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¿USO EXCLUSIVO O USO EXCLUYENTE?

UN ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DE LOS


ALCANCES DEL ARTÍCULO 975 DEL CÓDIGO CIVIL

Joao Alfredo Jiménez Salas

I. INTRODUCCIÓN

El artículo 975 del Código Civil peruano establece que el copropietario que usa un bien indiviso,
parcial o totalmente, con exclusión de los demás titulares debe indemnizarles en las proporciones
que les correspondan. Esta disposición contiene dos conceptos problemáticos que buscan ser
aclarados en el presente trabajo, nos referimos a los términos “exclusión” y a “indemnización”.

El primero de los términos genera dudas sobre si debe ser entendido como sinónimo de uso
“exclusivo”, es decir, la utilización, parcial o total, del bien por parte de un solo copropietario, sin
que exista oposición de los demás o como sinónimo de “excluyente”, esto es, el uso del bien en total
oposición de sus congéneres.

El segundo de los conceptos crea el problema – un poco más abordado por nuestra doctrina y
jurisprudencia y resuelto adecuadamente – de si la palabra “indemnización” se refiere a una
obligación resarcitoria, lo que implica la probanza de los elementos de la responsabilidad civil
extracontractual o una restitutoria, que involucra un desequilibrio patrimonial entre el copropietario
poseedor y los copropietarios no poseedores.

La delimitación de ambos conceptos tiene marcadas relevancias prácticas; en el primer caso,


considerar que el artículo 975 se refiere a un escenario de posesión “excluyente” y no a uno de
posesión “exclusiva” genera consecuencias en el plano probatorio. Por ejemplo, los copropietarios
preteridos – en el supuesto de que se considere que la posesión regulada en el artículo en mención
es “excluyente” – deberán acreditar, además de la posesión del copropietario, que este los ha
excluido pese a que le han manifestado sus intenciones de coposeer el bien indiviso; mientras que si
se tratase de un caso de posesión “exclusiva” bastará demostrar la posesión realizada por uno solo
de los copropietarios y la ausencia de posesión de los demás.

En el caso de la palabra “indemnización”, el uso ambiguo que se le da a este término, tanto en el


Código Civil (pensemos, por ejemplo, en el artículo 1969 del Código Civil) y en la doctrina y
jurisprudencia nacionales ocasiona que no pueda saberse inmediatamente si estamos ante un caso de
resarcimiento o de restitución, lo cual, también, tiene relevancias prácticas que se muestran en los
elementos que deberán acreditarse a fin de que prospere la demanda, lo mismo sucede con el plazo
de prescripción y el alcance de los conceptos cubiertos por la obligación generada.

Para comprender el artículo 975 del Código Civil debemos tener presente que nuestro Libro de
Derechos Reales del Código Civil peruano ha importado artículos de diversos Códigos extranjeros,
como el italiano, el español, el francés, además de recoger en su articulado muchas disposiciones
que ya estaban contenidas en sus Códigos predecesores, esto es, los Códigos Civiles de 1852 y
1936. El artículo 975 es ciertamente una excepción a esta última afirmación, ya que no se encuentra
presente en ninguno de los dos Códigos señalados. Esto ya ha sido advertido por la profesora
Maisch Von Humboldt (1985), quien señala que fue la Comisión Revisora del Código Civil la que
incorporó el mencionado artículo, tergiversando – a su parecer – la uniformidad de las reglas
relativas al uso y administración del bien común propuestas por la Comisión Reformadora del
Código Civil, donde estaba contenido el Proyecto de la profesora en comentario (p. 201).

Así, la citada profesora indica lo siguiente sobre la incorporación del artículo 975 del Código Civil,
por parte de la Comisión Revisora:

Este numeral confunde aún más y agrava las implicancias del régimen a que queda sometido el
derecho de uso del copropietario.

Inexplicablemente, la Comisión Revisora ha incluido tres numerales que dan tres soluciones
diversas al mismo problema: al uso exclusivo y excluyente que haga un copropietario del bien
común.

(…)

Por su lado, el numeral 975 condena al copropietario que usa el bien, con exclusión de los
demás a indemnizarlos. (Maisch Von Humboldt, 1985, pp. 201 y 202).

Sobre lo señalado por la profesora Maisch Von Humboldt puede concluirse que la propuesta del
artículo 975 del Código Civil fue ajena a la Comisión Reformadora, y que su inclusión no
coordinada pudo traer implicancias en la regulación que se estaba planteado sobre el uso del bien
común, aun así, consideramos que el artículo 975, correctamente entendido y aplicado, guarda
armonía con las demás reglas relativas al uso del bien indiviso.

