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CONTENIDO DE LA UNIDAD 1.

Importancia de la
educación musical en el Nivel Inicial.
1.1. El valor formativo de la música: fines y propósitos de la educación musical en el nivel
inicial. Objetivos de la educación musical en la educación inicial.

1.2. Música y desarrollo: desarrollo de la sensorialidad auditiva.

1.3. Música y desarrollo de valores.

1.4. Efecto Mozart

1.5. Habilidades que se desarrollan con la educación musical

UNIDAD 1
IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
MUSICAL EN EL NIVEL INICIAL
Las manifestaciones primeras del ser humano para contactarse con el medio pasan por
el llanto, el grito, el gorjeo, la risa, el movimiento, palmear, reír, hablar o entonar.

Según Concepción Martorell, directora de la carrera de Educación Musical


de la Universidad Andrés Bello, estas son manifestaciones inherentes al
género humano, "así como también lo son otras expresiones, como los juegos
rítmicos de palmas o de sílabas, que forman parte de ese quehacer musical
espontáneo, del que debemos hacernos eco para dirigirlas de modo conciente en el
hacer rítmico y melódico", asegura la académica.

ESTIMULACIÓN TEMPRANA
Desde pequeño, el ser humano desarrolla la motricidad a través de movimientos, juegos
rítmicos y melódicos. Todo el entorno sonoro (atmósfera sonora) forma parte de este
estímulo.

Por ello, la estimulación temprana que se realice en los menores, a través de


la experiencia musical, es crucial, pues marcará el desarrollo de conexiones
cerebrales específicas que permitirán un buen desarrollo de habilidades musicales.
A juicio de Martorell, los educadores de preescolares deben ser los mejores preparados
en lo musical, dado que a esta edad el trabajo es más delicado y fundamental para el
desarrollo integral.

"Un educador de párvulos no sólo enseña; es la persona que debe estar más alerta a los
procesos de desarrollo de la motivación, creación, desarrollo del lenguaje y otras
manifestaciones que conducen a la adquisición de aprendizajes significativos", afirma la
académica.

En esta perspectiva la docente llama a los profesores de Educación Musical a trabajar


para que el Ministerio de Educación, reponga las horas de música en el currículo de las
aulas escolares de nuestro país.

"Todo mejorará cuando se comprenda que la enseñanza de la música debe comenzar en


la etapa preescolar; que la educación musical no es una opción, sino un derecho; que la
educación integral no puede estar exenta del arte musical; que si deseamos educar con
equidad, entonces se debe propiciar un desarrollo armónico en nuestros niños", enfatiza
Martorell.

LA MÚSICA ES UN DERECHO
Desde otra perspectiva, Concepción Martorell recalca el carácter de derecho que tiene la
música, ya que la Unesco la reconoce como un Derecho Humano.

Asimismo, la académica asegura que, en su opinión, ninguna educación estará completa


si no se incluye la música y el arte como parte del currículo escolar.

Para Martorell, todos podemos ser educados musicalmente, aunque no lleguemos a ser
músicos de profesión o a ejecutar piezas musicales.

¿PORQUE ES IMPOAETANTE LA EDUCAICON MUSICAL?

"Las manifestaciones primeras del ser humano para contactarse con el medio pasan por el
llanto, el grito, el gorjeo, la risa, el movimiento, palmear, reír, hablar, entonar y otras, son
manifestaciones inherentes al género humano”, explica Concepción Martorell, directora de la
carrera de Educación Musical de la Universidad Andrés Bello.

Asimismo, la docente señala que los juegos rítmicos de palmas o de sílabas forman parte de
ese quehacer musical espontáneo del que debemos hacernos eco para partir desde esas
manifestaciones a llevarlas de modo conciente en el hacer rítmico melódico.

Desde pequeños desarrollamos la motricidad a través de movimientos, juegos rítmicos,


juegos rítmicos y melódicos. Todo nuestro entorno sonoro (atmósfera sonora) forma parte
de este estímulo.

Es por ello que tenemos que considerar que la estimulación temprana que se realice a través
de la experiencia musical marcará el desarrollo de conexiones cerebrales que si no se
realizan a temprana edad los procesos se hacen irreversibles.

A juicio de la directora de la carrera de Educación Musical, los profesores de preescolar


deben ser los mejores preparados en lo musical, dado que a esta edad el trabajo es más
delicado y fundamental para el desarrollo integral. “El docente a esta edad no es un profesor
que sólo enseña. Es la persona que estará más alerta a los procesos de desarrollo de la
motivación, creación, desarrollo del lenguaje y otras manifestaciones que conducen a la
adquisición de aprendizajes significativos”, afirma Concepción Martorell.

