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UNIVERSIDAD JORGE BASADRE GROHMAN

FACULTAD DE CIENCIAS DE SALUD

E.A.P. FARMACIA Y BIOQUÍMICA

TRABAJO
FARMACOLOGIA II

TEMA:
“FARMACOLOGIA ANTITUBERCULOSA”

ASIGNATURA
FARMACOLOGIA II

DOCENTE ENCARGADO DE SEMINARIO:


Q.F. CALDERÓN COPA. EDGARD.

ALUMNO :

ARCE DELGADO, WILLIAMS REYNALDO 2015-125028

TACNA – PERÚ

2018
INDICE

1. INTRODUCCION
2.
ANTITUBERCULO
SOS
2.1. ISONIAZIDA
2.2.
RIFANPICINA Y
OTRAS
RIFAMICINAS
2.3.
ETAMBUTOL
2.4.
ESTREPTOMICI
NA
2.5.
PIRAZINAMIDA
2.6.
QUINOLONAS
2.7. LINEZOLID
2.8.
INTERFERON γ
2.9.
ETIONAMIDA
2.10. ACIDO
AMINOSALICILI
CO
2.11.
CICLOSERINA
2.12. OTROS
FARMACOS

3. ANTIBIOTICOTER
APIA DE LA
TUBERCULOSIS

4. BIBLIOGRAFIA
FARMACOLOGIA ANTITUBERCULOSA

1. INTRODUCCION

Las micobacterias son los agentes causales de la tuberculosis, la


micobacteriosis por el complejo de Mycobacterium avium (Mycobacterium
avium complex, MAC) y la lepra. La tuberculosis sigue siendo la causa
principal de muerte por enfermedades infecciosas en el mundo. Las
micobacterias poseen diversas características que confi eren cronicidad a
estas enfermedades, por lo que requieren un tratamiento prolongado.

Las micobacterias crecen con lentitud y en ocasiones permanecen latentes


en el hospedador durante un periodo muy largo, por lo que son
relativamente resistentes a los efectos de los antibióticos. Muchos
antibióticos no penetrana través de las paredes celulares de las
micobacterias y una porción de la micobacteria reside en ocasiones dentro
de los macrófagos, incorporando otra barrera de permeabilidad que deben
atravesar los fármacos.

Las micobacterias son ágiles para desarrollar resistencia contra un solo


fármaco, de manera que para lograr un tratamiento efi caz es necesario
administra un esquema prolongado (meses o años) de varios
medicamentos. Es importante tomar en cuenta la aceptación por parte del
paciente, los efectos adversos de los fármacos y las interacciones
farmacológicas, ante todo en los pacientes que reciben tratamiento
simultáneo por VIH y tuberculosis o bacteriosis por MAC.

Los medicamentos para tratar la tuberculosis se dividen en dos grandes


categorías. Los compuestos de “primera elección” combinan el máximo
nivel de efi cacia con un grado aceptable de toxicidad; incluyen isoniazida,
rifampicina, etambutol, estreptomicina y pirazinamida.
La mayor parte de los tuberculosos pueden ser tratados satisfactoriamente
con ellos. Es posible obtener excelentes resultados en pacientes no
resistentes a fármacos con un ciclo de seis meses de tratamiento; en los
primeros dos meses se utilizan isoniazida, rifampicina, etambutol y
pirazinamida para seguir con isoniazida y rifampicina en los cuatro meses
siguientes. La administración de rifampicina en combinación con isoniazida
durante nueve meses también es una terapéutica eficaz contra todas las
formas de enfermedad causadas por cepas de Mycobacterium tuberculosis
sensibles a ambos medicamentos.

2. ANTITUBERCULOSOS

2.1. ISONIAZIDA

La isoniazida (hidrazida del ácido isonicotínico; NYDRAZID, otros)


constituye el fármaco primario en la quimioterapia antifímica y todos los
enfermos con el cuadro causado por cepas del bacilo tuberculoso
sensible a isoniazida deben recibirla si la toleran.

