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ANTITUBERCULOSOS DE PRIMERA LÍNEA

Farmacocinética
Isoniazida
La isoniazida se absorbe muy bien por vía oral o parenteral. Por vía oral tiene una
biodisponibilidad del 90%, aunque el fenómeno de primero paso hepático puede
disminuirla de forma importante. Se difunde ampliamente por todos los tejidos y
líquidos, incluidos el líquido cefalorraquídeo (LCR) si las meninges están inflamadas.
Esta amplia difusión le permite alcanzar concentraciones óptimas en el caseum tisular.
Es metabolizada en el hígado mediante procesos de acetilación e hidroxilación, y
eliminada por la orina en el 75-95% de la dosis suministrada, en su mayor parte en
forma de metabolitos. Existe heterogeneidad genética en relación con la velocidad de
metabolización de esta sustancia. Son más frecuentes los acetiladores rápidos entre los
indios y los japoneses y los acetiladores lentos en escandinavos, judíos y norafricanos.
En este último caso la semivida de eliminación es el doble de las de los acetiladores
rápidos, aproximadamente 3 horas, y se alcanzarán mayores concentraciones
plasmáticas medias de principio activo. Aunque ello no tiene trascendencia en la dosis o
en su eficacia, se ha relacionado con una mayor frecuencia de reacciones adversas. Por
último, entre un 10 y un 15% se elimina por la leche materna.
Rifamicinas-rifampicinas
La rifampicina se absorbe muy bien por vía oral, aunque junto con los alimentos su
absorción se reduce en un 20%. Se distribuye ampliamente por los líquidos y los tejidos
corporales, salvo el LCR, donde su concentración es baja, llegando al 50% de las
concentraciones plasmáticas si las meninges están inflamadas, insuficiente para ser
eficaces.
Se metaboliza mediante desacetilación en el hígado. La desacetilrifampicina conserva
actividad antimicrobiana y se elimina por la bilis. Hasta la mitad de la dosis
administrada se elimina por el riñón y las vías biliares en su forma original, y se
alcanzan concentraciones terapéuticas en la orina y la bilis, con recirculación
enterohepática en la orina y la bilis, con recirculación enterohepática. Compite con la
bilirrubina por la excreción biliar, y en los primeros días de tratamiento se produce una
hiperbilirrubinemia que suele ceder espontáneamente. Induce a su propio metabolismo a
través del citocromo P-450, con lo que su semivida de eliminación se reduce a menos de
2 horas.
Pirazinamida
Se absorbe bien al administrarse por vía oral, y se difunde a todos los tejidos y líquidos,
de tal forma que en el LCR alcanza concentraciones similares a las plasmáticas. Es
metabolizada en el hígado a ácido pirazinoico, su metabolito activo. El 70% de la dosis
administrada se elimina por vía renal, principalmente en forma de metabolitos, lo que
obliga a ajustar la dosis en caso de insuficiencia renal.
Etambutol
Administrado por vía oral, se absorbe el 75-80%, sin que se modifique su absorción por
la presencia de alimentos.
Se distribuye ampliamente por el organismo, incluido el LCR, donde alcanza
concentraciones de entre el 10 y el 50% de las plasmáticas si las meninges están
inflamadas.
Aproximadamente el 25% de la dosis se metaboliza a metabolitos inactivos en el
hígado, que se eliminan, unto con el 75% del fármaco original, por la orina.
Estreptomicina
No se absorbe en el tubo digestivo, por lo que debe utilizarse por vía parenteral. Se
distribuye ampliamente por los tejidos y líquidos orgánicos en concentraciones bajas,
aunque se acumula por fijación a determinadas células, como la del oído interno y el
riñón. Atraviesa la barrera placentaria, pero muy poco la meninge inflamada. Se elimina
completamente por filtración glomerular.

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