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ARTE PRECOLOMBINO (Mesoamérica)

*CRONOLOGÍA
- Período u horizonte formativo (preclásico) 3 000ane- 200ane
- Período u horizonte teocrático (clásico) 200ane- 900ne
- Período u horizonte militarista (posclásico) 900ne- 1519ne

En el periodo preclásico pueden apreciarse ya algunos de los rasgos del desarrollo pleno de la


civilización precolombina. En ese periodo temprano América estaba conformada por jefaturas
tribales aisladas y reinos pequeños cuyas respectivas culturas se desarrollaron, en su mayor
parte, independientes unas de otras. Sin embargo, existen pruebas de la amplia difusión de
algunas ideas religiosas y motivos visuales.
Durante el periodo clásico se desarrollaron imperios muy complejos. Sus dirigentes eran
generalmente sacerdotes, en lugar de los sacerdotes-guerreros que gobernaron las
civilizaciones posclásicas, y las culturas se difundían o asimilaban más rápidamente. Las
conquistas y el comercio extensivo produjeron una riqueza que se utilizó para la construcción
de centros ceremoniales o ciudades, así como para la creación de efectos personales cada
vez más lujosos y objetos funerarios o rituales de gran calidad.
El periodo posclásico se caracteriza por las frecuentes guerras provocadas por presiones
socioeconómicas como el aumento de la población y el desarrollo técnico.

*CARACTERÍSTICAS GENERALES//RASGOS CULTURALES.


Las civilizaciones precolombinas eran principalmente agrícolas. El cultivo del maíz se convirtió
en el alimento principal en Mesoamérica.
La religión fue primordial en la configuración y el desarrollo de la cultura precolombina. Sin
embargo, las creencias y ritos religiosos estaban muy condicionados por preocupaciones
relacionadas con la fertilidad de la tierra y la productividad de las cosechas que suelen dominar
las sociedades agrícolas. Gran parte del arte precolombino está relacionada con la
astronomía, a través de la cual los indígenas americanos establecían las épocas más
apropiadas para plantar y recoger la cosecha. El hombre debía mantener a los dioses a través
de su sacrificio, de ahí la proliferación de sacrificios humanos, para mantener felices y
tranquilos a los dioses. Era una religión politeísta basada en 4 dioses fundamentales: el jaguar
(tierra), Quetzalcóatl (viento), Tláloc( agua), Huehuetléolt( dios viejo del fuego).
Se desarrollaron dos tipologías urbanas. Una era el centro ceremonial, de estructura compleja
constituida principalmente por edificios religiosos y administrativos que se construían alrededor
de plazas y que carecía de viviendas y calles. Se cree que en estos centros solamente vivían
los gobernantes seglares y religiosos con sus cortes, mientras que la mayoría de la población
residía en granjas pequeñas en una zona suburbana circundante. La otra tipología, similar a lo
que conocemos actualmente como ciudades, tenía calles que separaban las residencias de las
diferentes clases sociales, así como templos y edificios administrativos orientados hacia la
plaza central. Tanto los complejos ceremoniales como las verdaderas ciudades servían como
centros religiosos, gubernamentales y comerciales.

ARQUITECTURA
Las técnicas de construcción precolombinas eran rudimentarias. La mayor parte de las
estructuras se construían con el sistema de pilastra y dintel o de vigas horizontales sin arcos,
aunque la cultura maya de Mesoamérica empleó el arco falso o bóveda de piedra salediza, que
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consiste en colocar una piedra sobre otra para conseguir una forma de arco. Utilizaban más
herramientas de piedra que de metal, y tanto el transporte como la construcción de edificios
como las pirámides, palacios, tumbas y templos sobre basamentos escalonados, se llevaban a
cabo manualmente sin ayuda de ningún tipo de maquinaria.
La pirámide precolombina era considerada como algo diferente a su equivalente egipcia, ya
que no estaba construida con fines funerarios sino como residencia de una deidad. Las
pirámides tenían gran importancia cívica y cultural. Para hacerlas aún más monumentales e
incrementar así el prestigio del gobernante, muchas de las pirámides mesoamericanas se
reconstruían periódicamente sobre una estructura ya existente si bien esta práctica se
relacionaba con cada cambio de era y se conmemoraba construyendo una pirámide nueva
encima de las anteriores.

ESCULTURA
La mayor parte de las esculturas precolombinas que se conservan son figurillas de barro o
arcilla y efigies con forma de vasija. También las esculturas de piedra se desarrollaron en esta
zona, en forma de estelas, esculturas exentas, altares, etc.

PINTURA
Se han encontrado restos de enormes pinturas murales. Tanto las paredes interiores como las
exteriores de los edificios se cubrían con una capa gruesa de estuco en la que se pintaban
diseños decorativos o escenas narrativas. En Bonampak y Chichén Itzá los mayas y los
mayas-toltecas pintaban el interior de los templos con frescos realistas en los que
representaban hechos históricos.
La refinada habilidad para la pintura y el dibujo de muchos de los pueblos precolombinos
puede apreciarse en la escritura pictográfica de los códices mayas y aztecas. Las páginas de
estos libros, hechas de piel de venado, fibras vegetales o cortezas de diferentes árboles, y
plegadas a manera de biombo, estaban cubiertas con figuras y símbolos de gran riqueza
cromática y meticuloso dibujo que registraban hechos históricos o mitológicos.
También se encuentran muestras de la pintura precolombina en la decoración de vasijas. La
cerámica maya cuenta con algunos de los ejemplos más excepcionales sobre diseños y
técnica.
Muchos de los objetos procedentes de excavaciones precolombinas están relacionados con lo
funerario y tienen una función más utilitaria o ceremonial que decorativa.

CERÁMICA
De todo el mundo precolombino son los objetos de cerámica los que en mayor número han
llegado hasta nuestros días. Se hacían objetos de cerámica y arcilla tanto a mano como
utilizando moldes para luego decorarse con diseños estampados mediante un bloque de
terracota o piedra, relieves o bajorrelieves y diferentes técnicas de pintura y pulido. Aunque
existen algunos ejemplos de cerámica policromada, la mayor parte estaba pintada con uno o
dos colores o se dejaba sin pintar.

CARACTERÍSTICAS
Anterior al período preclásico o formativo puede hablarse de dos etapas anteriores. La etapa
prehistórica, de la que solo se encontraron objetos de arte en el altiplano mexicano, adornados
con temas comunes al paleolítico superior. La segunda etapa fue la etapa arcaica en la que se
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inicia la selección, domesticación y cultivo de las primeras plantas. Pero es a partir del período
preclásico donde realmente se desarrollan las civilizaciones precolombinas.

*PERÍODO (HORIZONTE) PRECLÁSICO (FORMATIVO)


Dentro de este período estas dos civilizaciones (Tlatilco y Cuicuilco) son llamadas
civilizaciones arcaicas.

