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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1298/2015-S2

Sucre, 13 de noviembre de 2015

SALA SEGUNDA
Magistrada Relatora: Dra. Mirtha Camacho Quiroga
Acción de libertad

Expediente: 11888-2015-24-AL
Departamento: Beni

En revisión la Resolución 02/2015 de 20 de julio, cursante de fs. 31 vta. a 34,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Ever Mérida
Baldelomar en representación sin mandato de Elizardo Callata Mayta contra
Jesús Martínez Subirana, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del
departamento del Beni.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial presentado el 20 de julio de 2015, cursante de fs. 9 a 13 vta., el


accionante a través de su representante, expresó lo siguiente:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

El 23 de abril de 1999, adquirió un lote de terreno ubicado en la Urbanización “Los


Tocos”, cuyo derecho propietario fue registrado en Derechos Reales bajo la
matrícula 8.01.1.01.0000388. Posteriormente, el 12 de septiembre de 2007,
suscribió una minuta de transferencia de una parte del inmueble con Frank Carlos
Kuafield Castellón, consistente en 350 m²; sin embargo, a los tres días, el 15 de
septiembre de 2007, suscribieron una minuta aclarativa debido a un error de
taipeo aclarando que la superficie transferida es de 223,60 m², minuta que fue
debidamente registrada en Derechos Reales. El referido comprador transfirió los
mismos 223,70 m² a Elizabeth Arias Mercado de Suarez, quien de forma abusiva,
arbitraria e ilegal ocupó los 126,30 m² de su propiedad, por lo que, interpuso un
proceso de interdicto de adquirir la posesión en el Juzgado Tercero de Instrucción
en lo Civil del departamento del Beni, cuya Sentencia 51/2010 declaró probada la
demanda.

Asimismo, Elizabeth Arias Mercado de Suarez; no obstante haber perdido en ese y


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otro proceso civil incoado en su contra, dio en contrato de antícresis la
construcción que corresponde a su extensión arrebatada, por lo cual Elizardo
Callata Mayta realizó la denuncia penal por estelionato, que obtuvo Resolución de
imputación formal, pero fue rechazada; entonces, Elizabeth Arias Mercado de
Suarez, posteriormente interpuso querella en su contra por la presunta comisión
de los delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, que pasó a
conocimiento del Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del mismo
departamento, quien fijó audiencia de medida cautelar para el 17 de julio de 2015
a horas 11:00, pero el accionante no pudo asistir a la misma, por encontrarse
delicado de salud, con el diagnóstico de dengue clásico, presentando el
justificativo del certificado médico correspondiente; a pesar de ello, la autoridad
ahora demandada lo declaró rebelde y libró mandamiento de aprehensión, pese a
que, a horas 12:30, éste se acercó ante el Juez para percatarse de que sea
considerada su situación; sin embargo, por decretos de la misma fecha, la
autoridad referida dispuso: “con relación a la solicitud de levantamiento de orden
de aprehensión, con carácter previo purgue rebeldía, debiendo pagar el arancel
en Plataforma...” (sic) y conminó al médico forense del Ministerio Público a
realizarle la valoración correspondiente y la remisión de dicho informe en el plazo
de 24 horas.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

El accionante a través de su representante considera lesionados sus derechos a la


libertad, al debido proceso, a la salud y a la integridad física, establecidos en los
arts. 15.I, 18.I, 23.I y 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, se deje sin efecto la declaratoria de rebeldía y


mandamiento de aprehensión emitidos el 17 de julio de 2015, y que con carácter
previo, a señalar nueva fecha de audiencia de medidas cautelares se espere la
consideración de la Sala Penal del Tribunal Departamental, del incidente de
nulidad de imputación por defectos absolutos.

I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

Celebrada la audiencia pública el 20 de julio de 2015, según consta en el acta


cursante de fs. 28 a 31 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El accionante por intermedio de su abogado se ratificó in extenso en el contenido


del memorial de acción de libertad, expresando que, existen Sentencias
Constitucionales como la 0845/2005-R de 25 de julio y la 0022/2015-S3 de 10 de
febrero, que indican que se debe valorar la prueba aportada por el accionante
como el certificado médico que debía ser considerado por la autoridad demandada
para señalar una audiencia posterior, pero el Juez referido obviando la misma,
determinó su aprehensión.