En esta perspectiva, la docente llama a los educadores de Educación Musical a trabajar para
que el Ministerio de Educación, repongan las horas de Música en el currículo de las aulas
escolares de nuestro país.

“Todo estará mejor cuando se comprenda que la música debe realizarse por profesores
expertos en educación musical; que la enseñanza de la música debe comenzar en la etapa
preescolar; que la educación musical no es una opción, sino un derecho; que la educación
integral no puede estar exenta del arte musical; que si deseamos educar con equidad,
entonces no privemos de un desarrollo armónico a nuestros niños”, concluye la docente.

Música para todos

Desde otra perspectiva, Concepción Martorell enfatiza en que todo ser humano puede
adquirir conocimientos, aprender destrezas; todos pueden desarrollarse a través de sus
potencialidades.

Ninguna persona nace sabiendo Medicina, Mecánica o Arte, por lo tanto no existen buenas
razones para pensar que la música sea diferente. La música desde tiempos inmemoriales ha
estado al alcance de todos y como todo en la vida, la música requiere de tenacidad, tiempo,
práctica y esfuerzo.

La docente de la U. Andrés Bello agrega que la UNESCO reconoce a la Música como un


Derecho Humano. “Si pensamos en educar y enseñar, podemos plantearnos ¿qué clase de
profesor enseña al que sabe? ¿Qué gracia tiene educar al que ya posee los conocimientos y
conductas de entrada? El valor de educar es manejar estrategias para enseñar al que le
cuesta y generar en los desmotivados el deseo de conocer lo que no se sabe como también
ser un buen mediador o mentor del saber.

Todos aspiramos a la educación y ninguna educación estará completa si no se incluye la


música y el arte como parte del currículo escolar. De hecho, todos podemos ser educados
musicalmente, aunque no lleguemos a ser músicos de profesión.
1.1. El valor formativo de la música: fines y propósitos de la educación musical
en el nivel inicial. Objetivos de la educación musical en la educación inicial