Propiedades químicas. La isoniazida es la hidrazida del ácido


isonicotínico; su fórmula estructural es: El derivado isopropílico de la
isoniazida, la iproniazida (1-isonicotinil-2-isopropilhidrazida), también
bloquea la multiplicación del bacilo tuberculoso. El compuesto
mencionado, un inhibidor potente de la monoaminooxidasa, es
demasiado tóxico para uso humano. No obstante, su estudio permitió
conocer la utilidad de los inhibidores de la monoaminooxidasa para tratar
la depresión

Actividad antibacteriana. La isoniazida es bacteriostática de los bacilos


“en etapa de reposo”, pero es bactericida si están en fase de división
rápida. La concentración tuberculostática mínima es de 0.025 a 0.05
μg/ml. Las bacterias prosiguen una o dos divisiones antes de interrumpir
su multiplicación. El fármaco muestra selectividad extraordinaria por las
micobacterias y se necesitan concentraciones mayores de 500 μg/ml
para inhibir la proliferación de otros microorganismos.
Resistencia bacteriana. Cuando se cultiva el bacilo de tuberculosis in
vitro en un medio con concentraciones crecientes de isoniazida,
fácilmente surgen mutantes resistentes a pesar de que el medicamento
se encuentre en cifras extraordinarias.

Mecanismo de acción. La isoniazida es un profármaco; la catalasa


micobacteriana peroxidasa convierte a la isoniazida en su metabolito
activo. Una acción importante de la isoniazida consiste en inhibir la
biosíntesis de ácidos micólicos, que son lípidos largos y ramifi cados que
se encuentran unidos a un polisacárido único, el arabinogalactano, para
formar parte de la pared celular micobacteriana. El mecanismo de acción
de la isoniazida es complejo y la cartografía de la resistencia se ha
ubicado en las mutaciones de por lo menos cinco genes (katG [que
codifi ca a la catalasa-peroxidasa, que a su vez activa al profármaco
isoniazida], inhA, ahpC, kasA y ndh) (véase antes en el presente
capítulo). La mayor parte de la evidencia señala que inhA constituye el
principal objetivo farmacológico.

Aplicaciones terapéuticas. La isoniazida sigue siendo el fármaco más


importante en todo el mundo para tratar todos los tipos de tuberculosis.
Sus efectos tóxicos pueden llevarse al mínimo con la administración
profiláctica de piridoxina y con la vigilancia cuidadosa del paciente. Es
importante utilizarlo junto con otro fármaco para tratar infecciones
activas,
aunque se le utiliza solo en profilaxia.

Efectos adversos. Se ha calculado que la incidencia de reacciones


adversas a la isoniazida es de 5.4%, en más de 2 000 individuos que la
recibieron; las más notables fueron erupciones (2%), fi ebre (1.2%),
ictericia (0.6%) y neuritis periférica (0.2%). La hipersensibilidad a la
isoniazida puede ocasionar fi ebre, diversas erupciones cutáneas,
hepatitis y erupciones morbiliforme, maculopapular, purpúrica y
urticariana. Entre otras reacciones hematológicas posibles están
agranulocitosis,eosinofi lia, trombocitopenia y anemia. Durante el
tratamiento, a veces se observa vasculitis por anticuerpos antinucleares,
pero desaparece cuando se interrumpe el uso del medicamento.
También se le han atribuido a la isoniazida síntomas artríticos (dorsalgia;
afección de articulaciones interfalángicas proximales en ambos lados;
artralgia en rodillas, codos y muñecas y el síndrome de “hombro-mano”).

2.2. RIFANPICINA Y OTRAS RIFAMICINAS

Las rifamicinas (rifampicina, rifabutina, rifapentina) son un grupo de


antibióticos macrocíclicos complejos con estructuras semejantes
producidas por Amycolatopsis mediterranei (Farr, 2000); la rifampicina
(RIFADIN; RIMACTANE) es underivado semisintético de uno de ellos, la
rifamicina B. Las rifamicinas se aislaron por primera vez en los
Laboratorios de Investigación Lepetit, a partir de cultivos derivados de un
bosque de pinos cerca de Niza, Francia (Vernon, 2004).

