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ADAPTACIONES AL ENTRENAMIENTO EN ALTURA

Deiby Triana Muñoz


Especialización en entrenamiento deportivo
UDCA 2020-2

 Presión barométrica es el valor de presión atmosférica que se mide en un


punto cualquiera por encima del nivel del mar.
 Hipoxia: se define como la reducción del contenido o de la presión parcial
del oxígeno (O2) a nivel celular.
 Hipoxia hipobárica disminución de la presión atmosférica, manteniendo la
misma concentración de oxígeno en el aire (20, 9%) de oxígeno en la
atmosfera.
 Hipoxia normobarica Se produce por respirar aire de baja concentración
de oxigeno (lo normal es 20,9% de oxígeno en la atmosfera). Pero con una
presión barométrica normal.
 Hipoxia tisular: La hipoxia tisular ocurre cuando la presión de O2 en los
capilares es insuficiente para aportar el O2 indispensable en las
necesidades fisiológicas. La oxigenación tisular es el regulador más
importante en la producción de eritrocitos.
 Adaptación capacidad de responder positivamente a un stress o
perturbación generada por el entorno.
 Eritropoyetina (EPO) es una hormona producida principalmente por el
riñón, cuya función es mantener constante la concentración de glóbulos
rojos en la sangre.
 Glóbulos rojos son los más numerosos de todas las células que hay en la
sangre. son las células más numerosas dela sangre. La hemoglobina es
uno de sus principales componentes, y su función es transportar el oxigeno
hacia los diferentes tipos de tejidos del cuerpo.
 Hemoglobina son proteínas globulares, presentes en los hematíes en altas
concentraciones, que fijan oxígeno en los pulmones y lo transportan por la
sangre hacia los tejidos y células que rodean el lecho capilar del sistema
vascular. Al volver a los pulmones, desde la red de capilares, la
hemoglobina actúa como transportador de CO2 y de protones.
 Vo2 max es la cantidad máxima de oxigeno (O2) que el organismo puede
absorber, transportar y consumir en un tiempo determinado.
 mitocondrias son orgánulos celulares eucariotas encargados de
suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular
(respiración celular). Actúan como centrales energéticas de la célula y
sintetizan ATP a expensas de los carburantes metabólicos (glucosa, ácidos
grasos y aminoácidos).
 Enzimas oxidativas catalizan la cascada de reacciones
químicas que conllevan a una utilización de los sustratos energéticos en
presencia de oxígeno molecular, en lo que constituye el metabolismo
aeróbico de obtención de energía.
 Sistema endocrino está formado por glándulas que fabrican hormonas.
Las hormonas son los mensajeros químicos del organismo. Trasportan
información e instrucciones de un conjunto de células a otro. El sistema
endocrino influye en casi todas las células, órganos y funciones de nuestros
cuerpos.
 Sistema respiratorio está formado por las vías aéreas, pulmones y
músculos respiratorios que provocan el movimiento del aire tanto hacia
adentro como hacia afuera del cuerpo.
 Sistema cardiovascular es un sistema de transporte interno que utilizan
los seres vivos para mover dentro de su organismo elementos nutritivos,
metabolitos, oxígeno, dióxido de carbono, hormonas y otras sustancias.
El gasto cardiaco (volumen sanguíneo eyectado por el corazón por minuto) es el
producto de la frecuencia cardiaca (FC) y el volumen sistólico (VS). El primer
mecanismo compensatorio para aumentar el aporte de oxígeno a los tejidos es un
incremento de la frecuencia cardiaca.
INTRODUCCION

Las adaptaciones en el individuo son causadas por el entrenamiento y por el


medio ambiente, se conocen como agudas durante el ejercicio y crónicas cuando
se hace un entrenamiento de forma sistemática y estructural generando una huella
y consecuencia haciendo que todos los sistemas aumenten su capacidad para
evitar ser perturbados nuevamente. Estas exposiciones al entrenamiento en altura
generan un estrés y por ende una perturbación del homeostasis en el individuo.

quienes perciben la información del medio ambiente son los centros reguladores
superiores (centros corticales) captando información a través de los sentidos
generando activación de sistemas como; el sistema adrenérgetico, para garantizar
y poner a tono con la perturbación todo lo que tiene que ver con la producción de
energía, el Sistema nervioso autónomo generando ajustes de las funciones
respiratorias y cardiacas acordes al estrés recibido, como también desde el
aspecto hipofisario y suprarrenal (sistema endocrino) aumentando la producción
hormonal.

