ESPECIAL

Aspectos problemáticos
de la defensa posesoria extrajudicial
Problematic upects of the out-of-court defense of possession

Julio Pozo Sánchez*

Resumen: El autor analiza un interesante caso, en el cual un abogado termina siendo condenado por
el delito de usurpación, luego de haber alegado a su favor el haber hecho uso de la defensa
posesoria extrajudicial en representación de su patrocinada. Asi expone que, lastimosamente, la
modificación realizada hace siete años por la Ley N° 30230 a la defensa posesoria extrajudicial no
ha resultado positiva, pues ha tornado a este mecanismo en uno complejo e incomprendido. Así,
considefa que el texto anterior del artículo 920 del Código Civil era suficiente para hacer frente a la
protección de la posesión, no siendo adecuado desnaturalizar esta institución, haciendo una
extensión al intervalo del plazo para su ejercicio, ni haciendo referencia al derecho de propiedad.
AbstraW. The outtioronalyzeson interesting case, in which a lawyer ends up being conv'cred iâr the c,•ime
ofusurpation, after having alleged in his(avor the use o/the extrajudicial defense ofpossession on bz'raifcf
his client. Thus, he states that. unfortunately, the modification made seven years ago by Law No. 30230i:a:”r. out-
of-court defense Thus, he considers that the previous iex‹of article 920 of the Civil Code was ofr.*'cenr to
deal with the protection ofpossession, not being oppropriate to denoturolize this in\Li”tur”on, mak.“i g an extension
to the intervalofihe term for its exercise, nor making reference to the light ofownershi”p

Palabras davé:Defensa posesoria extrajú diciaI”/Posesión/UsurpacIóri/ Propledad

X'eywords:£xrro/vdic/o/defenseofpassession/PossessIon/IJsurpoflon/Ownershlp
htarco normativo:
• Código Civil: arL 92II
Recibido: 12/llf202l Aprobado: 3íVll ion

•
Abogado por la Univef»idad Nacional Mcyor de San f tacos. Títulu ü« pusgraüu cii Estrategias ü< Ncs•›*i.t-
ció n por la Universidad de Casiilla-La Mancha (Españ i). Profesor universitarÍi› e¡l materia de D<re*h•›* Rv-.i-
les. Gerente legal en San Miguel Industrias PET S.A. (empresa dcl Gf upo lnterCorp).

GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL I N• 102 • DICIEMBRE 202t • ISSN 230S-3259 • pp. 9-19
APUNTES PREVIOS
El 12 de julio del 2014, durante el gobierno
del presidente Ollanta Humala, con el
propó sito de incentivar las inversiones en el
pais se pro- mulgaba la Ley N• 30230, Ley
que establece medidas tributarias,
simplificació n de proce- dimientos y permisos
para la dinamizació n de la inversió n en el
pais. La autó grafa se anun- ciaba como un
segundo“paquete reactivador" de la
economía, que el ejecutivo impulsó con el
objeto de evitar la desaceleració n econó -
mica que venía atravesando el pais.
Las reformas realizadas con ocasió n de dicha
promulgació n involucraron diferentes aspec-
tos legales, sobre todo y con mayor inciden-
cia, en materia tributaria. Sin embargo, el
capítulo VII, a diferencia de sus precedentes,
se refiere a lo largo de tres articulos (65, 66 y
ó7 de la Ley N‘ 30230) a disposiciones para
la recuperación extrajudicial de la propiedad
estatal, con el ánimo de combatir la ola de
invasiones que venía en expansió n.
Hoy por hoy, no cabe duda de que el cambio
más trascendental se consumó con la modi-
ficació n al ar:iculo 920 del Có digo Civil refe-
rido a la defensa posesoria extr•i• dicial. A
partir de él se efectuaron una serie de cam-
bios cstructurales en la forma de entender y
concebir la defensa posesoria extrajudicial,
a la que de alguna mancra la doctrina buscó
darle un sentido.
Esta polémica aón sigue presente, y aunque
ya kan transcurrido varios aflos desde la men-
tada modificació n, las consecuencias prácti-
cas recién comienzan por advertirse, y son
cuestiones que, si bien fueron trazadas en los
debates y criticas doctrinarias, no es sino con
la propia aplicación a la realidad evolutiva que
podemos vetlas materializadas.
En estn linea está pensado el presente articulo.
Contrastar y evaluar si la modificación al
articulo 920 del Código Civil, referido a
la
10 ptx 9-19 • ISSN 230S-32ss • DICIEMBRE 2021 • M° 102 | GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
dcttnsa posesoria extrajudicial, ha sido pro-
vechosa desdc la mera prá ctica o, caso con-
trario, determinar si aquellos temores advcr-
tidos con la promulgación de la ley hn almente
tienen cabida. Dicho de forma coloquial, ¿qué
sucedió con aquello que daba mala espina?
Con este enfoque, la cstructura del artículo
partirá de desarrollar la noció n de defensa
posesoria extrajudicial, para después analizar
un caso en concreto, con el propó sito de poner
sobre la palestra aquellas cuestiones tangibles
que a través del tiempo se han ido revelando.
Esta dinámica permitirá presentar el tema en
concreto desde un panorama amplio, a par-
tirdel cual sentaré mi postura y, en la misma
medida, invito al lector procurarse una pro-
pia. He ahí el propó sito.
I. DEFENSA POSESORIA
EXTRAJUDICIAL
“Se protege la posesió n para proteger la pro-
piedad, porque se presume que todo posee-
dor es propietario" (Von Ihering, 2004, p.