Propiedades químicas. La rifampicina es soluble en solventes


orgánicos
y en agua a pH ácido. Su estructura es la siguiente:

Actividad antibacteriana. La rifampicina bloquea la proliferación de casi


todas las bacterias grampositivas y también otras gramnegativas, como
Escherichia coli, Pseudomonas, Proteus indolpositivo e indolnegativo y
Klebsiella. El fármaco es muy activo contra Staphylococcus aureus y
estafilococos coagulasanegativos.
También es muy activo contra Neisseria meningitidis y Haemophilus
influenzae; las concentraciones inhibidoras mínimas varían de 0.1 a 0.8
μg/ml. La rifampicina inhibe la multiplicación de especies de Legionella
en cultivo celular y modelos animales.

Resistencia bacteriana. Los microorganismos, incluidas las


micobacterias, pueden presentar resistencia a la rifampicina a muy breve
plazo in vitro como un proceso monofásico, y uno de cada 107 a 108
bacilos de la tuberculosis es resistente al fármaco.

La resistencia microbiana a la rifampicina es consecuencia de una


alteración en el objetivo de este medicamento, la polimerasa de RNA
dependiente de DNA, donde la resistencia casi siempre se produce por
mutaciones entre los codones 507 y 533 del gen rpoB de la polimerasa
(Blanchard, 1996).
Mecanismo de acción. La rifampicina inhibe a la polimerasa de RNA
dependiente de DNA de la micobacteria y otros microorganismos, para
formar un complejo enzima-fármaco estable que suprime el comienzo de
la formación de la cadena (pero no su elongación) en la síntesis de RNA.
De manera más específica, el sitio de acción de la rifampicina es la
subunidad β de este complejo enzimático, aunque ella se liga sólo a la
holoenzima.
La polimerasa de RNA nuclear de diversas células eucariónticas no se
liga a la rifampicina; de esta manera no hay alteración de la síntesis de
RNA en células eucariónticas.
Las concentraciones altas de los antibióticos como la rifamicina también
inhiben a las polimerasas de RNA dependientes del DNA de virus y las
transcriptasas inversas. La rifampicina es bactericida en
microorganismos intracelulares y extracelulares.

Aplicaciones terapéuticas. La rifampicina oral se comercializa sola y


combinada en dosis fijas con isoniazida (150 mg de isoniazida y 300 mg
de rifampicina; RIFAMATE) o con isoniazida y pirazinamida (50 mg de
isoniazida, 120 mg de rifampicina y 300 mg de pirazinamida; RIFATER).
También existe una presentación parenteral, para emplearse cuando no
es factible la vía oral. Los dos medicamentos son los antifímicos más
eficaces con que se cuenta hoy en día.

Efectos adversos. En términos generales, la rifampicina es tolerada de


manera satisfactoria. En las dosis habituales, menos de 4% de los
tuberculosos tiene reacciones adversas notables; las más comunes son
erupciones (0.8%), fi ebre (0.5%) y náusea y vómito (1.5%) (Grosset y
Leventis, 1983). Rara vez se han observado hepatitis y muertes por
insufi ciencia hepática en pacientes que recibieron otros hepatotóxicos
además de rifampicina y que tuvieron enfermedad hepática preexistente.
Pocas veces se presenta hepatitis por rifampicina en sujetos con función
hepática normal; de modo similar, la combinación de isoniazida y
rifampicina es inocua en tales enfermos (Gangadharam, 1986).
Sin embargo, las hepatopatías crónicas, el alcoholismo y la senectud
incrementan la incidencia de problemas hepáticos graves cuando se
administra la rifampicina sola o con isoniazida.

2.3. ETAMBUTOL

Propiedades químicas. El etambutol es un compuesto hidrosoluble y


termoestable. Su fórmula estructural es:

Actividad antibacteriana, mecanismo de acción y resistencia.


Prácticamente todas las cepas de M. tuberculosis y M. kansasii, y
también otras del complejo M. avium son sensibles al etambutol (Pablos-
Méndez et al., 1998). La sensibilidad de otros microorganismos no
tuberculosos es variable.
El etambutol no tiene efecto alguno en otras bacterias. Suprime la
proliferación de casi todos los bacilos de tuberculosis resistentes a
isoniazida y a estreptomicina. La resistencia al etambutol surge con gran
lentitud in vitro.
Las micobacterias captan al etambutol con enorme rapidez cuando se
agrega a cultivos que están en fase de crecimiento exponencial.
Sin embargo, no hay inhibición relevante de la proliferación antes de
unas 24 h. El etambutol bloquea transferasas de arabinosil
comprendidas en la biosíntesis de la pared celular.
La resistencia bacteriana se da in vivo por cambios de aminoácido único
en el gen embA cuando se administra etambutol en ausencia de otro
medicamento eficaz (Belanger et al., 1996).

