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Tema 8 Variación en las lenguas

1.1. CONCEPTO DE VARIEDAD LINGÜÍSTICA

La lengua es una y diversa. Desde una perspectiva lingüística o gramatical, constituye una unidad: es un
conjunto de signos y reglas común a todos los hablantes; pero si la miramos desde el punto de vista de los
usuarios, es diversa: razones geográficas, históricas, socioculturales o motivadas por la situación hacen, de
la misma lengua, muchas diferentes. Estas variedades de la lengua común no impiden ese carácter unitario,
ya que es la base de su valor comunicativo.

- Seis talegos, tíos. ¡Qué pasada! (Argot).


- Dijo que se cranea hacer la prueba dos veces al año para que los
cabros se relajen (Fragmento de un diario chileno).
- Canarias se incorporó al dominio lingüístico del castellano en el siglo XV
(Estándar).
- Sempronio.– ¡Qué espacio lleva la barbuda! ¡Menos sosiego traían sus
pies a la venida! A dineros pagados, brazos quebrados. ¡Ce, señora
Celestina, poco has aguijado! (Fragmento de La Celestina).
- Nundik zatoz? (Vasco, significa ¿Adónde vas?).

Hay toda una serie de variantes dentro de una misma lengua.

1.2. FACTORES DE DIVERSIFICACIÓN. LAS VARIEDADES.

La variedad lingüística, es el conjunto de rasgos diferenciales con relación a la lengua estándar que utiliza un
usuario o un grupo de usuarios de una lengua, según su situación social y cultural, el momento histórico, el
lugar en que se encuentre o la situación comunicativa en la que se vea inmerso.

- Variedades geográficas o diatópicas. Conjunto de rasgos característicos de los individuos de una


determinada zona geográfica (dialectos, hablas locales). Son objeto de estudio de la Dialectología.
- Variedades históricas o diacrónicas. Conjunto de rasgos lingüísticos característicos de una determinada
época.
- Variedades socioculturales o diastráticas. Conjunto de rasgos determinados por diferentes factores
relacionados con la estratificación social: lengua culta o vulgar, lengua de los jóvenes. Estas variedades se
llaman sociolectos y los estudia la Sociolingüística.
- Variedades estilísticas o diafásicas. Conjunto de rasgos que un mismo hablante emplea según la situación
concreta en la que se encuentre. Son los diferentes registros: formal, coloquial...

2. LAS VARIEDADES GEOGRÁFICAS O DIATÓPICAS

-En españa se hablan cuatro lenguas: castellano o español, catalán, gallego y vasco. Las tres primeras
derivan del latín, es decir, son lenguas románicas. El vasco es anterior a la romanización; por tanto, no.
-El castellano o español es la lengua oficial para todos los españoles, con origen en Cantabria, en un
conjunto de condados que dependían del reino leonés. Avanzó hacia el sur, entre el leonés y el aragonés y
se implantó tanto en América como en Filipinas.
-Es la lengua oficial de España, y gran parte de Centro y Sudamérica, además de ser una de las lenguas más
estudiadas como segundo idioma.
-En Estados Unidos, es la segunda lengua en importancia, aunque no es cooficial. En España, en las
Comunidades Autónomas correspondientes es cooficial con el catalán, el vasco y el gallego.
- Otras comunidades cuentan con variedades lingüísticas propias, como el bable en Asturias y las fablas en
Aragón.
- Existen, asimismo, variantes dialectales de las lenguas de España. Las más representativas del castellano
son el murciano, el extremeño, el andaluz y el canario.
2.1. LENGUA. DIALECTO. HABLA

Lengua
(Del lat. lingua) Se trata de tres términos fundamentales que es necesario conocer:

2. f. Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana.
3. f. Sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen modelos de buena expresión. Ej. La lengua de Cervantes
es oficial en 21 naciones.
4. f. Sistema lingüístico considerado en su estructura. De ello deducimos que para que una variante
lingüística se considere lengua, ha de cumplir los siguientes requisitos:
· Ser un sistema de comunicación verbal y escrita. Esto exige poseer una gramática, un sistema ortográfico,
un sistema fonológico...
· Ser propia de una comunidad humana. Por un lado, la noción de lengua se diferencia de la de los sistemas
de comunicación animales y, por otro, la idea de comunidad le atribuye la posibilidad de ser utilizada en
diferentes países, o en uno solo, o en lugares más pequeños. No es superior la lengua que se habla en más
lugares.
· Ser reconocida por su comunidad de hablantes como modelo. La lengua es reconocida como propia y
como vehículo de cultura por sus hablantes.

Dialecto
1. m. Ling. Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco
común. Ej. El español es uno de los dialectos nacidos del latín.

2. m. Ling. Sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta limitación geográfica, pero
sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común.

3. m. Ling. Estructura lingüística, simultánea a otra, que no alcanza la categoría social de lengua.

- Toda lengua es dialecto de la que procede.


- El latín, junto con el griego, las lenguas germánicas, las célticas, las balto-eslavas y las indoiranias proceden
del indoeuropeo. Del latín lo hacen: el italiano, el francés, el castellano, el portugués, el rumano, el catalán,
el gallego, el sardo y el occitano.
- No todo dialecto es lengua: el dialecto no se diferencia suficientemente de otros dialectos de origen
común y, además, socialmente, no alcanza la categoría de lengua. Así, el andaluz, el extremeño, el
murciano y el canario no están suficientemente diferenciados de la lengua de la que proceden (el
castellano) ni lo están entre sí: cualquier hablante castellano entiende a otro que hable una variedad
dialectal diferente. Es decir, que una lengua ha de poseer un sistema de comunicación
propio que se diferencie suficientemente de la lengua de la que ha surgido.

Habla
(Del lat. Fabula)
f. Ling. Sistema lingüístico de una comarca, localidad o colectividad, con rasgos propios dentro de otro
sistema más extenso. Por lo tanto, designa variedades restringidas, muy localizadas, sin la relativa unidad
del dialecto.
Existen cruces e interferencias entre lenguas, dialectos y hablas
-las variedades geográficas enriquecen los sistemas lingüísticos.
- utilizar un dialecto o una variante lingüística que sea denominada es una cuestión que compete a la
gramática histórica.
- el último nivel: el idiolecto; la lengua, tal y como la utiliza un individuo particular.
2.2. LA FRAGMENTACIÓN LINGÜÍSTICA DE ESPAÑA

- Los romanos ocuparon la Península Ibérica a partir del año 218 antes de Cristo. Hasta ese momento se
hablaban en la Península una serie de lenguas que pertenecían a los pobladores de estas tierras (vascos,
íberos, fenicios…) que influyeron en la evolución del latín en la zona como sustrato: rasgos de la lengua
originaria que quedan en una lengua que se impone a otra. Voces de tipo barro, pizarra, vega son de origen
prerromano.
El latín fue la lengua que trajeron a la Península los romanos, que realizaron el proceso de romanización por
medio de la extensión de la cultura, la lengua y la civilización romanas. La lengua que hablaban los
soldados, comerciantes, etc., que llegaron a la Península no era el latín clásico, sino un latín de un registro
poco elaborado, que se conoce con el nombre de latín vulgar. Y se impuso a las lenguas prerromanas,
excepto al vasco, que continuó hablándose y que influyó de manera determinante en la evolución de
algunos de los dialectos del latín, como el castellano. Además, del vasco proceden numerosos topónimos,
formados por sufijos -gorri "rojo", -erri "quemado"…

- En el siglo V, los visigodos invaden España y adoptan la lengua de los vencidos, el latín. Esto provocó los
cambios lingüísticos hacia las lenguas romances. Perduran en nuestro idioma germanismos del tipo brotar,
escarnecer, yelmo, guerra, parra, Álvaro, Rodrigo, Elvira...

