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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0220/2015-S1

Sucre, 26 de febrero de 2015

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrado Relator: Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado
Acción de libertad

Expediente: 08127-2014-17-AL
Departamento: Chuquisaca

En revisión la Resolución 294/014 de 14 de agosto de 2014, cursante de fs. 57


a 63, pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Mario
Guidi Gutiérrez contra Oswaldo Aguilar Flores, Juez Segundo de
Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 13 de agosto de 2014, cursante de fs. 12 a17, el


accionante señala que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Al ser el Secretario del Consejo de Vigilancia de la Cooperativa San Francisco


Ltda., se le inició una investigación por la presunta comisión de los delitos de
estafa con víctimas múltiples, estelionato, manipulación informática y
asociación delictuosa y posteriormente, en una audiencia de medidas cautelares
la autoridad ahora demandada, Oswaldo Aguilar Flores, de forma ilegal y
contradictoria dictó el Auto de 12 de agosto de 2014, mediante el cual ordenó
su detención preventiva en el Recinto Penitenciario San Roque, exponiendo en
grave riesgo su vida, pese a que el representante del Ministerio Público había
solicitado medidas sustitutivas a la detención preventiva a consecuencia de su
edad avanzada (ochenta y cuatro años) y la grave enfermedad que hoy le
aqueja como es el de la hipertensión arterial, que además fue corroborada por
los médicos del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), situación que
expuso y demostró con la prueba aportada. En consecuencia, se encuentra en
situación de grave riesgo inminente de perder su vida; asimismo, requiere
contar de manera urgente e inmediata con un tratamiento médico respectivo y
el más adecuado, por lo que se han vulnerado sus derechos a la vida, a la
salud, a la libertad y al debido proceso, en su vertiente a la debida
fundamentación.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante alega como lesionados de sus derechos a la vida, a la salud, a la


libertad y al debido proceso, en su vertiente a la debida fundamentación,
citando al efecto los arts. 115.II y 117 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio

Solicita que en resguardo de su vida y de su derecho a la libertad en aplicación


del art. 125 de la CPE, se otorgue la tutela constitucional demandada, dejando
sin efecto el Auto interlocutorio que vulneró sus derechos a la libertad y a la
vida y que en el plazo de setenta y dos horas, se disponga que la autoridad
demandada emita nueva resolución privilegiando su libertad y su vida.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Efectuada la audiencia pública el 14 de agosto de 2014, según consta en el


acta cursante de fs. 46 a 56, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante, por intermedio de su abogado en audiencia ratificó el tenor


íntegro de su demanda.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Oswaldo Aguilar Flores, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del


departamento de Chuquisaca, mediante informe escrito cursante de fs. 37 a 38,
manifestó lo siguiente: a) Sobre el derecho a la vida y su protección a través
de la acción de libertad, se hace una descripción de la jurisprudencia con
relación a la protección del bien jurídico vida; empero, no advierte en qué
medida se vulneró este derecho, de acuerdo al acta de audiencia, no existe
fundamentación o petición para considerar el estado de salud y el riesgo de
vida; b) En relación a la vulneración del derecho al debido proceso, que afecta
el derecho a la libertad y que pone en grave riesgo su vida, no es cierto y
evidente, en sentido de que solo se dictó la parte resolutiva, conforme cursa
del acta de audiencia, se dio a conocer las consideraciones centrales de la
determinación y la disposición final, haciendo constar que la resolución física
contendrá la motivación y fundamentación correspondiente. De acuerdo al acta
de audiencia, no se solicitó para que se trate sobre la salud del ahora
accionante, ya que el juez no puede actuar de oficio ante la falta de
pronunciamiento de la parte imputada; c) Asimismo, en relación a la
Resolución emitida solo en la parte resolutiva, corresponde señalar que no es
evidente, habiéndose dado a conocer los motivos centrales de la determinación
y la concurrencia de los presupuestos del art. 233 del Código de Procedimiento
Penal (CPP); d) Sobre la restricción del derecho a la libertad, no obstante de
que el Ministerio Público solicitó medidas sustitutivas, conforme el art. 235 ter
del CPP, el juez ante elementos de juicio puestos a su consideración puede
apartarse de las peticiones e imponer la medida más conveniente, y en relación
al estado de salud y edad del accionante, en ningún momento la defensa hizo
solicitud alguna para que se trate sobre este aspecto; y, e) Finalmente,
corresponde citar el principio de subsidiariedad, puesto que el “recurrente” no
impugnó la determinación asumida mediante apelación, explicación
complementación o enmienda, interpuso directamente el “recurso
constitucional de autos”, elementos que fundan la improcedencia de la tutela
solicitada.

