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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA HUAURA -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE NLPT - AV. PANAMERICANA NORTE N° 1677 - SAN,
Juez:MACEDO ROJAS JOHANN CHRISTIAN /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú
Fecha: 09/03/2021 12:30:22,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
HUAURA / HUAURA,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE HUAURA


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
HUAURA - Sistema de JUZGADO DE TRABAJO PERMANENTE DE HUAURA
Notificaciones Electronicas SINOE
LEY N° 29497 – NUEVA LEY PROCESAL DEL TRABAJO
SEDE NLPT - AV.
PANAMERICANA NORTE N° 1677
- SAN,
Secretario:TELLO VILLARREAL
BEATRIZ JULIA MAGDALENA
/Servicio Digital - Poder Judicial del
Perú EXPEDIENTE : 00001-2021-0-1308-JR-LA-01
Fecha: 09/03/2021 12:32:40,Razón:
RESOLUCIÓN MATERIA : DERECHOS LABORALES
JUEZ : MACEDO ROJAS, JOHANN
ESPECIALISTA : TELLO VILLARREAL, BEATRIZ
DEMANDADO : GOBIERNO REGIONAL DE LIMA PROVINCIAS
DEMANDANTE : VIDALON GALVEZ, GIANCARLO

SENTENCIA

RESOLUCIÓN N° 03
Santa María, 09 de marzo de 2021.

I. MATERIA:
Corresponde a este órgano jurisdiccional resolver la demanda interpuesta por
Giancarlo Vidalón Gálvez contra el Gobierno Regional de Lima Provincias; quien
solicita se declare la existencia de una relación laboral a plazo indeterminado
entre las partes, bajo el régimen laboral de la actividad privada (Decreto
Legislativo N° 728), desde el 10 de enero de 2019; y, en consecuencia, se declare
la invalidez de los contratos administrativos de servicios (CAS), celebrados desde el
01 de marzo de 2019. Asimismo, solicita se deje sin efecto su despido incausado
producido el 16 de noviembre de 2020, ordenándose su reposición definitiva en el
puesto de Profesional III de la Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica, con los
derechos y beneficios que corresponde a los trabajadores bajo el régimen laboral
del Decreto Legislativo N° 728; y, se ordene el pago a su favor por la suma de S/
67,772.25, por concepto de adeudos laborales, beneficios sociales y por
convención colectivo, más intereses legales; condenando a la demandada al
pago de las costas y los costos del proceso.

II. ANTECEDENTES:
Argumentos de la parte demandante
Con su demanda presentada el 04 de enero de 2021 (fs. 167-189), Giancarlo
Vidalón Gálvez manifiesta haber ingresado a prestar servicios para el Gobierno
Regional de Lima Provincias el 10 de enero de 2019, de manera personal,
ininterrumpida y subordinada, en el puesto de Asesor Legal Externo / Abogado,
con una remuneración mensual de S/ 3,850.00, sujeto a una jornada y horario de
trabajo comprendida de lunes a viernes de 08:30 a.m. a 01:00 p.m. y de 02:30 p.m.
a 06:00 p.m., bajo las órdenes de quien entonces era Sub Gerente Regional de
Asesoría Jurídica, habiendo continuado prestando sus servicios en esa modalidad
durante los meses de enero y febrero de 2019, bajo la simulada suscripción de
orden se servicio; siendo que posteriormente suscribió contratos administrativos de
servicios (CAS) desde el 01 de marzo de 2019 hasta el 31 de agosto de 2020 y,
luego mediante ordenes de servicio desde el 01 de setiembre hasta el 16 de
noviembre de 2020. Asimismo, refiere que a partir de la fecha de su ingreso y

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durante todo el periodo laboral antes mencionado, ha sido netamente de
naturaleza laboral, sin embargo, nunca se cumplió con registrarle en la planilla de
trabajadores, ni tampoco con entregarle las boletas de pago correspondientes,
dado que se le condicionaba a mantener una relación laboral bajo la suscripción
de órdenes de servicio y la consecuente emisión de recibos por honorarios, a fin
de justificar las remuneraciones que percibía por el trabajo realizado, encubriendo
su situación laboral con la de un proveedor del Estado, bajo una aparente
locación de servicios. Por último, sostiene que el 16 de noviembre de 2020, la
demandada dio por finalizada la relación laboral unilateralmente, sin causa justa
de despido, configurando un despido incausado, vulnerando así la debida
protección contra el despido arbitrario prevista en el artículo 27° de la
Constitución Política del Estado.

Argumentos de la parte demandada


Mediante resolución uno de fecha 11 de enero de 2021 (fs. 190-196), se admitió a
trámite la demanda, en la vía del proceso ordinario laboral, conforme a lo previsto
en la Ley N° 29497 (Nueva Ley Procesal del Trabajo); citándose a las partes a la
audiencia de conciliación programada para el 11 de febrero de 2021, a las 09:30
a.m., verificándose que la demandada fue debidamente emplazada, según
consta en los cargos respectivos (fs. 196); siendo que esta parte, con sus escritos
de fechas 09 y 10 de febrero de 2021 (fs. 217-223 y 341-347, respectivamente), a
través de su procurador público, procedió a contestar la demanda, solicitando
que se declare infundada, argumentando que no existe subordinación en sus
servicios prestados, puesto que se han dado como servicios no personales, para
casos específicos, en un tiempo determinado, no habiendo sido continuos ni
permanentes, puesto que no ha demostrado que se haya regido a un horario ni
tampoco a una dependencia. Asimismo, refiere que el demandante invoca la
desnaturalización de contrato sin expresarse sobre la constitucionalidad o no del
régimen legal que regula el contrato administrativo de servicios (CAS). Por último,
señala que la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, regula que el ingreso a un
puesto de trabajo en la Administración Pública, exige necesariamente un previo
concurso público de méritos, siendo que el accionante no ha participado en
ningún concurso público para prestar los servicios que realizó, invocando además
el precedente vinculante recaído en el expediente N° 5057-2013-PA/TC.