-En el siglo VIII, con la invasión árabe, que comenzó en el 711, y la posterior Reconquista, se fue acelerando
el proceso de diversificación lingüística como consecuencia de la creación de los diferentes reinos cristianos.
El castellano, como fruto de la ocupación árabe, está plagado de arabismos: jarra, alcoba, almohada,
albornoz, albañil, alcalde, alférez, alhaja, berenjena, aceituna, zanahoria, sandía, azucena, adelfa, jara,
alboroto, ojalá, Guadalajara (río de las piedras), Guadalquivir (río grande), Medina (ciudad), Alcalá (castillo)

-Ya en el siglo X existían los siguientes dialectos en la Península: gallego- portugués, leonés, castellano,
navarro-aragonés, catalán y mozárabe.

2.3. LENGUAS Y DIALECTOS DE ESPAÑA


a) Dialectos históricos. Se conoce con esta denominación a los dialectos del latín que no han llegado a ser
lenguas por diferentes cuestiones políticas, geográficas y culturales. En nuestros días constituyen una serie
de hablas muy influidas por el castellano. Son el aragonés: hablas (fablas) que se hablan en diversas zonas
de Aragón y de Navarra, y el asturleonés, cuyo ámbito son algunas zonas rurales del antiguo reino de León.
Tanto el estatuto de autonomía de Aragón como el de Asturias piden protección para estas variantes.
Algunos rasgos del aragonés son:
- Las vocales -e y -o diptongan en posiciones que no lo hizo en castellano
(fuella, hoja...).
- Conserva la f inicial (fillo).
- Apocopa las vocales -e y -o finales (chen "gente", tién).
- Presencia de imperfectos de indicativo en -eba, -iba (poneba, deciba...).
En Asturias se alude a una lengua asturiana o bable, que unifica los restos del antiguo romance. Algunos
rasgos pueden ser:
- Apócope de consonantes finales.
- Aparición de formas diptongadas del verbo ser: ye.
- Tendencia al cierre en las vocales finales: otru.
- Conservación de la f inicial: faense.
- Posposición del pronombre átono: Díjome esto.6

b) Lenguas que se hablan en las denominadas por la Constitución “nacionalidades históricas”:


El catalán es una lengua que resulta de la evolución del latín en el territorio del antiguo principado de
Cataluña. Hasta el siglo XIII la expansión catalana se dirigió hacia Occitania. Gracias a su alianza con el reino
de Aragón hasta el siglo XV, realizó su expansión por el Mediterráneo y ello explica su uso en Alguer, en la
isla de Cerdeña y su extensión hacia el sur hasta Murcia. Actualmente, es hablado por más de siete millones
de personas. Se extiende por Andorra, donde es lengua oficial y más allá de la frontera francesa hasta el
Rosellón. Variantes del catalán son el valenciano (cooficial con el castellano en su comunidad), que forma
parte del catalán occidental, y el balear, que pertenece al catalán oriental.

El gallego, que es hablado por unos dos millones de habitantes, deriva del gallego-portugués, que fue una
lengua única hasta el siglo XV, momento en el cual comienza a desgajarse en dos, el gallego, por un lado, y
el portugués, por otro. Es la más conservadora de la lenguas romances de la Península. Presenta tres
grandes zonas cada una de ellas con variantes: gallego occidental, gallego central y gallego oriental.
El vasco o euskera es la única lengua prerromana peninsular. Influyó notablemente en la formación y en la
evolución del castellano. La formación de palabras a partir de prefijos y sufijos significativos es uno de sus
rasgos característicos. La conjugación verbal es muy complicada y tampoco el orden de las palabras es como
el de las lenguas romances. Poseía una notable dispersión dialectal, motivada por la ausencia de una
norma escrita y por el aislamiento entre unos y otros valles. Para su unificación se creó el euskara batua,
modalidad basada en el guipuzcoano. Esto ha hecho posible que cada vez existan más hablantes bilingües
en esta comunidad. El vasco se usa en el País Vasco y Navarra en España, así como en Soule, Labourde y
Baja Navarra, en el País Vasco francés.

La convivencia que se da en las nacionalidades históricas de dos lenguas ha dado lugar a interferencias o
fenómenos de contagio lingüístico para ambos sistemas. Así, por ejemplo, el español de Galicia es una
variedad geográfica marcada por la absorción de muchos rasgos propios del gallego: la particular
entonación interrogativa, la escasa utilización de tiempos verbales compuestos, léxico y giros exclusivos
(pota, colo, rapante, dar hecho, ir + infinitivo...)...

c) Castellano o español. Es la lengua oficial de España. Los términos castellano o español se usan para
designar una misma realidad. Parece lógico emplear castellano para el dialecto que surgió como evolución
del latín y emplear español para la lengua oficial del país llamado España, como se usa francés para Francia
o italiano para Italia; de todas formas, ambas palabras se pueden emplear indistintamente. Nació el
castellano entre Burgos y Santander, en contacto con el vasco. Esta cercanía marca la tendencia del
castellano a distanciarse de su lengua madre en mayor medida que otros dialectos peninsulares.

d) Dialectos del castellano en España, es decir, variantes del castellano (no del latín) son el extremeño, que
suele tender a la aspiración generalizada, el murciano, el canario y el andaluz, en el que nos fijaremos con
algo más de atención dada la cantidad de usuarios. En general caracteriza al dialecto andaluz:
- La relajación de la s final.
- La aspiración del fonema /X/ (traho, por trajo).
- El seseo: identificar con el fonema /s/ las grafías s, c+e,i y z. No todos los andaluces sesean. Lo hacen, en
general, en el Norte, en Sevilla, Córdoba, Huelva y Málaga; el resto suele cecear, es decir, identificar con el
fonema /Q/ las grafías s, c+e, i y z.
- Relajación de ch y jota (sico, coshe).
- Confluencia de vosotros y ustedes. En algunas zonas se ha perdido la
diferenciación entre ustedes y vosotros y sólo se usa ustedes, para respeto y para confianza.
- Desde el punto de vista léxico se conservan palabras arcaicas: escarpín
(calcetín), palomita (mariposa).

2.4. LA SITUACIÓN DEL ESPAÑOL EN EL MUNDO


La gran variedad geográfica del español, tanto por la extensión del territorio que abarca como por la
cantidad de hablantes (unos 250 millones), se encuentra al otro lado del océano Atlántico. El español de
América no es, sin embargo, una variedad homogénea. Hay variantes importantes en los diferentes países.
Se debe tener en cuenta que en el español exportado a América hubo una mayor presencia de la norma
andaluza, por lo que muchos de los rasgos del andaluz o del canario son los mismos que los del español de
América. También hay que contar con la influencia de las lenguas indígenas, que se manifiesta ennumerosos
términos que perduran en el castellano de esas tierras: araucano en Chile, náhualt para los aztecas
mejicanos, maya-quiche en zonas del Yucatán y de Centroamérica, guaraní en Paraguay y nordeste de
Argentina y quechua, hablado por los incas, en Perú, en el sur de Colombia, en Ecuador y en parte de
Bolivia. Sus rasgos fundamentales:
· Rasgos fónicos
- Seseo (pronunciación de c y z como s): toda Hispanoamérica.
- Yeísmo (pronunciación de ll como y).
- Aspiración o pérdida de -s implosiva (ahco, por asco).
- Aspiración de la h- inicial procedente de f- inicial latina (h´ijo).
- Confusión de -l y -r implosivas (pielna, por pierna). A menudo cae la -r final.
En el Caribe se diptonga (taide por tarde).

· Rasgos gramaticales
- VOSEO: En América Central, Paraguay, Argentina,y Uruguay se utiliza vos para el trato familiar de la 2ª
persona. En Chile, Colombia, Venezuela y otras zonas hay vacilación entre tú y vos. Según las zonas, este uso
puede llevar aparejadas particularidades en la conjugación verbal (vos sabés, vos comprás).
- Adverbialización del adjetivo: Ella se arregla lindo.
- Se prefiere el pretérito perfecto simple, en casos en que en España se preferiría el compuesto: ¡Qué rico
que lo hiciste!
- Uso especial de adverbios, preposiciones y conjunciones: no más (mismo), habla no más (cállate). Recién
(ahora mismo), Volveré hasta que vengas (cuando).

