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TEMA 1.
1.1. EL ESPAÑOL ESTANDAR. NORMA Y USO.
1.1.1. Las variedades de la lengua.
1.1.2. La norma y el uso.
1.1.3. El español estándar.
1.1.4. Las academias de la lengua.
1.2. El ESPAÑOL COLOQUIAL. SITUACIÓN Y USO.
1.2.1. Los registros o variedades funcionales o diafásicas.
1.2.2. Lengua oral lengua escrita
1.2.3. Registro y modos de comunicación humana.
1.2.4. Definición de registro coloquial: rasgos
1.2.4.1. Coloquial frente a conversacional, familiar, popular y
vulgar.
1.2.4.2. Rasgos del registro coloquial: primarios y situacionales
1.2.4.3. La conversación coloquial.
1.2.5. Características del registro coloquial
1.2.5.1. Características de organización y formulación del
mensaje
1.2.5.2. Características del nivel fónico
1.2.5.3. Características del nivel léxico-semántico
1.2.5.4. Características del nivel morfosintáctico
1.2.5.5. Intensificadores y atenuantes
1.2.5.6. Venga y vale
1.2.5.7. El lenguaje gestual
1.3. RECURSOS Y MÉTODOS DE TRABAJO.
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1.3.1. La página web de la RAE.


1.1. EL ESPAÑOL ESTANDAR. NORMA Y USO.
1.1.1. Las variedades de la lengua.
La lengua que conocemos como castellano o español
presenta, como la mayoría de las lenguas, una gran riqueza de
variedades en función de diferentes aspectos.
Diferenciar la perspectiva diacrónica (T) también llamada
cronológica o temporal y la sincrónica, que no tiene en cuenta el
factor tiempo.
1.-DPV DIACRÓNICO, el español presenta una serie de
variedades históricas que se han desarrollado a través del tiempo
Y se han ido manifestando durante las distintas etapas de su
evolución.
Podemos diferenciar
1.1.-El español arcaico de los siglos X a XII
1.2.-El español medieval, en los siglos XIII a XV
1.3.-El español clásico, también denominado del Siglo de
Oro, en los siglos XVI y XVII
1.4.- El español moderno, en los siglos XVIII y XIX
1.5.- Y el español actual o contemporáneo, desde el siglo
XX hasta la actualidad.
Las disciplinas que se ocupan de estudiar la lengua en su
vertiente diacrónica son la Historia de la lengua y la Gramática
histórica.
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2.-DPV SINCRÓNICO, se pueden diferenciar tres tipos de


variedades fundamentales:
2.1. Las diatópicas,
2.2. Las diastráticas
2.3. Y las diafásicas.
2.1. Variedades diatópicas o geográficas son las que se
utilizan en los distintos lugares que pertenecen a la comunidad
lingüística hispanohablante y que constituyen los dialectos.
En el territorio español se hablan los llamados dialectos
históricos (el asturleonés y el navarroaragonés)
Y las variedades que derivan del propio español:
El extremeño, el andaluz
El canario y el murciano.
Cada uno de ellos mantiene sus peculiaridades fonéticas y
prosódicas; es decir, su acento, así como sus diferencias
morfosintácticas y léxicas.
Pero también hay que tener en cuenta las variedades que
presenta el español en las zonas bilingües
Zonas en las que se produce una influencia mutua entre las
dos lenguas que se encuentran en contacto.
Por lo tanto, tendremos que hablar de las peculiaridades del
español de los catalanes, de los gallegos y de los vascos.
El español de América, contra lo que se podría suponer por
la enorme extensión que ocupan los diecinueve países que
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integran la comunidad hispanohablante, tiene más uniformidad


que el español de España.
El español es lengua oficial en los siguientes países:
México, Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua, Costa Rica,
Panamá, Colombia, Ecuador,
Perú, Chile, Argentina,
Uruguay, Paraguay, Bolivia,
Venezuela, Puerto Rico, República Dominicana y Cuba.
Además, gracias al crecimiento que experimenta la
población hispana, cada vez tiene más importancia en algunas
zonas de Estados Unidos, como
Florida, Nuevo México,
California y la ciudad de Nueva York.
El español se mantiene vivo en
1.-Guinea Ecuatorial, donde es lengua oficial junto al francés y al
portugués
2.-Y en el Sahara occidental,
3.-Y todavía se conserva en parte en Filipinas, aunque como
lengua minoritaria y en decadencia.
Se habla también español en comunidades de Grecia y
Turquía (especialmente, en Estambul)
En estas comunidades aún se encuentran algunos núcleos de
población que siguen conservando el sefardí o judeoespañol
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Sefardi o judeo español que hablaban sus antepasados


cuando fueron expulsados del territorio español por los Reyes
Católicos, a finales del siglo XV.
Como consecuencia de esta diversidad geográfica, las
variedades del español son numerosas
Y se producen entre ellas notables diferencias, a pesar de las
cuales se mantiene una unidad idiomática común.
2.2. Variedades diastráticas o socioculturales son las que
se producen
1) En función del nivel cultural del hablante,
2) También en función del sexo y de la edad
A veces una escasa formación se ve compensada por una
sensibilidad especial hacia la lengua
Y se traduce en una cuidada expresión idiomática.
Estas variedades, que, como las diatópicas, se producen en
el plano de la lengua, dan lugar a los denominados sociolectos,
Los sociolectos se pueden clasificar en culto, medio o
estándar y popular.
Como afirma Seco en su conferencia «La lengua, los niveles
y la norma», relacionadas con estas variedades socioculturales
existen las llamadas extralenguas o lenguas especiales
Dichas estralenguas o lenguas especiales utilizan los mismos
sistemas fónico y gramatical que la lengua estándar
Se diferencian de ella por el léxico específico de cada una.
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En el nivel culto, se puede considerar el lenguaje técnico


como variedad o forma marginal que corresponde a las distintas
ramas del saber, de las ciencias y de las técnicas.
En el nivel popular encontramos
1.-Las jergas propias de cada profesión:
La que emplean los médicos cuando hablan en el hospital;
la que utilizan los pilotos mientras vuelan, los mecánicos en el
taller…
2.- La jerga de los delincuentes (o del hampa), cuyo carácter
críptico favorece el cambio continuo
Cambio imprescindible desde el momento en que sus
intercambios resultan comprensibles para toda la comunidad
3.-Los argots propios de determinados grupos sociales,
como el juvenil, el gitano o caló, etc.
Del estudio de estas variedades y de los sociolectos resultantes se
ocupa la Sociolingüística.
2.3. Variedades diafásicas o funcionales son las que se
producen según las características de la situación de
comunicación
Y se manifiestan, por lo tanto, en un nivel del habla, no de
la lengua.
Es decir, son los registros que elige el hablante -el modo de
expresarse que utiliza- en función de distintos factores
situacionales, como
1.- El canal (oral o escrito)
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2.- La relación que mantiene con su interlocutor (familiar,


impersonal, jerárquica…)
3.- El tema sobre el que se trate (corriente, especializado,
científico…), etc.
Este conjunto de circunstancias da lugar a diferentes
modalidades o registros, que se pueden reducir a dos: formal e
informal
Modalidades o registros que, por corresponder a niveles de
habla, como hemos dicho antes, son en realidad muy variados y
numerosos, puesto que comprenden muchos matices.
Las variedades diastráticas y diafásicas mantienen una
estrecha relación entre sí
Estrecha relación ya que al hablante con un nivel cultural
elevado le resulta mucho más fácil elegir el registro adecuado a
cada situación que a quien tiene un nivel de educación bajo
Este último se limita generalmente a utilizar un lenguaje
popular.
Pero el estatus cultural del hablante incide también en la
manifestación de las diferencias de tipo diatópico
Por lo que, cuanto más alto sea el nivel cultural o
diastrático, menores serán los rasgos correspondientes a las
diferencias geográficas
Ello es así hasta el punto de que las diferencias lingüísticas
entre hispanohablantes de semejante nivel cultural, procedentes
de localizaciones geográficas de América y España, serán
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probablemente mucho menores que las que presenten dos


hablantes de la misma zona pero pertenecientes a estratos
socioculturales muy diferentes.
Desde un punto de vista metodológico, podemos resumir las
perspectivas de estudio que ofrecen las variedades del español en
el esquema que ofrecemos a continuación
Debemos tener en cuenta que cada etapa histórica admite el
análisis de sus propios dialectos, diferencias socioculturales e
incluso normas lingüísticas.
1.- Variedades diacrónicas
Español arcaico ( ss. X-XII)
Español mediaval (ss. XIII-XIV)
Español clásico o del Siglo de Oro (ss XVI-XVII)
Español moderno (ss. XVIII-XIX)
Español actual (ss. XX-XXI)
2.-Variedades sincrónicas
2.1. Lengua
Diatópicas (zonas geográficas: dialectos)
Diastráticas (estratos socioculturales: sociolectos)
2.2. Habla
Diafásicas (registros): Formal / Informal.
1.1.2. La norma y el uso.
En 1962, el lingüista rumano Eugenio Coseriu publicó su
estudio «Sistema, norma y habla», en el que analizaba la
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dicotomía que establecía Ferdinand de Saussure entre LENGUA Y


