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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE

MANABÍ
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE MEDICINA

Docente:

Dra. Viorkis Perez

Alumna:

Jaritza Zambrano Japon

Materia:

Farmacología I

Tema:

Ensayos clínicos y sus etapas

Nivel:

Fecha:

31 de octubre de 2021
ENSAYOS CLÍNICOS Y SUS ETAPAS
Resumen:

El ensayo clínico se basa en la investigación en sujetos humanos con el fin de identificar


los efectos clínicos, farmacológicos u otros efectos farmacodinámicos de un producto en
investigación; así como sus reacciones adversas y su eficacia. Para su elaboración se
llevan a cabo cuatro fases que garanticen un producto de calidad; entre las que se
encuentran: Fase I (identifica la dosis máxima tolerada, seguridad y toxicidad del fármaco
en investigación), Fase II (investigación clínica inicial del efecto del tratamiento y
determina el rango de dosificación apropiado), Fase III (se identifican efectos adversos
graves que puedan poner en riesgo la continuidad del estudio) y Fase IV (detección de
efectos secundarios a largo plazo).

PALABRAS CLAVES: Ensayo clínico, Investigación biomédica, Farmacología,


Biotecnología.

INTRODUCCIÓN:

Gracias al invento de la penicilina a inicios de los años 40 y el descubrimiento de otros


antibióticos, se inició una búsqueda incesante de nuevos productos terapéuticos. Es así
que, surgen las bases de la Medicina Moderna y la Farmacología, donde gradualmente se
pudieron encontrar fármacos destinados a la mayoría de condiciones patológicas. Sin
embargo, comenzaron a aparecer productos eficaces, que tenían el inconveniente de
producir efectos adversos, lo cual determinó la necesidad de establecer pruebas y
protocolos cada vez más complejos, sofisticados, costosos y de larga duración para
introducir un nuevo producto en el mercado que sea lo suficientemente confiable además
de eficaz (1). La aparición de la experimentación a partir del siglo XVII y la complejidad
creciente de la demanda de recursos necesarios para su realización, han determinado que
los procesos investigativos estén cada vez más condicionados por los avances
tecnológicos. En consecuencia, en el campo de las Ciencias de la Salud, esta dependencia
se ve altamente reflejada y ha llevado a la aparición de la Tecnociencia, la cual ha traído
grandes progresos en la Química Sintética, la Biotecnología y la Farmacología. En base
a esto, el ensayo clínico llevado a cabo en la etapa de evaluación clínica, es considerado
como la metodología idónea para evaluar un tratamiento o intervención en seres humanos;
adquiriendo así gran importancia investigativa, al ser una fase donde se toman decisiones
imprescindibles.
DESARROLLO:

La investigación clínica es esencial en el avance de las Ciencias de la Salud y en el


respectivo tratamiento del paciente. Esta es definida como una investigación sistemática
de la biología, la salud o la enfermedad humana que, realizada sobre un grupo de
personas, implica un conjunto de actividades orientadas a probar una hipótesis, obtener
conclusiones y de esta manera contribuir a la obtención de un conocimiento generalizable
y útil para otros. Para la realización de la investigación clínica se utiliza como
procedimiento aceptado al ensayo clínico, el cual se define, de acuerdo a la Conferencia
Internacional de Armonización como cualquier investigación en sujetos humanos dirigida
a descubrir o verificar:

• Los efectos clínicos, farmacológicos y/u otros efectos farmacodinámicos de un producto


en investigación.

• Identificar cualquier reacción adversa al producto en investigación (perfil de seguridad).


• Estudiar la absorción, distribución, metabolismo y excreción de un producto en
investigación.

• Establecer la eficacia del producto en investigación para una indicación terapéutica,


profiláctica o diagnóstica determinada. En el proceso de Investigación clínica intervienen
cuatro fases distintas:

-Fase I. Seguridad y tolerancia. Farmacocinética y Farmacodinámica: Constituye el


primer paso en la investigación de un producto y su aplicación en el ser humano. En otras
palabras, es la primera etapa del desarrollo de un nuevo fármaco, donde su objetivo
principal es identificar la dosis máxima tolerada (DMT), seguridad y toxicidad del
fármaco en investigación. Durante esta fase se realizan pruebas de farmacodinamia y
farmacocinética en voluntarios sanos que generalmente, no consumen otros
medicamentos. Además, una parte fundamental de esta fase es la identificación de los
efectos adversos más frecuentes, los cuales pueden ser dependientes de la dosis asignada.
Habitualmente, la muestra de participantes es pequeña (de 20 a 80), su duración es corta
(semanas o algunos meses) y la mayoría de los diseños de estudio no incluye un grupo de
comparación (2). En el caso específico de las vacunas vivas atenuadas/muertas, la
principal preocupación radica en la posible diseminación de agentes infecciosos, la
transmisión a los contactos y una posible reversión a un estado más virulento. Por lo tanto,
los voluntarios de dichos ensayos de fase I requieren investigaciones intensivas en
entornos clínicos estrechamente controlados, incluida la evaluación de cualquier signo
clínico de infección (3).

-Fase II. Efectos, seguridad, tolerancia y otros aspectos farmacológicos: Esta fase
comprende la investigación clínica inicial del efecto del tratamiento. Se realiza con un
número limitado de pacientes que padecen la enfermedad o entidad clínica de interés
(alrededor de 200) para estudiar una actividad biológica específica, el control o la
profilaxis de una enfermedad.

