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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0031/2022-S3

Sucre, 25 de febrero de 2022

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas
Acción de libertad

Expediente: 35987-2020-72-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 16/2020 de 19 de septiembre, cursante de fs. 18 a 24,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Graciela Unzueta
Mercado en representación sin mandato de William Gott Koury contra Adán
Willy Arias Aguilar, entonces Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 18 de septiembre de 2020, cursante de fs. 2 a 4, el


accionante por intermedio de su representante sin mandato, manifestó lo
siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Dentro del proceso penal seguido en su contra por el Ministerio Público a


instancias del Banco Unión Sociedad Anónima (S.A.) -y otros-, por la presunta
comisión de delitos financieros -legitimación de ganancias ilícitas y otros-, después
de tres años de estar detenido preventivamente en el Centro Penitenciario de San
Pedro del departamento de Oruro; por Resolución 171/2020 -de 1 de agosto-, le
otorgaron las siguientes medidas sustitutivas a la detención preventiva
consistentes en fianza económica de Bs.5 000 (cinco mil bolivianos), no acercarse
a la entidad víctima, y detención domiciliaria, al amparo del art. 239.2 del Código
de Procedimiento Penal (CPP) modificado por la Ley 1173 -Ley de Abreviación
Procesal Penal y Fortalecimiento de la Lucha Integral contra la Violencia a Niñas,
Niños, Adolescentes y Mujeres de 3 de mayo de 2019, modificado a su vez por la
Ley 1226 de 18 de septiembre de 2019-, considerándose además que solo tiene -
vigente- un riesgo procesal; por lo que, hace dos semanas aproximadamente, se
encuentra con detención domiciliaria.
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Refiere que, la contraparte apeló la Resolución supra citada, llevándose a cabo el
correspondiente acto procesal el 17 de septiembre de 2020, en el cual la parte
impugnante fundamentó sin mayores solicitudes; sin embargo, Adán Willy Arias
Aguilar, -entonces- Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz -hoy accionado-, si bien ratificó la determinación recurrida, por
Auto de Vista “409/2020”, de oficio y de forma ultra petita agravó su situación
jurídica y apartándose de las peticiones de los apelantes, mencionando el art. 250
del CPP, modificó la fianza económica de Bs.5 000 a Bs.100 000 (cien mil
bolivianos) cuando nadie pidió ello y de forma desproporcionada a sabiendas que
no existe riesgo de fuga, por lo que al cambiar el monto de la misma, cometió una
aberración jurídica, poniéndose en el papel de Juez de la causa, además de
imponerle un custodio policial para su detención domiciliaria, pese a que es de
conocimiento de todos los operadores de justicia, que no hay policías para esta
medida ultra petita, también que firme en el biométrico, lo cual es excesivo y
desproporcional por ser persona de la tercera edad ya que cuenta con sesenta y
tres años, y se encuentra enfermo.

Sostiene que, con la decisión asumida, se le sentenció a volver a la cárcel, y


cuando se solicitó enmienda -y complementación-, la autoridad no respondió,
encontrándose su libertad personal nuevamente en riesgo debido a que no cuenta
con la suma impuesta por el indicado Vocal, ni con los recursos económicos para
mantener a los funcionarios policiales que se le asignen.

Finalmente manifiesta, que su vida está en peligro al padecer una enfermedad


extremadamente grave como es la Epilepsia con muerte súbita, convulsiones de
aparición lenta, trastornos el sueño, síndrome constructivo bronquial crónico,
síndrome ansioso depresivo y trastorno mental orgánico, que requiere un tratamiento
específico, considerando que el 3 y 4 de marzo de 2020 se “volvió” a desmayar por lo
que estuvo internado veinte días en el Hospital Corazón de Jesús, donde la
especialista en enfermedad de epilepsia y otros, “Isabelita Ortiz", no le dio de alta
pero tuvo que abandonar dicho nosocomio porque no cuenta con dinero, teniendo
un estado de salud físico y mental delicado, sumado a que es una persona de la
tercera edad.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El impetrante de tutela, por intermedio de su representante sin mandato,


denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad personal y a la vida -también
invocados como riesgo-, y en audiencia alegó la lesión del debido proceso en sus
elementos de motivación, fundamentación y congruencia -ultra petita- y a la
presunción de inocencia; citando al efecto los arts. 7, 8.I, 15.I, 22, 23.I, 178 y
180.I de la Constitución Política del Estado (CPE); art. 7.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, arts. 9.1 y 14.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).

I.1.3. Petitorio

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Solicita se conceda la tutela impetrada y se revoque la Resolución emitida por el
Vocal accionado y quede subsistente la Resolución “170”/2020 -lo correcto es
171- que se encuentra debidamente fundamentada y motivada.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 19 de septiembre de 2020, según consta en el


acta cursante de fs. 9 a 17; realizada conforme protocolo de audiencias virtuales
BLACKBOARD debido a la pandemia por Coronavirus (COVID-19); presentes en
enlace, la parte peticionante de tutela, el abogado patrocinante y el Vocal
accionado; y la representación del Ministerio Público; se produjeron los siguientes
actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El impetrante de tutela a través de su representante sin mandato y su abogado,


respectivamente, ratificó in extenso los argumentos expuestos en el memorial de
la presente acción de libertad; y, ampliando en audiencia señaló que: a) En el
proceso penal -del cual deviene esta acción tutelar-, se incumplieron los plazos
procesales y se vulneró el debido proceso y la presunción de inocencia; b) Se
encontraba detenido preventivamente solo por el art. 235.1 y 2 del CPP; c) La
contraparte observó y pretendió confundir, como si el Juez de la causa hubiese
otorgado la cesación de la detención preventiva en base al art. 239. 1 y 5 de la
referida norma penal, cuando la misma se dispuso sobre el numeral 2) del citado
precepto legal, y como no sabían que iban a responder, el Banco Unión S.A. indicó
que la fianza impuesta de Bs.5 000, era poca, lo que no es evidente siendo que
dicho monto es desproporcional, porque no tenía ningún riesgo procesal; d)
Cuando fundamentó el Banco Unión S.A., el Ministerio de Transparencia de
adhirió; empero, nadie hizo mención a que la fianza impuesta sea incrementada a
Bs.100 000, y el Vocal accionado, fue más allá de lo expuesto por la contraparte
que es el Ministerio Público y el referido Banco, siendo que los demás solo son
coadyuvantes; e) El representante Fiscal no indicó porque apelaron y el motivo
por el que quieren que una persona de la tercera edad siga detenido
preventivamente, cuando hasta el momento no logró individualizar qué fue lo que
hizo; f) El Vocal accionado de manera subjetiva sin fundamentar ni explicar el
motivo, decidió el incremento de la fianza económica, y estableció medidas más
allá de lo coherente y razonable; y, g) Invoca al debido proceso en sus
elementos de motivación, fundamentación y congruencia.

