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Historia del derecho canónico

¿Qué es?
Desde un punto de vista restringido podemos definir el derecho canónico como el
derecho de la Iglesia católica; esto es, el sistema jurídico que regula la conducta
externa de los miembros de ésta. El derecho canónico contiene directrices para la
acción, más no creencias. Ofrece normas de conducta, más no contenido de fe.
Gobierna la vida exterior de la Iglesia. Este conjunto de normas y regulaciones han
servido para dirigir el comportamiento de los miembros del clero y, también, para
determinar el nombramiento de éstos en sus funciones como obispos, sacerdotes,
diáconos y monjas. Además, han normado el modo de llevar a cabo las
ceremonias religiosas, como la liturgia, el bautismo y el matrimonio, entre otras. El
derecho canónico católico cambia muy despacio; pero constantemente, a través
de su historia, agrega normas, reglas, interpretaciones y explicaciones. Es un
derecho que ha nacido de una necesidad de orden y de disciplina que requiere
toda sociedad, así como también fueron creados otros sistemas legales que han
regido y rigen a los pueblos del mundo.
Las fuentes del derecho canónico se agrupan en dos tipos:
1. Divinas: Las primeras son las que devienen directamente de Dios; esto es,
el derecho revelado que se encuentran en las Sagradas Escrituras: la Biblia
o Antiguo Testamento y los Evangelios o Nuevo Testamento.

2. Humanas: Las humanas son las emanadas de la autoridad de la Iglesia.


Estas pueden ser universales o locales. Las universales emanan del papa o
sumo pontífice, o de la persona u organismo especialmente delegado para
este efecto, y son de obligatorio cumplimiento para toda la comunidad
católica. Las locales son las expedidas o destinadas sólo a una porción de
la iglesia, en razón del territorio donde habitan. Emanan de los obispos o
incluso de la Santa Sede, pero con efectos locales
Principio fundamental del derecho canónico es que el derecho humano debe estar
conforme con el derecho divino, y el derecho local con el universal.
El título: Del libro fue asignado por la Secretaría de la Comisión para la Reforma
del Código. Es un título tradicional, pero no se puede concluir que se opone al uso
de la tradición de las Iglesias Orientales, que, hasta el momento no poseían uno.
a) Es un codex: en un comienzo, se distinguía del volumen (de volvere: darse
vuelta a sí mismo), un libro de hojas amarradas con hilo.
Jurídicamente se denomina así a una colección sistemática de leyes, en la que
cada una de ellas conserva su carácter y valor singular (p. ej. El Codex Iustiniani).
Hoy se lo considera una colección sistemática, sintética, dispositiva, formulada
mediante artículos breves y técnicos.
b) Su contenido es el ius valorado objetivamente: la norma.
c) Canónico: proviene del término griego kanwn, es decir, “regla”, pauta o norma.

El origen del derecho canónico


El Nuevo Testamento, origen de las reglas
Como nos describe Coriden (2004), los textos del Nuevo Testamento, entre ellos
las epístolas de los apóstoles, normaron la vida de las primeras comunidades
cristianas y dieron origen a muchas de las normas del derecho canónico. Las
congregaciones locales se vinculaban en una camaradería de fe y caridad (Rom.
15:26). Había una autoridad estructurada en cada iglesia local (p. ej. 1 Cor. 12:28,
“Y Dios los puso en la Iglesia primero como apóstoles, segundo como profetas,
tercero como maestros…”; Ef. 4:11; referencias a los presbíteros y obispos, Fi
1:1).
Y añade Coriden (2004) que la Iglesia tiene un proceso consultivo para tomar
decisiones, especialmente en asuntos importantes de política (Concilio de
Jerusalén en Hechos 15:1-3 y Gal. 2, “Algunos que habían llegado de Judea a
Antioquía se pusieron a enseñar a los hermanos: ‘A menos que ustedes se
circunciden, conforme a la tradición de Moisés, no pueden ser salvos.’ Esto
provocó un altercado y un serio debate de Pablo y Bernabé con ellos. Entonces se
decidió que Pablo y Bernabé, y algunos otros creyentes, subieran a Jerusalén
para tratar este asunto con los apóstoles y los ancianos. Enviados por la Iglesia, al
pasar por Fenicia y Samaria contaron cómo se habían convertido los gentiles.
Estas noticias llenaron de alegría a todos los creyentes. Al llegar a Jerusalén,
fueron muy bien recibidos tanto por la iglesia como por los apóstoles y los
ancianos, a quienes informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de
ellos.”).
Luego encontramos que la causa del surgimiento del código del derecho canónico
es la aparición en el siglo primero de una nueva religión: el cristianismo; primera
en la historia que nació con fines de universalización y de protección de las clases
desposeídas.
Como era de esperar, el carácter aglutinante y universal del cristianismo afectó los
intereses políticos y económicos del Estado romano; de ahí la persecución de los
cristianos, en contra de la tendencia tolerante que hasta entonces habían tenido
los romanos con todos los credos de los pueblos conquistados.
Ahora bien, a pesar de la fuer-te persecución emprendida contra los cristianos, o
quizás por ello, la nueva religión se extendió por todos los dominios del imperio
romano hasta que en el siglo iv, en épocas del emperador Tedosio II, el Grande,
se convirtió en la religión oficial del Estado. Los hitos más importantes de esta
evolución fueron:
1) El Edicto de Milán (313)
2) El Concilio de Nicea (325)
3) El Edicto del Teodosio II, (380)
¿Cómo influyó el cristianismo en el derecho Romano?
Estudiado por el romano Biondo Biondi en su obra “derecho romano cristiano”
Puede resumirse de la siguiente manera.