I.2.3. Resolución

La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca,


constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 294/014 de 14 de
agosto de 2014, cursante de fs. 57 a 63, concedió la tutela solicitada,
disponiendo: 1) Que el Juez a quo, emita un “Auto Interlocutorio
complementario, debidamente fundamentado, valorando los elementos
probatorios presentados vinculados al estado de salud y explique debidamente
las razones porque no acogió el pedido de fiscal de medidas sustitutivas” (sic);
y, 2) Como emergencia de lo resuelto, se dispone la inmediata libertad de
Mario Guidi Gutiérrez, quien se halla detenido preventivamente en el Recinto
Penitenciario San Roque, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público y otro por la presunta comisión de los delitos de estafa y otros, con el
siguiente fundamento: i) El accionante denunció que la imputación formal
únicamente contiene transcripción de querellas, sin la debida descripción de los
hechos ni base fáctica; al respecto, no corresponde a este Tribunal de garantías
pronunciarse sobre este cuestionamiento, por no encontrarse dentro los
alcances de la naturaleza que hace a la presente acción, existiendo otros
mecanismos que el accionante podrá hacerlos valer en derecho; ii) El Auto que
disponga una medida cautelar personal, será dictada por la autoridad
jurisdiccional que deberá contener una fundamentación expresa respecto a los
presupuestos que motivan la detención y cita de las normas legales aplicables
en el marco de lo señalado en el art. 236 inc. 3) del CPP. En el caso de
autos, resulta inconcebible que el Juez a quo para disponer la detención
preventiva del accionante, lo haya hecho únicamente dando a conocer la parte
resolutiva de la Resolución, omitiendo dar cumplimiento a lo que dispone el art.
236 inc. 3) de la precitada norma; es decir, debió a través de una Resolución
fundamentada en derecho, los presupuestos que hacen los elementos de
convicción con relación al cumplimiento de los requisitos del art. 233
incs. 1) y 2) del CPP, y de las normas aplicables al caso en concreto; y, iii)
Toda decisión jurisdiccional debe contener la debida fundamentación, más aún,
cuando se trata de resolver la libertad personal como uno de los bienes
más preciados inherentes a todo ser humano, peor si se halla vinculado al
derecho a la vida, en este caso considerar el estado de salud. Por otra parte,
llama la atención que el Juez a quo no haya remitido el cuadernillo de
investigaciones como se ordenó, lo que implica dar por ciertas las alegaciones
denunciadas por el accionante, debiendo el Juez demandado enmendar y
corregir en el marco de los fundamentos expuestos en la presente Resolución,
por ser ciertas las alegaciones del impetrante de tutela.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Al no haber obtenido consenso en Sala el proyecto del Magistrado Relator,


Dr. Macario Lahor Cortez Chavez, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al
Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional, a fin de dirimir con su voto
el caso en análisis; por lo que el pronunciamiento de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se encuentra dentro de plazo.

II. CONCLUSIONES

Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se


establece lo siguiente:

II.1. El Fiscal de Materia, Rolando Cruz Pemintel, el 22 de abril de 2014,


formuló imputación contra Mario Guidi Gutiérrez y otros, por la presunta
comisión de los delitos de estafa, estelionato, asociación delictuosa y
manipulación informática, solicitando al Juez Cuarto de Instrucción en lo
Penal del departamento de Chuquisaca, la aplicación de las medidas
sustitutivas para el accionante, conforme al art. 240 del CPP (fs. 1 a 7
vta.).

II.2. Certificado médico de 1 de agosto de 2014, expedido por Marino Abel


Barahona Arandia, por el que se establece que Mario Guidi Gutiérrez
presenta “CRISIS HIPERTENSIVA y actualmente con hipertensión arterial
no controlada y en tratamiento domiciliario REQUIERE continuar con
FÁRMACOS ANTIHIPERTENSIVOS y REPOSO DOMICILIARIO OBLIGADO”
(sic) (fs. 10).

II.3. Mediante memorial de 4 de agosto de 2014, dirigido al Fiscal de Materia


asignado al caso, Mario Guidi Gutiérrez, solicitó que su autoridad requiera
al médico perteneciente al IDIF realizar una mera valoración médica (fs. 9
y vta.).