*TLATILCO
Se han encontrado estatuillas huecas de arcilla que son, probablemente, las primeras de
Mesoamérica y se cuentan entre los mejores ejemplos de escultura en cerámica
mesoamericana. La cultura indígena de Tlatilco produjo también una gran cantidad de
estatuillas de mujeres, generalmente desnudas con elaborados peinados y una ornamentación
corporal muy detallada que se conocen genéricamente como venus. Los rasgos femeninos
exagerados de su anatomía parecen indicar que se utilizaban como símbolos de la fertilidad
tanto para la fecundidad humana, como para la de la tierra puesto que se enterraban en los
campos de cultivo. Se hacía de barro y con una técnica llamada pastillaje. Otro tipo frecuente
es la mujer que amamanta al niño, el acróbata que camina sobre sus manos, el hechicero con
barba cerrada, niños, así como mujeres que cargan animales. Son muy extrañas las figuras de
hombres en ese tipo de cerámica de Tlatilco. La estructura de las estatuillas es bastante
simétrica y en estas se ve cierto naturalismo en las facciones y en las partes del cuerpo. Entre
estas estatuillas no se pueden encontrar dos idénticas. El encanto de estas esculturillas reside
en la gracia y delicadeza, en la armonía de sus siluetas
También se han encontrado enterramientos diversos, acompañados por cerámicas de gran
tamaño, de boca ancha y policromas. Diseñadas con incisiones y adornadas con formas
geométricas. Las vasijas antropomorfas y zoomorfas hablan de ritos mágicos practicados para
fertilizar los campos y obtener éxito en la caza y la pesca. Junto a los enterramientos se han
encontrado ofrendas usuales como vasijas cerámicas para alimentos y bebidas, así como
joyas, hachas y figurillas femeninas.
También las representaciones duales eran bastante abundantes. Cuerpos humanos con dos
cabezas, o representando la mitad del cuerpo la muerte y la otra mitad la vida eran muy
comunes y tenían un significado mítico. El culto a los muertos estaba muy desarrollado.

*CUICUILCO
Se han encontrado restos de lo que parece ser el primer plano de urbanismo organizado de
Mesoamérica. Se encontró una pirámide de base circular, compuesta de una sucesión de
conos truncados superpuestos y construida mediante una combinación de grandes bloques de
piedra y adobe, sin amalgama entre ellos, en cuya cúspide había varios altares. Tiene 150m de
diámetro y 21 m de altura. De un lado hay una escalinata y del otro una rampa. Alrededor se
han encontrado enterramientos lo que apoya la teoría de que era un lugar de culto al dios del
viento.

*OLMECAS
Instalados en la región costera central del golfo de México, los olmecas desarrollaron la
primera civilización mesoamericana importante, entre aproximadamente el 1500 y el 600 a.C.
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El poder político y religioso recaía sobre un único gobernante. Que supuestamente era
descendiente del dios del fuego, por lo que se le consideraba semi - divino. A partir de él la
sociedad estaba estratificada en clases. Existía una red comercial bastante desarrollada.

ARQUITECTURA
Se desarrollaron grandes centros ceremoniales como La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo.
Situados generalmente en islas —o en elevaciones del terreno que se transforman en islas
durante la temporada de lluvia— los centros ceremoniales de esta época consisten
esencialmente en plataformas y basamentos hechos de tierra compacta o, en algunos casos,
de adobe o bloques de arcilla secados al sol. Pero de los templos y palacios que debieron
levantarse encima de los montículos —simples chozas hechas de materiales perecederos— no
quedan huellas.
La Venta, que es la capital administrativa y ceremonial más conocida de esta cultura, está
planificada siguiendo un eje norte-sur. En el centro de esa disposición axial de templos,
plataformas y plazas se construyó una pirámide rectangular con tierra apisonada de 30 m de
altura por 130 m de diámetro, que es una de las primeras de Mesoamérica, que poco a poco
fue rodeada por construcciones más bajas siguiendo el eje norte-sur. Aparte de los montículos
semiesféricos que rodean la gran pirámide, el conjunto se cierra al norte con una pirámide
escalonada, la primera en Mesoamérica, frente a la cual se levanta una amplia explanada
artificial hecha en adobes. Dentro del basamento escalonado que limita el conjunto se han
encontrado tres tumbas, una de ellas formada por columnas basálticas y otra que contenía el
único sarcófago monolítico conocido en Mesoamérica. La pirámide tenía una escalera de
acceso y en la cima un templo para que los sacerdotes oficiaran las ceremonias.

ESCULTURA
Encontramos esculturas en grandes bloques de piedra de basalto y andesita, y finos trabajos
de pequeñas hachas y figuritas labradas en jadeíta y obsidiana. Es un arte oficial, propio de
una sociedad muy desarrollada, donde se ha fomentado la aparición de artesanos de
dedicación completa sumamente especializados en distintas tareas. La escultura monumental
pertenece al ámbito de los centros ceremoniales.
Las famosas cabezas colosales de La Venta y Tres Zapotes alcanzan 3 metros de altura por 3
de diámetro y hasta 65 toneladas de peso. Son representaciones de hombres con nariz
achatada y labios gruesos, cubiertos con una especie de casco circular, pero ninguna cabeza
es idéntica a la otra. La parte trasera se adornaba con símbolos de jaguar entre otros. Estas
cabezas, por su realismo, parecen retratos.
Los altares son composiciones iconográficas labradas sobre bloques paralelepípedos de
piedra en uno de cuyos lados aparece un nicho del que emerge una figura antropomorfa.
Tienen dimensiones monumentales y al ser construidas en un solo bloque se les llama
monolitos. El altar en sí representaba al dios mismo y en su interior estaba representado un ser
humano saliendo al exterior.
Se erigieron estelas de piedra o lápidas de roca aisladas, posiblemente para conmemorar
hechos significativos, y se grabaron con inscripciones de símbolos iconográficos, precursores
de la escritura mesoamericana posterior. Las estelas son bloques alargados tallados por un
lado con personajes de alto rango, con el objetivo de rendirles tributo. También ayudaban en la
comunicación.
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Se han descubierto relieves de gran tamaño y detalle que representan deidades o hechos
mitológicos, al igual que estatuillas de basalto y de jade talladas de modo exquisito. Los
relieves encontrados de sacerdotes cargando a bebés – jaguar demuestran un absoluto
desconocimiento de la proporcionalidad y la perspectiva. Las esculturas de sacerdotes son
bastante hieráticas, mientras otras, como las de boxeadores o luchadores son mucho más
naturalistas. También se han encontrado representaciones de conjuntos de estatuillas de
terracota que representan cultos o ceremonias.
Las figuras y hachas antropomorfas también se elaboraban. Eran figuras cerradas y que solo
cuidaban los detalles de la cabeza, descuidando los otros rasgos y formas como las manos y
los pies.
Se han encontrado grandes cantidades de máscaras, sobre todo las rituales. Algunas eran de
gran tamaño y otras eran utilizaban por los sacerdotes que oficiaban las ceremonias religiosas.

A pesar de su importancia, la escultura no se combinó con la arquitectura como en


civilizaciones mesoamericanas posteriores.
El arte olmeca, como el de los mayas, se caracteriza por un alto grado de naturalismo.
Predomina lo curvilíneo por encima de lo rectilíneo, lo cual crea formas rítmicas y fluidas, que
parecen mantener una armonía con un entorno tropical.

CERÁMICA
La cerámica se caracteriza por los vasos escultóricos, cilíndricos, platos de fondo plano y ollas
globulares de cuello recto, decorados con motivos incisos o raspados y por figurillas, algunas
antropomorfas con cara de niño. Algunas piezas son macizas y están modeladas a mano, a la
manera del periodo formativo, y otras, de arcilla blanca, están huecas y representan los rasgos
faciales del llamado niño-jaguar.

PERÍODO CLÁSICO (TEOCRÁTICO)


*TEOTIHUACÁN
A unos 40 km al noroeste de la ciudad de México se encuentra Teotihuacán (Lugar de los
dioses). Allí se desarrolló la primera civilización auténticamente urbana de Mesoamérica. En
Teotihuacán se desarrolló una estética clásica, basada en el orden y el refinamiento. Las
mejoras en las técnicas agrícolas, basadas fundamentalmente en la canalización de las aguas,
hicieron posible una gran concentración de población que serviría de sostén económico de la
ciudad y de mano de obra para las grandes construcciones públicas.
La amplia Avenida de los Muertos con las grandes pirámides del Sol y la Luna constituían un
eje monumental, en torno al cual se levantaban construcciones palaciegas y templarias,
mientras las áreas habitacionales se situaban en los barrios de las afueras (Atetelco, Tetitla,
Tepantitla).
La elegancia austera y el diseño estilizado caracterizan el arte monumental, que produce el
efecto de una serena sencillez y una noble grandeza. Los edificios, por ejemplo, se diseñaron
con el sistema de tablero sobre talud formando plataformas escalonadas. Mediante este
sistema de construcción se lograba controlar y unificar totalmente los elementos horizontales y
los verticales, así como las partes salientes y las recesivas, los efectos de luz y sombra,
además de la ornamentación ilustrativa y geométrica.