· Rasgos léxicos
- Vocablos españoles arcaicos: frazada (manta), amargoso (amargo), catar (mirar), bravo (irritado), lindo
(bonito), cuadra (manzana de casas)...
- Voces de Andalucía y Canarias: juma, jumera (borrachera), mordida (soborno), peje (pez).
- Anglicismos: troque (camión) chores (pantalones).
- Italianismos: pibe (muchacho).
- Sustrato amerindio: canoa, maíz, tabaco, caníbal, butaca, patata, cacao...
El castellano o español se habla en otros lugares del mundo, además de en España y en Hispanoamérica:

• Restos del judeoespañol o sefardí: la lengua de los judíos sefardíes, expulsados de España en 1492 que la
han mantenido desde entonces. Esta lengua conserva rasgos del castellano del siglo XVI. Hay comunidades
de estos judíos en el Norte de África, en los Balcanes, en Turquía y en Israel.
• En Filipinas, el castellano fue lengua oficial hasta 1986, pero desde 1898, el inglés lo fue sustituyendo
paulatinamente. Los filipinos continuaron con su lengua autóctona: el tagalo.
• En África, se habla en Guinea Ecuatorial y en el Sáhara Occidental; además, se conoce en algunos lugares
de Marruecos.
• En Estados Unidos, es una lengua en expansión porque la utilizan tanto las amplias comunidades de
hispanos que residen allí, como los emigrantes procedentes de la América de habla hispana.

Existen cuatro etapas fundamentales de fijación del castellano:

a) El español medieval. A finales del siglo XIII el castellano de Alfonso X había ganado en madurez, a través
de la literatura, y en extensión, porque zonas del mozárabe iban adoptando ese castellano. En esta época se
fijan las grafías y la sintaxis, con el uso de conjunciones. También se enriquece el léxico, por medio de
préstamos de lenguas vecinas, como el francés, y de la introducción de cultismos latinos. Además, el rey
Alfonso X utiliza el castellano para los documentos públicos en un intento de regularizarlo y de
sistematizarlo. En los años siguientes, el castellano se extiende con la unión de Castilla y Aragón, la
conquista de Granada en 1492 y la anexión de Navarra en 1512.

b) El español clásico. Durante el siglo XVI se produce otra modernización. A la figura de Antonio de Nebrija,
que escribió la primera Gramática castellana a finales del siglo XV, se suman otros gramáticos y poetas:
Garcilaso, Herrera, Fray Luis..., que en sus obras depuran el lenguaje e incorporan elementos nuevos, de
manera que la literatura dota al idioma de gran dignidad. Lo mismo sucede en el siglo XVII. Asimismo,
el contacto con otros pueblos europeos y la conquista de América contribuyen a la ampliación del léxico.

c) siglo XVIII, con la creación de la Real Academia Española y las publicaciones del Diccionario de
Autoridades de la Ortografía y de la Gramática. Es una época en que, debido al desarrollo de las ciencias, es
necesario recurrir a préstamos de otras lenguas para denominar las nuevas realidades, sin que en muchos
casos se adapten al castellano. Por esa razón, tanto la Academia como algunos autores se preocuparon de
que estas ampliaciones léxicas no desvirtuaran el castellano. La mayoría de los préstamos en esta época son
galicismos, es decir, palabras tomadas del francés y, aunque algunos autores los criticaron, muchos
acabaron por imponerse: es el caso de galante, interesante, intriga, modista, rango, chaqueta, pantalón,
hotel, chalet, sofá...

d) El español actual. El cuarto momento de modernización del castellano se está produciendo hoy en día.
Con las nuevas formas de vida y el desarrollo tecnológico, los anglicismos o términos tomados del inglés son
frecuentes en nuestro vocabulario. En este momento, se está viviendo una situación nueva para nuestro
país, la planteada por la emigración, que desde el punto lingüístico, es un reto para el idioma.

4. VARIEDADES SOCIOCULTURALES O DIASTRÁTICAS


4.1. JERGA Y ARGOT
Existen una serie de condicionantes socioculturales que, en mayor o menor medida, explican las diferencias
de utilización del código entre unos hablantes y otros, aunque la escolarización obligatoria y la presencia de
los medios de comunicación en casi todos los hogares hace que su influencia sea cada vez menor. Ya no
tiene sentido hacer referencia a lengua rural frente a lengua urbana o a la lengua de los hombres frente a la
lengua de las mujeres. Sí parece determinante la diferencia en la forma de hablar entre los jóvenes y el
resto de la población, ya que los primeros pueden utilizar la lengua para diferenciarse de otros grupos, de
adultos sobre todo, y, a veces, esta forma de hablar entronca con lenguajes específicos, los llamados jerga y
argot.

c) Léxico - Uso de términos abstractos.


Nivel vulgar
Se trata de un uso pobre de un código, en el que se relaja la pronunciación, no se cuida la concordancia ni
se matiza; además, el hablante se despreocupa de cuestiones estilísticas (frecuentes repeticiones,
muletillas...) y usa vulgarismos. No debemos asociar uso de código restringido con falta de recursos
económicos. Hay famosos que exhiben su falta de dominio del idioma en los medios de comunicación y
emplean este tipo de código sin pudor.

a) Plano fónico
- Relajación articulatoria: *Madrí, *verdá, *arreglao.
- Desplazamientos acentuales: *telégrama.
- Alteración de hiatos: *rial, *cuete.
- Cambio de b en g y viceversa: *abuja, *güeno.
- Desarrollo de g ante diptongo: *güevo, *güeso.
- Relajación de d, g, r: *esparramao
- Ultracorrección: *bacalado.
- Alteración de l y r: *arquiler.
- Cambios en las letras: *probe, *cocreta.

b) Morfosintáctico
- Oraciones breves.
- Muletillas (bueno, nos vimos y tal...)
- Anacolutos: ruptura de la construcción sintáctica: ausencia de concordancia entre
sujeto y verbo o entre otros elementos: *Yo me parece.
- Uso de dequeísmo: *Pienso de que no es cierto.
- Uso de queísmo: *Estoy segura que es cierto
- Errores en la conjugación: *cantastes, *conducí, *pusiendo...
c) Léxico
- Formas verbales arcaizantes: truje, *semos.
- Confusión en el significado de conjunciones: *contra más (cuanto más).
- Uso impropio de palabras cuyo significado se desconoce: obelisco (basilisco), ínsulas
(ínfulas).
- Uso abusivo de motes: "El Curri"
- Elementos jergales: camelar, guipar.
- Abundancia de palabras malsonantes. Hay quien diferencia una variedad o nivel medio de expresión, que
se correspondería con los rasgos propios del nivel culto, pero en un grado de elaboración y riqueza léxica
menor.

5. LA VARIACIÓN DIAFÁSICA
Cuando hablamos de variedad diafásica nos referimos al uso que el hablante hace del código en función de
su situación comunicativa. Los hablantes, según su competencia comunicativa, dominarán o no los
diferentes registros, es decir, será o no capaz de adaptarse a los usos lingüísticos que requiere cada
situación concreta. Los factores fundamentales que definen el registro son:

· El canal: uso oral o escrito.


· El grado de relación y confianza entre los interlocutores: formal o informal.
· El dominio de la comunicación, que puede ser abierto o cotidiano (familia, ocio, escuela...) y cerrado o
específico (ámbitos temáticos: científico técnico, humanístico, burocrático... literario). En este aspecto, son
fundamentales el tema y la intención comunicativa.
· La posibilidad o no de planificar el texto (una conferencia, un artículo periodístico, un auto judicial o una
conversación...)
· La actitud del hablante: que va desde la naturalidad a la solemnidad y en la que influye el tema del que se
trata: por muy amigos que sean los interlocutores, un pésame exige un tono solemne y, en muchas
ocasiones, el uso de fórmulas rituales: te acompaño en el sentimiento...

