitrarias de
personas homónimas. La naturaleza de la medida cautelar de detención, que
permite una grave restricción de la libertad ambulatoria del imputado, exige
obligatoriamente tal requisito; el fiscal solicita la detención preliminar, el juez la
decreta y la policía la ejecuta. He aquí la acción de casi la totalidad del Sistema
Penal.

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Los medios a través de los cuales la autoridad judicial pone


en conocimiento de la autoridad policial la medida de detención para su
efectiva ejecución son diversos; en primer lugar deberá ser por escrito y bajo
cargo; sin embargo, bajo circunstancias extraordinarias, por ejemplo la
urgencia ante la inminente fuga del imputado puede resultar aceptado que la
orden sea librada a través de medios electrónicos, facsímil, teléfono o cualquier
otro mecanismo que la ciencia y la tecnología pueda poner al servicio de la
justicia, siempre y cuando el afectado sea debidamente individualizado al igual
que en el caso de la orden escrita y bajo cargo.

Entendemos que las circunstancias extraordinarias hacen atendible el


uso de tales mecanismos, pero no eximen al Juez y a la Policía de regularizar
posteriormente el mandato a través de la orden escrita y bajo cargo exigido en
principio; siendo el mandato de detención preliminar y las requisitorias
cursadas a la Policía para su ejecución verdaderas "agresiones" a la esfera de
la libertad individual del imputado, no es posible pretender que ellas mantengan
una vigencia indefinida en el tiempo.

De allí que la norma en cuestión establezca un plazo límite de seis


meses para todos los delitos, excepto los de terrorismo, espionaje y tráfico,
licito de drogas respecto de los cuales las requisitorias no tienen plazo de
caducidad sino hasta la detención de los afectados. Una Norma de
similar redacciónestuvo prevista en el artículo 136º - in fine – del Código
Procesal Penal de 1991, con la única diferencia que dicha norma no se refería
al delito de espionaje.

2.4. . ¿QUÉ DILIGENCIAS PUEDE EFECTUAR LA POLICÍA EN


AUSENCIA EXCEPCIONAL DEL FISCAL? 3.1 EL NUMERAL 68
CPP ESTABLECE LAS SIGUIENTES ACTUACIONES:
1. Recibir denuncias escritas o verbales. Si la persona afectada concurre a
la Comisaría a denunciar un hecho delictivo, el personal policial de
guardia tiene la obligación urgente de recibir la denuncia que bien puede
ser escrita o verbal. La forma depende del denunciante. Si quiere
hacerlo de modo verbal, no es legal ni racional exigirle que lo realice por
escrito. En este caso, el Policía levantará el acta correspondiente. La
víctima tiene el derecho que se le reciba su denuncia de inmediato y lo

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más importante, se realicen las pesquisas urgentes a fin de evitar que


las huellas del delito desaparezcan por el paso inexorable del tiempo.

2. Tomar la declaración del denunciante. Una vez que el Policía recibe la


denuncia escrita o verbal, puede recibir la declaración del denunciante,
ello 7 con la finalidad de recabar mayor información sobre la forma y
circunstancias en que ocurrió el hecho que denuncia y de esa forma
determinar que acciones inmediatas realizar para identificar al
denunciado y esclarecer los hechos denunciados.

3. Vigilar y proteger el escenario de los hechos. La Policía al tomar


conocimiento de la comisión de un hecho delictuosa tiene la obligación
de concurrir al lugar, escenario o teatro de los hechos y poniendo en
práctica sus conocimientos de criminalística, vigilarlo y protegerlo con la
finalidad que no se pierda la información que siempre queda en el lugar
y que sólo puede ser levantada por personal especializado. Se vigila y
protege el lugar hasta que el personal especializado recoja aquella
información. Si no se hace una buena vigilancia y protección del lugar de
los hechos, la información se pierde o distorsiona en directo perjuicio del
esclarecimiento de los hechos.

4. Practicar registro a las personas. En casos en los cuales la Policía


interviene al sospechoso, de modo inmediato puede hacerle el cateo o
registró personal a fin de despojarle de algún elemento del delito o
elemento que pueda poner en peligro su integridad física o de terceros.

5. Prestar auxilio a las víctimas. Inmediatamente que un ciudadano que ha


sido o viene siendo afectado por la realización de un hecho punible, el
Policía sin siquiera petición expresa de aquel está en la obligación de
recurrir en su auxilio. El efectivo policial en tales circunstancias no puede
excusarse.