El artículo en comentario fue importado del Código Civil francés, que en su redacción original
dispone en su artículo 815 – 9 que el copropietario que use o disfrute privativamente de la cosa
común estará obligado a indemnizar a los demás, salvo pacto en contrario 1.

El artículo 815 – 9 del Código Civil francés usa la expresión “privativamente” (privativement) para
referirse a la posesión unitaria de uno de los copropietarios, lo cual ha sido traducido en nuestro
Código como posesión “con exclusión”, además, el Código francés usa el concepto “indemnizar”, el
cual ha sido recibido mecánicamente por nuestro legislador, sin distinguir, como en muchos otros
artículos de nuestro Código, si se está regulando un supuesto de obligación resarcitoria o
compensatoria.

Naturalmente, el uso de la interpretación que actualmente se le da al artículo 815 – 9 del Código


francés será de utilidad al momento de analizar los alcances de la norma que se ha regulado en
nuestro Código Civil y las interpretaciones que se han buscado brindarle al artículo en mención.

Finalmente, sí cabe destacar que la técnica legislativa del Libro de Derechos Reales del Código
Civil peruano resulta cuestionable pues extrapola normas de distintos ordenamientos generando
desorden al momento de establecer la fuente de la cual podremos valernos para interpretar de cada
uno de los artículos, solo por poner un ejemplo, el primer párrafo del artículo 974 del Código Civil 2

1
“Artículo 815-9 del Código Civil francés. - Cada comunero podrá usar y disfrutar de los bienes comunes
conforme a su destino, de manera compatible con el derecho de los demás comuneros y con los actos
regularmente realizados vigente la comunidad. A falta de acuerdo entre los interesados, el ejercicio de este
derecho se regulará de manera provisional por el Presidente del Tribunal.
El comunero que use o disfrute privativamente de la cosa común estará obligado a satisfacer una
indemnización, salvo pacto en contrario”.
tiene su origen en el artículo 394 del Código Civil español 3 y su segundo párrafo en el artículo 815
– 9 del Código Civil francés.

II. LA INDEMNIZACIÓN Y LA COPROPIEDAD

El artículo 975 del Código Civil peruano hace referencia a la indemnización que debe realizar el
copropietario que posee el bien exclusivamente a los demás copropietarios. Es claro que el uso del
vocablo “indemnización” trae consecuencias interpretativas referidas a si el artículo en comentario
regula un caso de resarcimiento o de restitución (compensación).

Este debate no es ajeno en nuestro en nuestro país y, afortunadamente, se encuentra bien


enrumbado, ya que prevalece en la opinión, acertada, referida al carácter no resarcitorio del artículo
975 del Código Civil.

Así, el profesor Arata (2010) indica que el artículo no se refiere a un supuesto de responsabilidad
extracontractual, pues la misma norma dispone que la cantidad dineraria a entregar se realiza en la
cantidad que corresponda a cada copropietario, lo que aludiría al porcentaje de participación de
cada uno de estos en la copropiedad y descartaría la posibilidad de tratarse de un daño resarcible. La
existencia de una obligación resarcitoria generaría resarcimientos diferenciados y no de una sola
“indemnización”, que se distribuye según un porcentaje de participación; esta es la razón por la que
el artículo 975 del Código Civil regula un escenario de restitución (p. 359).

Aunado a esto, debe decirse que la fuente de la obligación del artículo 975 puede ser identificable
como el desequilibrio patrimonial que ocasiona que un copropietario use de manera excluyente, es
decir, no permitiendo el uso de los demás, el bien, pues este obtendrá mayores beneficios
económicos a expensas del derecho que también compete a los otros, pero que no es pasible de ser
ejercido a causa del comportamiento del copropietario poseedor. Sobre el particular volveremos
más adelante al momento de explicar nuestra interpretación de la frase “con exclusión” del artículo
975 del Código Civil peruano.

Además de lo señalado, el artículo 975 no requiere de la verificación de un daño para su aplicación,


ya que su lógica es diversa, presupone que una persona no pueda ejercitar un derecho a expensas de
otro, lo que, sin causarle un daño, genera un incremento injustificado en el patrimonio de quien
excluye a los demás del uso del bien pese a la oposición de los mismos.