114). Con estas palabras, Von Ihering explicó ,
de manera muy puntual, que la ú nica razó n
por la que el ordenamiento jurídico protege
de manera especial y ú nica a la posesió n es
porque a partir de ella se logra exteriorizar el
derecho real de propiedad. Asi, si un sujeto
se muestra -en hecho- poseedor de un pre-
dio, no cabe duda de que es il el propietario,
pues su comportamiento ante la sociedad no
es otro que la del propio titular. La posesió n
se configura como un sustituto de prueba de
la propiedad (Mejorada Chauca, 2013, p. 200).
He ahi el fundamento de la posesió n.
Dado que el presente trabajo no se trata de
una investigaci6n que profundice sobre la
definició n de la posesió n, nos remitiremos
a lo establecido por el Có digo Civil en su
artículo 895 a efectos didácticos. Este pre-
cepto define a la posesió n como un hecho,
COfTiO Uf\ üCtO COflCfgtO, COmO cl ejcrcic iO
Escaneado con CamScann /:r
 A 7 AÑ OS DE LA NUEVA DEFENSA POSESORIA EXTRMUDICIAL: tQUÉ ERRORES CORREGIR?
fáctico de un sujcto sobre un bien, que cjercc
las facultades de usar y disfrutar c‹›n el fin dc
satisfacer un interés proyio.
Así, la posesió n como hccho permite cxtcri‹›-
rizar la propiedad, pero no solo ello, sino quc
además instituyc, a partir de eso, un derecho,
un derecho distinto y complejo que origina
una serie de prerrogativas beneficiosas. Por
tanto, el punto primordial parte de entender
que la posesió n es un hecho, un hecho que
inmediatamente se puede convertir en un
derecho pasible de beneficios. Así, es suma-
mente relevante en un ordenamiento jurídico
Como el nuestro saber, conocer e identificar
si una determinada situació n de hecho puede
o no calificar como posesió n, porque a partir
de esa calificació n van a surgir innumerables
efectos jurídicos.
Dentro de estos efectos jurídicos, uno de
ellos, es justamente el objeto del presente
comentar io, la “defensa posesoria extrajudi-
cial”, y como su propio nombre lo indica, se
trata de una prcrrogatÍVa facultada al posee-
dor a fin de que, indistintamente de osten-
tar o no el derecho a poseer, logre proteger
y defender frente a terceros la posesió n que
tiene ocupando sin necesidad de buscar tutela
jurisdiccional.
C oncebir a la dcfcnsa posesoria extrajudicial
exige de manera obligatoria conocer la defi-
nició n que sobre la posesió n adopta nuestro
ordenanticnio jurídico, esto, porque a partir
de le que entendamos por posesió n y de la
postura que asumimos, podremos determinar
si un sujeto de dcrecho puede o no efectuar
una defensa posesoria extrajudicial.
La defensa posesoria extrajudicial es den-
mo de los derechos reales, un mecanismo de
defensa de la posesió n tipificado en el artículo
920 del Có digo Civil, tras su modihcació n
por el artículo 65 de la Ley N° 30230, que a
la letra establece:
GACETA CNIL & PROCESAL CIVIL I N• 102 DICIEMBRE 2021 ° ISSN 2305-3259• pp. 9-J9
A rt fc u lo 9211.- Defen sa posesor 1 s
••'•^l•^‹• °‹
El poseedor puede rcpelcr la fuerza que
se emplee cnntra él o el hien y
recobrarlo, si fucrc dcsposcído. La acción
.se realiza dcntro ‹ic los quince (I3) días
siguientes a que tnmc conocimiento de la
despnse- sión. En cualquier caso, debe
ahslcnersc de las vías de hccho no
justificadas por las circunstancias.
El propietario de un inmueble que no tenga
edificació n o esta se encuentre en dicho
proceso, puede invocar también la defensa
señ alada en el párrafo anterior en caso de
que su inmueble fuera ocupado por un
poseedor precario. En ningú n caso pro-
cede la defensa posesoria si el poseedor pre-
cario ha usufructuado el bien como propie-
tario por lo menos diez (10) añ os.
La Policia Nacional del Perú , asi como las
municipalidades respectivas, en el marco de
sus competencias previstas en la Ley Orgá-
nica de Municipalidades, dcben prestar el
apoyo necesario a efectos de garantizar el
estricto cumplimiento del presente articulo,
baJo responsabilidad.
En ningún caso procede la defensa pose-
soria contra el propietario de un inmueble,
salvo que haya operado la prescripción,
regulada en el artículo 950 de este Código.
Como se colige, este mecanismo de defensa,
a diferencia de sus aná logos, btiilrda caracte-
rísticas ú nicas dentro del ordenamiento, y es
que mediante él se hace posible la auto tutela.
aquella herramienta de acció n dirr•cta que cl
poseedor emplea.sin cl permiso dcl Estadu
para la defensa de sus derechos; así, vcriti-
cá ndosc ú nicamcnte el despoju y cumplicndo
detcrminzidos requisitos, la de II itsa post -
sorio extrajudicial se encuentra operativa.
Esta figura representa un símil a la lcgítiitia
defensa desde un 5mbito penal. Asimismo.
no debe pasar ‹lcsapcrcibido que la redacció n
del texto refiere una protecció n no solo de la
posesió n, que es lo que naturalmente debe
establecerse, sino adcn ú s dc la propieü aü ,
cuestió n que se someterlo a análisis más ade-
lante. Y finalmente, remitiéndonos al plazo
extendido, que a diferencia de !a redacció n
original donde se suponía una defensa inme-
diata, tocará cuestionarnos: ¿la modificació n
fue realmente positiva?