I.2.2. Informe la autoridad judicial accionada

Adán Willy Arias Aguilar, -entonces- Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, por informe oral en audiencia, sostuvo que:
1) La presente acción de defensa debiera declararse inadmisible y rechazarse in
limine, porque el peticionante de tutela se encuentra con detención domiciliaria y
su autoridad no revocó la decisión del Juez inferior, que concedió la cesación de la
detención preventiva, en este sentido, siendo la naturaleza de la acción de libertad

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la protección de los derechos a la vida y a la libertad, en el presente caso no existe
una relación de causalidad que demuestre de qué manera los mismos fueron
lesionados y tampoco se cumplieron con los presupuestos establecidos en la SCP
0859/2019-S4 de 2 de octubre, para que proceda dicha acción tutelar cuando se
refiere al debido proceso; así también, la “…SC 0997/2019-S3 de 27 de
noviembre…” (sic), establece que el planteamiento de este mecanismo
constitucional debe estar relacionado necesariamente con la vida y libertad de
locomoción, por lo que si el debido proceso no está vinculado a estos debe
interponerse la acción de amparo constitucional; 2) En la Resolución 171/2020, el
Juez a quo, rechazó los numerales 1 y 5 del art. 239 del CPP -modificado por la
Ley 1173-, el último relacionado con la salud, pero en esta audiencia se indicó que
estuviera afectada la misma, situación que respecto a los riesgos procesales fue
rechazada por dicha autoridad judicial inferior, porque no presentó ningún
elemento de prueba; 3) En cuanto al art. 239.2 del citado Código, el accionante
no indicó qué componente probatorio presentó ante el Juez inferior para
demostrar que se venció el término de la detención preventiva, siendo que
cuando se solicita la cesación de dicha medida, la carga de la prueba le
corresponde a la parte peticionante; 4) Se discutió ampliamente cuándo fenece el
término de la detención preventiva; 5) El Juez de apelación también es de
garantías por extensión, por lo que si en instancia inferior no se valora ni
fundamenta, conforme el art. 170 -del CPP- y la sana crítica, el Tribunal de alzada
está habilitado para establecer el razonamiento correspondiente frente a lo
requerido, que en el caso era el cese de la medida extrema por su duración; 6) El
Ministerio Público solicitó se revoque la Resolución -apelada- porque pidió la
ampliación de la medida de ultima ratio la cual se basó en la pandemia,
conociéndose que desde el “23” de marzo -de 2020 hasta el 1 de junio -de igual
año- se estableció la cuarentena rígida, donde las entidades públicas y privadas
no estuvieron funcionado, la cual se reclamó pero no fue resuelta por el Juez a
quo, y que no existe un razonamiento ni aclaración de dicha autoridad judicial de
cuándo feneció el referido plazo; 7) En grado de apelación se revisó la Resolución
impugnada, considerando el límite de la competencia previsto en el art. 398 del
CPP; así, el Ministerio Público solicitó se revoque la detención domiciliaria
manteniendo la detención preventiva; el Banco Unión S.A. de igual manera pidió
la revocatoria de la misma o de la suma exigua de Bs.5 000 -fijada como fianza-,
frente al monto desfalcado a dicho Banco, por cuanto no está equilibrada la
situación “…y si bien no es el daño civil va a asegurar que el imputado no se va a
escapar…” (sic); 8) No actuó de forma ultra petita ni oficiosamente, porque
respondió a las solicitudes tanto del Ministerio Público como del Banco Unión S.A.,
es más conforme establece el art. 250 del CPP, una medida cautelar sea de
imposición, modificación o revocatoria es revisable aun de oficio; 9) Se indicó que
la suma de Bs.100 000.- sería excesiva, pero a la finalización de emitir la
determinación en alzada, el abogado del impetrante de tutela indicó que podría
hipotecar un bien inmueble y que se acepte la misma, y ahora en esta acción de
defensa no dice nada, y a contrario se señala que no podrá cumplirla, pero para
ello está la modificación de las medidas cautelares, eso debe demostrar ante el
Juez a quo; 10) En relación a que se le impuso escoltas y que se conoce que en
situación de pandemia los policías están atendiendo otras cosas y no hay

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custodios, se debe considerar que se está saliendo de la tercera etapa de la
referida pandemia y del confinamiento, entonces, será Régimen Penitenciario y la
Policía Boliviana, que mediante los oficios correspondientes establezca esta
situación, y en su caso determinar el Juez de la causa su modificación,
considerando además que en instancia inferior se dispuso la detención domiciliaria
sin derecho a salidas laborales, por lo que no se está afectando los derechos a la
vida ni a la locomoción, ni ningún otro derecho o garantía; 11) En relación a la
lesión de la presunción de inocencia, su autoridad no es Juez de Sentencia ni
conforma un Tribunal de Sentencia, además no se trató la probabilidad de autoría,
no determinándose nada, por lo que dicho derecho se mantiene incólume hasta
que exista sentencia pasada en calidad de cosa juzgada; 12) Se indicó que el
accionante se encuentra enfermo, que es de la tercera edad y que no podrá pagar
la fianza impuesta, que la igualdad procesal no existe, se señaló que constan
certificados médicos y que corre peligro su vida; al respecto, conoció el caso por
primera vez el 17 de septiembre -de 2020- y no puso en riesgo la vida del
mencionado, lo único que hizo fue tomar una decisión equilibrada, efectuando la
valoración correspondiente, determinado confirmar la Resolución -apelada- y solo
por la instrumentalidad de la medida cautelar y para que no se evada a la justicia
hasta la averiguación de la verdad material de los hechos, se estableció la fianza
económica de Bs.100 000.-, para garantizar la presencia del peticionante de tutela
ante una posible fuga, realizándose un test de ponderación bajo el principio de
proporcionalidad entre el derecho del Ministerio Público y del Banco Unión S.A.
con el derecho a la libertad del accionante; y, 13) Los fundamentos
expuestos en la presente acción de libertad no son evidentes, por lo que solicitó
se deniegue la tutela, cuando además dicha acción tutelar está siendo utilizada
como un medio de casación y de revisión.