La jurisprudencia nacional se encuentra alineada en ese sentido y en reiterados pronunciamientos ha


establecido que la fuente de la obligación contemplada en el artículo 975 del Código Civil no es la
responsabilidad civil, así, por ejemplo, la Casación Nº 2477-2013, LIMA indica que no
corresponde el análisis de los elementos de la responsabilidad civil en el artículo citado y ya que
este encuentra su fundamento la retribución del valor del uso del bien:

2
“Artículo 974 del Código Civil peruano de 1984.- Cada copropietario tiene derecho a servirse del bien
común, siempre que no altere su destino ni perjudique el interés de los demás.
El derecho de usar el bien común corresponde a cada copropietario. En caso de desavenencia el juez
regulará el uso, observándose las reglas procesales sobre administración judicial de bienes comunes”.
3
“Artículo 394 del Código Civil español. - Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que
disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida
a los copartícipes utilizarlas según su derecho”.
SÉTIMO. - Que, la existencia de copropiedad acarrea como consecuencia que el
copropietario que haga uso exclusivo del bien común deba retribuir a los demás
copropietarios, pues dicho uso les concierne a éstos y afecta su derecho. Sin embargo, el
término “indemnizarles” a que alude la norma mencionada resulta equívoco, pues la
exclusión practicada por el copropietario no presupone la existencia de daños y perjuicios,
razón por la que en vez de indemnización debió consignarse retribución. Esta postura se
sustenta en que la norma bajo estudio hace referencia a que la indemnización a favor de los
demás copropietarios tendrá lugar en las proporciones que les corresponda en tal sentido, si
se estuviera indemnizando el daño causado por un acto ilícito tendría que abonarse montos
diferenciados por daños diferenciados y no un monto total a distribuirse entre los demás
copropietarios proporcionalmente, inclusive, cuando la norma usa el término
«proporciones” está aludiendo en realidad a las cuotas ideales que corresponden a cada
propietario. Por tanto, el monto que debe abonar el copropietario que excluye a los demás
copropietarios  en el uso de bien común no es un monto indemnizatorio, como
equívocamente señala la norma bajo comentario, sino se trata de una compensación por el
valor del uso a favor de los demás copropietarios.

(El subrayado y énfasis son añadidos).

En el mismo sentido, la Casación Nº 1970-2015, LIMA indica en su considerando Décimo que en


el régimen de copropiedad el disfrute del bien común corresponde a todos los copropietarios, por lo
que la llamada “indemnización es el reembolso por el uso del bien:

“DÉCIMO. - Que, bajo el sistema de la copropiedad, el disfrute que corresponde a todos los
copropietarios, y si del bien se obtienen provechos, los mismos también deben ser en
provecho de todos los copropietarios; entonces, si el provecho es percibido solo por uno de
ellos, se debe proceder al reembolso proporcional de los mismos, a través de una
indemnización”.

Un aspecto problemático relativo a la indemnización regulada en el artículo 975 ha intentado ser


abordado por el Pleno Jurisdiccional Nacional Civil y Procesal Civil del año 2021, el cual se
cuestionó el plazo de prescripción de la obligación de fuente legal derivada del artículo 975 del
Código Civil, de esa manera, el Pleno se planteó la siguiente pregunta: “¿Qué plazo de prescripción
extintiva se aplica a los supuestos de las indemnizaciones con carácter de obligación legal
reconocidos por el Código Civil?”.

Al respecto, se discutieron tres posturas que daban respuesta a la pregunta formulada por el Pleno:
(i) La primera ponencia establecía que debía aplicar el plazo prescriptorio de dos años, al tratarse de
una obligación que tenía su origen en la responsabilidad civil, (ii) La segunda ponencia indicaba
que, al no existir un plazo de prescripción expreso para las obligaciones de fuente legal esta no
prescribía y (iii) la tercera ponencia señaló que el plazo de prescripción era de diez años, al tratarse
de una pretensión personal.

Luego de la deliberación se adoptó por mayoría la posición sentada por la tercera ponencia, y se
consideró que aplicaba, regulando el plazo de prescripción de diez años, el inciso 1 del artículo
2001 del Código Civil:
El Pleno adoptó por MAYORÍA la redacción de una tercera ponencia que enuncia lo
siguiente: “En los supuestos de indemnización con carácter de obligación legal reconocidos
por el Código Civil por ejemplo el regulado por el Art. 975 del código civil (indemnización
nacida de la utilización exclusiva de un bien sujeto a propiedad por una de los
copropietarios) debe ser de aplicación el plazo previsto en el numeral 1 del Art 2001 del
código civil por tratarse de una acción o pretensión personal, salvo disposición legal
diferente”.