II. CASO EN CONCRETO
El caso que hoy nos convoca por sus fines
prácticos se encuentra signado en cl expe-
diente N‘ 5753-2015' del ámbito penal facili-
tado por nuestros amigos de Gaceta Jurídica;
y sí, aunque el presente comentario alcance
materia estrictamente civil, la sentencia de
vista que a continuaci6n se desarrollará deja
en claro un precepto: si no se establecen lími-
tes claros y una correcta interpretación de la
norma, sea en materia civil u otra, las incon-
sistencias generadas pueden rebasar respon-
sabilidades penales, poniendo en riesgo la
propia libertad personal de los sujetos, quie-
nes debido a una mala interpretació n termi-
nan viendo sus derechos gravemente mella-
dos. Dicho ello, los hechos que llevaron a este
rpzonanjÍentO (tlerofl IOS Si$uienteS:
Con fecha 10 dC SCtlCmbrc dcl año 2015, en
horas de la madrugada, un grupo de veinte
pcrsonns aproximadamente, luego de cons-
tituirse en la puerta dc ingreso dcl centro
de esparcimiento dcl Colegio dc Ingenie-
ros dcl Perú (Chiclayo), mediante violencia
y cmcncza con arma de fuego sc dispusicron
a tomcr posesión dc una parte dot inmueble
mencionado.
Dentro de este grupo de personas se bailaba
cl Ictrsdo Vidal Zapata, quien manifcstaba
encontrarse aiií en Calidad de abogado de su
patrocinado, Empresa Procesadora dc Ali-
mentos TI-CAY S.RLL., prestando servicios
dc nscsoríc legal en ct marco de una defensa
1 Prim mnyomi referenciar ic pude consultnr eÍ siguiente enlace: https://lpderecbo.pe/sbogsdo-asesoría-cliente-
drfenu-posesoria-condenado-uiurparioo-sgrnvcda/
j x 9-19 • ISSN 2305-3259 • DICIEMBRE 2021 • N• 102 ( GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
posesoria extrajudicial, en el entendido de que
el bien materia de litis se trataba de un terreno
propiedad de su patrocinada.
Tal fin no pudo concrctarsc pues la Policía
Nacional del Perú sc hizo presente en el acto,
frustrando la”recupcraci6n"de posesión que
pretendía ejecutar el grupo de personas men-
cionado, incluyendo a Vidal Zapata.
El caso fue acogido por la Fiscalfa bajo el
tipo penal de usurpació n agravada, artículo
202 (tipo base) y articulo 204 (agravantes)
del Có digo Penal. El juez del Segundo Juz-
gado Penal Unipersonal de Chiclayo con-
denó a los acusados (entre los que se encon-
traba el letrado) por el delito de usurpació n
agravada, toda vez que la patrocinada, la
empresa Procesadora de Alimentos TI-CAY
S.R.L., no habria actuado con intenciones de
efectuar una defensa posesoria extrajudicial,
sino más bien de despojar de su estatus al legí-
timo poseedor, el Colegio de Ingenieros del
Perú , filial Lambayeque. En consecuencia, las
acciones de violencia y amenaza se enmar-
carían ú ntcamente en un caso de usurpació n.
Los condenados apelaron la sentencia.
III. CONTROVERSIA EN SEGUNDA
INSTANCIA (IQUÉ ADUCÍA EL
ACUSADO? VS. IQUÉ J\DUCfAN LAS
INSTANCIAS DE MÉRITOS)
En una segunda instancia y ante los cargos
imputados, la defensa de nuestro colega plan-
teó la siguiente defensa:
gl condenado debe ser absuelto toda vez
que su presencia en los hechos obedecieron
estrictamente a su calidad de letrado, en el
entendido de que sus patrocinador (Empresa
Procesadora de Alimentos TI-CAY S.R.L.),
amparados en cl articulo 920 del Código
Escaneado con CamScanner
 A 7 LOS DE LA NUEVA DEFENSA POSESORIA EXTRAJUDICIAL:jQUÉ ERRORES CORREGIRÁ
C ivil, ostcntaban la calidad de propietarios
sobre el bien objeto de litis, lo cual se puede
demostrar mediante la escritura pú blica de
compmventa dCl RiiO lTiil novecientos noventa
y nueve, inscrita en el añ o dos mil once; en
este entender, su intenció n era ú nicamente
ejercer la defensa posesoria extrajudicial.
Ejercicio regular de su derecho como abo-
gado, termina por denominarlo.
De no ampararse tal argumento, la defensa
propuso una segunda tesis alternativa. Indicó
que el meollo delictivo es producto de un
error de hecho invencible, toda vez que aun
siguiendo con las diligencias correspondien-
tes, cerciorando que sus patrocinados eran
propietarios y verificado que el bien se tra-
taba de uno en construcció n poseído por un
tercero, el Colegio de Ingenieros del Perú , era
imposible advertir de la situació n real.
Y, finalmente, en una tercera y ú ltima tesis
debe considerarse que el delito que se atri-
buye a su patrocinado habria quedado en
grado de tentativa, porque la ocupació n del
terreno que el Colegio de Ingenieros del Perú
reclama como suyo, producida el diez de
setiembre del añ o dos mil quince, no se ter-
minó por despojar debido a la inmediata pre-
sencia de la Policía; por lo que la pena que
le corresponderia a su patrocinado es una
pena menor, que podria ser suspendida en
su ejecuci6n.