6. Recoger y conservar los objetos e instrumentos del delito así como todo
elemento material que pueda servir para la investigación. Al tener
conocimiento la Policía de la comisión de un delito y concurrir al
escenario de los hechos, sin remover el lugar puede recoger los objetos
o instrumentos del delito levantando para tal efecto el acta respectiva.

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Así mismo, tiene el deber de conservar los objetos e instrumentos del


delito recogidos para ponerlo luego a disposición de la Fiscalía. De igual
forma, podrá recoger cualquier otro elemento material que a su criterio
pueda servir para la investigación.

7. Identificar a los autores y partícipes del delito. Realizar las primeras


diligencias para identificar plenamente a los autores y partícipes del
hecho punible cometido y denunciado. Sin duda la fundamental y
primera diligencia será el correspondiente reconocimiento físico del
sospechoso por la víctima o testigos de excepción.

8. Recibir la declaración de los testigos. Luego de conocido el hecho


punible efectuado, la Policía Nacional debe identificar a los testigos de
los hechos y recibirle sus dichos. Su finalidad es de reunir mayor
elementos de juicio o evidencias que sirvan para esclarecer los hechos y
a la vez, para identificar a los autores y partícipes del hecho investigado.

9. Levantar planos, tomar fotografía, realizar grabaciones en video. El uso


de la tecnología moderna es fundamental para perennizar la escena del
delito con la finalidad de deducir la forma como habrían ocurrido los
hechos. El mismo funcionamiento del sistema acusatorio hace
imprescindible el uso de planos, toma fotográfica o realizar grabaciones
de video.

10. Detener a los sospechosos en caso de flagrancia. Es facultad


constitucional de la Policía Nacional detener a los sospechosos de la
comisión de un hecho punible (delito o falta) cuando concurren los
supuestos de flagrancia (f, 24, Art. 2 de la Constitución de 1993). Aquí
no es necesario orden judicial. El Decreto Legislativo 983 del 22 de julio
de 2007, soslayando lo ya establecido en reiterada jurisprudencia por el
Tribunal Constitucional4 ha modificado el contenido del artículo 259 del
CPP de 2004 y ha definido el estado de flagrancia como aquella
situación que se presenta cuando el sujeto agente es descubierto en la
realización del hecho punible o acaba de cometerlo o cuando ha huido y
ha sido identificado inmediatamente después de la perpetración del
hecho punible, sea por el agraviado, o por otra persona que haya

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presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo que haya


registrado imágenes de éste y, es encontrado dentro de las veinticuatro
horas de producido el hecho punible o es encontrado el agente dentro
de las veinticuatro horas, después de la perpetración del hecho punible
con efectos o instrumentos procedentes de aquel, o que hubieran sido
empleados para cometerlo, o con señales en sí mismo o en su vestido
que indiquen su probable autoría o participación en ese hecho
delictuoso. Esta definición de flagrancia es a todas luces discutible pues
da carta abierta a la Policía Nacional para privar de la libertad a los
ciudadanos por simple sindicación a los ciudadanos. Disposición que
esperamos los miembros de la PNP sepan manejar con ponderación
caso contrario no será raro que puedan ser denunciados por abuso de
autoridad. Es importante advertir que el legislador del Código Procesal
Penal ha hecho uso de la etiqueta de hecho punible y no de delito, por lo
que existe flagrancia en nuestro sistema jurídico, tanto para delitos como
para faltas. En tal sentido, el legislador ha previsto que en caso de
haberse detenido a un sospechoso de la comisión de una falta o de un
delito cuya sanción es no mayor de 2 años de pena privativa de libertad,
luego de los actos de investigación urgentes, se dispondrá su libertad
(inc. 3 Art. 259 CPP).

11. Asegurar los documentos privados que puedan servir para la


investigación. En los casos en que documentos privados estén de por
medio en la comisión de un delito, la Policía Nacional podrá incautarlos.

12. Allanar locales de uso público o abiertos al público. Pueden ingresar y


hacer registros en locales de uso público o locales que estén abiertos al
público cuando la urgencia de la medida así lo amerite, por ejemplo
cuando hay flagrancia delictiva o cuando hay peligro inminente de la
comisión de un hecho punible.

