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ACTUALIZACIÓN

PUNTOS CLAVE

Avances en el Tratamiento de la ascitis no complicada

tratamiento de la
(moderada y tensa). Restricción de la sal en la
dieta (2 g/día) • Si se precisa tratamiento
diurético, iniciar con 100 mg diarios de

cirrosis hepática. espironolactona, con incrementos progresivos


hasta dosis máxima de 400 mg/día • Si existen

Aplicaciones a la edemas o no hay respuesta, se deberá añadir


furosemida (dosis de inicio 40 mg/día, hasta un

práctica clínica
máximo de 160 mg/día).
Tratamiento de la ascitis refractaria. Se deberá
combinar la dosis máxima de diuréticos tolerada,
con paracentesis evacuadoras periódicas • Si
L. Crespo Pérez y A. Albillos Martínez se precisan más de tres paracentesis mensuales,
Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. considerar una derivación percutánea
Universidad de Alcalá. Madrid. España.
portosistémica intrahepática.
CIBERehd. Instituto de Salud Carlos III. Madrid. España.
Tratamiento del síndrome hepatorrenal. Se deberán
corregir los factores precipitantes lo más
precozmente posible. En la actualidad el tratamiento
de elección es vasopresina y albúmina • Otras
Introducción alternativas terapéuticas son la derivación
portosistémica intrahepática y, en casos
seleccionados, la diálisis extracorpórea con albúmina.
La cirrosis representa el estadio más avanzado de la fibrosis
Tratamiento de la peritonitis bacteriana
hepática progresiva, caracterizada por la distorsión de la ar-
espontánea. Se debe iniciar tratamiento
quitectura hepática y la formación de nódulos regenerativos. antibiótico lo más precozmente posible • El
Los pacientes cirróticos son susceptibles de padecer una am- antibiótico de elección es la cefotaxima (2 g cada
plia variedad de complicaciones y su expectativa de vida está 8 horas intravenosos durante 5 días) • Se podrán
marcadamente reducida. Una vez que un paciente cirrótico emplear quinolonas sólo en aquellos pacientes
ha sufrido una complicación, se considera que su enfermedad con peritonitis bacteriana espontánea no
hepática está descompensada. En esta actualización terapéutica complicada que no las reciban como profilaxis
revisaremos brevemente las principales complicaciones de la • Para evitar el fracaso renal asociado a la
cirrosis hepática y sus distintas alternativas terapéuticas. peritonitis bacteriana espontánea se realizará
una reposición adecuada con albúmina.
Tratamiento de la encefalopatía hepática. Se
Ascitis basa en la corrección de los factores
desencadenantes y el empleo de fármacos que
Se denomina ascitis a la acumulación de líquido en la cavidad reducen la producción de amonio (principalmente
abdominal. Su etiología más común es la cirrosis hepática. El disacáridos no absorbibles.
desarrollo de ascitis constituye la complicación más frecuen-
te de los enfermos cirróticos con hipertensión portal. Se es- Tratamiento de la hipertensión portal. Todo
tima que en los 10 años posteriores al diagnóstico de cirrosis paciente con varices esofágicas grandes, o
compensada, un 58% de los pacientes desarrollará ascitis1. pequeñas con puntos rojos o Child C debe
Existen dos mecanismos patogénicos principales involucra- realizar profilaxis primaria con bloqueadores
dos en el desarrollo de ascitis en la cirrosis: el incremento de beta • En caso de hemorragia variceal aguda, la
la presión hidrostática en los sinusoides hepáticos y la vaso- combinación de tratamiento endoscópico y
dilatación esplácnica, que se asocia invariablemente a hiper- tratamiento médico con terlipresina o
tensión portal sinusoidal1,2. La ascitis se clasifica en ascitis no somatostatina es de elección • En la profilaxis
complicada y ascitis refractaria. La ascitis refractaria incluye la secundaria se combina el tratamiento
ascitis resistente a diuréticos y la ascitis intratable con diuréticos. farmacológico con bloqueadores beta y sesiones
Una vez que un paciente cirrótico ha desarrollado ascitis, de ligadura con bandas.
es poco frecuente que esta desaparezca sin el tratamiento es-
pecífico, salvo en pacientes alcohólicos que abandonan este

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Avances en el tratamiento de la cirrosis hepática. aplicaciones a la práctica clínica

hábito. El objetivo principal de su tratamiento es conseguir dosis de diuréticos a la mitad, manteniendo la dieta pobre en
un balance negativo de sodio. Los principales pilares tera- sodio. Si la ascitis no reaparece, podrá intentarse una reduc-
péuticos son la restricción de la sal de la dieta y los diuréticos ción mayor en la dosis de diuréticos (fig. 1). En caso de que la
orales. espironolactona ocasione ginecomastia dolorosa, puede ser
útil el empleo de amiloride, aunque es menos efectivo.