Derecho público: aporto la Genesis de los principios de dignidad e igualdad


(desarrollo de los conceptos como piedad y caridad). También es el causante de la
desaparición de la esclavitud en Roma.

Derecho familiar: desarrollo en aspectos como:


- Indisolubilidad del matrimonio
- Legitimación de los hijos naturales
- Obligación de dar alimento a esposa e hijos
- Liberación de esclavos

Derecho privado:
- Otorgo personalidad jurídica a fundaciones fiar enfocadas en tareas caritativas
- Desarrollo del principio “favor debitoris” cualquier concesión se interpretará en
favor de los dos
- Figura jurídica de la “laesio enormis” que favorecía al vendedor en caso de que
el comprador se aprovechase de su “ignorancia, extrema miseria o especial
circunstancia” para hacerlo contratar en una situación desfavorable.
- la prohibición de ceder créditos a los poderosos (potentiorem)

El derecho canónico primitivo

Colecciones pseudoapostólicas: los protagonistas de esta etapa son los padres


de la Iglesia,
(ss. I-II) Didaché o “Doctrina de los doce apóstoles”: preceptos morales,
normas litúrgicas, sacramentales y jerárquicas.
(ss. III) Didascalia: con un autor des conocido, es el primer intento de un cuerpo
completo de derecho canónico y se refiere a la disciplina articulada en el
episcopado
(año 220) tradición apostólica de Hipólito: contiene ritual romano de ordenación
y ministerios en la Iglesia primitiva y trata de varias instituciones eclesiásticas.
(ss. IV-V) constitución apostólicae: autor desconocido, es una colección de
normas relativas a las costumbres y liturgia
(ss. IV) cánones 85 apostolicí: obligaciones, cualidades y ordenación de los
clérigos, de los delitos y las penas. derechos
A partir del siglo IV, el derecho canónico toma otros vuelos. Ya no sólo trata de la
organización interna y disciplina de la Iglesia, y de cuestiones de herejías, sino
que va más allá, y empieza a generarse una legislación en torno al matrimonio y a
los real y procesal. Surgen en esta época, además, dos tipos de normas jurídicas:
los cánones o decretos, que emanan de las deliberaciones de los concilios, y las
decretales o epístolas de los Pontífices, que surgen de las consultas que se le
hacen al papa, a la manera de los “responsao rescripta” que, como ya hemos
visto, con base en “ius pubilcum respondendi”, se le hacían al emperador.
Dionysiana (siglo V-VI) dividida en dos partes que contiene, tanto cánones
apostólicos y conciliares, como decretales pontificales desde el papa Sirico II (383)
hasta el papa Anastasio II (498).

