Está en la página 1de 1

Se habla de la satisfacción que está conformada por múltiples componentes y por las ocultas

relaciones que se establecen entre ellos, y como no se sabe bien qué es lo que en realidad
modifica un criterio satisfactorio o insatisfactorio, lo que hasta ahora se ha podido conseguir es
concretar determinados grupos de individuos en satisfechos e insatisfechos. Pero como no
estaba claro que satisfacción e insatisfacción sean las dos caras de una misma moneda y
además de acuerdo con un análisis hecho a una encuesta realizada en 1984 a los ciudadanos
australianos, se alertó sobre el hecho de que los términos “bienestar” y “malestar”, lejos de
representar dos polos en una misma escala, se determinó que son dimensiones distintas con
causalidad distinta.

Quiere decir que el bienestar depende más de las características de la personalidad y de las
redes sociales de soporte, y que el malestar depende más del “status” socioeconómico y la
salud.

Ahora bien, cuando hablamos de valorar los servicios de salud se habla de valorar la
satisfacción de los pacientes. Entonces para conseguir esos datos se manejan dos sistemas:
preguntas o conversaciones sobre la opinión que le han merecido los servicios recibidos, y
preguntas relativas a cuestiones concretas o aspectos específicos de esos servicios.

Es importante mencionar que las personas tienden a manifestar opiniones satisfactorias o


insatisfactorias cuando se les pregunta directamente sobre aspectos concretos o precisos.

Sin embargo, cuando responden de manera espontánea a preguntas abiertas-cerradas


referidas a ellos no suelen brindarles suficiente información.

También podría gustarte