Ante ello el colegiado, rechazando lo argu-
mentado, sefialó:
Noveno: En referencia al ejercicio regu-
lar del derecho como abogado, postulado
por el sentenciado Vidal Zapata, para pre-
tender que su acció n sea declarada lícita,
ta Sala (...) seíiala que dicha pretensió n es
inviable (...) porque la defensa posesoria
que ahrmó realizar a favor del terreno de
su cliente, Empresa Procesadora de Ali-
mentos TI-CAY S.R.L., carece de funda-
oseoto, porque tal defensa legítima de Ja
posesión inmueble solo está xutorlzsda,
segúo el srtfculo 920, prizaer párrafo,
GACETA CIVIL 6 PROCESAL CIVIL I N• J02 • DICIEMBRE 2021 • ISSN 2305-3259• pp. 9-19
*La defensa posesoria
extrajtidÍClíll representa
un slmil a la legítima
defensa desde un ámbÍto
penal. Asimismo, no debe
pasar desapercibido que la
redacció n del texto actual
del artículo 920 del Có digo
Civil refiere una protecció n
no solo de la posesió n, que
es lo que naturalmente debe
establecerse, sino además de la
propiedad*.
del Código Civil, a los posesionarios de
Inmuebles, condición que la mencionada
empresa ni su abogado, el sentenciado,
acreditaron en forma alguna tener (.. .).
(el resaltado es nuestro).
Décimo: En menció n al error de prohibició n
invencible postulado como argumentos de
defensa por el sentenciado Vidal Zapata,
a fin de ser liberado de toda responsabili-
dad penal (...); la Sala es también enfatica
al negar dicha pretensió n impugnativa; pri-
mero, porque el aludido sentenciado es abo-
gado de profesió n y, se sobreentiende, espe-
cialista en la defensa de derechos reales,
como la propiedad y posesió n de inmueble›;
segundo, porque la Empresa Procesadora de
Alimentos TI-CAY S.R.L., que supuesta-
mente representó , no acreditó haber estado
en algú n momento en posesió n de dicho
inmueble y; tercero, porque, como ya so
explic6, el acta de constatació n realizada
por el notario de la ciudad de Chiclayo(...),
en forma alguna demuestra dicho derecho
de posesión. Por tanto, el sentenciado Vidal
Zapats el decidir, junto a otras personas,
13
 ocupar cl ínmucblc poseído par el Colegio
de Ingenieros, tuvo conocimiento que lo
hacia fuera dcl supuesto de defensa pose-
soria legítimo, previsto por el artículo 920,
primer párrtfo, del Có digo Civil, que solo
autoriza, inciuso por la fucrza, a ocupar un
inmuchlc. del que antcs fue dcsposeído su
titular. En consccucncia, ćl no actú o por
error, vcnciblc o invcnciblc, sobre la ilici-
tud dc su acció n, pucs por conocimiento y
chperiencia, siempre supo que no le estaba
pcrmitido actuar como Io hizo: más aún.
porquc cs un ał›ogado: es
conoccdor dci derecho.
Octa'vo: En mcnció n a la tentativa del delito
de usurpació n, propuesta como fundamentc
dc una prctensió n rrductora de pena por
cl scntencigdo, la Sala es (. . .) scñ ala que
dicha prctcnsió n es in›’îabIe (.. .). porquc
scgú n las prucbas actuadas, que incIu}’cn
cl acta dc intcrvcnció ri çmlicial. c fcctuada
s‹›I‹› m‹›mcnt‹›s dcxpućs dc prrduc ida la ocu-
pacić›n dcl inmuchlc, s›hjcł‹› dcl ‹Jrl›to › rl
ac\a dc c‹›nstatacu›n {x›liciaI. real inn ‹Io car
i»ixmn dia, cn l›‹›rax dc la Iordc; :n í r‹›ni‹*
la dry:laraci‹‘›n tcxtim‹›nial dcl i\' ilan‹r ( I
y’ dcl țu›licIa (. . .); qurd‹› JrhiJan›rn\c r i.
l›IccId‹› que cl zc\‹› dc ‹›c upa r i‹›i› ( . . ) • r
Ü ‹ïłtcrrłć1 nil sOl‹ł {x›f la Çi’rSrn¢”i.I ‹lr i11.•^ ‹łr
veintr prr ‹›nax cr› c“I lute.ai, <m› pot lu pi r
cncia d.c maquinaf ia prxnd a. ( . . .) x n .•ir-
i ial dc c‹›ii»ir«crì‹k, ‹. . .) vrint i‹•rh•› ‹ ‹›lui»
nan dr lìrrr‹› I iatas pura sci r‹›l‹• «da• j un
cet”cc› dr paranłrs dr madrra. •‹›:•łriHcod•›
una n alia nryra t. ..). qur c‹›nf›rni• qur l‹»
sentrnciad‹›s lIrg•xr‹›n țsara qurJxr»r, rxclu-
yrndn dr lv {x›scsió n dc dichu innsurhJr ‹I
C‹›lryit› dc Iny¢nirras, qur si him n‹› dun›
pur mucho iicmpo, cll‹› se dcbi‹i s lz aclii nd
lìrme dc los x igilzntes, del dream› del Cole-
git› dc lnyrnicr‹›s ț’. țx›r supurstn, dø ta pr•li-
cia, que solo zn‹›mrntos dcspużs dr hsbcrsr
ț›rnducidc la c›cuț›aciń n ohtigô a los ocu[sJn-
trs c rrtirarsc. drtrnicndo incluso a muchus
dc chos: ir›do la cual oo hsce sinu confirmar
qur rl dclitn dr usurpaciń n rs un delito dc
* F¥ra may‹•ret rcfctez•ciu ronsultar: Gonzales (3I d< octubrc drl 20l7j
pp. 4-19° ISSN 230S-32S9° DICIE/•tBRE 2021 • N° \02 I GACETA CIVIL 6 PROCESAL CIVIL
consumació n instantá nea, aunque d¢ ef¢c-
tos permanentcs.