HABLA
Coseriu la consideraba excesivamente imprecisa e
insuficiente
La consideraba así porque pasa demasiado abruptamente del
sistema abstracto que es la lengua a las realizaciones concretas e
individuales del habla.
Por eso, introduce un nivel intermedio, al que llama
NORMA, que es lo general, lo constante y más usual -más
normal- en la comunidad lingüística.
Pero también se denomina NORMA al conjunto de reglas
que determinan lo que se debe elegir entre las múltiples
posibilidades de uso que ofrece una lengua
Lo que se debe elegir porque representan lo correcto, lo no
contaminado por las peculiaridades que ofrecen las distintas
variedades de la lengua.
Cada LENGUA es un código organizado como un sistema
que contiene todas las posibilidades de modelos y estructuras que
ofrece
Modelos y estructuras que el hablante tiene a su disposición
para usarlas en los enunciados individuales y concretos que
constituyen el HABLA,
Pero la NORMA impone unas reglas que se ajustan al uso
«tradicional» y que es necesario observar si se pretende que ese
uso sea correcto.
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Así, el sistema permitiría decir *andó, *cabimos o *contraí,


por ejemplo, siguiendo el modelo de otros verbos de las mismas
conjugaciones
Pero la norma impone anduvo, cupimos y contraje, como
usos correctos que son excepciones a la regla.
La norma es un concepto abstracto que corresponde al
modelo ideal de corrección impuesto por la tradición
E impuesto por una parcela de la sociedad en un momento
determinado, pero depende siempre del uso
Y es, por lo tanto, inestable, puesto que está sujeta a los
cambios que va experimentando la lengua siempre que sean
aceptados por la comunidad como habituales.
La norma establece sus reglas en los niveles fónico,
ortográfico, morfosintáctico y léxico-semántico.
Al hablar, todos nos desviamos de la norma en mayor o
menor medida, pero esta debe respetarse especialmente en la
lengua escrita, que debe ajustarse a la denominada lengua
estándar.
Conviene recordar que la comunidad hispanohablante es
muy extensa y muy diversa
Por elo la norma debe ser relativamente abierta para acoger
todas las variedades, sin dejar por ello de preservar la unidad de la
lengua.
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El problema de la unidad se agudiza en el nivel


léxico-semántico, que es con diferencia el que presenta mayor
diversidad.
La RAE se manifiesta al respecto en la presentación del
Diccionario panhispánico de dudas:
La norma de hoy
Como toda institución humana, la lengua experimenta
cambios en el transcurso de su evolución histórica
De manera que ese conjunto de preferencias lingüísticas
convertidas en modelos de buen uso que constituyen la norma no
es igual en todas las épocas:
Modos de expresión normales en el español medieval y
clásico
Modelos normales en el de épocas más próximas, como los
siglos XVIII o XIX—, documentados en escritores de calidad y
prestigio indiscutibles
Todos estos modelos han desaparecido del español actual o
han quedado fuera del uso general culto
Y, viceversa, usos condenados en el pasado por los
preceptistas del momento forman parte hoy, con toda naturalidad,
del conjunto de hábitos expresivos de los hablantes cultos
contemporáneos.
La norma culta
El español no es idéntico en todos los lugares en que se
habla.
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En cada país, e incluso en cada zona geográfica y


culturalmente delimitada dentro de cada país, las preferencias
lingüísticas de sus habitantes son distintas, en algún aspecto, de
las preferencias de los hablantes de otras zonas y países.
Además, las divergencias en el uso no se deben únicamente
a razones geográficas.
También dependen en gran medida
1.-Del modo de expresión (oral o escrito),
2.-De la situación comunicativa (formal o informal)
3.-Y del nivel sociocultural de los hablantes.
Por su carácter de lengua supranacional, hablada en más de
veinte países, el español constituye, en realidad, un conjunto de
normas diversas
Normas que comparten, no obstante, una amplia base común
Esta base común es la que se manifiesta en la expresión
culta de nivel formal
Esta expresión culta es extraordinariamente homogénea en
todo el ámbito hispánico
Con variaciones mínimas entre las diferentes zonas, casi
siempre de tipo fónico y léxico.
Es por ello la expresión culta formal la que constituye el
español estándar
El español estándar es la lengua que todos empleamos, o
aspiramos a emplear, cuando sentimos la necesidad de
expresarnos con corrección
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La lengua que se enseña en las escuelas; la que, con mayor


o menor acierto, utilizamos al hablar en público o emplean los
medios de comunicación
La lengua de los ensayos y de los libros científicos y
técnicos.
Es, en definitiva, la que configura la norma, el código
compartido que hace posible que hispanohablantes de muy
distintas procedencias se entiendan sin dificultad
Y se reconozcan miembros de una misma comunidad
lingüística.
FIN DE LA OPINIÓN DE LA RAE.
Es importante diferenciar la corrección de la propiedad
lingüística.
La propiedad al hablar procede de una adecuación interna
entre el pensamiento, o la idea, que se pretende comunicar y la
palabra, frase u oración con la que se expresa.
En consecuencia, la impropiedad consiste en no respetar una
ley que pertenece al sistema de la lengua.
La corrección, en cambio, supone una adecuación externa
de la expresión que emitimos a lo que la norma acepta como
válido.
Por lo tanto, la impropiedad léxica se produce cuando
utilizamos una palabra admitida en lugar de otra palabra también
admitida, pero de distinto significado
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Con ello el mensaje puede llegar a no comprenderse (o a


comprenderse con un sentido desviado, e incluso opuesto, del que
se desea transmitir).
Por ejemplo, si decimos que una medicina es inicua en lugar
de inocua, se puede interpretar exactamente lo contrario de lo que
pretendemos expresar
Puesto que inicuo significa ‘malvado, injusto’ y tiene una
connotación negativa contradictoria con el significado de inocuo
(‘que no hace daño’).
Otros ejemplos frecuentes de impropiedades son, por
ejemplo, usar derecho en lugar de obligación, deflagración por
explosión, se recuerda por se acuerda o recuerda…
La incorrección, que suele ser sintáctica, cuando afecta a
una estructura, pero que también puede ser léxica, supone la
transgresión de una regla
Así ocurre en dijistes por dijiste, hubieron (tres alumnos
que contestaron bien) por hubo (puesto que el verbo haber es
impersonal)
O, en el nivel léxico, yerna por nuera, areopuerto por
aeropuerto, reitirarse por reiterarse o por retirarse, etc.
Como se puede observar, en estos casos la palabra que
pronunciamos no existe o no está admitida.
Son, por lo tanto, incorrectos, pero no impropios, los
ejemplos que hemos visto más arriba de *andó, *cabimos y
*contraí.
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El peligro estriba en que la incorrección conduzca a la


impropiedad.
Eso es algo muy frecuente, por ejemplo, en oraciones de
sentido negativo o con dos negaciones, donde un uso no
normativo da lugar a la expresión contraria del pensamiento que
se desea transmitir.
En *Juan ha desmentido que no se va a casar con Marta,
es probable que el hablante que conoce el contexto pueda
comprender que Juan no tiene ninguna intención de casarse con
Marta, aunque la oración está expresando la idea contraria.
También se puede producir impropiedad con un simple
cambio del orden normativo de las palabras
Así ocurre, por ejemplo, en *La forense no considera que
aún exista riesgo vital (MAL ESCRITO), en lugar de La forense
considera que aún no existe riesgo vital.7
La persistencia en la impropiedad lingüística conduce, no
solo a la disgregación lingüística entre los hablantes, sino, lo que
es más grave, a la ruptura de la comunicación causada por la
dificultad de comprensión.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que, tanto en el caso
de las impropiedades, como (en menor medida) en el de las
incorrecciones, la norma ha ido cambiando y ajustándose al uso
que imponen los hablantes.
Especialmente al uso que imponen los hablantes con cierto
prestigio sociocultural, puesto que la postura de la RAE es
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admitirlas cuando su uso se ha generalizado e incluso han sido


adoptadas y empleadas por personas consideradas de nivel culto.
Por eso, la Academia acepta ya, por ejemplo, el uso de
álgido (‘muy frío’) como ‘culminante’, o el de lívido
(‘amoratado’) con el sentido de ‘intensamente pálido’, ambos
usos considerados impropiedades hasta hace un tiempo.
Y, en el caso de las incorrecciones léxicas, en la 22.ª edición
del DLE se admitieron también las hasta entonces «inexistentes»
radioactividad y gaseoducto (aunque como variantes de las
formas preferidas radiactividad y gasoducto)
Y así se mantienen en la 23.ª, de 2014.
1.1.3. El español estándar
En general, es frecuente la utilización indistinta de los
términos norma y lengua estándar
Ello, aunque el primero sugiere, en mayor medida que el
segundo, la sujeción a leyes y organismos reguladores.
La lengua que se ajusta a la norma constituye la lengua
estándar.
Por lo tanto, se llama español estándar a la lengua española
desprovista de las peculiaridades que le aportan las variaciones
dialectales y socioculturales
Es decir a la lengua común que cualquier hispanohablante
reconoce como «su lengua»
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Lengua con la que comprende a cualquier miembro de su


misma comunidad lingüística y se hace comprender por él, por
muy lejano que le resulte geográfica o socialmente.
Lo que denominamos español estándar se acerca más, por
lo tanto, a una abstracción ideal que a la realidad concreta de cada
hablante.
El español estándar tiende a igualar -a «estandarizar»- las
múltiples variedades que presenta la lengua mediante la
utilización de una forma común a todas ellas
Forma que no tiene por qué ser una lengua muy culta, pero
que a menudo es considerada así,
Considerada así especialmente por los estratos
socioculturales de nivel popular.
Esta unificación se produce en todos los niveles lingüísticos,
1.-Desde el fónico, con una pronunciación desprovista de
localismos,
2.-Y el ortográfico, que regula la escritura, hasta el
morfosintáctico, con la eliminación de peculiaridades
específicas,
3.- Y el léxico-semántico, que es el más difícil de controlar
para el hablante y, por eso mismo, el factor más proclive a marcar
las diferencias, tanto geográficas como socioculturales, y el más
peligroso por lo que supone de elemento disgregador.
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De hecho, el léxico es el aspecto que con más fuerza marca


las diferencias entre el español de España (o europeo) y el de
América
Especialmente si nos adentramos en el campo de los
eufemismos y las palabras tabú.
Como se puede deducir de lo dicho, el español estándar es el
que se enseña en la escuela como prototipo de «lengua española»,
El español estándar es el que se utiliza en la escritura y en
cualquier situación que requiera un nivel formal de comunicación,
Y especialmente de intercomunicación con hablantes de una
variedad del español diferente de la nuestra.
Está español estándar está por encima de cualquier tipo de
variedad, puesto que se trata de una abstracción de lengua ideal,
Abstracción formada por los elementos que son comunes a
todos los hablantes de la comunidad y desprovista de
particularismos que puedan dificultar la comunicación.
Aunque las tendencias «políticamente correctas» se resisten
a admitir el establecimiento de cualquier tipo de norma por lo que
de coercitivo pueda conllevar
Pese a ello, es imprescindible la existencia de un organismo
oficial y prestigioso que vele por la integridad de la lengua.
Para llevar a cabo esta tarea se crearon las Academias de la
lengua.
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1.1.4. Las Academias de la lengua. La Real Academia