5.1. REGISTRO FORMAL Y REGISTRO COLOQUIAL

Así, dependiendo de la combinación concreta de los factores que acabamos de citar, se puede distinguir una
amplia gama de situaciones lingüísticas particulares. De forma general, se suelen distinguir dos grandes
variedades o registros:

a) El registro formal, caracterizado por la falta de confianza entre los interlocutores, que utilizan
formalidades y convencionalismos que afectan a la expresión lingüística: normas de cortesía, esquemas
formalizados, textos planificados, rigor en el uso de la lengua, predominio de la función referencial o
representativa...
b) El registro coloquial o informal, que se caracteriza por una mayor confianza entre los interlocutores, por
un menor nivel de elaboración textual y por el predominio de las funciones apelativa y expresiva sobre la
referencial. Constituye un uso socialmente aceptado en situaciones de la vida cotidiana, es decir, en las
habituales para los hablantes. Se emplea sobre todo en la variedad oral, aunque esto no quiere decir que no
pueda utilizarse (una carta familiar) o reproducirse en un texto escrito, como ocurre en la obra dramática de
José Luis Alonso de Santos, Bajarse al moro. Rasgos característicos de este registro son: la oralidad, la
interactividad, la informalidad y la ausencia de planificación.

No hay que confundir lo coloquial con la falta de cultura. Los hablantes cultos también utilizan el registro
coloquial en la conversación cotidiana y pueden, en un momento determinado, hacerlo en una situación
formal. Los hablantes de escaso nivel cultural se caracterizan por su imposibilidad de salir del ámbito de lo
coloquial, caen en las ultracorrecciones cuando intentan utilizar un registro más formal. Algunas de las
características del registro coloquial más relevantes pueden ser las siguientes:
a) Nivel fónico
- Importancia del acento de la entonación y de los alargamientos enfáticos (¿Qué has sido túuuu?, ¡Noooo!)
- En el discurso oral, tendencia a la pronunciación relajada (ciudá, istituto).
- Presencia de onomatopeyas: ¡Buaaaa!
b) Nivel gramatical
- Presencia de vocativos y elementos apelativos: Oye, Mira, ¿Entendéis?, ¿Eh?,¡Tú! ¿Vale?, ¿Me oyes?
- Presencia de elementos intensificadores y atenuadores de la afectividad: morfológicos (pero es que esa
chica... ¡qué tipazo!, sin embargo la de las gafillas es feúcha), sintácticos (mis padres están con mi hermano
que se suben por las paredes)
- Uso de pronombres y adverbios deícticos que se refieren al contexto situacional: yo, tú, aquí, ahora.
Preferencia por el tuteo.
- Uso del dativo ético: No te me remontes.
- Uso frecuente de conectores de diverso tipo para marcar la cohesión textual: es que, pero, además,
aparte, por cierto, bueno...
- Sintaxis abierta: paráfrasis, rodeo explicativo, redundancias, anacolutos (Yo, desde que vi esa película, me
gusta más el cine), orden subjetivo de palabras (un cigarro, dámelo, por favor), enunciados sin terminar
(tío... no tenía ni idea... no sabía que...)
- Uso abundante de oraciones exclamativas e interjecciones: ¡Cállate ya, caramba!
- Mayor frecuencia de coordinación y yuxtaposición, frente a la subordinación.
c) Nivel léxico-semántico
- Uso de un léxico común con términos de frecuente utilización y de significado poco preciso; palabras baúl
(cosa, poner, eso, hay, gente...), frases hechas: aquí el que no corre, vuela, y metáforas cotidianas: menuda
empanada mental, tienes, tío.
- Léxico abierto: incorporación de palabras jergales: curre, mogollón. Con frecuencia se habla de registros
intermedios, para señalar los usos de lengua que se situarían entre los dos extremos citados.

6. FACTORES DE UNIDAD LINGÜÍSTICA

Existen también factores de cohesión. En el caso del castellano o español, idioma de unos cuatrocientos
millones de personas, los hispanohablantes son conscientes de que utilizan la misma lengua a pesar de las
variantes, que puedan dificultar su comprensión. Esa unidad en la variedad o esa cohesión lingüística viene
apoyada por una serie de factores.

-El primero de ellos es el esfuerzo de las Academias, las Universidades, los Institutos, los Colegios... y de
algunos escritores para la puesta en práctica de una serie de normas que permitan que la lengua, en este
caso española, adopte unas reglas comunes dentro de su heterogeneidad.

-El segundo factor de cohesión fundamental es la existencia de una variedad estándar o lengua común, que
es entendida por todos y utilizada por los medios de comunicación (radio, televisión, periódicos), etc.
La variante estándar funciona como un modelo, un espejo ideal en el que todos nos reconocemos. Gracias
a estos elementos de unión, todos los hablantes tienen conciencia de pertenecer a un mismo tronco
común, a un mismo idioma: el español.
El español, entendido así como entidad abstracta que agrupa en su interior multitud de variedades, será
considerado como una lengua histórica o diasistema (sistema de sistemas). Se trata de un concepto que
sirve para referirse a lo que se tiene en común, a las invariantes que dan unión a las diferentes variedades.
Sin embargo, el hablante usará la variedad propia de su entorno, de acuerdo con la formación que haya
recibido y adecuando sus palabras a la situación comunicativa concreta. Esta conjunción de rasgos es lo que
se denomina una lengua funcional, la que funciona y utilizan los hablantes.

Dentro de una lengua histórica como el español, podemos diferenciar múltiples lenguas funcionales; incluso
un mismo hablante puede llegar a dominar más de una lengua funcional, dependiendo de sus
circunstancias comunicativas y vitales. La variedad estándar no sería más que una determinada lengua
funcional del español que ha sido elevada a la categoría de norma y modelo.
TEMA 10 FAMILIAS DE LENGUAS

1. Clasificación de las lenguas en función de criterios formales


Se puede establecer una clasificación de las lenguas sobre la base de sus diferencias gramaticales. A
principios del siglo XIX los lingüistas de la escuela comparativa intentaron agrupar las lenguas en cuatro
grupos de acuerdo con un criterio morfológico o tipológico:

1.1. Las lenguas analíticas, aislantes o isolantes. Poseen palabras de una sola sílaba que pueden ser
portadoras del significado básico o del equivalente de los elementos gramaticales como persona,
pasado. Cada palabra es inmutable. P ej en chino para decir que alguien vino hay dos palabras: lai (‘venir’) y
li (‘pasado’). El inglés es también una lengua analítica o poco flexiva.

1.2. Las lenguas aglutinantes son las que reúnen (aglutinan) en una sola palabra varios elementos,
cada uno de los cuales posee una significación fija e individual. A la raíz de la palabra se le añaden los afijos
(los prefijos se colocan delante, los infijos van en el centro de la palabra y los sufijos se colocan detrás de la
raíz). La lengua turca es un ejemplo de lengua aglutinante; así, la raíz äv ('casa') puede recibir los sufijos, äv
dä ('en la casa'), äv lar ('las casas') y äv lärda ('en las casas'). La lengua vasca es otro ejemplo de lengua
aglutinante, así dizkizut es el auxiliar plural de verbos transitivos con complemento directo e indirecto en
presente (‘yo a ti varias cosas’).

1.3. En las lenguas flexivas, los afijos aportan las variaciones de género, caso, persona, número, voz,
aspecto, tiempo y conjugación que constituyen la flexión. El latín, el griego y el español son ejemplos de
lenguas flexivas. En latín, patribus, que es una palabra autónoma (en el sentido de que se puede encontrar
sola), transmite simultáneamente las tres informaciones; ‘dativo’ (o ‘ablativo’), ‘plural’, ‘padre’ (o ‘senador’).