I.2.2. Informe de las autoridades demandadas

Jesús Martínez Subirana, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del


departamento del Beni, en audiencia, manifestó lo siguiente: a) Los hechos deben
probarse en el marco de la ley, por lo cual no considera suficiente la presentación
de un certificado médico particular para justificar el hecho de no comparecer a la
audiencia de medidas cautelares señalada, sino debe ser mediante certificado
médico forense; b) Ante la declaratoria de rebeldía, según los arts. 89 y 90 del
Código de Procedimiento Penal, el accionante podía utilizar el recurso de
impugnación ante el Tribunal de alzada; c) Se solicitó al Ministerio Público el
informe del médico forense para respaldar su derecho a la salud del accionante,
siendo solicitado vía requerimiento fiscal; y, d) Pone a conocimiento del Tribunal
de garantías el certificado referido, para que se haga una valoración, respecto al
debido proceso y a la conducta del accionante, acotando que se cumplió con
todos los requisitos formales del procedimiento penal y que sea rechazada la
presente acción de libertad por ser utilizada como acto dilatorio y a manera de
intimidación.

I.2.3. Resolución

El Juez Primero de Sentencia de Trinidad del departamento del Beni, constituido


en Juez de garantías, mediante Resolución de 20 de julio de 2015, cursante de
fs. 31 vta. a 34, denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos:
1) El Juez de la causa, al momento de declarar la rebeldía del accionante ha
actuado conforme a procedimiento al negar o dar el crédito correspondiente en
cuanto se refiere al certificado médico legal, toda vez que, dentro de un proceso
formal se debe tener en cuenta que la autoridad competente debe exigir el
certificado médico forense emitido por el Ministerio Público para dar la validez
necesaria al proceso; y, 2) El art. 125 de la CPE, establece que toda persona que
considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida,
indebidamente procesada o privada de libertad personal podrá interponer acción
de libertad, pero en el presente caso no se estaba violentando ningún derecho,
porque el accionante dijo que presentó recurso de apelación incidental y
memoriales pidiendo al Juez Cautelar se deje sin efecto la declaratoria en rebeldía
así como el mandamiento de aprehensión emitidos en su contra, evidenciando
que hubo ejercicio pleno de sus derechos y garantías constitucionales.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se


establece lo siguiente:

II.1. El 16 de julio de 2015, a horas 18:23, el accionante presentó un memorial


ante el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento del Beni,
solicitando la suspensión de la audiencia fijada para el 17 de ese mes y
año, por motivos de salud, adjuntando un certificado médico expedido por
Leny Zambrana Lara, cuyo diagnóstico indica dengue y recomienda reposo
por tres días (fs. 2 a 3).

II.2. Por certificado médico forense emitido por Alvaro Rolando Bellido, médico
dependiente del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), señaló que
después de una valoración médica practicada el 20 de julio de 2015, a
Elizardo Callata Mayta, se estableció que no amerita días de incapacidad
médico legal, debido a que al momento del examen no se evidenciaron
signos y sintomatología de la patología referida y encontrándose apto y en
condiciones para realizar sus actividades cotidianas, refutando así, el
diagnóstico clínico plasmado en el certificado médico presentado que no fue
corroborado por estudios laboratoriales complementarios (fs. 25 a 26).

II.3. Mediante memorial presentado 20 de julio de 2015, dirigido al Juez Primero


de Sentencia en lo Penal del departamento del Beni, el accionante aclara
que habiendo sido subsanada la orden de aprehensión dispuesta por el Juez
Segundo de Instrucción en lo Penal del mismo departamento, retira la
acción de libertad interpuesta pidiendo el archivo de obrados (fs. 27).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante a través de su representante, considera lesionados sus derechos a


la libertad, al debido proceso, a la salud y a la integridad física, toda vez que, a
pesar de haber justificado su ausencia en la audiencia de medidas cautelares
señalada para el 17 de julio de 2015, por problemas de salud demostrados en
certificado médico, el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal lo declaró rebelde
y dispuso se libre mandamiento de aprehensión en su contra, con el argumento
de que sólo el certificado médico forense tiene validez legal.

En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son


evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad

De acuerdo a la norma contenida en el art. 125 de la CPE, la acción de


libertad, define su alcance señalando que: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde
tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.