Española
La preocupación por salvaguardar la pureza de la lengua
viene de antiguo y no es, por supuesto, privativa del español.
Ya en 1583, un grupo de escritores florentinos, bajo el
auspicio de los Medici, fundó la Accademia della Crusca
La crearon para burlarse de la pedantería de los integrantes
de la Accademia florentina.
Irónicamente, se autodenominaron la brigata dei crusconi
(la crusca es la cascarilla o salvado del trigo, que debe separarse
de la flor de la harina)
Y emprendieron una labor de «limpieza» de la lengua con
la preparación de un Vocabulario de la lengua italiana
Labor que iniciaron seleccionando el léxico contenido en la
Divina Comedia de Dante, el Decamerón de Boccaccio y el
Cancionero de Petrarca
Ello con el fin primordial de mostrar y conservar la belleza
de la lengua florentina del s. XIV y que publicaron en 1612.
Toda su simbología gira en torno a la harina y el trigo.
Su emblema es el frullone, especie de cedazo que se
utilizaba para efectuar esa operación de criba
Y su lema, el verso de Petrarca «Il più bel fior ne coglie»
(«Escoge la flor más bella»).
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Paradójicamente, la primera de las Academias de la lengua


fundadas en Europa no se ocupa en la actualidad de la
regularización de la lengua italiana.
En Francia, el cardenal Richelieu fundó la Académie
française en 1635,9 durante el reinado de Luis XIII
La fundó con la finalidad de regular y perfeccionar la lengua
francesa
Pero, a diferencia de la italiana, no pretende la conservación
de la lengua antigua, demasiado alejada de la del s. XVII.
La Academia francesa es la primera y más antigua de las
cinco que integran el Instituto de Francia
Se compone de cuarenta miembros, denominados los
Inmortales, que ocupan sendos sillones numerados.
En 1694 publicó la primera edición de su Diccionario.
En España, la Real Academia Española es también la más
antigua de las que coordina el Instituto de España.
Fue fundada, a imagen de la francesa, en 1713, por iniciativa
de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. Felipe V
aprobó su constitución el 3 de octubre de 1714.11
Con el lema Limpia, fija y da esplendor, rodeando la imagen
de un crisol sobre el fuego, se propuso fijar la lengua en el estado
de máximo esplendor que había alcanzado durante el Siglo de
Oro.
Es evidente que no se trata de cerrar las puertas a cualquier
innovación que no se encontrara ya en la lengua del Siglo de Oro
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Y que la institución se ha ido adaptando a los nuevos


tiempos.
Como señala el artículo primero de sus Estatutos, la Real
Academia
«[...] tiene como misión principal velar por que los cambios que
experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las
necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que
mantiene en todo el ámbito hispánico.
Debe cuidar igualmente de
1.- Que esta evolución conserve el genio propio de la
lengua, tal como ha ido consolidándose con el correr de los siglos,
2.-Así como de establecer y difundir los criterios de
propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor.
Para alcanzar dichos fines,
1.-Estudiará e impulsará los estudios sobre la historia y
sobre el presente del español,
2.-Divulgará los escritos literarios, especialmente clásicos, y
no literarios, que juzgue importantes para el conocimiento de tales
cuestiones
3.- Y procurará mantener vivo el recuerdo de quienes, en
España o en América, han cultivado con gloria nuestra lengua.
Como miembro de la Asociación de Academias de la
Lengua Española, mantendrá especial relación con las Academias
Correspondientes y Asociadas».
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La RAE está integrada por cuarenta y seis académicos de


número
Académicos que ocupan sillones identificados con letras
mayúsculas y minúsculas, y que son los encargados de fijar la
norma lingüística del español.
Para cumplir este cometido, la Real Academia publica
periódicamente gramáticas, diccionarios y ortografías con carácter
normativo.
El trabajo de la RAE se distribuye entre una serie de
Comisiones que se ocupan de aspectos concretos
Como, por ejemplo, el Diccionario usual, el Diccionario
histórico, la Gramática, la Información lingüística, etc., etc.
Estas Comisiones presentan sus propuestas al Pleno -
organismo formado por todos los académicos- que se reúne los
jueves por la tarde
En el pleno se discuten los temas generales y se decide sobre
la conveniencia, o no, de aprobar esas propuestas presentadas por
las Comisiones.
En 1951 se creó en México la Asociación de Academias de
la Lengua Española
El fin de esta Asociación es trabajar unidas para
salvaguardar la unidad e integridad de la lengua común a todas
ellas.
Las veintidós Academias que integran esta Asociación son,
por orden de antigüedad, las siguientes: Real Academia Española,
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Academia Colombiana de la Lengua, ….y Academia


Norteamericana de la Lengua Española.
En su artículo sobre la Nueva gramática de la lengua
española de la Real Academia, dice el catedrático Emilio Lledó
que «precisamente por la responsabilidad que implica esa
“humana” tarea, el cuidado del lenguaje es tan necesario y vital
1.-Como el de la naturaleza que nos rodea,
2.- Como el del aire o el del agua,
3.-Como el de aquellos otros seres que nos acompañan en la
vida».
1.2. EL ESPAÑOL COLOQUIAL. SITUACIÓN Y USO
1.2.1. Los registros o variedades funcionales o diafásicas
Los registros son variedades de la lengua determinadas por
el contexto en el que se produce la comunicación
Por lo tanto, no dependen
1.- De las características socioculturales del hablante
(variedades diastráticas o sociolectos)
2.-Ni de su procedencia geográfica (variedades diatópicas o
dialectos).
Los hablantes adecuan su conducta lingüística y
extralingüística
1.-A la situación en que tiene lugar la comunicación,
2.-Al canal de producción, transmisión y recepción,
3.-Al tema del que tratan, a sus interlocutores
4.-Y a la relación interpersonal que mantienen con ellos
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5.- Y a sus intenciones comunicativas (propósito e intención


del emisor).
Estos parámetros son los que definen los registros.
Cuando la adecuación no se produce, se provocan
desajustes de conducta lingüística esperable.
De manera convencional, se distinguen fundamentalmente
dos tipos de registro: el formal y el informal
Y, participando de ciertas características de ambos, el
coloquial.
Sin embargo, los registros no constituyen entidades
discretas, con límites claros y fácilmente aislables
Sino que se dan en un continuum de habla
Entre los extremos de formalidad e informalidad se sitúan
registros intermedios +/- formal, +/- informal.
Muchas veces es difícil establecer dónde está el límite entre
lo formal y lo informal.
Briz pone algunos ejemplos de conversaciones en las que
pueden alternar varios registros de acuerdo con los temas que se
vayan tratando:
1.- En una conversación cotidiana en la que se hable de la
muerte de un amigo, los interlocutores cambiarán el tono de la
interacción
2.- En una declaración amorosa, se darán a la vez rasgos de
formalidad (planificación, tono solemne, fórmulas
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preestablecidas) y de informalidad (propios de la relación de


familiaridad).
1.2.2. Lengua oral y escrita.
Hay una tendencia a identificar el registro coloquial con la
lengua oral, y el registro formal con la escrita.
Esto no es necesariamente siempre así, es decir, el registro
coloquial también puede manifestarse en un texto escrito
Así lo vemos en el texto periodístico de Elvira Lindo,
donde se recurre
1.-A léxico
2.- Expresiones idiomáticas (te pongan a caldo, te quedarás
hasta las tantas),
3.- Construcciones sintácticas, acortamientos (la tele), etc.,
Que no son propios del artículo de un periódico
4.- Así como a interjecciones (Ay, Ah)
5.- Y otras marcas discursivas típicas de la conversación
cotidiana:
(1) Ay, los deseos. A veces se cumplen. A veces uno…. Tu vecino,
un experto en el puente aéreo, te dice:…Ah. Entonces… se te
pone cara de gilipollas resignado.
…para que no te pongan a caldo…, dirás «¿dónde coño se apaga
la luz?», ..encienda la tele. La tele. Te quedarás hasta las tantas
..que le diste al canal de pago. […]
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En la literatura también encontramos obras en las que se


refleja o imita de manera deliberada la lengua oral coloquial
En novelas como, por ejemplo, Historias del Kronen, de
José Ángel Mañas o El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio
Y en obras de teatro como, por ejemplo, Como un asta de
toro, de toro, de María del Mar Zuñiga.
(2) ―Oye, ¿quién era la piba esa? ―pregunta Manolo―, porque
estaba como un queso, tronco.
(3) ―¿Qué le pasa?
―Es la movida de las tías, ya sabes.
―¿Qué pasa con las tías?
Se utilizan los imperativos para llamar la atención del
interlocutor (Oye, Mira) y los vocativos (Raúl)
Se emplean léxico y expresiones propias del registro
informal y del argot juvenil (piba, estaba como un queso, tronco,)
Y aparece el conector pues, al inicio de una respuesta, para
enlazar con la pregunta anterior.
(5) ―¡Ramón! ¿Ramón? ¿Estás ahí?
―Contéstale a la piba, cabrón, o te rajo.
Te llevo esperando un siglo.
Aquí se emplea una hipérbole para darle más fuerza al
mensaje (esperando un siglo)
Se utiliza argot juvenil (piba), e incluso vulgar (cabrón, te
rajo)
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Y se antepone el pronombre personal (te) al verbo llevar en


lugar de ir junto al gerundio (Llevo esperándote).
(6) ―Es igual, Vila. Este tipo está listo, aunque se le
aparezca San Pedro en el juicio y lo suelten dentro de dos años.
Cuando uno pisa el talego ya no vuelve a ser el mismo.
Los que hasta ayer le saludaban en las recepciones o cogían
sus sobres no volverán a dejar que se les acerque a menos de un
kilómetro. Y eso es como la pena de muerte, para alguien como
él.
En este caso (6), se trata de la reproducción de una
conversación coloquial
Pero en un contexto más formal, las dependencias de la
Guardia Civil donde trabajan dos investigadores
Se utiliza el vocativo (Vila, del apellido Bevilacqua),
expresiones coloquiales (este tipo está listo, aunque se le
aparezca San Pedro, pisa el talego)
Y la impersonalización (Cuando uno pisa el talego, ya no
vuelve a ser el mismo).
(7) MANOLO: No te preocupes, reina, que si me toca la
primitiva, te retiro.
FINA: Los plebeyos siempre seremos plebeyos, Manolo.
MANOLO: Déjate de gaitas, nena. ¡Qué leche plebeyos! Te digo
que si me tocara la primitiva, fliparías.
FINA: Si quieres te toco yo, que también soy bastante
primitiva, porque lo que es otra cosa...
28

MANOLO: ¡Qué graciosa es la piba!