Por tanto, at amparo dcl artículo 920 del
Código Civil, la tesis de la Sala scńala que
Vidal Zapata no podía en ninguna form.a ejcr-
cer una defense posesoria exlrajudicial. toda
Nez que esta se circunscribe solo s quien
pose3endo fue despojada de ese extat us, y
en el caso de su patrocinada no exists pru<b.1
alguna que demuCstrt ílll cj¢rciui0 prL¥'i‹› dC
posesió n dcspojadcl.
dccir,
Finalmente. la sal. confirms 13 3pclaJa dis-
ponicndc ocho ań os de pena pri›'at I\’2 dc
Iib<r‹ad para cl lrtraJu ș Ins den›:is ac‹isadcs
a[›eIantc> țx›r la cnmisiú n Jcl ¢lü litc› dc us\ir-
pociń n a¿›ra ”3d4.
Con ncasi‹,n dc este ›‘crsus, Gut›tlicr Gunza-
Irs harrc\n, a ț›cdid‹› dcl lctra‹l‹›. suscribc” M
inf‹arn›c ss›hrc lv icy›.iIitt.\d ctc l‹i it\tcr\tn iú ti
slc un JA›ș’4‹]n c‹›ł\i‹› prt›tŸ si‹›n:il tlcl clcrü ChtJ
en l‹ ‹Lili en i. th tin J hal‹›j‹› t,xtraj i‹(i i•tl
tfcl jnmuchlt. l•it cslc. .i y:\rtir ‹lc m\:\ visi‹›n
‹I‹• tr in. r
IV. INFORME DE GUNTHER GONZALES’
Ill inł‹›rmc curnicny•› pur dcsPletțor un aiiú-
Ii›i» Joctrinul dc la prutccción que c] ordc-
namitnto pres ć para la posesión y para la
yrupi¢JaJ. As¡ seê«l« q•c “(...) el sistema
juridicu sc bab*3 Orl glas que protcgcn la pro-
piedad, pcro tambien en rcglas que protegen
laposesión”, par consíguicnte “(. ..) la propie-
dad ›’ la posesión tiencn sus propius
mecanis-
mos de defcnsa, sea judicialCS O Ł ‘udicia-
les” (Gonzales, 31 dc octubre del 2017). De
esta forma sc sienta una clara diferenciaci6n
entre ambos preceptos.
 A 7 AÉ iOS DELA NUEVA DEFENSA POSESORIA EXTRMUDICIAL: ¿QUÉ ERRORES CORREGIR?
Acto seguido, Gonzales realiza un contraste
entre la defensa posesoria extrajudicial clá-
sica y la defensa posesoria vigente, la primera
al amparo del artículo 920 antes de su modi-
ficació n y la segunda con el texto que rige a
la actualidad.
“La defensa posesoria extrajudicial, clá sica,
discííada en el texto original (...) era impe-
cable: el poseedor podia defenderse en el
momento del ataque realizado por un ter-
cero; el poseedor despojado podía recuperar
la posesió n, por mecanismo extrajudicial, en
el lapso de un dia; el poseedor despojado,
luego de ese dia, solo podia actuar por medio
del interdicto de recobrar, durante un añ o; el
poseedor despojado, que fuese propietario,
y luego del afro, podía accionar por reivin-
dicació n, que tiene cará cter imprescriptible"
(Gonzales, 31 de octubre del 2017), una pose-
sió n extrajudicial sin intervalo de tiempo, y
efectuada naturalmente por el poseedor.
Ahora bien, la indicada sistemática se quebró
con la Ley N° 30230, que modificó el articulo
920 del Có digo Civil, instituyendo en ade-
lante tres reglas dtferentes:
s) El posccdor despojado puede recupe-
rar la posesió n en el lapso de quince
días contados desde quc se tomó conoci-
miento dcl acto ilegitimo de despojo, lo
que puede ocurrir varios añ os después;
por lo que el plazo anual de los interdic-
tos deja de tener sentido;
b) El propietario, no poseedor, tiene la
misma facultad de procurarse la pose-
si6fl, en forma extrajudicial, cuando: a)
se trate de inmueble sin edificació n o
en proceso constructivo; b) el ocupante
sea “poseedor precario"; c) el ocupante
no supera los dirz añ os de posesió n; d)
facultativamcnte, contar con apoyo poli-
cial o municipal; y,
‹) El propietario es inmune a la defensa
posesoria dc un tercero, por tanto,
aqucl cuenta con la facultad de tomar
la posesió n cn forma extrajudicial, sin
GACETA CIVIL 6 PROCESAL CIVIL I N• 102 • DKIEMBRE 2021 ° ISSN 2305-32S9• pp. 9-19
consecuencias negativas para El, pues,
quien tiene una facultad legal, no puede
cometer un ilícito. (Gonzales, 31 de octu-
bre del 2017)
Con este contraste, Gonzales construye
una crítica a la modihcació n advirtiendo de
las consecuencias negativas y, centrá ndose
ahora, en (i) el excesivo plazo, (ii) la propie-
dad como objeto de defensa posesoria y (iii)
la inmunidad que indirectamente se le otorga
al propietario.
Sobre esta base conceptual y problemá tica
advertida, el informe pasa a desarrollar un
estudio en estricto sensu del caso materia de
analisis, al respecto refiere:
(...) En el caso concreto, el abogado (...)
