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LA COLESTASIS

También llamada  colestasia, es un trastorno causado por la obstrucción


extrahepática o intrahepática de los conductos biliares o por defectos en la
secreción de bilis por el hepatocito.

En caso de colestasis, el flujo de la bilis está detenido en algún punto entre las
células hepáticas (que producen la bilis) y el duodeno (el primer segmento del
intestino delgado). Cuando se interrumpe el flujo de la bilis, el pigmento
bilirrubina pasa al torrente sanguíneo y se acumula.

Causas: se dividen en dos grupos: las que se originan dentro del hígado y las
que se originan fuera de él:

-La colestasis extrahepática ocurre por fuera del hígado y puede ser provocada
por:
 Cálculo en una vía biliar , estenosis de una vía biliar, cáncer de una vía
biliar, cáncer de páncreas y pancreatitis.

-La colestasis intrahepática ocurre dentro del hígado y puede ser causada por:

 Hepatopatía alcohólica
 Amiloidosis
 Absceso bacteriano en el hígado
 Alimentación exclusivamente por vía intravenosa (IV)
 Linfoma
 Embarazo
 Cirrosis biliar primaria
 Colangitis esclerosante primaria
 Sarcoidosis
 Infecciones graves que se han diseminado a través del torrente sanguíneo
(sepsis)
 Tuberculosis
 Hepatitis viral
Ciertos medicamentos también pueden causar colestasis, por ejemplo:

 Antibióticos como ampicilina y otras penicilinas


 Esteroides anabólicos
 Píldoras anticonceptivas

Sintomas:

Los pacientes pueden tener ictericia, prurito, xantomas cutáneos (acumulación


focal de colesterol) o síntomas relacionados con una malabsorción intestinal,
incluidas deficiencias nutricionales de las vitaminas liposolubles A, D o K. Otros
signos producidos son la coluria: orinas oscuras (descritas clásicamente como
«color coca-cola») por aumento en la excreción urinaria de bilis para compensar
su aumento en sangre; y la acolia, o heces de color blanco por carecer de
bilirrubina, principal problema, es el aumento en la producción de biliverdina.

Anatomía patológica:

-Las características morfológicas de la colestasis son semejantes en los cuadros


obstructivos y no obstructivos. Todos tienen en común la acumulación de
pigmentos biliares en el interior del parénquima hepático.

-En los canalículos biliares se observan tapones alargados de bilis de un color


pardo-verdoso.

-La rotura de estos canalículos provoca extravasación de la bilis hacia el


sinusoide, que es fagocitada por las células de kupffer.

-La obstrucción del árbol biliar, tanto intra como extrahepatico, hace que la bilis
distienda los conductos biliares proximales.

ATRESIA BILIAR

Es un proceso inflamatorio que se origina como consecuencia de una fibrosis y


obliteración progresiva de las vías biliares intra y extrahepática, de la cual hasta el
momento se desconoce la causa específica. Esta entidad se considera la causa
principal de cirrosis y de hepatopatía mortal durante el primer año de vida, así
como la indicación más frecuente de trasplante hepático en niños.

Las principales caracteristicas de la atresia biliar son la inflamación y la estenosis


fibrosante de las vías biliares hepáticas o del colédoco; en algunos sujetos, la
inflamación periductular se extiende también a las vías biliares intrahepáticas, lo
que lleva también a una destrucción progresiva del árbol biliar intrahepático.
Cuando no se detecta o corrige la atresia biliar, aparece la cirrosis 3-6 meses
después del nacimiento.

Se manifiesta clínicamente en el periodo neonatal con ictericia, (coloración


amarillenta de piel y conjuntivas), evacuaciones pálidas (acolia o hipocolia),
hígado duro y crecido; en niños que aparentemente se encuentran en buen estado
de salud.