ARQUITECTURA
La arquitectura de Teotihuacán es de escala monumental y está estrechamente relacionada
con el urbanismo. La planificación urbanística de la ciudad no sólo se encuentra en el centro,
sino que toda ella responde a un orden muy preciso. Además del eje principal de la ciudad, que
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corre de norte a sur, la avenida Este (este-oeste) divide el centro en cuatro partes. La ciudad se
extiende por 20 km2. Las grandes pirámides del Sol y la Luna, el templo del Quetzalpapálotl y
la Ciudadela son los elementos más característicos.
El carácter cortesano de las construcciones se pone de manifiesto con la gran importancia que
adquiere la Ciudadela. Se trata de una enorme plataforma de 400 m de largo que sostiene
pirámides, templos y altares. Al fondo del patio principal se levanta el palacio de Quetzalcóatl,
una estructura de seis cuerpos con tablero-talud, que más tarde se ornamentaría con imágenes
de los dioses Quetzalcóatl (la Serpiente Emplumada) y Tláloc (dios de la lluvia) y con
numerosos elementos marinos y conchas.
Los palacios de Teotihuacán estaban organizados alrededor de plazas y constituyen algunos
de los ejemplos más impresionantes de edificios residenciales precolombinos. Eran cerrados al
exterior y solamente tenían puertas interiores. Presentaban varios patios que tenían templos y
donde desembocaban las demás habitaciones. La disposición interna de estos edificios estaba
perfectamente planificada. Las plantas eran muy complicadas y los rodeaban muros que los
aislaban del interior. Ejemplo: Palacio de Quetzalpapalot o de los Caracoles Emplumados.
La utilización del sistema constructivo tablero/talud para cubrir los edificios alcanzó en
Teotihuacán su máxima expresión difundiéndose después por toda Mesoamérica. Los
materiales básicos de construcción eran de origen local. El estilo geométrico y severo
manifestado en su planificación y en el revestimiento de sus edificios fue suavizado por los
relieves y murales que los cubrían. Las construcciones neurálgicas de la ciudad eran sagradas.
Toda la capital fue concebida como un proyecto sagrado, el centro cósmico donde se creó el
mundo que habitamos. Los barrios de las afueras constituían verdaderos conjuntos de
apartamentos unifamiliares. Las habitaciones se disponían hacia el patio interior y las paredes
exteriores eran altas. Los edificios fueron estucados y pintados de vivos colores, mientras el
interior era decorado con murales de gran riqueza técnica y simbólica.

La Pirámide del Sol se erigió entre los años 50 y 200. Está construida con adobes recubiertos
de piedra y alcanza una altura de 61 metros. Fue la primera en construirse y determinó la
disposición de la ciudad. Se compone de cinco cuerpos construidos con el sistema de talud
sobre tablero que flanquean una escalera ceremonial que conduce a su cima, donde se alzaba
un templo. Está orientada al este, por lo que el sol se pone exactamente frente a ella en el
solsticio de verano. El núcleo es de adobe, pero fue revestida de estuco y piedra, con frisos y
relieves de carácter geométrico ornamental y motivos humanos muy estilizados.
La Pirámide de la Luna tiene 42m de altura y está erigida con el sistema de tablero sobre
talud. Tiene una amplia escalinata de 4 cuerpos enmarcada en alfardas. Se supone estaba
dedicada a la diosa de la lluvia Chalchutlicue. En la parte superior debió tener un templo para
oficiar ceremonias religiosas.
Pirámide o Palacio de Quetzalcóatl: está en medio de La Ciudadela de Teotihuacan. Está
adornada con bajo y alto relieve con imágenes de Quetzalcóatl (la serpiente emplumada) y
Tlaloc (la diosa de la lluvia). La alfarda de la escalera está adornada también con grandes
cabezas de Quetzalcóatl. Estaba completamente estucada con brillantes colores. También
tenía incrustaciones de conchas y otros elementos marinos. En sus alrededores se han
encontrado restos de sacrificios y objetos rituales.
La Calzada de los Muertos: es el eje principal de la ciudad de Teotihuacan y tiene dirección
sur – norte. Se corta ortogonalmente con la Calzada Este – Oeste, por lo que la ciudad se
divide en 4 partes. A su alrededor se colocan los edificios más importantes teotihuacanos.

PINTURA
Era en su mayoría mural, se hacía con la técnica al fresco o al seco (arena de cuarzo que se
pule).
Los ejemplos mejor conservados de pinturas murales son los frescos que decoran el interior de
los palacios de Teotihuacán. Se distinguen tres estilos de murales: diseños decorativos de
significado simbólico, estilizadas imágenes conceptuales de deidades y criaturas mitológicas y
escenas narrativas en una línea más realista que abstracta o esquemática.
La pintura ejemplifica muy bien la concepción sagrada de la ciudad. Las escenas están
presididas por figuras de dioses o por sacerdotes ataviados con sus atributos.
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El más representado es el dios de la lluvia, Tláloc, protagonista de numerosas ceremonias


relacionadas con la tierra y la fertilidad. El Tlalocan, o paraíso del dios Tláloc, es el mural más
conocido. Situado en el barrio de Tepantitla nos muestra a quienes se hallan en ese paraíso
disfrutando felices de los dones de la naturaleza. Es de dimensiones monumentales y se
representan las personas en actitudes felices y relajadas, como se dijo de disfrute. Es una
pintura policroma, con colores muy intensos y brillantes. Pero no hay concepción de volumen y
se observa desconocimiento en cuanto a perspectiva.
Los Coyotes Con Penachos Emplumados es una pintura que está en el Palacio de Atetelco.
Esta hecha con variaciones de un mismo color, son variaciones muy planas y las figuras
carecen de volumen. La línea es fuerte y definida. Tenía objetivo religiosos como la gran
mayoría de las pinturas de la civilización teotihuacana.
Otras pinturas arrojan información sobre otros dioses, sobre el calendario, el comercio y las
actividades guerreras. Pero todas tienen las mismas características generales, colores
brillantes pero planos. Ausencia del uso de la perspectiva y desconocimiento de la volumetría.
Todas eran rítmicas y con muchos objetos simbólicos.

ESCULTURA
En términos generales podríamos decir que se limita a reforzar el mensaje ideológico de las
elites. Son geométricas y de apariencia pesada. Se conservan unos pocos ejemplos
monumentales de escultura en piedra. De estas esculturas la más famosa es un monolito
arquitectónico dedicado a la diosa del agua, de la fecundidad y del maíz Chalchiuhtlicue. Esta
escultura es más arquitectónica que escultórica, porque mantiene la adaptación al marco, es
casi un bloque de piedra levemente trabajado con relieves geométricos.
Pero los ejemplos más característicos del tallado en piedra en Teotihuacán son las estilizadas
máscaras antropomorfas. Se conservan excelentes máscaras realizadas en piedras duras,
como el ónice, la diorita y las serpentinas, enriquecidas con mosaicos de coral y obsidiana.
Aunque todas las máscaras están descontextualizadas parece que existe un acuerdo respecto
a su carácter marcadamente funerario. Tuvo un gran desarrollo el arte lapidario.

