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Etiología medicolegal de la estrangulación instrumental

Homicida
La forma más frecuente en la estrangulación instrumental es la homicida. Para este acto se
requiere
una desproporción física entre la víctima y el agresor, haciendo que el individuo se
encuentre semiinconsciente
o inconsciente a través de violencia previa, utilizando el factor sorpresa o en casos donde
exista una franca desigualdad entre ambos individuos, como en aquellos de muerte a
infantes.
Accidental
Puede ocurrir en adultos o en niños. Por ejemplo, aquel individuo que al estar frente a una
trituradora
de papel y usar corbata, ésta es atrapada por el aparato haciendo que se produzca el
mecanismo.
También se observa en individuos que al producir a otros (asfi xia erótica) o a ellos mismos
(asfi
xia autoerótica) hipoxia cerebral, a través del mecanismo de estrangulación instrumental
para la
obtención o incremento del placer sexual, sobreviene la muerte en forma involuntaria.
Suicida
La estrangulación instrumental es posible como suicidio. Esto se logra mediante diferentes
métodos,
haciendo que el lazo mantenga la compresión cervical a pesar de que el individuo haya
perdido la
conciencia durante la estrangulación.
Judicial
Es un hecho histórico. En España fue utilizada como procedimiento de ejecución para reos
civiles
hasta 1978. En Turquía también existió.
Fisiopatología de la muerte
Al igual que en el ahorcamiento, en la estrangulación instrumental la muerte puede
sobrevenir por
diferentes mecanismos, dependiendo de las estructuras cervicales que se hayan
comprometido, de la
manipulación ejercida y de la fuerza utilizada. Los mecanismos serían anoxia anóxica,
anoxia encefálica
e inhibición refl eja por estimulación violenta del seno carotídeo o del neumogástrico.
A diferencia del ahorcamiento, en la estrangulación instrumental el elemento constrictor se
sitúa en un plano más inferior del cuello y la fuerza que se ejerce es homogénea, de esto
dependerá
si las estructuras aéreas o vasculares se ocluyen.
Anoxia anóxica: es más frecuente en la estrangulación instrumental que en el
ahorcamiento, debido
a que el instrumento constrictor ejerce su fuerza en un plano más inferior a nivel de laringe
o tráquea
y al aplicarse una fuerza superior a 15 kg (según estudios de Hofmann) se obstruirá el paso
del
aire y sobreviene la muerte.
Anoxia encefálica (compromiso vascular cervical): es el mecanismo de muerte más
frecuente en la
estrangulación. Al igual que en el ahorcamiento, al haber una compresión vascular cervical
ocurren
alteraciones encefálicas tanto isquémicas como congestivas, lo que produce la pérdida de la
conciencia
muy rápidamente. Se requieren sólo 2 kg de fuerza para obstruir las venas yugulares y 5 kg
para
obstruir las carótidas. En la estrangulación es poco probable que se obstruyan las arterias
vertebrales
(para lo que se requieren, según Hofmann, arriba de 30 kg), ya que la fuerza ejercida por el
instrumento
en forma activa es menor que la del peso corporal que ocurre en el ahorcamiento. Es más
frecuente la anoxia encefálica por congestión pasiva que por isquemia.
Inhibición refl eja por estimulación del neumogástrico o del seno carotídeo: es más
frecuente que
en el ahorcamiento, ya que a pesar de que se ejerce menor fuerza, la manipulación es mayor
por la
resistencia de la víctima ante el ataque. La muerte ocurre rápido.
Hallazgos anatomopatológicos
Los hallazgos en la estrangulación instrumental se dividen en externos e internos. A la
inspección cadavérica
encontraremos los datos del síndrome asfíxico con hemorragias petequiales más marcadas
en cara, cuello y tórax superior.
Externos (lesiones locales)
Cuello: al igual que en el ahorcamiento, el surco es el hallazgo fundamental en este tipo de
estrangulación.
Debido a que la etiología medicolegal de ambos es divergente, ya que el ahorcamiento en la
mayoría de los casos tiene como origen un suicidio y la estrangulación un homicidio, es
importante
hallar los caracteres propios que los diferencian. Es excepcional y sólo en casos en que el
tiempo de
constricción es corto y el instrumento muy laxo que este signo no se encuentre.
En la estrangulación instrumental lo más frecuente es que el surco sea múltiple, habiendo
poca
defi nición entre cada vuelta en que el instrumento rodea el cuello. Suele ser horizontal
(aunque
también se observa en forma oblicua tanto ascendente como descendente). Se sitúa en un
plano
más inferior que en el ahorcamiento (a nivel laríngeo o sublaríngeo). La profundidad es
variable
dependiendo del instrumento y la fuerza utilizada, aunque suele ser menos profunda y más
uniforme
que en el ahorcamiento. Su contorno es completo, rodea el cuello en su totalidad (ver la fi
gura
VII-11, en el atlas a color).