Vidal Zapata actuó en la creencia razonable
y legítima de que su patrocinado Empresa
Procesadora de Alimentos TI-CAY S.R.L.
contaba con la facultad de procurarse la
posesió n, por sí misma, de conformidad con
la segunda y tercera regla del nuevo artículo
920 del Có digo Civil, modificado por la Ley
N° 30230, que permite a los propietarios no-
poseedores, tomar unilateralmente la pose-
sió n por medios extrajudiciales. (...). Por
tal motivo, la sentencia penal incurre en
grave error de razonamiento cuando se
llmita u leer el primer párrafo del nuevo
artículo 920 del Código, modificado por
la Ley N‘ 30230, pero se olvlda de hacer
lo propio con los tres párrafos siguieates
que permiten al propietario, por ese solo
hecho, y sin posesión, procururse de modo
extrajudicial el ejerciclo efectivo del bien.
(Gonzales, 31 de octubre del 2017)
Enelpresente caso, la Sala Penal basa su infe-
rencia en la falsa premisa de que la protec-
ción posesoria, hoy, solo la puede realizar el
poseedor, lo que no es cierto.
El razonamiento errado de la corte nace de
la confusión que generó la modificación,
a lo que Gonzalcs denomina “disposición
exótica”, debido a que no tiene preceden-
tes en ordenamientos jutidicos de la región.
Asimismo, sefíala que el texto que hoy some-
temos a estudio “(...) roza con el delito de
usurpació n al autorizarse el despojo de posee-
dores con moderada violencia, por lo que
se constituye en el campo perfecto para que
un abogado, al someterse a su endeble
amparo, y, bajo la confianza que dispensa la
ley, pueda realizar actos que luego sean
cuestionados desde el derecho penal. Por
ello, y en virtud de esa novedad, casi rayana
en la defectuosa originalidad, se impone, con
mayor razó n, la aplicació n del error de
prohibició n" (Gonza- les, 31 de octubre del
2017).
V. POSTURJ\ PROPIA DEL CASO
(PROBLEMAS ADVERTIDOS,
CRÍTICAS)
A este punto, qucrido lector, podrú adx crtir
q g ¢} [jrincÏpal [jroblCma CXgUC5IO CS l3 ¢ÏCS-
naturaliració n de la figura primigcnia, IoJa
x cr qtie la modificaciú n cfcctuada p‹›r la Lcy
}',/° 30230 al art ículo 920 dcl C‹›Jiy‹› Ci*‘t I
jgçI1j¡t¡ |g ¢¢jui ¥’OC3¢]3 ÇTL4t ttC i Un JCI JÚrL - c}
¡t¡ real de propiedad ined Íanle la dc fen sa tyt
$¿$g ( CXtrajUdjClijl. y nc3 SOlc› Ú) lt3, St ITL1 q\jg
3 [jgrtir dc Cxt3 sC ic pF‹\CUF2. Z¢)Ci11Ü S. tj jj,j
)yçjj,tgç' ¡t\{y Vi St A y 3Iy1 {3| I3. N3 Ü 3 t¢'fl Í3
que x›<r la defensa pc»cs‹›ria c‹›n la propic-
type, Cl t¿rminc es Cl3rt›, c IC nzrcani t›zo de
dcI¿nsa se circunspccta a la posesión, enten-
derlo de mndo distinto gcn¢ra una gran con-
fusión. y cs‹› ç›crquc cl universo que cnvuel c
a ambas in.stit ucioncs(posesión y propiedad)
es sencillamente disímil, mientras uno nace
de un hccho tangible, d€ Una COnducia espe-
cífica p«ra cnnx’crtirsc, tal vez, en un derecho,
cl srgunón es un dcrccho en sí mismo, es un
j›odcrjuridico que ¡Permite efectuar poderes
in herentes.
Es imporlanle centrarme en este punio, pues
es aquí donde se encuenira el fundamento
de la crítica que realizo. Se admite que la
defensa ¡Posesoria extrajudicial protege un
hccho, un hccho palpable y visible, un hccho
que d¢ ser {Perturbado se nos faculta repelcrlo
16 pp. 9-t9° ISSN 230S-3259 ° DICIEMBRE 2021 • N• 102 I GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
extrajudicialmentc y de mancra inmcdiata, a
toda acción corresponde una reacción, csa es
la l6gica; sin embargo, con lanto‹lificación
no solo se protcgC un hccho(poscsión) sino
tam- bién parece protegerse un dcrccho, un
poder que en hechos nc se anuncia (
propiedad).
¿No es que acaso se llevan proccsos extensos
para determinar si un sujeto es propietario o
no? Ima¡;ineinos con ello un propietario que
nunca acudió a su bien, ni siquiera a cono-
cerlo. firmó la escritura y ' •s' strii el predio,
y má s nada; aqui no aplica la ley de la acció n
y la reacció n porque nunca existió acciú n en
hecho que se pueda repeler, así, el derecho
de propiedad es invisible si no se materia-
liza. Entonces. ¿có mo es que el articulo 920
del Có diCo Civil faculta. a quien afirme ser
propietario, defender extrajudicialmente su
propiedad .sin filtro previo u otro aná logo''
IJsIc csjustamcntc lu que accntc”cc con nuestra
colega. al amparo dcl art ículo 920, segundti y
tercer parrati› Jcl Cúdigu Civil. Él constató
que su p3trntin‹tdd cra, en clt”cto, propietaria
JcI bien Incdiat\tc escritura pública dcl año
IIII; neil» isnto, rcinitiünJusc a la partida
registral inscrita cN cl al\o 201 I, no encontró
pcrcanccs que manifiesten lo contrario. En
atención a ello y bajo la premisa de que todo
propietario puede dcI”endcr su posesión hastl
d¢ntro de diez años siguientes, nuestra colega
presumió un ejercicio reg tlar dcl derecho.