I.2.3. Intervención del Ministerio Público

Marco Antonio Cossio Viorel, Fiscal Departamental de La Paz, ante la notificación


dispuesta en el Auto de señalamiento de audiencia de esta acción de libertad, no
concurrió a la audiencia virtual ni remitió escrito alguno pese a la citación procesal
realizada a fs. 8.

I.2.4. Resolución

El Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La Paz,


constituido en Tribunal de garantías, por Resolución 16/2020 de 19 de
septiembre, cursante de fs. 18 a 24, denegó la tutela solicitada; bajo los
siguientes fundamentos: i) El Auto de Vista 409/2020 -hoy impugnado- en ningún
momento revocó la Resolución 171/2020 en la que se dispuso cesar la detención
preventiva del accionante y aplicó medidas cautelares de carácter personal, siendo
apelada, modificándose en alzada el monto de la fianza económica y el custodio;
ii) El Vocal -hoy accionado- obró conforme a Ley y no lesionó los derechos a la
vida, a la libertad de locomoción ni al debido proceso del impetrante de tutela; iii)
El componente de la fundamentación comprende que toda autoridad que conozca
de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación

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jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión,
para lo cual también es necesario que exponga los hechos, si la problemática lo
exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el
fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
actuó no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso,
sino que también la determinación está regida por los principios y valores
supremo rectores que mandan al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad; iv) A la presente acción de defensa no se adjuntó prueba que pueda
sustentar la fundamentación de que se encuentra con una enfermedad terminal y
que es una persona de la tercera edad y sin recursos -entiéndase económicos-,
tampoco del legajo de apelación incidental remitido por la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, se establece que hubiesen sido
adjuntadas las mismas; v) Ante la solicitud de explicación y complementación
realizada por la parte accionante, al amparo del art. 125 del CPP, el Vocal
accionado, resolvió la misma; y, vi) Se debe tomar en cuenta que la cesación de
la detención preventiva no causa estado.

Ante la solicitud de complementación y enmienda de la parte accionante, el


Tribunal de garantías por “Auto” determinó no ha lugar a la misma, al considerar
que no amparó al procedimiento constitucional, que además se le escuchó
detalladamente y que no señaló en que basa dicha solicitud, para que se pueda
establecer en qué se debe complementar o enmendar la Resolución dictada, por
cuanto hizo una nueva fundamentación con hechos que se desconocen, haciendo
mención a otras acciones de libertad y que se adjuntó prueba pertinente lo que
no es evidente, así mismo en el cuaderno de apelación -incidental- que fue
remitido a su conocimiento no cursa lo manifestado, al no advertirse prueba en
relación a la enfermedad grave que tendría conforme se aseveró.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Por Decreto Constitucional de 10 de septiembre de 2021, se suspendió el cómputo


del plazo a efecto de recabar documentación complementaria; asimismo, por
Decreto Constitucional de 11 de febrero de 2022, se procedió a la reanudación el
plazo; por lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional es emitida
dentro el término establecido por el Código Procesal Constitucional.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia del
Banco Unión S.A y otros, contra William Gott Koury -hoy impetrante de
tutela- por la presunta comisión del delito de legitimación de ganancias
ilícitas y otros, por Resolución 171/2020 de 1 de agosto, Alan Mauricio
Zárate Hinojosa, entonces Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la

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Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz,
dispuso el cese de la detención preventiva del prenombrado, aplicando
medidas cautelares personales, como la detención domiciliaria, fianza
económica de Bs.5 000.-, arraigo, prohibición de acercarse al referido
Banco Unión S.A. y de acercarse y comunicarse a los testigos, personas
investigadas como imputados dentro de la indicada causa penal;
determinación que fue apelada por la representación de la Autoridad de
Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), la Procuraduría General del
Estado, el Ministerio Público, el Viceministerio de Transparencia y el Banco
Unión S.A. (fs. 62 a 65).

II.2. A través de Resolución -Auto de Vista- 409/2020 de 17 de septiembre, Adán


Willy Arias Aguilar, -entonces- Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz -hoy accionado-, determinó
complementar que la detención domiciliaria -dispuesta por el Juez inferior-
sea con custodios, debiendo la Policía Boliviana o Régimen Penitenciario
proporcionar dos efectivos policiales que garanticen la misma; y, modificar
el monto de la fianza económica de Bs.5 000.- a Bs.100 000.-, a ser
empozados en el departamento financiero del Consejo de la Magistratura;
manteniendo el arraigo, la prohibición de acercarse al Banco Unión -S.A.- y
la prohibición de acercarse o comunicarse con testigos y personas
investigadas; también agregó la presentación ante el Ministerio Público a fin
del Registro Biométrico, a efectuarse cada quince días en horarios laborales
de 9:00 a 12:00 (fs. 43 a 45 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El peticionante de tutela, por intermedio de su representante sin mandato


denuncia la lesión de sus derechos a la libertad personal y a la vida -también
invocados como riesgo-, así como al debido proceso en sus elementos de
congruencia -ultra petita motivación y fundamentación; y, a la presunción de
inocencia; por cuanto, el Vocal accionado, si bien ratificó la Resolución 171/2020 -
apelada- que dispuso el cese de su detención preventiva, de oficio ultra petita
apartándose de las peticiones de la contraparte que es el Ministerio Público y el
Banco Unión S.A., porque los demás son coadyuvantes, agravó su situación
jurídica y mencionando el art. 250 del CPP modificó la fianza económica de Bs.5
000 a Bs.100 000, cuando nadie pidió ello y de forma desproporcionada a
sabiendas que no existe riesgo de fuga, cometiendo con dicha actuación una
aberración jurídica, poniéndose en el papel de Juez de la causa, además de
imponer otras medidas correspondientes a un custodio para su detención
domiciliaria, pese a que es de conocimiento de todos los operadores de justicia
que no hay funcionarios policiales para ello, y que firme en el biométrico, lo cual
también es excesivo y desproporcional por la edad de sesenta y tres años con la
que cuenta, encontrándose enfermo; conllevando esta decisión subjetiva y
carente de explicación como de fundamentación en cuanto a establecer medidas
incoherentes e irrazonables, a que vuelva a la cárcel al no tener los recursos
económicos para la fianza impuesta y para mantener a los policías que se le

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asignen; y, pese a solicitar se enmiende y complemente dicha decisión no
respondió a la misma.