Tratamiento de la ascitis no complicada Tratamiento de la ascitis tensa


Se basa en la realización de una paracentesis evacuadora,
Medidas generales asociada a tratamiento diurético y dieta pobre en sodio. La
Se aconseja disminuir la ingesta de sodio diaria a 88 mEq paracentesis evacuadora debe ser total, asociada a expansión
diarios (2 g de sal/día). La dieta baja en sal empleada de ma- de volumen con albúmina (a dosis de 8 g por litro de líqui-
nera aislada sólo consigue eliminar completamente la ascitis do ascítico extraído), para evitar la disfunción circulatoria
en el 10-15% de los pacientes, consiguiendo una natriuresis post-paracentesis. Son contraindicaciones relativas para la rea-
superior a 80 mEq/día1. Hay que matizar que es la restric- lización de una paracentesis evacuadora la existencia de peritoni-
ción de sodio y no la de líquido la que provoca la pérdida de tis bacteriana espontánea (PBE), una actividad de protrombina
peso. En la actualidad el reposo en cama no está indicado como menor de 40% y/o < 40.000 plaquetas/μl. Si la extracción de
medida terapéutica en los pacientes con ascitis no complicada. Se ascitis es inferior a 5 litros, puede realizarse la reposición
deben evitar los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), ya que con un expansor sintético como la poligelina, a las mismas
pueden aumentar la retención de sodio. dosis que la albúmina2. Algunos ensayos han demostrado
que los vasoconstrictores esplácnicos, como la terlipresina,
Tratamiento de la ascitis moderada podrían sustituir a la albúmina para prevenir la disfunción
Conforme la función hepática se deteriora, la capacidad de circulatoria posparacentesis, pero esta medida no está aún
excretar sodio con la orina se reduce progresivamente. En aceptada4,5.
esta situación será imprescindible la combinación de dieta
pobre en sodio y diuréticos para inducir un balance negativo
de sodio. Los más empleados son los diuréticos distales (es- Tratamiento de la ascitis refractaria
pironolactona) y los de asa (furosemida). Los primeros son
de elección en la cirrosis, debido a que la retención de sodio La ascitis refractaria resistente a diuréticos consiste en la recu-
está causada fundamentalmente por el hiperaldosteronismo. rrencia de la ascitis a pesar de tratamiento diurético a dosis
El efecto natriurético de la espironolactona comienza alrede- máximas tolerables y dieta pobre en sodio. La ascitis intrata-
dor del tercer día tras su administración, y perdura hasta tres ble con diuréticos representa aquella situación en la que el tra-
días después de su suspensión. El diurético de asa más utili- tamiento diurético ocasiona graves complicaciones, tales
zado es la furosemida. Actúa disminuyendo la reabsorción de como uremia progresiva, deterioro de la función renal, des-
cloruro sódico en el asa de Henle, careciendo de efecto dis- equilibrios electrolíticos y/o encefalopatía hepática (EH).
tal. Su acción es de inicio rápido (comienza a los 30 minutos Ambas entidades constituyen lo que se conoce como ascitis
y alcanza su máximo en 1-2 horas). Tiene buena disponibili- refractaria, que aparece en el 10% de los pacientes cirróticos6.
dad oral, por lo que la vía intravenosa no es de elección. La La ascitis refractaria se asocia a un mayor riesgo de desarro-
furosemida potencia el efecto de la espironolactona cuando llo de síndrome hepatorrenal (SHR) tipo I y a una disminu-
se asocia a esta y reduce la incidencia de alteraciones en la ción en la supervivencia. Las distintas alternativas terapéuti-
kalemia1. La posología inicial en pacientes con ascitis mode- cas actuales incluyen paracentesis evacuadoras seriadas,
rada consiste en la combinación de 100-200 mg de espirono- derivación percutánea portosistémica intrahepática (DPPI) y
lactona, añadiendo 40 mg de furosemida en los pacientes que trasplante hepático (TH). Las paracentesis evacuadoras se-
tengan edemas. Un ensayo clínico controlado ha demostrado que riadas pueden ser útiles aunque resultan incómodas y restan
el tratamiento con ambos fármacos desde un inicio consigue movi- calidad de vida a los pacientes. En aquellos pacientes que
lizar la ascitis moderada más rápidamente que cuando el trata- precisen paracentesis muy frecuentes (más de 3 veces/mes), o
miento se realiza de manera secuencial (primero la espironolac- cuya ascitis sea de difícil extracción por encontrarse tabicada,
tona aislada, seguida de la furosemida)3. El cumplimiento está indicada la colocación de una DPPI (fig. 1).
terapéutico se optimiza cuando se realiza una única toma
matinal de todos los diuréticos. Se deben conseguir disminu- Derivación percutánea portosistémica intrahepática
ciones de peso de 250-500 mg/día en los pacientes sin edema La DPPI consiste en la comunicación de la circulación portal
y hasta 500-1.000 mg/día en aquellos con edema. Si no hay y sistémica mediante una interposición de una prótesis auto-
respuesta en 4-5 días se debe determinar la cantidad de sodio expandible entre una rama suprahepática y una rama portal.
en orina. Si esta es mayor de 80 mEq/día debemos sospechar Sus principales complicaciones son el desarrollo de EH y la
que el paciente no está cumpliendo adecuadamente la dieta disfunción de la prótesis. Las prótesis actuales son recubier-
pobre en sal. Si, por el contrario, la natriuresis es baja, debe- tas, lo que reduce las tasas de disfunción1. Para evaluar el
mos aumentar la dosis de diuréticos, manteniendo la propor- correcto funcionamiento de la prótesis se deben realizar eco-
ción 100 mg de espironolactona/40 mg de furosemida, hasta grafías periódicas con estudio doppler. Por otro lado, la im-
una dosis máxima de 400 mg y 160 mg respectivamente. El plantación de la DPPI se asocia a un deterioro de la función
tratamiento de mantenimiento posterior consiste en reducir la hepática, por lo que está contraindicada en pacientes mayo-

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Actualidad clínico-terapéutica (II)

Ascitis cirrótica

Ascitis moderada Ascitis tensa Ascitis refractaria


(resistente o intratable con diuréticos)

No se aconseja reposo en cama Dieta sin sal (2 g/día)


Dieta sin sal (2 g/día) Dosis máxima de diuréticos tolerada Valoración de trasplante hepático
Espironolactona 100 mg/d ± 40 mg furosemida Paracentesis total con albúmina (8 g/l) Mantener dieta hiposódica
Control de peso y natriuresis Paracentesis total con albúmina (8 g/l)

Pérdida de Pérdida de Buena Mala respuesta


peso peso < 500 respuesta (> 3 paracentesis/
< 500 g/día g/día y mes, ascitis
y/o Na o natriuresis < tabicada o de
> 78 mEq/día 78 mEq/día Continuar con difícil
paracentesis evacuación)
repetidas
Revisar Aumentar
cumplimiento diuréticos Derivación
de la dieta y (máximo 400 portosistémica
tratamiento mg percutánea
diurético espironolactona intrahepática
(traduce y 160 mg (DPPI)
posibles furosemida)
transgresiones) Si no respuesta
o intolerancia:
ascitis
refractaria

Fig. 1. Tratamiento de la ascitis en la cirrosis.