La decisión plenaria es acertada, las obligaciones indemnizatorias derivadas del artículo 975 del
Código Civil tienen la naturaleza de una pretensión personal, por lo que le es aplicable el plazo de
diez años establecido en el inciso 1 del artículo 2001 del Código Civil. Así, la pretensión personal
puede ser asimilada a la pretensión “creditoria” (Vidal Ramírez, 2006, p. 175), la cual, por su
estructura solo puede ser exigida ante un sujeto determinado al ser derivada de una relación jurídica
obligatoria.

Si bien la pretensión vinculada a la responsabilidad civil extracontractual también nace de una


relación jurídica obligatoria esta supone una excepción al plazo previsto en el inciso 1 del artículo
2001 del Código Civil, al contar con un plazo prescriptorio establecido de manera expresa. Por
tanto, salvo las excepciones que fija el Código Civil, las pretensiones personales, sean legales o
convencionales, prescriben a los diez años.

Hay que distinguir también el ámbito de aplicación del artículo 975 del Código Civil, respecto de
otros supuestos del Código; así, por ejemplo, la Casación 2452-2017, JUNÍN4 concluye que debe
diferenciarse los escenarios de reclamo de frutos por parte del poseedor ilegítimo y la
indemnización del artículo 975. El artículo 975 regula el caso de un copropietario que tiene derecho
a usar el bien, por lo que, al contar con un título válido no configuraría un escenario de
posesión ilegítima ni le resultan de aplicación los artículos 908 y 910 del Código Civil.
Siguiendo la misma línea, la Casación N° 2804-2017, ICA estableció que, en aplicación del
principio iura novit curia, que, si un copropietario invoca el artículo 910 del Código Civil, referido
al reembolso de los frutos obtenidos por el poseedor ilegítimo de mala fe, cuando en realidad el
caso versa sobre posesión excluyente de un copropietario deberá reconducir el caso según la norma
aplicable5.
4
“CUARTO.- En ese sentido, conforme se advierte de la Partida Registral obrante a fojas ciento veinticuatro
y siguientes, ha quedado acreditada que tanto la parte demandante como la demandada son copropietarios
respecto del bien materia de litis, por lo que el tipo de posesión que mantienen ambas partes es legítima,
conforme a derecho, por lo que no resultaba aplicable el artículo materia de denuncia, razón por la cual la
Sala consideró que en el presente caso, al no configurarse un supuesto de posesión ilegítima, no resultaba
aplicable lo prescrito en el artículo 808 del Código Civil, y sí resulta de aplicación el artículo 975 del
Código Civil, el cual va de conformidad con el desarrollo de los hechos al contemplar la figura de la
copropiedad, correspondiendo una retribución a la parte demandante, la misma que fue establecida por las
instancias de mérito”.

5
“DÉCIMO TERCERO.- De lo antes precisado, se advierte que la Sala Superior ha infringido el marco
jurídico aquí delimitado, pues, teniendo en cuenta el sustento de la demanda, correspondía al ad quem
determinar si resulta de aplicación el artículo 975 del Código Civil, el cual establece que: “El copropietario
que usa el bien de manera parcial o total, con exclusión de los demás, debe indemnizarles en las
proporciones que les corresponda, salvo lo dispuesto en el artículo 731 del mismo Código”; así como el
artículo 910 del Código Civil, según el cual: “El poseedor de mala fe está obligado a entregar los frutos
III. ¿USO EXCLUSIVO O EXCLUYENTE EN LA COPROPIEDAD?