II.4. Por Auto de 12 de agosto de 2014, el Juez demandado dispuso la


aplicación de la detención preventiva de Mario Guidi Gutiérrez entre otros,
a cumplirse en el Recinto Penitenciario San Roque (fs. 33 a 36).

II.5. Impresión digital de la Ley General de las Personas Adultas Mayores (Ley
369 de 1 de mayo de 2013) (fs. 39 a 44).

II.6. Cursa el informe médico de 13 de agosto de 2014, por el que Amilcar


Bascopé Fernández, Médico Cirujano del Régimen Penitenciario del
Ministerio de Gobierno, efectuó la valoración médica del paciente Mario
Guidi Gutiérrez (fs. 45 y vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, manifiesta que se le inició una investigación por la presunta


comisión del delito de estafa con víctimas múltiples, estelionato, manipulación
informática y asociación delictuosa; posteriormente, en audiencia de medida
cautelar la autoridad ahora demandada, Oswaldo Aguilar Flores, de forma ilegal
y contradictoria dictó el Auto mediante el cual se ordenó su detención
preventiva en el Recinto Penitenciario San Roque, exponiendo en grave riesgo
su vida, pese a que el representante del Ministerio Público había solicitado
medidas sustitutivas a la detención preventiva a consecuencia de su edad
avanzada (ochenta y cuatro años) por la grave enfermedad que hoy le aqueja
como es el de la hipertensión arterial y que además fue corroborada por los
médicos del IDIF, por lo que requiere contar de manera urgente e inmediata
tratamiento médico respectivo; razón por la que considera que se han
vulnerado sus derechos a la vida, a la salud, a la libertad y al debido proceso.

En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son


evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Inaplicabilidad de la subsidiariedad excepcional de la acción de


libertad tratándose de la tutela del derecho a la vida
Sobre el particular la SCP 0034/2014-S1 de 6 de noviembre, refiere lo
siguiente: '“Con la promulgación de la Constitución Política del
Estado en actual vigencia, se estableció la acción de libertad como
mecanismo idóneo de protección de los derechos a la vida, a la
integridad física, la libertad personal y de locomoción, contra
acciones y omisiones de servidores públicos y personas particulares
que restrinjan, supriman o amenacen de restricción o supresión los
derechos antes enunciados. En ese sentido, una de las
peculiaridades de la presente garantía jurisdiccional, a diferencia
del habeas corpus, es que el presente mecanismo de defensa,
constitucionalmente amplía su ámbito de protección al derecho a la
vida.

De acuerdo con la amplia jurisprudencia constitucional vigente, la


presente garantía jurisdiccional no se rige por el principio de
subsidiariedad; sin embargo, ante la existencia de mecanismos idóneos
de protección para los derechos presuntamente lesionados, el
agraviado debe acudir previamente a los mismos, solicitando la
tutela o la reparación de sus derechos considerados conculcados y,
si tales mecanismos fueren ineficaces, inoportunos, inconducente e
inidóneos, es posible activar la jurisdicción constitucional a través del
presente mecanismo de defensa; consiguientemente, de manera
excepcional, la acción de libertad es subsidiaria.

Ahora bien, considerando la importancia del derecho a la vida, como objeto


de protección de la acción de libertad, la jurisprudencia
constitucional ha señalado que, ante la denuncia de la vulneración
de este derecho, no rige la subsidiariedad excepcional, en tal
situación es posible la presentación directa de esta acción, no
obstante de existir mecanismos ordinarios de protección; a cuyo
efecto, es importante considerar el contenido del art. 125 de la
CPE, cuyo tenor literal, señala: «Toda persona que considere que su
vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por
sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal,
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad»'”.

III.2. La exigencia de fundamentación y congruencia de las


resoluciones como vertiente del derecho al debido proceso

El derecho al debido proceso, se halla garantizado por la Ley


Fundamental, en su art. 115.II que dispone: “El Estado garantiza el
derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; derecho definido por
la SCP 1085/2014 de 10 de junio, al señalar que: “Al respecto, la
jurisprudencia constitucional estableció que éste, se constituye en: '...el
derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus
derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas
generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación
similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando las
pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la
defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de cada
instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que
pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades
judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad
procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad,
la seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las
resoluciones judiciales´ (SSCC 1674/2003-R, 0119/2003-R,
1276/2001-R y 0418/2000-R, entre otras)”.