El Código Procesal Constitucional, respecto al objeto de esta acción


tutelar, en su art. 46, establece que: “La acción de Libertad tiene por
objeto garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad
física, libertad personal y libertad de circulación, de toda persona que crea
estar indebidamente o ilegalmente perseguida, detenida o procesada,
presa o que considere que su vida o integridad física está en peligro”.
Estableciendo además, que ésta procederá, cuando cualquier persona crea
que su vida está en peligro, que esté ilegalmente perseguida,
indebidamente procesada e indebidamente privada de su libertad personal
(art. 47 de la normativa señalada).

La SCP 0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “Se trata de un


mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter
preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección
inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad
física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o
indebidos por parte de servidores públicos o de personas
particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.

(…)

En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de


libertad está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero
referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los
presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el
contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal,
se establece que se encuentra revestida o estructurada con una
tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus
características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor
público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni
privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma
constitucional antes referida.

Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta


garantía, se encuentra configurado por sus presupuestos de activación,
que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen en cuatro: a)
Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que
constituya procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique
persecución indebida” (las negrillas son añadidas).

III.2. La valoración de legitimidad de impedimento físico como


justificación de inasistencia a una convocatoria de la autoridad
jurisdiccional se rige por el principio de libertad probatoria

La SCP 0022/2015-S3 de 10 de febrero, hace una reconducción de la línea


jurisprudencial, al respecto señala que: “La implementación del sistema
procesal penal acusatorio con la promulgación del Código de
Procedimiento Penal en 1999 -vigente a partir de 2001-, en remplazo
del modelo procesal inquisitivo derogado por la misma norma, conllevó
la modificación de aspectos sustanciales del proceso penal con el fin de
hacer más eficiente y efectiva la administración de justicia penal y en
realidad de todo el sistema procesal penal; así, debe tomarse en
cuenta la delimitación de los roles de los sujetos procesales, tales como
la exclusividad de las facultades investigativas a cargo del Ministerio
Público, y de la actividad jurisdiccional a cargo del Órgano Judicial,
reflejada en el art. 279 in fine del CPP.

Dicha reforma supuso también la implementación de la etapa de juicio,


con las características de publicidad, inmediación, contradicción,
concentración, continuidad y oralidad. Así, respecto a la inmediación y
oralidad, el Juez, Jueza o Tribunal, asume conocimiento directo de la
prueba, percibiendo sin intermediarios la actividad probatoria de las
partes (sus reacciones, actitudes, comportamiento de testigos, peritos,
entre otros), lo que determina a su vez el principio de libertad
probatoria que en realidad trasciende a todas las fases del proceso
penal, así por ejemplo, rige en la evaluación de los riesgos procesales
por los cuales se determina la aplicación o no de una medida cautelar
de carácter personal, en este contexto, la SC 1543/2013 de 10 de
septiembre, razonó que: „…la apreciación lógica y razonada que realiza
de manera autónoma la autoridad judicial sobre los medios probatorios,
para luego otorgar el valor que le corresponde a cada uno de ellos. Al
respecto, el art. 173 del CPP, prescribe: (Valoración). El juez o tribunal
asignará el valor correspondiente a cada uno de los elementos de
prueba, con aplicación de las reglas de la sana crítica, justificando y
fundamentando adecuadamente las razones por las cuales les otorga
determinado valor en base a la apreciación conjunta y armónica de
toda la prueba esencial producida'; consiguientemente, el cumplimiento
de esta labor no implica la mera enunciación o enumeración de los
mismos, sino que, debe contener una evaluación clara y precisa,
señalando la manera cómo fueron examinados y por qué merecieron
un determinado valor; además, la evaluación integral -propia del
principio de la libertad probatoria-, implica que, en el sistema procesal
penal vigente se prohíbe la tarifa probatoria o prueba tasada; es decir,
que un hecho tenga que ser probado a través de un mecanismo
expresamente señalado en la ley o con una determinada prueba con
carácter exclusivo y excluyente, de ahí que se exige una valoración
conjunta, armónica y de acuerdo con las reglas de la sana crítica, por
lo que, una sola prueba no puede fundar por sí misma y de manera
aislada o autónoma una decisión, sino que, debe existir una
interdependencia con las otras pruebas, de manera que el argumento o
los análisis relativos a la valoración de la prueba formen una cadena
ininterrumpida de todo el cúmulo probatorio, lo contrario implica la
vulneración del debido proceso, por incumplimiento de la razonable
valoración de las pruebas‟.
En el marco de lo señalado, esta Sala considera que respecto a la
acreditación de un impedimento físico como justificación de inasistencia
a determinado acto procesal, para considerarse legítimo no es preciso
que necesariamente sea avalado o certificado por el médico forense;
pues ello, implica admitir la existencia de una prueba tasada que
contradice el principio de libertad probatoria como uno de los pilares en
que se asienta el modelo procesal acusatorio vigente en nuestro
ordenamiento jurídico, y en consecuencia, no permite que la autoridad
jurisdiccional en apego a su sano criterio y experiencia, asuma
convicción de dicho impedimento, ya sea alejándose del criterio médico
forense y admitiendo la opinión de un médico particular o viceversa, o
en base a la ponderación de ambos se pronuncie admitiendo o
rechazando la legitimidad del impedimento alegado.