1.4. En las lenguas incorporantes se funde una serie de elementos semánticos y gramaticales en una
palabra, como el objeto directo o el indirecto en el verbo. El swahili (lenguas africana) es una lengua
incorporante; por ejemplo, la palabra hatukuviwanunulia significa 'no los compraremos para la gente' y sus
componentes son: ha (negación) tu (nosotros) ku (pasado) vi (pronombre objeto de tercera persona plural y
género neutro) wa (la gente) y nunulia (comprar a, comprar para).

En ocasiones se establece la oposición únicamente entre lenguas analíticas (con palabras


aisladas) y sintéticas (con unión de elementos en una palabra).

2. Clasificación genética o por grupos de familias


El hecho de que dos lenguas tengan el mismo orden de palabras dentro de la oración no quiere decir que
estén relacionadas entre sí. Para saber si existe una relación hay que estudiar su genealogía y clasificarlas
desde el punto de vista genético. Esta clasificación, a diferencia de la tipológica, supone la comparación de
los sistemas fonéticos y de las unidades de significación para demostrar su grado de parentesco. Del mismo
modo que los parecidos familiares entre las personas muestran su raíz genética, entre las lenguas
emparentadas existen parecidos aunque se trate de lenguas muertas.
Los miembros de una familia lingüística poseen una conexión histórica y descienden de un antepasado
idiomático común. Los árboles genealógicos muestran las relaciones entre las lenguas; la lengua
troncal más antigua se encuentra en la cúspide del árbol y las ramificaciones subsiguientes muestran el
grado de alejamiento o proximidad entre los miembros de la familia. Las lenguas emparentadas lo están en
sus elementos gramaticales y en el léxico, y exhiben correspondencias regulares entre los sistemas fonético
y semántico. Por ejemplo, la palabra inglesa fish y la española pez corresponden a la latina piscem;
asimismo, la inglesa father y la española padre corresponden a la latina patrem. Donde el latín tiene -t- en
posición interior de palabra, el español tiene -d- y el inglés -th-, como lo muestra el grupo anterior patrem,
padre, father. Donde el latín y el español tienen p-, el inglés tiene f-. Todas están emparentadas, son
calcos, es decir, genéticamente es la misma palabra. La lingüística comparada estudia el campo en el que se
establecen las correspondencias sistemáticas entre fonemas y sememas (sonidos y unidades de significado)
de las palabras calco (también llamadas cognadas); por medio de la comparación entre las lenguas vivas ya
agrupadas se intenta reconstruir el antepasado común, perdido en muchos casos. A estas lenguas
precursoras, hoy total o parcialmente reconstruidas, se les califica como proto, como el proto-indoeuropeo.
Familias europeas y asiáticas
La más conocida es la familia de las lenguas indoeuropeas en la que están incluidas la mayoría de las
lenguas europeas, las del norte de la India y de otras regiones intermedias. Consta de las siguientes
subfamilias: itálica, germánica, celta, griega, báltica, eslava, armenia, albanesa, indoirania y las
extinguidas hitita y tocaria. Hay otras subdivisiones en cada una de las subfamilias. El español, por
ejemplo, pertenece a la rama de las lenguas románicas, que están incluidas en la subfamilia itálica dentro
de la gran familia indoeuropea. El grado de parentesco que existe entre el español y otras lenguas de la
misma familia, como el inglés, el griego y el sánscrito, es cada vez más remoto.
La familia indoeuropea es una de las doce familias que se han propuesto como extensas
agrupaciones de lenguas. Existen diversos enfoques lingüísticos a la hora de establecer las clasificaciones.

Por ello, cuando determinadas escuelas anglosajonas hablan de familias de lenguas, los lingüistas
europeos, con mayor tradición comparativa, prefieren hablar de subfamilias. Por otro lado, estos
últimos se muestran muy reticentes cuando se fijan determinadas agrupaciones porque hay pocos
datos y mucha premura en las clasificaciones. En Europa existen otras lenguas que no pertenecen a la
familia indoeuropea; es el caso de la lengua vasca o euskera, lengua que al parecer no está relacionada con
ningún otro grupo de lenguas conocidas. El finlandés, estonio, lapón (o saami) y húngaro son las
lenguas más occidentales de la llamada rama ugrofinesa (que también incluye otras lenguas de los Urales y
de Siberia). Algunos autores vinculan la familia altaica a las lenguas urálicas en un grupo
denominado uralaltaico (agrupación hoy desechada por la escuela comparativa); la rama principal de
las lenguas altaicas está formada por el turco, el mongol y las manchú-tungus. A los grupos de lenguas
siberianas que no parecen estar emparentadas se les ha denominado lenguas paleosiberianas. En el
Cáucaso se habla de las lenguas caucásicas; la más estudiada ha sido la georgiana.

Muchas lenguas de la India y de sus vecinos al noroeste pertenecen a la rama indoirania de la familia
indoeuropea. Otros dos grupos de lenguas, la munda, que se suele considerar como rama de las lenguas
austroasiáticas, y la dravídica (ambas incluidas en las lenguas indias) representan a más de ochenta
millones de hablantes. En el sur de Asia encontramos las lenguas chinotibetanas con cientos de
millones de hablantes. Sus ramas principales son la tibetano- birmana y la china (cuyos numerosos dialectos
suponen auténticas lenguas). Algunas escuelas lingüísticas vinculan esta rama china con las lenguas thaís
(donde se incluyen la thai y la siamesa); otras estiman que no forman parte de ellas.

Lenguas del Pacífico y africanas


En el Pacífico existen tres grandes grupos: el primero comprende a la familia malayo-polinesia, cuya rama
occidental está formada por la indonesia y la oriental por la oceánica; el segundo grupo lo configuran las
lenguas papúes, las de Nueva Guinea, con numerosas lenguas aisladas y otras agrupaciones (puede que
exista algún tipo de conexión todavía no encontrada); el tercer grupo lo constituyen las lenguas indígenas
de Australia (emparentadas entre sí, aunque no se conoce una agrupación mayor que las incluya). Aún
cabría hablar de un cuarto tipo, el referido a la lengua tasmana, hoy desaparecida.

En África centro-oriental se hablan las lenguas de la familia camitosemítica o afroasiática. Está integrada por
cinco ramas semíticas: además del árabe y el hebreo, la integran el chadiano (que incluye el hausa, lenguas
muy difundidas en el occidente de África), el bereber (del norte de África), la cusita (en el este de África) y la
copta, hoy desaparecida.Hay otras tres grandes familias africanas: la nigero-kordofana, cuya rama más
extendida es la nigero-congoleña; la bantú, que es la agrupación más difundida en el este y sur de África,
con el swahili y el zulú, y la familia nilo-sahariana, cuya principal subdivisión es la nilo-chari y la rama
nilótica con la lengua de los masai. La familia khoisán incluye las lenguas clic de los pueblos que viven en el
desierto de Kalahari.

Lenguas aborígenes americanas


La clasificación de estas lenguas ha dado como resultado la identificación de unas 150 familias, según
criterios muy estrictos. Desde otras escuelas se han agrupado en torno a una docena de conjuntos que se
han denominado superestirpes, aunque los últimos estudios han echado abajo tales clasificaciones. Incluso
aplicando el primer criterio quedan sin agrupar bastantes conjuntos de ellas. En la costa del Ártico y en
Groenlandia los inuit hablan las lenguas aleutianas- esquimales; las esquimales se subdividen en la
inupik y la yupik. En la zona subártica del Canadá se encuentran las lenguas athabasca y algonquino. En
Estados Unidos se hablaba algonquino al este del río Mississippi, que convivía con la iroquesa y la
muskogee. En las Grandes Llanuras se habla una familia de lenguas que recibe ese nombre, cuyo principal
idioma es el sioux, pero también se hablan lenguas de la rama occidental del algonquino y las caddo. Las
shoshone (de la familia yuto-azteca) se hablan en la Gran Cuenca, y más al norte se localiza la familia
sahapta. En la Costa Noroccidental se hallan las familias salish y wakashan, las lenguas tlingit (que se
creyeron emparentadas con las lenguas athabascas) y la haida, que es una lengua aislada. Por toda la región
cultural del Suroeste se encuentra el apache, rama de las athabascas, y junto a ella el grupo yuma y otra
rama de las lenguas yuto-aztecas. En California se han encontrado muchas lenguas que constituyen
pequeñas agrupaciones, cuyas relaciones no parecen claras.