¿Cómo determinar que dicho título cra nulo'*
La sentencia en ningún momento hacc refe-
rencia al mismo, esta se centra únic2mentc
en laposesión, pero ignora el posible
derecho de propiedad en el caso. ¡Vaya
contrariedad!
Nótese que este aspecto da paso a una gran
problemática, y es que, al referirse al pro-
pietario como sujeto de protección mediante
la defensa posesoria extrajudicial, debe üc
establecerse una clara diferenciació n: exis-
ten propietarios poseedores y propietarios
no poseedores. kuspecto de los primeros,
cl mecanismo se aylica sin ningún inconve-
niente, pues más allá de ostentar un poder
nscaneaao con »amacanner
 A 7 AßOS DE LA NUEVA DEFENSA POSESORIA EXTRAJUOICIAL:tQUÉ ERRORES CORREGIR?
jurídico son poseedores y es Io que rcalmente
importa; sin embargo, con referencia n los
segundos, propietarios no poseedorcs, situán-
donosen un supuesto donde estos nunca pose-
yeron el bien y su presencia en el mismo fue
casi nula, ¿có mo hablamos de una defensa
posesoria, si el accionante propietario nunca
efectuó la posesió n? Entonces, ¿qué es lo que
se està defendiendo finalmente?, ¿su posesió n
despojada? o ¿sus poderes inherentes de pro-
piedad? He ahí el meollo.
Finalmente, y remitiéndome a la Casació n
N° 135-2017-Lambayeque, del 24 de noviem-
bre del 2017. que motivó la presente en su
recurso extraordinario, la Corte Suprema cul-
minó señ alando:
(...) El sustento fá ctico imputado en la
acusació n fiscal, ha sido encuadrado en
el artículo 204, incisos 1 y 2, del Có digo
Penal, que sanciona el delito de usurpació n
agravada, con una pena privativa de libertad
no menor de cinco ni mayor de doce añ os,
circunstancias en las que el quantum puni-
tivo con el que la ley castiga el delito some-
tido ajuzgamiento, en su extremo mínimo,
no alcanza los Iímites establecidos por la
norma procesal. Si bien cs verdad, los recu-
rrcntes enunciaron el artículo 427, inciso
4 del Có digo Adjetivo, también lo es, que
no cfcctuaron anźlisis alguno respecto a la
neccsidad del desarrollo de doctrina juris-
prudencial, sobre aljțú n tema concrgto rela-
cionado al caso sub examine (en virtud de
examinar).
Una vcz mżs, Io adjetivo termina por sobrepo-
nerse a lo sustantivo. La lamentable pobreza
intcrprctativa de nuestros órganos jurisdic-
cionałcs, tal como to seï\ala Gunther Gon-
zales, pcrmiten el abuso del derecho y del
debido proceso, no obstante, me permito afîr-
mar que tal cueslió n linda con problcmźticas
que sin duda mcrecen una anźlisis propio,
razonado y profundo.
Lo antcrior hace posible alegar válidamente
que, aunque cl segundo y tercer párrafo evoca
5A€£TA CIVIL & PROCESAL CIVIL ) M• 102 • DICIEMBRE 2021
' La defense posesoria
extrajudiCial se
desnaturaliza toda vez que
se le Isa adİClORílČO Uflíl
supuesto protecció n a la
propiedad, Io cual no tiene
sustento legal. La defense de
la posesió n solo se debería
referir a la posesió n, la
referencia a la propiedad
es errada y constituye una
fuente de problemas e
lnconsistenclas* .
al derecho que tiene el propietario de recu-
perar su bien, una cosa es clara, este derecho
debe ejercerse siempre dentro del manto de
la premisa que establece el primer pá rrafo.
Es totalmente permisible entender, má s allá
de la redacció n postulada y del aná lisis que
hace Gunther Gonzales, que este artículo por
má s referencia a propiedad que haga, debe
entenderse y aplicarse dentro del supuesto de
un efectivo despojo; considerar que un pro-
pietario puede recuperar el bien por el solo
hecho de serlo sin existir despojo permiti-
ria una suerte de desalojo extrajudicial que
el ordenamiento no tolera, tal lectura tam-
bién puede ser válida y, por supuesto, sentar
un argumento suhciente como para conde-
nar al letrado, sumando a lo establecido en
sede penal.
VI. ESTANDO A LO DICHO,
tLA MODIFICACIÕN FUE POSITIVA7
Habiendo anałizado el caso prú ctico y advir-
tiendo de las inconsistencias que desdc la
l!î5H 2305-32s9 • pp. &19 1y
 WZüUIVIL
& pcx es‹al cM
propia realidad y voráginc se mucstran, la
interrogante que toca cucstinnyrnos cs: ¿Fue
positiva la modificación dispuesta por In Ley
N° 30230 al artículo 920 dcl C6digo Civil†
La respuesta le hace honor al caso expuesto,
definitivamente no.
Lo cierto es que una auténtica defensa posc-
soria extrajudicial debe ser pura y simple,
libre de excentricidades y concebida ú ni-
camente para repeler la perturbació n a un
hecho fáctico (posesió n) de manera inme-
diata. Lamentablemente, la modificació n,
má s allá de salvaguardar el derecho del débil
propietario que entiendo fue la intenció n pri-
migenia, terminó por alterar la esencia misma
del mecanismo que hoy nos convoca, tornán-
dolo complejo, incomprendido y sobre todo
desnaturalizado.