Por último, en el diálogo entre Manolo y Fina (7), vemos el
uso de los vocativos y apelativos (reina, nena, Manolo)
Y de léxico y expresiones coloquiales (déjate de gaitas,
¡Qué leches!, fliparías, piba).
Se expresa ironía a través del juego de palabras que aparece
al utilizar tocar
Por otro lado, las características del registro formal pueden
darse en la lengua oral.
En esta, por ejemplo, se ha generalizado
1.-El uso de neologismos,
2.-Extranjerismos y tecnicismos
a.Políticos y económicos (consenso, globalización),
b. Deportivos, informáticos (disco duro, red social,
ADSL),
c. Farmacéuticos, médicos (gastroenteritis,
antihistamínico, cervicales), etc.;
Como se puede ver en estas entrevistas radiofónicas,
donde aparecen términos técnicos junto a las características
de la lengua oral, y en las viñetas de Forges (10, 11):
En definitiva, hay que distinguir lo oral de lo escrito, es
decir, el medio o canal de comunicación, fónico o gráfico,
respectivamente
29

Pero debemos ser también capaces de determinar las


manifestaciones de lo oral en lo escrito (oralidad) y de la escritura
en lo oral (escrituridad)
Y además se debe diferenciar lo oral y lo coloquial, por un
lado, y lo escrito y lo formal, por otro
Pues hay manifestaciones tanto orales como escritas
formales y coloquiales.
Un hablante utiliza un registro u otro dependiendo de la
situación de comunicación
Si mantiene una conversación informal con un amigo o le
escribe un correo electrónico, empleará un registro coloquial
Mientras que, si plantea una pregunta a un ponente en un
congreso o si escribe un artículo científico, usará un registro
formal.
Pero si el hablante solo conoce el registro coloquial, lo
empleará siempre, también cuando escriba, pues no domina
ningún otro registro.
Cada registro está asociado a un modo de comunicación
humana.
1.2.3. Registros y modos de comunicación humana
Según Antonio Briz, hay dos modos de comunicación, a los
que se asocian los diferentes registros:
1- Modo sintáctico de comunicación
Se aprende a través de la instrucción, es decir, de un
proceso de enseñanza sistemático (escolarización).
30

De su evolución y desarrollo procede el registro formal de


la lengua, ya sea oral o escrita.
2- Modo pragmático de comunicación
Se adquiere de forma natural a través de la interacción
natural con otros hablantes.
El registro informal de la lengua procede del desarrollo de
este modo de expresión.
El hablante culto es aquel que domina estos modos de
comunicación y es capaz de utilizarlos adecuadamente
dependiendo del contexto.
Aquel hablante que no ha recibido una escolarización
completa utilizará el modo pragmático siempre, tanto en la lengua
oral como en la escrita.
1.2.4. Definición de registro coloquial: rasgos
1.2.4.1. Coloquial frente a conversacional, familiar, popular y
vulgar
Coloquial no es sinónimo de conversacional, ni de familiar,
ni de vulgar ni de popular.
1- Conversacional
No es sinónimo de coloquial, pues, aunque la manifestación
más típica del registro coloquial es la conversación, también el
registro formal puede darse de manera oral
Por ejemplo, una conversación entre dos ponentes en un
congreso.
2- Familiar
31

El registro coloquial no solo se emplea para hablar con


personas más o menos cercanas, sino que se puede utilizar
también para mantener una conversación con desconocidos.
3- Popular
Manuel Seco explica la diferencia entre lenguaje popular y
coloquial:
«Popular es un nivel de lengua […], coloquial es un nivel
de habla […]»
Es decir, popular sirve para referirnos a uno de los niveles
de la lengua, el medio-bajo o el bajo, derivados de las
características socioculturales del hablante.
Dentro de cada nivel de lengua, podemos diferenciar los
registros de habla, dependiendo de la situación comunicativa:
registro formal e informal.
Por tanto, en la lengua común, hay que distinguir entre:
1.-Nivel medio (nivel de lengua) formal (nivel de habla).
2.-Nivel medio (nivel de lengua) informal (nivel de habla).
3.-Nivel popular (nivel de lengua) formal (nivel de habla).
4.-Nivel popular (nivel de lengua) informal (nivel de habla).
Concluye Seco:
El error de enfoque en que han incurrido tantos escritores ha
sido identificar sin más lengua coloquial con lengua popular
informal
Ellos han olvidando que también hay una vertiente coloquial
en la lengua media.
32

Popular, por lo tanto, no es sinónimo de coloquial


Ya que lenguaje popular se refiere a la lengua de un
determinado estrato social.
4- Vulgar: no es sinónimo de coloquial, pues aquel se
refiere a los usos incorrectos, que están al margen de la norma y
que proceden de un nivel de lengua bajo.
5- Coloquial, como nivel de habla o registro:
Es «un uso socialmente aceptado en situaciones cotidianas
de comunicación, no vinculado en exclusiva a un nivel de lengua
determinado
Y en el que vulgarismos y dialectalismos aparecen en
función de las características de los usuarios» (Briz, 1996: 26).
No es exclusivo de una clase social; lo que ocurre es que
hay hablantes que solo dominan este registro y es el que emplean,
tanto en situaciones formales como informales.
El sociolecto o variedad diastrática y el dialecto o variedad
diatópica del hablante influyen en su registro coloquial;
Es decir, no será igual el registro coloquial de un andaluz y
el de un madrileño;
El de un hablante de nivel de lengua bajo y el de otro de
nivel de lengua alto; el de un adolescente y el de un anciano.
Por tanto, no podemos hablar de un registro coloquial
uniforme, que compartan todos los hablantes de una lengua.
Procede del desarrollo del modo pragmático de la
comunicación humana;
33

No es la simplificación del registro formal ni del uso escrito.


Está marcado por los rasgos de cotidianeidad, informalidad
y espontaneidad o ausencia de planificación.
Suele ser oral, aunque puede reflejarse en un texto escrito; y
es en la conversación donde más se manifiesta este registro
1.2.4.2. Rasgos del registro coloquial: primarios y
situacionales
En sociolingüística, se utilizan cuatro categorías para definir
un registro; de acuerdo con estas categorías, el registro coloquial
se define así:
1.- Campo
2.-Modo
3.- Tenor funcional
4.- Tono o tenor interpersonal.
Para definir el registro, según Halliday, hay que tener en
cuenta las tres categorías o parámetros contextuales en función de
los cuales la lengua se adecua a la situación, que son
El campo, el modo y el tenor
El tenor está relacionado con los interlocutores y con la
función comunicativa; de manera que se diferencia entre tenor
interpersonal o tono y tenor funcional.
1.- Campo
El marco social en que se desarrolla la comunicación y el
tema en el registro coloquial es lo cotidiano.
34

El campo es el marco social en el que se desarrolla la


comunicación (universidad, juzgado, casa, hospital, oficina, etc.)
y el tema tratado (economía, derecho, ciencia, religión, etc.).
Determina el grado de especificidad de un texto, siendo los
textos técnicos los más específicos.
2.-Modo
El canal de la comunicación en el registro coloquial es,
generalmente, oral espontáneo;
Si bien, también hay manifestaciones escritas del registro
coloquial.
El modo es el medio de transmisión o canal de la
comunicación (oral, escrito, audiovisual, monólogo, diálogo, etc.).
Determina el grado de planificación y espontaneidad del
discurso.
3.-El tenor funcional.
La función comunicativa es la socialización y la
interacción.
El tenor funcional es el papel que el lenguaje desempeña en
la situación comunicativa
Y, por tanto, explica la forma en la que la función
comunicativa influye en la expresión de los textos;
Por ejemplo, un texto literario tiene un tenor estético;
Las instrucciones de uso de un ordenador, un tenor
funcional explicativo y descriptivo;
Un anuncio publicitario, un tenor persuasivo.
35

4.- Tono o tenor interpersonal.