La familia yuto-azteca esta muy difundida en México y en Centroamérica, cuyo representante más
importante es el náhuatl; también se reconocen las lenguas de la gran agrupación otomanque (mixteca,
otomí y zapoteca, entre otras) así como las familias mix-zoque, totonaca o totonaco y tequistlateca. La
familia maya, con varios millones de hablantes, comprende unas 24 lenguas.Según el criterio que se aplique
para clasificar las lenguas de América del Sur, cabe cifrar la existencia de unas 90 familias que no incluyen
todas las lenguas existentes en el subcontinente. El quechua, el aymará, el tupí-guaraní y el mapuche son
las lenguas más habladas. En el norte de Sudamérica, así como en el sur de Panamá, se encuentran las
lenguas del grupo chibcha (con el guaimí, el paez y el warao), pero la familia que tuvo mayor difusión la
constituye la arawaca (con el isleño, el guajiro y el campa). En el conjunto gê se pueden incluir numerosas
lenguas que se hablan en Brasil.

3. Clasificación geográfica
También resulta de gran utilidad analizar y observar las vías de comunicación a través de las cuales las
lenguas vecinas han podido relacionarse. Cuando se han estudiado, por ejemplo, las lenguas de la Costa
Noroccidental de Estados Unidos, se ha descubierto que estas lenguas compartían el léxico (por ejemplo,
en relación con las faenas de pesca de algunos de sus pueblos), demostrando que mantenían muchas
concomitancias. Todo ello implica que a lo largo de los siglos han existido préstamos gramaticales, fonéticos
y léxicos entre las lenguas de una región determinada. Sin embargo, los parecidos regionales no
certifican el parentesco, ni tampoco que pertenezcan a un mismo grupo de lenguas.

1. Variedades sociales
Llamamos dialectos sociales o sociolectos a los diversos niveles de la lengua, es decir, a las diferentes
formas de utilizar la lengua por parte de los hablantes, según ciertas características sociales, como el sexo,
la edad o el nivel de estudios. En concreto, es esta última característica la que más nos interesa, y podemos
distinguir entre un nivel culto, medio y vulgar.

A. Lenguaje medio (común) Es el que emplean los hablantes en su vida cotidiana para comunicarse
con los amigos y la familia. Podemos decir que es la variedad más utilizada de la lengua. En el lenguaje oral
se caracteriza, en general, por ser espontánea, relajada y expresiva. Aunque respeta la norma comete
algunas incorrecciones. En la variedad escrita es la preferida por los medios de comunicación porque es
correcta y comprensible para la mayoría de los hablantes.
Características:
 Léxico sencillo y familiar
 Uso de palabras comodín ("cosa", "tema"), muletillas ("¿entiendes?", "entonces") y frases hechas ("a
nivel de", "en base a").
 Uso de aumentativos ("grandote"), diminutivos (manitas"), interrogaciones retóricas ("¿ya
viniste?"), exclamaciones ("¡menudo lío!")
 Vocabulario impreciso y limitado
 Omisión de fonemas finales, apócopes ("cole")
 Frases cortas, sencillas y, a veces, sin terminar ("si yo te contara...").
B. Lenguaje culto. Modalidad lingüística que utiliza de manera perfecta la morfosintaxis y el léxico de una
lengua. Utilizado por personas que poseen un alto conocimiento de la lengua y emplean todos sus recursos.
Se manifiesta más claramente en la escritura y se encuentra, sobre todo, en textos literarios y científico-
técnicos. Es el mejor para expresar pensamientos complejos y transmitir conocimientos. Funciona como
modelo de corrección para los demás niveles y garantiza la unidad del idioma.
Características:
 Precisión y rigor en el uso de las normas fonéticas, sintácticas y gramaticales.
 Discurso fluido y continuo.
 Riqueza léxica para emplear el término preciso en cada situación comunicativa.
 Claridad y rigor en la exposición de las ideas.
 Evita vulgarismos.

C. Lenguaje vulgar: modalidad lingüística usada por la gente corriente en sus relaciones ordinarias,
con frecuentes transgresiones a la norma y uso de vulgarismos.Viene determinado por la deficiente
formación lingüística de los hablantes, que se sienten incapacitados para cambiar su registro
idiomático y, por lo tanto, disponen de menos posibilidades de comunicación, lo que supone una
desventaja individual y social.El desconocimiento de la norma origina varias incorrecciones, llamadas
vulgarismos, que afectan a todos los planos del lenguaje.
Características:
 Confusión ("abuja"), adición ("amoto") o pérdida de vocales ("delgazar"), consonantes ("diputao"), y
sílabas ("paralís")
 Cambios de acentuación ("périto").
 Alteraciones verbales: "habemos", "dijon", "vinistes".
 Confusión en el orden de los pronombres personales ("me + se" por "se + me").
 Abuso de muletillas y palabras comodín y palabras baúl (“cosa”, “o sea”, “¿sabes?”).
 Abuso de palabras malsonantes.
 Pobreza en la exposición de las ideas.

D. Lenguaje jergal: lengua especial de un grupo social diferenciado, usada por sus hablantes sólo en
cuanto miembros de ese grupo social. Las principales jergas son:

a. Jerga de grupos sociales: utilizado como seña de identidad por un conjunto de personas para
diferenciarse de los demás: deportistas, jóvenes (estudiantes), cazadores, espiritistas, etc.
b. Jerga familiar: conjunto de palabras que por broma o ironía se introducen en la conversación familiar de
todas las clases sociales.
c. Jerga profesional: lenguaje a base de tecnicismos utilizado en las diversas profesiones: médicos,
informáticos, filósofos, científicos, matemáticos, marineros, etc.
d. Jerga del hampa: lenguaje utilizado por grupos marginales para guardar el secreto y la defensa de
sus miembros. Se denomina también Germanía (España; suele reservarse este nombre para la lengua del
hampa en los siglos de Oro, XVI y XVII), argot (Francia; a veces esta palabra se emplea como sinónimo de
jerga en general), furbesco (Italia), cant (Inglaterra), Rotwelsch (Alemania), el caló de los gitanos (en
España).
Características generales:
 Uso de un vocabulario que sólo conoce el grupo al que da cohesión.
 Quien entra en el grupo está obligado a aprender dicho vocabulario.
 El ocultismo del vocabulario tiene diversos grados: no es igual el de la jerga familiar que el lenjuaje del
hampa. En el de la cárcel, las palabras cambian frecuentemente para mantener el grado de ocultación.
 La jerga juvenil se caracteriza por: uso de palabras comodín ("colega", “g/buey”), neologismos,
apócope ("mates"), extranjerismos ("freaky", “cool”).
 El cheli es una jerga muy en boga entre las tribus urbanas (suele reservarse este nombre para las tribus
urbanas de Madrid). También el albur mexicano.
2. Variedades diafásicas
Son aquellas que aparecen por un cambio de estilo o de registro. Según el grado de formalidad. Dependen
del sitio en el que nos encontremos, la persona con la que estemos hablando, las circunstancias, los
sentimientos o la actitud (no se emplea el mismo lenguaje si se está enfadado que contento).
No hablamos igual a un amigo que al médico, a la madre que al portero de la discoteca; no es igual escribir
una carta y un examen, ni siquiera se presenta una historia de la misma manera hablando que escribiendo.
También cambiamos de registro dentro de clase y en el recreo, ni dice las mismas cosas a un bebé una
mujer y un hombre. Todas estas formas son lo que denominamos estilos o registros y podemos distinguir
entre formal e informal.

