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CHIAPAS
TRABAJO FINAL
LICIENCIATURA EN ENFERMEMRÍA
BIOQUÍMICA BÁSICA
Junto con la fructosa y la galactosa, la glucosa es uno de los tres tipos de monosacáridos
que están presentes en los alimentos y que durante la digestión se absorben directamente
al torrente sanguíneo humano; su presencia determina el nivel de azúcar en la sangre o
glucemia.
Aunque en muchos casos aparece como una molécula individual, también puede formar
parte de otros polímeros, macromoléculas compuestas por la unión de distintas moléculas
más pequeñas. Entre esos polímeros están el almidón y el glucógeno (ambos de reserva),
y la celulosa y la quitina (que forman parte de las estructuras celulares); todos ellos tienen
una gran importancia para el correcto funcionamiento del organismo.
Todas las frutas naturales tienen cierta cantidad de glucosa (a menudo con fructosa), que
puede ser extraída y concentrada para hacer un azúcar alternativo. Pero a nivel industrial,
tanto la glucosa líquida (jarabe de glucosa) como la dextrosa (glucosa en polvo) se obtienen
a partir de la hidrólisis enzimática de almidón de cereales (generalmente trigo o maíz). La
glucosa, libre o combinada, es el compuesto orgánico más abundante de la naturaleza. Es
la fuente primaria de síntesis de energía de las células, mediante su oxidación catabólica,
y es el componente principal de polímeros de importancia estructural como la celulosa y de
polímeros de almacenamiento energético como el almidón y el glucógeno. En su forma D-
Glucosa, sufre una ciclación hacia su forma hemiacetálica para dar sus formas furano y
pirano (D-glucofuranosa y D-glucopiranosa) que a su vez presentan anómeros alfa y beta.
Estos anómeros no presentan diferencias de composición estructural, pero si diferentes
características físicas y químicas. La D- (+)-glucosa es uno de los compuestos más
importantes para los seres vivos, incluyendo a seres humanos. En su forma B-D--
glucopiranosa, una molécula de glucosa se une a otra gracias a los -OH de sus carbonos
1-4 para formar celobiosa a través de un enlace ß, y al unirse varias de estas moléculas,
forman celulosa.
COMPOSICIÓN QUÍMICA
LA IMPORTANCIA DE LA GLUCOSA
El cuerpo humano requiere glucosa para algunas de sus funciones más importantes. Este
azúcar simple provee la energía necesaria para realizar procesos especializados como la
digestión y la respiración celular. Los problemas con la cantidad de glucosa en la sangre
dan como resultado complicaciones que podrían producir coma o incluso la muerte si no se
corrigen rápidamente.
Ya que sabemos qué es la glucosa y su importancia en nuestro cuerpo, tenemos que tomar
conciencia de que, así como cargamos nuestro automóvil con combustible para que nos
pueda transportar, necesitamos ingerir alimentos que nos aporten la energía necesaria para
todos los procesos que ocurren en nuestro organismo, y que no dañen otras funciones, por
lo que el alimentarnos sanamente siempre será fundamental, así como el que llevemos un
estilo de vida saludable.
Por lo tanto, la capacidad de un hidrato de carbono para generar glucosa depende, sobre
todo de su composición. Los azúcares sencillos, al absorberse rápidamente, producen una
respuesta glucémica rápida (tienen un índice glucémico elevado), mientras que los hidratos
de carbono más complejos suelen tener un índice glucémico más bajo. Es muy importante,
tener en cuenta que la complejidad del hidrato de carbono no siempre es sinónimo de índice
glucémico bajo. Por ejemplo, la fructosa que es un azúcar sencillo, prácticamente igual a la
glucosa, tiene un índice glucémico de 10, mientras que el pan blanco de trigo, constituido
casi por completo por almidón, tiene un índice glucémico de 60-70. Esto se debe a que la
fructosa, pese a que no necesita un proceso de digestión para absorberse, tiene que pasar
primero por el hígado para ser utilizada, mientras que el pan, en cuando llega al estómago
es parcialmente hidrolizado formando glucosa que pasa a la sangre de inmediato. La
importancia de la glucosa en el cerebro y su metabolismo
Por si no era parte de su conocimiento, el cerebro consume unos 140 gramos de glucosa
por día (es decir unos 5-10 gramos por hora). Representa alrededor del 2% del peso
corporal y sin embargo consume alrededor del 20% de la energía del cuerpo. El cerebro
humano consume el 20% del oxígeno que necesita nuestro cuerpo para funcionar y ese
funcionamiento exige ni más ni menos que el 25% de la glucosa total que precisamos a
diario.