13. Efectuar bajo inventario secuestros e incautaciones necesarias en casos


de delito flagrante o peligro inminente de su perpetración. Los efectivos
de la PNP pueden hacer secuestros e incautaciones de bienes o efectos
provenientes de la comisión de un hecho punible o de los instrumentos
que se utilizaron para su ejecución, así como de los objetos del delito.

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Condición sine qua non para que la Policía Nacional realice secuestros e
incautaciones bajo inventario, es la existencia de peligro en su
desaparición por la demora.

14. Recibir la manifestación de los sospechosos con presencia de su


abogado. El legislador le ha dado la facultad a la Policía Nacional de
recibir la manifestación del sospechoso con la finalidad que aquel dé
detalles de la forma cómo realizó el hecho que se le atribuye así como
indique o ayude a identificar a los demás partícipes del hecho
investigado. Para la eficacia de esta diligencia será necesario la
presencia del abogado defensor. Caso contrario, si el sospechoso no
cuenta con abogado (sea porque no nombró o porque en tales
momentos no hay defensor de oficio), la Policía Nacional se limitará a
constatar su identidad personal. Aquí resulta necesario precisar lo
siguiente: es recomendable recibir la declaración del sospechoso al final
de la investigación preliminar, cuando el investigador y el fiscal hayan
acumulado las evidencias necesarias. Tal proceder garantiza que se
realice un mejor interrogatorio y segundo, se garantiza la presencia
ineludible del Fiscal y el abogado defensor (de oficio o privado) en la
manifestación del sospechoso. En el sistema acusatorio, la confesión de
parte no sirve si a la vez no existen evidencias que lo corroboren. En
concreto, esto tiene relación con lo siguiente: en el sistema mixto que se
pretende dejar de lado, primero se detiene y luego se investiga, en
cambio en el sistema acusatorio esta máxima se invierte: primero se
investiga luego se detiene. Este último procedimiento es más eficaz en
cuanto a resultados.

15. Finalmente, el legislador deja abierta la posibilidad que la Policía


Nacional realice cualquier otra diligencia urgente que ayude a un mejor
esclarecimiento de los hechos. Podrá por ejemplo, efectuar registro de la
vestimenta, equipaje o vehículos, averiguación de antecedentes del
sospechoso, etc. (Art. 205 incs. 3 y 4).

2.5. . DEBERES DE LA POLICÍA EN CASO DE DETENCIÓN

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Aparte de las diligencias que pueden realizar los efectivos de la Policía


Nacional inmediatamente de recibida la noticia criminis, en caso que se
materialice la detención del imputado, el artículo 262 del CPP establece en
forma taxativa los siguientes deberes ineludibles:

El policía que ha efectuado la detención en flagrancia o arresto


ciudadano, informará al detenido el delito que se le atribuye y comunicará en
forma inmediata al Fiscal que corresponda. En los casos de terrorismo, TID y
espionaje también comunicará al Juez de la investigación preparatoria. En los
casos de detención preliminar judicial, luego de comunicar al detenido el delito
que se le atribuye y poner en conocimiento del Fiscal sobre la detención judicial
efectuada, el policía pondrá a disposición del Juez que dispuso su detención a
fin que éste verifique su identidad y garantice sus derechos. Luego se pondrá a
disposición del Fiscal para los efectos de la investigación.

En todos los casos, la policía informará al detenido de todos sus


derechos previstos en el artículo 71 CPP, tales como conocer los cargos
formulados en su contra, conocer en forma expresa, de ser el caso, la causa o
motivo de su detención, designar a la persona o institución a la que debe
comunicarse su detención ser asistido por un abogado defensor, abstenerse a
declarar, que no se emplee en su contra medios coactivos, intimidatorios o
contrarios a su dignidad, ser examinado por un médico legista o en su defecto
por un profesional de la salud, etc.

2.6. ES NECESARIO LA ESPECIALIZACIÓN EN INVESTIGACIÓN DE


LA POLICÍA NACIONAL.

Por división de trabajo, sabemos que la PNP tiene una jefatura que se
dedica exclusivamente a la investigación de hechos delictivos. Estos efectivos
policiales, según prevé el inciso 2 del artículo 67 CPP, están en la obligación de
apoyar a los Fiscales para viabilizar la investigación del delito.