res de 70 años, con EH crónica, Child-Pugh > C12, Meld > tomando como base las cifras de bilirrubina sérica, INR y
18 o disfunción cardiaca (fracción de eyección < 50%). Varios creatinina. A pesar del mal pronóstico de la ascitis refractaria,
metaanálisis han comparado el tratamiento con DPPI con las estos pacientes pueden tener puntuaciones MELD muy ba-
paracentesis evacuadoras seriadas en el tratamiento de la as- jas y tener disminuida su accesibilidad a un eventual trasplan-
citis refractaria (D’Amico7, Albillos8, Saab9, Salerno10), con- te. Para clasificar mejor a los pacientes con ascitis refractaria,
cluyendo que la DPPI es más eficaz en el control de la ascitis, se ha propuesto añadir la cifra de sodio sérico a la fórmula
con menores tasas de recurrencia y una mayor supervivencia del MELD, con el fin de mejorar su capacidad predictiva15.
libre de trasplante. En la actualidad se recomienda inicial-
mente que los pacientes cirróticos con ascitis refractaria si-
gan un programa de paracentesis repetidas asociado a dieta Síndrome hepatorrenal
pobre en sodio antes que recurrir a la implantación de una
DPPI. Sin embargo, las paracentesis evacuadoras siempre El SHR consiste en el desarrollo de insuficiencia renal fun-
deben interpretarse como un puente hacia un tratamiento cional en pacientes con insuficiencia hepática avanzada e hi-
definitivo (DPPI o, si es posible, TH). Los ensayos clínicos pertensión portal, en ausencia de otras causas de fracaso re-
en curso con fármacos acuaréticos antagonistas de la hormo- nal. Es una de las complicaciones más frecuentes ya que
na antidiurética (satavaptán, tolvaptán, lixivivaptán), que au- puede llegar a aparecer hasta en el 50% de los pacientes ci-
mentan la excreción de agua libre sin afectar a la excreción rróticos1. Los factores precipitantes más importantes son las infec-
de sodio, se han interrumpido por la aparición de arritmias ciones bacterianas, como la PBE, la hemorragia digestiva alta y la
cardiacas11-14. paracentesis evacuadora sin adecuada reposición. Se produce por
una marcada hipoperfusión renal ocasionada por la vaso-
Trasplante hepático constricción y la reducción del flujo renal, secundaria a una
La ascitis refractaria implica un mal pronóstico, con una su- importante vasodilatación esplácnica. No existen criterios
pervivencia al año inferior al 50%, motivo por el cual estos diagnósticos patognomónicos, si bien su diagnóstico se basa
pacientes deberán ser considerados como posibles candida- en la exclusión de otras causas precipitantes de fracaso renal
tos a TH. Desde el año 2002 la prioridad para el trasplante (pre-renal, nefrotoxicidad por fármacos, necrosis tubular
viene determinada por el modelo MELD (Model of End-Sta- aguda, causas post-renales, etc.). El SHR tipo 1 es más grave,
ge Liver Disease, en una escala de 5 a 40, donde los valores rápido y progresivo que el tipo 2, aunque en la actualidad se
más altos indican mayor gravedad de la enfermedad). Este considera que también es potencialmente reversible. Las me-
modelo proporciona los órganos a los pacientes incluidos en didas terapéuticas utilizadas para corregir el SHR incluyen fárma-
lista según su mortalidad estimada a corto plazo. La puntua- cos vasoconstrictores, DPPI, técnicas de diálisis extracorpórea y TH.
ción MELD se calcula mediante una fórmula matemática De todos modos, su prevención sigue siendo fundamental,

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Avances en el tratamiento de la cirrosis hepática. aplicaciones a la práctica clínica

especialmente en el contexto de una PBE. En todo paciente dos de ambos ensayos fueron semejantes a los obtenidos con
diagnosticado de una PBE debe realizarse una correcta expansión terlipresina22,23. La infusión de noradrenalina a dosis de 0,5-3
de volumen con albúmina intravenosa a dosis de 1,5 g/kg en pri- mg/hora en combinación con albúmina obtuvo también re-
mer día y 1 g/kg al tercer día, asociado al tratamiento antibiótico sultados similares24. El tratamiento del SHR tipo 2 con vaso-
adecuado16. Recientemente se ha publicado que la administra- constrictores ha sido menos estudiado.
ción de norfloxacino como profilaxis primaria de la PBE, en
pacientes cirróticos con ascitis pobre en proteínas (< 15 g/l)
e insuficiencia hepática avanzada o insuficiencia renal, redu- Derivación portosistémica percutánea
ce el desarrollo de PBE y SHR, además de aumentar la su- intrahepática
pervivencia17.
La DPPI en enfermos con SHR disminuye la actividad de los
sistemas vasoconstrictores endógenos y produce un aumento
Fármacos vasoconstrictores en el flujo plasmático renal, mejorando el filtrado glomeru-
lar. En estos pacientes suele inducir una reducción de la as-
El objetivo de esta medida terapéutica es disminuir la vaso-
citis y la recurrencia del SHR es rara. De todos modos, los
dilatación arterial esplácnica y mejorar la perfusión renal. Se
pacientes cirróticos con SHR suelen tener una función hepá-
han empleado dos tipos de fármacos vasoconstrictores en el
tica tan deteriorada que frecuentemente contraindica la co-
tratamiento del SHR: análogos de la vasopresina y agonistas
locación de una DPPI. Por este motivo, actualmente sólo se
alfa-1-adrenérgicos.
considera indicada la colocación de la DPPI en pacientes ci-
rróticos con SHR en aquellos no candidatos a trasplante o
Terlipresina
como puente hacia el mismo1.
El análogo de la vasopresina más utilizado es la terlipresina.
Se han publicado al menos 4 ensayos clínicos controlados y
aleatorizados, que alcanzan conclusiones similares18-21. La
terlipresina consigue mejorar la función renal en alrededor
Diálisis extracorpórea con albúmina
del 50% de los pacientes, asociado a un incremento en la
El sistema MARS (Molecular Absorbent Recirculating System)
presión arterial sistémica y a una reducción en la actividad
disminuye los niveles de creatitina pero se desconoce si es
del sistema renina-aldosterona. De manera global consigue
una mejoría verdadera y permanente, o únicamente secun-
mejorar el flujo sanguíneo renal, reduce la cifra de creatinina
daria al sistema de filtración y, por tanto, pasajera. En la
sérica, aumenta el filtrado glomerular, la diuresis y el sodio
actualidad se considera que el procedimiento MARS podría
sérico. Se ha administrado conjuntamente con albúmina, au-
ser útil en el enfermo diagnosticado de SHR tipo 1 como
mentándose así la volemia efectiva y potenciándose el efecto
puente hacia el TH. La supervivencia a este sistema de diá-
de la terlipresina. De todos modos, no se ha documentando
lisis está limitada por el grado de gravedad de la lesión he-
mejoría en la supervivencia global de estos pacientes. El
pática. Los pacientes con un fallo hepático agudo potencial-
SHR recurre al suspender el tratamiento en hasta el 20% de
mente reversible son los que más se benefician del
los casos, aunque el retratamiento suele ser eficaz. La terli-
tratamiento con MARS, ya que la función renal se recupe-
presina se administra a una dosis mínima de 4 mg/día, repar-
rará paralelamente a la mejoría de la función hepática.
tida usualmente en 4 dosis (1 mg cada 4 horas). La dosis
máxima diaria es de 12 mg. El tratamiento se mantiene hasta
lograr que la creatinina sérica sea inferior a 1,5 mg/dl o du-
rante un máximo de dos semanas. La dosis de albúmina aso-
Trasplante hepático
ciada es de 1 g/kg el primer día, seguido de 20-40 g/día los
Es el tratamiento definitivo del SHR. Se recomienda el tra-
días siguientes. Debido al potente efecto vasoconstrictor de
tamiento con vasoconstrictores y albúmina previo al tras-
la terlipresina, se han descrito gran variedad de complicacio-
plante para mejorar la función renal, ya que la normalización
nes isquémicas, lo más frecuente necrosis cutánea en los
de esta reduce la morbimortalidad en el postrasplante25.
miembros inferiores. Su uso está contraindicado en el emba-
razo, shock séptico, insuficiencia renal crónica grave, asma y
en pacientes mayores de 70 años. Debe usarse con precau-
ción en pacientes con arritmias cardiacas, insuficiencia coro- Peritonitis bacteriana espontánea
naria, arterioesclerosis o hipertensión arterial.
Se define la PBE como la infección del líquido ascítico en
Agonistas alfa-1-adrenérgicos ausencia de un foco infeccioso abdominal. Es una complica-
Los más utilizados en el tratamiento del SHR tipo 1 son la ción frecuente en enfermos cirróticos con ascitis que ingre-
midodrina y la noradrenalina. Los dos estudios publicados san en el hospital (8-23%), siendo excepcional en las ascitis
evaluando la eficacia del tratamiento con midodrina (7,5 mg- de origen no cirrótico1. Los factores de riesgo para su desa-
12 mg/día por vía oral) asociaban octreótido (100-200 μg/día rrollo incluyen todas aquellas situaciones que deprimen la
por vía subcutánea) para incrementar el efecto vasoconstric- actividad del sistema mononuclear-fagocítico: hemorragia
tor esplácnico, y albúmina como expansor de volumen. Aun- digestiva, hipovolemia, cirugía y procedimientos invasivos,
que consiguen su objetivo de manera más lenta, los resulta- alcoholismo, etc. La supervivencia al año tras un primer epi-