Según estudios realizados por el doctor Howard Gardner, director del proyecto Zero y profesor
de psicología y ciencias de la educación en la universidad de Harvard, quien estableciera la teoría
sobre las inteligencias múltiples; el ser humano cuenta con 8 inteligencias, una de las cuales es la
Inteligencia Musical. Las personas que desarrollan su Inteligencia Musical logran una alta
capacidad de Atención y Concentración, son capaces de identificar un sonido o pieza musical
desde sus primeras notas y reproducirlas respetando sus cualidades sonoras sin dificultad,
también es capaz de conceptualizar el sentido de una melodía así como combinar sus elementos,
de forma concreta o imaginaria. La muisca favorece al desarrollo cerebral al desarrollar las
posibilidades de nuestros circuitos neuro cerebrales la música permite no solo cultivar el sistema
nervioso, sino también trabajar nuestro desarrollo en general nuestro estado afectivo, la
receptividad, la atención, las emociones y sentimientos muy profundos. La música constituye de
forma importante al desarrollo de la personalidad humana ya que provoca un enriquecimiento
estético y favorece al desarrollo del optimismo y el bienestar personal. La Educación Musical
contribuye a la formación integral desarrollando su vida física, psíquica, intelectual y moral. Lo
prepara para la vida cívica; para el aprovechamiento de las horas libres; para la vida del hogar.
Descubre y orienta las aptitudes musicales de los educandos. Despierta y desarrolla el interés por
el Arte y el amor a lo bello. El estudiante vibra íntegramente a través del estímulo emotivo de la
música, quien le da oportunidad para que manifieste en todo momento espontánea y libremente
sus capacidades, condiciones y aptitudes a fin de poder evaluar oportunamente lo más valioso en
la expresión de sus potencialidades. Nuestra educación musical tiene que guiar y orientar a los
niños, cualquiera que sea su capacidad, o talento especial hacia un arte que determine el sentido
ocupacional como una función social creadora. No hemos de olvidar que la música es un arte, una
ciencia y una técnica, por lo que su práctica y ejecución nos va a favorecer un desarrollo cerebral
muy completo al comprender estas tres facetas tan diferentes y complejas. En consecuencia, la
educación musical estimula todas las facultades del ser humano: abstracción, razonamiento
lógico y matemático, imaginación, memoria, orden, creatividad, comunicación y
perfeccionamiento de los sentidos, Según J. Dalcroze, la educación rítmica es para el niño un
factor de formación y de equilibrio del sistema nervioso, ya que cualquier movimiento adaptado
a un ritmo es el resultado de un complejo conjunto de actividades coordinadas. Además, en
estudios de muchos investigadores, como J. P. Despins, se refleja cómo la educación musical
proporciona un desarrollo de ambos hemisferios cerebrales, por lo cual se aconseja la integración
de dicha enseñanza en la educación básica. Así con la música, como disciplina, se consigue un
aumento de las capacidades cerebrales de la siguiente forma: Hemisferio izquierdo: Percepción
rítmica, control motor, rige mecanismos de ejecución musical, el canto, aspectos técnicos
musicales, lógica y razonamiento, captación de lo denotativo, percepción lineal. Hemisferio
derecho: Percepción y ejecución musical, creatividad artística y fantasía, captación de la
entonación cantada, percepción visual y auditiva, percepción melódica y del timbre, expresión
musical, apreciación musical. Objetivos fines y propósitos de la educacion musical en el nivel inicia
Objetivos • Potenciar la formación musical en los primeros años del proceso educativo y favorecer
así una visión humanística del mundo. • Despertar el interés y el amor por la música. • Ayudar a
los niños y niñas a expresar su musicalidad con métodos y materiales específicos, ofreciendo y
coordinando un programa desarrollado por personal altamente cualificado. • Profundizar en el
acercamiento a la música mediante conciertos didácticos y otras actividades musicales fines •
Mejorar la calidad de su sistema auditivo. • Facilitar la expresión de los sentimientos afectivos del
niño a través del vínculo con sus padres. • Fomentar el desarrollo de su memoria auditiva y visual.
• Aumentar sus capacidades motoras y creativas. • Favorecer su socialización y mejorar su forma
de comunicarse. Propósitos • Lograr que el niño ame la música y se exprese a través de ella,
motivándolo con distintos recursos. • Propiciar la adquisición de valores estéticos. • Detectar
problemas motrices, de conducta y aprendizaje. • Detectar problemas auditivos, de lenguaje y de
fonación. • Favorecer el desarrollo integral del niño. • Contribuir al desarrollo de las estructuras
inteligentes con la ejercitación de las relaciones. • Contribuir al logro de la madurez necesaria
para su ingreso al mundo de las cosas reales. • Capacitarlo para la próxima etapa escolar. •
Específicamente, propiciar el cultivo de la voz, el oído, el ritmo y la sensibilidad música