El fondo del surco suele ser blando, no se observa apergaminamiento de la piel en este sitio,
en
ocasiones se marca reproduciendo el objeto utilizado.
En la región del cuello también se pueden encontrar otras huellas de violencia, como
estigmas
ungueales, equimosis, excoriaciones, etc., ya sea del estrangulador en caso de utilizar tanto
maniobras
manuales como instrumentales para privar de la vida a la víctima, o del mismo individuo en
caso de que el victimario no utilice otro tipo de violencia (anestesia previa) para hacer que
pierda la
conciencia antes del hecho y tratar de liberarse del instrumento constrictor. En este último
caso las
lesiones son superiores al surco.
Lesiones a distancia
Cara: al igual que en el ahorcamiento, los hallazgos en esta región son variables y se
relacionan con
la fi siopatología de la muerte en cuanto a qué estructuras cervicales fueron afectadas y a la
fuerza
ejercida. Lo más frecuente es que se encuentre congestiva y con abundantes manchas de
Tardieu,
al ser obstruidas las arterias carótidas y las venas yugulares, preservándose la
permeabilidad de las
arterias vertebrales. La lengua se halla protruida y hemorrágica.
Otras lesiones a distancia: se observan equimosis, excoriaciones y otras lesiones, sobre
todo en extremidades
superiores relacionadas con maniobras de defensa de la víctima.
Internos
(lesiones locales)
Cuello: al igual que en el ahorcamiento, el estudio de autopsia se debe hacer con cuidado,
iniciando
siempre por la región del cráneo y luego la región del tórax para tener un cuello más limpio
previo
drenaje vascular.
La disección de tejidos blandos se practicará por planos y con la precaución necesaria para
no
lesionar estructuras e introducir artifi cios. Los tejidos blandos subcutáneos (tejido celular
subcutáneo,
músculos y vainas musculares) se observan con hemorragia a diferencia del ahorcamiento;
sin
embargo, con menor intensidad que en la estrangulación manual.
Las estructuras vasculares tanto arteriales como venosas no muestran alteraciones; sin
embargo,
se observa un área equimótica por la constricción del instrumento a nivel de la túnica
externa de la
carótida primitiva, inmediatamente por debajo de su bifurcación (signo de Martin). Éste
constituye
un signo de vitalidad. Puede haber, aunque con poca frecuencia, fractura de las astas
hioideas y tiroideas.
Menos frecuente del cartílago cricoides.
Lesiones a distancia
Se observan los datos del síndrome asfi xístico, como congestión visceral marcada,
manchas de Tardieu,
enfi sema subpleural y fl uidez de la sangre.
Semejante al ahorcamiento, en la estrangulación instrumental el papel del médico o
patólogo
forense ante un caso de este tipo consiste en comprobar o auxiliar a las autoridades
investigadoras o
judiciales a través de revisión de los antecedentes, inspección en el lugar de los hechos,
inspección cadavérica,
disección en el proceso de autopsia, estudio histopatológico y toxicológico correspondiente
resolviendo o apoyando a la resolución de los cuestionamientos relacionado con la fi
siopatología de
la muerte, la etiología medicolegal y los diagnósticos diferenciales.

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