En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si tales extremos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. El alcance de lo previsto en el art. 398 del CPP, en relación al


instituto de las medidas cautelares de carácter personal y, la
actuación de los Tribunales de alzada en el marco de la garantía
de debido proceso.

Sobre el particular, la SCP 1134/2019-S1 de 28 de noviembre citando a la


SCP 0072/2012 de 16 de abril, sostuvo que: «“…la norma contenida en el
art. 398 del citado cuerpo legal, establece que ‘Los tribunales de alzada
circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución ’”
De la norma legal precedente, de manera general es posible concluir que
los tribunales de alzada sólo pueden resolver y pronunciarse sobre los
agravios expresados en la apelación, no pudiendo ir más allá de lo que la
parte apelante no hubiere cuestionado respecto de la resolución apelada,
dado que el ámbito en el que deben circunscribir su actuación es a
resolver los aspectos impugnados de quien tiene derecho de recurrir.

Sin embargo, tratándose de la aplicación de medidas cautelares, dicha


normativa no debe ser entendida en su literalidad sino interpretada en
forma integral y sistemática, por lo que también cabe referirse a lo
establecido en el art. 233 del CPP, modificado por la Ley 007 de 18 de
mayo de 2010, cuando señala que: “Realizada la imputación formal, el
juez podrá ordenar la detención preventiva del imputado, a pedido
fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no se hubiera constituido
en querellante, cuando concurran los siguientes requisitos: 1. La
existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el
imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible; 2.
La existencia de elementos de convicción suficientes de que el imputado
no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad”.

Finalmente, cabe remitirse a lo previsto en el 236 del CPP, entre cuyos


requisitos del auto de detención preventiva se encuentran: “3) La
fundamentación expresa sobre los presupuestos que motivan la detención,
con cita de las normas legales aplicables”.

En el marco de las normas legales citadas, aplicables al caso que se


examina, se establece que el límite previsto por el art. 398 del CPP a los
tribunales de alzada, de circunscribirse a los aspectos cuestionados de la
resolución, no implica que los tribunales de apelación se encuentren
eximidos de la obligación de motivar y fundamentar la resolución por la
cual deciden imponer la medida cautelar de detención preventiva,
quedando igualmente obligados a expresar la concurrencia de los dos

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presupuestos que la normativa legal prevé para la procedencia de la
detención preventiva, en el entendido que ésta última determinación
únicamente es válida cuando se han fundamentado los dos presupuestos
de concurrencia, para cuya procedencia deberá existir: 1) El pedido
fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no se hubiere constituido
en querellante; 2) La concurrencia de los requisitos referidos a la
existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el
imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible y la
existencia de elementos de convicción suficiente de que el imputado no se
someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad;
circunstancias que deben ser verificadas y determinadas por el tribunal y
estar imprescindiblemente expuestas en el auto que la disponga, por lo
mismo, la falta de motivación por parte de los tribunales de alzada no
podrá ser justificada con el argumento de haberse circunscrito a los
puntos cuestionados de la resolución impugnada o que uno o varios de los
presupuestos de concurrencia para la detención preventiva no fueron
impugnados por la o las partes apelantes.

En tal sentido, el tribunal de alzada al momento de conocer y


resolver recursos de apelación de la resolución que disponga,
modifique o rechace medidas cautelares, deberá precisar las
razones y elementos de convicción que sustentan su decisión de
revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención
preventiva; expresando de manera motivada la concurrencia de
los presupuestos jurídicos exigidos para su procedencia, no
pudiendo ser justificada su omisión por los límites establecidos
en el art. 398 del CPP”. (las negrillas nos corresponden)

III.2. Sobre la obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y


motivar la resolución que disponga, modifique o mantenga una
medida cautelar

En cuanto a la exigencia de cumplimiento de estos parámetros del debido


proceso, la SCP 0025/2020-S3 de 12 de marzo, citando a la SCP
0339/2012 de 18 de junio, sostuvo que: «“El Tribunal Constitucional, ha
desarrollado amplia jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y
formalidades que debe cumplir la resolución que disponga una medida
cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez
por la SC 0089/2010-R de 4 de mayo, sosteniendo que: ‘...la aplicación de
una medida cautelar de carácter personal en el ámbito procesal penal
debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la
autoridad judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la
detención preventiva, de una parte, está obligado a verificar y determinar
la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para lo que
deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los
elementos de prueba presentados sobre la concurrencia de los requisitos,

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en el marco de las normas previstas por los arts. 234 y 235 CPP; de otra
parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los
principios fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho es
la motivación de las decisiones de las autoridades públicas, el juez está
obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el
valor otorgado a los medios de prueba, esa fundamentación no puede ser
reemplazada por la simple relación de los documentos o la mención de los
requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas
legales aplicables y la descripción clara y objetiva de los elementos de
convicción concurrentes’.

En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló:


‘…está obligado igualmente a dictar una resolución debidamente
fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar de
carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos
determinados en el art. 233 del CPP. En ese sentido, se ha establecido
que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y fundamentar su
Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten
concluir en la necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la
detención preventiva; a cuyo efecto, debe también justificar la
concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP
y una o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del
CPP, mediante una resolución debidamente fundamentada, conforme
exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han fundamentado
debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención
preventiva’.

Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora


bien, la exigencia de pronunciar una resolución motivada en la que se
establezca la concurrencia de los requisitos de validez para determinar la
detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto
articulado de hechos que permiten inferir de manera objetiva que la
persona imputada es probablemente autora de una infracción o partícipe
de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al
tribunal que conozca en apelación la resolución que disponga, modifique o
rechace las medidas cautelares, toda vez que si bien de conformidad con
el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el
tribunal de apelación cuando determine disponer la detención preventiva,
esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada, en
la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley impone
para la procedencia de esa medida cautelar’.