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Actualidad clínico-terapéutica (II)

sodio de PBE es baja (35%), constituyendo una indicación que ocurre en hasta el 30-40%. El riesgo de fracaso renal
para el TH. irreversible y la mortalidad secundaria a una PBE son
mayores en aquellos pacientes con deterioro previo de la
función renal o mala función hepática. Se acepta que
Medidas generales aquellos pacientes diagnosticados de una PBE con cifras
de creatinina > 1 mg/dl y/o bilirrubina > 4 mg/dl debe-
Aquellos pacientes cirróticos con ≥ 250 polimorfonucleares/ml y un rán asociar a la antibioterapia precoz tratamiento con
contexto clínico compatible (fiebre, dolor o molestias abominales y/o albúmina, a dosis de 1,5 g/kg en el día del diagnóstico,
alteraciones del nivel de conciencia) deben recibir antibioterapia seguidos de 1 g/kg al tercer día. En el resto de pacientes
empírica precoz, sin esperar al resultado de los cultivos del líquido el riesgo de fracaso renal es bajo y el tratamiento con
ascítico6. Como medidas terapéuticas generales, debe valorar- albúmina no disminuye la mortalidad, por lo que se con-
se la necesidad de fluidoterapia, vigilar los parámetros hemo- sidera innecesario16.
dinámicos y evitar todas aquellas maniobras que puedan fa-
vorecer el deterioro de la función renal (administración de
fármacos nefrotóxicos, AINE, diuréticos, etc.). Profilaxis
Está recomendada en los siguientes casos: antecedentes de uno o más
Antibioterapia episodios de PBE, pacientes cirróticos con bilirrubina > 2,5 mg/dl o
proteínas en el líquido ascítico ≤ de 1 g/l y pacientes cirróticos con
La mayor parte de los casos de PBE adquiridas en la comuni- hemorragia digestiva6,17,28. En los dos primeros supuestos, los
dad es monomicrobiana y se debe a bacterias entéricas gram- fármacos más usados como profilaxis continúan siendo el
negativas. Dado el número creciente de procedimientos inva- ofloxacino y el norfloxacino (200 mg o 400 mg/día por vía
sivos a los que se someten los pacientes actualmente, el uso de oral, respectivamente). En el contexto de una hemorragia
quinolonas y cefalosporinas como profilaxis y el aumento de digestiva en un paciente hospitalizado, debe administrarse
las resistencias intrahospitalarias, la incidencia de peritonitis como profilaxis de PBE 1 g/día de ceftriaxona por vía intra-
bacterianas producidas por bacterias multirresistentes está en venosa (como alternativa puede usarse ofloxacino 400 mg/
aumento, especialmente en el contexto de las PBE nosocomia- día intravenoso). Puede continuarse con norfloxacino 400
les. Actualmente la cefotaxima u otras cefalosporinas de tercera ge- mg/12 h por vía oral cuando la hemorragia esté controlada y
neración continúan siendo los antibióticos de elección. Se deben ad- el paciente estable, hasta completar en total 7 días de trata-
ministrar 2 g de cefotaxima intravenosa cada 8 horas. Dosis miento antibiótico. Sin embargo, la pauta basada en cef-
menores o con intervalos de administración más amplios pue- triaxona ha demostrado ser más eficaz en pacientes con insu-
den considerarse en pacientes con deterioro de la función re- ficiencia hepática avanzada6,29. Recientemente se ha publicado
nal. El efecto adverso principal de este fármaco es el rash cu- que la administración de norfloxacino como profilaxis primaria de
táneo, que puede aparecer hasta en el 1%26. El tratamiento la PBE, en pacientes cirróticos con ascitis pobre en proteínas (< 15
debe mantenerse al menos 5 días, no siendo necesario docu- g/l) e insuficiencia hepática avanzada o insuficiencia renal, reduce
mentar esterilidad del líquido ascítico con paracentesis repeti- el desarrollo de PBE y SHR, además de aumentar la superviven-
das si el curso clínico es típico y la respuesta al tratamiento cia17.
buena6. En caso de mala respuesta clínica al tratamiento em-
pírico con cefalosporinas de tercera generación, y ya que la
incidencia de PBE causadas por bacterias multirresistentes va Encefalopatía hepática
en aumento, deberán considerarse antibióticos de más amplio
espectro, como carbapenemes o glucopéptidos27. La PBE no- La EH es un síndrome neuropsiquiátrico complejo manifes-
socomial tiene un peor pronóstico que la PBE adquirida en la tado en forma de deterioro cognitivo, generalmente reversi-
comunidad. Un estudio reciente ha objetivado una mayor ble, de magnitud variable, secundario a disfunción hepatoce-
mortalidad a 30 días en la PBE nosocomial y un mayor índice lular (aguda o crónica) y/o shunts portosistémicos. Es un
de resistencias de los gérmenes gramnegativos a cefalospori- trastorno de la función cerebral perteneciente al grupo de las
nas de tercera generación y quinolonas27. encefalopatías metabólicas, por lo que no tiene un sustrato
En aquellos pacientes en los que se aisle un germen poco anatomopatológico reconocible. Por tanto, no existen datos
usual o varios gérmenes deberá descartarse una peritonitis se- de neuroimagen que permitan confirmar el diagnóstico. Su
cundaria (realizándose tratamiento quirúrgico cuando sea principal mecanismo patogénico es el efecto tóxico sobre el
apropiado), así como prolongar y ajustar el tratamiento anti- sistema nervioso central de sustancias nitrogenadas no puri-
biótico según el antibiograma. Deben evitarse todos aquellos ficadas provenientes del tubo digestivo, de las que el amonio
antibióticos nefrotóxicos, especialmente los aminoglucósidos. es la principal. Si se incluyen las formas leves, está presente
en más del 50% de los pacientes cirróticos. Su aparición obli-
ga a considerar al paciente como candidato a un eventual
Albúmina TH30. Los estudios llevados a cabo para evaluar la eficacia de
distintos tratamientos para la EH tienen deficiencias impor-
El factor predictivo de mortalidad más importante en los tantes, ya que ésta tiende a remitir al corregirse su factor
pacientes con PBE es el desarrollo de insuficiencia renal, desencadenante principal.