Antes de abordar los alcances de la posesión “con exclusión” del artículo 975 del Código Civil,
cabe hacer una precisión terminológica: Por posesión “exclusiva” hacemos referencia a los
escenarios en los cuales existe posesión, por uno solo de los copropietarios pero sin una necesaria
oposición de los demás copropietarios, tal es el caso del copropietario que posee el bien mientras
que los demás cotitulares se encuentran en el extranjero sin mediar reclamos por parte de los
mismos; por posesión “excluyente” nos referimos a la posesión en conflicto con los demás
copropietarios, relegándolos voluntariamente, esto ocurre cuando el copropietario poseedor ha
declarado de manera indubitable su intención de no permitir el uso de los demás o cuando los
copropietarios no poseedores han solicitado el uso del bien común al poseedor recibiendo una
negativa como respuesta.
Por otro lado, preguntarnos si el artículo 975 del Código Civil se refiere a una posesión “exclusiva”
o “excluyente” implica diferenciar a los supuestos de uso del bien común, de los supuestos de
disfrute del bien común. Sobre ello, hay que indicar que el uso del bien común por un solo
copropietario es normado en el artículo 975 del Código Civil y el disfrute es regulado por el artículo
976. En el caso del disfrute del bien común también existe una obligación expresa de restituir
(reembolsar) los provechos obtenidos, claro que sin incluir el término “indemnización”, el cual,
según hemos indicado, resulta equívoco.
El fundamento de la obligación de reembolsar del artículo 976 del Código Civil reside en evitar el
incremento patrimonial indebido por parte de uno solo de los copropietarios, a expensas de los
demás, la necesidad de repartir los provechos obtenidos se evidencia de una forma más clara
considerando que todos tienen derecho, en la proporción de sus cuotas ideales, de recibir los
ingresos que genere el bien.
En el caso del uso del bien común la situación es un poco más difusa, pues no hay un ingreso
patrimonial externo que, a todas luces, merezca ser repartido entre los copropietarios, es, por el
contrario, la manifestación de un derecho que corresponde ser ejercido por todos, de manera que si
un copropietario usa el bien no causa per se un desequilibrio patrimonial en los demás, a diferencia
de lo que ocurría si este se niega a reembolsar los provechos obtenidos por el disfrute del bien.
La obligación de indemnizar del artículo 975 del Código Civil no nace entonces del mero uso del
bien, incluso si este es ejercido por uno solo de los copropietarios, sino de la verificación de un acto
fehaciente que involucre la oposición a que los demás hagan uso de su derecho de usar el bien
común con normalidad.
En esa línea de ideas, el profesor Arata sostiene que para ser titular de la indemnización basta con
requerir al copropietario poseedor que se cumpla con el pago de la retribución correspondiente,
independientemente de que este pueda acreditar que el bien se encuentra disponible para el uso de
los demás:
En nuestra opinión, al demandante le basta demostrar el momento a partir del cual requirió a
quien usa exclusivamente el bien para que cumpla con pagarle la retribución correspondiente,
es decir, su voluntad de negociar con aquel el derecho de usar el bien común que también le
percibidos y, si no existen, a pagar su valor estimado al tiempo que los percibió o debió percibir”. Todo ello,
en atención al principio de iura novit curia, en mérito del cual, el juez debe aplicar la norma que
corresponde a los hechos que sustentan la pretensión, aunque no hayan sido invocados por las partes”.
corresponde. No tendrá ninguna relevancia el hecho de que el copropietario que usa el
bien pueda acreditar su disposición para que los demás, igualmente, accedan al uso del
bien, porque es facultativo de estos ejercer la misma o pedir el pago proporcional del
valor de uso que ella representa. (El subrayado y énfasis son añadidos). (Arata, 2020, p.
510).
Cabe discrepar, respetuosamente, del profesor Arata en el extremo referido a que el copropietario
poseedor no pueda acreditar que el bien se encuentra disponible y así evitar el pago de la
indemnización, ya que si el sustento de la obligación del artículo 975 del Código Civil es el
desequilibrio que se produce por el impedimento de usar el bien entonces la indemnización solo se
deberá desde el momento en el que no se pueda, indebidamente, ejercitar el derecho de uso que es
reconocido a todos los copropietarios.
Por el contrario, si el copropietario poseedor posibilita el acceso al bien a los demás congéneres
entonces no existirá un desequilibrio patrimonial, la sola posesión no puede ser considerada como
un supuesto de indemnización pues es la manifestación del derecho que asiste a todos de usar el
bien, sin que ello involucre un enriquecimiento a costas de los demás.
Un sector de la doctrina argentina, comentando el artículo 1988 del Código Civil y Comercial de la
Nación argentina6 señala que la obligación de indemnizar nace a partir del momento en el que se
realiza la “oposición fehaciente” del copropietario poseedor, por lo que, si bien es necesario
comunicar el deseo de usar el bien, esto, por si mismo, no genera una obligación de indemnizar:
Por lo tanto, antes de la intimación no existe obligación alguna exigible, pues cada
condómino tiene derecho a usar y gozar de la cosa común, el que puede ejercer, se reitera, sin
el consentimiento del o de los demás copropietarios. Pero una vez exteriorizada aquella
oposición, y puesta en conocimiento del comunero que tiene la cosa, surgirá la obligación.
Recién a partir de la “oposición fehaciente” nace el derecho del condómino no usuario a
obtener una indemnización de parte del condómino que lo excluyó en el uso y goce de la
cosa. (El subrayado y énfasis son añadidos). (Causse y Pettis, 2016, p. 114)
Si bien el artículo 1988 del Código Civil y Comercial de la Nación argentina es más claro que
nuestro Código al indicar que la posesión debe ser “exclusiva” y “excluyente” el supuesto de hecho,
en el fondo, es el mismo, esto es: Cómo debe ser entendida la indemnización en el marco del uso
del bien común por un solo copropietario.
Por último, en el sistema francés, de donde hemos importado nuestro artículo 975 se diferencia
entre posesión exclusiva y excluyente, detallándose que solo la posesión excluyente del
copropietario genera la “indemnite d'occupation”, con relación a sus congéneres. Ello se puede
apreciar de una reciente sentencia de la Corte de Casación francesa, que, aplicando el artículo 815 –
9 de su Código Civil señala que la indemnización supone que la imposibilidad de los demás
titulares de usar el bien, a causa de la oposición del copropietario poseedor. De ese modo, la
Sentencia del 29 de setiembre de 2021 de la Corte de Casación, Resolución N° 10682 F, indica
que:
El tribunal recuerda que para que haya goce exclusivo no basta que un copropietario goce
solo de todo o parte del inmueble, sino que este goce debe ser incompatible con el derecho