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De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones
judiciales no sólo es exigible al momento de disponer la
detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud
de cesación de la detención preventiva, se determine la
sustitución o modificación de esa medida o, finalmente, cuando
se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto
en las resoluciones pronunciadas en primera instancia, como
aquellas emitidas en apelación y en toda decisión judicial
conforme establece el art. 124 del CPP”» (las negrillas nos
corresponden).

III.3. Sobre los requisitos para la tutela del derecho a la vida a través
de la acción de libertad

Con relación a este presupuesto de activación de la acción de libertad, la


SCP 0059/2020-S3 de 16 de marzo, asumiendo los entendimientos
desarrollados por la jurisprudencia constitucional, establece: «Al respecto,
la SCP 0273/2018-S1 de 25 de junio, citando a la SCP 1278/2013 de 2 de
agosto, concluyó que: ‘“…en virtud a la tutela que brinda respecto al
derecho a la vida y también a la integridad física o personal (art. 64 del
Código Procesal Constitucional [CPCo]), la acción de libertad es concebida
como una acción esencial y, por lo mismo, debe señalarse que si bien su
génesis como garantía jurisdiccional está asociada con la defensa del
derecho a la libertad física y personal; no es menos cierto que, dado el
carácter primario y básico del derecho a la vida, del cual emergen el
resto de los derechos, la acción de libertad también se activa en
los casos en que exista un real peligro para éste, aunque no se de
la estrecha vinculación del mismo con la libertad física o personal, en el
ámbito clásico del hábeas corpus o acción de libertad instructiva.

Debe señalarse que esta conclusión, que emerge de la naturaleza del


derecho a la vida y de la acción de libertad como un medio inmediato para
su defensa, encuentra sustento en la Constitución Política del Estado y en
el propio Código Procesal Constitucional. Efectivamente, de acuerdo al art.
125 de la CPE antes glosado, la acción de libertad puede ser presentada
por toda persona ‘que considere que su vida está en peligro’, sin
condicionar la procedencia de esta acción a la vinculación con el derecho a
la libertad física o personal. En igual sentido, el art. 47 del CPCo, señala
que la acción de libertad procederá cuando cualquier persona crea que ‘su
vida está en peligro’.

Consecuentemente, las propias normas constitucionales y legales


configuran procesalmente a la acción de libertad como un medio para la
defensa del derecho a la vida, cuando éste estuviere en peligro y, por lo
mismo, no cabe una interpretación restrictiva de esta norma limitando su
alcance únicamente a los supuestos en que exista vinculación con el
derecho a la libertad física o personal.

11
Sin embargo, debe señalarse que, en todo caso, será la parte accionante
la que, tratándose del derecho a la vida, asuma la decisión de formular
una acción de libertad o de amparo constitucional; empero, también debe
dejarse establecido que, es la justicia constitucional la que deberá
analizar si realmente se está ante una lesión o peligro directo al
derecho a la vida tutelable a través de la acción de libertad, pues
su sola enunciación no activa el análisis de fondo de esta acción”’.

Del entendimiento jurisprudencial citado se concluye que, dado el carácter


elemental del derecho a la vida -por constituirse en la condición previa
necesaria para la realización y disfrute de todos los demás derechos-, es
procedente su protección vía acción de libertad, cuando se advierta una
lesión o peligro de afectación; no obstante, su sola enunciación no activa
el análisis de fondo de esta acción tutelar, por cuanto las características
singulares que conciernen al resguardo de ese derecho, no eximen a la
parte que pretende su tutela de la carga de demostrar los hechos
manifestados o mostrar la relevancia del reclamo en directa vinculación
con el derecho cuya tutela se busca, en razón a que la justicia
constitucional requiere de certidumbre sobre la lesión del derecho
invocado para tutelar y protegerlo, contrastando los hechos denunciados
con los elementos probatorios que generen convicción del acto ilegal u
omisión indebida, caso contrario se ve imposibilitada de analizar la
problemática planteada y en su caso conferir la tutela solicitada.»

III.4. Análisis del caso concreto

Delimitado el objeto procesal a fin de la contextualización de la


problemática planteada, corresponde previamente conocer los
antecedentes procesales como jurisdiccionales relacionados con el proceso
penal del cual emerge esta acción tutelar.

Así, se tiene que, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público a instancia del Banco Unión S.A y otros contra el hoy accionante
por la presunta comisión del delito de legitimación de ganancias ilícitas y
otros, por Resolución 171/2020 de 1 de agosto, el Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital
del departamento de La Paz, dispuso el cese de la detención preventiva
del prenombrado, aplicando medidas cautelares personales, como: la
detención domiciliaria, fianza económica de Bs.5 000.-, arraigo,
prohibición de acercarse al referido Banco Unión S.A. y de acercarse y
comunicarse con los testigos, personas investigadas dentro de la indicada
causa penal; determinación que fue apelada por la representación de la
ASFI, la Procuraduría General del Estado, el Ministerio Público, el
Viceministerio de Transparencia y el Banco Unión S.A. (Conclusión II.1.);
ante lo cual por Resolución -Auto de Vista- 409/2020 de 17 de septiembre,
el -entonces- Vocal hoy accionado, determinó complementar que la

12
detención domiciliaria -dispuesta por el Juez inferior- sea con custodios,
debiendo la Policía Boliviana o el Régimen Penitenciario dar dos efectivos
policiales que garanticen la misma; y, modificar el monto de la fianza
económica, de Bs.5 000.- a Bs.100 000.-, a ser empozados en el
departamento financiero del Consejo de la Magistratura; manteniendo el
arraigo, la prohibición de acercarse al Banco Unión -S.A.- y la prohibición
de acercarse o comunicarse con testigos y personas investigadas; también
agregó la presentación al Ministerio Público ante el Registro Biométrico, la
misma a efectuarse cada quince días en horarios laborales 9:00 a 12:00
(Conclusión II.2.).