En todo caso -como se dijo-, ello dependerá del sano criterio de la


autoridad jurisdiccional que en virtud del principio de libertad
probatoria determina en cada caso, si el aval del médico forense
resulta necesario o no para asumir convicción, o de ser presentados los
criterios de un médico particular y uno forense, en base a su prudente
arbitrio se incline de forma motivada y fundamentada por dar
credibilidad a cualquiera de ellos o finalmente a ambos, pero de
ninguna manera puede negar la valoración del certificado médico
particular solo porque este no está avalado por el médico forense.

Al respecto, la jurisprudencia constitucional asumió inicialmente que


tratándose de impedimentos físicos, el mismo solo podía ser acreditado
por los médicos forenses del Ministerio Público (SC 1768/2004-R de 11
de noviembre); sin embargo, en un entendimiento posterior, razonó
que tal exigencia resultaba un exceso, y que la autoridad jurisdiccional
debía valorar el certificado médico particular cuando este fuera
presentado (SC 0845/2005-R de 27 de julio, reiterada por la SC
0578/2006-R de 20 de junio).

Estos dos entendimientos contrapuestos, fueron unificados a través de


la SC 0164/2011-R, que retomó la exigencia de la certificación médica
expedida u homologada por el médico forense, permitiendo que
excepcionalmente podría prescindirse de éste en casos de lugares
alejados y que no cuentan con un médico forense, dada la premura y
circunstancias en cada caso -en el mismo sentido, la SCP 2594/2012 de
21 de diciembre-; dicho entendimiento fue refrendado por la SC
1845/2011-R de 7 de noviembre la que además de la exigencia del aval
del médico forense para acreditar impedimentos físicos de cualquiera
de los sujetos procesales, estableció que dicho certificado debía ser
actualizado y presentado en original, así también la SCP 2064/2013 de
18 de noviembre.

Sin embargo, el desarrollo efectuado por la citada jurisprudencia ha


instituido contrariamente al principio de libertad probatoria que rige el
procedimiento penal, una prueba tasada de la cual el juzgador no
puede apartarse en ocasión de valorar el impedimento físico del
imputado frente a una convocatoria a audiencia, dejando de lado la
facultad del juzgador de valorar, en virtud a su sano criterio y
experiencia si el impedimento resulta legítimo o no.

Por ello, es conveniente reconducir el criterio expuesto, en aras de


garantizar la naturaleza y esencia del modelo procesal penal vigente,
estableciendo que la autoridad jurisdiccional puede apegarse si así lo
considera su prudente arbitrio, justificando dicha decisión
debidamente, ya sea al certificado médico particular o al avalado por el
médico forense, o ambos, pero en ningún caso podrá arbitrariamente
negar la valoración del primero solo por el hecho de no estar avalado
por un médico forense.

No obstante lo anterior, se aclara que ello no implica una negación de


la facultad que tiene la autoridad jurisdiccional, cuando así lo considere
necesario, para requerir de oficio un pronunciamiento del médico
forense acreditado por el Ministerio Público, para la comprobación de
hechos mediante orden judicial, conforme lo prescribe el art. 75 del
CPP, concordante con los arts. 83.1 y 85.1 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público (LOMP)”.