Audiencia de conciliación
La audiencia de conciliación se llevó a cabo en la fecha y hora indicadas, a
través de la aplicación Google Meet, considerando los lineamientos establecidos
en el “Protocolo de adecuación de los procedimientos del Módulo Corporativo
Laboral (MCL) y la Sala Superior al tiempo de pandemia ocasionada por el Covid-
19”, aprobado mediante Resolución Administrativa N° 000190-2020-CE-PJ de fecha
16 de julio de 2020, quedando registrada en audio y video, según los términos del
acta respectiva (fs. 348-350). En la mencionada diligencia, la abogada delegada
de la procuraduría pública del Gobierno Regional de Lima Provincias indicó que
no contaba con facultades para conciliar, por lo que de acuerdo a lo normado
en el numeral 1. del artículo 43° de la Ley N° 29497, incurrió en rebeldía
automática; siendo que, conforme a lo dispuesto en el numeral 3. del
mencionado artículo, se precisaron las pretensiones materia de juicio, se tuvo por

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contestada la demandada y, se señaló fecha para la realización de la audiencia
de juzgamiento.

Audiencia de juzgamiento
Con fecha 02 de marzo de 2021, se llevó a cabo la audiencia de juzgamiento,
según los términos del acta respectiva (fs. 416-418), donde se desarrolló la etapa
de confrontación de posiciones (del minuto 06:30 al 25:55 del audio y video), se
admitieron y actuaron los medios probatorios (del minuto 35:15 al 57:30 del audio y
video); y, los abogados de las partes formularon sus alegatos respectivos (del
minuto 58:18 al 1:04:27 del audio y video), a cuyo término, se dispuso diferir el fallo
de la sentencia por el plazo de cinco días, en aplicación del artículo 47° de la
Nueva Ley Procesal de Trabajo, habiéndose señalado fecha para la notificación
de la sentencia, emitiéndose la presente resolución.

III. RAZONAMIENTO:
Competencia
1. Al respecto, la magistrada Marianella Ledesma señala que “[l]a competencia
es la distribución de la jurisdicción entre los diversos órganos jurisdiccionales.”1,
agregando además que “[e]l estudio de la competencia comprende el
examen de los criterios que sirven para determinarla, como la materia,
cuantía, territorio y grado.”2 De igual forma, el profesor Martín Sotero refiere
que “[l]a competencia supone «la aptitud que tiene el juez para ejercer
válidamente la potestad jurisdiccional» aptitud que «está definida en virtud de
determinados ámbitos que la ley se encarga de establecer» (…) tales como:
la materia, la función, la cuantía y el territorio o el turno”.3

2. Dicho ello, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 2° de la Ley N°


29497 (Nueva Ley Procesal del Trabajo) −vigente en el Distrito Judicial de
Huaura a partir del 11 de diciembre de 2021−, los juzgados especializados de
trabajo conocen, por razón de la materia, en la vía del proceso ordinario
laboral, entre otros, todas las pretensiones relativas a la protección de
derechos individuales, plurales o colectivos, originadas con ocasión de la
prestación personal de servicios de naturaleza laboral, formativa o
cooperativista, referidas a aspectos sustanciales o conexos, incluso previos o
posteriores a la prestación efectiva de los servicios; y, las pretensiones
referidas al cumplimiento de obligaciones de dar superiores a cincuenta (50)
Unidades de Referencia Procesal (URP).

3. Asimismo, se tiene que el artículo 6° de la acotada Ley, establece que, por


razón de territorio y, a elección del demandante, es competente el Juez [1]
del domicilio principal del demandado o [2] del último lugar donde se
prestaron los servicios; siendo que en el presente caso, el domicilio principal
del Gobierno Regional de Lima Provincias se ubica en la av. Circunvalación

1 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella Leonor. Comentarios al Código Procesal Civil. 5ta Edición, Tomo II, Gaceta
Jurídica S.A., Lima, 2015, p. 391.
2 Ibid.
3 SOTERO GARZÓN, Martin Alejandro. Código Procesal Civil Comentado, Tomo III, Gaceta Jurídica S.A.
Lima, 2016, p. 656.

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S/n, sector de Agua Dulce, distrito de Santa María, provincia de Huaura,
departamento de Lima; en consecuencia, es de inferir que el Juzgado de
Trabajo Permanente de Huaura es competente para tramitar la presente
causa.

Pretensiones materia de juicio


4. En la audiencia de conciliación se precisó que las pretensiones materia de
juicio son las siguientes:

1) Determinar si entre las partes ha existido un contrato de trabajo a plazo


indeterminado, bajo el régimen laboral del Decreto Legislativo N° 728,
durante el periodo comprendido del 10 de enero de 2019 al 16 de
noviembre de 2020.
2) Determinar si corresponde declarar la invalidez de los contratos
administrativos de servicios (CAS) celebrados entre las partes a partir del
01 de marzo de 2019.
3) Determinar si el 16 de noviembre de 2020 se ha producido un despido
incausado en perjuicio de Giancarlo Vidalón Gálvez y, de ser así, si
corresponde ordenar su reposición en el puesto de Profesional III de la Sub
Gerencia Regional de Asesoría Jurídica del Gobierno Regional de Lima
Provincias, que refiere venía desempeñando.
4) Determinar si corresponde ordenar al Gobierno Regional de Lima
Provincias cumpla con pagar al demandante la suma total de S/
67,772.25, a razón de S/ 2,193.00 por asignación familiar, S/ 18,385.20 por
gratificaciones y bonificación extraordinaria (9%), S/ 10,428.00 por
compensación por tiempo de servicios (CTS), S/ 9,422.05 por vacaciones,
S/ 8,050.00 por escolaridad (convenio colectivo 2012-2013), S/ 7,050.00 por
alimentación (convenio colectivo 2012-2013, 2013-2014 y laudo 2016-
2017), S/ 1,800.00 por valor de las canastas de fiestas patrias y navidad
(convenio colectivo 2015-2016 y laudo 2016-2017), S/ 7,939.00 por
movilidad (convenio colectivo 205-2016 y laudo 2016-2017), S/ 400.00 por
bonificación por día del empleado público (laudo 2016-2017) y, S/
2,150.00 por bonificación vacacional (laudo 2017-2018), más los intereses
correspondientes.
5) Determinar si corresponde condenar a la demandada al pago de costas
y costos.