Ahora bien, en consideración al alcance de la reclamación constitucional


formulada que se encuentre revestida en lo sustancial en una presunta
afectación al debido proceso en sus elementos congruencia -ultra petita,
motivación y fundamentación con implicancia en la afectación y riesgo a la
libertad personal y vida del accionante, es necesario conocer los agravios
que fueron deducidos por las partes apelantes en alzada y los argumentos
que fueron expuestos por el Vocal accionado, los cuales serán extraídos
del contenido de la determinación objeto de impugnación a través de esta
acción tutelar, siendo en lo pertinente al marco del cuestionamiento
constitucional, los siguientes:

a) En el segundo CONSIDERANDO -párrafo séptimo- señaló que, los


apelantes -identificados en el acápite 3 de dicho Considerando como:
ASFI, Banco Unión S.A., Ministerio Público, Procuraduría General del
Estado y Viceministerio de Transparencia-, mencionaron que, la decisión
de la autoridad jurisdiccional de disponer la detención preventiva y
establecer la fianza -económica- de Bs.5 000 sería ínfima frente a la
situación de una investigación que sobrepasa el monto de Bs.37 000
000.- (treinta y siete millones de bolivianos) por lo que no estaría acorde
a los datos del proceso -penal-, siendo un monto bajo para efectos de
una posible fuga; aspecto sobre el que la defensa indicó que no existe
tal riesgo.

Al respecto, las medidas cautelares tienden a garantizar únicamente la


presencia del imputado a todos los actos procesales, “...cuando se le
preguntó al Ministerio Público y a la parte coadyuvante que riesgos
procesales están vigentes y bajo el principio de buena fe debo aceptar
pues solamente tengo acá como 30 hojas simplemente en grado de
apelación de que están vigentes únicamente riesgos de obstaculización
artículo 235.1.2...” (sic); peligro procesal que puede evitarse a través de
las medidas que garanticen que no obstaculizará en las investigaciones;
a partir de ello, se debe aplicar el test de proporcionalidad entre la
probabilidad de autoría y los riesgos procesales, en el presente caso,
estaría vigente el primer requisito del art. 233.1 del CPP -modificado por
la Ley 1173- y los riesgos procesales del art. 235.1.y 2 del citado
Código, en este sentido, se debe determinar bajo el referido principio de

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proporcionalidad que sí pueden ser evitados estos peligros -procesales-
con medidas idóneas que garanticen que el imputado no influirá en las
investigaciones, tomando también en cuenta los arts. 7, 221 y 222 del
indicado adjetivo penal, que establecen el carácter y alcance de estas
medidas, de tal forma que solo tienden a asegurar la triple finalidad que
tienen, la averiguación de la verdad histórica de los hechos, garantizar la
presencia del imputado y también durante la ejecución de la norma
sustantiva o procesal; siendo necesario de igual manera tomar en
cuenta el art. 250 del CPP.

En el mismo CONSIDERANDO -parágrafo 8-, la autoridad judicial


accionada sostuvo que, frente al agravio expresado, entre ellos por
parte del Banco Unión S.A., que manifiesta que sería irracional la suma
de Bs.5 000 para efectos de recaptura, es necesario tomar en
cuenta indudablemente que, el presente caso es de connotación social,
por los ilícitos que están siendo objeto de investigación dada la
peculiaridad del imputado; de esta manera, las medidas dispuestas por
la autoridad jurisdiccional: detención domiciliaria, fianza económica de
Bs.5 000, arraigo, prohibición de acercarse al Banco Unión S.A., y de
acercarse y comunicarse con los testigos y personas investigadas, son
insuficientes, por cuanto, como se debe garantizar la presencia del
imputado a todos los actos procesales, si bien se demostró tener
domicilio como tal, no existe riesgo de fuga, también familia y actividad
lícita, se dispone la complementación de que la detención domiciliaria
sea con custodios, debiendo la Policía Boliviana o Régimen Penitenciario
facilitar dos efectivos policiales que garanticen esta medida.

Asimismo el accionado, en el indicado CONSIDERANDO -apartado 9-


con referencia a la fianza económica, ante una posible fuga, modificó el
monto de Bs.5 000 a Bs.100 000, que debía ser empozado en el
departamento financiero del Consejo de la Magistratura, mantuvo el
arraigo, la prohibición de acercarse al Banco Unión -S.A.- y la prohibición
de acercarse o comunicarse con testigos y personas investigadas;
también agregó la presentación ante el Ministerio Público a los fines del
Registro Biométrico, a efectuarse cada quince días en horarios laborales
9:00 a 12:00.

En vía de enmienda y complementación la defensa técnica peticionante de


tutela, sostuvo que, el monto establecido era excesivo cuando no cuenta
con acusación ni riesgo de fuga, considerando además que dicho monto no
es para la reparación del daño -civil-; por lo que, solicitó se modifique este
aspecto y se establezca que se deje en garantía si es necesario un bien
inmueble perteneciente al procesado.

Ante lo cual el Vocal accionado, indicó que, el abogado de la defensa


puede solicitar la modificación de la fianza impuesta a través de la
otorgación como garantía de un inmueble, aspectos que pueden requerirse

14
ante la autoridad jurisdiccional a quo, al ser una nueva petición que no va
al fondo de su decisión, sino que es motivo de modificación de una medida
cautelar.

Ahora bien, efectuada esta necesaria precisión del contenido de la


Resolución -Auto de Vista- 409/2020 -hoy impugnada- y siendo que el
accionante denuncia la vulneración y riesgo de los derechos invocados en
esta acción tutelar, en razón a que, el Vocal accionado, si bien ratificó la
Resolución 171/2020 -apelada- que dispuso el cese de su detención
preventiva, de oficio ultra petita apartándose de las peticiones de la
contraparte que es el Ministerio Público y el Banco Unión S.A., porque los
demás son coadyuvantes, agravó su situación jurídica y mencionando el art.
250 del CPP modificó la fianza económica de Bs.5 000 a Bs.100 000,
cuando nadie pidió ello y de forma desproporcionada a sabiendas que no
existe riesgo de fuga, cometiendo una aberración jurídica, poniéndose en el
papel de Juez de la causa, además de imponer otras medidas
correspondientes a un custodio para su detención domiciliaria, pese a que
es de conocimiento de todos los operadores de justicia que no hay policías
para ello, y que firme en el biométrico, lo cual también es excesivo y
desproporcional por la edad de sesenta y tres años con la que cuenta,
encontrándose enfermo; conllevando esta decisión subjetiva y carente de
explicación como de fundamentación en cuanto a establecer medidas
incoherentes e irrazonables, a que vuelva a la cárcel al no tener los
recursos económicos para la fianza impuesta y para mantener a los policías
que se le asignen; y, pese a solicitar se enmiende y complemente dicha
decisión no respondió a la misma; corresponde ingresar a realizar el control
de constitucionalidad tutelar dentro de las dimensiones de reclamación
formuladas.