El tipo de relación entre los participantes y el grado de
formalidad del discurso coloquial determina un tono informal.
El tenor interpersonal o tono determina
1.-El grado de formalidad del discurso (solemne, neutral,
informal, íntimo, etc.),
2.- Las formas de tratamiento (corteses o no)
3.-Y las marcas de subjetividad u objetividad.
El estatus de los participantes y el tipo de relación que
mantienen (de poder o de solidaridad) son los rasgos que
determinan la configuración de un registro.
Briz (1996: 30-31) distingue entre los rasgos situacionales
del registro coloquial, es decir, las características del contexto
comunicativo que favorece el empleo del registro coloquial, de
otros rasgos primarios.
Los rasgos primarios que caracterizan el registro coloquial
son:
1- Ausencia de planificación o, mejor, planificación rápida,
a medida que se desarrolla la comunicación;
Motivada por la espontaneidad de la comunicación.
2-Finalidad interpersonal:
El objetivo de la comunicación es socializar.
3- Tono informal:
Es el resultado de todos los rasgos del registro coloquial.
Los rasgos asociados a la situación o coloquializadores son:
36

1- La relación de igualdad, de [–poder] y [+solidaridad], entre


los interlocutores favorece la coloquialidad;
La igualdad puede venir determinada por la posición social
(Por ejemplo, hablantes del mismo estrato sociocultural o de la
misma profesión)
O por el papel o la función que desempeñan en una
situación dada
(Por ejemplo, se dará una relación de igualdad entre un
ingeniero y un fontanero que están ingresados en el hospital).
Mientras que la relación de solidaridad es entre iguales;
La relación de poder se da cuando hay una jerarquía en la
que unos tienen más poder que otros;
Es una relación de [+poder] y [–solidaridad].
2- Relación vivencial de proximidad
Los interlocutores se conocen, comparten información y
experiencia, como compañeros de trabajo, parientes, vecinos…
3- Marco discursivo familiar
Los participantes mantienen una relación determinada con
el lugar donde se desarrolla la comunicación;
El espacio donde se encuentran les resulta conocido: el lugar
de trabajo, el bar del barrio, el portal del domicilio, etc.
4- Temática no especializada
El tema del que hablan no es técnico, sino cotidiano: como
el tiempo, el fútbol, la política, las vacaciones…
1.2.4.3. La conversación coloquial
37

La conversación es el tipo prototípico de discurso coloquial


y se caracteriza por ser:
1- Una interlocución en presencia, cara a cara
Si bien hay que tener en cuenta que la conversación también es
posible a través del teléfono y del ordenador
Que incluso hace posible transmitir la imagen y no solo la voz,
como ocurre en las videoconferencias, las llamadas a través de
dispositivos como Skype, etc.
Un chat es un tipo de conversación especial; como la
conversación telefónica, no se desarrolla en presencia, y además
es escrita.
2- Inmediata y actual;
Si no se desarrolla aquí y ahora estaremos ante otro tipo de
discurso, por ejemplo, un informativo en televisión;
3- Con turnos de palabra no predeterminados;
Si lo están, se trata de un discurso diferente, como por ejemplo,
una entrevista;
4- Dinámica;
Si no hay alternancia de turnos inmediata, será un monólogo,
como, por ejemplo, una conferencia o un discurso donde los
turnos están fijados;
5- Cooperativa en relación con el tema de la conversación y la
intervención del interlocutor.
Para que una conversación sea considerada coloquial no
puede estar planificada (es espontánea),
38

Debe tener un fin interpersonal o socializador y un tono informal;


es decir, debe reunir los rasgos primarios antes mencionados.
Las conversaciones coloquiales prototípicas, además,
reúnen todos los rasgos coloquializadores que hemos explicado
en el apartado anterior:
Se producen entre interlocutores considerados iguales desde
el punto de vista social o funcional, que comparten experiencias,
que se encuentran en un marco discursivo familiar y hablan de
temas cotidianos.
Si alguno de estos rasgos no se da, la conversación coloquial
se considera periférica, es decir, intermedia entre coloquial y
formal
Como la que tiene lugar entre dos desconocidos en la
parada del autobús,
Entre un estudiante y el director del instituto o entre los
participantes en una tertulia radiofónica.
1.2.5. Características del registro coloquial
1.2.5.1. Características de organización y formulación del
mensaje
La rápida planificación y el tono informal característicos de
este tipo de registro determinan una sintaxis no convencional
Y una estructura gramatical específica, que se caracteriza
por:
1. Sintaxis concatenada y acumulación de enunciados según
vienen a la mente del hablante. Véase, por ejemplo, (8).
39

No, no. Qué va. Si Melanie tiene treinta y ocho años y Banderas,
¿qué?, treinta y treinta y cinco, treinta y cuatro.
Es más joven, sí.
Sí. No, no habían… habían venido, pero sí, quieren contribuir a
que vengan más niños al mundo, porque parece que ella espera
su segundo niño, nos contaban en Miami.
2. Modo de contar parcelado, en un intento de explicarlo todo
Y de asegurar la correcta interpretación;
Se usan las paráfrasis explicativas, los rodeos, y después, para
retomar el hilo, nexos como
Entonces, pero, bueno, a ver, etc.
3. Alto grado de redundancia:
Son frecuentes las repeticiones, cuya función puede ser un
recurso de cohesión para recuperar el hilo de la comunicación,
O una forma para retener o recuperar el turno de palabra o
como realce expresivo;
Y también las reelaboraciones, a veces por no saber cómo
continuar, o para aclarar algo, para autocorregirnos, etc.
Las reelaboraciones de la información son el origen del
anacoluto o falta de concordancia,
Pues comenzamos el enunciado de una forma y después lo
modificamos sin prestar atención a la concordancia, como, por
ejemplo (Aleza Izquierdo, 2010: 86-87):
(12) *Pero yo, a mí me interesa mucho las investigaciones
evolutivas de los peces y los mamíferos en el Oceanográfico.
40

(13) *Me da igual las dos cosas.


En (12) se empieza con un pronombre en forma personal,
pero luego, para introducir el verbo interesar, es obligatorio el
clítico me, con función de objeto indirecto,
Me que además se reduplica: a mí, para dar más énfasis a la
persona que experimenta el interés;
Este cambio conlleva una modificación de la concordancia,
pues el verbo debe concordar con el ‘tema’, es decir, con lo que
suscita el interés, en este caso, las investigaciones.
En (13) probablemente el hablante no tenía intención de
explicitar el ‘tema’ ―las dos cosas―,
Pero al final lo ha hecho, y ha provocado la falta de
concordancia que hubiera evitado diciendo simplemente: Me da
igual (eso).
4. Enunciados unidos sin fuertes ataduras sintácticas, pero
sin perder la cohesión.
La cohesión entre los enunciados se produce gracias a
enlaces extraoracionales que conectan elementos que están más
allá de la oración.
Destacan los conectores pragmáticos y los recursos
entonativos que funcionan como conjunciones.
Además, aparte de que e incluso son conectores aditivos;
Entonces tiene valor reformulativo.
(14) Aparte de que más del 70 % de la población del país
sigue siendo pobre, varios años después del inicio de la
41

exploración de crudo solo el 33 % de la población rural tiene


agua potable.
5. Topicalización y realce informativo de los elementos:
El orden de palabras se explica por la función pragmática,
así adelantamos la idea o el tema que vamos a desarrollar después
(15); o colocamos al final lo que pretendemos destacar a
modo de coda con valor explicativo, matizador o de precisión
informativa (16).
(15) Los dientes yo los dientes los tengo bien.
(16) Yo los tengo bien los dientes.
6. Elipsis gramatical y contextual;
Referencias a elementos que se encuentran fuera del texto
(deíxis) (véase, en el tema 4, § 4.1.2):
(17) ¿Estás ahí?... Sí, todavía sigo aquí.
(18) Hazlo así, como yo.
Ahí y aquí (17) hacen referencia al lugar en el que se
encuentra el interlocutor;
En (18) lo se refiere a aquello que vaya a hacer;
Así, a la forma en que suponemos le está indicando que lo
haga; yo a la persona que está hablando.
7. Enunciados suspendidos cuyo valor el interlocutor debe
completar.
(19) Si me lo hubieras dicho…
8. Relatos conversacionales o historias dramatizadas —en
estilo directo, por tanto—, que se suceden en la interacción;
42

Son subunidades estructurales o secuencias de historia, que


se desarrollan en un turno o varios,
Y en ocasiones participan dos o más hablantes.
Es un recurso vivificador y actualizador.
Las intervenciones se introducen
1.-Con el verbo decir u otros similares (contar, contestar,
preguntar, responder…), con frecuencia en presente;
2.-Con el sujeto (yo, tú, él…)
3.-O por medio de pausas o conectores como pues.
(20) Me llama Bico, recién llegada de la estación de esquí,
y me dice:
«Chica, lo operamos, no es una operación a corazón
abierto, pero es comprometida; Cayetano no volverá a ser el
mismo».
Seré clara: Bicoca ha castrado a Cayetano. […].
Cuando salí de casa para ver al castrado dejé a mi santo
con decimillas y viendo el DVD de Chicago, que se lo he
regalado por su cumpleaños y está con el DVD que no mea.
Le dije: «Cariño, me voy a ver a Cayetano, que lo han
castrado». […] Me gritó desde el sofá: «¡Te vas y me dejas por
un perro!». […]
Los bombones eran para el bulldog, pero el pobre, al
verme, no hizo amago de poseerme, como era su costumbre. […]
Por el pasillo vino en su silla de ruedas a toda hostia
(perdónenme la expresión) la madre de Bicoca.
43

Llegó al salón, frenó en seco, cogió los ferreros y se fue a la


misma velocidad. […] Bicoca me contó que decidió operarle el
día en que le llamaron de una empresa de publicidad […].
Bicoca dijo: «Me di cuenta de que la fama de Cayetano
había llegado demasiado lejos». […]
Le dije: «Bicoca, ¿no crees que esto está empezando a ser,
perdóname la expresión, Sodoma y Gomorra, el fin de una
civilización?».
(Elvira Lindo, «Sodoma y Gomorra», El País, 18-01-2004.
1.2.5.2. Características del nivel fónico
La entonación sirve
1.-Para organizar y estructurar el discurso;
2.- Para organizar la información, cohesionar el mensaje,
3.-Resaltar determinada información, indicar los límites de
los enunciados y su relación, etc.;
4.-Además de marcar los distintos tipos de actos
comunicativos: pregunta, petición, promesa, orden, aseveración…
Gracias a la función expresiva de la entonación, esta
transmite la actitud del hablante hacia el mensaje que enuncia;
Puede ser enfado, sorpresa, tristeza, satisfacción, cortesía,
ironía, reproche, etc.
En (21) se expresa una mezcla de enfado, ironía y reproche:
(21) Anda que ↑ contento me tienes. ↓
En ocasiones no hay correlación entre la entonación típica
de un acto de habla y el valor de este;
44

Por ejemplo, una pregunta puede transmitir una orden, como


en (22a), donde en realidad se está diciendo (22b):
(22a) ¿Quieres ponerte a estudiar?
(22b) Ponte a estudiar.
Los alargamientos vocálicos pueden servir como refuerzo
de lo que estamos diciendo o hemos dicho;
En ocasiones intensifican la cantidad (23), o sirven de
refuerzo exhortativo,
O atenúan el mandado convirtiéndolo en un ruego (24).
Por ejemplo:
(23) Comíia, uy, lo que comíiia, no te lo puedes ni imaginar.
(24) Veeeen, por favor.
La pronunciación marcada o enfática y la pronunciación
silabificada o silabeada también añaden información:
Funcionan como refuerzo argumentativo o intensificador de
lo dicho, como, por ejemplo, en (25, 26):
(25) Habla tan LENTO que aburre.
(26) Ve-te… ¿cómo quieres que te lo diga?
Por último, la relajación articulatoria provoca
1.-Pérdidas y adiciones de sonidos, relajación (27)
2.-Y aspiración de consonantes (o espirantización de
obstruyentes) en posición implosiva (28),
3.- Fenómenos de juntura (29).
Por ejemplo:
(27) Lo quería to. [En vez de todo].
45

(28) Te lo azvierto por última vez. [En vez de advierto].