1.2 MÚSICA Y DESARROLLO: DESARROLLO DE LA SENSORIALIDAD AUDITIVA.


Empezaremos hablando de la educación auditiva. Ésta se propone descubrir las aptitudes musicales que
tiene el educando, desarrollar su capacidad expresiva, favoreciendo sus capacidades imaginativas y
creativas. La audición interior, capacidad de memoria auditiva es esencial para conseguir esos objetivos;
el progresivo desarrollo de los mismos conducirá a una mejor percepción auditiva. Otros objetivos de la
educación auditiva son: despertar la sensibilidad del individuo, su sentido estético, la agudeza de oído,
iniciarlo en el conocimiento de los elementos de la música, responder a estímulos sonoros, educar su
voz... Para conseguirlos, es recomendable utilizar la música en su totalidad, de sonido y forma, con los
elementos y aspectos que la integran, ejercitar la atención y la memoria, los reflejos auditivos y motrices.
Podemos contar con audiciones de canciones y música grabada, entre otros aspectos. La audición de
canciones también nos puede acompañar en la realización de actividades plásticas y corporales. La
audición es la base de la educación musical y debe desarrollarse a partir de la planificación adecuada de
actividades desde edades tempranas, por lo que es necesario tener presente una serie de advertencias
previas para el desarrollo de la percepción auditiva. • El alumno debe oír antes de que pueda utilizar lo
que oye. • Prestar debida atención a los dialectos. • Los ejercicios deben ser breves y puedan servir de
soporte a otros ejercicios. Esta educación va a permitir desarrollar una serie de conocimientos en el
estudiante, como son: el sonido (timbre, intensidad, altura, duración, acento, compás...), el silencio, la
diferenciación entre la música cantada o sólo tocada con instrumentos, la iniciación al cálculo a través de
agrupaciones (el niño puede diferenciar si tocan muchos o pocos instrumentos, si cantan muchas o pocas
voces) ... El sentido de apreciación empieza a una edad muy temprana. Una vez que captemos su atención,
nuestra voz y las canciones entonadas con suavidad, serán las que primero despierten su sensibilidad
auditiva. Ésta se irá desarrollando con la ayuda de un material didáctico adecuado: juguetes musicales,
instrumentos melódicos, grabaciones y discos... Los ejercicios sensoriales son el punto de partida de la
educación del ritmo y de la formación musical. Por lo tanto, se debe trabajar con el niño para que vaya
consiguiendo el ritmo de una forma gradual a través del movimiento, la expresión del cuerpo, la canción,
los juegos musicales... Podemos utilizar instrumentos corporales y musicales para desarrollar el ritmo en
los niños. A diferencia de la actitud activa que adopta el estudiante frente al ritmo, la actitud ante la
audición de canciones es receptiva. Es fundamental que se combinen ambas, es decir, que el estudiante
sea activo y receptivo al mismo tiempo. Podemos incorporar al sonido nuestros movimientos de pies y de
manos, flexión de rodillas, balanceos... Las canciones son la forma más viva, fácil y espontánea de practicar
la música. Desde los más elementales tarareos infantiles hasta las más elaboradas formas, las canciones
ofrecen al estudiante un sinfín de posibilidades de expresión musical. De forma progresiva, se le intercalan
audiciones de coros infantiles, adultos, obras musicales de diferentes estilos y formas... Se Les invita a
expresar con palabras, la emoción o el estado de ánimo que les inspire la música: diversión, cansancio,
alegría, tristeza... También pueden escuchar música clásica cuando realizan otras actividades. Para las
audiciones se deben tener muy en cuenta las características de los alumnos, la buena calidad de los
aparatos de reproducción, la elección de las canciones que se interpretan, destacar características rítmicas
(danzas populares) o tímbricas (orquestación instrumental), en algunos casos se pueden ilustrar las obras
con láminas, diapositivas, fotografías... La educación musical está íntimamente relacionada con: la
educación sensorial, motriz y corporal (esquema corporal y lateralización), espacio – temporal, atención,
memoria, afectividad, expresión corporal, educación del gusto y de la estética... Por eso es tan importante
la globalización en esta etapa educativa. Las actividades musicales, según las capacidades que desarrollan
se pueden clasificar en torno a tres grandes grupos: actividades de audio percepción, expresión y
representación. Las primeras se ocupan de potenciar las capacidades que hacen posible el desarrollo de
la auto percepción. Según el canal de recepción de la información que favorezcan, pueden ser de:
Percepción auditiva (reconocer algunos objetos al dejarlos caer al suelo, ordenar determinados
instrumentos según su sonido, adivinar qué persona ha pronunciado una frase, ordenar los sonidos con
unas progresiones lógicas...) Percepción visual (colocar los sonidos correspondientes a una acción que
ven, a la que se le quitado el sonido original, rodear sobre un papel instrumentos musicales que han
escuchado anteriormente...) • Percepción sensorial – táctil (sentir con los dedos las vibraciones
producidas por un instrumento, reconocer por medio del tacto determinados objetos que han escuchado
previamente...) • Las actividades de expresión son la base para la vivenciación e interiorización musical y
los mejores contextos donde se pueden aplicar los conocimientos y las experiencias musicales que se han
adquirido. Con ellas se potencia la expresión musical en sus distintas manifestaciones: 1. Expresión vocal:
Dentro de estas actividades podemos desarrollar juegos con las palabras, frases, trabalenguas, imitar y
reproducir sonidos de nuestro entorno, interpretar de forma individual y grupal un repertorio variado de
canciones...) 2. Expresión instrumental: Jugaremos con instrumentos naturales, objetos del entorno y de
pequeña percusión, acompañaremos con instrumentos las canciones aprendidas en clase. 3. Expresión
corporal y del movimiento: Son actividades de exploración del espacio, adaptación de los movimientos
del cuerpo al ritmo de una melodía que escuchamos, acompañamiento con gestos de las canciones o la
interpretación sencilla de danzas. La educación auditiva como componente de la educación musical tiene
diversos objetivos en la musicalización del educando: • Discriminar los parámetros del sonido, intensidad,
timbre altura y duración. • Potenciar la capacidad de concentración auditiva, creando hábitos de escucha.
• Desarrollar la atención y la memoria auditiva. • Favorecer el descubrimiento del mundo sonoro con una
actitud abierta. • Desarrollar el gusto por las audiciones musicales. • Favorecer la adaptación al medio
ambiente. • Potenciar, aumentar los periodos de escucha activa pasiva. • Disfrutar con las actividades
auditivas. • Cuidar y mantener el material sonoro. • Respetar las actividades de los demás. En la escuela
se debe contemplar un sistema de percepción auditiva con actividades de percepción sonora corporal,
percepción del entorno sonoro y audiciones de buena música, teniendo en cuenta las particularidades de
las diferentes edades, los gustos y preferencias musicales de los oyentes así como sus necesidades
estético-musicales.