TEMA 11 ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

INTRODUCCIÓN

1 PROCESO DE ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DEL LENGUAJE EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA: COMPRENSIÓN Y


EXPRESIÓN ORAL.

Dado que la adquisición y el desarrollo el lenguaje implica una serie de procesos cognitivos, fisiológicos,
neurológicos, psicológicos y ambientales, existe una serie de condicionantes que deben cumplirse para que
tenga lugar ese desarrollo. Entre estos condicionantes están la ausencia de lesiones en los órganos
implicados, la correcta maduración neurológica, la capacidad intelectual y la motivación del niño para usar
el lenguaje como medio de comunicación. A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no existe
un criterio común acerca de cómo nació el lenguaje, es decir la capacidad humana para comunicarse con
sus semejantes gracias a un sistema formado por un conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones.

a) Teorías sobre la adquisición del lenguaje.

- Teoría Conductista: los niños adquieren el lenguaje por medio de un proceso de adaptación a estímulos
externos de corrección y repetición por parte del adulto, en diferentes situaciones comunicativas. La base
del aprendizaje radica en un proceso de imitación donde el niño asocia ciertas palabras a situaciones,
conceptos u objetos.

- Teoría Innatista: plantea que las personas poseemos un dispositivo de adquisición del lenguaje (DAL) que
programa el propio cerebro para analizar el lenguaje escuchado y descifrar su código. Chomsky elaboró esta
teoría apoyándose en una serie de evidencias:

__El aprendizaje del lenguaje es propio del ser humano.

__Las pronunciaciones de los niños son creaciones personales y no respuestas aprendidas de los adultos.
__Los intentos de corregir por parte del alumno no contribuyen al avance en el desarrollo del lenguaje. –

-Teoría Cognitiva, el niño necesita de inteligencia para apropiarse del lenguaje atravesando una serie de
estadios insalvables, en las que también desarrolla el lenguaje comunicativo.

-Teoría interaccionista, el lenguaje es un constructo debido al desarrollo cognitivo del niño (Piaget) en
determinadas situaciones socioculturales (Vigostky). Así, relaciona ambas teorías, defendiendo que el niño
conoce el mundo que le rodea a través de las acciones que realiza, y poco a poco va incorporando el
lenguaje a esa interacción. Así, el lenguaje necesita de situaciones sociales concretas donde su uso sea real
y proporcione un intercambio cultural y comunicativo.
b) Fases en la adquisición del lenguaje.

Los primeros sonidos emitidos por el niño no pueden calificarse como signos lingüísticos ya que se
producen en una etapa anterior a los primeros intentos lingüísticos. Podemos hablar de dos etapas
sucesivas en las que solo la ultima puede considerarse a todos efectos como lingüística.

- Etapa Prelingüística: comprende desde el nacimiento hasta los 12 meses de vida aunque puede continuar
varios meses más. Se pueden diferenciar varias etapas:

• Balbuceo: 0-3 meses

• Laleo: 3- 6 meses (reproducción repetida de silabas)

• Ecolalia: 6- 9 meses (repetición de sonidos)

• Juego Vocálico: 9 – 12 meses.

- Etapa Lingüística: comienza alrededor del año y comprende varias etapas:

• Etapa Holofrástica: 12-18 meses. Se conoce como la etapa “palabra-frase”, ya que el niño usa la
palabra para representar toda una frase, manejando un léxico de unas 5-20 palabras de su entorno
más próximo y familiar.

• Etapa Telegráfica: 18-24 meses. Se producen los primeros esbozos sintáctico aumentándose el
vocabulario.

• Etapa de la Frase Simple: 24-36 meses. Los niños producen frases de 2, 3 o 4 elementos con una
estructura sintáctica más compleja. En su parte final coincide con el inicio de las fases del monólogo
y el porqué.

• Etapa de la educación Infantil: 3-6 años. Es una etapa de expansión gramatical y adquisición de
recursos lingüísticos inducidos por la puesta en marcha del sistema educativo reglado. Se produce el
paso del lenguaje egocéntrico al lenguaje socializado.

• Etapa de la educación Primaria: 6-12 años. Se desarrollos los aprendizajes basados en el uso del
código grafemático, que transforma los fonemas en sonidos. El lenguaje socializado tiene una
intención comunicativa real produciéndose la consolidación de la lectoescritura desarrollando
estrategias donde los aprendizaje son significativos. En torno a los 7 u 8 años se inician las
operaciones de conservación y generalización del lenguaje interiorizado. A partir de los 9 se
comienza con la composición compleja de las oraciones y a partir de los 12 es capaz de comprender
y elaborar hipótesis verbalmente desarrollando la función categorial, el estilo lingüístico y la
estructura del texto.

c) Comprensión y expresión oral en la educación primaria.

A partir de los 6 años el lenguaje verbal interviene de forma decisiva en la organización del pensamiento, la
regulación de la propia conducta y el intercambio social. El léxico se amplía cada vez más y es mucho más
correcto. La sintaxis se hace más compleja y las estructuras gramaticales se acomodan al uso convencional,
de ahí que la Educación Primaria sea una etapa fundamental en el desarrollo del lenguaje.

La enseñanza de la comunicación oral constituye el primer objetivo de la enseñanza del lenguaje y quizá de
toda la etapa de educación primaria.. Esta comunicación oral se articula en dos áreas de actuación, la
expresión oral, es decir hablar, conversar, dialogar, etc… y la comprensión oral, es decir, escuchar y entender.
La Educación Primaria formentará la función comunicativa del lenguaje desarrollando la capacidad de usar
el lenguaje como un instrumento de comunicación, representación y conocimiento donde aprender una
lengua implicar aprender a usarla, manipularla, crearla y recrearla.

La comprensión es un proceso mediante el cual no sólo se capta el sentido general del mensaje, sino que
éste se relaciona con los conocimientos previos, estableciendo conexiones y construyendo nuevas
representaciones sobre la realidad presente. El niño y la niña son los principales protagonistas en este
proceso de comunicación y han de aprender la lengua usándola en el intercambio con sus compañeros y
profesores. La expresión oral se desarrollará por tanto, desde nuestra práctica docente, ofreciendo diversas
oportunidades para comunicar libremente, transmitiendo a los demás experiencias, sentimientos, ideas,
opiniones, etc…

1. Componente Sociolingüístico, referente a todo los aspectos socioculturales o convenciones sociales


del uso de la lengua.

2. Componente Lingüístico, referente a los niveles léxicos, semánticos, fonológicos, sintácticos y


morfológicos del lenguaje.

3. Componente pragmático, referente a la interacción por medio del lenguaje, incluyendo todos los
demás elementos paralingüísticos que apoyan la comunicación.

2. ELEMENTOS NO LINGÜISTICOS QUE ACOMPAÑAN A LA COMUNICACIÓN ORAL

La comunicación es un fenómeno inherente a la relación grupal de los seres vivos a través de la cual se
obtiene información acerca del entorno y se comparte haciendo participes a otros semejantes de esa
información. Es un acto propio de nuestra actividad psíquica derivado del lenguaje y del pensamiento
puede ser verbal o no verbal, lo que comprende un “todo” donde los diferentes sentidos de la percepción
del hombre actúan para interpretar lo escuchado. Tan importante es lo que se dice a través del lenguaje
como todo aquello que acompaña a ese lenguaje y que es fundamental para la correcta comprensión del
mensaje. Así pues, la comunicación no verbal está compuesta de una serie de elementos no lingüísticos,
que acompañan a la comunicación verbal y que son esenciales para la correcta interpretación del mensaje:

1. La Paralingüística (Prosodia): estudia los elementos suprasegmentales de la comunicación, es decir


aquellas actividades comunicativas no verbales que acompañan al lenguaje verbal, como el acento,
el tono, el volumen o el ritmo.