CERÁMICA
Fue uno de los elementos más característicos de la cultura teotihuacana. Una vez cubiertas las
piezas por una fina capa de estuco se pintaban sobre ellas temas geométricos y escenas
naturalistas que incluían dioses, sacerdotes, jeroglíficos, animales y plantas. El tipo más
difundido fue el cilindro trípode (una vasija de caras planas apoyada en tres vástagos planos)
con tapadera, decorado con pintura, relieve e incisión. La cerámica llamada ‘naranja fina’
(cerámica anaranjada de moldeado fino y delicado) alcanzó una gran difusión utilizándose
como elemento de cambio hasta los confines del Imperio.
Los objetos ceremoniales estaban hechos con una cerámica recubierta con una capa delgada
de estuco que se trabajaba con la técnica del campeado y se pintaba después de modo
parecido a los murales de los edificios ceremoniales.
Además se ha encontrado un tipo de cerámica antropomorfa, realizada a molde, que
representa hombres desnudos en actitud de movimiento o sentados a la manera oriental. Su
rostro es triangular, con deformación craneana, predominando la concepción lineal del cuerpo.
También crearon figurillas, muchas de ellas retratos de gente de la época y otras
representaciones de los espíritus de los muertos. Entre estas figurillas puede resaltarse gran
cantidad de piezas de formas y usos muy diversos. Ejemplo los incensarios, figurillas
articuladas y mascaritas.

*MAYAS
La civilización maya dominó el sur de Mesoamérica durante la segunda mitad del primer
milenio de nuestra era. Sus manifestaciones abarcan todas las técnicas y materiales
imaginables y se extiende en el tiempo durante más de dos mil años. El arte maya hunde sus
raíces en la cultura olmeca y recibe posteriores influencias de Teotihuacán y Tula. Nos
encontramos, pues, ante un arte mesoamericano que participa de sus mismos patrones y
concepciones.
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La base económica de los mayas era la agricultura que era intensiva, por lo que desarrollaron
un sistema de irrigaciones y riego para los cultivos muy adelantado para su tiempo. Además de
recolectar lo sembrado cazaban y pescaban. Tenían una especie de lenguaje el mayense que
era el tronco de la lengua maternal y variaba según la zona en que se hablara. No formaron un
imperio aunque sí estaban organizados en ciudades – estado con una ubicación determinada.
La sociedad estaba estratificada. Con un jefe máximo que era la cabeza del gobierno seguido
por el consejo de sacerdotes y el resto de la población organizada según su rango. Tenían una
religión politeísta muy complicada. Tenían grandes conocimientos matemáticos que le
permitían estudiar con precisión los fenómenos que tenían lugar en la naturaleza.

ARQUITECTURA
Ninguna otra civilización precolombina igualó a los mayas en la variedad y calidad de su
arquitectura. Los emplazamientos mayas clásicos se fundaron en un principio en las zonas de
las tierras bajas tropicales. Comparados con la cultura de Teotihuacán, dichos emplazamientos
parece que prestaron mayor atención a los aspectos ceremoniales y dedicaron menos interés a
los urbanos. La mayoría de las ruinas mayas están en México y Tikal es el mayor de todos los
centros ceremoniales mayas.
Su arquitectura se caracteriza por un sentido exquisito de la proporción y el diseño, así como
por su refinamiento estructural y la sutileza de los detalles.
Los mayas utilizaron la escultura más ampliamente en la decoración arquitectónica que todas
las demás civilizaciones precolombinas. También construyeron caminos pavimentados que
conectaban los centros administrativos y religiosos más importantes. Se cree que se utilizaban
sobre todo para procesiones ceremoniales y como símbolo de lazos políticos.
Los materiales de que dispusieron los arquitectos mayas fueron la piedra caliza para los sillares
de revestimiento y tierra, cascajo y lajas de piedra para el relleno de los núcleos y basamentos,
obteniendo cemento para la sujeción del carbonato cálcico. La madera de caoba y zapote
proporcionaba materiales para los dinteles de las puertas, los refuerzos para las bóvedas, así
como andamios, escaleras y rodillos que facilitaban el trabajo.
El logro técnico más característico fue la falsa bóveda, que no es otra cosa que dos muros que
se juntan en la parte superior por aproximación de hiladas de piedras. El estuco se usó para
enlucir pavimentos, paredes y esculturas, y se obtenía mezclando la cal con agua en una
solución de goma vegetal. El enorme peso de las bóvedas y las cresterías (muros de
mampostería que se alzaban sobre ellas) obligaba a aumentar el grosor de las paredes y a
reducir los vanos.
Existe una aparente desestructuración pero la ciudades estaban orientadas hacia los puntos
cardinales. Se aprovechaban sobremanera las características topográficas y las construcciones
se amontonaban en montículos. Había Acrópolis con edificios civiles y religiosos. Las plazas
eran rectangulares y tenían templos alrededor. También había Necrópolis y el espacio urbano
estaba estructurado o definido por estelas y altares.
En la región del Petén se encuentran dos de los principales centros mayas: Tikal y Uaxactún,
emplazados en medio de una exuberante vegetación. El primero fue el mayor de todos los
centros ceremoniales y su arquitectura sobresale por su sentido de la proporción, el
refinamiento estructural y la sutileza de los detalles.

- Arquitectura Religiosa.
Se caracteriza en general por los templos sobre pirámides escalonadas formadas por el
sistema de tablero sobre talud y sin alfardas. El templo usualmente dividido en dos
habitaciones, una puerta de entrada y en el techo una crestería estucada con objetivo
netamente decorativo. Perseguía un espíritu de ascensión y los estilos de la cresta variaban
según la zona.
La región del Usumacinta posee inmensas acrópolis, y destaca por la decoración en estuco y la
sensación de ligereza que le imprimen sus amplios pórticos y las figuras de las fachadas. Una
de las ciudades fundamentales fue Palenque donde se alza el Templo de las Inscripciones, una
pirámide que en su interior se encuentra la tumba funeraria más suntuosa que construyeron los
mayas. El templo de las Inscripciones toma su nombre de los tres grandes paneles de escritura
jeroglífica que adornan el santuario que se alza en la cúspide, elevado sobre una pirámide
escalonada de nueve cuerpos. Los elementos arquitectónicos y los relieves de estuco tienen un
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enorme valor simbólico que informa sobre las creencias religiosas de los mayas del periodo
clásico. Unas escaleras coronadas con el arco o falsa bóveda maya descienden hacia la cripta,
ubicada en la base del edificio. En ella se esconde la lápida sepulcral y se encontraron
ofrendas funerarias.
La Pirámide del Adivino en Uxmal esta hecha en forma de cuadrángulo. Es menos escalonada
y los lados están redondeados. Se planta es ovoide y alcanza una altura de 20m.
En el Templo de Cobá el absoluto protagonismo lo tiene la larguísima escalera y se encuentra
en uno de los más antiguos centros mayas, el Centro de Cobá.
El Juego de Pelota está organizado a partir de una plaza central, tiene 6 marcadores y un aro
por donde pasaba la pelota. Existían atuendos especiales para jugar y era considerado un
juego sagrado en el que el vencedor era sacrificado en tributo a los dioses. Este juego era
uno de los rituales mayas más importantes, era practicado en un recinto que se edificaba en la
mayoría de los centros ceremoniales. Se jugaba entre dos equipos que tenía que lograr pasar
la pelota por un arco sin tocarla con las manos.
- arco o falsa bóveda maya: hileras de piedras que van de una pared a otra y se cubre con
piedras. Es un sistema estático y por tanto los macizos, las paredes son más gruesas y los
pasillos son estrechos y poco iluminados.
La construcción más importante de Labná es un arco (en realidad una puerta monumental),
profusamente esculpido por ambas caras con bajorrelieves, por el que se accedía a un patio
rodeado de edificios, que se encuentran muy mal conservados. Es una excepción de arco con
fin decorativo. Tiene una curvatura suave, adornado con cresterías, grecas escalonadas y otras
decoraciones simbólicas.