1.3 Música y desarrollo de valores


Los beneficios de la música son innumerables: mejora la atención y el aprendizaje, incrementa la
capacidad para memorizar, mejora la coordinación, ayuda a aliviar el estrés, facilita la conciliación
del sueño, eleva el ánimo… Pero también es una gran herramienta para trabajar la convivencia,
interculturalidad y la educación en valores en niños y niñas. Los beneficios y atributos de la música
en la educación en valores son conocidos desde la antigüedad. Platón y Aristóteles, a través de la
Teoría del Ethos que estudiaba el estado anímico de las personas, atribuía a la música un papel
determinante en la formación del carácter de las personas ya que podía fortalecer o debilitar su
voluntad, estimularle y condicionar sus acciones y conductas. Y es que, a través de la música se
puede llegar a desarrollar la inteligencia emocional, fomentar la sociabilidad, la tolerancia, la
empatía o el trabajo en equipo. También es útil para crear nexos sociales, reforzar el respeto y
fortalecer su autoestima. Y todo este aprendizaje e influencia ocurre sin que seamos conscientes
de ello, debido a que conecta directamente con las emociones, procesándose directamente la
parte del cerebro en la que se registran las sensaciones y los sentimientos. Pero ¿cómo se puede
trabajar la música en la transmisión de valores? A continuación, proponemos tres formas:
Mediante la escucha activa de canciones con mensajes y contenidos positivos que hablen de
humildad, tolerancia, solidaridad, igualdad, lealtad o constancia. Tocando un instrumento donde,
además, se desarrolla el interés por el medio ambiente y su mejora con el cuidado de los
instrumentos, el reciclaje de objetos para la construcción de instrumentos musicales o el rechazo
de acciones y comportamientos que incrementan la contaminación acústica. A través de la
formación de coros o grupos musicales donde, también se trabaja la flexibilidad, la capacidad de
adaptación, el sentido de la sana competencia, se fomenta el trabajo en equipo y la capacidad
para luchar por alcanzar metas propuestas. Iniciativas que utilizan la música como herramienta
para la educación en valores Está demostrado que la formación de coros y pequeñas orquestas
escolares fomenta la cohesión social de alumnos y alumnas

1.4. Efecto Mozart


En los últimos años se ha vuelto muy popular el llamado “efecto Mozart”. Según quienes
defienden la existencia de este fenómeno, escuchar la música del compositor austriaco, o la
música clásica en general, aumenta la inteligencia y otras capacidades cognitivas, sobre todo
durante el desarrollo temprano. A pesar de que la investigación científica sugiere que hay una
parte real en este tipo de afirmaciones, lo cierto es que la revisión de la literatura existente
evidencia que los potenciales beneficios de escuchar música se han sobredimensionado, al
menos en el campo de la inteligencia. No obstante, la música puede ser muy positiva para las
personas Qué es el efecto Mozart? Conocemos como “efecto Mozart” a la hipótesis que
propone que escuchar la música de Mozart aumenta la inteligencia y tiene beneficios cognitivos
en bebés y en niños pequeños, aunque también hay quien dice que estos efectos también se
dan en adultos. La mayoría de estudios que han investigado la existencia de este fenómeno se
han centrado en la sonata K448 para dos pianos de Mozart. Se atribuyen propiedades similares
a otras composiciones para piano del mismo autor y a muchas obras similares en cuanto a
estructura, melodía, armonía y tempo. De un modo más amplio, este concepto puede utilizarse
para hacer referencia a la idea de que la música, especialmente la clásica, resulta terapéutica
para las personas y/o aumenta sus capacidades intelectuales. Historia y popularización El efecto
Mozart se empezó a popularizar en los años 90 con la aparición del libro “Pourquoi Mozart”
(“¿Por qué Mozart?”), del otorrinolaringólogo francés Alfred Tomatis, que acuñó el término.
Este investigador afirmó que escuchar la música de Mozart podía tener efectos terapéuticos en
el cerebro y promover su desarrollo. No obstante, fue Don Campbell quien popularizó el
concepto de Tomatis mediante su libro “The Mozart Effect” (“El efecto Mozart”). Campbell
atribuyó a la música de Mozart propiedades beneficiosas “para curar el cuerpo, fortalecer la
mente y liberar el espíritu creativo”, como reza el título extendido del libro. La obra de Campbell
se basó en un estudio de los investigadores Frances Rauscher, Gordon Shaw y Catherine Ky
publicado pocos años antes en la revista Nature. No obstante, este estudio mostró sólo una leve
mejora del razonamiento espacial hasta un máximo de 15 minutos después de escuchar la
sonata K448