Aplicaciones terapéuticas. El etambutol (clorhidrato de etambutol;


MYAMBUTOL) se ha utilizado con resultados notables, junto con
isoniazida, en el tratamiento de diversas formas de tuberculosis. Dada la
menor incidencia de efectos tóxicos y una mayor aceptación por parte de
los pacientes, ha sustituido esencialmente al ácido aminosalicílico.

Efectos adversos. El efecto adverso más importante es la neuritis


óptica, en la cual disminuye la agudeza visual y se pierde la capacidad
de diferenciar entre rojo y verde. Esta reacción, cuya incidencia es
proporcional a la dosis de etambutol, se observa en 15% de individuos
que reciben 50 mg/kg/día, en 5% de los sujetos que reciben 25
mg/kg/día, y en menos de 1% de los que reciben dosis diarias de 15
mg/kg (la dosis recomendada para tratar la tuberculosis).

La intensidad de la dificultad visual depende de la duración del


tratamiento después de que se manifiesta por primera vez el problema
mencionado y puede ser unilateral o bilateral. Por tanto, se recomienda
medir en forma seriada la agudeza visual y la discriminación del rojo y
verde antes de emprender el tratamiento y luego de manera periódica. El
sujeto muestra recuperación de su función cuando se interrumpe el uso
del etambutol; el tiempo necesario para lograrla está en función del
grado de defi ciencia visual.

2.4. ESTREPTOMICINA

Actividad antibacteriana. In vitro, la estreptomicina es bactericida


contra el bacilo de la tuberculosis. Cifras incluso de 0.4 μg/ml pueden
inhibir su proliferación. La mayor parte de las cepas de M. tuberculosis
son sensibles a 10 μg/ml. M. kansasii suele ser sensible, pero otras
micobacterias no tuberculosas lo son tan sólo en ocasiones.
La actividad de la estreptomicina in vivo es esencialmente supresora.
Cuando se administra a animales de experimentación antes de
inocularles el bacilo de la tuberculosis, no evita la enfermedad. La
infección evoluciona hasta que reaccionan los mecanismos inmunitarios
de los animales. Los microorganismos viables en abscesos y ganglios
linfáticos regionales refuerzan el concepto de que la estreptomicina in
vivo tiene el efecto de suprimir y no de erradicar el bacilo de la
tuberculosis.

Esta propiedad del fármaco pudiera relacionarse con la observación de


que no penetra fácilmente en las células vivas, de manera que no
destruye los microbios intracelulares.

Resistencia bacteriana. Poblaciones importantes de todas las cepas de


bacilos de tuberculosis incluyen diversas células notablemente
resistentes a la estreptomicina a causa de mutación. Sin embargo, sólo
en 2 a 3% de las cepas de M. tuberculosis se halla resistencia primaria
al antibiótico. La resistencia de los bacilos tuberculosos se produce in
vivo e in vitro.

En términos generales, cuanto más tiempo prosiga la administración del


producto, tanto mayor es la incidencia de resistencia a él. Cuando se
utilizó la estreptomicina sola, incluso 80% de los pacientes tuvo bacilos
tuberculosos insensibles después de cuatro meses de tratamiento, y
muchos de estos microorganismos no fueron inhibidos por
concentraciones incluso de 1 mg/ml del fármaco.