Cuestiones preliminares
5. En principio, cabe señalar que el artículo 4° del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo N° 728 (aprobado por el Decreto Supremo N° 003-97-TR),
ha establecido parámetros que sirven para determinar cuándo un contrato es
de naturaleza laboral y a plazo indeterminado, preceptuando lo siguiente:
“En toda prestación personal de servicios remunerados y subordinados, se
presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado. El
contrato individual de trabajo puede celebrarse libremente por tiempo
indeterminado o sujeto a modalidad. El primero podrá celebrarse en forma
verbal o escrita y el segundo en los casos y con los requisitos que la presente
Ley establece. También puede celebrarse por escrito contratos en régimen de
tiempo parcial sin limitación alguna.” (subrayado agregado)

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6. Sobre el particular, el profesor Jorge Toyama sostiene que “… el contrato de
trabajo supone la existencia de un acuerdo de voluntades, por el cual una de
las partes se compromete a prestar sus servicios personales en forma
remunerada (el trabajador); y la otra, al pago de la remuneración
correspondiente y que goza de la facultad de dirigir, fiscalizar y sancionar los
servicios prestados (el empleador) (…), el contrato de trabajo presenta tres
elementos esenciales: prestación personal, remuneración y subordinación.”4
(subrayado agregado). El citado autor, señala además que “… el contrato de
trabajo puede ser definido como un negocio jurídico mediante el cual un
trabajador presta servicios personales por cuenta ajena para un empleador,
en una relación de subordinación a cambio de una remuneración.”5

7. Al respecto, se debe tener en cuenta lo expuesto por la Segunda Sala de


Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema en la
Casación Laboral N° 15243-2015-Arequipa de fecha 04 de julio de 2017, en
cuyo considerando Sétimo precisó lo siguiente: “… independientemente de lo
dispuesto por el artículo 4° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo
N° 728 (…), los artículos 5°, 6° y 9°; de la citada norma legal también regulan
los elementos del contrato de trabajo como son: la prestación personal de
servicios (servicios prestados directa y personalmente por el trabajador como
persona natural), la remuneración (el íntegro de lo que recibe el trabajador
por sus servicios, sea en dinero o en especie y cualquiera sea su
denominación, siempre que sea de su libre disposición) y la subordinación (la
dependencia del trabajador y la obligación de acatar las órdenes del
empleador, quien tiene la facultad de reglamentar las labores, dictar órdenes
para su ejecución, supervisar su cumplimiento y de imponer las sanciones en
los casos de incumplimiento).” (subrayado agregado)

8. En ese mismo sentido, el Tribunal Constitucional, en la sentencia de fecha 28


de enero de 2003, emitida en el expediente N° 1944-2002-AA/TC, respecto al
contrato de trabajo, dejó establecido lo siguiente: “Se presume la existencia
de un contrato de trabajo cuando concurren tres elementos: la prestación
personal de servicios, la subordinación y la remuneración (prestación
subordinada de servicios a cambio de una remuneración). Es decir, el
contrato de trabajo presupone el establecimiento de una relación laboral
permanente entre el empleador y el trabajador, en virtud de la cual éste se
obliga a prestar servicios en beneficio de aquél de manera diaria, continua y
permanente, cumpliendo un horario de trabajo.”

9. De otro lado, se debe considerar que, conforme a lo previsto en el artículo


1764° del Código Civil, “[p]or la locación de servicios el locador se obliga, sin
estar subordinado al comitente, a prestarle sus servicios por cierto tiempo o
para un trabajo determinado, a cambio de una retribución.” Asimismo, el
artículo 1766° del Código acotado precisa que “[e]l locador debe prestar
personalmente el servicio, pero puede valerse, bajo su propia dirección y

4 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. El derecho individual del trabajo en el Perú. Un enfoque teórico – práctico.
2da Edición, Gaceta Jurídica S.A., Lima, 2020, p. 66.
5 Ibid., p. 67.

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responsabilidad, de auxiliares y sustitutos si la colaboración de otros está
permitida por el contrato o por los usos y no es incompatible con la naturaleza
de la prestación.” Dicho ello, se infiere que el contrato de trabajo se
diferencia del contrato de locación de servicios en que, en el primero,
obligatoriamente ha de existir subordinación, mientras que en el segundo no;
además, se tiene que el contrato de trabajo es de carácter personalísimo,
mientras que en el contrato de locación de servicios existe la posibilidad de
emplear auxiliares y sustitutos.

10. El profesor Víctor Anacleto señala que “[e]l contrato de locación de servicios
tiene por objeto la realización de un servicio, es decir, de una actividad, sin
sujetarse a las órdenes de quien la encarga. El ejecutante del servicio debe
efectuarlo según sus conocimientos, experiencia y habilidades, pero sin
asegurar un resultado, aunque se entiende que debe hacerlo ajustándose a
un término medio de eficiencia o al nivel de eficiencia y especialización que
se pacte.”6 Por su parte, Jorge Toyama refiere que “[e]ntre otras
características de la prestación de servicios no subordinada, el locador no
está sujeto a horario alguno y realiza sus labores a su real saber y entender, es
decir, sin seguir normas o directrices emanadas de su comitente, mucho
menos dicho locador puede ser pasible de sanciones disciplinarias por parte
del comitente.”7

11. De igual forma, el profesor Jorge Beltrán, refiere que “… se busca diferenciar a
la locación de servicios del contrato de trabajo, dado que este último tiene
como carácter esencial a la subordinación del trabajador respecto del
empleador (…)”8; precisando además que “… la esencia del contrato de
prestación de servicios recae en la autonomía del prestador o locador, quien
tiene los conocimientos técnicos para lograr la satisfacción del interés del
acreedor.”9 (subrayado agregado); siendo que “[d]icha autonomía se
manifiesta en la libertad de actuación y decisión del deudor en la realización
del servicio, siempre que actúe de modo diligente y en la búsqueda de
satisfacer el interés del acreedor. Si bien es cierto el acreedor puede dar
indicaciones o exteriorizar condiciones, estas podrán ser evaluadas por el
sujeto deudor a partir de sus conocimientos y cumplidas o no, según sea el
caso.”10