En esia linea, la complejidad anunciada se
advierte debido a que la nueva defensa pose-
soria se compone, ahora, de diversas insti-
tuciones, esto es la posesió n y la propiedad,
requiriendo para su calificació n, evaluar no
solo una posesió n perturbada, sino también
títulos de propiedad, ello a fin de determinar
si es amparable o no ral defensa de auto tutela.
Este escenario a su vez vuelca incomprendida
la figura, lo que ocasiona que sea inutilizada
o usada como medio de abuso. Y, hnalmente,
aquel punto que se ha repetido hasta el har-
tazgo, la desnaturalizació n.
En mi opinió n, la defensa posesoria extrajudi-
cial ha quedado desnaturalizada en atenció n a
dos cuestiones claramente diferenciables: (i)
el intervalo de tiempo y (ii) la supuesta pro-
tecció n de la propiedad.
Con relación al intervalo, el plazo que rige a la
actualidad es de quince días de tomado cono-
cimiento dcl despojo, el posesionario o en
todo caso el propietario que recién toma cono-
cimiento, tiene todavía 15 días para “reyu-
lcr" la fuerza. Esta práctica, en mi opinión,
PP- 9-19 ° ISSN 2305-33S9 • DICIEMBRE 2021 • N• 102 ( GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL
Jcsncturaliza aún más la figura pues una
dc£cnsa pnscsnria está pensada para scr
inme- diata, para rcr reactiva, para rcsynndcr
al ins- tante, In qtic nn se aprecia en cl
presente.
Per ntro lado, cl mecanismo sc Jcsrtaturaliza
tcdo vez quc se fc ha adicionado una supuesta
protecci6n a la propiedad, lo cual n‹› tiene sus-
tci tn legal. La defensa de la posesió n soln se
debería rcferir a la porcsi6n, la referencia a la
propiedad es errada y constituye un r‹›cntc
de problemas e inconsistencias, com‹› se ha
advertido en el acá pite precedentc.
Por otro lado, no puede pasar desapercibido
que esta defensa, al tratarse de propietarios,
se ejerce ú nicamente en aquellos inmuebles
que no tenga edificació n o esta se encuen-
tre en dicho proceso, dice la norma, por lo
que al hablar de una casa construida y con
todos los acabados. sería imposible obtener
amparo extrajudicial. Sin perjuicio de ello, en
la actualidad, se protege al propietario incluso
cuando conste una construcció n en ciernes,
en camino, empezando, realmente no e.xiste
un consenso en este aspecto, por lo que aú n
es una duda que nos aqueja.
No quiero dejar de señ alar la referencia al
poseedor precario que, con ocasió n de la
modificació n, también se lo citó . Aquí, nues-
tro legislador llama al precario queriendo
hacer referencia a un invasor, entiendo eso
se quiso decir sin mucho fin, ese es el enten-
der final que le brindó .
Y, para concluir, no debe pasar desapercibido
el llamado de soporte que cl teXtO nOrfTl2t\VO
hace a la fuerza pú blica y a la municipali-
dad de la jurisJicciú n. en el cntcnü cr dc que
estos tienen la respunsabilidaJ de brindar la
protccci6n necesaria a fin de ver echada la
norma. A partir le rim se ccncretü , .t/0tná s.
aquel anuncio que se hacc para den obtrar et ic
se tomó conocimiento tlcl ü c»pcjt›, cuti oca-
sió n del «uxilio.
Escaneado con
 A 7 AÉtOS DELA NUEV1 DEFENSA POSESORIA EXTRAJUDICIAL:¿QUÉ ERRORES CORREGIRÁ

REFLEXIONES FINALES En dcfinílive, y como se advierte clel caso

La defensa posesoria extrajudicial es natu-
ralmente pura y simple. El verbo rector que
nos ocupa, “repeler", se concibe como una
reacción inmediata ante una acción, en este
caso, un despojo que destruye el estatus de
un hecho tangible (posesión).
La s timosamente, la modificación efec-
Gonzales, G. (31 de octubre del 2017). Informe
tuada por la Ley N° 30230 no fue positiva,
pues distorsiona la naturaleza antes descrita
y torna el mecanismo en uno complejo e
incomprendido.
Considero, desde una postura personal, que
el texto anterior artículo 920 del Có digo Civil
era suficiente para hacer frente a la protecció n
de la posesió n. El intervalo de plazo exten-
dido y la referencia al derecho de propiedad,
desnaturalizan por completo la hgura que
hoy nos convoca.
práctico, más allá de lo que concibe la norma
en cstricto, lo que se pretende es dar un sen-
tido práctico a la letra muerta, que muchas
veccs no termina por implantarsc, de verdad,
en la propia rcalidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
sobre desalojo cxlrajudicial, conforme con los
términos del artículo 920 del Có digo Civil,
modificado por Ley N° 30230. LP-Pasión por
el Derecho. Recuperado de: https:lllpderecho.
pe/informe-desalojo-extrajudicial- conrorme -
terminos- articulo-920-del- codigo-civi l-modi-
ficado-ley-30230/#_ftn6
Mejorada, M. (2013). La nueva defensa extraju-
dicial. Advocatu.s (29), pp. 199-204.
Von Ihering, R. (2004). La teoría Je la posesión.‘
el fundamento de la protección posesoria.
(2‘ ed.). Madrid: Reus.

GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL I N• \02 • DICIEMBRE 202t • ISSN 2305-3259 • pp. 9-T 9 t9

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