Está en la página 1de 2

La empatía del profesor, clave para el aprendizaje

Durante mucho tiempo se consideró que los valores más importantes en el aula a la hora
de impartir clase eran la disciplina y el respeto al profesor, por eso la vieja escuela ha
enseñado y transmitido esto a los alumnos durante muchos años. Sin embargo, con el
tiempo esto también ha ido generando distancia entre alumnos y profesores,
perdiéndose, por ejemplo, el interés y el conocimiento por parte del profesor con
respecto a los intereses y necesidades reales de los alumnos.

Por eso la empatía surge como el nuevo valor indispensable en el aula por parte del
profesor, con el fin de poder desarrollar un mejor proceso de aprendizaje de los
estudiantes. Al menos así lo demuestra un estudio realizado en Finlandia elaborado por
la Universidad de Juväskylä y la Universidad de Turku.

A raíz del citado estudio de investigación, hemos querido profundizar en la idea y en el valor de
la empatía y, sobre todo, en los beneficios y en la incidencia que tiene con respecto al
aprendizaje.

¿Qué es la empatía aplicada en la educación?


La empatía aplicada a la educación es la capacidad que tiene el profesor de percibir y
comprender los procesos, así como el tiempo de aprendizaje del que disfruta cada
alumno dentro del aula. Con esta habilidad desarrollada, un profesor tendrá una mayor
capacidad de entender los recursos que necesita utilizar para que sus alumnos
comprendan las lecciones enseñadas de una forma eficaz y motivadora. Además,
también logrará crear un ambiente estimulante en el que el alumno se abra a nuevos
aprendizajes.

Beneficios de desarrollar la empatía en la educación


 

1. Se logran alumnos con mayor autoestima

Algunos alumnos se bloquean en el aprendizaje por timidez o por una baja autoestima.
El miedo a exponer en público o a conseguir preguntar en voz alta cuando algo no se
entiende, son consecuencias del miedo al ridículo, a las burlas, a equivocarse, a
hacerlo mal…miedos, en definitiva, que tienen su origen en la baja autoestima. Un
profesor empático podrá darse cuenta de este tipo de situaciones con mayor facilidad, y
conseguirá motivar a aquellos alumnos a creer en sí mismos cuando cosas de este tipo
sucedan.

2. Se mejoran las relaciones en aula


Un profesor con empatía colaborará para que cada alumno desarrolle una buena imagen
frente a sus compañeros, y siempre estimulando a sus alumnos para que saquen lo mejor
de sí mismos y para que no se avergüencen de sus propios talentos y habilidades.

3. Se enseña a los alumnos a superarse a sí mismos

La empatía les permite a los profesores enseñar a los alumnos a competir y a


superarse sanamente, a ponerse metas personalizadas y alcanzables para cada caso en
particular, o a soñar bonito con que un futuro prometedor es posible. Les enseña
también que competir con los propios compañeros solo por el afán de ser el mejor o la
mejor no es sano ni provechoso para nadie.

4. Se crea interés por obtener nuevos conocimientos de por vida

Un profesor empático despierta en sus alumnos curiosidad por aprender, les orienta en
su vocación y les enseña a automotivarse para la mejora continua. De esta forma, los
alumnos buscarán superarse fuera del aula y más allá del tiempo de enseñanza que
tengan con su profesor.

En conclusión, la empatía permite al profesor ser un buen amigo de los alumnos sin
que se pierda la disciplina y el respeto que no debe dejar de tener un buen profesor
para el control del aula.

La empatía permite a las personas ponerse en el lugar del otro y ser capaz de observar el
sufrimiento y las alegrías del resto, así como estar atento dentro del entorno escolar a las
distintas personalidades y actitudes que existan, con el fin de evitar que haya alumnos
que no se atrevan a sacar en público, por inseguridad o miedo, su verdadero talento y
personalidad.

La empatía ayuda a derribar barreras, por lo que siempre será una pieza clave en el
aprendizaje.

También podría gustarte