El diagnóstico después de los primeros dos meses de vida debido a la retención


de bilis ocasiona inflamación y fibrosis progresiva que lleva a la cirrosis,
insuficiencia hepática y muerte

Clasificación de las atresias:


La AVB se clasifica en dos grupos; la forma fetal o embrionaria, también
llamada “temprana”, representa entre 10 y 20 % de los casos y se asocia con otras
malformaciones congénitas.
La otra forma es la perinatal o posnatal, que se conoce también como tardía, la
cual representa del 80 al 90 % de todos los casos y generalmente ocurre como
una anomalía aislada.
La Asociación Japonesa de Cirujanos Pediatras propuso una clasificación
anatómica de la AVB según la localización anatómica de la atresia:
1.
Atresia tipo I: está cerrado el colédoco (es un conducto de la bilis formado
por el conducto hepático y el de la vesícula biliar que desemboca en el
intestino) pero hay libre tránsito por los conductos  proximales.
2. Atresia tipo II: Obstrucción del conducto hepático, pero a nivel del hilio
hepático (fisura del hígado por donde entran y salen vasos sanguíneos y
linfáticos y nervios) hay dilatación de los conductos.
-IIa: Libre tránsito por los conductos cístico (vía de salida de la vesícula biliar) y
colédoco.
-IIb: Obstrucción de ambos conductos.

 Atresia tipo III (90%): No se identifican conductos hepáticos o hilio dilatado


o con libre tránsito.

FIBROSIS HEPÁTICA CONGÉNITA (FHC)

Es una enfermedad del hígado que se manifiesta desde el nacimiento,


caracterizada por la malformación de los conductos biliares y de los vasos
sanguíneos del sistema portal hepático.

La FHC es una enfermedad congénita de herencia autosómica recesiva que


se asocia en la mayor parte de los pacientes con la enfermedad poliquística renal
autosómica recesiva. La persistencia de estos elementos inmaduros conduce a la
fibrosis, mientras que la alteración en los espacios porta (la cual conlleva una
disminución en el número de las ramas venosas portales y una alteración también
en su morfología) genera hipertensión portal en grado variable, dando lugar, en
definitiva, a los signos y síntomas clínicos de esta patología.

Si bien la mayoría de los casos se diagnostica durante la adolescencia o en


adultos jóvenes, esta patología puede manifestarse clínicamente desde la infancia
hasta la 5ª y la 6ª década de vida.

Anatomía patológica:

Presencia de un tejido hepático con discreta fibrosis portal, formación de puentes


fibrosos finos y marcada proliferación aberrante de los ductos biliares, localizados
preferentemente a lo largo de la interfase del espacio portal con el parénquima.
Estos ductos son de tipo embrionario, delimitados por un epitelio de tipo biliar,
cuboidal o columnar bajo, sin atipia citológica ni nuclear. Algunos de ellos
presentan pigmento biliar espeso retenido en la luz.

LA ENFERMEDAD POLIQUÍSTICA HEPÁTICA (EPH)

Es una condición hereditaria caracterizada por la presencia de múltiples quistes


dispersos en el parénquima hepático, originados en los conductos biliares.
La EPH puede ocurrir en asociación con la enfermedad poliquística renal
autosómica dominante (EPRAD) o como una entidad genéticamente distinta. En el
caso que se presenta ocurre en relación con la enfermedad poliquística renal, con
un patrón de transmisión autosómico dominante.

Generalmente esta patologia afecta el lóbulo derecho, pero pueden estar


involucrados ambos lóbulos. El hígado se caracteriza por múltiples quistes
pequeños que oscilan entre 4.5 a 5 cms. de diámetro entre los que alcanzan su
mayor tamaño. Los quistes hepáticos se desarrollan en malformaciones de la
placa embriológica de los conductos biliares intralobulares, los llamados
“complejos de von Meyenburg”, los cuales crecen de forma progresiva hasta
producir la pérdida de la continuidad en el árbol bilia.

Cuadro clínico

Hasta en 80 % de los pacientes con esta enfermedad no se presentan síntomas;


cuando se presentan, son resultado del efecto de masa de los quistes en
estructuras adyacentes o de sus complicaciones. La sintomatología incluye:
disnea, saciedad temprana, pesadez, reflujo gastroesofágico, dolor lumbar, edema
de miembros inferiores, hepatomegalia, obstrucción biliar y ascitis.

QUISTES DE COLÉDOCO

Son malformaciones congénitas raras, que consiste en la dilatación quística del


árbol biliar tanto intrahepático como extrahepático. Son predominantes en el sexo
femenino y de mayor incidencia en países asiáticos.