➢ La fase II-a “temprana” refleja los estudios iniciales (estudios piloto) para recabar
la primera evidencia de la eficacia.
➢ En la fase II-b “tardía” se diseñan los estudios para dar respuestas definitivas a
preguntas sobre la seguridad del fármaco y su utilidad terapéutica, exigiendo una
monitorización rigurosa de cada paciente. Los estudios de esta fase sirven como
un proceso de selección para elegir aquellos fármacos con verdadero potencial
para ser desarrollados en fase III, proporcionar información preliminar sobre la
eficacia del fármaco y suplementar los datos de seguridad obtenidos en la fase I.
Tal es el caso de las vacunas, donde estos ensayos pueden proporcionar
información preliminar sobre la eficacia protectora a través de estudios de
provocación en humanos, en los que los participantes sanos se infectan
deliberadamente con el patógeno, el cual no causa una infección letal y no es
resistente al tratamiento disponible, permitiendo una cura completa y exitosa.
Estos estudios sirven también para determinar el rango de dosificación apropiado;
por lo que, generalmente son ensayos clínicos controlados y con asignación
aleatoria de los tratamientos con criterios de inclusión y exclusión de niveles muy
altos y estrictos.

-Fase III. Conferencia Internacional de Armonización y buenas prácticas clínicas:


Se realiza en un mayor grupo de pacientes, constituyendo el último paso antes de que se
apruebe para uso habitual. En general, los estudios de esta fase son de grandes
dimensiones, ya que pueden participar decenas de miles de personas; para lograrlo, un
mismo ensayo se desarrolla en distintos centros hospitalarios o en distintos países, es
decir, es multicéntrico y multinacional. A fin de evitar sesgos, los participantes se asignan
aleatoriamente a uno de los dos grupos en estudio: el fármaco en evaluación o el placebo
(si se trata de averiguar la eficacia) u otro tratamiento similar (cuando el objetivo es la
efectividad); de tal forma que se asegura que los grupos sean comparables y homogéneos.
Preferentemente, el estudio debería ser doble ciego, lo que significa que ni los
investigadores ni los participantes conocen quién recibe cada tratamiento. Este aspecto
garantiza la evaluación objetiva de las variables de resultado (eficacia y seguridad).
Además, es posible que ciertos efectos secundarios graves se identifiquen y se deba
detener un estudio. Se incluyen tanto los estudios de superioridad (el nuevo fármaco es
mejor que el comparador), como los diseños de no inferioridad (el nuevo fármaco es
aproximadamente “similar” al comparador). Los ensayos fase III son esenciales para el
registro y la aprobación para el mercado de una vacuna, ya que evalúan el efecto de la
formulación final. Estos ensayos generalmente están diseñados para evaluar la eficacia y
la seguridad; donde la eficacia de la vacuna se define como el porcentaje de reducción en
la incidencia (de enfermedad o infección) entre los vacunados.

-Fase IV. La investigación clínica: Es la última fase y corresponde a los estudios después
de comprobar la eficacia (y efectividad) y seguridad de un fármaco, el cual incluso ya se
comercializó. El principal objetivo de estos estudios es investigar la seguridad, ya que se
emplean en la práctica médica habitual, lo cual implica que se utilizan en pacientes con
condiciones mucho menos estrictas que las fases anteriores. Los objetivos principales que
se consideran son la detección de efectos secundarios a largo plazo y en un mayor número
de pacientes, efectos del fármaco sobre una o más patologías en particular, efectos en
pacientes con condiciones que fueron excluidas desde los estudios de la fase III, además
de estudios de morbilidad y mortalidad. De esta forma, los resultados de las
investigaciones en esta fase proporcionan evidencia principalmente para garantizar o
refinar aún más la seguridad de los medicamentos aprobados. No obstante, también se
utiliza la fase IV para estudiar nuevas indicaciones del producto, tratamiento en diferentes
poblaciones (por ejemplo, etnias, edades o sexo), interacciones con otros fármacos, o
bien, diferentes formas de dosificación.

CONCLUSIONES:

En conclusión, si bien la investigación preclínica responde preguntas básicas sobre la


seguridad de un medicamento, no sustituye los estudios sobre las formas en que el
medicamento interactuará con el cuerpo humano. Es aquí donde los ensayos clínicos
toman importancia, ya que ayudan a descubrir nuevos tratamientos para enfermedades,
así como nuevas formas de detectar, diagnosticar y reducir la posibilidad de desarrollar
la enfermedad de forma completamente segura y eficaz. Los ensayos clínicos pueden
mostrar a los investigadores lo que funciona y lo que no funciona en humanos que no se
puede aprender en el laboratorio o en animales. Los ensayos clínicos también ayudan a
los médicos a decidir si los efectos secundarios de un nuevo tratamiento son aceptables
cuando se comparan con los posibles beneficios. Por lo tanto, no se puede negar que los
ensayos clínicos son parte esencial de la práctica médica y que su aplicación trae consigo
un sin número de tratamientos terapéuticos eficaces en pro de la salud colectiva.

Referencias bibliográficas:

1.- Álvarez Sintes, R., & Barcos Pina, I. (2017). Los ensayos clínicos en las carreras de
ciencias médicas. Unas reflexiones necesarias. Revista Habanera de Ciencias Médicas,
16(3), 489-492. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1729-
519X2017000300018&script=sci_arttext&tlng=pt

2.- Zurita, J., Barbosa, L., Villasís, M. De la investigación a la práctica: fases clínicas para
el desarrollo de fármacos. Rev Alerg Mex. 2019; 66(2): 246-253. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/pdf/ram/v66n2/2448-9190-ram-66-02-246.pdf

3.- Singh, K., Mehta, S. The clinical development process for a novel preventive vaccine:
An overview. J Postgrad Med. 2016; 62(1): 4–11. Recuperado de:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4944327/

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