Philo et al. (2016) hace referencia a los efectos del entrenamiento a una altitud
moderada sobre el rendimiento posterior en la altitud y cerca del nivel del mar se
hicieron importantes en los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México de 1968
(2300 m), y posteriormente se han investigado ampliamente. Ahora es una
práctica común para los atletas de resistencia de élite en una variedad de deportes
utilizar el entrenamiento en altitud para mejorar el rendimiento cerca del nivel del
mar. El paradigma predominante de adaptación a la hipoxia es que la menor
presión parcial de oxígeno asociada con la altitud moderada induce la producción
de eritropoyetina (EPO) en los riñones, lo que a su vez estimula la producción de
glóbulos rojos en la médula ósea, facilitando un aumento del consumo max de
oxígeno.
El entrenamiento en altura pretende alcanzar una mejoría en la capacidad de
transporte de oxígeno al organismo generando respuestas fisiológicas; un
aumento de la masa heritrositaria en la sangre, aumento de la capilarizacion en el
corazón y en musculo esquelético proporcionándonos una mayor capacidad de
aporte de oxígeno al organismo en condiciones de ejercicio proporcionando una
ventaja sobre el entrenamiento habitual sobre el nivel del mar.

Hurtado et al. (2014) menciona que, a gran altura, el cuerpo tiene que desarrollar
algunas adaptaciones y cambios que permitan que el sistema de transporte de
oxigeno compensando la hipoxia para mantener un nivel de oxigeno tisular
adecuado para apoyar el metabolismo.

Vale la pena diferenciar algunas diferencias la hipoxia normobarica es la cual se


disminuye la cantidad de oxígeno en la mezcla de gases que el individuo está
respirando sin que allá una presión barométrica alterada en las cuales
encontramos las tiendas de la hipoxia u acondicionamiento de una habitación en la
cual lo que se hace es alterando la composición del aire atmosférico suprimiendo
oxígeno y aumentando la concentración de nitrógeno en lo cual el organismo se
encuentra con una dificultad, para la captación de aire por su concentración de
oxigeno reducida.

En el entrenamiento de hipoxia hiperbárica en altura es en el cual disminuye la


presión barométrica y en la cual concentración de los gases es igual que a nivel
del mar con un 20.9 % de oxígeno, pero con un peso reducido en la columna de
aire.

En condiciones artificiales se consigue poniendo al individuo en una cámara con


tecnología especifica en la cual en el interior de la cámara quede una presión
barométrica inferior a la que hay en el exterior.

Siendo aspectos diferentes ya que la presión barométrica es diferente y esto


afecta parámetros como la densidad del aire que influye sobre el trabajo
ventilatorio y repercutiendo en el aparato circulatorio a partir del retorno venoso ya
que no son estímulos precisamente similares.
Leissner (2009) ratifica que La hipoxemia hipobárica en las altitudes elevadas es
causada por una baja presión de aire que disminuye la presión parcial de oxígeno.
Esto dificulta que el oxígeno se difunda hacia los capilares pulmonares, aunque la
proporción de oxígeno en el aire sigue siendo la misma.

Czuba et al. (2017) señalan que entre las estrategias de entorno de altitud más
populares utilizadas en los últimos años para activar completamente las reservas
adaptativas y mejorar el rendimiento atlético se encuentra el entrenamiento
hipóxico intermitente (IHT) y la estrategia de entrenamiento en vivo alto,
entrenamiento bajo (LH-TL). En IHT, los atletas entrenan en hipoxia normobárica
simulada o, con menos frecuencia, en un entorno natural de gran altitud en
condiciones hipobáricas, mientras viven en condiciones normóxicas.