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Avances en el tratamiento de la cirrosis hepática. aplicaciones a la práctica clínica

Corrección de factores precipitantes y medidas como una alternativa32. La rifaximina se utiliza a dosis de
dietéticas 400 mg cada 12 u 8 horas. Otras posibilidades incluyen el
metronidazol, las aminopenicilinas y la vancomicina por vía
oral. La modificación de la flora intestinal con probióticos
En todo paciente cirrótico con EH deben identificarse y tra-
y prebióticos ha conseguido mejoría de la EH en estudios
tarse los factores desencadenantes lo más precozmente posi-
piloto33.
ble. Deben excluirse infecciones ocultas, una eventual hemo-
rragia digestiva y alteraciones hidroelectrolíticas o del
equilibrio ácido-base. Resulta fundamental la corrección de
la hipokalemia, pues esta situación hace que aumente la pro-
Flumazenilo
ducción de amonio. También se suspenderán aquellos fárma-
Es un fármaco antagonista de las benzodiazepinas, que puede
cos que puedan estar implicados en el empeoramiento de la
ser útil en algunos pacientes con grados avanzados de EH. Su
EH (diuréticos, opiáceos que puedan favorecer el estreñi-
efecto parcial y transitorio hace que no sea muy utilizado
miento, benzodiacepinas, etc.), se favorecerá un buen estado
actualmente, salvo cuando existen sospechas de abuso de
de hidratación y se corregirán posibles transgresiones dieté-
benzodiazepinas.
ticas. Aunque clásicamente se ha recomendado una dieta con
bajo contenido en proteínas para prevenir el desarrollo de
EH, actualmente se considera que la restricción proteica no mejora
la evolución de la EH aguda y, en cambio, puede empeorar el esta-
Shunts portosistémicos
do nutricional del paciente. Se estiman necesarios 0,8-1,2 g/kg/
Con frecuencia los shunts portosistémicos son causa de EH
día de proteínas para mantener estable el balance nitrogena-
recurrente en enfermos cirróticos, por lo que se deben te-
do, evitando periodos de ayuno prolongados. Los preparados
ner siempre en cuenta en el diagnóstico diferencial de la
ricos en aminoácidos de cadena ramificada son útiles en la EH
EH crónica recurrente de causa no filiada. En estos casos,
crónica, pero no en la aguda31.
es frecuente que el tratamiento médico conlleve únicamen-
te mejorías transitorias de la EH con múltiples recidivas
(fig. 2). La embolización de los shunts portosistémicos con-
Disacáridos no absorbibles sigue una mejoría notable en el nivel de conciencia y un
descenso significativo de los niveles de amonio, así como la
La lactulosa y el lactitol son los dos principales fármacos de
reinversión del flujo portal34. Las técnicas quirúrgicas son
este grupo. Ambos preparados producen una disminución
efectivas para controlar la EH crónica secundaria a la exis-
acentuada del pH colónico, y por tanto de la actividad de las
tencia de un shunt portosistémico, si bien se asocian con
bacterias productoras de amonio. Aunque su eficacia ha sido
altas tasas de mortalidad. Por este motivo, en la actualidad
cuestionada en un metaanálisis publicado en 2004, aún hoy
se emplean de forma preferente técnicas de radiología in-
en día se consideran el tratamiento de elección de la EH32. La
tervencionista. Fundamentalmente se utilizan técnicas ba-
dosis inicial recomendada es de 30-60 ml de lactulosa cada
sadas en la embolización con micro-coils metálicos, si bien
6-8 horas por vía oral o a través de sonda nasogástrica. Pos-
puede recurrirse también a la oclusión del shunt mediante
teriormente se ajustará la dosis para conseguir dos o tres de-
el empleo de balones, la inyección de sustancias esclerosan-
posiciones blandas diarias. En pacientes con deterioro grave
tes como el etanol o el oleato de etanolamina o técnicas
del nivel de conciencia o si el precipitante es una hemorragia
combinadas. El cierre de un shunt portosistémico puede fa-
digestiva, se evitará la vía oral (salvo que se disponga de una
cilitar el desarrollo de ascitis y la formación de varices esó-
sonda nasogástrica) y se administrarán en forma de enemas
fago-gástricas, por lo que estos enfermos deben ser segui-
(300 ml de lactulosa en 700 ml de agua o suero cada 8 horas).
dos estrechamente.
Pueden producir flatulencia y dolor abdominal. Debe vigi-
larse la aparición de diarrea, trastornos hidroelectrolíticos o
deshidratación.
Otros tratamientos
Numerosas moléculas han sido estudiadas como alternativas
Antibióticos terapéuticas en la EH. Así, la acarbosa (antidiabético oral)
reduce la proliferación de bacterias colónicas productoras de
En el tratamiento de la EH se emplean diversos antibióti- amonio. La ornitina incrementa la eliminación de amonio
cos. La paramomicina es un aminoglucósido de efecto tópico por los hepatocitos periportales. El benzoato sódico dismi-
cuya finalidad es disminuir la flora bacteriana en el colon. nuye los niveles de productos nitrogenados en sangre. Por
La dosis inicial es de 2-6 g/día, repartidos en 8 o 6 tomas al otra parte, suplementos de zinc, cuyos niveles suelen estar
día. No se recomiendan tratamientos prolongados, porque disminuidos en pacientes cirróticos, podrían ser útiles al me-
aunque se absorbe tan sólo el 5% del fármaco total admi- jorar la capacidad sináptica neuronal. La melatonina puede
nistrado, su uso se ha asociado con el desarrollo de ototoxi- ayudar a corregir las alteraciones del ciclo sueño-vigilia, fre-
cidad y nefrotoxicidad. Aunque los resultados de un metaa- cuentes en pacientes cirróticos con EH. Los estudios con
nálisis sugieren que son más eficaces que los disacáridos no estos nuevos fármacos son escasos, por lo que aún no se em-
absorbibles, su potencial toxicidad hace que se consideren plean en la práctica clínica habitual.