- Arquitectura Civil
El Palacio de Palenque es la construcción más importante de esta ciudad. Tenía una planta
rectangular o cuadrada con escalinata de acceso y sobre un estilobato relativamente alto.
Habitado por los cabeza de Estado. Tiene una serie de patios interiores alrededor de los cuales
se acomodaban las demás habitaciones. Formado además por un conjunto de aposentos,
patios y galerías, sobre las que destaca la famosa torre de tres pisos unidos por una escalera
interior. Presenta una torre cuadrada que podría ser un mirador u observador astronómico. La
arquitectura de esta ciudad es más humanista, menos monumental. El palacio estaba
totalmente decorado con relieves de estuco.
La Entrada al Cuadrángulo de las Monjas presenta falsa bóveda o arco y forma el cuadrángulo.
El friso está decorado con fragmentos de piedra que forman una especie enrejillado en forma
de mosaicos y relieves. Es un conjunto formado por cuatro edificios sobre una plataforma, que
en conjunto crean un complejo de recintos y patios. Todo el edificio está decorado con
máscaras del dios Chac. Los edificios varían su decoración según el punto cardinal a donde
estuvieran orientados.
En el Palacio Codz Pop se observa el uso de mascarones de curativos. Es un edificio colocado
sobre un basamento escalonado, con escaleras de acceso. Tiene dimensiones monumentales.
En el Palacio de Sayil se observa un elemento distinto, el uso de columnas con objetivo
netamente decorativo. El palacio se desplanta en 3 secciones. Tiene enromes escalinatas y
está adornado con relieves y mosaicos.
La Escalera de los Jeroglíficos en Copán es una gran escalera monumental para acceder a un
templete superior, hoy desaparecido. La escalinata se organiza en un solo tramo de noventa
peldaños y diez metros de anchura, contando los muretes de contención laterales. En la
contrahuella o tabica de cada peldaño se esculpieron más de 2500 jeroglíficos. En el centro de
la rampa se disponían grandes estatuas de bulto redondo, unas figuras hieráticas sentadas
como referencia para la ascensión a la parte superior. Esta escalera se alzaba en el lateral de
una gran plaza, en un lugar preeminente, lo que puede confirmar que el templete al que se
ascendía era el centro o laboratorio de estudios astronómicos de Copán.

ESCULTURA
El arte maya es el más refinado y elegante de todos los desarrollados por las civilizaciones
precolombinas. Es digno y majestuoso, exuberante y sensual, y presenta una ornamentación
espléndida.
Incluye una gran variedad de manifestaciones: altares, estelas, lápidas, dinteles zoomorfos,
tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y marcadores de juego de pelota. Sus
principales características son la utilización del relieve, la monumentalidad en el tratamiento de
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los temas, el uso del color en el acabado superficial, la dependencia del ámbito arquitectónico,
la profusión de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de las líneas curvas y el
carácter abigarrado y escenográfico de la composición.
Las estelas con relieves figurativos e inscripciones son los ejemplos más característicos de las
esculturas conmemorativas exentas realizadas en piedra por los mayas.
Las estelas conmemorativas son magníficos trabajos entre ellas las de Tikal, Copán, y Cobán.
Se trata de enormes lajas de piedra clavadas verticalmente en el suelo, en las que los
escultores mayas tallaron en bajorrelieve imágenes del jubileo de sus reyes. Se erigían al
finalizar un periodo temporal concreto, cada cinco y cada veinte años, y en ellas, mediante
jeroglíficos, se narraban los acontecimientos más importantes del reinado. Hay muchos
trabajos excelentes, pero quizá la cumbre de la escultura maya sean los paneles de los
edificios de Palenque, donde se utilizó el estuco para crear relieves de gran complejidad que
decoraban los templos y palacios, como las célebres cabezas de la cripta de la pirámide de las
Inscripciones estos constituyen uno de los mejores ejemplos de cómo el hombre es capaz de
plasmar en piedra su universo religioso.
También se desarrollaron los altares con función religiosa. Tenían forma de tambor y se podían
identificar formas humanas, aunque no tan comúnmente como en las estelas.
Los altares y estelas variaban su forma según la zona, los de Copán, por ejemplo, eran
macizos y redondeados, mientras que los de Tikal eran planimétricos y por tanto había que
verlos frontalmente.
Además se dio un amplio desarrollo de las máscaras funerarias o mortuorias que variaban de
tamaño y material, podían ser de jade, de yeso, y otros muchos.

PINTURA
Aunque los restos que han llegado hasta nosotros son muy escasos, la pintura mural del
periodo clásico maya alcanzó una gran perfección técnica y una gran calidad artística, logrando
un difícil equilibrio entre el naturalismo de los diseños y la gravedad impuesta por el
convencionalismo de los temas. Aunque utilizan tintas planas carentes de perspectiva los
muralistas mayas supieron crear la ilusión del espacio. Para sugerir la perspectiva y el volumen
recurrían al fileteado de las figuras, la yuxtaposición de colores y la distribución de los motivos
en diversos registros de bandas horizontales. Los murales más importantes que se conservan
son los del sitio de Bonampak. Las pinturas ocupan la totalidad de las paredes de tres
habitaciones de un edificio y relatan acontecimientos bélicos que incluyen las ceremonias
preliminares a la batalla la batalla en sí y el sacrificio final. Existen fragmentos de antiguas
pinturas en Uaxactún, Palenque, Cobá y Chichén Itzá. También produjeron códices con
escritura jeroglífica.
Casi todos los edificios estaban estucado o pintados tanto interior como exteriormente.
También las cámaras mortuorias se adornaban con pinturas.
La pintura en general se caracterizaba por el uso de colores intensos como rojo, amarillo, azul,
verde, etc. El fondo era plano, con ausencia de paisaje. La línea es más libre y se observa un
mayor interés por la representación más naturalista, se logra incluso diferenciar un personaje
de otro. Se representan acciones de la vida real, lo que prueba esa intención de narrar, de dar
una espacio, lo que consiguen al disponer las pinturas en franjas superpuestas. Las pinturas
eran murales hechas al fresco.

CERÁMICA
Tallaban con maestría el jade, la madera, el hueso y las conchas, pero fue en los trabajos
realizados con arcilla donde más destacaron. Sus figurillas de un realismo extraordinario
(especialmente las provenientes de la isla de Jaina, Yucatán) y su cerámica policromada en la
que se representan escenas mitológicas o de la vida cotidiana (producida en champlevé,
Guatemala) se cuentan entre las mejores piezas de cerámica pintada precolombina.
La cerámica polícroma —asociada con el mundo funerario— fue la más extendida. La técnica
era similar a la de los murales aunque jugaron también con las posibilidades expresivas que les
brindaban el engobe y el pulimento. Suelen ser cilindros, platos y fuentes de distintas
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dimensiones donde la pintura cubría casi la totalidad de la superficie. Los perfiles de los dibujos
se realizaban en negro sobre un fondo monocromo, crema o anaranjado.
El otro estilo, del que se conservan muy pocos, llamado códice, recuerda la técnica utilizada
por los escribas mayas sobre las tiras de papel vegetal estucadas y pintadas.
Las figuras antropomorfas alcanzaron también una gran popularidad y perfección.
Las llamadas figuritas de la isla de Jaina (Campeche) incluyen una variada muestra de tipos
físicos diferentes. Hechas con diversas técnicas como el pastillaje, el añadido, horadadas en
diferentes formas y tamaños. Eran representadas en acciones comunes. A esta lejana isla
llegaban para enterrarse personajes ilustres de muy diversa procedencia, y los artesanos de la
necrópolis preparaban los ajuares que habían de acompañarles en su viaje al mundo de los
muertos.
La talla de las piedras semipreciosas, en jade y obsidiana, suponen una valiosa aportación al
arte maya. Figuras humanas, excéntricos y collares alcanzaron un grado de perfección que las
hizo ser incluidas en los ajuares de las tumbas más principescas.
Los trabajos plumarios también alcanzaron un gran desarrollo.