Análisis del caso en concreto


12. En el presente caso, el demandante refiere haber ingresado a prestar servicios
para el Gobierno Regional de Lima Provincias el 10 de enero de 2019, de
manera personal, ininterrumpida y subordinada en el puesto de Asesor Legal

6 ANACLETO GUERRERO, Víctor. Manual de derecho del trabajo. Grupo Editorial Lex & Iuris, Lima, 2015, p.
161.
7 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Op. cit., p. 70.
8 BELTRÁN PACHECO, Jorge. Comentarios al artículo 1764° del Código Civil. En: Código Civil Comentado.
4ta Edición, Tomo IX. Gaceta Jurídica S.A., Lima, 2020, p. 126.
9 Ibid., p. 127.
10 BELTRÁN PACHECO, Jorge. Op. cit., p. 128.

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Externo / Abogado, con una remuneración mensual de S/ 3,850.00, sujeto a
una jornada y horario de trabajo comprendida de lunes a viernes de 08:30
a.m. a 01:00 p.m. y de 02:30 p.m. a 06:00 p.m., bajo las órdenes de quien
entonces era Sub Gerente Regional de Asesoría Jurídica, habiendo
continuado prestando sus servicios en esa modalidad durante los meses de
enero y febrero de 2019, bajo la simulada suscripción de orden se servicio,
siendo que posteriormente suscribió el contratos administrativos de servicios
(CAS) desde el 01 de marzo de 2019 hasta el 31 de agosto de 2020 y, luego
nuevamente mediante órdenes de servicio desde el 01 de setiembre al 16 de
noviembre de 2020. Asimismo, refiere que a partir de la fecha de su ingreso y
durante todo el periodo laboral antes mencionado, ha sido netamente de
naturaleza laboral, sin embargo, nunca se cumplió con registrarle en la
planilla de trabajadores, ni tampoco con entregarle las boletas de pago
correspondientes, dado que se le condicionaba a mantener una relación
laboral bajo la suscripción de órdenes de servicio y la consecuente emisión de
recibos por honorarios, a fin de justificar las remuneraciones que percibía por
el trabajo realizado, encubriendo su situación laboral con la de un proveedor
del Estado, bajo una aparente locación de servicios. Por último, sostiene que
el 16 de noviembre de 2020, la demandada unilateralmente dio por finalizada
la relación laboral, sin causa justa de despido, configurando un despido
incausado, vulnerando así la debida protección contra el despido arbitrario
prevista en el artículo 27° de la Constitución Política del Estado; es por ello que
pretende el reconocimiento de vínculo laboral a plazo indeterminado,
invalidez de los contratos administrativos de servicios (CAS), con la
consecuente reposición y, el pago de sus beneficios económicos.

13. Por su parte, la demandada no niega el periodo de prestación de servicios


del demandante, empero, indica que no existe subordinación en sus servicios
prestados (de locación de servicios), puesto que se han dado como servicios
no personales, para casos específicos, en tiempo determinado, no habiendo
sido continuos ni permanentes, puesto que no ha demostrado que se haya
regido a un horario ni tampoco a una dependencia. Asimismo, refiere que el
demandante invoca la desnaturalización de sus contratos sin expresarse sobre
la constitucionalidad o no del régimen legal que regula el CAS. Por último,
señala que la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, regula que el ingreso
a un puesto de trabajo en la Administración Pública, exige necesariamente un
previo concurso público de méritos, siendo que el accionante no ha
participado en ningún concurso público para prestar los servicios que realizó,
invocando además el precedente vinculante recaído en el expediente N°
5057-2013-PA/TC; en consecuencia, corresponde verificar si, en efecto, ha
existido una relación de naturaleza laboral entre las partes, como indica la
demandante, o por el contrario, si habría existido otro tipo de vínculo
contractual (locación de servicios y CAS), siendo necesario dilucidar si en la
prestación de servicios que realizó el accionante a favor de la demandada se
presentan (o no) los elementos esenciales del contrato de trabajo, esto es,
prestación personal de servicios, remuneración y subordinación, así como el
tiempo de duración del vínculo contractual y, si resultaban válidos (o no) los
contratos administrativos de servicios suscritos.

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14. Ahora bien, en el expediente se observa que obran, entre otros, los siguientes
documentos: a) requerimiento de contratación de locación de servicios (fs. 2-
13); b) orden de servicio de fecha 22 de febrero de 2019 (fs. 14-15), y de los
meses de setiembre y octubre de 2020 (fs. 16-17); c) informe de actividades
del mes de febrero de 2019 (fs. 18), en la que el demandante informa de sus
actividades realizadas en el primer entregable y, de los meses de setiembre y
octubre de 2020 (fs. 19-20); d) copia de los recibos por honorarios del mes de
febrero de 2019 (fs. 29-30), de setiembre y octubre de 2020 (fs. 31-32); e)
formatos de conformidad de servicio (fs. 21-28), y comprobantes de pago de
registro SIAF (fs. 33-36), por el periodo de febrero de 2019 y, setiembre y
octubre de 2020; f) contrato administrativos de servicios, sus adendas
(prórrogas) durante el periodo del 01 de marzo de 2019 al 31 de agosto de
2020 (fs. 47-59 y 353-378); g) boletas de pago (fs. 60-73, 225-242 y 390-407),
todo ello durante el periodo comprendido de marzo de 2019 a agosto de
2020, donde se indica que se encuentra dentro del régimen CAS; h) ficha de
asignación de bienes de los meses de marzo y diciembre de 2019 y enero de
2020 (fs. 76-78); i) certificado de trabajo de fecha 16 de setiembre de 2020 (fs.
79), en la que en su parte pertinente el Jefe de Recursos Humanos del
Gobierno Regional de Lima Provincias, certifica que al ahora demandante ha
laborado del 01 de marzo al 30 de noviembre de 2019 bajo el régimen laboral
del Decreto Legislativo N° 1057, en el cargo de Profesional II y, del 02 de
diciembre de 2019 al 31 de agosto de 2020 en el mismo régimen (CAS), en el
cargo de Profesional III; j) registro diario de control de temperatura durante
ciertos días del mes de octubre y noviembre de 2020 (fs. 83-85); y, k) reporte
de registro de control biométrico (fs. 319-333), en a que se verifica su registro
de asistencia desde el mes de marzo de 2019 al mes de agosto de 2020.

