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ACTUALIZACIÓN
Keywords: Abstract
- Cirrhosis Ascites, acute renal failure and hepatic encephalopathy
- Ascites Ascites. Ascites is the most common complication of cirrhosis after hepatocarcinoma. The treatment of
- Hepatorenal syndrome uncomplicated ascites focuses on increasing the renal excretion of sodium with diuretics. Refractory
ascites requires periodic evacuative paracentesis with albumin replenishment. Percutaneous
- Hepatic encephalopathy
intrahepatic portosystemic shunts can be appropriate in properly selected cases.
Hepatorenal syndrome. The diagnosis of hepatorenal syndrome has been recently reviewed, eliminating
the previously established cut-off points, which helps treat patients earlier.
Hepatic encephalopathy. Hepatic encephalopathy is a neuropsychiatric syndrome that occurs in patients
with highly diverse hepatic disorders. Its diagnosis is based on suggestive clinical manifestations, the
demonstration of underlying liver disease and the ruling out of other causes. Its management requires
the systematic search and correction of triggers and the use of hypoammonaemic measures, with
nonabsorbable disaccharides the drugs of choice.
Liver transplantation. Patients with these complications of cirrhosis have a poor prognosis and should
therefore be considered for liver transplantation.
*Correspondencia
Correo electrónico: rita.garcia.martinez@gmail.com
Historia natural y fisiopatología Los pacientes con cirrosis y ascitis tienen un alto riesgo de
sufrir otras complicaciones de la enfermedad hepática como:
La aparición de la ascitis en pacientes con cirrosis se debe a 1. Ascitis refractaria. Ascitis no tratable con diuréticos
una alteración en la capacidad del riñón para excretar sodio por alguna de las siguientes razones:
en la orina (fig. 1). La HTP progresiva produce un aumento Ascitis resistente. No responde a dosis máximas de diuré-
de la resistencia al flujo venoso portal y esto se asocia a una ticos (espironolactona 400 mg/día y furosemida 160 mg/día).
vasodilatación en el lecho vascular esplácnico. No se cono- Se considera falta de respuesta la ausencia de pérdida de peso
cen bien los mecanismos exactos por los cuales se produce adecuada (menos de 0,8 kg en 4 días) a pesar de dosis máxi-
vasodilatación esplácnica, pero parece deberse a factores he- mas de tratamiento durante una semana o reaparición de
modinámicos y humorales, incluyendo el aumento de poten- ascitis (grado 2-3) en menos de 4 semanas tras una paracen-
tes vasodilatadores (por ejemplo, óxido nítrico) en este lecho tesis evacuadora.
vascular. Esta vasodilatación esplácnica conlleva un incre- Ascitis intratable. No se pueden alcanzar dosis máximas
mento del volumen sanguíneo del territorio esplácnico y una de diuréticos por efectos adversos inaceptables (encefalopa-
hipovolemia arterial efectiva. En consecuencia, se activan tía hepática —EH—, insuficiencia renal, hiponatremia im-
mecanismos compensadores como el sistema renina-angio- portante menor de 125 mmol/l, hiperpotasemia superior a
tensina-aldosterona (SRAA) y el sistema nervioso simpático 4 mmol/l, hipopotasemia menor de 3 mmol/l).
(SNS). La activación de estos sistemas estimula la retención 2. Peritonitis bacteriana espontánea (PBE). Infección del
de sodio y agua a nivel renal y conlleva un aumento del vo- líquido ascítico (LA) definida como un recuento de células po-
lumen plasmático. Esto, junto con factores hemodinámicos limorfonucleares (PMN) mayor de 250 células/mm3 en LA.
