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Excreción

La eliminación es una serie de fenómenos que conllevan a un descenso de


la concentración plasmática del fármaco, debido a su metabolismo y posterior
excreción. A través del proceso de biotransformación, el fármaco adquiere las
características necesarias para poder ser excretado; en la mayoría de los casos
por la vía renal seguida por la vía biliar.

Debemos recordar que el riñón es el “filtro del


organismo”, así que produce orina tomando como
base la sangre que le llega de las arterias renales.
Desde el punto de vista farmacológico, para que un
fármaco sea excretado depende de:

 < Peso molecular para poder filtrar.


 Que haya la cantidad suficiente de transportadores para poder secretarse.
 Que el pH de la orina favorezca la ionización del fármaco y no el fenómeno
de reabsorción.

EXCRECIÓN POR RIÑONES: incluso en las personas sanas, la función


renal es variable. En los neonatos la función renal es reducida (si se le
compara con el volumen corporal), pero madura con rapidez los primeros
meses de vida. Durante la madurez, la función renal desciende lentamente
(aprox. 1% anual), de manera que en algunos ancianos existe un deterioro
importante.
FILTRACIÓN GLOMERULAR: la filtración glomerular se produce en
los capilares del glomérulo renal, que poseen
abundantes poros intercelulares por donde pasan
todas las moléculas, excepto las de gran tamaño
y las unidas a las proteínas plasmáticas.

La filtración glomerular, expresada por el


aclaramiento de insulina, es de 10ml/min en el
niño de 1,5 meses y de 130ml/min en el adulto.

SECRECIÓN TUBULAR: generalmente se da por transporte activo.

 EL TRANSPORTE ACTIVO utiliza proteínas transportadoras de sustancias


endógenas.
- Hay un sistema de transporte activo para aniones anfipáticos (-) y
metabolitos conjugados (como glucurónido, sulfatos y aductos de glutatión)
en el que interviene el ácido a-cetoglutárico, y donde actúan
transportadores como la glucoproteína P y la proteína de tipo 2 vinculada
con resistencia a múltiples medicamentos (MRP2).
- Los sistemas de transporte del casete enlazador a trifosfato de adenosina
(ATP) (ATP-binding casette, ABC) son más selectivos para fármacos
canónicos orgánicos (+) e intervienen en la secreción de bases.
 LA SECRECIÓN PASIVA se realiza en la parte más proximal del túbulo renal
a favor de un gradiente de concentración. Las células suelen tener una
carga negativa que hace que los cationes orgánicos (+) accedan a ellas
desde la sangre y tiendan a acumularse.
RESORCIÓN TUBULAR: se produce principalmente por difusión pasiva. Está
mediada por los transportadores de membrana situados en la porción distal del
túbulo renal, absorbiendo el medicamento para devolverlo a la circulación
general. Una gran parte de la resorción (tanto ácidos como bases débiles) se
realiza por difusión no iónica.

 Si se hace más alcalina la orina tubular, se excretan los ácidos débiles con
rapidez y magnitud mayores, porque están más ionizados y disminuyen la
reabsorción pasiva.
 Cuando la orina tubular se acidifica, la fracción de fármaco ionizado
disminuye y su excreción se reduce.

EXCRECIÓN BILIAR Y FECAL: Se produce principalmente por


secreción activa, con sistemas de transporte diferentes para sustancias ácidas,
básicas y neutras. Se eliminan principalmente por la bilis:

 Sustancias con elevado peso molecular (al menos 325 ± 50). La conjugación
hepática, al añadir radicales, eleva el peso molecular, facilitando la excreción.
 Sustancias con grupos polares, tanto aniones como cationes, que pueden
ser del fármaco (principalmente, amonio cuaternario) o de los radicales
suministrados por el metabolismo (glucuronatos o sulfatos).
 Compuestos no ionizables con una simetría de grupos lipófilos e hidrófilos
que favorece la secreción biliar (p. ej., digitoxina, digoxina y algunas
hormonas).
 Algunos compuestos organometálicos.
La membrana canalicular del hepatocito también posee transportadores
análogos a los del riñón: la P-gp transporta a una gran variedad de fármacos
liposolubles anfipáticos, mientras que MRP2 participa sobre todo en la
secreción de los metabolitos conjugados de los fármacos (ej: conjugados de
gultatión, glucurónidos y algunos sulfatos).

Los fármacos y metabolitos presentes en la bilis se expulsan hacia el


aparato digestivo durante la digestión.

EXCRECIÓN INTESTINAL: Los fármacos pueden pasar directamente de la


sangre a la luz intestinal, por difusión pasiva, en partes distales en las que el
gradiente de concentración y la diferencia de pH lo favorezcan. Además,
existen abundantes sistemas de transporte (glucoproteína P, MRP) capaces de
facilitar y favorecer la excreción.

Desde el punto de vista de la farmacocinética, la CIRCULACIÓN


ENTEROHEPÁTICA se considera parte de la distribución y no de la eliminación.
En caso de intoxicación puede acelerarse la eliminación de los fármacos con
circulación enterohepática, administrando carbón activado por vía oral, con el
fin de atrapar en la luz intestinal el fármaco que pase a ella con la bilis
o desde la sangre y eliminarlo con las heces.

LECHE: Los fármacos pasan a la leche principalmente por difusión pasiva, por
lo que el cociente leche/plasma será mayor cuanto: mayor sea su liposolubilidad
y menor sea su grado de ionización y unión a proteínas plasmáticas.
Las sustancias no electrolíticas, como el etanol y la urea, llegan con
facilidad a la leche materna y alcanzan la misma concentración que tienen en
el plasma, independientemente del pH de la sangre. Por lo tanto, al administrar
medicamentos a una mujer que se encuentran alimentando a su hijo al seno
materno es importante tener en mente que el lactante tendrá contacto, hasta
cierto grado, con el medicamento o sus metabolitos.

SUDOR/EPITELIOS DESCAMADOS: Esta vía de excreción cumple un


papel en la excreción de sustancias a las que las personas se exponen de
manera continua sobre todo por estímulos ambientales; como por ejemplo en
un caso de intoxicación por arsénico de manera prolongada se pueden llegar a
producir manchas en las uñas

Si bien la excreción en el pelo y la piel es “insignificante”, existen


métodos sensibles para detectar cantidades íntimas de estos fármacos en
estos tejidos, que tienen mayor relevancia para la medicina forense.

SALIVA: la mayor parte del fármaco excretado por la saliva penetra en la


cavidad bucal y desde allí son deglutidos, pasando al tubo digestivo donde
puede reabsorberse de nuevo. Los fármacos pasan a la saliva principalmente
por difusión pasiva, por lo que la concentración salival es similar a la
concentración libre del fármaco en el plasma.

No obstante, debe tenerse en cuenta que hay fármacos que pasan a la


saliva por transporte activo en los que la concentración salival es mayor que la
plasmática (p. ej., el litio) y otros cuyo paso a la saliva depende críticamente
del pH salival (p. ej., el fenobarbital).

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