La etiología es desconocida. Se dice que es por la alteración a nivel de la unión,


entre el conducto colédoco y el pancreático, de manera distante al duodeno, lo
que origina un canal común, el cual permitiría, el reflujo de secreciones
pancreáticas hacia el conducto biliar, causando debilidad de la pared y formación
de quistes. Este defecto, se ha encontrado en el 57-80% de los casos; por lo tanto,
esta teoría, no explicaría el origen de los quistes, en aquellos que no presentan
esta alteración congénita
La clasificación:

Tipo I. Dilatación del conducto biliar extrahepático: tipo IA quístico, IB focal y IC


fusiforme.

Tipo II. Divertículo del conducto biliar común.

Tipo III. Dilatación quística de la porción intramural del conducto biliar común o
también llamado coledococele.

Tipo IV. Se subdivide en dos variedades: IVA, compromete la vía biliar intra y
extrahepática y el tipo IVB, compromete solo la vía extrahepática.

Tipo V. Se localiza en la vía biliar intrahepática y se característica por varias


formaciones quísticas en la misma, también se denomina síndrome de Caroli y
generalmente, se asocia a otras malformaciones como riñón poliquístico

Síntomas:
La presentación clínica de los quistes de colédoco varía de acuerdo con la edad
del paciente. La triada clásica de ictericia, dolor, y masa abdominal se encuentra
más frecuentemente en niños, en comparación con los adultos (85% versus 25%,
respectivamente). En los adultos los síntomas son más inespecíficos; la
sintomatología predominante es el dolor abdominal y la ictericia, por lo que el
diagnóstico requiere un alto grado de sospecha. También se puede presentar
fiebre, escalofríos, pancreatitis, colelitiasis, pérdida de peso, prurito, náuseas,
vómitos y sangrado digestivo. La presencia de alguna enfermedad hepatobiliar
secundaria es frecuente en adultos con quiste de colédoco, se ha descrito hasta
en el 80% de los pacientes, y puede dificultar el diagnóstico. Entre ellas se han
descrito: colecistitis, colangitis, estenosis biliar, coledocolitiasis, pancreatitis aguda
recurrente.

Anatomía patológica

Los quistes del colédoco varían de tamaño y pueden ser desde 2 cms hasta
alcanzar una gran dimensión. Su localización son las descritas en la clasificación
de Todani. La pared del quiste mide entre 1-3 mm de grosor y está compuesta de
tejido fibroso denso, con algunas bandas o fibras de músculo liso, y reacción
inflamatoria. En raras ocasiones puede encontrarse tejido pancreático ectópico en
la pared.

La pared puede estar revestida por epitelio columnar e infiltrado linfocitario; este
epitelio puede faltar o estar distribuido en forma de parches y estar rodeado de
tejido de granulación y ulceraciones. También puede hallarse inflamación e
hiperplasia aguda y crónica de la mucosa, así, como metaplasia y un carcinoma.

LA COLANGITIS:
También conocida como colangitis aguda ascendente o sepsis biliar, es
una inflamación y/o infección de los conductos hepáticos y biliares comunes (el
canal que transmite la bilis de la vesícula biliar y el hígado al duodeno del intestino
delgado para ayudar en la digestión de los alimentos) asociada con una
obstrucción habitualmente mecánica del flujo biliar del mismo.

Es secundaria a la presencia de cálculos biliares, con una incidencia más


frecuente en personas mayores de entre 50-70 años. Es una enfermedad común
y, si no se trata a tiempo, puede ser grave y hasta ocasionar la muerte.

Los tipos de colangitis son:

 Colangitis aguda ascendente: Es una infección bacteriana vinculado con


la obstrucción parcial o total de los conductos biliares.
 Colangitis piógena recurrente: Llamada colangiohepatitis, debida a una
contaminación bacteriana y, a menudo, se asocia también a parásitos
biliares.
 Colangitis esclerosantes primaria: Proceso idiopático, autoinmunitario
que afecta el árbol biliar tanto intrahepático y extrahepático, que se
caracteriza por una inflamación y formación de tejido cicatricial y que al
progresar produce fibrosis peritoneal que llega a necrosis y en última
instancia a cirrosis hepática.

Causas de la colangitis

Son la obstrucción del conducto biliar común (colédoco), que conduce a la estasis


biliar, aumento de la presión intraluminal (obstrucción de la luz), la proliferación de
bacterias en el árbol biliar principalmente la escherichia coli y la klebsiella,
infección ascendente y con frecuencia la entrada de estos al torrente sanguíneo.