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Actualidad clínico-terapéutica (II)

cas. En el momento del diagnóstico


de cirrosis al menos un 40% de los
pacientes con enfermedad com-
pensada tendrá varices esofágicas,
cifra que asciende hasta el 60% en
aquellos pacientes con ascitis35.
Tras el desarrollo de varices, la in-
cidencia anual de hemorragia es
del 5-15%. Se ha demostrado que la
hemorragia variceal sólo se produce
cuando el GPVH supera los 12 mmHg.
Esta complicación es la más grave
de la cirrosis. Los principales de-
Fig. 2. A la izquierda, corte coronal de angio-tomografía axial computarizada en el que se aprecia una marcada terminantes del pronóstico son la
circulación colateral asociada a una derivación portosistémica esplenorrenal. A la derecha, embolización del gravedad de la enfermedad hepáti-
shunt esplenorrenal con micro-coils mediante radiología intervencionista.
ca, la ausencia de control precoz de
la hemorragia y la recidiva hemo-
rrágica precoz (fig. 3)36.
Hipertensión portal en la cirrosis.
Hemorragia digestiva alta variceal
Profilaxis preprimaria: prevención
La hipertensión portal se define por un aumento del gra- de la formación de varices esofágicas
diente de la presión venosa hepática (GPVH) por encima de
1-5 mmHg (valores normales), y se considera clínicamente Tiene como objetivo evitar o retrasar la formación de varices
significativa cuando supera los 10 mmHg. Por encima de esofágicas y prevenir su crecimiento si ya se han formado y
esta cifra se desarrollarán las complicaciones típicas asocia- aún son pequeñas. Los únicos fármacos que se han evaluado
das a la hipertensión portal: ascitis y varices esófago-gástri- con este fin han sido los bloqueadores beta no cardioselecti-

Hipertensión portal

Profilaxis primaria Hemorragia variceal aguda Profilaxis secundaria


(prevención del primer episodio (prevención de nuevos episodios de
de hemorragia variceal) sangrado)
-Iniciar precozmente tratamiento
Indicada si varices grandes o varices farmacológico (incluso de forma empírica, Indicada en todo paciente con un episodio
pequeñas con puntos rojos o pacientes Child C antes de la endoscopia): previo de hemorragia variceal

Somatostatina: bolo inicial de 250 µg (se


puede repetir hasta 3 veces en la primera Bloqueadores beta ± nitratos orgánicos +
1ª elección: bloqueadores beta (comenzar hora si no se consigue un adecuado control ligadura
con 20 mg cada 12 horas de propranolol). hemostático). Continuar con perfusión
Individualizar dosis. Reducir la frecuencia continua de 250 µg/h durante 5 días para
cardiaca a 55 lpm o al 25% del valor basal evitar resangrado precoz. La perfusión de 500 Considerar inclusión en lista de trasplante
µg/h se empleará en casos de hemorragia hepático
Si contraindicación o intolerancia para activa en el momento de la endoscopia
bloqueadores beta: LEB urgente
Terlipresina: 2 mg cada 4 h hasta conseguir Si resangrado grave:
hemostasia, posteriormente 1 mg cada 4 h DPPI con prótesis
hasta completar 5 días recubierta

Terapéutica endoscópica: LEB

Profilaxis antibiótica (1 g ceftriaxona cada


24 h por vía intravenosa o norfloxacino
400 mg/12 h durante 7 días)

Medidas antiencefalopatía

Si fracaso: DPPI

Fig. 3. Tratamiento de la hipertensión portal en la cirrosis: hemorragia por varices esofágicas. DPPI: derivación percutánea portosistémica intrahepática; LEB: ligadu-
ra con bandas elásticas.

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Avances en el tratamiento de la cirrosis hepática. aplicaciones a la práctica clínica

vos. Se han publicado tres ensayos clínicos multicéntricos, provocan isquemia, necrosis y cicatrización posterior. Las
controlados y aleatorizados, el más reciente en 200536, con sesiones se repiten quincenalmente hasta obliterar por com-
resultados dispares y con tasas altas de efectos adversos. Por pleto las varices. Como complicaciones de la técnica se han
estos motivos, actualmente no está indicado el empleo de descrito casos de hemorragia grave por úlceras post-ligadura,
tratamientos que prevengan el desarrollo de varices en pa- perforación esofágica y muerte. Por tanto, su utilización en
cientes cirróticos sin varices esofágicas o con varices esofági- el marco de la profilaxis primaria sigue referida a pacientes
cas pequeñas sin factores de riesgo hemorrágico35-37. con contraindicación o intolerancia a los fármacos bloquea-
dores beta.

Profilaxis primaria: prevención del primer


episodio de hemorragia por varices esofágicas Tratamiento de la hemorragia aguda por
varices esofágicas
La profilaxis primaria tiene como objetivo reducir el riesgo
de primera hemorragia en pacientes con varices de alto ries- La causa más frecuente de hemorragia digestiva alta en los
go hemorrágico. Varios ensayos controlados en pacientes pacientes cirróticos son las varices esofágicas (90%), seguidas
con varices grandes han demostrado que la administración de la gastropatía de la hipertensión portal y lesiones pépticas
de bloqueadores beta disminuye en aproximadamente un 50% (10%). Los objetivos del tratamiento son controlar la hemo-
el riesgo de primera hemorragia, reduciendo también la rragia tempranamente y evitar el resangrado precoz. Actual-
mortalidad global y la mortalidad por hemorragia. Por otro mente se considera que el tratamiento ha de ser combinado,
lado, está bien establecido que las varices pequeñas con pun- endoscópico y farmacológico, ya que ambos poseen efectos
tos rojos o en pacientes Child C tienen un riesgo de sangra- sinérgicos38.
do similar al de las varices grandes. Además, los bloqueadores
beta podrían reducir la progresión de varices pequeñas a Medidas generales
grandes y disminuir la incidencia de sangrado variceal en pa- El tratamiento estándar consiste en la administración precoz
cientes con varices pequeñas. En caso de existir contraindi- de fármacos vasoactivos y la realización de terapéutica en-
caciones o intolerancia a los bloqueadores beta, la ligadura doscópica durante la endoscopia diagnóstica. Además de las
con bandas elásticas (LBE) es de elección. Por tanto, la profi- medidas habituales en el manejo de toda hemorragia digesti-
laxis primaria con bloqueadores beta o LBE está indicada en va, en el paciente cirrótico con sangrado digestivo debe rea-
todos los pacientes con varices esofágicas grandes o con va- lizarse profilaxis de la EH y de infecciones, especialmente de
rices pequeñas con puntos rojos o pacientes Child C36,37. PBE (ver apartados anteriores).