1.5. Habilidades que se desarrollan con la educación musical

Los seres humanos estamos inmersos en un mundo sonoro, rico en sonidos, melodías y ritmos. Desde los
orígenes de la civilización se sabe que la música está presente y es reconocido el efecto que puede tener
en la conducta y la expresión de las emociones. En el área afectiva, la música aparece como una excelente
herramienta para ayudar a niños con dificultades en la autoestima y seguridad. "A través de ella pueden
externalizar y canalizar sus emociones En el área social, la música colabora en el desarrollo de habilidades
comunicativas, desarrollo del lenguaje, interacción social, entre otros. "Por ello, es ampliamente usada en
la intervención en niños con trastorno del espectro autista" En tanto, en el área cognitiva, la música puede
contribuir a mejorar las habilidades de atención-concentración, memoria, creatividad. "Por esta razón es
que comienza a ser objeto de estudio y utilizada en niños con hiperactividad Por último, en el área
psicomotriz, se sabe que la música contribuye a desarrollar las habilidades sensoperceptivas, habilidades
de coordinación corporal, motricidad, relajación y expresión gestual. Los efectos que la música provoca
en nosotros son innumerables. Sin duda queda mucho aún por investigar y descubrir, pero lo cierto es
que es un tipo de lenguaje universal, heterogéneo y asincrónico, por tanto, una excelente herramienta
que podemos utilizar para potenciar el desarrollo integral de los niños" "la música nos permite jugar,
acercarnos a sus emociones, a adentrarnos a su mundo interior, lo que sin duda potenciará una
comunicación más estrecha que permitirá desarrollar aún más y mejor las habilidades de cada niño en
particular", Refuerza la atención y la concentración. La música estimula áreas del cerebro que difícilmente
se pueden ejercitar de otra manera. Aquellas personas que han tenido una formación musical tienen unas
capacidades de concentración y atención a los detalles superiores a la media, así como una mayor
voluntad para ser constantes y a seguir una disciplina en su día a día. Incremento de la memoria y la
creatividad. En el estudio de la música y/o de un instrumento musical se ponen en juego
fundamentalmente tres aspectos: la memoria visual, la memoria muscular o gestual y la memoria auditiva,
que interactúan en un complejo proceso intelectual. Este entrenamiento cotidiano contribuye a ampliar
la memoria, ya aplicada a otros aspectos de la vida, permitiendo fijar los recuerdos, recientes o antiguos.
Además, el estudio y escucha de la música potencian la creatividad y la agilidad mental, facilitando la
solución de problemas de forma imaginativa. Desarrollo de habilidades motoras y rítmicas. La audición
musical guiada estimula el desarrollo de un conjunto de capacidades motoras en los más pequeños, que
se ven incrementadas una vez el niño comienza a tocar un instrumento. La particularidad del estudio de
un instrumento, con sus rutinas y ejercicios, ayudan a interiorizar y desarrollar una capacidad de
coordinación que difícilmente se puede desarrollar de otra manera. Incremento de la seguridad en uno
mismo y facilidad para socializar. La práctica musical es un vehículo que puede incrementar la
autoconfianza y contribuir en la solución de los problemas de falta de autoestima de los niños,
especialmente durante la adolescencia. La práctica y progresos diarios, y el compartir la música con otras
personas en conciertos y/o reuniones, refuerzan en el joven la seguridad en sí mismo y brindan la
posibilidad de establecer nuevas amistades y relaciones. Reduce el estrés. Muchos profesionales de la
medicina prescriben escuchar música a aquellas personas que sufren de estrés y de ansiedad. Además, la
música ayuda a generar endorfinas, la hormona de la felicidad. La música también mejora el desarrollo
del área cerebral implicada en la motivación, el placer y la recompensa.

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