En cuanto a la presunta incongruencia

Como se tiene supra precisado, se denota que la denuncia constitucional


planteada converge en dos supuestos de lesividad esbozados en cuanto a la
congruencia, tales como: la alegada actuación ultra petita en la que hubiese
incurrido la autoridad judicial accionada, al apartarse de las peticiones de la
contraparte que son el Ministerio Público y el Banco Unión S.A., porque los
demás son coadyuvantes, agravando su situación jurídica con la
modificación a la fianza económica que le fue impuesta por el Juez a quo;
y, la aludida falta de respuesta a la solicitud de enmienda y
complementación a su decisión, incurriendo en incongruencia omisiva.

Al respecto, en cuanto al primer tópico de la denunciada incongruencia en


su dimensión ultra petita, de la revisión a los argumentos de agravio
contenidos en el fallo cuestionado, se advierte que, el extrañado
apartamiento del planteamiento efectuado en alzada como componente de
agravio relacionado con la modificación de la fianza económica, no es
evidente, toda vez, que el Vocal accionado, en el segundo

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CONSIDERANDO -párrafo séptimo- señaló que, los apelantes -
identificados en el acápite 3 de dicho Considerando como: ASFI, Banco
Unión S.A., Ministerio Público, Procuraduría General del Estado y
Viceministerio de Transparencia-, dieron cuenta de la observación al ínfimo
monto determinado en instancia inferior, para posteriormente efectuar una
expresa mención al agravio deducido por el Banco Unión S.A. respecto a la
atribuida irracionalidad de la suma contemplada en esta medida cautelar
personal; aspectos que permiten afirman que de forma alguna hubo un
alejamiento de los puntos de agravio deducidos o que se hubiera emitido
pronunciamiento más allá de lo pedido; debiéndose aclarar sobre el
particular que, aún del criterio de la parte impetrante de tutela en sentido
de que la contraparte limitada en su comprender al Ministerio Público y al
señalado Banco Unión S.A. y no así a los coadyuvantes, no habría
efectuado esta reclamación, conforme a lo constatado ello no resulta
evidente, al tenerse una clara identificación de reclamación en cuanto a
este punto por el indicado Banco.

Así también, en relación a la referida falta de respuesta a su solicitud de


enmienda y complementación, ello tampoco es evidente, toda vez que
conforme se tiene precisado, el Vocal accionado emitió pronunciamiento
expreso a tal requerimiento, al considerar que lo solicitado debía ser
conocido por el Juez a quo al entender que el mismo involucraba aspectos
que impelían esa apertura previa en instancia inferior, dado que la misma
era una pretensión de modificación a la medida cautelar personal dispuesta,
con el ofrecimiento incluso de un inmueble.

En tal sentido, y dentro los lineamientos jurisprudenciales contenidos en el


Fundamento Jurídico III.1. de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que contienen los parámetros que involucran la vigencia de la
congruencia, en el caso de análisis se denota su cumplimiento al haber el
Vocal accionado, respondido al planteamiento expreso efectuado en
apelación incidental y subsecuente requerimiento efectuado por la parte
impetrante de tutela, además que su observancia estuvo regida en función
al instituto procesal que estaba siendo objeto de análisis, vale decir, las
medidas cautelares de carácter personal, que sin desconocer la vigencia del
art. 398 del CPP, impelen a contemplar argumentos jurisdiccionales que
respondan a la valoración integral de las circunstancias fácticas como
procesales inherentes a la cuestión procesal examinada; conforme a lo cual,
no se constata que hubiese existido la lesión a este componente del debido
proceso en vinculación con la libertad personal del impetrante de tutela, por
lo que corresponde denegar la tutela impetrada respecto a la citada
incongruencia.

Respecto a la fundamentación y motivación

El peticionante de tutela alega que, de manera subjetiva y sin explicación ni


fundamentación agravó su situación jurídica imponiéndole medidas

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irrazonables mencionando el art. 250 del CPP, modificando la fianza
económica de Bs.5 000 a Bs.100 000 de forma desproporcionada a
sabiendas que no existe riesgo de fuga, cometiendo una aberración
jurídica, poniéndose en el papel de Juez de la causa, además de imponer
otras medidas correspondientes a un custodio para su detención
domiciliaria, pese a que es de conocimiento de todos los operadores de
justicia que no hay policías para ello, y que firme en el biométrico, lo cual
también es excesivo y desproporcional por la edad de sesenta y tres años
con la que cuenta, encontrándose enfermo; conllevando a que vuelva a la
cárcel al no tener los recursos económicos para la fianza impuesta y para
mantener a los policías que se le asignen.

Sobre el particular, de los argumentos que respaldan la decisión asumida


en instancia de alzada desarrollados precedentemente, se advierte que,
dicho sustento argumentativo de hecho y de derecho tiene como génesis la
clara y concreta delimitación de la finalidad de las medidas cautelares de
carácter personal, estableciendo en el caso de análisis en función a las
circunstancias del peligro de obstaculización que se encontrarían vigentes,
que estas medidas deben garantizar que no obstaculizará las
investigaciones, en base a lo cual, invocando al principio de
proporcionalidad alertó que es posible evitar los peligros procesales con
medidas idóneas, considerando los arts. 7, 221, 222 y 250, todos del CPP,
en cuanto al carácter y alcance de estas medidas; denotando en función a
este componente fáctico-jurídico que las medidas -cautelares personales-
asumidas por el Juez a quo eran insuficientes, disponiendo en su efecto la
complementación de que la detención domiciliaria sea con dos custodios, la
modificación de la fianza económica a Bs.100 000; y, agregó la
presentación al Ministerio Público ante el Registro Biométrico cada quince
días en horarios laborales; razonamientos y respaldo normativo que no
pueden ser considerados carentes de motivación y fundamentación,
considerando que el andamiaje explicativo y de aplicación normativa
permite comprender los motivos por los que, la autoridad accionada,
consideró como exiguas las medidas dispuestas en instancia inferior,
teniendo como premisa la finalidad de las medidas cautelares personales,
explicando para ello la triple finalidad de la averiguación de la verdad
histórica de los hechos, garantizar la presencia del imputado y también
durante la ejecución de la norma sustantiva o procesal, tomando en cuenta
al respecto el art. 250 del CPP, apoyado dentro de esta didáctica
jurisdiccional en el principio de proporcionalidad, haciendo referencia a su
vez a que el caso era de connotación social, por los ilícitos que están siendo
objeto de investigación dada la peculiaridad del imputado -se entiende
dentro del hecho investigado-; consecuentemente, del referido sustento
argumentativo de hecho y de derecho desarrollado por la autoridad
accionada, al cumplirse los parámetros de validez contendidos en el
Fundamento Jurídico III.2. del presente fallo constitucional, no se puede
acoger favorablemente la denuncia de lesión al debido proceso en sus
componentes de fundamentación y motivación vinculados a la libertad