A su vez, la jurisprudencia constitucional, ha desarrollado el citado


derecho, en sus dimensiones sustantiva y adjetiva, estando en ésta
última los principios y derechos correspondientes a las partes en la
tramitación de una determinada causa, y en ella el deber de
fundamentación y motivación de las resoluciones emitidas por
autoridades judiciales o administrativas en el conocimiento y
resolución de una determinada causa, en ese sentido se
expresó la referida SCP 1085/2014 de 10 de junio, al señalar que:
“De igual forma, es necesario recordar que la garantía del
debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que
toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los
hechos establecidos, si la problemática lo exige, de
manera que el justiciable al momento de conocer la
decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la
forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha
actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y
procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está
regida por los principios y valores supremos rectores
que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de
que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino
de la forma en que se decidió” (las negrillas son nuestras).
Por consiguiente, las resoluciones que pongan fin a una controversia,
con la finalidad de garantizar la eficacia y vigencia plena del debido
proceso, en lo mínimo deben cumplir con los presupuestos enunciados
precedentemente, lo contrario implica vulneración del debido proceso,
en su vertiente de la motivación y fundamentación de las resoluciones,
tornando la resolución en arbitraria, irrazonable y, en consecuencia,
ilegal.

III.3. Protección especial que brinda el Estado a las personas adultas


mayores

Así tenemos la SCP 0112/2014-S1 de 26 de noviembre, por el que refiere que:


“Los derechos de los adultos mayores se encuentran reconocidos y se les
otorga una particular atención dadas las circunstancias que ubican a este
grupo de personas en una situación de desventaja frente al resto de la
población, por cuanto la edad provoca en ellas una serie de limitaciones
físicas, psicológicas, y económicas, de donde su resguardo tiene como
objeto otorgarles una mejor calidad de vida.

Es comprensible el trato preferente y especial, del que deben ser


objeto los ancianos, dado que la vejez supone la pérdida de medios
de subsistencia ya sea por el advenimiento de enfermedades y
su consecuente pérdida de la salud o ya sea porque pasan al grupo
de personas inactivas económicamente, viéndose limitadas por tal
motivo en el ejercicio de sus derechos.

La jurisprudencia constitucional, en referencia a los adultos mayores o


personas de la tercera edad, en la SCP 1631/2012 de 1 de
octubre, emanada de este Tribunal, expresó: 'La protección especial
a la que tienen derecho las personas de la «Tercera Edad, no sólo
tiene que ver con el carácter universal de sus derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales; sino también con los
derechos esenciales que hacen a su dignidad humana,
vinculada a sus derechos de desarrollo de su
personalidad en situaciones de evidente vulnerabilidad y lesividad
psicológica que pudiera detonar de los órganos del Poder del Estado
en cualesquiera de sus prestaciones públicas, o bien de particulares;
situaciones en las que debe concretarse el derecho de especial
estima y consideración protectora, por la conversión sensible de
casi la totalidad de sus derechos fundamentales y universales,
debido a su dilatada vida y experiencia dedicada con abnegación al
servicio de la sociedad. Es así que, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó como Principios a favor de las personas
mayores o de la tercera edad, entre otros: “Vivir con dignidad”
acceso a una vida íntegra, de calidad sin discriminación de ningún
tipo y respeto a la integridad psíquica y física y “Seguridad y apoyo
jurídico”, protección contra toda forma de discriminación,
derecho a un trato digno, apropiado y que las instituciones velen
por ello y actúen cuando fuese necesario.

(…)

Dentro de este contexto, la jurisprudencia constitucional en armonía con la


Constitución Política del Estado, en la SC 0989/2011-R de 22 de
junio, señaló: Siguiendo este razonamiento, la Constitución
Política del Estado Plurinacional reconoce una diversidad de
derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos,
teniendo en cuenta que estas normas fundamentales no
solamente rigen las relaciones entre iguales, sino que tiene como
finalidad el proteger a los ostensiblemente más débiles -mejor
conocidos en la doctrina como grupos vulnerables- por lo que el
Estado, mediante “acciones afirmativas” busca la materialización
de la igualdad (que goza de un reconocimiento formal reconocida en
los textos constitucionales y legales pero que en la realidad
no se materializa) y la equidad, por lo que se establecen políticas que
dan a determinados grupos sociales (minorías étnicas o
raciales, personas discapacitadas, mujeres, menores de
edad, adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a
determinados derechos -generalmente de naturaleza laboral- o
distribución de ciertos recursos o servicios, así como acceso a
determinados bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y
compensarles, en algunos casos, por los perjuicios o la discriminación
y exclusión de las que fueron víctimas en el pasado»'.