15. De lo expuesto, se tiene que el demandante habría prestado servicios para la


demandada mediante dos modalidades, siendo estas: (i) locación de
servicios del 10 de enero al 28 de febrero de 2019 y, del 01 de setiembre al 16
de noviembre de 2020 (afirmación que además no ha sido cuestionado por la
demandada); y, (ii) contrato administrativo de servicios (CAS), del 01 de
marzo de 2019 al 31 de agosto de 2020. Es así que ambas partes coinciden
respecto a los periodos y modalidades en que habría existido dicha relación
contractual; siendo que la controversia radica en establecer si, en mérito a los
contratos mencionados, en realidad ha existido (o no) una relación de
naturaleza laboral a plazo indeterminado.

16. Ahora bien, respecto a los contratos de locación de servicios (modalidad


contractual que habría desarrollado el actor desde el 10 de enero de 2019
hasta el 28 de febrero de 2019 y, del 01 de setiembre de 2020 al 16 de
noviembre de 2020, verificando los elementos de un contrato de trabajo de
naturaleza la laboral, en atención a los medios probatorios descritos en el
considerando 14. de la presente resolución, se tiene que, conforme a las
órdenes de servicios, los comprobantes de pago de registro SIAF, informes de
actividades, conformidad de servicios, registro diario de control de
temperatura y, la copia de los recibos por honorarios electrónico, se
desprenden los periodos laborados y los montos que se le habría pagado al
accionante por las labores desarrolladas, advirtiéndose que se cumplen con

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los elementos esenciales del contrato de trabajo, según la definición brindada
por el artículo 4° del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728
(prestación de servicios, remuneración y subordinación); de lo que se
concluye que en efecto, durante dichos periodos habría existido una
prestación de servicios de naturaleza laboral.

17. Sumado a ello, se debe considerar que el elemento diferenciador del


contrato de trabajo respecto al contrato de locación de servicios es la
subordinación del trabajador a su empleador, lo cual le otorga a este último
la facultad de dar órdenes, instrucciones o directrices a los trabajadores con
relación al trabajo para el que se les contrata (ejercicio del poder de
dirección), así como la de imponerle sanciones ante el incumplimiento de sus
obligaciones de trabajo (poder sancionador o disciplinario).

18. Al respecto, cabe recordar que el artículo 9° del Decreto Supremo N° 003-97-
TR establece que “[p]or la subordinación, el trabajador presta sus servicios
bajo dirección de su empleador, el cual tiene facultades para normar
reglamentariamente las labores, dictar las órdenes necesarias para la
ejecución de las mismas, y sancionar disciplinariamente, dentro de los límites
de la razonabilidad, cualquier infracción o incumplimiento de las obligaciones
a cargo del trabajador. El empleador está facultado para introducir cambios
o modificar turnos, días u horas de trabajo, así como la forma y modalidad de
la prestación de las labores, dentro de criterios de razonabilidad y teniendo
en cuenta las necesidades del centro de trabajo.”

19. Con relación a la subordinación, Jorge Toyama refiere que “[e]ste es el


elemento determinante para establecer la existencia de un contrato de un
vínculo laboral, ya que constituye el matiz distintivo entre el contrato de
trabajo y uno de locación de servicios”11. Agrega además que, “… la
subordinación implica la presencia de las facultades de dirección,
fiscalización y sanción que tiene el empleador frente a un trabajador, las que
se exteriorizan en: cumplimiento de un horario y jornada de trabajo, uniformes,
existencia de documentos que demuestren cierta sumisión o sujeción a las
directrices que se dicten en la empresa, imposición de sanciones
disciplinarias, sometimiento a los procesos disciplinarios aplicables al personal
dependiente, comunicaciones indicando el lugar y horario de trabajo o las
nuevas funciones, etc.”12

20. En ese mismo sentido, el profesor Víctor Ferro señala que “[l]a subordinación
es el elemento diferenciador entre un contrato de trabajo y cualquier otra
forma de contratación, en particular la locación de servicios, regida por el
derecho civil. (…) La subordinación es entendida como la sujeción jurídica del
trabajador al ejercicio de determinadas facultades por parte del empleador.
(…) De esta forma, subordinación y poder de dirección constituyen el anverso
y reverso de una misma moneda, cuya base, dentro de ciertos límites, el

11 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Op. cit., p. 68.


12 Ibid., p. 69.

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empleador goza de la potestad de dirigir, controlar y fiscalizar las labores que
realizan los trabajadores e, incluso, sancionar las inconductas en las que
incurran (art. 9 LPCL). Estas facultades, notoriamente, no pueden ser ejercidas
en el marco de relaciones de naturaleza civil, donde ambas partes se
relacionan en un plano de igualdad.”13.

21. Pues bien, tal como lo ha mencionado el demandante, ha prestado servicios


como abogado para la Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica durante
el periodo de enero y febrero de 2019 y del 01 de setiembre al 16 de
noviembre de 2020 (en ambos, casos mediante la aparente locación de
servicios), infiriéndose de ello que debido a la naturaleza de su cargo, el actor
no puede realizar sus actividades con absoluta autonomía, ya que está
supeditado necesariamente a las disposiciones impartidas por su empleadora,
quien tiene, por ejemplo, la potestad de asignar sus labores diarias, debiendo
brindarle los equipos y materiales necesarios para ello, prestando sus servicios
durante un horario establecido, sumado a ello, se tienen las actas de
conformidad de servicios e informes de actividades, lo cual conlleva a
concluir que en atención al principio de primacía de la realidad14, en la
prestación de servicios del accionante sí ha existido subordinación por el
periodo antes indicado, en que el accionante ha venido laborando para el
Gobierno Regional de Lima Provincias.