2. La Kinesia: estudia los elementos propios del lenguaje corporal, es decir, aquellos movimientos
significativos que acompañan al lenguaje verbal y que poseen valor expresivo en la comunicación
oral. Abarca los gestos, la postura o los movimientos faciales.

3. La Proxemia: estudia el contexto situacional en el que se produce el acto comunicativo, analizando


las distancias medibles entre los protagonistas de una interacción comunicacional. Se refiere al
empleo y percepción que cada sujeto hace de su espacio físico. Abarca por tanto, la proximidad
física entre los interlocutores, el contacto personal o la conducta territorial.

El análisis de todos estos elementos requiere tener en cuenta una serie de criterios:

• Cada elemento no lingüístico se debe situar siempre en su contexto comunicacional.

• La interpretación de los elementos verbales solo debe tener en cuenta aquellos congruentes con la
comunicación verbal.
• Cada comportamiento no verbal está asociado al conjunto de la comunicación y todos ellos deben
ser interpretados en su conjunto y no como elementos aislados.

3. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA

a) Enfoque

El catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación Ignasi Vilá propone un enfoque de la lengua basado
en secuencias didácticas, basándose en que la orientación de estas permite integrar procedimientos
lingüísticos, consiguiendo una intervención didáctica como eje del aprendizaje de la planificación del
discurso oral. Este enfoque tiene las siguientes características:

• Aprendizaje orientado a una tarea y articulado en forma de secuencia temporal,

• Objetivos concretos, limitados y compartidos por todo el alumnado

• Actividades que incorporen las 4 habilidades lingüísticas (hablar, escuchar, leer y ecribir).

• Contextos comunicativos variados y significativos.

• Distintos tipos de evaluación.

• Pautas de control durante la planificación y producción del discurso.

• Modificar las planificaciones en función de la producción y los resultados.

Objetivos:

- Comprender y expresarse oralmente de forma adecuada en los diferentes contextos de la actividad social y
cultural.

- Hacer uso de los conocimientos sobre la lengua y las normas del uso lingüístico y ampliar el vocabulario
para hablar de forma adecuada, coherente y correcta

- Utilizar la lengua castellana para relacionarse y expresarse de manera adecuada en la actividad social y
cultural adoptando una actitud respetuosa y de cooperación, para tomar conciencia de los propios
sentimientos e ideas

- Conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia, aprender a obrar de acuerdo con ellas,
prepararse para el ejercicio activo de la ciudadanía y respetar los derechos humanos, así como el pluralismo
propio de una sociedad democrática.

- Adquirir habilidades para la prevención y para la resolución pacífica de conflictos, que les permitan
desenvolverse con autonomía en el ámbito familiar y doméstico, así como en los grupos sociales con los que
se relacionan.

Contenidos:

- Expresión oral de pensamientos, deseos o sentimientos relacionados con situaciones del entorno.
Iniciación al diálogo.

- Participación y cooperación en situaciones comunicativas del aula, respetando las normas que rigen la
interacción oral.

- Uso de un lenguaje respetuoso con las diferencias.


- Identificación y respeto de otros códigos lingüísticos en los intercambios comunicativos de su ambiente
más cercano: la lengua asturiana. - Interés por expresarse oralmente con pronunciación y entonación
adecuada.

- Comprensión de informaciones audiovisuales procedentes de diferentes soportes.

- Reproducción de textos memorizados de la tradición oral explorando las posibilidades expresivas y lúdicas
que ofrece en combinación con otros elementos del lenguaje corporal y la dramatización.

Atención a la diversidad:

Sin perjuicio de la labor de los maestros especialistas de etapa (Audición y Lenguaje, y Pedagogía
Terapéutica) debemos conocer los distintos trastornos del lenguaje vinculados a la expresión oral. A grandes
rasgos se pueden presentar 3 tipos de trastornos:

Dislalia.

Es un trastorno del habla, en el que el niño pronuncia defectuosamente los sonidos. Las dislalias pueden
afectar a todos los fonemas: vocales y consonantes. La dislalia puede ir asociada también al retraso mental,
hipoacusia, problemas de atención y problemas motores. Existen 4 tipos de dislalias:

• Dislalia evolutiva: Alteraciones articulatorias normales de niños de temprana edad (3-4 años). A
partir de los 6 años si los síntomas no remiten espontáneamente es necesario una reeducación.

• Dislalia orgánica: Son trastornos de pronunciación debido a anomalías anatómicas o trastorno


neurológico. En el primer caso hablamos de disglosias y en el segundo caso de disartrias. La
expresión suele ser fluida, suelen ser niños distraídos, tímidos, desinteresados, agresivos.

• Dislalia Audiógena: Trastornos de producción verbal cuya causa son la pérdida de los niveles de
audición. Si un niño no oye no puede hablar y si oye mal hablará mal.

• Dislalia funcional: Es un defecto en el desarrollo de la articulación del lenguaje, debida a una mala
coordinación de los movimientos necesarios para articular los fonemas. Es una incapacidad
funcional. Los niños con escasa habilidad motriz, dificultad de discriminación auditiva, percepción
espacio-temporal, trastornos emocionales, deficiencia mental, ambiente deteriorado, etc tienen
una inmadurez operativa para hablar.

Aproximadamente el 25% de la patología del lenguaje se refiere a la dislalia funcional. La incidencia de este
trastorno en 1º de primaria es aproximadamente el 9'5% y en 2º de primaria es el 4'5%.

Los errores de articulación más frecuentes son de 4 tipos:

• -Sustituciones: Se emite otro sonido ante la incapacidad de pronunciar un fonema. (maestro-


maeftro).

• -Omisiones: Ausencia del fonema, a veces, incluso de la sílaba. (clase-case, televisión-tevisión).

• -Inversiones: Alteración del orden de los fonemas. (premio-permio).

• -Distorsiones: Cuando la articulación del fonema es casi correcta.

Disfemia (tartamudez)

Trastorno de la fluidez verbal en el cual no se dan anomalías orgánicas y se caracteriza por las
interrupciones verbales que afectan al ritmo del lenguaje y a la melodía del discurso. En cuanto a la
clasificación, hay tres tipos de tartamudez
• Tartamudez tónica: Se caracteriza por la interrupción total del habla durante cierto tiempo
(espasmo o inmovilización muscular), produciéndose a continuación una emisión repentina de la
expresión verbal.

• Tartamudez clónica: Se trata de repeticiones involuntarias, bruscas y explosivas de una sílaba o


grupo de sílabas durante la emisión verbal.

• Tartamudez tónica - clónica: Se dan las características de las dos anteriores. Es la más frecuente.

En cuanto a la respuesta educativa, por parte del proceso metodológico estarían los métodos reflexivos
(aprender a hablar de manera analítica, autoobservándose mientras se habla), y los métodos diversivos
(distraer la atención de la persona sobre su manera de hablar y disminuir la logofobia) Además de esto, en
la disfemia hay que hacer psicoterapia e intervención logopédica (intervención de la hipertonía corporal y
de los músculos fonatorios); intervención en la respiración e intervención en la fluidez, ritmo de la emisión
verbal.

Disfonías.

Podemos definir la disfonía como la alteración momentánea o duradera de uno o varios de los parámetros
de la voz (timbre, intensidad y altura tonal, fundamentalmente). Se corresponde con la típica ronquera que
denominamos indebidamente afonía, puesto que ésta consiste en la pérdida total de la voz.

d) Propuestas de intervención educativa.

Hay varios tipos de actividades basadas en el trabajo con la expresión y comprensión oral como por
ejemplo: Juego de roles ,Simulación, Improvisación Dramatización Espejo Buscar diferencias Torbellino de
ideas Vacíos de información Noticiario Tertulia Entrevista Adivinanzas Completar Rompecabezas
Cuentacuentos Recitados

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