(aumento de las resistencias vasculares intrahepáticas) y on- 3. Hiponatremia. Es una disminución de la concentra-
cóticos (disminución de la presión oncótica) favorece la apa- ción de sodio plasmático por debajo de 130 mmol/l.
rición de ascitis y edemas. 4. Insuficiencia renal aguda (IRA) tipo síndrome hepato-
En estadios más avanzados se produce asimismo la esti- rrenal (SHR) (IRA-SHR).
mulación de la secreción de la hormona antidiurética, produ-
ciéndose una retención de agua libre que se traduce en el
desarrollo de hiponatremia dilucional. Diagnóstico y criterios de sospecha
A medida que aumenta la HTP, la activación de estos
mecanismos es más intensa y se acompaña de una progresiva Se debe sospechar la presencia de ascitis en pacientes con
vasoconstricción en territorios vasculares no esplácnicos in- clínica de distensión abdominal y ganancia ponderal.
cluido el renal. La vasoconstricción renal se acompaña de Ante un paciente con ascitis debe realizarse una historia
una progresiva disminución del flujo sanguíneo renal y del clínica y examen físico completos y una determinación ana-
filtrado glomerular, dando lugar a insuficiencia renal3. lítica que incluya función hepática (bilirrubina, alanina amino-
transferasa —ALT—, aspartato aminotransferasa —AST—),
renal (creatinina, proteinuria), iones en plasma y orina, pro-
Manifestaciones clínicas teinograma, hemograma y coagulación. Estos parámetros
permiten sugerir el origen hepático de la ascitis, determinar
La ascitis suele manifestarse como un aumento progresivo el grado de insuficiencia hepática, establecer el pronóstico y
del perímetro abdominal y ganancia de peso acompañado o sirven de apoyo en el manejo terapéutico.
TABLA 1
Grado de ascitis y tratamiento sugerido
enfermedad y monitorizar la respuesta al tratamiento. En En pacientes con ascitis recidivante, el comienzo combi-
ausencia de complicaciones asociadas (PBE, IRA-SHR, hi- nado de espironolactona con diuréticos de asa (furosemida)
ponatremia), el comité internacional de expertos (Club In- es más adecuado6.
ternacional de Ascitis) recomienda tratar la ascitis en función No se ha demostrado que el reposo en cama mejore la
de su gravedad6 (tabla 1). excreción de sodio, por lo que no se recomienda.
Como medida general se recomienda una reducción en En la ascitis grado 3 (ascitis gran volumen) el tratamien-
la ingesta de sodio. La reducción del aporte de sodio favore- to de elección es la realización de paracentesis evacuadora de
ce el balance negativo y la disminución de la ascitis y los alto volumen (LVP). Es un procedimiento que realizado por
edemas. Así pues, es aconsejable una restricción moderada de personal entrenado en condiciones de esterilidad es seguro y
sodio hasta 2-2,5 g/día. Medidas más restrictivas pueden ser puede realizarse en el entorno extrahospitalario (centro de
perjudiciales, pues pueden empeorar el estado nutricional de salud, domicilio…). Esta debe acompañarse por reposición
los pacientes. de albúmina intravenosa, con el fin de prevenir el síndrome
En la ascitis no complicada, las medidas específicas de- posparacentesis (deterioro circulatorio que se sigue de insu-
penden del grado de ascitis. ficiencia renal y alta mortalidad). Se aconseja administrar 8 g
En la ascitis grado 1 (ascitis ecográfica) no se recomienda de albúmina por cada litro de LA extraído7. La administra-
tratamiento específico y requiere seguimiento periódico. ción debe ser lenta (10-20 g/hora) para prevenir problemas
En la ascitis grado 2 (ascitis moderada) la excreción renal de sobrecarga brusca de la volemia. Aunque los pacientes con
de sodio está moderadamente alterada (es baja en relación cirrosis con frecuencia tienen plaquetopenia y alteraciones
con los aportes). Esto se debe a un incremento en la reabsor- de la coagulación, la LVP tiene pocas complicaciones hemo-
ción renal distal y proximal del sodio en parte mediada por rrágicas. No hay datos que apoyen la suplementación de pla-
el hiperaldosteronismo. El objetivo es alcanzar un balance quetas o plasma antes de su realización. En algunos centros
negativo de sodio. La intensificación de la excreción renal de se suplementa en casos de coagulopatía grave (plaquetas in-
sodio se alcanza con tratamiento diurético (fig. 2). feriores a 40.000/μl o TP menor del 40%). La LVP es una
Los antagonistas de la aldosterona (espironolactona) son medida rápida, eficaz y segura para la eliminación de altas
más efectivos que los diuréticos de asa, y son los fármacos de cantidades de LA, pero no corrige la causa de la ascitis: la
elección. Su efecto es lento, por ello los cambios de dosis retención renal de sodio. Así pues, la paracentesis debe se-
deben ser progresivos cada 5-7 días. guirse de tratamiento diurético. Hay que administrar la mí-
Así, el tratamiento inicial de un paciente que comienza nima dosis de diurético necesaria para controlar la reacumu-
con ascitis moderada no complicada es espironolactona lación de ascitis.