El derecho canónico en la Alta Edad Media


El desarrollo del derecho canónico, en cuanto a su contenido y ámbito de
aplicación, se consolida durante la Edad Media. Ya no sólo tiene en cuenta la
organización y jerarquía de la Iglesia, los sacramentos y las herejías, sino que
abarca varios aspectos de la vida secular como los derechos reales, al regular la
condición de los bienes de la Iglesia, así como todo tipo de actos civiles relativos
al derecho privado que tienen relación con ella, como donaciones, testamentos,
legados, contratos sobre tierras, creación de fundaciones pías, etcétera, y se
extiende en cuanto al derecho familiar, regulando el abandono de niños, la
legitimación de los hijos naturales, los alimentos, y otros. Interviene, además, en
actos profanos, otorgándoles ritos, como en el caso de la coronación de los reyes
en las naciones europeas. Por último, desarrolla el derecho procesal, a través del
establecimiento del procedimiento judicial que se debía llevar a cabo ante los
tribunales eclesiásticos que contaban con su fuero propio.
La caída del imperio Romano de occidente del relativo aislamiento en que quedan
los reinos germánicos que lo sustituyen, surgen los llamados derechos canónicos
nacionales, emanados de los concilios nacionales o provinciales, que, aunque
cuentan con un tronco común, van a variar en cuanto a su legislación secundaria.
Esto hace que surjan ramas de dicho tronco común que van a ser los derechos
canónicos hispánico, itálico, gálico, oriental y africano.
En cuanto a sus fuentes, debemos distinguir entre las formales, y las históricas o
de conocimiento del derecho de la época.
Formales: dogmáticas, se desarrollarán la doctrina
Históricas: “Dionysiana”, también llamada “Hadriana” la “Isidoriana”
Más tarde, entre los siglos IX y XI se observa una importante producción de obras
canónicas. Las más importantes fueron:
1) La Lex Romana Canonice Compta
2) la Collectio Anselmo Dedicata
3) el Liber Decretorum o Decreto de Bruchardo
4) De Synodalibus Causis
Durante los siglos XI y XII, se elaboran colecciones sistemáticas entre las que
destacan:
1) La Dictatus papae
2) La Collectio Canonum del Cardenal Deusdedit
3) el Liber de Vitae Cristiana
El proceso recopilador del derecho canónico
En la segunda mitad del siglo XII (1073 y 1085) se produjo una profunda reforma
en el ámbito de la Iglesia católica. La llamada “reforma gregoriana”, debida al papa
Gregorio VII, que tuvo múltiples facetas, tanto desde un punto de vista moral como
desde la óptica disciplinaria.
Objetivos: fortalecer el poder del pontífice sobre los otros poderes y unificar el
derecho canónico para convertirlo en un ordenamiento jurídico vigente para todo el
mundo cristiano.
Para lograr este fin, se consideró al Papa como supremo legislador y, a
consecuencia de ello, se revalorizaron las decretales emitidas por él, situándolas
por encima de los cánones o decretos provenientes de los concilios de los
obispos. Esto representó el triunfo del absolutismo pontificio en el gobierno de la
Iglesia y dio lugar al inicio de un movimiento recopilador del derecho canónico.
El movimiento recopilador del derecho canónico comienza a mediados del siglo
XII, cuando un monje de la orden camaldulense Graciano, profesor de Teología en
un convento de Bolonia elabora, entre 1140 y 1142, una recopilación que resultó
un hito en el proceso de fijación del derecho canónico. su obra, que ha pasado a la
historia como el “Decreto de Graciano”, recibió el título de: Concordia
Discordantium Canonum.
¿Cómo se estructuró, cuál fue su metodología y qué material contenía el Decreto
de Graciano?
Material: recogió fuentes muy diversas, tanto jurídicas de derecho canónico y de
derecho secular, así como tratados teológicos.
Metodología: para conciliar el amplísimo, disperso y en ciertos casos
contradictorio material contenido en su obra, utilizó los siguientes criterios: 1)
buscar el espíritu de la norma (De ratione significatione); 2) precisar el ámbito
temporal de la norma (De ratione temporis), siguiendo el criterio de que la ley
posterior deroga a la anterior y 3) precisar el ámbito espacial de la norma (De
ratione loci), estableciendo que la norma particular para una región deroga a la
norma general.
La importancia de Graciano, además de la gran difusión de su obra y de haber
sido el punto de partida del proceso recopilador del derecho canónico, fue separar
el derecho de la teología, a semejanza de lo que había hecho Irnerio, al separar el
derecho de la retórica.
En los siglos XII al XV, como resultado de la concepción del Papa como “supremo
legislador”, se aceleró el proceso recopilador del derecho canónico al recoger en
cuerpos jurídicos sus decisiones pontificias. Así, el papa Gregorio IX, en 1230,
ordenó al teólogo-jurista español, Raimundo de Peñafort, que recopilase sus
decretales, 1234, año en que se promulgó el Liber Extra, mediante la expedición
de la bula Rex Pacíficus.
Décadas más tarde, el papa Bonifacio XVIII continuó la labor compiladora y mandó
recoger en un libro —a través de la expedición de la bula Sacro Santae Romanae
Ecclesiae— las decretales expedidas entre 1234 y 1298. al unirse a los cinco