(29) María no ha venido. [María no se convierte en
Mariano por el fenómeno de juntura y puede dar lugar a
ambigüedad].
1.2.5.3. Características del nivel léxico-semántico
Las características léxicas de la conversación coloquial son:
1. La reducción y selección del léxico común,
A este léxico se le suman palabras de lenguajes especiales,
jergas y argots,
Como, por ejemplo,
1.-Los tecnicismos políticos y económicos, deportivos,
informáticos, farmacéuticos y médicos;
2.-Palabras del argot juvenil: chocolate (hachís), mogollón
(mucho), currar (trabajar), palmar (morirse);
3.-O gitanismos: chavó (chico), canguelo (miedo).
2. El empleo de verba omnibus (Beinhauer, 1964: 324) o
unidades polisémicas,
Palabras comodín poco limitadas semánticamente, que
pueden ocupar el lugar de otras muchas formas y sirven o se
aplican a todo;
Por ejemplo,
Cosa, chisme, cacharro,
Cuestión, tema, rollo; eso, algo, tal;
Hacer, tener, pegar; mono, etc.
46

(30) Bueno, esto es una cosa complicada… es una cuestión


realmente de… de votos, ¿no?
El verbo hacer es un ejemplo prototípico de palabra
comodín en español
Y prueba de ello es el elevado número de combinaciones
léxicas en las que aparece:21
(31) Este ejercicio es muy bueno para hacer piernas.
[desarrollar los músculos de las piernas].
No nos gusta hacer la comida. [cocinar].
Mi sobrino hace los años en diciembre. [cumple los años].
Ella hizo de Electra. [interpretó el papel de].
Siete y cinco hacen doce. [suman].
Se ha hecho la hora de irnos. [Ha llegado la hora, el
momento].
Anda no te hagas el tonto, que lo sabes perfectamente.
[finjas].
Hace que estudia… siempre ha sido así. [Finge que].
3. El uso de recursos literarios
Como la metáfora (32, 33, 34),
El símil o comparación (35)
Y la hipérbole o exageración (36, 37):
(32) Gracias. Sabía que me entenderías. Eres un sol. M
(33) Lo miró con cara de perro rabioso. M
(34) ¡Tu cuarto es una pocilga! M
(35) Nos ha caído la noticia como un jarro de agua fría. S
47

(36) Carlos es la persona más encantadora del mundo. H


(37) Pensé que me moría de la risa. H
1.2.5.4. Características del nivel morfosintáctico
Los conectores pragmáticos o marcadores del discurso
(enlaces o relacionantes supraoracionales) son unidades
lingüísticas invariables,
Su función es enlazar y relacionar enunciados, de manera
que aportan cohesión al mensaje
Pero, además, «aportan un contenido semántico a la
conexión
Y nos aclaran cuál es la estructuración que hace el hablante
de las informaciones ofrecidas,
Así como la intención comunicativa que tiene al construir su
discurso» (Fuentes Rodríguez, 1998: 24).
Estas unidades no ejercen función sintáctica alguna, sino
que constituyen enlaces supraoracionales
Enlaces que facilitan la cohesión textual y la interpretación
de los enunciados.
A continuación, veremos los que son propios del registro
coloquial
Los conectores le sirven al hablante, además de para enlazar
enunciados,
1. Para organizar el discurso
48

2. Para no perder el contacto con el interlocutor, comenzar,


mantener o terminar la comunicación, enlazar una
respuesta con su pregunta (conectores fáticos):
3. Para conseguir hacer llegar al interlocutor a una
determinada conclusión, es decir, para argumentar.
a) Aditivos
d) Reformuladores:
c) Causativos:
b) Contraargumentativos o contrastivos:

1.-Para organizar el discurso


(Señalan las partes que forman un texto, desde el punto de
vista informativo: inicio, desarrollo, explicación, objeción,
conclusión, fin).
Son los llamados organizadores del texto:
a) Entonces
Ordena las informaciones secuencialmente, da idea de sucesión
temporal, y retoma la narración anterior;
b) Bueno, pues
Sirven para cambiar de tema e indican un giro en la
conversación;
c) Por cierto
Introduce una información «marginal» o que el hablante ha
recordado en ese momento al hilo de la conversación;
49

2. Para no perder el contacto con el interlocutor, comenzar,


mantener o terminar la comunicación, enlazar una respuesta con
su pregunta (conectores fáticos):
a) Pues, bueno,
Cuando aparecen al inicio de una respuesta, sirven para enlazarla
con la intervención anterior (la pregunta);
b)¿No?, ¿eh?, ¿(me) entiendes?, ¿sabes?
Hacen referencia al interlocutor
Y los utilizamos para asegurarnos de que no se ha perdido el
sentido, de que nuestro oyente nos sigue, como, por ejemplo, en
(38):
(38) Dijimos que en las pequeñitas ¿me entiendes, no?
Vale, de cero a diez y de cero a cinco. Perfecto, ahora
tomaré nota yo.
Yo de cero a diez. Tomaré nota, ¡Venga! ¡Sigue más cosas!
3. Para conseguir hacer llegar al interlocutor a una determinada
conclusión, es decir, para argumentar.
Podemos clasificar los conectores argumentativos en varios
grupos:
a) Aditivos:
Añaden argumentos en la misma dirección, como, ejemplo,
además, más aún,
Iincluso, aparte, encima.
b) Contraargumentativos o contrastivos:
50

Presentan un argumento en contra para apoyar una determinada


tesis, que es la que defiende el hablante,
Como, por ejemplo,
Pero, aunque.
c) Causativos:
Indican que existe una relación causa-consecuencia, como
Por eso, entonces;
Es que sirve para introducir una justificación o excusa (39);
De hecho presenta el argumento que prueba la conclusión
anunciada.
(39) No se preocupen, no es cosa de salud, es que los otoños
Bicoca se da un repaso
d) Reformuladores:
Presentan otra forma de expresar lo dicho;
d.1.algunos tienen valor explicativo, como
por ejemplo, es decir, o sea (40);
d.2. otros, correctivo:
Mejor dicho;
d.3. otros conclusivo:
Total, en fin, en resumen (41).
(40) Para celebrarlo, R. R. me invitó a un McDonald’s y me
pedí un mcpollo y hablamos de literatura, o sea, de adelantos y
de premios amañados.
(41) Pero he comprobado, desconsolada, que tanto Tofu no
me ha servido para nada a nivel piel.
51

Eso sí, a nivel personal me ha servido para odiar el Tofu.


En total, que he dejado de creer en los psicólogos, las
cremas reafirmantes y el Tofu. Por ese orden.
Son interesantes las peculiaridades de uso que presentan
algunos de los tiempos verbales más comunes en el discurso
coloquial.
1.-El presente es el tiempo más versátil en español y puede
aparecer en lugar del pasado (42) y del futuro (43).
(42) Va y me dice que llego tarde.
(43) Nos vemos mañana.
2.-El pretérito imperfecto, en ocasiones, sustituye al
condicional simple (44, 45):
(44) Si pudiera, me iba ahora mismo.
(45) Yo que tú, no me lo comía, lo tengo clarísimo.
3.-El futuro simple se utiliza con valor de conjetura en el
presente (46)
4.-T el condicional simple, en el pasado (47):
(46) ¿Qué hora será?
(47) ¿Qué hora sería cuando llegó esta mañana?
1.2.5.5. Intensificadores y atenuantes
La intensificación y la atenuación de elementos del discurso
se puede llevar a cabo a través de recursos morfológicos, léxicos
y fónicos,
Les dedicamos un apartado en el que recogemos todos los
mecanismos, algunos vistos con anterioridad.
52

1.-Los intensificadores sirven para reforzar acciones,


intenciones o puntos de vista.
Hay diferentes mecanismos intensificadores:
1.-Prefijos o sufijos (intensificadores de tipo morfológico):
(48) ¡Vaya marronazo que me ha caído!... nunca mejor dicho.
El hotel está superbién…, te lo recomiendo.
Eso está requetetrillado…, ni te molestes en intentarlo.
2.-Cuantificadores o construcciones con valor intensificador:
(49) Cuando llegamos había ya mogollón / un huevo de gente.
Nos dio un susto de muerte.
Anoche jugaron de muerte…, pero perdieron.
3.-Elementos léxicos (repetidos, como en 50 y 51) y expresiones
lexicalizadas,
Que en ocasiones incluyen figuras literarias, como
1.-La hipérbole (52, 53)
2.-O el símil o comparación (54, 55):
(50) A mí solo me gusta el café café, nada de café instantáneo.
(51) Es listo, pero listo de verdad.
(52) Pensé que me moría de la risa.
(53) Está que te mueres / que te pasas / para chuparse los dedos /
de muerte.
(54) Es una tontería como un piano.
(55) Llegó borracho como una cuba.
53