100 mg/día que se incrementará 100 mg cada 7 días hasta un En la ascitis refractaria (resistente a diuréticos o bien in-
máximo de 400 mg/día. La dosis debe ajustarse para conse- tratable) los posibles tratamientos son:
guir una pérdida de peso de 0,5 kg/día o inferior en pacientes 1. Paracentesis evacuadoras periódicas. Es seguro y eficaz
sin edemas y de 1 kg/día o inferior en pacientes con edemas. y ha de realizarse combinado con la infusión de albúmina
No es recomendable superar esos umbrales para evitar com- (ver sección previa).
plicaciones asociadas a los diuréticos (insuficiencia renal, hi- 2. Derivación portosistémica percutánea intrahepática
ponatremia, hiperpotasemia, calambres, encefalopatía…). Si (DPPI). Consiste en la realización de una comunicación in-
el paciente no responde a espironolactona, (pérdida de peso trahepática entre la vena porta y la cava por radiología inter-
menor de 2 kg/semana, o desarrolla hiperpotasemia) debe vencionista (fig. 3). Con esta técnica se consigue reducir el
añadirse un diurético de asa (furosemida 40 mg/día) e ir in- gradiente de presión portal y sus complicaciones, por lo que
crementando gradualmente la dosis hasta un máximo de puede ser muy útil en pacientes con hemorragia por HTP o
160 mg/día de furosemida. Una vez se ha movilizado la asci- ascitis refractaria. Tras la inserción de la DPPI se produce
tis, se debe mantener la mínima dosis eficaz de diuréticos: desactivación progresiva de los mecanismos compensadores
aquella que mantiene al paciente sin ascitis (o mínima ascitis) (SNS, SRAA) lo que se traduce en una lenta mejoría de la
y sin complicaciones asociadas. excreción de sodio y de la desaparición de la ascitis. Sin em-
No Sí Sí No
Mantenimiento
Respuesta
No Sí Sí No
Respuesta
Respuesta
No Sí Sí No
Respuesta
No Sí
Fig. 2. Algoritmo terapéutico de la ascitis no complicada. Ante cada aumento de dosis es necesario monitorizar la presencia de efectos adversos.
bargo, la DPPI se asocia con un mayor riesgo de desarrollar restaura la función hepática, revierte las alteraciones hemo-
EH (30-50% de los pacientes)8 y otras complicaciones como dinámicas de la cirrosis y se asocia a una desaparición de la
la trombosis y la estenosis de la DPPI. Es importante la se- ascitis, siendo por tanto un tratamiento a considerar en estos
lección adecuada de los pacientes candidatos a DPPI. La in- pacientes.
suficiencia hepática avanzada, la EH persistente, la insufi-
ciencia renal crónica, la insuficiencia cardiaca y la hipertensión
pulmonar moderada-grave son contraindicaciones a la DPPI Pronóstico
y, por tanto, debe individualizarse su indicación9.
