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Linfáticos
Los linfáticos que drenan la vía biliar principal lo hacen primero en ganglios que se
ubican alrededor de ésta y finalmente en el grupo de ganglios peripancreáticos
(cerca del origen de la arteria mesentérica superior). Otros pueden alcanzar el
grupo celíaco.
Inervación
Los nervios son los mismos que los de la vesícula. Nervio frénico derecho, plexo
celiaco y Vago
Epidemiología
La incidencia de litiasis coledociana en pacientes sometidos a colecistectomía por
litiasis vesicular es del 8 al 15 %, y aproximadamente entre el 1 y 2 % de todos los
pacientes colecistectomizados tienen una litiasis residual del colédoco que
requiere nuevas intervenciones. Con respecto a la litiasis primaria, su frecuencia
varía ampliamente de acuerdo con los criterios de inclusión. Si se acepta que para
poder hablar de litiasis coledociana primaria un paciente debe haber tenido un
período mínimo libre de síntomas de 2 años después de la colecistectomía, los
cálculos deben ser blandos, pigmentados y no tener un cístico remanente largo
con posibilidad de litiasis en su interior, la frecuencia rondaría entre el 4 y el 10 %
de todas las coledocolitiasis. En los países asiáticos la frecuencia de litiasis
primaria es muchísimo mayor y está asociada a dilataciones quísticas de la vía
biliar
Etiopatogenia
Los cálculos pueden pasar desde la vesícula hacia el colédoco o formarse
primariamente en este conducto.
En los países occidentales la mayor parte de los cálculos del colédoco son de
colesterol, secundarios a su migración desde la vesícula y generalmente alojados
en su extremo inferior.
Los cálculos de pigmentos negros que se ven en edades avanzadas o en
presencia de hemolisis, alcoholismo y cirrosis tienden a estar limitados a la
vesícula, pero algunas veces también pueden pasar hacia el colédoco o formarse
en ese conducto.
Historia natural
Se dispone de poca información acerca de la historia natural de los cálculos
coledocianos asintomáticos.
Si bien está claro que en muchos pacientes permanecen sin manifestaciones
durante meses o años, las evidencias disponibles sugieren que la historia natural
de los cálculos coledocianos asintomáticos es menos benigna que la de los
cálculos vesiculares asintomáticos.
Algunos cálculos pequeños que han migrado desde la vesícula pueden pasar al
duodeno sin producir síntomas (especialmente los menores de 3 mm). Sin
embargo, en otras oportunidades su migración está relacionada con el inicio de
una pancreatitis
Cuadro clínico
La coledocolitiasis, como parte del conjunto de patologías que engloba la litiasis
biliar, puede producir obstrucción del colédoco con impedimento parcial o total del
paso normal de bilis desde hígado al duodeno, dando lugar al denominado
Síndrome de Ictericia Obstructiva.
La mayoría de estos pacientes tienen antecedentes biliares, ya sea de cólicos
biliares en reacción a ingestión de alimentos grasos, colelitiasis asociada o
demostrada antecedentes de colecistectomía.
Diagnóstico
Antecedentes
Clínica
Estudios de imagen:
a) Radiografía
La radiología simple es de poco valor ya que es excepcional que permita la
visualización de los cálculos, teniendo en cuenta que éstos sólo son
radiopacos cuando tienen calcio (cálculos pigmentarios), y la mayoría son
de colesterol.
b) Ecografía
La ecografía es menos sensible que para el diagnóstico de litiasis vesicular; se ha
referido una sensibilidad del 50 %, pero cuando existe dilatación de la vía biliar
ésta es muy superior.
Particularmente difícil es el diagnóstico de cálculos de la vía biliar no dilatada y de
ubicación distal, por el gas duodenalque evita su reconocimiento. Los cambios del
colédoco después de la migración de un cálculo han sido señalados como signos
indirectos de esta situación, pero requieren de un operador muy entrenado y de
estudios reiterados. De cualquier manera, el estudio ecográfico es de suma
importancia para la evaluación de una litiasis coledociana, ya que además aporta
otros datos que contribuyen al diagnóstico y al eventual tratamiento (dilatación del
a vía biliar en forma uniforme o sectorial, características de la vesícula, etc.). La
ecografía transendoscópica puede ser de utilidad en el diagnóstico diferencial con
tumores periampulares.
c) Colangiografía transhepática percutánea
Las técnicas radiológicas intervencionistas pueden utilizarse en la evaluación de la
anatomía biliar. De forma similar a la CPRE, la colangiografíatranshepática
percutánea (CTP) es un procedimiento invasivo utilizado para evaluar el árbol
biliar. Se introduce directamente una aguja hasta el hígado para acceder a una de
las raíces biliares y, después, se utiliza el árbol biliar para la inserción de catéteres
transhepáticos. De utilidad en pacientes con enfermedad biliar intrahepática o en
los que la CPRE no es técnicamente viable, la CTP puede descomprimir una
obstrucción biliar y obstrucciones por endoprótesis sin operación y proporciona
información anatómica para una posible reconstrucción biliar.