Robbins (2016) hacen referencia a que una de las primeras adaptaciones o


acomodaciones en el entrenamiento en altura es el aumento de la frecuencia
cardíaca (FC). En las primeras etapas de la exposición a la altitud, el impulso
hipóxico de los quimiorreceptores periféricos en el seno carotídeo eleva la
frecuencia respiratoria. Los canales de potasio sensibles al oxígeno en las células
glómicas son inhibidos por condiciones hipóxicas, lo que provoca un flujo de calcio
y la liberación de neurotransmisores excitadores de las células quimiosensibles.
La acetilcolina, que actúa junto con el trifosfato de adenosina (ATP), la endotelina
y especies reactivas de oxígeno, altera la descarga aferente de los cuerpos
carotideos y produce una respuesta ventilatoria hipóxica (HVR).
Noah J. et al. (2008) de igual modo seña que la exposición a hipoxia produce un
efecto generalizado dependiendo del grado de la misma, un aumento en el flujo de
salida vasoconstrictor simpático causado principalmente por la participación del
reflejo del quimiorreceptor carotideo.
Rusko et al (2016) señala que las adaptaciones ventilatorias pueden tener
implicaciones positivas para el rendimiento deportivo cuando el deportista regresa.
A nivel del mar. Los atletas demuestran un aumento del PaO2 durante el ejercicio
como resultado de una mayor ventilación.
Friedmann-Bette (2016) hacen referencia que una de las adaptaciones más
importantes en el entrenamiento de altura como lo son el aumento en la
producción hormonal de la eritropoyetina, que se produce principalmente en los
riñones, promueve la eritropoyesis en la médula ósea y mejora la capacidad de
transporte de oxígeno en la sangre.

Moritz et al. (2020) define que la eritropoyetosis es el proceso mediante el cual se


generan los glóbulos rojos a partir de células hematopoyéticas multipotenciales,
produciendo inicialmente células eritroides —unidades formadoras de colonias
eritroides— que sufren una maduración progresiva 718 Efectos de la altura sobre
eritropoyesis y metabolismo del hierro: 717-25 desde proeritroblastos a
reticulocitos, hasta finalmente la formación del eritrocito maduro o glóbulo rojo.

En este sentido se entiende que estimula la aparición de glóbulos rojos y


hemoglobina quienes tienen como principal tarea el transporte de oxígeno a las
diferentes partes de nuestro cuerpo desplazándose por arterias venas y capilares,
para cumplir su función principal.

Alfredo Córdova et al. (2017) hace refencia a que algunos autores han relacionado
hipoxia con la expresión de la mioglobina. Regulación como una respuesta
adaptativa al estrés desencadenado. Se ha informado un aumento de la
mioglobina en el musculo cardiaco, especialmente cuando lo estudios cubren
periodos cortos, 3 semanas sin encontrar cambios en el musculo esquelético. La
mayor cantidad de mioglobina podría mejorar la capacidad de almacenamiento y
transportar oxigeno dentro de la célula muscular.

Sanchez et al. (2006) sustenta que en la hipoxia crónica el aumento de la


concentración de Hb en sangre. Durante las primeras 24 a 48 h de exposición a la
altitud, la concentración de Hb aumenta debido a una reducción del volumen
plasmático. Este último es causado por una intensificación de la diuresis y el
desplazamiento del agua desde los espacios vasculares hacia los intracelulares y
extravasculares. Además, en las alturas se pierde agua a través del sudor y una
mayor ventilación debido a la menor humedad ambiental. De hecho, los nativos de
altitud que viven a 4330 m pueden tener volúmenes de plasma crónicamente
reducidos en comparación con los valores observados en los nativos que viven al
nivel del mar, más de 3-4 semanas de residencia a una altitud superior a 2500-
3000m son necesarios para detectar un aumento significativo en la masa de
células sanguíneas.