El cerebro, por su alto nivel de actividad celular, es un gran consumidor de energía, que
obtiene, fundamentalmente, de la glucosa. La llegada de glucosa al cerebro debe ser por
tanto mantenida de forma regular y controlada. El cerebro puede obtener glucosa de los
alimentos ricos en hidratos de carbono o a partir del glucógeno que el hígado produce y
almacena de la descomposición de grasas y proteínas. Sea cual fuere la fuente de glucosa,
esta es absorbida directamente por la sangre y transportada al cerebro. Esto es
especialmente importante en el caso de los niños, en los que el cerebro es inmaduro y
necesita la glucosa para desarrollarse normalmente.
BARRERA HEMATOENCEFALICA
Es una barrera entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central. La barrera impide
que muchas sustancias tóxicas la atraviesen, al tiempo que permite el pasaje de nutrientes
y oxígeno. De no existir esta barrera muchas sustancias nocivas llegarían al cerebro
afectando su funcionamiento y tornando inviable al organismo. Las células de la barrera
poseen proteínas específicas que transportan de forma activa sustancias como la glucosa
a través de la barrera.
Fuera del cerebro las paredes de los capilares se componen de células endoteliales que
tienen pequeños huecos entre sí, pero dentro del cerebro esas células están estrechamente
entrecruzadas sin esos huecos entre ellas, haciendo que los componentes pasen
selectivamente a través de las células. Una segunda capa de células con alto contenido en
grasas, no permite el paso de sustancias hidrosolubles. Así, sólo las moléculas más
pequeñas (oxígeno, dióxido de carbono, el etanol y azúcares) pueden pasar por la barrera.
Las drogas y otros tóxicos son por lo general demasiado grandes para pasar; y la barrera
también protege al cerebro de infecciones, y por ello la infección del cerebro es muy rara.
GLICOLISIS EN EL CEREBRO
Por mucho tiempo se ha creído que la glucosa es el sustrato energético obligatorio para el
cerebro. Sin embargo, en la actualidad está claro que otro tipo de células, las que conforman
la denominada neuroglia y las células que recubren los vasos sanguíneos (células
endoteliales), no solo consumen energía, sino que además pueden jugar un rol activo en el
flujo de los sustratos energéticos hacia las neuronas. Los atrocitos son células con aspecto
estrellado que forman parte de la neuroglia en los cuales se almacena el glucógeno en el
cerebro, aunque sus niveles son bajos, comparados con el hígado y el músculo.
La glucosa es una forma simple de azúcar que cumple una importante función en nuestro
organismo, ya que es la responsable de brindar energía a las células de nuestro cuerpo. A
nivel químico, la glucosa cuenta con seis átomos de carbono, doce átomos de hidrógeno y
seis átomos de oxígeno.
Para que la función primordial de la glucosa se lleve a cabo, el organismo necesita obtenerla
de los diferentes tipos de carbohidratos que consumimos a diario. Para ello, es fundamental
el rol que desempeñan el hígado y los riñones para sintetizar la glucosa a partir de los
carbohidratos.
Claro que para que esta forma de energía liberada en el torrente sanguíneo tenga acción
directa sobre las células de todo el cuerpo es necesario la presencia de insulina,
una hormona que es liberada por el páncreas, cuando sube el nivel de glucosa en la sangre,
es decir, luego de la ingesta de los alimentos.
Por ello, si consumimos muchos hidratos de carbono y azúcares con frecuencia, la cantidad
de glucosa en sangre será mucho mayor de lo recomendado, provocando primero un
aumento de peso por acumulación de grasa, y a la larga problemas más serios, como la
diabetes.