Aplicaciones terapéuticas. Se ha podido contar con otros compuestos


efi caces; por ello ha disminuido en forma notable el empleo de la
estreptomicina para combatir la tuberculosis pulmonar. Muchos clínicos
prefi eren usar cuatro medicamentos, y de ellos uno puede ser
estreptomicina contra las formas más graves de tuberculosis, como la
enfermedad diseminada o la meningitis.
En caso de tuberculosis, los adultos deben recibir 15 mg/ kg/día de
estreptomicina en fracciones, cada 12 h, sin exceder de 1 g/día. Los
niños deben recibir 20 a 40 mg/kg/día, en fracciones, cada 12 a 24 h sin
rebasar 1 g/día. El tratamiento casi siempre se interrumpe después de
dos a tres meses, o antes si los cultivos se tornan negativos.
Efectos adversos. Los efectos adversos del uso de la estreptomicina se
exponen en detalle en el capítulo 45. En un grupo de 515 tuberculosos
tratados con dicho aminoglucósido, 8.2% mostró reacciones adversas
que en 50% de los casos afectaron a las funciones auditiva y vestibular
del VIII par. Otros problemas relativamente frecuentes fueron erupciones
(en 2%) y fi ebre (en 1.4%).

2.5. PIRAZINAMIDA

Propiedades químicas. La pirazinamida es el análogo sintético


pirazínico de la nicotinamida y posee la fórmula estructural siguiente:

Actividad antibacteriana. La pirazinamida muestra actividad bactericida


in vitro sólo en un medio levemente ácido. La actividad a pH ácido es
ideal, porque M. tuberculosis reside en un fagosoma ácido dentro del
macrófago (Jacobs, 2000). Los bacilos tuberculosos dentro de
monocitos in vitro quedan inhibidos o muertos por el fármaco a una
concentración de 12.5 μg/ml. Pronto aparece resistencia si se utiliza la
pirazinamida sola. Su blanco es, parece ser, el gen que codifica la
sintasa de ácidos grasos I micobacteriana comprendido en la biosíntesis
del ácido micólico (Zimhony et al., 2000).

Aplicaciones terapéuticas. La pirazinamida se ha vuelto un


componente importante de la terapéutica antifímica a base de varios
fármacos y por lapsos breves (seis meses) (British Thoracic Association,
1982; Bass et al., 1994). El producto se presenta en comprimidos orales;
la dosis diaria para adultos es de 15 a 30 mg/kg por vía oral en una sola
dosis. La cantidad máxima por administrar es de 2 g/día, sea cual sea el
peso. Los niños deben recibir 15 a 30 mg/kg/día; las dosis diarias no
deben exceder 2 g. La pirazinamida también ha sido segura y eficaz
cuando se administra dos o tres veces por semana (a dosificaciones
aumentadas).

Efectos adversos. El efecto adverso más frecuente y grave de la


pirazinamida es el daño hepático. Después de ingerir diariamente una
dosis de 40 a 50 mg/kg, en cerca de 15% de los pacientes surgen signos
y síntomas de hepatopatía, con ictericia en 2 a 3% de ellos y muerte por
necrosis hepática en casos infrecuentes. Algunas de las anormalidades
más tempranas producidas por la pirazinamida son incrementos de los
valores plasmáticos de las enzimas aminotransferasas de alanina y de
aspartato. Los regímenes utilizados hoy (15 a 30 mg/kg/día) son más
inocuos.
Antes de administrar pirazinamida a cualquier paciente, se deben
realizar estudios de la función hepática y repetirlos a intervalos
frecuentes durante todo el tratamiento.

2.6. QUINOLONAS

Las fluoroquinolonas, que se describen en el capítulo 43, son muy


activas contra M. tuberculosis y otras micobacterias, además de ser
componentes importantes de los esquemas terapéuticos de la
tuberculosis multirresistente (Drlica et al., 2004).
Las C-8-metoxi-fluoroquinolonas, como la gatifloxacina (TEQUIN) y la
moxifloxacina (AVELOX), son las más activas y, por tanto, las que
menos tienden a generar resistencia a las quinolonas.
Desafortunadamente, cuando surge resistencia a una fluoroquinolona en
las micobacterias, ésta es de tipo cruzado y abarca a toda esta clase de
antibióticos. Por consiguiente, las fluoroquinolonas más activas deben
emplearse únicamente combinadas con otros antimicobacterianos, para
evitar la resistencia (Ginsberg et al., 2003).
2.7. LINEZOLID

El linezolid (ZYVOX), que se describe en el capítulo 46, es altamente


activo in vitro contra M. tuberculosis y otras micobacterias (Wallace et
al., 2001; Alcala et al., 2003). En la actualidad la experiencia clínica con
este fármaco es muy limitada

2.8. INTERFERON γ

El interferón γ (IFN-γ) (ACTIMMUNE) activa a los macrófagos para que


aniquilen a M. tuberculosis. La administración de IFN-γ en aerosol a los
pacientes con tuberculosis multirresistente facilita la distribución
pulmonar del fármaco y aumenta el estímulo inmunitario local (Condos et
al., 2004).