La comparación, como se observa en los dos últimos


ejemplos, es uno de los procedimientos sintácticos que se emplea
para intensificar.
4.-La construcción lo que es sirve para enfatizar o intensificar
algunos elementos de la conversación (56):
(56) Creo que hay una cierta contradicción en lo que es la lógica
del GEA y lo que es la lógica de la Escuela.
La construcción lo que es no añade nada, se podría
prescindir de ella y el significado del enunciado no se resentiría
La Fundación del Español Urgente advierte del uso
innecesario de la construcción lo que es, que se está extendiendo
incluso a los textos periodísticos
Se esperan lluvias intensas en lo que es el norte de España
5.-Recursos fónicos:
Tanto los alargamientos vocálicos como la pronunciación
marcada y la silabificada o silabeada intensifican la cantidad (58)
o sirven de refuerzo intensificador (59, 60, 61)
(58) Comíia, uy, lo que comíiia, no te lo puedes ni imaginar.
(59) Habla tan LENTO que aburre.
(60) Veeeen, por favor.
(61) Ve-te…, ¿cómo quieres que te lo diga?
2.-Los atenuantes
Sirven para disminuir el efecto de nuestras palabras, aunque
no por ello deje de ser comprendida la intención;
Atenuamos nuestras acciones, intenciones y puntos de vista.
54

Hay diferentes mecanismos atenuantes, si bien la atenuación


generalmente se consigue negando lo contrario de aquello que
queremos afirmar o minimizándolo:
1.Sufijos diminutivos (atenuantes de tipo morfológico):
(62) Es bajito y regordete, pero simpático.
2.Cuantificadores o construcciones con valor atenuador:
(63) Es algo / un poco raro, la verdad, pero no está nada mal.
3.-El adverbio como con valor atenuador del grado de certeza que
tiene el hablante sobre lo que se expresa a continuación:
(64) Tu novio es como muy tímido, ¿no?[parece].
En el registro coloquial es frecuente el uso innecesario de
como en casos en los que parece tener un fin atenuante;
Si bien no está muy claro qué se pretende atenuar, y
probablemente no sea el único valor que tenga:
(65) Me siento como muy cansada.
(66) Yo creo que es una postura como muy ambigua.
4.-Elementos léxicos y expresiones lexicalizadas:
(67) Vete a freír espárragos / hacer gárgaras.
(Eufemismo25).
(68) ¿Te importa que llame desde tu móvil?
(69) ¿Puedes, por favor, acercarme ese libro?
5.-Recursos fónicos:
(70) Vete a tomar por… ↑ (Omisión de fonemas y
entonación ascendente y suspendida).
El discurso coloquial es egocéntrico
55

Por ello, el centro deíctico personal es el YO hablante,


situado AQUÍ y AHORA, y se dirige a un TÚ ―estas son las dos
voces principales del discurso―.
El hablante está presente siempre,
1.-Incluso puede realzar su presencia (personalización del
yo) incluyendo el pronombre de 1.ª persona (71),
2.- O atenuarla, mediante recursos de impersonalización,
a) Como la construcción impersonal con se (72),
b) La pasiva refleja (73) ―donde hay un sujeto sintáctico
(las llaves, en este caso) que concuerda con la forma verbal, pero
que no es el agente―;
c) Construcción con sujeto gramatical (uno) pero con
significado indeterminado (74)
d) O con el verbo en 2.ª persona del singular (75)
e) O 3.ª del plural (76):
(71) Yo ya te dije que no fueras.
(72) Se cree que fue él.
(73) Se me han perdido las llaves.
(74) Ya uno no sabe ni qué pensar.
(75) Alquilas la casa y luego no echas al inquilino nunca.
(76) Cuentan maravillas de él…
Y lo mismo ocurre con el TÚ, a quien el hablante se dirige
en todo momento, para pedirle algo, confiarle un secreto,
reprocharle lo que ha hecho…,
Y puede hacerlo de forma directa o atenuada (77);
56

De nuevo encontramos la despersonalización del tú,


utilizando la 2.ª persona del plural (78), o de una tercera persona
de la que se está hablando (79):
(77) Hay que ponerse a estudiar.
(78) Los médicos sois unos hipocondríacos.
(79) Cuando uno pisa el talego ya no vuelve a ser el mismo.
1.2.5.6. Venga y vale
Dedicamos un apartado a estas dos partículas discursivas,
dos elementos plurifuncionales, intercambiables en determinados
contextos,
Están muy extendidos en la interacción comunicativa,
especialmente en el lenguaje coloquial juvenil.
Vale, entre otras cosas, indica
1.-Aceptación de lo que se ha dicho (con reservas, muchas
veces),
2.-Reproche con ironía (80),
3.-Cierre de turno en la conversación (81):
(80) ―Vale, eres el mejor.
(81) ―Bueno, hasta la próxima.
―Vale, nos vemos
VENGA
En el discurso coloquial es frecuente el empleo del marcador
discursivo, exclamativo, ¡venga! (muchas veces acompañado de
vale),
57

Desemantizado como imperativo del verbo venir, y con


valor de
1.-Aceptación ―a veces por obligación o con ciertas
reservas― (82, 83),
2.-Rechazo (84),
3.-Instrucción (85),
4.- Súplica (86),
5.-Ánimo (87), turno de cierre y despedida (88),
6.- Y como respuesta a agradecimientos o felicitaciones
(89):
(82) Sí, señor, lo podemos ensayar esto, ¿sí? A ver. Vamos
allá. Fuimos la primera es el texto, vale, venga, un, dos, tres,
vamos allá.
(83) ¡Era de cero a cinco! ¡Vale, pues venga! Me parece
(84) ―Venga, por favor, no me vengas con esas.
(85) ―Anda, compra tú el regalo, venga.
(86) ―Venga, tía, acompáñame por favor.
(87) ―Venga, mujer, no te pongas así.
(88) ―Hasta otro día.
―Venga.
(89) ―Muchas gracias.
―Venga.
1.2.5.7. El lenguaje gestual
En la conversación coloquial los gestos acompañan, o
incluso sustituyen, a la comunicación verbal;
58

El gesto puede aparecer acompañado


1.-De onomatopeyas, como uuf, buáa;
2.-Del adverbio así,
3.-E incluso de enunciados completos.
(90) A: ¿Qué tal está el melón?
B: Así, así…*
*B hace a la vez un gesto con la palma de la mano abierta, en
posición horizontal.
1.3. RECURSOS Y MÉTODOS DE TRABAJO
En los temas 2 y 3 se van a plantear una serie de cuestiones
de tipo normativo que afectan a los niveles morfosintáctico y
léxico-semántico de la lengua española, respectivamente.
Se trata de aspectos lingüísticos que con frecuencia suscitan
dudas en los hablantes y que un profesional necesita no solo
conocer, sino también ser capaz de explicar, justificar y razonar.
Para lograr este objetivo, vamos a presentar aquí unas
directrices que sirvan como instrumento de trabajo y que permitan
resolver esas dudas
Y, además, mantenerse al día en estas cuestiones, ya que la
lengua se encuentra en permanente evolución,
Especialmente por lo que respecta al léxico, y muchas
veces, lo que hoy no se considera correcto (o mejor, normativo)
puede serlo mañana y viceversa.
59

Para evitar confusiones en nuestros juicios sobre aspectos de


tipo lingüístico, cuando consultamos una obra sobre cuestiones
normativas, conviene tener en cuenta su fecha de edición
Y estar al tanto del momento en que se han aceptado las
últimas normas de la RAE,
Pues, de lo contrario, corremos el riesgo de dar por buena
una respuesta ya anticuada.
Por ejemplo, es todavía frecuente encontrar en muchos
libros de texto que las formas gaseoducto y radioactividad son
incorrectas
Incorrectas frente a las admitidas por la RAE gasoducto y
radiactividad, respectivamente.
Sin embargo, esas dos formas fueron admitidas como
variantes léxicas de estas en la 22.ª edición del DLE, de 2001, y
así se mantienen en la 23.ª, de 2014.
No solo las últimas incorporaciones al Diccionario pueden
llevarnos a engaño:
Probablemente, la mayoría de los hablantes —y,
seguramente, también muchos profesores de Lengua Española—
considerarán almóndiga un vulgarismo de albóndiga,
Y chavola una imperdonable falta ortográfica frente a
chabola.
Pero, antes de emitir un juicio de valor demasiado drástico
sobre quien emplea esas formas,
60

Quizá convenga saber que almóndiga se registra ya en 1726


en el Diccionario de Autoridades de la RAE,
Y aún pervive en el DLE de 2001, como variante de
albóndiga
Y, para asombro de la mayoría de nosotros, chavola entró en
el Diccionario usual de la Academia, como variante de chabola,
en 1956
Y está documentado su uso en escritores tan prestigiosos
como Ramón J. Sender
Es verdad que, a pesar de todo, el hablante culto percibe
como incorrectas las formas almóndiga y chavola,
Y, de hecho, la primera ha sido enmendada en la 23.ª
edición del DLE, con la inclusión de dos etiquetas que la
caracterizan como desusada (aunque conservada hoy en el uso
vulgar).
Para facilitar la búsqueda de palabras en un diccionario,
recordemos que, con la inclusión de dos o más variantes de la
misma voz, se establece también un orden de preferencia
De manera que la forma que es portadora de la definición es
siempre la preferida,
Mientras que la que solo remite a aquella (con letra negrita)
se considera simplemente «aceptada».
En el caso de chavola se indica, además, que se trata de una
forma poco usada:
61

Cuando dos variantes deben situarse muy próximas por su


orden alfabético,
En la de la forma preferida se indica, entre paréntesis, la
posibilidad de usar la forma secundaria, que ya no figurará en un
artículo independiente.
Es el caso de élite y elite, por ejemplo.
En cambio, cuando las variantes se encuentran
alfabéticamente alejadas, se hace constar en la preferida la
existencia de la secundaria,
Pero esta también aparece en su lugar alfabético, enviando a
la anterior, como sucede en chabola y chavola:
Élite (Tb elite). Minoría selecta o rectora
En estos casos, pues, los artículos del DLE están indicando
que élite (con pronunciación esdrújula) es la forma preferida
frente a elite (llana),
Pese a que esta última responde más fielmente a su
etimología y había sido, de hecho, la preferida por la Academia
hasta la publicación de la 22.ª edición del Diccionario,28
Y que trasvase es la forma preferida con respecto a
transvase.
Hasta ahora nos estamos refiriendo a la norma establecida
por la RAE, que es la corporación comúnmente aceptada para
dictarla.
La Academia hace pública la norma por ella propugnada en
sus diccionarios.
62