III.3. Análisis del caso concreto

Del análisis de la problemática en estudio se advierte que el accionante


considera lesionados sus derechos libertad, al debido proceso, a la salud y
a la integridad física, toda vez que, a pesar de haber justificado su
ausencia en la audiencia de medidas cautelares señalada para el 17 de
julio de 2015, por el padecimiento de dengue clásico, el Juez Segundo de
Instrucción en lo Penal lo declaró en rebeldía y libró mandamiento de
aprehensión en su contra, con el argumento de que sólo el certificado
médico forense emitido por autoridad competente, en este caso el IDIF,
dependiente del Ministerio Público tiene validez legal, restando valor al
certificado médico emitido por Leny Zambrana Lara, médico SAFCI cuyo
diagnóstico indica dengue y recomienda reposo por tres días.

De la revisión de antecedentes que cursan en obrados, se advierte que el


accionante el 16 de julio de 2015 a horas 18:23, presentó un memorial en
el Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento del Beni
solicitando la suspensión de la audiencia de medidas cautelares fijada para
el 17 del mismo mes y año, adjuntando el certificado médico
correspondiente, por motivos de salud; en ese contexto, el día de la
audiencia, a horas 12:30, el accionante se apersonó ante el Juez
demandado explicando las razones para no poder asistir al referido acto
procesal; pero fue sorprendido por dos decretos de esa misma fecha,
donde la autoridad demandada señaló con relación a la solicitud de
levantamiento de la orden de aprehensión, “que purgue rebeldía”,
debiendo pagar el arancel en Plataforma, y conminó al médico forense a
realizar la valoración correspondiente a fin de corroborar el estado de
salud del imputado, en el plazo de 24 horas, conforme se detalla en
Conclusiones II.2 de este Fallo.

El certificado médico forense emitido por Alvaro Rolando Bellido del IDIF,
concluyó que después de una valoración médica practicada el 20 de julio
de 2015, el accionante no amerita días de incapacidad médico legal,
debido a que al momento del examen no se evidenciaron signos y
sintomatología de la patología referida y encontrándose apto y en
condiciones para realizar sus actividades cotidianas, refutando así, el
diagnóstico clínico plasmado en el certificado médico presentado.

Ahora bien, conforme la jurisprudencia constitucional glosada en el


Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que modula el entendimiento referido al valor de los
certificados médicos, respecto a la acreditación de un impedimento físico
como justificación de inasistencia a un determinado acto procesal, para
considerarse legítimo no es preciso que necesariamente sea avalado o
certificado por el médico forense, que en virtud del principio de libertad
probatoria pueda asumir; en el caso concreto, si bien el accionante
justificó su inasistencia en base a un certificado médico particular por
padecer de una enfermedad de carácter viral como es el dengue, donde
se le recomendó reposo durante tres días, la autoridad demandada debió
considerar dicho elemento probatorio, a fin de posponer unos días la
realización de la audiencia de medidas cautelares para no relegar la
protección de los derechos y garantías constitucionales del accionante,
pues, no tomó en cuenta la modulación de línea, que estableció este
Tribunal para resguardar entre otros, el derecho a la libertad probatoria al
acudir a esta acción tutelar, porque ya no es obligatorio cumplir a ciegas
la normativa procedimental, sino adecuar las prioridades de respeto a los
derechos fundamentales de los ciudadanos, por lo cual, sin ingresar al
fondo de la temática, debió considerarse el certificado médico presentado
por el accionante. Consiguientemente, la omisión en la que incurrió el Juez
demandado amerita la concesión de la tutela solicitada.

Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela


solicitada, no hizo una correcta valoración de los antecedentes del caso.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 44.2 del
Código Procesal Constitucional; en revisión, resuelve: REVOCAR en todo la
Resolución de 20 de julio de 2015, cursante de fs. 31 vta. a 34, pronunciada por
el Juez Primero de Sentencia del departamento del Beni; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto la declaratoria de
rebeldía y el mandamiento de aprehensión emitidos el 17 de julio de 2015.

Corresponde a la Sentencia Constitucional Plurinacional 1298/2015-S2


(viene de la pág. 9).

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta


Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado


MAGISTRADO

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