17
personal del peticionante de tutela, por lo que de igual manera corresponde
denegar protección constitucional requerida.

En cuanto al riesgo del derecho a la vida

Siguiendo con el análisis constitucional, toda vez que el accionante también


denuncia que la actuación del Vocal accionado fuere desproporcional,
excesiva o irrazonable, bajo el argumento referencial de su condición de
adulto mayor y de la aludida condición de enfermo, en base a lo cual
vincula los elementos de la fundamentación y motivación antes analizados
con la vida, prima facie no se advierte que las medidas cautelares
personales modificadas, complementadas y añadidas en el fallo de instancia
superior, tengan la denunciada condición de lesividad evidenciable;
debiéndose además señalar que, en cuanto al referido derecho a la vida
que el impetrante de tutela dentro de esta jurisdicción constitucional se
limitó a referir que, estaría en peligro al padecer una enfermedad
extremadamente grave, que requiere un tratamiento específico,
considerando que el 3 y 4 de marzo de 2020 se volvió a desmayar por lo
que estuvo internado veinte días en el Hospital Corazón de Jesús, donde la
especialista en enfermedad de epilepsia y otros, no le dio de alta pero tuvo
que abandonar dicho nosocomio porque no cuenta con dinero, teniendo un
estado de salud físico y metal delicado sumado a que es un apersona de la
tercera edad y padecer de: Epilepsia con muerte súbita, convulsiones de
aparición lenta, trastornos el sueño, síndrome constructivo bronquial
crónico, síndrome ansioso depresivo y trastorno mental orgánico; sin
embargo, no acreditó de forma objetiva y cierta dicha denuncia, por cuanto
no arrimó elemento probatorio alguno que permita establecer o evidenciar
el denunciado peligro o afectación a este derecho, considerando que
conforme se tiene glosado en el Fundamento Jurídico III.3. de este fallo
constitucional plurinacional, para que la justicia constitucional abra su
marco de tutela sobre el derecho primordial a la vida, requiere tener
certidumbre sobre su afectación o riesgo, lo cual no aconteció en el caso de
análisis, lo que imposibilita conferir la tutela pretendida.

Finalmente, respecto a la denuncia de lesión a la presunción de inocencia,


el impetrante de tutela no expresó con la necesaria claridad de qué manera
el mismo estuviese siendo afectado en relación con alguno de los derechos
que se encuentran dentro del ámbito de protección de esta acción tutelar,
por lo que no corresponde conceder la tutela impetrada.

III.5.Otras consideraciones

Dentro de la atribución establecida en el art. 202.6 de la CPE, este Tribunal


no puede pasar por alto las irregularidades inherentes al debido proceso
que se suscitaron en el trámite de la presente acción de defensa, ya que
siendo el actuado procesal impugnado la Resolución -Auto de Vista-
409/2020 de 17 de septiembre, objeto de la reclamación en la presente

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acción de defensa, la misma no fue remitida a este Tribunal como
correspondía, puesto que el art. 38 del Código Procesal
Constitucional (CPCo) establece que la resolución y antecedentes de la
acción de defensa, se elevarán de oficio, en revisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, en el plazo de veinticuatro horas siguientes a la
emisión de la resolución, lo que no ocurrió en el caso en análisis, en el que
el Tribunal de garantías no remitió el Auto de Vista impugnado, conforme lo
dispone la norma procesal citada, pese a que incluso el mismo fue de su
conocimiento y en el cual basó su determinación conforme se tiene del
contenido de la Resolución 16/2020 de 19 de septiembre, y además ese
actuado era parte esencial de formación del expediente constitucional, en
consecuencia era su obligación cumplir con dicha remisión, y al no haberlo
hecho así, este Tribunal se vio impelido de solicitar el citado Auto de Vista
409/2020, a más de otros antecedentes procesales, a objeto de resolver el
caso concreto, conforme se tiene del decreto de 10 de septiembre de 2021
(fs. 31 a 32) conllevando ello a su vez la suspensión del plazo para el
pronunciamiento de sentencia, con la consecuente dilación en la resolución
de la problemática expuesta en la acción de libertad, cuando esa situación
pudo ser evitada por el Tribunal de garantías, si -en cumplimiento de la
norma procesal- se hubiese remitido la documental referida para su
consideración por este Tribunal; en ese sentido, corresponde llamar la
atención al Tribunal de garantías por inobservar el trámite y procedimiento
inherentes a esta acción tutelar, asumiendo una actuación poco diligente
que derivó en una dilación innecesaria.

En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela impetrada, obró


de forma correcta.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la
Resolución 16/2020 de 19 de septiembre, cursante de fs. 18 a 24, pronunciada
por el Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz; y, en consecuencia:

1º DENEGAR la tutela solicitada.

2º Llamar la atención a Inés Clotilde Tola Fernández y Patricia Wilma


Medrano Avila, Juezas del Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital
del departamento de La Paz, conforme las razones expuestas en el
Fundamento Jurídico III.5 del presente fallo constitucional.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

19
Fdo. MSc. Karem Lorena Gallardo Sejas
MAGISTRADA

Fdo. Dr. Petronilo Flores Condori


MAGISTRADO

20

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