2.9. ETIONAMIDA

Propiedades químicas. La síntesis y el estudio de algunos congéneres


de la tioisonicotinamida indicaron que un derivado α-etilo-etionamida
(TRECATOR-SC) es mucho más efi caz que el compuesto original. Éste
posee la siguiente fórmula estructural:
Actividad antibacteriana, resistencia. La multiplicación de M.
tuberculosis se suprime cuando la concentración de etionamida es de
0.6 a 2.5 μg/ml. No obstante, cuando la etionamida se utiliza como
fármaco único suele pronto surgir resistencia in vivo e in vitro, que
comprende cierta resistencia cruzada a la isoniazida. La concentración
de 10 μg/ml o menos inhibe aproximadamente a 75% de las
micobacterias fotocromógenas; las escotocromógenas son más
resistentes. La etionamida es muy eficaz en el tratamiento de la
tuberculosis experimental en los animales, aunque su actividad varía
considerablemente según el modelo animal estudiado.

Mecanismo de acción. Al igual que la isoniazida, la etionamida es


también un profármaco inactivo que se activa por medio de un sistema
reductor micobacteriano. La EtaA, monooxigenasa que contiene FAD y
es específica para NADPH (forma reducida de fosfato de dinucleótido de
nicotinamida y adenina [nicotinamide adenine dinucleotide phosphate,
NADP]), convierte a la etionamida en un sulfóxido y, de estamanera, en
una 2-etil-4-aminopiridina (Vannelli et al., 2002). Si bien estos productos
no son tóxicos para las micobacterias, se piensa que un elemento
intermedio transitorio muy relacionado es el antibiótico activo. La
etionamida inhibe el crecimiento micobacteriano al inhibir la actividad del
producto del gen inhA, enoil-ACP reductasa de la sintetasa II de ácidos
grasos (Larsen et al., 2002). Constituye la enzima que también inhibe la
isoniazida activa. Aunque los mecanismos exactos de inhibición varían,
los resultados son los mismos: inhibición de la biosíntesis de ácido
micólico y, por tanto, una síntesis de eficiencia de la pared celular. Los
conocimientos más recientes sobre los mecanismos de activación y
acción de las tioamidas (Fraaije et al., 2004) quizá produzcan otros
fármacos nuevos para el tratamiento de las micobacteriosis.
Aplicaciones terapéuticas. La etionamida es un medicamento
secundario que se usa con otros fármacos sólo cuando son ineficaces o
están contraindicados los compuestos primarios. La etionamida se
administra únicamente por vía oral. La dosis inicial en adultos es de 250
mg dos veces al día; se hacen incrementos de 125 mg/día cada cinco
días, hasta llegar a una dosis de 15 a 20 mg/kg/ día. La dosis máxima
diaria es de 1 g. El fármaco se ingiere mejor con las comidas en
fracciones, a fi n de llevar al mínimo la irritación gástrica. Los niños
deben recibir 15 a 20 mg/kg/día en dos fracciones que no rebasen 1
g/día.

Efectos adversos. Las reacciones más comunes a la etionamida son


anorexia, náusea y vómito, irritación gástrica y diversos síntomas
neurológicos. A menudo conllevan hipotensión postural pronunciada,
depresión, somnolencia y astenia. Otras reacciones del sistema nervioso
central son alteraciones olfatorias, visión borrosa, diplopía, mareo,
parestesias, cefalalgia, desasosiego y temblores. La piridoxina (vitamina
B6) alivia los síntomas neurológicos, por lo que se recomienda su
administración simultánea. También se han observado eritemas
cutáneos alérgicos, púrpura, estomatitis, ginecomastia, impotencia,
menorragia, acné y alopecia. Algunos pacientes refieren sabor metálico.
En 5% de los casos conlleva hepatitis, aunque los signos y síntomas de
hepatotoxicosis desaparecen al interrumpir el tratamiento. Es importante
realizar pruebas de la función hepática a intervalos regulares en todo
paciente que recibe etionamida.