De primera intención es común pensar que en nuestra Policía Nacional


hay especialización, es decir, existen miembros de la PNP capacitados,
entrenados y especializados en técnicas de investigación delictiva, sin
embargo, al indagar al respecto con sorpresa tomamos conocimiento que no
existe tal especialización basados en la concepción errónea (teórica y práctica)

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en el sentido que todos los 11 Policías al egresar de la Escuela, están


capacitados para efectuar una investigación sobre la comisión de un delito. La
realidad nos demuestra lo contrario y ello genera la materialización de
deficientes investigaciones que realiza nuestra PNP.

Debemos ser conscientes desde el inicio: si un Fiscal competente y


responsable con su labor no cuenta con un buen equipo policial de apoyo en la
investigación del delito muy poco podrá hacer.

El nuevo modelo procesal del CPP del 2004, exige que un buen grupo
de miembros de nuestra Policía Nacional se especialice en criminalística y en
técnicas de investigación del delito, los mismos que deben estar adscritos en
las diversas comisarías del Perú. Este aspecto primordial deben tenerlo claro
los responsables del Ministerio del Interior y volver a la idea que dio origen por
ejemplo a la desparecida Policía de Investigaciones del Perú (PIP). Caso
contrario, existe el peligro latente que se imponga la impunidad.

2.7. . ES ACTUACIÓN DE LA POLICIA EN LA INVESTIGACION


PREPARATORIA.

El Fiscal puede requerir que la policía realice diligencias preliminares. La


DILIGENCIAS PRELIMINARES tiene por finalidad inmediata realizar los actos
urgentes o inaplazables destinados a determinar si han tenido lugar los hechos
delictuosos, así como asegurar los elementos materiales de su comisión,
individualizar a las personas involucradas incluyendo a los agraviados.

El plazo de las Diligencias Preliminares es de veinte días, salvo que se


produzca la detención de una persona. El Fiscal podrá fijar un plazo distinto
según la complejidad y circunstancias de los hechos de investigación.

En caso de inconcurrencia a una citación debidamente notificada bajo


apercibimiento, el Ministerio Público dispondrá la conducción compulsiva del
omiso por la Policía Nacional. (conducción compulsiva de un imputado, testigo
o perito, cuando pese a ser emplazado debidamente durante la investigación
no cumple con asistir a las diligencias de investigación).

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Realizada la diligencia cuya frustración motivó la medida, o en todo


caso, antes de que transcurran veinticuatro horas de ejecutada la orden de
fuerza, el Fiscal dispondrá su levantamiento, bajo responsabilidad.

El imputado tiene derecho a que no se emplee en su contra medios


coactivos, intimidatorios o contrarios a su dignidad, ni a ser sometido a técnicas
o métodos que induzcan o alteren su libre voluntad o a sufrir una restricción no
autorizada ni permitida por Ley.

El plazo de las Diligencias Preliminares es de veinte días, salvo que se


produzca la detención de una persona. El Fiscal podrá fijar un plazo distinto
según la complejidad y circunstancias de los hechos de investigación.

2.8. . EL CONTROL DE IDENTIDAD POLICIAL

La Policía, en el marco de sus funciones, sin necesidad de orden del


Fiscal o del Juez, podrá requerir la identificación de cualquier persona y realizar
las comprobaciones pertinentes en la vía pública o en el lugar donde se hubiere
hecho el requerimiento, cuando considere que resulta necesario para prevenir
un delito u obtener información útil para la averiguación de un hecho punible. El
intervenido tiene derecho a exigir al Policía le proporcione su identidad y la
dependencia a la que está asignado.

Si existiere fundado motivo que el intervenido pueda estar vinculado a la


comisión de un hecho delictuoso, la Policía podrá registrarle sus vestimentas;
equipaje o vehículo. De esta diligencia específica, en caso resulte positiva, se
levantará un acta, indicándose lo encontrado, dando cuenta inmediatamente al
Ministerio Público.

