Está en la página 1de 2

Monroy Tenorio Jesús Eduardo

Regímenes políticos

Neoliberalismo y globalización

Reporte de investigación: Neoliberalismo y globalización 1

De acuerdo a Cruz (2002) el liberalismo se circunscribe desde dos posturas: la

económica y la política. Primeramente, la construcción teórica del liberalismo se

atribuye a Hobbes, el cual construye, desde el iusnaturalismo, un contrato social

impregnado de la separación del Estado por sobre cualquier otro ente social,

garantizando el orden y el cuidado del ciudadano bajo el poder del Estado. Este

contrato actúa como un instrumento por el cual la función del Estado se

circunscribe al mantenimiento del orden y la paz, permitiendo que sus ciudadanos

ostenten “una libre determinación en el uso de sus derechos con vistas a su

interés particular” (Cruz, 2002).

Más allá de las implicaciones teórica y prácticas de la corriente hobessiana

la conceptualización del liberalismo trascendió al Estado “todopoderoso” y tuvo

una reivindicación ante la construcción del Estado social, entendiendo a la libertad,

según Cruz (2002) como un “mecanismo que garantiza el pleno disfrute de

derechos individuales sustentado en la propiedad privada y en el libre mercado”.

El mismo autor comenta que Bobbio “señala un doble proceso de independencia”

(Cruz, 2002) que se inscribe en un orden económico de emancipación del poder

político frente al religioso, es decir, el proceso de creación del Estado laico y el

Estado moderno al cual se le confiere una “liberación del poder económico del

poder político”, dando pie a la idea de un Estado de libre mercado, dándose así la

1
Cruz S., L. A. 2002. Neoliberalismo y globalización económica. Algunos elementos de análisis para precisar
los conceptos. Contaduría y Administración, 205(1), pp. 13-26.
Monroy Tenorio Jesús Eduardo
Regímenes políticos

Neoliberalismo y globalización

implantación del modelo político y económico liberal insertado en el seno del

Estado moderno.

Emparejado a esto, la implantación del capitalismo y la democracia como

lógicas de dominación de las sociedades durante los últimos siglos conllevaron no

sólo una narrativa “democratizadora” sino también la reproducción de modelos

económicos y políticos que pretendían solucionar las necesidades y crisis de la

época de mediados de siglo XX; la deuda pública, el incremento en el precio del

petróleo, el estancamiento económico, la caída de productividad, así como la

burocracia desmedida, el corporativismo y la corrupción erosionaron al Estado

benefactor o social, orillaron a los países a crear políticas que reestructuraran todo

el modelo económico, la micro y macroeconomía, bajo un orden consonante hacia

la uniformidad de las economías.

El FMI y el BM se erigieron como garantes de políticas y programas

monetarios de apoyo, sobre todo a los países más encarecidos, tales programas

permitieron asegurar “el pago de la deuda” (Cruz, 2002) pero sujetaron a los

mismos a “recortar subsidios importantes a las importaciones, a los servicios de

salud, a los programas de educación y al desarrollo de infraestructura”, creando

así el proceso de globalización, tanto de los mercados, como de las estructuras

sociales y políticas.

También podría gustarte