22. En este punto, es preciso hacer mención del denominado principio de


primacía de la realidad, que en términos de Víctor Anacleto, “… constituye en
el Derecho Laboral una verdadera protección para el trabajador, a fin de
que este no pueda ser marginado de los hechos mediante la adopción de
algunas figuras jurídicas que disimulan la realidad.”15; señalando además que,
“… el principio de primacía de la realidad en nuestro país se da en la práctica
cuando las instituciones públicas contratan personal bajo la modalidad de
contratos de servicios no personales o locación de servicios, a personas que
realizan las mismas labores y horario de trabajo que los demás servidores de la
institución y están subordinados a un jefe, contrato que se hace con la
finalidad de no asegurar a los trabajadores, no pagarles beneficios sociales, y
obviamente no tengan estabilidad laboral.”16

23. En ese sentido, conforme a los documentos citados, que, valorados en


conjunto logran demostrar los elementos de un contrato de trabajo
(prestación de servicios, pago de una contraprestación y, subordinación),

13 FERRO DELGADO, Víctor. Derecho individual del trabajo en el Perú, Fondo Editorial de la PUCP, Lima,
2019, pp. 19-20.
14 Sobre el particular, el Tribunal Constitucional en el Expediente N° 0016-2010-PA/TC (fundamento 5),
citando a la STC N.° 1944-2002-AA/TC, ha señalado “[e]n relación al principio de primacía de la realidad,
que es un elemento implícito en nuestro ordenamiento jurídico y, concretamente, impuesto por la propia
naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, ha precisado, (...) en caso de discordancia entre lo que
ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a
lo que sucede en el terreno de los hechos.”
15 ANACLETO GUERRERO, Víctor. Op. cit., p. 83.
16 Ibid., p. 87.

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observándose de tal forma la existencia una prestación de servicios de
carácter laboral durante los periodo comprendidos del 10 de enero al 28 de
febrero de 2019 y, luego, del 01 de setiembre al 16 de noviembre de 2020; no
obstante, no se puede afirmar que en dichas prestaciones de carácter laboral
haya existido un contrato a plazo indeterminado, por cuanto el tiempo de
duración, en el primer caso (periodo), ha sido solo de 1 mes y 20 días; es decir,
aún no había adquirido la protección contra el despido arbitrario, al no haber
superado el periodo de prueba (3 meses), por lo tanto, incluso, en esa fecha
el demandante pudo haber sido despedido sin expresión de causa justa; y, en
el segundo periodo, ha sido solo por un espacio de 2 meses y 16 días, por lo
que tampoco superó el periodo de prueba.

24. Así las cosas, cabe precisar que, el artículo 10° del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo N° 728 (Ley de Productividad y Competitividad Laboral),
establece que “[e]l período de prueba es de tres meses, a cuyo término el
trabajador alcanza derecho a la protección contra el despido arbitrario.
(…).”; es decir, es recién a partir de los tres meses de prestación de servicios
que el trabajador alcanza el derecho a la protección contra el despido
arbitrario (estabilidad laboral relativa), por tanto se puede entender que
recién adquiere el trabajador que no se encuentra bajo un contrato sujeto a
modalidad, un contrato a plazo indeterminado bajo el régimen laboral de la
actividad privada, regulado por el decreto Legislativo N° 728, esto es, luego
de haber superado el periodo de los 3 meses (periodo de prueba).

25. Siguiendo esta línea argumentativa, se verifica que el demandante, a partir


del 01 de marzo de 2019, ha suscrito el contrato administrativo de servicios N°
068-2019 (fs. 47-50), por el periodo del 01 de marzo de al 31 de marzo de 2019,
para que se desempeñe como Profesional II, en la Unidad Orgánica y/o área
de la Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica del Gobierno Regional de
Lima Provincias, contrato que se ha venido prorrogando hasta el 30 de
noviembre de 2019 (fs. 138-378), suscribiendo luego el contrato administrativo
de servicios N° 358-2019 (fs. 51-55), por el periodo del 02 al 31 de diciembre de
2019, para desempeñarse como Profesional III, en la Unidad Orgánica y/o
área de la Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica del Gobierno Regional
de Lima Provincias, contrato que se ha venido prorrogando hasta el 31 de
agosto de 2020 (fs. 56-59); siendo que esta forma de contratación especial ha
durado por un espacio de 1 año y 6 meses.

26. Al respecto, se debe tener presente, en principio, que dicha forma de


contratación especial se encuentra regulada por el Decreto Legislativo N°
1057, siendo que en su artículo 3°, se expresa lo siguiente: “El Contrato
Administrativo de Servicios constituye una modalidad especial de
contratación laboral, privativa del Estado. Se regula por la presente norma, no
se encuentra sujeto a la Ley de Bases de la Carrera Administrativa, el régimen
laboral de la actividad privada ni a otras normas que regulan carreras
administrativas especiales. El Régimen Laboral Especial del Decreto Legislativo
1057 tiene carácter transitorio”. Por su parte, en su artículo 1° de su
Reglamento (modificado por el artículo 1° del Decreto Supremo N° 065-2011-
PCM), lo define como: “(…) un régimen especial de contratación laboral para

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el sector público, que vincula a una entidad pública con una persona natural
que presta servicios de manera subordinada. Se rige por normas especiales y
confiere a las partes únicamente los beneficios y obligaciones inherentes al
régimen especial. (…).” (subrayado agregado)

27. Sobre el particular, la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de


la Corte Suprema, en el considerando Segundo de la Casación N° 00007-2012-
La Libertad de fecha 11 de mayo de 2012, ha referido que “(…) con la
promulgación del decreto legislativo N° 1057, conforme a su cuarta
disposición complementaria final, vigente al día siguiente de su publicación
en el diario oficial "El Peruano", es decir, desde el veintinueve de junio de dos
mil ocho, se crea y regula el régimen especial de contratación administrativa
de servicios en el sector público laboral de nuestro país; este, conforme reza el
propio texto íntegro de la norma, no es asimilable ni al régimen laboral
privado regulado por decreto legislativo N° 728, ni al régimen laboral público,
en el marco de lo normado por el decreto legislativo N° 2761. (…)”.