6
“Artículo 1988 del Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. - El uso y goce excluyente sobre toda
la cosa, en medida mayor o calidad distinta a la convenida, no da derecho a indemnización a los restantes
condóminos, sino a partir de la oposición fehaciente y solo en beneficio del oponente”.
de goce de los demás copropietarios. La noción de goce exclusivo implica una ocupación
privada de la propiedad indivisa, excluyendo el derecho concurrente al goce de los demás
copropietarios. El hecho que da lugar a la indemnización es la imposibilidad de los demás
copropietarios de utilizar el inmueble por una situación de hecho o de derecho.
(El subrayado y énfasis son añadidos).
En función a lo indicado, y por si quedaban dudas, el mismo ordenamiento jurídico de donde hemos
extraído nuestro artículo 975 del Código Civil, regula que es necesario que la posesión del
copropietario sea incompatible con el derecho de usar de los demás y que lo que genera la
obligación de indemnizar no es la posesión considerada en sí misma, sino la imposibilidad de los
demás de usar el bien, lo que ocurrirá, ciertamente, solo si existe oposición a que estos usen el bien
de acuerdo con sus facultades.
IV. CONCLUSIONES

1. El artículo 975 del Código Civil peruano es producto de la importación legislativa del artículo
815 -9 del Código Civil francés de 1804, el cual establecía que el copropietario que use o
disfrute privativamente de la cosa común estará obligado a satisfacer una indemnización, salvo
pacto en contrario.

2. El supuesto regulado en el artículo 975 es uno de indemnización y no de resarcimiento, por lo


que no resulta necesario que el demandante acredite los elementos de la responsabilidad civil.
Asimismo, el artículo en mención tiene su fundamento en el uso excluyente que realiza un
copropietario sobre el bien común, impidiendo que sus cotitulares hagan lo propio.

3. A fin de invocar la indemnización del artículo 975 del Código Civil hace falta que el
copropietario poseedor se haya opuesto a que los demás ejerciten su derecho, por lo que el mero
uso del bien no hace nacer la obligación indemnizatoria regulada por el artículo.

BIBLIOGRAFÍA

1. Arata, M. (2010). “Indemnización por uso total o parcial del bien común”. En: VVAA. Código
Civil comentado. Tomo V. Lima: Gaceta Jurídica.

2. Arata, M. (2020). “Indemnización por uso total o parcial del bien común”. En: VVAA. Código
Civil comentado. Tomo V. Lima: Gaceta Jurídica.

3. Causse, F. y Pettis, C. (2015). “Comentario al artículo 1998 del Código Civil y Comercial de la
Nación Argentina”. En: Herrera, M; y Caramelo, Gustavo y PICASSO, S. (Coordinadores).
Código Civil y Comercial de la Nación comentado. Tomo V. Buenos Aires: Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

4. Maisch, L. (1985). “Exposición de motivos y comentarios del Libro de Derechos Reales del
Código Civil”. En: Revoredo, D. (Compiladora). Código Civil. Exposición de Motivos y
Comentarios. Tomo V. Lima: Industria Avanzada.

5. Vidal, F. (2006). “Prescripción extintiva y caducidad”. Lima: Gaceta Jurídica.

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