2.10. ACIDO AMINOSALICILICO

Propiedades químicas. La fórmula estructural del ácido aminosalicílico


(ácido p-aminosalicílico [PAS]) es la siguiente:
Actividad antibacteriana. El ácido aminosalicílico es bacteriostático. In
vitro, casi todas las cepas de M. tuberculosis son sensibles a una
concentración de 1 μg/ml. La actividad antimicrobiana de este producto
es muy específi ca y ataca únicamente a M. tuberculosis y no a otros
microorganismos. El fármaco no inhibe a la mayor parte de las demás
micobacterias no tuberculosas. El ácido aminosalicílico solo casi no es
útil como antifímico en el ser humano.

Resistencia bacteriana. Es posible producir in vitro cepas de bacilos de


tuberculosis insensibles a cientos de veces la concentración
bacteriostática usual del ácido aminosalicílico. En individuos que reciben
el ácido mencionado también aparecen cepas resistentes de bacilos de
tuberculosis, aunque con mucha mayor lentitud que con la
estreptomicina.

Mecanismo de acción. El ácido aminosalicílico es un análogo


estructural del ácido para-aminobenzoico y al parecer su mecanismo de
acción es muy similar al de las sulfonamidas (véase cap. 43). Sin
embargo, las sulfonamidas carecen de eficacia contra M. tuberculosis y
el ácido aminosalicílico es inactivo contra las bacterias que son
sensibles a las sulfonamidas. Esta sensibilidad diferencial
supuestamente refleja varias diferencias en las enzimas encargadas de
la biosíntesis del folato en los diversos microorganismos.

Aplicaciones terapéuticas. El ácido aminosalicílico (PASER) es un


medicamento “de segunda elección”. Ha disminuido enormemente su
importancia en el tratamiento de la tuberculosis pulmonar y otras formas
de la enfermedad, desde que se cuenta con fármacos más activos y
mejor tolerados como la rifampicina y el etambutol (véase más adelante
en el presente capítulo “Antibioticoterapia de la tuberculosis”). El ácido
aminosalicílico se toma en una dosis oral diaria de 10 a 12g. Irrita al
estómago, de modo que es mejor administrarlo después de los
alimentos y dividir la dosis en dos o cuatro fracciones iguales. Los niños
deben recibir 150 a 300 mg/kg/día en tres o cuatro fracciones.

Efectos adversos. La frecuencia de efectos adversos al utilizar ácido


aminosalicílico es de aproximadamente 10 a 30%. Los más comunes
son los trastornos digestivos (anorexia, náusea, dolor epigástrico, dolor
abdominal y diarrea), que suelen obligar al paciente a abandonar el
tratamiento. Los pacientes con úlceras pépticas toleran poco este
fármaco. En 5 a 10% de los enfermos surgen reacciones de
hipersensibilidad al ácido en cuestión. Puede aparecer en forma
repentina fi ebre alta en “agujas” intermitentes, o aparece de manera
gradual y es de poca intensidad (febrícula). Al mismo tiempo, el sujeto
puede tener malestar generalizado, artralgias o dolor faríngeo. Es
probable que ocurran, como fenómeno aislado, erupciones cutáneas de
diversos tipos o acompañen a la fi ebre. Entre las anormalidades
hematológicas observadas están leucopenia, agranulocitosis, eosinofi
lia, linfocitosis, un síndrome de mononucleosis atípica y trombocitopenia.
En algunos casos se observa anemia hemolítica aguda.

2.11. CICLOSERINA

La cicloserina (SEROMYCIN) es un antibiótico de amplio espectro


producido por Streptococcus orchidaceus. Se aisló originalmente en el
caldo de fermentación en 1955 y más tarde fue sintetizado.
En la actualidad se utiliza junto con otros tuberculostáticos en el
tratamiento de la tuberculosis pulmonar o extra pulmonar cuando son
ineficaces los compuestos primarios (isoniazida, rifampicina, etambutol,
pirazinamida, estreptomicina).