Retención Policial. En caso no sea posible la exhibición del documento


de identidad, según la gravedad del hecho investigado o del ámbito de la
operación policial practicada, se conducirá al intervenido a la Dependencia
Policial más cercana para exclusivos fines de identificación. Se podrá tomar las
huellas digitales del intervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Este
procedimiento, contado desde el momento de la intervención policial, no puede
exceder de cuatro horas, luego de las cuales se le permitirá retirarse. En estos
casos, el intervenido no podrá ser ingresado a celdas o calabozos ni mantenido
en contacto con personas detenidas, y tendrá derecho a comunicarse con un

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familiar o con la persona que indique. La Policía deberá llevar, para estos
casos, un Libro-Registro en el que se harán constar las diligencias de
identificación realizadas en las personas, así como los motivos y duración de
las mismas

2.9. . EXAMEN CORPORAL PARA PRUEBA DE ALCOHOLEMIA

La Policía, ya sea en su misión de prevención de delitos o en el curso de


una inmediata intervención como consecuencia de la posible comisión de un
delito mediante la conducción de vehículos, podrá realizar la comprobación de
tasas de alcoholemia en aire aspirado.

Si el resultado de la comprobación es positivo o, en todo caso, si se


presentan signos evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas u
otro tipo de sustancia prohibida, el intervenido será retenido y conducido al
centro de control sanitario correspondiente para realizar la prueba de
intoxicación en sangre o en otros fluidos según la prescripción del facultativo.

La Policía, cuando interviene en operaciones de prevención del delito,


debe elaborar un acta de las diligencias realizadas, y abrirá un Libro-Registro
en el que se harán constar las comprobaciones de aire aspirado realizadas, y
comunicará lo ejecutado al Ministerio Público adjuntando un informe razonado
de su intervención.

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CONCLUSIONES

 Que, la intervención del Estado se justifica por la indiscutible necesidad


social de regular el ejercicio de los derechos y la interacción de los sujetos, y
además, por la incuestionable necesidad de reprimir la violación de
derechos y, una idea de reforma debe tener como fin la supremacía de la
persona humana, y no el afán desmedido de preservar el orden social a
costa de vulnerar derechos fundamentales, tirando por tierra los progresos y
avances que en materia de enjuiciamiento penal se han logrado a través de
muchos siglos; y debemos reflexionar que cualquier reforma procesal debe
entenderse de manera estructural, en orden a muchos factores, no sólo
técnico-jurídicos, sino comprendiendo que junto a los problemas procesales
subyacen una serie de manifestaciones de orden cultural, que si no son
tomadas en cuenta, sobreviene el fracaso.

 A diferencia del Código de Procedimientos Penales de 1940 que no


regulaba cuáles eran las funciones de la Policía, el nuevo Código Procesal
Penal señala una lista de atribuciones establecidas en el artículo 68º.1; que
entre otras tienen como de recibir las denuncias escritas o sentar acta de las
verbales, así como tomar declaraciones a los denunciantes; practicar el
registro de las personas, así como prestar el auxilio que requieran las
víctimas del delito y de todas las diligencias que efectúe la Policía sentará
actas detalladas las que entregará al Fiscal; pues la investigación policial es
de carácter técnico y especializado, siendo la Policía un órgano subordinado
y auxiliar del Ministerio Público.

 La Policía Nacional del Perú depende orgánicamente del Ministerio del


Interior mientras que tienen dependencia funcional del Ministerio Público; y
la intervención de la Policía en la investigación del delito puede ser por
comisión o de oficio; o cuando reciba una denuncia, escrita o verbal, o como
consecuencia de su actividad preventiva o de seguridad, tome conocimiento
directo de la comisión de un delito.

 La detención es una medida cautelar de carácter personal que consiste en la


privación de la libertad ambulatoria del imputado, en mérito de un mandato

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judicial a fin de cautelar los fines del proceso penal; esta medida cautelar
consiste su duración máxima legalmente preestablecida, practicada para
poner a una persona a disposición del Juez, con el fin de que pueda
efectivamente realizarse la prisión provisional que aquel pueda acordar,
además de cumplir con otros fines propios de la investigación.

 La detención es una medida coercitiva considerada la más importante,


porque afecta uno de los derechos más trascendentes del individuo, el
derecho a la libertad personal, el cual está protegido en las normas
constitucionales e internacionales como valor supremo de la persona y como
exigencia genérica de la naturaleza humana; y el derecho a la libertad de
toda persona, lo señala la carta magna vigente, que no permite forma alguna
de restricción de la libertad personal, salvo los casos previstos en la ley; y
asimismo nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y
motivado del Juez o por las autoridades policiales en flagrante delito.

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BIBLIOGRÁFIA

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