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b) Su Naturaleza Jurídica
Al hablar de la naturaleza jurídica del proceso civil, se debe remontar a la raíz
de su creación, si éste provino por sí solo o si es la piedra angular o columna
vertebral que sostiene los conceptos básicos del derecho, es decir, si a través
del proceso civil se encapsuló a todos y de ahí se desprendieron los demás
procesos.
La naturaleza jurídica del proceso civil, según el tratadista Eduardo Couture,
consiste en: “determinar si este fenómeno forma parte de alguna de las figuras
conocidas del derecho o si por el contrario constituye por sí solo una categoría
especial. Así, por ejemplo se trata de saber si el vínculo que une a las partes y
al juez constituye un contrato, un cuasicontrato o alguna otra figura jurídica
semejante, y de resolverse ese punto en sentido negativo, sería necesario,
entonces, decidir qué es el proceso como fenómeno particular”
Con la definición antes referida, el tratadista Eduardo Couture revela los
parámetros que deben regir la naturaleza jurídica del proceso civil. Una
cuestión importante que debo destacar, es que en la medida que determina la
normativa supletoria a aplicar en los casos de lagunas legales o antinomias
jurídicas que se presentan en la resolución de los procesos sometidos a
conocimiento de un Órgano Jurisdiccional competente y preestablecido.
c) Caracteres
Precisada la naturaleza o, mejor, la razón de ser del proceso, es conveniente
señalar los diversos caracteres del proceso civil:
El proceso como instrumento: al afirmar que el proceso es un
instrumento, se señala que es algo distinto de lo que la doctrina
tradicional quiere decir cuando sostiene la instrumentalidad de las
normas procesales, del derecho procesal y, en definitiva; del proceso
mismo.
“La instrumentalidad a la que se refiere la doctrina tradicional atiende a la
distinción entre normas sustantivas o materiales y normas procesales o
formales, de modo que éstas se califican de instrumentales, tanto porque sirven
como medio para la observancia de las primeras y así se dice que el proceso
civil es el medio para la realización del derecho privado”.
El proceso es el medio a través del cual los órganos del Estado con potestad
jurisdiccional han de cumplir la función que se les asigna constitucionalmente y,
también, el proceso es el medio por el que los particulares pueden ver
satisfecho el derecho a la tutela judicial que se les reconoce
constitucionalmente.
d) Clases de procesos
Dentro de esta jurisdicción existen diferentes procesos civiles dependiendo de
las pretensiones de las partes, es decir, de lo que pretendan las partes que
acuden al juez para resolver el conflicto:
Proceso de cognición o declarativo: Lo que reclama la parte es la emisión de
una declaración de voluntad. Por ejemplo, una parte reclama en el juicio que se
declare que la vivienda es de su propiedad, o que tiene un contrato de alquiler.
Solo requiere del juez que declare esos derechos. Dentro de estos procesos
existe:
- Procesos ordinarios: Tramitan cualquier pretensión.
g) Acumulación de procesos
La terminología tradicional llamaba a esta acumulación de autos, pero el
Código Procesal Civil y Mercantil ha tenido el acierto de hablar de acumulación
de procesos. Se trata de dos o más procesos que han nacido independientes,
cada uno con su procedimiento respectivo, pero que se reúnen en un
procedimiento único y sean resueltos en una única sentencia formal.
Teóricamente hay que distinguir dos supuestos, que atienden a la claridad
conceptual, aunque los dos tienen la misma regulación y efectos:
Si entre los distintos procesos hay identidad de personas, la acumulación será
exclusivamente objetiva, esto es, si los dos procesos se han entablado entre
las mismas dos personas.
Si los distintos procesos no se han entablado entre las mismas personas, la
acumulación será objetivo-subjetiva; es decir, cuando aparecen en los dos
procesos por lo menos tres personas.
Para que la acumulación sea posible han de concurrir los siguientes
presupuestos:
- Instancia de parte: según el Artículo 539 del Código Procesal Civil y
Mercantil, la acumulación de procesos sólo podrá decretarse a petición
de parte salvo los casos que antes hemos dicho de acumulación
especial, en que puede decretarse de oficio, y parece que debe
entenderse que no se trata sólo de tener la condición de parte en alguno
de los procesos a acumular, sino; además de que se haya comparecido
en forma y se haya admitido el apersonamiento.
i) Capacidad Procesal
Esta otra capacidad, que también se denomina de obrar procesal o de
actuación procesal alude a la aptitud para realizar válidamente los actos
procesales o, en términos del Artículo 44 del Código Procesal Civil y Mercantil
para litigar, o del Artículo 188 de la Ley del Organismo Judicial para gestionar
ante los tribunales. En un sentido más moderno se habla de capacidad para
impetrar válidamente la tutela judicial, para obrar en el proceso; para hacer el
proceso.
De la misma forma como en el derecho civil el titular de derechos y
obligaciones, o sea el capaz jurídicamente o el que ha asumido personalidad,
no tiene siempre capacidad para adquirir por sí los derechos, para ejercitarlos o
para asumir obligaciones capacidad de obrar, en el derecho procesal no todos
los que tienen capacidad para ser parte o personalidad jurídica procesal; tienen
capacidad procesal.
El punto de partida es el citado Artículo 44 del Código Procesal Civil y
Mercantil, conforme al que pueden litigar los que tengan el libre ejercicio de sus
derechos, con lo que se está haciendo así una remisión al Código Civil, que es
donde se determina quienes están en esa situación de libre ejercicio de sus
derechos y quiénes no.
En general puede afirmarse que tienen esta capacidad los mayores de edad,
es decir, los mayores de dieciocho años; en los que no concurra alguna causa
de incapacidad o interdicción declarada judicialmente. Tratándose de las
personas jurídicas la capacidad de obrar no puede ofrecer dudas, desde el
momento en que las mismas se han constituido regularmente. La incapacidad
no puede referirse a las personas jurídicas Sus problemas se refieren a la
representación, pero respecto de ellas no puede ni cuestionarse la atribución
de capacidad procesal.
j) Representación Procesal
Alude este término al hecho de que la comparecencia en juicio se lleve a cabo
mediante el representante adecuado, es decir, a través de Procurador
legalmente habilitado para actuar en el Tribunal que conozca del asunto.
A estos efectos, el referido profesional recibe un mandato que ha de plasmarse
en el oportuno poder de representación procesal, el cual sólo podrá otorgarse a
aquellos Procuradores que se encuentren adscritos al Colegio Profesional que
radique en la demarcación del Juzgado o Tribunal en el que se ventile el litigio
en cuestión.
k) Sustitución Procesal
CONCLUSIONES
Los sujetos procesales principales son tres: el demandante, el demando y el
juez; sin embargo existen otros sujetos procesales secundarios (los auxiliares
de la jurisdicción civil y los órganos de auxilio judicial) que ayudan al juez a
resolver conflictos de intereses con relevancia jurídica de forma inmediata y a
obtener la paz social en justicia de forma mediata.
BIBLIOGRAFÍAS
Código Procesal Civil. Decreto Ley 107 del Jefe del Gobierno de la República
de Guatemala, 1963.