libros del Liber Extra, recibió el título de Liber Sextus.
Posteriormente, en los albores del siglo XVI, el papa Clemente V —a través de la
bula Quoniam Nulla—, mandó coleccionar las decretales posteriores a 1298 hasta
1317; fecha en la que se promulgó el Liber Septimus, que ha pasado a la historia
con el nombre de: “las Clementinas”
Por último, en el siglo XIV se elaboraron dos colecciones privadas de papas
posteriores que se publicaron en los albores del XVI: las Extravagantes de Juan
XXII, colección de 20 decretales de dicho papa, publicadas en 1500 por Juan
Chappius, y las Extravagantes comunes, colección de más de 150 decretales
publicadas por el mismo autor, en su segunda edición, alrededor de 1503. La
reunión de todas estas obras —el Decreto de Graciano, las Decretales de
Gregorio IX o Liber Extra, el Liber Sextus de Bonifacio VIII, las Clementinas o Liber
Septimus y las Extravagantes, denominadas así porque eran disposiciones que
“vagaban” al no estar recopiladas, tanto las comunes como las de Juan XXII—,
integró el Corpus Iuris Canonici, llamado de esta manera por Chappius para
distinguirlo del Corpus Iuris Civilis de Justiniano.
Glosas: Sobre la Codificación de 1917
1. Historia del Código Pio-Benedictino: La convocación del Vaticano I condujo a
una reforma de la disciplina: en 1867 Pío IX creó una comisión de Cardenales
para que propusieran temas; pidió la opinión de los Obispos; estableció una
comisión para preparar un esquema de las leyes.
Pío IX lo anticipó reorganizando la materia sobre las censuras latae sententiae6;
después del Concilio León XIII lo hizo sobre el procedimiento en las causas de los
clérigos sobre la prohibición y la censura de los libros; sobre los religiosos de
votos simples. Etc
Animados por estos deseos resurgió el interés por los estudios canónicos
restablecidos en los seminarios, en la creación de revistas y en la elaboración de
manuales sobre las Instituciones canónicas (se efectúan codificaciones privadas).
No todos sin embargo eran favorables a una codificación.
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El 19 de marzo de 1904 Pio X aprobó la idea del Cardenal Gasparri1 y mediante el
m. p. Arduum sane ordena la codificación como parte de la “instauración de todas
las cosas en Cristo”.
El 25 de marzo de 1904 el Secretario de Estado pide a los Metropolitas que
indiquen los puntos que se habría de reformar; que envíen consultores o que los
designen de entre los nominados o algún otro de fuera de la Urbe.
El 13 de noviembre de 1904 comienzan las sesiones de los consultores. El
esquema era preparado por uno o por dos (disciplina; del Corpus Iuris Canonici;
del Conc. de Trento, de los Pontífices, de las Congregaciones; parte dispositiva;
conservando el tenor del texto original en cuanto fuera posible; justificando las
innovaciones; en latín, según la Instrucción de Pío X)
Entre 1912 y 1914 el esquema, por partes, fue enviado a los Obispos,
facultándolos para consultar a uno o dos peritos y pidiéndoles enviar sus
observaciones en un plazo de seis meses. Los cambios introducidos a partir de
ese momento serían sólo de la mayor importancia (v. gr. en el esquema nada
había sobre la dispensa; llegaron muchas sugerencias en especial sobre el
matrimonio. Mediante el m. p. Cum iuris canonici, del 15 de septiembre de 1917,
Benedicto XV instituyó la Pontificia Comisión para la interpretación auténtica del
Código de Derecho Canónico, promulgado el 27 de mayo de 1917.
Motivos:
1) Acumulación de leyes; 2) por eso, oscuridad (muchas, ya obsoletas, quizás
abrogadas); 3) cambiadas las condiciones, algunas difíciles, inoportunas, inútiles;
4) las notas se hacen difíciles por la dispersión de las normas en colecciones20.
Además: 5) se hace difícil el estudio del Derecho canónico; 6) la persuasión de
muchos sobre la necesidad de la reforma; 7) deseo de muchos de imitar los
códigos de las naciones.
Méritos:
1) Síntesis del acervo de leyes; 2) codificación concisa, técnica, clara, de ahí la
certeza del derecho; 3) responde a los motivos de la codificación; 4) acomoda al
momento la forma de las leyes; 5) y la sustancia; 6) semejante a las leyes de las
Naciones, algunas de las cuales son “canonizadas”, propiciando alguna
acomodación a los lugares y la voluntad de concordia; 7) instrumento de
promoción de la vida eclesial, quizás el principal por varios siglos; 8) comienzo de
una nueva edad canónica.
El proceso de revisión del CIC 1917
1. Efemérides del trabajo de revisión
25 enero 1959 Anuncio
28 marzo 1963 Creación de la Comisión
12 noviembre 1963 Labores después del Concilio
17 abril 1964 Nombramiento de 70 Consultores
6 mayo 1965 Reunión “privada”
21 noviembre 1965 Comienzo oficial de labores

Oct 1967 “Principios directivos”

1968 Comisión “De ordine systematico”

1969 Revista Communicationes

1972 Esquema “De procedura


administrativa”

29 junio 1980 Primer esquema del Código

1981 Incrementa a 74 miembros la


Comisión. Observaciones para la
Plenaria

Octubre 1981 Aprobación por la Plenaria

22 diciembre 1982 A reconsideración por el S. Padre

Promulgación
25 enero 1983

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