PERÍODO POSCLÁSICO (MILITARISTA)


Se llevan a cabo numerosas luchas y pugnas. Por la presión de grupos (toltecas, aztecas)
procedentes de la Gran Chichimeca por el norte de Mesoamérica a partir de siglo IX lo que
coincidió con la decadencia de los grandes centros del periodo Clásico: Teotihuacan,
Xochicalco, Monte Albán, Tikal, entre otros.
Esto originó una etapa de cambio cultural, el ascenso de una clase dominante de guerreros
organizados en órdenes militares de animales totémicos (coyotes, águilas y jaguares). El
período posclásico se caracteriza por una gran inestabilidad y por luchas políticas.
La mayor innovación del período consiste en la introducción de la metalurgia a través del
occidente y hacia el 900 d.C, procedente de Sudamérica. Esta se destina más a la
ornamentación de objetos que a su utilidad práctica.
La tendencia militarista aumenta adquiriendo las nuevas ciudades un carácter marcadamente
defensivo, expresado en sólidos recintos amurallados.
El poder se halla no sólo en una clase teocrática sino en un estamento guerrero, reflejado en la
concepción espacial de edificios religiosos.
*TOLTECAS
El pueblo tolteca creó una refinada cultura, que incluía conocimientos sobre la fundición del
metal, el trabajo de la piedra, la destilación y la astronomía. Su arquitectura y su arte reflejan
influencias de Teotihuacán y de la cultura olmeca.

ARQUITECTURA
En el Templo del Señor de la Aurora se ve una característica nueva que es el uso de una
columnata en algunos casos porticada. Presenta el tablero tolteca, que es un tablero sobre
doble talud. En el frente una gran escalinata que da acceso al templo de 2 espacios. El
vestíbulo y la celda, en esta última estaba la mesa ritual. En el nivel superior el techo estaba
sostenido por atlantes, figuras de hombres que sostienen el techo sobre sus cabezas como si
de columnas se tratase. Estaba adornado con relieves por todas partes. En una plataforma
cercana al templo, que cae perpendicularmente sobre el suelo, se encontraban también
relieves con temas religiosos.
El templo que se encuentra en la cima de la pirámide de Tlahuizcalpantecuhtli o de la Estrella
Matutina en Tula tiene unas columnas de 4,6 m de alto, modeladas como imponentes guerreros
rígidos, llamados atlantes, que guardan el recinto sagrado. Alrededor de la base de esta
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pirámide existen palacios y recintos ceremoniales, probablemente para la elite militar. Al pie de
la cara norte de la pirámide hay un elemento arquitectónico ideado por los toltecas que puede
haber servido para encerrar un espacio ceremonial secreto que se denomina coatepantli o
muralla de serpientes. El coatepantli consiste en un friso labrado en piedra que muestra una
sucesión de serpientes que persiguen y devoran esqueletos. Otro elemento arquitectónico
tolteca fue el tzompantli, o altar de cráneos, una plataforma baja, cercana a la pirámide
principal, provista de soportes para apilar o ensartar las cabezas cercenadas de los
sacrificados. El recio arte tolteca muestra una faceta de vigor en las formas que anuncian el
predominio del guerrero sobre el sacerdote, una visión que se mantendría a lo largo del
horizonte posclásico mesoamericano.

ESCULTURA
La escultura exenta está representada por los atlantes antes mencionados. Representan
guerreros y usualmente tenían una representación del sol en la espalda. Tenía rasgos muy
hieráticos y tenían forma de bloque. Eran también muy rústicos. Había otras figuras de atlantes
más pequeños que se realizaban en basalto. Tenían los mismos rasgos hieráticos e
inexpresivos.
Las esculturas más conocidas de los toltecas son los Chac Mool que representaban al
mensajero entre los hombres y los dioses. Es una figura humana que se representa recostada
con un disco de piedra entre las manos. Es una figura casi sin volumen y con un hieratismo
evidente. Es una representación poco naturalista.

CERÁMICA
En la cerámica se unía el barro con el plomo, lográndose así una tonalidad muy parecida al
bronce (cerámica plumbate) con lo que realizaba vasijas, mosaicos con formas de animales,
etc.

* MAYAS TOLTECAS
Según narraciones mítico-históricas posteriores, los toltecas invadieron la península de
Yucatán alrededor del 1000 d.C. y establecieron su capital en la ciudad maya de Chichén Itzá.
Una parte importante de la arquitectura e iconografía de este lugar refleja la fusión de la cultura
maya tardía con la cultura tolteca temprana. Algunos elementos arquitectónicos encontrados en
Tula, como las columnas con forma de serpiente que aluden a Quetzalcóatl (la serpiente
emplumada) y al Chac-mool (una figura reclinada que sostiene vasijas para las ofrendas en los
sacrificios) se repiten en Chichén Itzá. Hay frescos con imágenes del asentamiento de un grupo
tolteca. La calidad del diseño y del arte en Chichén Itzá es superior a los de Tula, lo cual refleja
el mayor grado de evolución de la capacidad artística de los arquitectos y artesanos mayas
además de la influencia que ejercieron sobre ellos las numerosas culturas con las que tuvieron
contacto.

ARQUITECTURA
Los edificios se colocaban sobre explanadas y la columna era utilizada ya como elemento de
sostén.
El Templo de los Guerreros es una de las más importantes construcciones de esta etapa. Está
articulado a partir de una columnata. Tiene un basamento escalonado de 3 pisos. En el frente
una enorme escalera apretada por alfardas.
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La fachada y la propia entrada del templo esta formada por columnas toltecas que son
serpentinas, o sea, la cabeza de serpiente en el piso y la columna es el cuerpo que termina en
el doblez de la cola que es la que sostiene el dintel. La entrada a este templo está decorada
con relieves de temas religiosos.
El Juego de Pelota, juego religioso de carácter simbólico, formado por dos muros paralelos de
83 m de largo y 9 de espesor, además de otro de 36 m. A 7 m del suelo sobresale en ambos
muros un anillo de piedra tallada en forma de dos serpientes entrelazadas. Durante el juego,
los participantes intentaban introducir la pelota por el anillo. La planta del juego usualmente
tenía forma de I o de H y estaba orientado hacia los ejes norte – sur.
El Templo de los Tigres está adosado a uno de los paramentos del Juego de Pelota.
Desaparece ya en este templo la crestería y la falsa bóveda o arco maya. Los espacios se
vuelven más amplios y más abiertos. Era un lugar de sacrificios y el interior estaba decorado
con pinturas al fresco. La entrada la adornaban dos cabezas de serpientes de enorme tamaño.
El Observatorio o Caracol es uno de los edificios más importantes de la ciudad. Es una
construcción en forma de torre erigida en honor a Quetzalcóatl como parte del conjunto de
edificios de las Monjas (así llamado por el nombre del templo más importante, el Palacio de las
Monjas, residencia de las vírgenes consagradas al culto a los dioses). Se trata de una torre
cilíndrica de tres cuerpos superpuestos separados por grandes fajas de molduras. Las paredes
son lisas, con la excepción de cuatro mascarones que miran a los cuatro ámbitos del
firmamento. El cuerpo superior, de menor diámetro, estaba rematado por almenas. Alrededor
del núcleo cilíndrico principal se construyeron posteriormente plataformas y escaleras
monumentales y, más al exterior, pórticos y galerías suplementarias. Se supone que fue
utilizado como observatorio astronómico. En su interior, el Caracol tiene una pared concéntrica
al muro de fachada que forma una especie de cámara anular con un pasadizo helicoidal o
escalera de caracol, que da nombre al templete.
Otro importante edificio es El Castillo o templo de Kukulcán, nombre maya del dios tolteca-
azteca Quetzalcóatl. El Castillo es un gran templo situado sobre una pirámide que ocupa 4.000
m2 de superficie y alcanza una altura de 30 m, con escaleras en sus cuatro paredes que
conducen al templo ubicado en la cima. Consta de 9 cuerpos y está coronada por un templo de
estilo maya. Muy cerca se encuentra situado el grupo de las Mil Columnas, conjunto de
monumentos de piedra, de forma cilíndrica y alargada, en su mayoría esculpidos.