3. Trasplante hepático. El desarrollo de ascitis refractaria El desarrollo de ascitis conlleva un deterioro en la calidad de
se asocia a un peor pronóstico vital. El trasplante hepático vida y una peor supervivencia10. Los factores asociados a una
1. Estadio 1: incre-
mento Crs superior a
Hipertensión portal DPPI?Hipertensión portal 0,3 mg/dl o incremento
Venas suprahepáticas de Crs de más de 1,5-2 ve-
ces su valor basal.
2. Estadio 2: incre-
DPPI
mento de Crs de más de
2-3 veces su valor basal.
Vena porta
3. Estadio 3: incre-
mento de Crs de más de 3
veces su valor basal o au-
mento de Crs por encima
de 4 mg/dl con incremen-
to de Crs superior a
0,3 mg/dl o inicio de tra-
tamiento renal sustitutivo.
Formas clínicas
Una vez identificada es im-
portante establecer el tipo
de IRA, puesto que esto
tiene implicaciones pro-
Fig. 3. Representación e imagen de la derivación portosistémica percutánea intrahepática (DPPI). nósticas y terapéuticas. Los
tipos más frecuentes son:
IRA prerrenal (en relación
peor supervivencia son la hiponatremia, la insuficiencia renal con diuréticos, diarrea, hemorragia digestiva…); IRA por ne-
y la disminución de la tensión arterial. Dadas sus implicacio- crosis tubular (habitualmente en relación con shock); IRA por
nes pronósticas se recomienda que los pacientes que desarro- nefrotoxicidad (por antiinflamatorios no esteroideos —
llan ascitis sean remitidos a centros de trasplante hepático. AINE—, antibióticos, contrastes yodados…); IRA-síndrome
hepatorrenal (IRA-SHR) asociado o no a infecciones.
Los criterios diagnósticos de IRA-SHR han sido también
Insuficiencia renal aguda y síndrome revisados y actualizados y se muestran a continuación11. El
cambio más importante en los criterios diagnósticos del SHR
hepatorrenal es la eliminación del punto de corte de Crs de 2,5 mg/dl:
1. Diagnóstico de cirrosis y ascitis.
Concepto 2. Diagnóstico de IRA según la clasificación del Club In-
ternacional de ascitis.
La IRA es una complicación frecuente en la cirrosis descom- 3. Ausencia de respuesta después de 2 días a la retirada de
pensada. Tradicionalmente, se definió la IRA en la cirrosis diuréticos y expansión de volumen con albúmina (1g/kg
como un aumento de la creatinina de más del 50% por enci- de peso).
ma de 1,5 mg/dl. Esta definición ha sido cuestionada debido 4. Ausencia de shock.
a las limitaciones relacionadas con la creatinina sérica (Crs). 5. Ausencia de uso actual o reciente de fármacos nefro-
Así, la Crs está influida por el peso, la raza, la edad y el géne- tóxicos (AINE, aminoglucósidos, contrastes yodados,…)
ro y además en la cirrosis, por la sarcopenia, el volumen de 6. Ausencia de signos macroscópicos de daño renal es-
distribución y la bilirrubina. Recientemente se han propues- tructural: ausencia de proteinuria (más de 500 mg/día); au-
to nuevos criterios diagnósticos de IRA en pacientes sin ci- sencia de microhematuria (más de 50 eritrocitos por campo)
rrosis. Esto ha estimulado al Club Internacional de Ascitis a y ausencia de alteraciones morfológicas en la ecografía.
la revisión y propuesta de nuevos criterios diagnósticos de
IRA en la cirrosis11.
Diagnóstico y criterios de sospecha
Clasificación
Se ha de sospechar IRA en pacientes con cirrosis y oliguria.
De acuerdo con esta propuesta del Club Internacional de También en pacientes con síntomas inespecíficos como EH.