Esto vendría representar en el deportista un estímulo positivo en la resistencia


aeróbica y en la recuperación de los deportistas entre sesiones de trabajo.

Chapman et al. (2010) señala que específicamente en atletas de resistencia, la


magnitud de la respuesta individual de eritropoyetina puede determinar en última
instancia el nivel de adaptación hematológica y mejora del rendimiento después
del entrenamiento en altura.
Eckardt et al. (2010) hace relación a que la tasa de producción de eritropoyetina
parece estar directamente relacionada con la gravedad del estrés hipóxico.
Las adaptaciones aparte de presentar variaciones a nivel de la sangre, también va
desarrollar una mejora en la capacidad enzimática a nivel mitocondrial y esta
situación dará como resultado un potenciamiento en la formación de energía en
las células en situaciones aeróbicas y por ende será una respuesta beneficiosa
para el rendimiento.
Montoya, J (1982) define las mitocondrias como orgánulos intracelulares
responsables de la producción de ATP por fosforilacion oxidativa.
J. Magalhães et al. (2014) señala que Además de su papel clave para el
suministro de energía celular, las mitocondrias también son actores determinantes
en el establecimiento del homeostasis del calcio sistólico. Las mitocondrias
acumulan calcio en la matriz a través de un uniportador especifico y poseen
diferentes vías para la extracción de calcio. Un ejemplo clásico del importante
papel fisiológico del calcio como la señal intramitocondrial, para la producción de
ATP.

Por otra parte, también se produce un aumento de los capilares, en los cuales
también se desplaza el oxígeno que viaja a las células, esto nos representa
igualmente mejor transporte del oxígeno.
Hoy en día un método muy utilizado el entrenamiento para generar este tipo de
ayudas ergogenicas es el entrenamiento en hipoxia intermitente en donde el
protocolo parte del uso de una mascarilla o un espacio aislado para la inhalación
de aire pobre en oxigeno mientras el deportista se le aplica una carga aeróbica y
de este modo podemos simular un entrenamiento en diferentes altitudes, en los
tiempos intermedios el deportista capta aire al 20.9% de O2 es decir en
condiciones normales al ambiente esto se considera normoxia.
Acosta et al. (2017) se centró en ver los cambios hematológicos en atletas que
entrenan en alta altitud y residen en altitud moderada, mediante un mesociclo de
30 días de entrenamiento en alta altitud (3345 msnm) conduce a un aumento
estadísticamente significativo de la Hb y el Hcto en sangre en condiciones
ambientales reales, en atletas juveniles fondistas que residen en altitud moderada,
por lo que se comprueba la hipótesis alterna “Un mesociclo de entrenamiento de
30 días en alta altitud, incrementa los niveles de la hemoglobina y del hematocrito
en atletas que residen en altitud moderada”. Este estudio demuestra que un
entrenamiento en condiciones de hipoxia en alta altitud, estimula la adaptación del
organismo en este ambiente hipóxico, porque se incrementa la producción de
hemoglobina y eritrocitos, mejorando la transferencia de oxígeno que es un
determinante del VO2max en atletas que residan en altitud moderada, con lo cual
se mejora el rendimiento deportivo.

Gerard et al. (2016). concluye lo siguiente El estrés hipóxico impuesto a los


sistemas fisiológicos durante el entrenamiento en altura promueve adaptaciones
favorables generales para el atleta de élite. Existen numerosos paradigmas de
entrenamiento en altitud, pero más recientemente, el modelo en vivo de tren alto
bajo para entrenamiento en altitud ha alcanzado una popularidad significativa. Este
enfoque combina los cambios ventajosos que se producen en la altitud, con un
estímulo de intensidad de ejercicio no disminuido a nivel del mar. Las
investigaciones actuales respaldan su eficacia para mejorar el rendimiento
deportivo al nivel del mar. Los modelos de entrenamiento en altitud pueden
combinarse para maximizar el rendimiento de resistencia en eventos competitivos.
Los atletas deben tomar medidas para minimizar los efectos perjudiciales del viaje
a la altura, con el fin de beneficiarse al máximo de los programas de entrenamiento
en altura.