Síntomas de la colangitis

Fiebre, en ocasiones con escalofríos que está presente en el 90% de los


casos, dolor abdominal con predominio en el cuadrante superior derecho e
ictericia (llamada triada de Charcot). Si está triada se acompaña con
hipotensión, confusión mental (pentada Reynolds), es indicativo de sepsis y es la
forma más grave de la enfermedad. Orina oscura y heces color arcilla.

GLUCOGENOSIS
Son alteraciones del metabolismo del glucógeno, ocasionados por la ausencia o
deficiencia de enzimas que participan tanto de su síntesis como en su
degradación.

La Glucogenosis (GSD) hepática es una enfermedad hereditaria autosómica


recesiva caracterizada por la alteración del depósito de glucógeno en los tejidos.
Son alteraciones del metabolismo del glucógeno, ocasionados por la ausencia o
deficiencia de enzimas que participan tanto de su síntesis como en su
degradación.

La enfermedad se presenta con hepatomegalia, debilidad muscular, hipotonía y


distensión abdominal secundario a una hepatomegalia prominente y retraso del
crecimiento. Esta patología usualmente se diagnostica clínicamente a partir de los
6 meses de edad cuando la ingesta de alimentos del lactante es más espaciada y
puede debutar con sintomatología de hipoglicemia.

Hay dos tipos de glucogenosis en función de dónde se produzca esta alteración en


el metabolismo del glucógeno: en el hígado (hepáticas) o musculares.

Las glucogenosis están causadas por una mutación en los genes que dan lugar a
las enzimas (proteínas) que degradan el glucógeno para convertirlo en glucosa.
Están consideradas como enfermedades hereditarias.

Síntomas

-Glucogenosis hepáticas: la alteración en los enzimas (proteínas) que tienen la


función de degradar el glucógeno del hígado tiene unas consecuencias clínicas en
los pacientes que la padecen, como son hepatomegalia (aumento de tamaño del
hígado), hipoglucemia, (descenso de los niveles de glucemia en sangre) y retraso
del crecimiento (por el escaso aporte de glucosa).

-Glucogenosis musculares: la acumulación de glucógeno en las fibras musculares


o un problema en su síntesis tendrá como consecuencia diferentes síntomas como
problemas musculares con el ejercicio por la aparición de calambres, orina teñida
de color oscuro por exceso de proteínas musculares en orina (o mioglobinuria) y
debilidad progresiva.

Generalmente la hipoglucemia es la manifestación primaria de la GSD hepática,


en la infancia puede evidenciarse retraso del crecimiento, hipotonía y distensión
abdominal secundario a una hepatomegalia prominente. La hipotonía puede
conducir al desarrollo motor retardado. El cuadro clínico puede variar dependiendo
de la alteración enzimática en cada uno de los subtipos de Glucogenosis.

Se han descrito e identificado distintos tipos de glucogenosis según el déficit


enzimático responsable, se describe a continuación el defecto de la enzima y tipo
de GSD:

Tipo 0: Por falta de enzima glucógeno-sintetasa (hígado).

Tipo I o de Von Gierke: Por falta de enzima Glucosa 6 fosfatasa (hígado).

Tipo II o Enfermedad de Pompe: Al no producirse la enzima alfa glicosidasa o


maltasa ácida (muscular).

Tipo III o Enfermedad de Cori: Por falta de un enzima llamado amilo-a-1, 6-


glicosidasa. (muscular). Tipo IV o Enfermedad de Andersen: Ppor falta del enzima
amilo a-1, 4-1, 6-glucotransferasa (muscular).

Tipo V o Enfermedad de Mc Ardle: Por fallo en la enzima glucogeno fosforilasa


(muscular).

Tipo VI o Enfermedad de Hers: Por falta de actividad del enzima fosforilasa no


muscular (hepática). Tipo VII o Enfermedad de Tarui: Por déficit de la encima
fosfofructocinasa (muscular)

Tipo VIII: Por falta de actividad de la enzima fosforilasa-b-quinasa (hepático).


Tipo IX: Por déficit de la enzima glucogeno desfosforilasa-kinasa (muscular).

Tipo X: Por falta de actividad de la fosfoglicerato mutasa (muscular).

Tipo XI: Por déficit de deshidrogenasa de lactato (muscular).

Tipo XII: Por falta de enzima aldolasa (muscular).

Tipo XIII: Por déficit de beta-enolasa (muscular).

Tipo XIV: Por déficit de la enzima fosfoglucomutasa (muscular)

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