Bajo esa lógica, el orden constitucional vigente, consagra, garantiza


y protege los derechos y garantías fundamentales inherentes a
las personas de la tercera edad, proclamando una protección especial;
así, el art. 67 de la Norma fundamental, señala los derechos a una
vejez digna, con calidad y calidez humana, dentro de los márgenes o
límites legales; además de ello, el Estado boliviano ha dotado de una
serie de medidas e instrumentos legales con
miras a una protección real de este grupo en situación de
vulnerabilidad; esa afirmación encuentra sustento, en la
emisión de la Ley General de las Personas Adultas Mayores, de 1 de
mayo de 2013, que tiene por objeto regular los derechos, garantías
y deberes de las personas adultas mayores, así como la
institucionalidad para su protección (art. 1), siendo titulares de los
derechos en ella expresados las personas adultas mayores de
sesenta o más años de edad, en el territorio boliviano (art. 2).

Los derechos fundamentales y protección especial que merecen las


personas de la tercera edad, se encuentran recogidos asimismo, en
instrumentos internacionales, concretamente en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, en sus arts. 2, 22, y 25; así como
dentro de los Principios de las Naciones Unidas en favor de las
Personas de Edad, adoptados por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, de 16 de diciembre de 1991, en sus
numerales 12 y 17, en los que se destaca el derecho que tienen
los ancianos a tener:
'…acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores
niveles de autonomía, protección y cuidado'; y, a: '…poder vivir con
dignidad y seguridad y verse libre de explotaciones y de malos
tratos físicos o mentales'”.

III.4. Análisis del caso concreto

En el caso que nos ocupa y de la revisión de los antecedentes se


establece que el accionante se encuentra procesado por el delito de
estafa con víctimas múltiples, estelionato, manipulación informática y
asociación delictuosa seguido por el Ministerio Público, donde el Juez
Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca
pronunció el Auto de 12 de agosto de 2014, que dispuso la aplicación
de la detención preventiva de Mario Guidi Gutiérrez a cumplirse en el
recinto Penitenciario San Roque, a pesar de que el Ministerio Público
había solicitado medidas sustitutivas a la detención preventiva, como
consecuencia de su edad avanzada y por la grave enfermedad que le
aqueja como es el de la hipertensión arterial severa.

Los razonamientos contenidos en el fundamento Jurídico III.1, de la


presente Sentencia Constitucional Plurinacional, es aplicable al caso de
análisis, puesto que además de que el accionante tiene ochenta y
cuatro años de edad, el mismo denuncia que se estaría poniendo
gravemente en riesgo su salud y su vida, por la enfermedad que
padece, habiendo adjuntado al efecto documental relacionada al caso,
por tal razón requiere de inmediato mayores cuidados y atención
médica especializada, fundamentos por los cuales corresponde ingresar
al análisis de fondo de la presente acción, dejando de lado la
subsidiariedad excepcional de la acción de libertad.

El impetrante de tutela al considerar que su salud se encuentra


deteriorada y con el riesgo de perder la vida, mediante memorial
dirigido al Fiscal de Materia asignado al caso, solicitó requerimiento
fiscal para que impetre al Médico dependiente del IDIF, realice una
valoración médica, estableciéndose que al “...presentar
Cefalea generalizada decaimiento físico Insomnio y depresión
psíquica con presencia de Hipertensión arterial severa de no ser
controlada y tratada adecuadamente puede llegar a complicar, con
infarto de miocardio y o posible derrame cerebral por la avanzada edad”
(sic) fs. 45. Asimismo, del certificado médico de 1 de agosto de 2014,
expedido por Marino Abel Barahona Arandia, se tiene el diagnóstico en
sentido de que “Mario Guidi Gutiérrez por presentar CRISIS
HIPERTENSIVA y actualmente con hipertensión arterial no controlada y
en tratamiento domiciliario REQUIERE continuar con FÁRMACOS
ANTIHIPERTENSIVOS y REPOSO DOMICILIARIO OBLIGADO” (sic);
llegando a establecerse con estos informes médicos, ello en razón de
que dichos certificados son coincidentes en resultados, que
evidentemente el accionante, se encuentra en estado grave de salud y
con riesgo de deteriorarse por los síntomas que le aquejan y que
revisten de mayor gravedad si no es tratado adecuadamente y
oportunamente puesto que requiere continuar con los fármacos
recetados, tal cual se hace mención del esquema de la medicación y los
certificados médicos realizado por el médico cirujano del Régimen
Penitenciario dependiente del Ministerio de Gobierno, y de no ser así se
estaría complicando el cuadro clínico efectuado a Mario Guidi Gutiérrez,
por lo que resulta relevante los certificados referidos precedentemente
a fin de conceder la tutela, por la extraordinaria importancia del
derecho a la vida vinculado a la salud, el mismo que desde el punto de
vista de la amplia jurisprudencia constitucional, se lo ha considerado
como el bien jurídico más importante consagrado en el orden
constitucional, de ahí que se encuentra encabezando el catálogo de los
derechos fundamentales, puesto que se trata del derecho de toda
persona al ser y la existencia, siendo su característica esencial la base
para el ejercicio de lo demás derechos; es decir, la vida misma, en el
presupuesto indispensable para que haya titularidad de derechos y
obligaciones, es un derecho inalienable de la persona que obliga al
Estado en dos sentidos: Su respeto y su protección, sobre todo, cuando
se trata de una persona de ochenta y cuatro años de edad. Por ello, la
Ley General de las Personas Adultas Mayores, privilegia a este grupo
vulnerable de personas que por su edad avanzada no pudiendo ser
detenidas, estando protegidos sus derechos fundamentales y libertades
como persona adulta mayor que ampara a las personas mayores de
sesenta años o más, motivo suficiente para concederle la tutela
solicitada, concluyéndose que si bien la acción de libertad es
excepcionalmente subsidiaria cuando existen mecanismos ordinarios de
protección a los derechos fundamentales; sin embargo, es permisible
acudir directamente a la justicia constitucional cuando se trata de
tutelar el derecho a la vida.