NIVELES ADECUADOS
Los niveles normales de glucosa en sangre en las personas que no padecen diabetes ni
ninguna otra enfermedad relacionada son de entre 70 y 100 miligramos de glucosa por
decilitro de sangre (mg/dl) cuando están en ayunas e inferiores a 140 mg/dl dos horas
después de ingerir alimentos. En el caso de los diabéticos, depende de cada caso concreto,
pero es más alta; se han establecido unos niveles óptimos que van de 80 a 100 mg/dl en
ayunas, y también inferiores a 140 mg/dl dos horas después de comer.
Por eso, los niveles de glucosa en sangre resultan útiles a la hora de determinar si una
persona tiene o no diabetes. Para conocer esos niveles existen una serie de pruebas, como
la realización de un examen de orina (en el que se busca la presencia de glucosa o
cetonas), otra sencilla prueba de punción del dedo mediante un glucómetro, que mide la
cantidad de glucosa, aunque no suele ser suficiente, o un análisis sanguíneo en ayunas,
que es la prueba idónea. También se puede realizar un análisis de sangre aleatorio, en
cualquier momento del día independientemente de si se han ingerido alimentos o no, o una
prueba de tolerancia a la glucosa oral (en la que, tras ayunar durante un lapso de tiempo
de al menos 8 horas, se administra una dosis de glucosa para proceder a la realización de
un análisis sanguíneo basal, a la hora y a las dos horas).
En caso de que los resultados obtenidos mediante estas pruebas resulten anormales, ya
sean demasiado altos o demasiado bajos, podría haber alguna enfermedad. En caso de
que sean superiores a lo que deberían, aparte de diabetes podrían haberse producido por
algún otro problema de salud. Los más comunes en estos casos son el hipertiroidismo o
tiroides hiperactiva (por la cual la glándula tiroides produce una cantidad excesiva de la
hormona tiroidea), el cáncer de páncreas u otros tumores, la pancreatitis (que se caracteriza
por una hinchazón e inflamación del páncreas), o estrés generado por diversas causas
(como traumatismos, accidentes cerebrovasculares o cirugías).
Por el contrario, si los niveles de glucosa en sangre son inferiores a lo esperado y a los
valores que se consideran normales, estamos ante un caso de hipoglucemia. Puede
deberse también a varias causas. Los diabéticos llegan a experimentar esta afección en
ciertos momentos de su rutina, o si han consumido demasiada insulina o una dosis elevada
de otros medicamentos antidiabéticos, pero también puede darse en aquellas personas que
padecen alguna enfermedad renal o hepática, que se hayan sometido a algún tipo de cirugía
para adelgazar y hayan experimentado una pérdida de peso, que realicen ejercicio vigoroso
o que hayan tenido un ayuno muy prolongado antes de realizar los análisis.
Por otro lado, una gran cantidad de azúcar también disminuye la capacidad de los glóbulos
blancos de combatir infecciones haciendo que el cuerpo sea más vulnerable a las
enfermedades. Con el tiempo, la glucemia elevada causa problemas en ojos, nervios, vasos
sanguíneos, hígado, corazón, riñones y una buena parte de nuestros órganos.
3. La vía del 6 fosfogluconato, una ruta metabólica para la producción de poder reductor
en la forma de NADPH, para la síntesis de ácidos grasos y esteroides.
La síntesis de glucosa 6 fosfato a partir de glucosa, está catalizada por dos enzimas
diferentes:
La hexocinasa una enzima de bajo Km, 0.2 mM, la cual es inhibida por el producto de la
reacción que puede fosforilar además otros monosacáridos diferentes a la glucosa, como
fructosa y manosa, y la glucocinasa, una enzima que no sufre inhibición por producto, y es
exclusiva del páncreas e hígado, con un Km de 5 – 10 mM.
http://www.imujer.com/salud/2007/07/05/%C2%BFque-es-la-glucosa
of Diabetes : http://www.niddk.nih.gov/health-
information/informacion-de-la-salud/diabetes/guia-para-personas-
diabetes-tipo-1-tipo-2/Pages/lowglucose.aspx
http://www.iqb.es/nutricion/indices%20glucemicos/indice01.htm
http://www.imujer.com/salud/2011/05/14/alimentos-que-contienen-
glucosa