G. Rodas et al. (2013) centro su estudio con triatletas de alto nivel (participantes
en el Ironman de Lanzarote'03) que fueron sometidos a un entrenamiento físico
específico combinado de tres semanas de duración con una exposición
intermitente a hipoxia hipobárica durante la primera y la tercera semana. El
protocolo de la exposición a hipoxia hipobárica fue de dos ciclos de 6 sesiones por
semana, con una sesión diaria de 3 horas de duración desde 4.000m.
Concluyeron que un total de 36 horas de exposición junto a entrenamiento
correctamente planificado resultan ser estimulo suficiente para inducir cambios en
la eritropoyesis en triatletas de élite y que este tipo de protocolos breves de
exposición intermitente a hipoxia pueden suplementar, junto a un entrenamiento
cuidadosamente supervisado, un programa completo de mejora del rendimiento
físico.

L. Bernardi et at. (2000) en su estudio sobre Adaptaciones respiratorias y


cardiovasculares a hipoxia progresiva mediante un entrenamiento de dos semanas
a 12 sujetos observaron que un período relativamente corto de entrenamiento
hipóxico a intervalos fue capaz de aumentar la sensibilidad de la quimiorreflexión a
la hipoxia, mejorar la eritropoyesis y reduciciendo los efectos potencialmente
adversos de la hipoxia en el sistema nervioso autónomo. Estos resultados
proporcionan un primer cuerpo de evidencia de que el entrenamiento hipóxico a
intervalos tiene el potencial de ser beneficioso en una gran variedad de
condiciones fisiológicas y patológicas que requieren una mejora del impulso
ventilatorio hipóxico y / o eritropoyesis. Estos incluyen la adaptación a la altura, el
entrenamiento de resistencia, enfermedades autónomas y respiratorias
caracterizadas por un impulso ventilatorio bajo.

Czuba M. et al. (2017) su estudio consistió en comparar el efecto del


entrenamiento hipóxico intermitente (IHT) y la estrategia en vivo alto,
entrenamiento bajo sobre la capacidad aeróbica y el rendimiento deportivo en 30
ciclistas durante un periodo de entrenamiento de 4 semanas. Los resultados del
experimento muestran que la hipoxia normobárica puede considerarse una ayuda
ergogénica eficaz que probablemente mejore la capacidad de ejercicio en la
normoxia. Tanto el método en vivo alto, entrenar bajo (LH-TL) como el
entrenamiento hipóxico intermitente (IHT) conducen a mejoras en la capacidad
aeróbica y el rendimiento deportivo en ciclistas todoterreno.

Hoy en día para todas las disciplinas deportivas sean de conjunto o individuales
mejorar su rendimiento deportivo en el entrenamiento y la competencia
aclimatándose al medio ambiente y generando adaptaciones a la altura no son un
tema menor.
Nadine et al. (2013) hace alusión a partidos de fútbol en altura, son actualmente
inevitables. Nuestros datos indican que CaO 2 es un factor limitante importante
para los nativos del nivel del mar en altitud. La respuesta ventilatoria parece
retrasarse durante varias horas después de la llegada, manteniendo así un ácido
estable - estado base y capacidad de búfer, pero es poco probable que compense
la dramática disminución de la PaO 2 y CaO 2 inmediatamente después ascenso.
CaO 2 afortunadamente se compensa tras un período de aclimatación. Si bien las
diferencias adaptativas entre los nativos los residentes de nivel y altitud aún eran
evidentes después de 12 días de aclimatación, la potencia aeróbica se recuperó
parcialmente, 6 de 8 indicar 2 semanas de aclimatación a la altitud puede ser un
compromiso razonable para los equipos a nivel del mar que deben jugar en altitud.
Sin embargo, las limitaciones logísticas y de tiempo asociadas con esta estrategia
siguen siendo un desafío.
Alfredo c. et al. (2017) concluye en su artículo que el ejercicio físico mejora el
funcionamiento del cuerpo, no solo del sistema musculoesqueletico y
cardiovascular, sino también sistémico. Donde se pueden obtener mejoras y más
rápidas sobre estas adaptaciones, si se agrega ejercicio controlado en situaciones
de hipoxia moderada. El factor principal en este proceso es el HIF y gracias a su
expresión se presenta un nivel oxidativo mejorado, un aumento de la densidad
mitocondrial, mioglobina, como también permitiendo adaptaciones del estado
hipoxico, la regulación genética generalmente tiene como objetivo aumentar la
capacidad de la sangre para transportar O2, mejorar la vascularización y la
ventilación con el fin de aumentar el O2 al tejido.