ESCULTURA
Se desarrollaron las figuras de Chac Mool que se veían desde los toltecas. Son prácticamente
bloques de piedra, esculturas cerradas con incisiones que son los rasgos.
También se encuentran pequeños atlantes que sostienen las piedras de los altares como patas
de una mesa. Estos eran utilizados para sacrificios en honor a los dioses.
El Disco de Mosaico representa al disco solar y se encuentra sobre el Trono del Jaguar Rojo.
El disco está adornado con colores intensos pero planos y con figuras geométricas. Es de
pequeñas dimensiones y está hecho de diferentes materiales, es de madera con incrustaciones
de turqueza, pirita y pizarra.
El Trono del Jaguar Rojo es una escultura en forma de trono. Tiene incrustaciones de piedras
preciosas que simulan las manchas de este animal. Es una escultura hierática, poco realista y
que trata de representar al animal, pero lo hace de manera sintética y muy formalista.
En el Templo de los Guerreros se encuentran algunos de los relieves más importantes de esta
etapa. Formados por mascarones de Tlaloc y Quetzalcóatl y de imágenes de hombres y
animales sagrados como el Jaguar y la Serpiente.
Otra de las más importantes estructuras escultóricas es el Tzompantli o ‘altar de cráneos’,
estructura construida con varias hileras de cráneos humanos de los prisioneros de guerra que
habían sido sacrificados. Ensartados en pértigas de madera, se contaban por miles. También
se representaban con calaveras hechas de piedra, estas eran representadas con gran
naturalismo y con rostros terribles, tenían como objetivo imprimir terror al observador.

PINTURA
La pintura mural también se desarrolló sobremanera. Al fresco y con gran variedad e temáticas.
Escenas de sacrificios, de luchas, escenas comunes. En estas figuras se ven figuras poco
naturalistas pero el fondo está más trabajado. La línea es precisa y se hace en negro de forma
que delimita la imagen que luego se rellena con colores intensos. Se representan las figuras en
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ambientes naturales, los hombres acompañados por animales de diferentes tipos, lo que
demuestra un estudio detallado de la naturaleza.

*AZTECAS
El arte azteca es, fundamentalmente, un arte al servicio del Estado, un lenguaje utilizado por la
sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de las
culturas foráneas. De marcado componente político-religioso, el arte azteca se expresa a través
de la música y la literatura, pero también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello
de soportes tan variados como los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las
plumas. Lo primero que llama la atención es la asimilación azteca de las tradiciones artísticas
anteriores y la impronta personal que otorgaron a sus manifestaciones. El arte azteca es
violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una sensibilidad que nos
hablan de su enorme riqueza simbólica.
El dios principal de los aztecas era Huitzilopochtli, el dios del sol o dios colibrí. Su ciudad
principal fue Tenochtitlán, construida sobre islas naturales y artificiañles llamadas chinampas y
el Tlatoni es el jefe máximo de una sociedad estratificada. El saber como en todas estas
civilizaciones se trasmitía por vía oral, pero ya en los aztecas existían dos escuelas. Calmecac,
que era de estudios religiosos y muy elitista y Telpochcali que impartía estudios militares. La
religión azteca era muy cruenta, constantemente se realizaban sacrificios al construir templos u
otra construcción religiosa.

ARQUITECTURA
La ciudad estaba dividida en 3 zonas ciudad dividida en tres zonas: la primera era el centro
religioso y ceremonial, la segunda la zona de casas de viviendas y chinampas adyacentes y la
tercera era la zona periférica, reducción de densidad de construcciones y creciente aumento
de proporciones de las chinampas adjuntas a cada casa. El centro ceremonial era el punto
medio de la ciudad. De él partían 3 grandes calzadas, había una gran cantidad de barrios,
cada uno con su respectivo templo.
El centro ceremonial es uno de los más grandes de Mesoamérica. Aproximadamente tenía 18
edificios importantes, viviendas de sacerdotes y grandes funcionarios.
La arquitectura religiosa se desarrolla siguiendo las pautas de la tradición mesoamericana,
aunque existen aportaciones importantes. El tipo de construcción más original es el de los
templos gemelos, con doble escalinata de acceso. Se trata de una representación dual de las
divinidades que existía en Mesoamérica desde épocas remotas. La colocación de parejas de
dioses, como la de Huitzilopochtli –Tláloc del templo mayor de Tenochtitlan, sobre una sola
plataforma piramidal, hace que su estructura sea alargada y presente una doble escalinata de
acceso.
Otro modelo arquitectónico relativamente frecuente es la pirámide de planta circular que
tradicionalmente se ha atribuido a santuarios del dios Ehécatl, deidad del viento, que en su
aspecto de remolino o huracán podría hacer lógica esta forma.
Otra construcción muy característica de los aztecas es un tipo de plataforma decorada con
calaveras, que constituían la base del tzompantli, estructura donde se acumulaban los cráneos
de los sacrificados.
Entre los tipos arquitectónicos más comunes no podemos dejar de mencionar los templos
piramidales de planta cuadrada o rectangular con una sola escalinata de acceso en la parte
frontal, delimitada por dos alfardas lisas. Muchas de las pirámides de Tenochtitlan seguían este
modelo.
El Templo de Tezcatlipoca es un edificio dedicado a Tezcatlipoca, ‘espejo que humea’, una de
las deidades más temidas del panteón azteca. Situado a uno de los lados del Templo Mayor,
tenía unos 20 m de altura y una escalinata con cerca de 80 peldaños.. Estaba colocada a la
derecha del templo mayor. Constaba de dos templos, uno dedicado a su dios más importante y
el otro a Tlaloc. El 1ro pintado con calaveras y el 2do con brillantes colores. Dos escalinatas
con alfardas que daban paso a ambos templos. La estructura estaba orientada hacia el este y
se sustentaba sobre pilotes de madera.
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El Templo de Quetzalcóatl E- hecátl es un edificio de planta semicircular dedicado a la


‘serpiente emplumada’, uno de los mitos religiosos más complejos de México. Quetzalcóatl-
Ehécatl es dios, rey-sacerdote y personaje literario. Para los aztecas era símbolo de la muerte y
de la resurrección, la divinidad benefactora por excelencia.
Pero es el Templo Mayor la construcción más importante de Tenochtitlán. Es un doble templo
dedicado a Huitzilopochtli (dios de la guerra y del sol) y a Tláloc (dios de la lluvia), de base
rectangular (100 x 80 m), cuyo frente estaba casi totalmente ocupado por una doble y
majestuosa escalinata flanqueada por gruesas alfardas. Al frente de los adoratorios de Tláloc y
Huitzilopochtli se encontraban la Piedra de los sacrificios y un Chac-mool. Este templo fue
objeto de siete reedificaciones y once ampliaciones, y fue concluido antes de la llegada de los
españoles.