Bloqueadores beta no cardioselectivos Tratamiento endoscópico


Resultan beneficiosos por dos motivos: disminuyen el aflujo La endoscopia deberá realizarse en las primeras 6-12 h si
sanguíneo portal e inducen vasoconstricción esplácnica. existen datos de sangrado activo o inestabilidad hemodiná-
También consiguen reducir el flujo en las colaterales porto- mica. El procedimiento endoscópico de elección en la hemo-
sistémicas. Se recomienda comenzar con dosis bajas (10-20 rragia por varices esofágicas es la LEB, aunque en situaciones
mg de propranolol cada 12 h o nadolol 20 mg cada 24h), de sangrado activo grave su realización puede ser muy com-
aumentando la dosis cada 48 horas según la tolerancia, hasta pleja o incluso imposible (fig. 4)38.
disminuir la frecuencia cardiaca a 55 lpm. Los efectos bene-
ficiosos de estos fármacos quedan circunscritos a su periodo Tratamiento farmacológico
de administración, por lo que el tratamiento debe mantener- Se utilizan dos tipos de fármacos: somatostatina y sus análo-
se de manera indefinida. Están contraindicados en pacientes gos y terlipresina. El tratamiento farmacológico deberá ini-
con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, estenosis ciarse lo más precozmente posible, de manera empírica antes
aórtica, claudicación intermitente,
insuficiencia cardiaca grave y blo-
queos aurículo-ventriculares. Sus
principales efectos adversos son as-
tenia, bradicardia, mareo, hipoten-
sión e insuficiencia cardiaca.

Tratamiento endoscópico
La LEB es el tratamiento endoscó-
pico de elección para obliterar las
varices esofágicas. Actualmente es
el único procedimiento endoscópi-
co indicado en profilaxis primaria.
Consiste en la colocación sobre
Fig. 4. A la izquierda, varices esofágicas grandes con puntos rojos. A la derecha, dos cordones varicosos ligados
una variz de bandas elásticas que mediante bandas elásticas.

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Actualidad clínico-terapéutica (II)

de la confirmación endoscópica de la etiología del sangrado. temente por un score de Child > 10 o > 8 si coexiste hemorra-
La somatostatina inhibe la secreción de péptidos vasoactivos, gia activa en la endoscopia diagnóstica. En estas situaciones,
causando vasoconstricción del territorio esplácnico y redu- el tratamiento precoz mediante DPPI recubiertas debería ser
ciendo el aflujo venoso portal. La máxima optimización de su de elección, pues se asocia a una significativa reducción del
eficacia se consigue combinando la administración en bolos riesgo de fracaso terapéutico y de la recidiva hemorrágica, así
con la perfusión continua. Se administra inicialmente en for- como a una menor mortalidad a corto y largo plazo45.
ma de bolo de 250 μg, dosis que podrá repetirse hasta 3 veces
en la primera hora si no se consigue un adecuado control
hemostático, seguida de una infusión de 250 μg/h que se Profilaxis secundaria: prevención de la recidiva
mantendrá un mínimo de 5 días para prevenir el resangrado hemorrágica por varices esofágicas
precoz. La dosis de 500 μg/h provoca una mayor caída en el
GPVH y consigue disminuir la mortalidad en los pacientes
Los pacientes con cirrosis que sobreviven a un primer episo-
con sangrado activo durante la endoscopia de urgencia36.
dio de hemorragia por varices esofágicas tienen más de un
Aunque puede elevar la glucemia e inducir náuseas durante
60% de riesgo de resangrado en un año. Por otro lado, la
la infusión, no se han descrito efectos adversos graves. El
mortalidad asociada a cada episodio de resangrado supera el
octreótido es un análogo sintético de la somatostatina de vida
20%. Por tanto, este grupo de pacientes deberá ser incluido
media más larga, pero en la práctica clínica no es utilizado ya
en un programa específico para la prevención de la recidiva
que su infusión continua provoca taquifilaxia39.
hemorrágica. Los tratamientos endoscópico (escleroterapia o LBE)
La terlipresina es un análogo sintético de la vasopresina
y farmacológico (bloqueadores beta no selectivos y nitratos orgáni-
con actividad vasoconstrictora intrínseca. Tras su inyección
cos) constituyen actualmente las dos alternativas terapéuticas para
intravenosa se produce una liberación lenta de vasopresina,
prevenir el resangrado variceal y reducir la mortalidad. Un me-
lo que permite administrarla en forma de bolos. Se adminis-
taanálisis reciente que incluyó 23 estudios demuestra que el
tra a dosis de 2 mg cada 4 horas en las primeras 48 horas
tratamiento combinado (endoscópico y farmacológico con
post-hemorragia, seguido de 1 mg cada 4 horas una vez con-
bloqueadores beta, asociados o no a nitratos) es mejor que
seguida la hemostasia, hasta completar 5 días de tratamien-
cualquiera de ambos de manera aislada en la prevención del
to36. Presenta importantes efectos adversos, entre ellos isque-
resangrado por varices esofágicas en pacientes cirróticos con
mia de miembros, dolor abdominal, hiponatremia, arritmias,
un episodio previo de sangrado variceal, aunque el beneficio
bradicardia o hipertensión arterial. Ambas alternativas tera-
en la supervivencia no es estadísticamente significativo46.
péuticas (somatostatina y terlipresina) han sido comparadas
Dada la historia natural del sangrado variceal, la recidiva
y no se han demostrado diferencias en el control agudo del
hemorrágica se produce en las primeras semanas tras el san-
sangrado, tasa de resangrado ni mortalidad36.
grado inicial. En la actualidad el tratamiento de elección es la
combinación de bloqueadores beta y sesiones de LEB. El em-
Fracaso del tratamiento
pleo de bloqueadores beta debe iniciarse inmediatamente
A pesar de todas las medidas descritas, entre un 10-20% de
después de haber estabilizado al paciente tras el primer episo-
las hemorragias por varices esofágicas no se consigue contro-
dio de sangrado variceal, ajustando la dosis hasta conseguir la
lar o recidiva precozmente. En caso de hemorragia incontro-
máxima tolerada. Las sesiones de LEB se realizarán con una
lable está indicado colocar un taponamiento esofágico con
periodicidad quincenal tras el tratamiento inicial en la endos-
sonda de Sengstaken-Blakemore. Esta sonda no deberá per-
copia diagnóstica y hasta comprobar la obliteración completa
manecer colocada más de 24-36 horas y su papel se limita a
de los cordones varicosos. Entre 1-3 meses después se reali-
servir de “puente” hasta un tratamiento definitivo (DPPI o
zará la primera endoscopia de control, que se repetirá cada
shunt quirúrgico). Actualmente se están realizando ensayos
6-12 meses para descartar la formación de nuevas varices.
clínicos para valorar la eficacia en el control del sangrado
variceal esofágico masivo de las nuevas endoprótesis de niti-
Derivaciones portosistémicas
nol recubiertas (Danis stent), que se mantienen colocadas
Si pese al tratamiento adecuado se repite el resangrado o este
entre 7-14 días. Un estudio piloto realizado en 2006 con 20
es grave, se debe considerar la colocación de la DPPI. No se
pacientes concluyó que los stents esofágicos son alternativas
ofrece de primera elección por las complicaciones que pre-
sencillas, seguras y eficaces en el control de la hemorragia
senta, como ya se ha explicado en otros apartados. Hoy en
masiva por varices esofágicas. Esta prometedora alternativa
día las derivaciones quirúrgicas han caído en desuso.
terapéutica deberá ser evaluada de manera más completa en
otros estudios que incluyan un mayor número de pacientes40.
El empleo de factor VII recombinante también ha sido ana-
lizado, aunque no se ha demostrado que su uso tenga efectos
Varices gástricas y gastropatía
beneficiosos ni en el control agudo del sangrado variceal en de la hipertensión portal
pacientes con cirrosis evolucionada (Child B o C) ni en la
prevención del resangrado precoz, por lo que su utilización Las varices gástricas son las causantes del 5-10% de las he-
en este contexto actualmente no está justificada. Existe un morragias digestivas en pacientes con hipertensión portal. Si
grupo de pacientes con alto riesgo de fracaso terapéutico a bien la tendencia al sangrado de las varices gástricas de forma
pesar de todas las medidas descritas41-44. Estos pacientes se global es menor que la de las esofágicas, la gravedad de los
pueden identificar por un GPVH > 20 mmHg, o más recien- episodios es mayor. Los bloqueadores beta son la terapia de