De manera explícita en el Diccionario panhispánico de


dudas
Y, de forma implícita, en el Diccionario de la lengua
española (el DLE), que nos informa sobre lo que se considera
vulgar, o coloquial, o propio de una determinada zona geográfica.
Sin embargo, hay otro tipo de diccionarios, denominados de
uso,
Que, como su nombre indica, registran todas las palabras y
expresiones que se usan en el periodo cronológico que abarcan.
En este grupo se sitúan el Diccionario de uso del español
(DUE), de María Moliner,
Y el más actual Diccionario del español actual (DEA), de
Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos.29
No debe sorprendernos que la mayoría de los diccionarios se
rija por las normas de la RAE y siga las directrices del DLE,
Pero tampoco debe extrañarnos que un diccionario de uso
sea en cierto modo independiente y tome sus propias iniciativas.
Así, por ejemplo, el DEA no registra ni almóndiga ni
chavola,
Pero, en cambio, otorga carta de naturaleza a la palabra
cámping,
Mientras que el DLE solo ha llegado, mucho tiempo después
de que estuviera consolidada en nuestra lengua, a introducirla en
su 22.ª edición,
63

Pero con un estatus que podríamos denominar sin papeles;


es decir, sin concederle el derecho de ser escrita en la letra
redonda propia de las palabras consideradas verdaderamente
españolas,
Sino manteniéndola en cursiva, sin la tilde que le
correspondería si se castellanizara,
Y señalando expresamente su naturaleza extranjera. Del
mismo modo se mantiene en la 23.ª edición:
1.3.1. La página web de la RAE.
Desde la página de inicio (http://www.rae.es), podemos
acceder a las ventanas de consulta rápida de cuatro diccionarios:
1.-La última edición del DLE (23.ª),
2.-El DPD,
3.-El Diccionario panhispánico del español jurídico
4.-Y el Diccionario de americanismos.
Durante este curso utilizaremos, sobre todo,
1.-El Diccionario de la lengua española (DLE),
2.-El Diccionario panhispánico de dudas (DPD)
3.-Y, para consultas de tipo muy específico, el Nuevo tesoro
lexicográfico;
4.-También consultaremos los corpus de referencia
académicos:
4.1. El del español actual (CREA)
4.2.Y el diacrónico del español (CORDE),
64

4.3. Así como la sección de Preguntas frecuentes (dentro de


Español al día, cuyo acceso se encuentra en la parte inferior de la
página de inicio).
Conviene recordar que en Recursos tenemos acceso a la
consulta (no al texto íntegro) de las últimas obras publicadas por
la RAE:
Nueva gramática de la lengua española (2009-2011) y
Ortografía de la lengua española
Finalmente, desde la misma página se puede consultar
1.- La historia, la organización y el funcionamiento de la
Academia (La institución),
2.-Contenidos audiovisuales y materiales gráficos
(Multimedia)
3.-Y noticias relacionadas con la lengua española (Noticias
y actos y Sala de prensa), entre otras muchas cosas.
A través del acceso directo de la izquierda se accede a la
versión digital de la 23.ª edición del DLE.
A modo de ejemplo, incluimos la búsqueda y la entrada de
la palabra correspondiente a CD-ROM:
Si se accede al DEL a través del enlace que encontramos en
Recursos, se amplían las opciones de búsqueda:
Se puede realizar por palabras, por expresiones, por lemas
(admite cuatro modalidades: «exacta», «empieza por», «termina
en» y «contiene»),
Por anagramas y aleatoria.
65

Recomendamos leer la Guía de consulta para familiarizarse


con las herramientas que incluye la versión en línea del
Diccionario.
En esta misma página, a la derecha, encontramos el enlace
1.-Al preámbulo de esta edición del Diccionario (Edición
del Tricentenario),
2.-Ala referencia bibliográfica (Modo de cita),
3.- Al formulario de propuestas (UNIDRAE)
4.-Y al de Consultas lingüísticas del Departamento de
Español al día, y a las actualizaciones.
Diccionario panhispánico de dudas
Desde el segundo enlace del mismo menú de la izquierda
accedemos al DPD,
Es un instrumento de consulta fundamental para resolver la
mayoría de las dudas sobre la lengua española que se nos puedan
plantear en los niveles de análisis
Fónico, morfológico,
Sintáctico y léxico-semántico.
Este diccionario contiene dos tipos de artículos:
1.-Los que se refieren a palabras concretas que pueden
suscitar algún tipo de duda
2.-Y los denominados temáticos, en los que se tratan
cuestiones lingüísticas generales muy variadas, que constituyen
por sí mismos un excelente manual de estudio.
Encontramos, por ejemplo, artículos sobre aspectos
66

1.-Ortográficos (p. ej., TILDE),


2.- Fónicos (p. ej., YEÍSMO),
3.-Norfosintácticos (p. ej., CONCORDANCIA)
4.-Y léxico-semánticos (p. ej., COLORES).
La obra incluye, además del diccionario propiamente dicho,
cinco apéndices,
Algunos de los cuales resultan especialmente interesantes
para el estudiante,
Como, por ejemplo, el 1 (Modelos de conjugación verbal),
el 2 (Lista de abreviaturas), o el 5 (Lista de países y capitales, con
sus gentilicios).
Aporta también un glosario de términos lingüísticos en el
que se definen y aclaran los conceptos gramaticales que se
utilizan en el diccionario.
Consultas lingüísticas
Especialmente útil resulta la sección de Español al día, cuya
parte más interesante para nosotros es la dedicada a las Preguntas
frecuentes,
En ella que se responden las cuestiones que los usuarios
plantean a esta Corporación, de manera fácilmente comprensible
para cualquier hablante.
Por ejemplo, sobre el uso de la conjunción disyuntiva O y de
su variante U, explica lo siguiente:
Cambio de la «o» disyuntiva en «u»
La conjunción disyuntiva O toma la forma U ante
67

palabras que empiezan por el sonido vocálico /o/ (o- u ho-


en la escritura):
Unos u otros, minutos u horas, ordenar u organizar.
Cuando la conjunción disyuntiva O va seguida de una
expresión numérica que empieza por la cifra 8, como 8, 80,
81, 800, etc., también debe adoptar la forma U,
Tanto en la lectura como en la escritura,
Ello porque las palabras que representan estas cifras
(ocho, ochenta, ochenta y uno, ochocientos...) empiezan por
el sonido /o/: 700 u 800.
La conjunción O también se transforma en U si la
palabra que sigue comienza por /O/ en las correlaciones
disyuntivas,
Correlaciones en las que aparece una conjunción ante
cada una de las opciones posibles:
Los hornos antiguos eran o circulares u ovalados;
La disyuntiva era clara: u obteníamos beneficios
pronto o habría que cerrar la empresa.

Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española


A través del enlace Diccionarios anteriores (1726-2006),
tenemos acceso al NTLLE,3
Es un repertorio imprescindible para solucionar consultas de
tipo histórico,
68

Comprende las ediciones facsímiles de los distintos


diccionarios académicos (usual el DLE, manual, histórico de
1933-1936; de 1960-1996),
Publicados hasta la actualidad.
Para realizar las búsquedas, hay que pulsar en el icono de
Realización de consultas:
La búsqueda de la palabra feminismo, neologismo
relativamente reciente en nuestra lengua.
El resultado aporta 13 testimonios del lema en los
diccionarios académicos a partir de 1914
Pulsando en el lema de una u otra casilla, se obtiene la
reproducción facsímil del artículo lexicográfico en el diccionario
correspondiente.
También es posible consultar de manera simultánea, por el
momento, seis ediciones representativas del diccionario
académico: 1780, 1817, 1884, 1925, 1992 y 2001,
Consultar a través de la herramienta Mapa de diccionarios, a
la que se accede desde Recursos.
Este es el resultado de la búsqueda de feminismo
Banco de datos
El Banco de datos de la RAE está constituido por varios corpus:
1.- El Corpus Diacrónico del Español (CORDE), que contiene
casi 250 millones de formas registradas en textos fechados desde
los primeros tiempos de nuestra lengua hasta 1975;
69

2.- El Corpus de Referencia del Español Actual (CREA, escrito y


oral),
Contiene en su última versión (3.2, junio de 2008) más de
160 millones de formas:
Más de 154 millones correspondientes a la parte escrita y
casi nueve millones en la parte oral en textos datados entre 1975 y
2004.
El 50 % de los textos del CREA corresponden a las zonas
lingüísticas en que se clasifica el español de América: caribeña,
mexicana, central, andina, chilena y rioplatense
3.- El Corpus del Nuevo diccionario histórico del español (CDH),
que contiene 355 740 238 registros,
Registros procedentes de textos del siglo XII al año 2000, en
buena medida comunes al CORDE y al CREA; y
4.- El Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES XXI), todavía
en desarrollo,
Tiene previsto reunir textos de todos los tipos y países, con un
total de 400 millones de formas.
En mayo de 2020 se publicó la última versión del corpus
(0.92),
Cuenta con más 300 000 documentos que suman más de 312
millones de palabras, de textos escritos y transcripciones orales.
Este corpus permite recuperar el sonido de los textos orales
Y hacer consultas por categoría gramatical (al igual que la
versión anotada del CREA).
70

Aquí vamos a utilizar solo los dos primeros corpus


Y, como el funcionamiento de ambos es muy similar, nos
centramos en el modo de consulta que ofrece el CREA (en la
versión sin anotar).
Por el momento, nos limitamos a dar las indicaciones
indispensables
Accedemos a la ventana principal del corpus desde la página
del CREA (Acceso al Corpus de Referencia del Español Actual),
a la que se llega desde Recursos o desde Banco de datos.
Una vez en esta ventana, escribiremos la palabra -o grupo de
palabras- que buscamos en el campo Consulta,
Pero teniendo en cuenta que esta versión del corpus no está
lematizada;
Es decir, que extrae por separado
1.- Cada forma flexiva (canto, cantes, cantarían…; niño,
niña, niños, niñas),
2.-Cada variante ortográfica (ion, ión; elite, élite…),
mayúsculas y minúsculas (Península, península).

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