28. Ahora bien, en el II Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Laboral


desarrollado en la ciudad de Lima los días 08 y 09 de mayo de 2014, con
relación al Tema N° 2 (¿En qué casos existe invalidez de los contratos
administrativos de servicios?), se arribó por mayoría a la siguiente conclusión:
“2.1.1. Cuando la relación contractual preexistente tiene su origen en un
mandato judicial de reposición al amparo de la Ley Nº 24041, o por
aplicación directa de la norma al caso concreto; 2.1.2. Cuando se verifica
que previo a la suscripción del contrato CAS, el trabajador tenía una relación
laboral de tiempo indeterminado por desnaturalización de la contratación
modal empleada; y, 2.1.3. Cuando se verifica que previa a la suscripción del
contrato CAS, el locador de servicios tenía, en los hechos, una relación laboral
de tiempo indeterminado encubierta. 2.1.4. Si el trabajador inicia sus servicios
suscribiendo contrato administrativo de servicios pero continúa prestando los
mismos sin suscribir nuevo contrato CAS, no existe invalidez de los contratos
administrativos de servicios suscritos; sin embargo, esta circunstancia no
origina la prórroga automática del contrato CAS suscrito y se entiende que la
relación laboral posterior fue o es, según sea el caso, una de naturaleza
indeterminada." (subrayado agregado).

29. Dicho ello, conforme al II Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Laboral,


una de las causales de invalidez de los contratos administrativos de servicios
ocurre cuando se verifica que previo a la suscripción del CAS, el locador de
servicios tenía en los hechos una relación laboral de tiempo indeterminado
encubierta; empero, en el presente caso no se configura dicha situación, por
cuanto se ha verificado que aún no existía una relación laboral a tiempo
indeterminado (encubierta) entre el actor y la emplazada, con anterioridad a
la suscripción del contrato administrativo de servicios N° 068-2019, por cuanto
recién venia laborando por un periodo de 1 mes y 20 días (del 10 de enero al
28 de febrero de 2019), sin que aun adquiera la protección contra el despido
arbitrario; es decir, si bien es cierto, existía un contrato de trabajo de
naturaleza laboral (por cuanto se verificaron la existencia de los elementos de
un contrato de trabajo), no ostentaba un contrato a plazo indeterminado,

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bajo el régimen laboral de la actividad privada, regulado por el Decreto
Legislativo N° 728.

30. En ese sentido, teniendo en cuenta que el contrato administrativo de servicios


(CAS) resulta válido en las entidades del Estado, por cuanto el máximo
intérprete de la Constitución ha declarado su constitucionalidad, señalando
en el Fundamento 47. de la sentencia de fecha 07 de setiembre de 2010,
emitida en el expediente N° 00002-2010-PI/TC, que “(…) el artículo 1º del
Decreto Legislativo N.º 1057 debe ser interpretado de modo que toda
actividad interpretativa hecha respecto del denominado «contrato
administrativo de servicios», deba entenderse que dicho contrato es
propiamente un régimen «especial» de contratación laboral para el sector
público, el mismo que como ya se ha expuesto, resulta compatible con el
marco constitucional.”; de ahí que, al haber celebrado las partes contratos
administrativos de servicios (CAS), por el periodo comprendido del 01 de
marzo de 2019 al 31 de agosto de 2020, resultan perfectamente válidos,
motivo por el cual no corresponde declarar su desnaturalización, conforme lo
solicita el demandante y, consecuentemente, tampoco corresponde
reconocer la existencia de una relación laboral a plazo indeterminado, bajo
el régimen laboral de la actividad privada (Decreto legislativo N° 728),
durante el periodo comprendido del 10 de enero de 2019 al 16 de noviembre
de 2020, por lo que deviene en infundada la demanda en estos extremos.

31. De otro lado, se tiene que el demandante solicita se deje sin efecto su
despido incausado ocurrido el 16 de noviembre de 2020, disponiéndose su
reposición en el puesto de trabajo que venía desempeñando como
Profesional III de la Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica del Gobierno
Regional de Lima Provincias. Al respecto, estando a que solicita su reposición,
se debe tener presente que el artículo 5° de la Ley 28175 (Ley Marco del
Empleo Público), señala que “[e]l acceso al empleo público se realiza
mediante concurso público y abierto, por grupo ocupacional, en base a los
méritos y capacidad de las personas, en un régimen de igualdad de
oportunidades.”

32. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional en el precedente constitucional


recaído en la STC N° 05057-2013-PA/TC del 16 de abril de 2015 (caso Rosalía
Beatríz Huatuco Huatuco) −y su aclaratoria de fecha 07 de julio de 2015−, en
su Fundamento 13. ha dejado establecido lo siguiente: “De lo expuesto se
puede sostener que el ingreso del personal con vínculo laboral indeterminado,
en la Administración Pública, necesariamente ha de efectuarse a partir de
criterios estrictamente meritocráticos, a través de un concurso público y
abierto. Esto significará contar con personal que labore coadyuvando de la
manera más efectiva, eficiente y con calidad en los diversos servicios que el
Estado brinda a la sociedad, toda vez que la persona que resulte ganadora
de un concurso público de méritos para una plaza presupuestada y vacante
de duración indeterminada, llevado a cabo con rigurosidad, debe ser idónea
para realizar las funciones para las cuales será contratada, lo que, a su vez,
repercutirá en beneficio de la población.”

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33. Asimismo, en el Fundamento 18. de la mencionada sentencia, el máximo
intérprete de la Constitución ha establecido como precedente vinculante:
“(…) en los casos que se acredite la desnaturalización del contrato temporal
o del contrato civil no podrá ordenarse la reposición a tiempo indeterminado,
toda vez que esta modalidad del Decreto Legislativo 728, en el ámbito de la
Administración Pública, exige la realización de un concurso público de méritos
respecto de una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada.
(…)”. (subrayado agregado)

34. Conforme se verifica del mencionado precedente vinculante, la reposición en


casos de despido de un servidor público, únicamente procede: (i) Si el
servidor ingresó por concurso público; (ii) Si se trata de una plaza vacante de
carácter permanente; y, (iii) Si se trate de una plaza debidamente
presupuestada.