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Avances en el tratamiento de la cirrosis hepática. aplicaciones a la práctica clínica

elección como profilaxis primaria. La administración de fár-


macos vasoactivos está indicada durante la fase aguda de la

11. Gudayer D, Patat A, Ellis-Grosse EJ, Orczyk GP. Pharmacodynamic
effects of a nonpeptide antidiuretic hormone V2 antagonist in cirrhotic
patients with ascites. Hepatology. 2002;36:1197-205.
hemorragia. Si con esta medida el sangrado no cede y se dis-
pone de un endoscopista experto, se debe intentar la esclero-

12. Wong F, Gines P, Watson H, Kujunzic M, Angeli P, Horsmans Y. Effects
of a selective vasopressin V2 receptor antagonist, satavaptan (SR121436B),
on recurrence of ascites after large volume paracentesis. Hepatology.
terapia con adhesivos tisulares y, en menor medida, la LEB47. 2006;44 Suppl 1:256A.
En casos de sangrado masivo se puede realizar un tapona- ✔
13. Gines P, Wong F, Milutinovic S; Ruiz del Árbol L, Olteanu D. Effect of
satavaptan (SR121463B), a selective vasopressin V2 receptor antagonist
miento mediante la sonda Linton-Nachlas. Si fracasan las on serum sodium concentration and ascites in patients with cirrhosis and
alternativas terapéuticas previas debe recurrirse a la realiza- hyponatremia. J Hepatol. 2006;44 Suppl 2:S270.
ción de la DPPI (o un shunt portosistémico quirúrgico en los ✔
14. Gines P, Wong F, Watson H. Long-term improvement of serum sodium
by the v-receptor antagonist satavaptan in patients with cirrhosis and
pacientes Child A)36. A pesar de todo ello, con frecuencia las hyponatremia. J Hepatol. 2007;46 Suppl 1:S41.
varices gástricas no desaparecen completamente, por lo que 15. Kim WR, Biggins SW, Kremers WK, Wiesner RH, Kamath PS, Benson
JT, et al. Hyponatremia and mortality among patients on the liver-trans-
será necesario embolizar mediante técnicas de radiología in- plant waiting list. N Engl J Med. 2008;359:1018-26.
tervencionista los vasos colaterales que forman las varices ✔
16. Sort P, Navasa M, Arroyo V, Aldeguer X, Planas R, Ruiz del Árbol L, et
al. Effect of plasma volume expansion on renal impairment and mortality
gástricas35. Todo paciente que haya padecido una hemorragia in patients with cirrhosis and spontaneous bacterial peritonitis. N Engl J
por varices gástricas deberá recibir profilaxis secundaria con Med. 1999;341:403-9.
bloqueadores beta, asociados o no a nitratos orgánicos. ✔
17. Fernández J, Navasa M, Planas R, Montoliu S, Monfort D, Soriano G, et
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Hasta un 80% de los pacientes cirróticos tiene gastropa- torenal syndrome and improves survival in cirrhosis. Gastroenterology.
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tía de la hipertensión portal. El tratamiento de elección en la 18. Haldengue A, Gadano A, Moreau R, Giostra E, Durand F, Valla D, et al.
hemorragia aguda secundaria a esta entidad son los fármacos Beneficial effects of the two-day administration of terlipressin in patients
with cirrhosis and hepatorenal syndrome. J Hepatol. 1998;29:565-70.
vasoactivos. En la actualidad sólo se ha realizado un estudio
no controlado con somatostatina, en el que se documentó el

19. Solanki P, Chawla A, Garg R, Gupta R, Jain M, Sarin SK. Beneficial
effects of terlipressin in hepatorenal syndrome: a prospective, randomi-
zed placebo-controlled clinical trial. J Gastroenterol Hepatol.
control del sangrado en todos los pacientes tratados48. En 2003;18:152-6.
caso de que se consiga identificar una lesión concreta con ✔
20. Sanyal A, Boyer T, García-Tsao G, Regenstein F, Rossaro L, Appenrodt
sangrado persistente, se deberán asociar técnicas de coagula- B, et al. A randomized, prospective, double-blind, placebo-controlled trial
of terlipressin for type I hepatorenal syndrome. Gastroenterology.
ción endoscópica. Se deberá recurrir a una técnica derivativa 2008;134:1360-8.
en aquellos pacientes con necesidades transfusionales fre- ✔
21. Martin-Llahi M, Pepin MN, Guevera M, Díaz F, Torre A, Monescillo A,
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cuentes a pesar de tratamiento con bloqueadores beta o con hepatorenal syndrome: a randomized study. Gastroenterology.
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