ANALISIS Y CONCLUSIONES

Con todos los antecedentes mencionados anteriormente podemos hacer algunas


precisiones en cuanto acomodaciones o adaptaciones que se presentan en medio
de tener un entrenamiento en altitud:
Algunas acomodaciones que se presentan rápidamente a nivel respiratorio y
cardiovascular es una ventilación aumentada desde la frecuencia cardiaca y la
frecuencia respiratoria inducida por la exposición a hipoxia.
A nivel hematológico podemos observar tal vez alguna de las adaptaciones que
más llama la atención debido a su múltiple beneficio como lo son la estimulación a
nivel renal de la hormona eritropoyetina quien estimulara la creación de nuevo
glóbulos rojos y la concentración de hemoglobina quienes tienen como principal
tarea el transporte de oxígeno a las diferentes partes de nuestro cuerpo
desplazándose por arterias venas y capilares, para cumplir su función principal.
un aumento de los capilares, en los cuales también se desplaza el oxígeno que
viaja a las células, esto nos representa igualmente mejor transporte del oxígeno.
también va desarrollar una mejora en la capacidad enzimática a nivel mitocondrial
y esta situación dará como resultado un potenciamiento en la formación de
energía en las células en situaciones aeróbicas y por ende será una respuesta
beneficiosa para el rendimiento.
Dentro de las formas del entrenamiento hiperbárico sin estar en altitud vemos que
la tecnología ofrece una amplia cantidad de posibilidades de forma controlada en
la cual vemos que es de gran acogida debido a que facilita el entrenamiento al
individuo evitándole largos viajes, para llegar a zonas de mayor altitud. Es un
entrenamiento importante ya que se pueden perseguir objetivos del entrenamiento
en altura, cabe destacar que se debe tener control sobre la carga; control sobre
los tiempos de trabajo, presión y concentración de oxígeno.
Podemos individualizar según tolerancia y adaptabilidad para ir de una forma
progresiva en el aumento de dicho estimulo con el fin de ir logrando adaptaciones
evitando sobre cargas y situaciones adversas en el deportista.
Estas prácticas tienen un tiempo promedio de aplicación entre 60 y 90 minutos de
tres a cuatro veces por semana, para conseguir dichos objetivos del
entrenamiento en hipoxia.
Los tiempos son relativos para generar las adaptaciones en el entrenamiento en
altitud aproximadamente ya que el tiempo de exposición, la altitud, el
entrenamiento y las respuestas individuales pueden variar, pero varios autores
señalan que se deberá estar entre dos a tres semanas aproximadamente y en
delante de estadía en altitud, para generar dichas adaptaciones fisiológicas.
El entrenamiento en promedio se realiza entre los 2000m a 3000m ya que por
encima de los 3000 se considera que no es muy beneficioso ya que los efectos
contrarios serán mayores en comparación a los potenciales beneficios, es por
ello que se acude a centros de entrenamiento localizados a esta altitud o en su
defecto se realiza un entrenamiento con ayuda de medios técnicos que nos
permitan simular una atmosfera que sea más baja en oxigeno con una hipoxia
artificial entre los cuales encontramos cámaras hiperbáricas o tiendas de hipoxia
etc.
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