Ascitis, se define la IRA como un incremento de la Crs supe- El diagnóstico y la diferenciación de la IRA se basa en la
rior a 0,3 mg/dl en 48 horas o del 50% respecto a su valor anamnesis y datos clínicos y analíticos. Los criterios diagnós-
basal en 7 días. De acuerdo con su gravedad, la IRA se puede ticos actualizados de IRA-SHR se han descrito en el párrafo
estratificar en11: anterior.
TABLA 2
Formas clínicas de la encefalopatía hepática
acuerdo a diversos criterios (tabla 2)13 que exponemos a con- de laboratorio o exploraciones complementarias específi-
tinuación. cas de la enfermedad que permitan confirmar la EH. Las
exploraciones son herramientas de apoyo.
Enfermedad hepática subyacente
La EH puede presentarse en la insuficiencia hepática aguda
(tipo A), en asociación con bypass o shunts portosistémicos Tratamiento
(B), en situación de cirrosis (C).
El tratamiento de pacientes con un episodio agudo de EH
Gravedad de sus manifestaciones clínicas incluye medidas generales y específicas.
Se han propuesto diversas escalas clínicas para la cuantifica-
ción de la gravedad de la EH. De ellas la West-Haven ha sido Medidas generales
utilizada de forma generalizada. Sin embargo, ha sido cues- Incluye diferentes aspectos.
tionada por su falta de especificidad y las variaciones inter-
observador. Dado que las manifestaciones clínicas son pro- Vigilar el nivel de conciencia y prevenir la broncoaspira-
gresivas formando un espectro continuo a veces difíciles de ción. En los estadios III y IV de West-Haven conviene evitar
diferenciar, recientemente se ha propuesto reclasificar la EH la ingesta oral.
en 2 subcategorías:
1. La encefalopatía hepática no manifiesta (COVERT), Soporte nutricional. Si es necesario restringir la ingesta
comprende la EH mínima (EHM, requiere de métodos neu- oral se puede mantener soporte con sueroterapia durante
ropsicológicos y/o neurofisiológicos para su detección) y la 48 horas y posteriormente iniciar dieta oral o enteral. La res-
EH grado I. tricción proteica no mejora la EH aguda y puede empeorar el
2. La encefalopatía hepática clínicamente manifiesta estado nutricional. Se recomienda una dieta equilibrada sin
(OVERT) agrupa la EH de grado II o superior de West- restricciones con contenido proteico 0,8-1,2 g/kg/día19.
Haven.
Búsqueda sistemática y corrección de factores precipi-
Curso temporal tantes. Es un aspecto crítico, puesto que el curso evolutivo
Así se distingue: EH episódica, EH recurrente (2 o más epi- de la EH aguda suele depender de la correcta identificación
sodios en 6 meses), EH persistente (alteraciones cognitivas y tratamiento de los factores precipitantes (infecciones ocul-
siempre presentes, puede intercalar episodios agudos de tas, hemorragia digestiva, alteraciones hidroelectrolíticas,
EH). deshidratación, retención fecal…). Con frecuencia son facto-
res no obvios ni de rápida detección, por lo que se recomien-
Existencia de factores precipitantes da una búsqueda sistemática y un tratamiento empírico hasta
La EH puede ser no precipitada (causa subyacente no iden- su identificación.
tificada) o precipitada. Los factores que pueden desencade-
nar EH deben ser identificados y tratados (fig. 4). Medidas específicas
Las medidas hipoamoniémicas forman parte del tratamiento
del episodio agudo de EH.