Propiedades químicas. La cicloserina es la D-4-amino-3-isoxazolidona


y su estructura química es la siguiente:
El fármaco es estable en solución alcalina, pero se destruye pronto si se
expone a pH neutro o ácido.
Actividad antibacteriana. La cicloserina bloquea a M. tuberculosis en
concentraciones de 5 a 20 μg/ml in vitro. No se halla resistencia cruzada
entre ella y otros tuberculostáticos. El antibiótico en cuestión resulta efi
caz en infecciones experimentales causadas por otros microorganismos,
pero los estudios in vitro indican que no suprime la proliferación de ellos
en cultivos efectuados en medios habituales como los que contienen D-
alanina. Este aminoácido bloquea la actividad antibacteriana de la
cicloserina.

Mecanismo de acción. Cicloserina y D-alanina son análogos


estructurales y la cicloserina inhibe las reacciones en que interviene D-
alanina en la síntesis de la pared bacteriana (véase cap. 44). El empleo
de los medios sin D-alanina indica que el antibiótico bloquea la
proliferación in vitro de enterococos, Escherichia coli, Staphylococcus
aureus, especies de Nocardia y Chlamydia.

Aplicaciones terapéuticas. La cicloserina debe utilizarse sólo si se


necesita tratar de nuevo a una persona o si las micobacterias son
resistentes a otros fármacos. Si se emplea para combatir la tuberculosis,
debe usarse con otros medicamentos efi caces. Se distribuye en
presentación oral, y la dosis usual para adultos es de 250 a 500 mg dos
veces al día.

Efectos adversos. Las reacciones a la cicloserina suelen localizarse


más bien en el sistema nervioso central y tienden a aparecer en las
primeras dos semanas de su administración, para luego desaparecer
cuando se interrumpe el uso del producto. Entre las manifestaciones del
sistema nervioso central están somnolencia, cefalalgia, temblor,
disartria, vértigo,confusión, nerviosismo, irritabilidad, estados psicóticos
con propensión al suicidio, reacciones paranoides, reacciones
catatónicas y depresivas, contracciones, clono del pie, hiperrefl exia,
perturbaciones visuales, paresias y convulsiones tonicoclónicas o crisis
de ausencia.

3. ANTIBIOTICOTERAPIA DE LA TUBERCULOSIS

La disponibilidad de medicamentos eficaces ha modificado en grado tal al


tratamiento de la tuberculosis, que casi todos los enfermos son tratados en
condiciones ambulatorias, a menudo después de que se hizo el diagnóstico
y el tratamiento iniciales en un hospital general. No se necesita en absoluto
reposo por largo tiempo, incluso es inútil para apresurar la recuperación. El
médico puede vigilar a los pacientes a intervalos frecuentes para seguir el
curso de su enfermedad y su tratamiento. Siempre hay que notificar el caso
al departamento de sanidad local. También hay que investigar los
contactos en relación con la posibilidad de enfermedad y la adecuación de
medidas profilácticas a base de isoniazida.

Tratamiento de tipos específi cos de tuberculosis. El tratamiento de la


tuberculosis pulmonar farmacosensible no complicada consiste en
isoniazida (5 mg/kg, hasta 300 mg al día), rifampicina (10 mg/kg, hasta 600
mg al día), pirazinamida (15 a 30 mg/kg al día o un máximo de 2 g al día) y
un cuarto agente. Este último puede ser etambutol (dosis usual para
adultos: 15 mg/kg una vez al día) o estreptomicina (1 g al día). La
estreptomicina se reduce a 1 g dos veces a la semana después de dos
meses. Algunos clínicos prefi eren instituir el tratamiento con etambutol con
una dosis de 25 mg/kg una vez al día durante los primeros 60 días, que
luego se reduce a 15 mg/kg al día, ante todo en quienes ya antes han
recibido tratamiento.

4. BIBLIOGRAFIA
Laurence L. Brunton, John S. Lazo. Keith L. Parker. (2007). Las bases
farmacológicas de la TERAPÉUTICA. Colombia : Mc Graw Hill.

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