35. En similar sentido, es preciso considerar los lineamientos expuestos por el


Tribunal Constitucional, en el expediente N° 06681-2013-PA/TC-Lambayeque
del 23 de junio de 2016 (caso Richard Nilton Cruz Llamos), donde efectúa las
siguientes precisiones:

“9. Así, conforme a lo ya indicado, el bien que busca proteger el


"precedente Huatuco" es el de la carrera administrativa. Esto es, pues, lo
que justifica que se haga referencia a la necesidad de todo pedido de
reposición requiere que el demandante haya accedido previamente a
la plaza a través de un concurso público de méritos, requisito que no se
exige para todos los funcionarios públicos (cfr. STC 03446-2004-AA, f. j. 3).
Esto se compagina, además, con el hecho de que en anterior ocasión
el Tribunal ya se había referido expresamente al criterio contenido en el
precedente Huatuco, haciendo allí expresa referencia a la "carrera
administrativa". En efecto, siguiendo lo dispuesto en el artículo 15 del
Decreto Legislativo 276, señaló que "el ingreso a la administración
pública en la condición de servidor de carrera se efectúa
obligatoriamente mediante concurso público, previa evaluación,
siempre y cuando exista plaza vacante, siendo nulo todo acto
administrativo contrario a dicho procedimiento" (STC 01196-2004-AA, f. j.
2).

10. Asimismo, como se sabe, el "precedente Huatuco" promueve que el


acceso, la permanencia y el ascenso a dicha plaza atiendan a criterios
meritocráticos. Al respecto, es claro que no tendría sentido exigir este
tipo de estándar para la reposición laboral si se tratara de plazas que no
requieren tomar en cuenta esas consideraciones, ya que por la
naturaleza de las funciones desempeñadas no nos encontramos ante
supuestos vinculados al ingreso a la carrera administrativa”. (subrayado
agregado)

36. Siguiendo esta línea argumentativa, se tiene que el demandante pretende la


reposición a su centro de trabajo, sin embargo, al ser esta una entidad
estatal, el ingreso a la administración pública mediante un contrato a plazo

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indeterminado exige necesariamente un previo concurso público de méritos
para una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada,
conforme se ha fijado como regla central en el presente vinculante expedido
por el Tribunal Constitucional en el expediente N° 05057-2013-PA, conocido
como “precedente Huatuco”; es así que, conforme a lo señalado por el
mismo Tribunal Constitucional −tal como se ha indicado en la sentencia
citada en el considerando precedente−, ha realizado la distinción entre
función pública y carrera administrativa, señalando que lo que protege el
precedente vinculante citado es el inicio o la promoción de la carrera
administrativa, concluyendo que solo resulta de aplicación el “precedente
Huatuco” cuando se trata de pedidos de reincorporación en plazas que
forman parte de la carrera administrativa, y no frente a otras modalidades de
la función pública.

37. En el presente caso, si bien es cierto, el demandante pretende su reposición al


puesto que venía desempeñando antes de su despido (Profesional III de la
Sub Gerencia Regional de Asesoría Jurídica), no obstante, se tiene que no ha
acreditado haber ingresado a laborar mediante concurso público de méritos
a una plaza presupuestada y de duración indeterminada; por lo cual, se
concluye que no cumple con el requisito establecido en la Ley para el ingreso
a laborar en el sector público; por lo tanto, no estando acreditado este hecho
−esto es, que haya ingresado por concurso público a una plaza permanente,
presupuestada y vacante−, tampoco corresponde ordenar su reposición.

38. Asimismo, se advierte que el demandante planteó como pretensiones


accesorias, que se ordene a su favor el pago de un monto total ascendente a
S/ 67,772.25, por concepto de adeudos laborales, beneficios sociales y por
convención colectiva, más intereses. Al respecto, considerando que se ha
determinado que corresponde desestimar la pretensión principal de
desnaturalización de contratos y reconocimiento de vínculo laboral a plazo
indeterminado, corresponde efectuar una interpretación en sentido inverso a
lo dispuesto en el artículo 87° del Código Procesal Civil, acorde con el antiguo
aforismo romano accesorium sequitur principale (lo accesorio sigue la suerte
de lo principal), por lo que también corresponde declarar infundada la
demanda en estos extremos.

39. Por último, respecto de las costas y los costos del proceso, la Nueva Ley
Procesal del Trabajo establece en su artículo 31° (in fine) que “… la condena
en costos y costas no requieren ser demandados. Su cuantía o modo de
liquidación es de expreso pronunciamiento en la sentencia.” Sumado a ello,
se tiene en su artículo 14°, la acota Ley preceptúa que “[l]a condena en
costas y costos se regula conforme a la norma procesal civil. El juez exonera al
prestador de servicios de costas y costos si las pretensiones reclamadas no
superan las setenta (70) Unidades de Referencia Procesal (URP), salvo que la
parte hubiese obrado con temeridad o mala fe. También hay exoneración si,
en cualquier tipo de pretensión, el juez determina que hubo motivos
razonables para demandar.”

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40. Dicho ello, se debe tener presente que, en el caso de autos, no se advierte
que haya existido temeridad por parte de Giancarlo Vidalón Gálvez al
interponer su demanda, por el contrario se verifica que existen motivos
razonables que lo llevaron a ejercitar su derecho de acción, por cuanto
existió una prestación de servicios que brindó a la demandada, de lo que se
infiere que ello hizo presumir al accionante la existencia de tener derecho a
las pretensiones demandadas; motivo por el cual, este despacho considera
que corresponde exonerar al demandante del pago de las costas y costos
del proceso.

IV. DECISIÓN:
Por tales fundamentos, el Juzgado de Trabajo Permanente de Huaura resuelve:

1) Declarar INFUNDADA la demanda interpuesta por Giancarlo Vidalón Gálvez


contra el Gobierno Regional de Lima Provincias, en todos sus extremos.

2) EXONERAR al demandante del pago de las costas y los costos del proceso.

3) NOTIFICAR la presente resolución en la casilla electrónica de las partes,


conforme a lo dispuesto en la audiencia de juzgamiento y, según lo previsto
en la Resolución Administrativa N° 000190-2020-CE-PJ.

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