d) CPRE
La CPRE es muy sensible y específica en relación con la coledocolitiasis y
puede resultar terapéutica, al limpiarde cálculos el conducto en alrededor dcl
75% de los pacientesdurante el primer procedimiento y en aproximadamente el
90%en la repetición de la CPRE. Durante la endoscopia, se realizauna
esfinterotomía con barrido de balón y extracción del cálculo,todo lo cual tiene
un índice de complicaciones del 5 al 8 %. Lasindicaciones para la CPRE
preoperatoria antes de la colecistectomíason colangitis, pancreatitis biliar,
limitada experiencia del cirujanoen la exploración del colédoco y pacientes con
múltiples patologíasconcurrentes.
e) CPRM
Como alternativa, la colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)
resulta muy sensible (>90%), con casi un 100%de especificidad en el diagnóstico
de coledocolitiasis. La CPRM ofrece una imagen precisa del árbol biliar pero, en el
marco de la coledocolitiasis, no ofrece una solución terapéutica válida. Una
colangiografía clara mediante CPRM evita la necesidad de CPRE. Sin embargo, la
coledocolitiasis identificada mediante CPRM requiereintervención por algún otro
método. Al ser cada día mayor el número de cirujanos que practican la
exploraciónlaparoscópica del colédoco,es posible que haya disminuido la
relevancia clínica de la CPRM para la eliminación de la coledocolitiasis.
Tratamiento
A diferencia de la litiasis vesicular, el diagnóstico de litiasis coledociana obliga
siempre a su tratamiento, independientemente de que algunas sean asintomáticas
en el momento de su hallazgo; En los casos sintomáticos el objetivo es tratar
algunas de sus complicaciones (pancreatitis, colangitis, obstrucción biliar) y en los
asintornáticos prevenirlas.
CPRE
Colangiopancreatografía endoscópica retrógrada La esfinterectomía endoscópica
con extracción de cálculo es eficaz en el tratamiento de la coledocolitiasis. Cuando
se utiliza en el preoperatorio, puede evitar una técnica abierta y, cuando no da
buen resultado en la eliminación de cálculos, modifica las decisiones
intraoperatorias. Entre las razones habituales del fracaso de la endoscopia se
incluyen cálculos de gran tamaño, cálculos intrahepáticos, múltiples cálculos,
anatomía gástrica o duodenal alterada, cálculos impactados y divertículos
duodenales.
La esfinterectomía con extracción del cálculo no elimina el riesgo de enfermedad
recurrente por cálculos biliares. Cuando se utilizan CPRE y esfinterectomía, casi el
50% de todos los pacientes presentan síntomas recurrentes de enfermedad de las
vías biliares, si no se trata también mediante colecistectomía.* Más de un tercio de
estos pacientes pueden requerir colecistectomía, lo cual sugiere que dicha técnica
ha de ser ofrecida a los pacientes que se presentan con coledocolitiasis.
Cabe señalar que los sujetos mayores (>70 años) presentan una tasa de apenas
un 15% de recidiva de síntomas, de modo que la colecistectomía puede ofrecerse
de forma selectiva a esta población de pacientes.
Laparoscopia
Puede realizarse una exploración laparoscópica del colédoco con el fin de abordar
toda la enfermedad litiásica de las vías biliares, sin necesidad de recurrir a otra
técnica ni a anestesia adicional.
El acceso al colédoco con un colangioscopio de pequeño calibre se consigue a
través del conducto cístico o a través de una incisión en el propio colédoco. En el
abordaje transcístico, se procede a la dilatación del conducto cístico y a la
introducción de un colangioscopio flexible hasta el colédoco. Cuando se lleva a
cabo esta técnica en el marco de un conducto cístico estrecho, es posible dilatar el
conducto mediante un dilatador flexible introducido por encima de una guía de
alambre, aplicando la técnica de Seldinger. Dado el ángulo de inserción del
conducto cístico en el colédoco, los cálculos situados en el conducto hepático
común por encima de la inserción del conducto cístico no son accesibles por vía
transcística. Otras contraindicaciones a este abordaje son un conducto cístico
pequeño y friable, numerosos (más de ocho) cálculos en el colédoco y cálculos
grandes (> 1 cm), que resultarían de extracción difícil o imposible a través del
orificio del conducto cístico.En cualquiera de estos escenarios, puede realizarse
una incisión en elcolédoco; la única contraindicación es un colédoco pequeño que
pueda sufrir estrechamiento o cierre.
Laparotomía.
Usted no deberá sentir ninguna molestia y tal vez no tenga recuerdos del examen.
Puede tener náuseas mientras la sonda baja por el esófago.
A medida que se ubique el endoscopio en su lugar, puede sentir estiramiento de
los conductos.
Se pasará una sonda delgada (catéter) a través del endoscopio y se introducirá en
los tubos (conductos) que van al páncreas y a la vesícula biliar. Se inyectará un
tinte especial en estos conductos y se tomarán radiografías. Esto le ayudará al
médico a ver cálculos, tumores y cualquier área que se haya estrechado.