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Nombre: Blanca Itzel Pilón Alcalá

Resumen

Variación lingüística en español

El español es la segunda lengua nativa hablada en todo el mundo. No todos los hablantes

del español lo hablan de la misma manera, es decir son diferentes variantes. Los hablantes

del español podemos reconocer de dónde es una persona por la manera en que lo habla.

Hay diferencias morfosintácticas fonológicas, léxicas y de entonación que permiten

diferencias en el habla de las personas provenientes de diferentes lugares del mundo

hispano. Se pueden constatar todas las variaciones lingüísticas observando los niveles de la

lengua, también pueden dar referencia sobre su lugar de procedencia.

Debido a la distancia geográfica de las regiones donde se habla español, ha sido afectada en

diversos dialectos o variedades regionales orales. El español es la variedad más

conservadora; los dialectos andaluz y canario presentan rasgos distintos e innovadores

Las variedades más importantes que reflejan la variación de una lengua las constituyen la

variación dialectal o diatópica, la social o diastrática y la histórica.

Cuando se hace referencia a las variedades del español según la región y geográfica

decimos que es un dialecto. El dialecto es una variedad lingüística definida por las

características regionales de los hablantes. El área de la lingüística que estudia los dialectos

de una lengua se conoce como dialectología


A pesar de que en la lengua existe cierta homogeneidad entre dialectos del español,

también permite cierta flexibilidad en el uso; ya que la lengua está en relación con los

hablantes. La lengua es producto de relaciones sociales, políticas e históricas que tienen sus

hablantes.

Los hablantes que están en contacto entre ellos comparten características lingüísticas en su

variedad, y las características sociales y regionales de éstos hacen que intervengan factores

que afectan al uso de la lengua y al cambio lingüístico.

Las características extralingüísticas más importantes que intervienen en la variación

lingüística son el origen del hablante, uso de la lengua, el estatus socioeconómico y la

distancia social.

La distancia social es semejante a la distancia regional, lo que lleva a hablar de variación

lingüística o de sociolectos. El sociolecto se define por características sociales del hablante,

estatus, edad, sexo, religión, grupo étnico; cualquier característica social que pueda separar

a un grupo de otro puede contribuir a la diferenciación lingüística entre los hablantes de una

lengua. Cuando los sociolectos diferencian las clases sociales se les denominan acrolecto,

masolecto y basilecto, clase alta, media y baja respectivamente.

Existen diferenciaciones de usos lingüísticos según el contexto en que se da el intercambio

lingüístico, definen la variedad lingüística situacional que se conoce como registro. El área

que la lingüística que estudia la variación social y situacional se le conoce como

sociolingüística (Escobar, Hualde y Olarrea, 2010: 391-394)


En español se considera como modelo el español de la lengua española. A esta variedad la

llamaremos la norma escrita o variedad estandarizada escrita. Se tiende a dar mayor

prestigio a esta

que coincide con el acrolecto.

En español no hay una norma culta oral única en todos los países. El estudio

sociolingüístico de las normas cultas de las ciudades más importantes del habla hispana

incluye el habla acrolectal de las capitales hispanoamericanas y de Madrid. Todos los tipos

de variedades descritas suponen que sus hablantes viven en regiones monolingües. Mientras

que, en situaciones de bilingüismo, las variedades del español que se hablan en estas

regiones contienen características lingüísticas producto del contacto lingüístico con la otra

lengua y es la variedad de contacto (Ibidem: 395-396).

Los rasgos dialectales se crean debido a los obstáculos que no permiten la comunicación

entre hablantes de distintas áreas y a la separación entre grupos producida por cuestiones

políticas.

Las diferentes variedades del español que se conocen en el continente se han visto

matizadas por una serie de factores, por las diversas características sociopolíticas en cada

región, por la distancia que tenían las capitales dominadas por España y por los rasgos

dialectales que los primeros pobladores llevaron de España al mundo. Por ejemplo, en cada

país hispanoamericano se presentan diferencias dialectales con respecto a otros países,

como variación con respecto a sus regiones internas. Se pueden diferenciar seis grandes

dialectos de Hispanoamérica: el caribeño (Caribe y zonas costeras de los países que lo

rodean) el español mexicano o centroamericano (mexicano y centroamericano); el español


andino (zonas altas de Venezuela, Colombia, ecuador, Perú, Bolivia y norte de Argentina),

el español paraguayo, el español argentino / uruguayo y el chileno (Ibidem: 405-406). En el

léxico hispanoamericano se tienen los arcaísmos, préstamos, afronegrismos, y

regionalismos (Ibidem: 411).

Los hablantes de una lengua conviven muchas veces con hablantes de una misma región o

comunidad. Cuando dos lenguas se emplean en un mismo espacio geográfico, hay

hablantes bilingües. El español, por ejemplo, está en contacto con otras lenguas de diversas

regiones de España e Hispanoamérica, en otras regiones han surgido variedades del español

que presentan características lingüísticas propias y derivadas del contacto.

El castellano en contacto con el catalán, vasco y gallego, ha provocado cambios en el

español. Pero no sólo esto, ya que, algunos sucesos como migraciones de latinoamericanos

a España, han inducido a la población europea cambios que pueden introducirse en las

diferentes variedades de España.

El español ha dado origen a otro tipo de variedades lingüísticas que se conocen como

lenguas criollas, a partir del contacto de lenguas europeas con lenguas africanas. Las

variedades conocidas como pidgin no sostienen conjugación verbal, no tienen concordancia

de género y número y las oraciones son simples En muchos casos el léxico de las lenguas

criollas derivó de una lengua europea de la colonia, mientras que su sintaxis y morfología

de otras lenguas (Ibidem: 436). Además de las lenguas criollas existen las lenguas pidgin o

variedades pidginizadas que no han participado en el proceso de criollización; son lenguas

que tienen un contenido léxico de una lengua, pero la estructura gramatical de otra lengua.

Una diferencia con las lenguas criollas es que una variedad pidginizada puede surgir del

contacto de sólo dos lenguas y no tiene hablantes nativos (Ibidem: 438).


Bibliografía:

Escobar, A. (2010). Capítulo 7. Variación lingüística en español. En J. I. Hualde, A.

Olarrea, A. Escobar y C.Travis, Introducción a la lingüística hispánica (391-444).

Cambridge: Cambridge Universito Press.

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