Está en la página 1de 3

1. ¿QUÉ ES?

La administración de proyectos es una metodología usada a nivel mundial, por


empresas e instituciones para alcanzar objetivos en un tiempo determinado. También
significa llevar una gestión equilibrando, separando las urgencias de las tareas que
realmente son importantes para el cliente. El volumen de trabajo, las variables y los
requisitos cada vez más complejos, han dado lugar a que cada vez más empresas e
instituciones administren su trabajo por proyectos. De acuerdo al Instituto de Gestión
de Proyectos, en todos los proyectos existen 5 fases, 10 áreas de conocimiento y 47
procesos.
2. Antecedentes
La administración de proyectos, en su forma moderna, comenzó a afianzarse hace solo
apenas unas décadas. A partir de principios de los años sesenta, las empresas y otras
organizaciones comenzaron a observar las ventajas de organizar el trabajo en forma de
proyectos.

3. Fases, Áreas de conocimiento y Procesos


Dependiendo del tipo de proyecto, es posible utilizar menos procesos o áreas de
conocimiento, sin embargo, deben de mantenerse siempre las cinco fases.

Las cinco fases consideradas para los proyectos son:


- Inicio.
- Planificación.
- Ejecución.
- Control.

Conclusión.

Las 10 áreas de conocimiento son:

- Integración.
- Alcance.
- Tiempo.
- Costo.
- Calidad.
- Recursos Humanos
- Comunicaciones.
- Riesgos.
- Adquisiciones
- Interesados.

Los 47 procesos están distribuidos en las fases del proyecto de la siguiente forma:

- Fase de Inicio: dos procesos


- Fase de Planificación: 24 procesos.
- Fase de Ejecución: ocho procesos.
- Fase de Monitoreo y Control: 11 procesos.
- Fase de Conclusión: dos procesos.
4. Conceptos básicos
Administración es el proceso de alcanzar objetivos a través de las personas.
Proyecto es el conjunto de actividades a realizar para alcanzar un objetivo.
Estrategia es la ruta o camino que se sigue para alcanzar un objetivo.
Objetivo es aquello que se desea conseguir mediante un conjunto de actividades en el
largo plazo.
Meta es lo que se desea lograr en términos cuantitativos en el corto o mediano plazo.

5. Objetivos claros
La definición clara de lo que se pretende lograr es, por supuesto, la primera tarea.
Tanto para la institución dueña del proyecto, como para la empresa o persona que lo
va a desarrollar. Aquel que no tiene claros sus objetivos muy pronto no llegará a
ninguna parte.

Para que los objetivos sean claros, se debe trabajar con expertos en el proyecto que se
realizará, de otra forma será complicado definir tanto actividades eficientemente, así
como calcular sus tiempos.

6. Selección del líder del proyecto


Responsable de diseñar las estrategias para poder lograr las metas que se trazaron
previamente. Se recomienda que en la fase de Inicio sea asignado el líder de proyecto
y no se cambie durante todo el ciclo de vida del mismo.

7. Definición de los recursos para el proyecto


Una vez que se tengan los objetivos a alcanzar y el líder del proyecto, se deben de
definir los recursos humanos, económicos y materiales necesarios para alcanzar los
fines establecidos. Esta planeación debe ser flexible, porque siempre se encontrarán
imponderables que resolver.

Un elemento crucial dentro del proyecto es el cronograma de trabajo, el plan de


comunicaciones, el plan de riesgos, el plan de adquisiciones (que son todos aquellos
proveedores de servicios o de recursos humanos o materiales) y los planes de riesgo
del proyecto.

8. Acciones con las personas


Es importante considerar a todos los involucrados en el proyecto, no importa si tiene o
no poder de decisión. El líder del proyecto tiene que considerar a todos los
involucrados o stakeholders para poder plantear el objetivo del proyecto, de tal forma
que todos salgan beneficiados.

En todo proyecto las personas son muy importantes. Trate de identificar desde un
principio las personas más adecuadas, y rechace a las que no convienen. Tome en
cuenta el dicho que utiliza la gente del campo, que con mucha sabiduría señala que
Gallina que no da huevos, al caldo. Una vez seleccionado el personal hay que poner
manos a la obra.
9. Evaluación, seguimiento y reconocimiento
Para asegurar que se alcancen los objetivos no basta con tener objetivos claros, un
buen líder del proyecto y recursos humanos, financieros y materiales adecuados; es
necesario evaluar las etapas del proyecto periódicamente, con la finalidad de
identificar desviaciones y poner en práctica las medidas correctivas. Es decir, hay que
darle un cuidadoso seguimiento. Además, una vez terminado el proyecto se
recomienda reconocer a las personas que se distinguieron por su trabajo en equipo y
por su desempeño individual.

También podría gustarte