Ahora bien, de la revisión del Auto de 12 de agosto de 2014, se tiene


que el Juez demandado en relación a Mario Guidi Gutiérrez, se limitó a
realizar una referencia de documental relacionada al mismo, sin que
exista un razonamiento plasmado al respecto, que haga entender al
justiciable si le otorga valor o no a la prueba ofrecida de su parte; tal es
así que, en cuanto a la documental relacionada a su estado de salud se
limitó a señalar: “…el certificado médico forense, y certificados médicos,
acreditan el estado de salud del imputado solicitud de requerimiento”
(sic), lo que evidencia la absoluta falta de valoración conforme a
derecho de la referida prueba, en especial la relacionada a la salud del
ahora accionante, igual falta de fundamentación se evidencia en cuanto
a los riesgos procesales, circunstancias que acreditan la denuncia
efectuada por el impetrante de tutela en la presente acción de libertad.

Continuando con la revisión de la Resolución ahora denunciada, este


Tribunal no encuentra ningún fundamento del por qué la autoridad
demandada decidió apartarse del requerimiento fiscal que, en cuanto a
las medidas cautelares respecto al accionante, señaló: “MEDIDA
SUSTITUTIVA PARA: (...) MARIO GUIDI GUTIÉRREZ, conforme
determina el Art. 240 del Código de Procedimiento, dejando a
criterio suyo las reglas establecidas en la misma norma” (sic),
pues si bien tiene la facultad de apartarse del requerimiento fiscal, debe
hacerlo de manera fundamentada, más aún si como se tiene dicho,
pretende aplicar una medida más gravosa que la requerida por el Fiscal
de Materia, en relación a una persona de ochenta y cuatro años de
edad, que goza de protección especial de acuerdo a la Ley General de
las Personas Adultas Mayores.

Es así que, el Auto de 12 de agosto de 2014, pronunciado por Oswaldo


Aguilar Flores, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del
departamento de Chuquisaca, conforme lo establecido en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, omitió dar cumplimiento a lo que dispone expresamente
el art. 236 inc. 3) del CPP, porque el auto que dispone una medida
cautelar personal, deberá contener una fundamentación expresa en
relación a los presupuestos que motivan esa detención con cita de las
normas legales aplicables, más aún cuando dicha detención puede
encontrarse vinculada a la posible afectación del derecho a la vida de
las personas, razón por la cual, el Juez demandado deberá emitir nueva
resolución considerando todos los aspectos observados en la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.

Por lo expuesto, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, ha


evaluado en forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al
mismo.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en


virtud de la autoridad que le confiere la Constitución Política Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 294/014 de 14 de agosto de
2014, cursante de fs. 57 a 63, pronunciada por la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca; y, en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que el Tribunal de
garantías.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

No interviene el Magistrado, Dr. Macario Lahor Cortez Chavez, por ser de voto
disidente.

Fdo. Tata Efren Choque Capuma


PRESIDENTE

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado


MAGISTRADO

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