ESCULTURA
Son considerados junto a los olmecas unos de los mejores escultores de Mesoamérica.
Era fundamentalmente monumental y aparecía asociada a las grandes construcciones
arquitectónicas. Muy realista en su concepción, contenía un componente simbólico y abstracto
de gran importancia relacionado con su universo religioso. Existen piezas de gran tamaño que
representan a los dioses, los mitos, los reyes y sus hazañas.
En ellas utilizaron tanto expresiones abstractas como realistas para revelar el carácter interno y
externo de la divinidad, persona o animal retratados.
Es fundamental la imponente Coatlicue (diosa serpiente de la tierra), de relieve plano y repleta
de símbolos. Esta escultura mide 2,4 m de altura y la diosa y representa lo maternal en su
doble significado: nacimiento y muerte, fecundidad y voracidad. Componen la cara de la
escultura dos serpientes dentadas (que simbolizan la fertilidad); sus pechos son fláccidos
(alimenta a hombres y dioses); su collar incluye manos, corazones y una calavera; los dedos de
las manos y los pies son garras (se alimenta de los mortales, así como la tierra consume todo
lo que muere).
El Océolt – Cuauhxicalli es un receptáculo para sangre con forma de jaguar. De grandes
dimensiones. El hoyo el cuerpo está adornado con relieves. Es una escultura simple y sencilla.
Otra escultura fundamental es La Piedra del Sol o el Calendario Azteca. Probablemente es el
monolito más antiguo que se conserva de la cultura prehispánica, cuya fecha de construcción
fue alrededor del año 1479. Los motivos escultóricos que cubren su superficie parecen ser un
resumen de la compleja cosmogonía azteca. Se trata de una roca de basalto olivino, de unas
25 toneladas y 3,58 metros de diámetro. Los numerosos motivos allí esculpidos parecen
relacionarse con la astronomía, la cronología y la cosmogonía de los antiguos mexicanos. La
piedra presenta una decoración en círculos concéntricos. Delimitando toda la representación
del disco solar están dos serpientes de fuego, cuyas colas se encuentran en la parte superior.
Otra piedra muy importante es La Piedra de Tizoc, enorme disco que narra en un friso las
conquistas del que fuera famoso tlatoani (emperador) de los aztecas entre 1481 y 1486. Está
adornado con relieves por todas sus caras, estos son muy planos y seriados.
Existen obras escultóricas de menor envergadura entre las que la más conocida es la imagen
del dios de las flores Xochipilli, sentado sobre un gran sitial, con todo el cuerpo cubierto por
flores tatuadas. La escultura está decorada con elementos que se asocian a la felicidad, la
primavera y su base está adornada con relieves de los mismos temas.
La escultura de Xipe – Tótec es otro de estos ejemplos, representa a un sacerdote vestido con
la piel de un desollado. Representa a este dios al que el pueblo azteca le rendía sacrificios
humanos, consistentes en acribillar a las víctimas a flechazos para que esta sangre abonara la
tierra y así tener abundantes cosechas.
También para los aztecas era Quetzalcóatl un dios muy importante y a él le ofrecían sacrificios
y ofrendas. Realizaban en su honor estatuas y ofrendas conmemorativas. Para esto se
apoyaban en su forma humana – serpiente emplumada o como la serpiente emplumada
únicamente, ambas representantes del dios.
Realizaban esculturas con temas de la naturaleza reflejando así su amor e interés por esta y de
atlantes de menor formato para sostener altares de sacrificio.
También abundaban las representaciones escultóricas de Guerreros Águila en la que se
representa el rostro de un guerrero surgiendo del pico de un águila. Esto se lograba de una
manera muy naturalista y aprovechando la textura de la piedra.
También pequeñas representaciones de “macehualli”, hombres comunes de pueblo que tenía
posiciones hieráticas y rasgos bastantes realistas. Ya se veía en estas esculturas un
tratamiento más cuidadoso de las manos y los pies.
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Las máscaras constituían elementos fundamentales de la escultura azteca. La de


Chalchiuhtlicue por ejemplo consitutye un hermosos ejemplo de estas máscaras. Era venerada
como diosa de los ríos, mares y lagos. Era también invocada como principio femenino de la
vida y venerada en distintos lugares de Mesoamérica. Está hecha de mosaico y el pendiente
que adorna su nariz y el cabello trenzado eran típicos entre las mujeres aztecas.
La escultura de pequeño tamaño en piedra tuvo también una gran importancia. Suele
pertenecer más al ámbito de lo cotidiano, reproduciendo, generalmente, animales y objetos
comunes.
Algunas piezas conservan restos de pintura e incrustaciones realizadas con piedras diferentes.
La técnica mexica creó obras extraordinarias con materiales muy difíciles de labrar.
La excepcional Calavera de Cristal de Roca donde se percibe el detallado conocimiento
anatómico que poseían los aztecas, así como su pericia en el trabajo de la piedra, presentando
una pieza casi transparente de un pulido perfecto.
Los trabajos escultóricos en madera y turquesa, aun siendo mucho menos numerosos,
supusieron un aporte interesante. Encontramos tambores con relieves muy complejos, marcos
para espejos de obsidiana y los llamados mosaicos de turquesas (esculturas en madera
cubiertas con mosaicos de piedras) que continúan la antigua tradición mesoamericana y de los
que sólo se conservan algunas cabezas zoomorfas y máscaras. Ejemplo de esto es La
Calavera o Cráneo decorado con mosaico de turquesa y azabache.

La plumería fue una de las expresiones más originales y características de los aztecas,


especialmente en la elaboración de mosaicos.
Importantes sin duda el escudo del dios de la lluvia, que representa un coyote (quizá el
emblema del tlatoani Ahuizotl), pero, sobre todo, el gran tocado de plumas de quetzal con
adornos de oro, conocido como el Penacho (corona) de Moctezuma. Los penachos eran
símbolos de poder y autoridad dentro del mundo indígena americano. Por lo general, se
confeccionaban con plumas de colores y se adornaban con joyas, cuentas y cuero.

Los aztecas alcanzaron tal pericia en la fundición, combinando oro y plata, que son de las
civilizaciones más desarrolladas en cuanto a orfebrería. Los metales se utilizaban
fundamentalmente para hacer joyas: collares, pendientes, pectorales, orejeras, bezotes
(adornos que se colocaban en un orificio practicado bajo el labio inferior) y pulseras. También
se hacían figuras y recipientes. Utilizaban la cera perdida y eran maestros en la fundición, hasta
el punto de fabricar figuras articuladas. Frecuentemente se combinaban los metales con
piedras semipreciosas como el jade, la amatista y la turquesa, formando collares y adornos de
gran belleza. Una de las piezas más conocidas de la orfebrería azteca es el Pectoral Azteca,
que tiene forma de serpiente de dos cabezas que representa a Tláloc, el dios de la lluvia. Se
cree que formaba parte del tesoro que envió Moctezuma a Hernán Cortés.

CERÁMICA
Constituye la forma de expresión más popular, sobre todo en lo relativo a las figuras de
personas y divinidades, entre las que destacan figurillas femeninas de fertilidad y
representaciones de dioses. Las figurillas femeninas aparecen de pie, con el cabello dividido en
dos crestas o bucles que se elevan sobre la cabeza, un faldellín decorado que llega hasta los
pies, y suelen llevar en sus brazos otras dos figuras más pequeñas. Se ha interpretado como
una representación de la diosa madre azteca (Tonantzin, Xochiquetzal, Coatlicue o Cihuacóatl),
aunque en la actualidad son consideradas como un símbolo de la maternidad. Otras figuras son
representaciones de los dioses Tláloc y Quetzalcóatl Ehécatl.
También se realizaban vasijas altas y bajas con representaciones de dioses. Se adornaban con
pintura y las pulían.

PINTURA
La manifestación más importante eran los códices con temas religiosos. Plasmaban dibujos
figurativos y una escritura pictográfica que servía como recordatorio de narraciones históricas,
religiosas o litúrgicas. La inmensa mayoría de los códices aztecas son copias de códices
antiguos o recopilaciones posteriores a la conquista realizadas a requerimiento de los frailes.
La línea delimita con exactitud las figuras y los colores son primarios.
La calidad de la concepción y ejecución de los códices aztecas es excepcionalmente alta.
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