Diagnóstico y criterios de sospecha
Disacáridos no absorbibles (lactulosa/lactitol). Favore-
El diagnóstico de la EH se basa en la presencia de manifes- cen la eliminación de productos nitrogenados del colon y la
taciones clínicas compatibles, la existencia de una enferme- disminución del amonio plasmático, y se consideran el trata-
dad subyacente que lo justifique (demostración de insufi- miento de elección. Se pueden administrar por vía oral o
ciencia hepática y/o shunts portosistémicos) y la exclusión de rectal (enemas) 2-3 veces al día. El objetivo es conseguir 2-3
otras causas de disfunción cerebral (fig. 4). No hay datos deposiciones semiblandas al día. Es importante la monitori-
Encefalopatía hepática
Fig. 4. Algoritmo diagnóstico y terapéutico de la encefalopatía hepática. BZD: benzodiacepina; EH: encefalopatía hepática; IV: intravenoso.
zación, pues la aparición de diarrea puede inducir alteracio- tratamiento convencional. Su administración oral no es
nes hidroelectrolíticas y deshidratación y empeorar el cuadro útil13.
clínico.
Intervención sobre shunts portosistémicos. En pacientes
Antibióticos. Se han utilizado diferentes antibióticos como con shunts portosistémicos de gran tamaño, la oclusión de los
neomicina, paromomicina, metronidazol y rifaximina y toda- mismos puede mejorar la EH recurrente asociada. Esto re-
vía se utilizan por su capacidad para reducir la producción y quiere una cuidadosa selección de los pacientes, estando in-
absorción de amoniaco y otras toxinas desde el colon. Actual-
dicado en aquellos con una buena función hepática y bajo
mente neomicina y metronidazol pueden ser considerados
riesgo de hemorragia por HTP21.
alternativas de tratamiento en el episodio agudo de EH; sin
embargo, sus potenciales efectos tóxicos no apoyan un uso
prolongado. No existe evidencia para recomendar el uso de
rifaximina durante el episodio agudo de encefalopatía13. Su
Pronóstico
principal utilidad es la prevención de la recurrencia junto
con disacáridos no absorbibles20. A menos que se trate con éxito la enfermedad hepática sub-
yacente, la EH se asocia con un alto riesgo de recurrencia y
Aminoácidos ramificados. Administrados por vía oral pue- una peor supervivencia. Dadas sus implicaciones, los pacien-
den ser de utilidad en el tratamiento de pacientes con ence- tes deben ser evaluados en centros de trasplante hepático.
falopatía hepática persistente. Su administración intravenosa
durante el episodio agudo de EH no es útil13.
Conflicto de intereses
Administración intravenosa de L-ornitina L-aspartato.
Puede ser útil en el tratamiento de pacientes refractarios al Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Responsabilidades éticas ✔
7. García-Martínez R, Caraceni P, Bernardi M, Gines P, Arroyo V, Jalan R.
Albumin: pathophysiologic basis of its role in the treatment of cirrhosis
and its complications. Hepatology. 2013;58(5):1836-46.
Protección de personas y animales. Los autores declaran ✔
8. Riggio O, Angeloni S, Salvatori FM, De Santis A, Cerini F, Farcomeni A, et
al. Incidence, natural history, and risk factors of hepatic encephalopathy after
que para esta investigación no se han realizado experimentos transjugular intrahepatic portosystemic shunt with polytetrafluoroethylene-
en seres humanos ni en animales. covered stent grafts. Am J Gastroenterol. 2008;103(11):2738-46.
✔
9. Boyer TD, Haskal ZJ. The role of transjugular intrahepatic portosystemic
shunt (tips) in the management of portal hypertension: update 2009. He-
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en patology. 2010;51(1):306.
este artículo no aparecen datos de pacientes. ✔
10. Sola E, Watson H, Graupera I, Turón F, Barreto R, Rodríguez E, et al.
Factors related to quality of life in patients with cirrhosis and ascites: re-
levance of serum sodium concentration and leg edema. J Hepatol.
2012;57(6):1199-206.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. 11. tt
Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos
✔ Angeli P, Gines P, Wong F, Bernardi M, Boyer TD, Gerbes A,
et al. Diagnosis and management of acute kidney injury in patients
with cirrhosis: revised consensus recommendations of the Interna-
de pacientes. tional Club of Ascites. J Hepatol. 2015;62(4):968-74.
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