Está en la página 1de 6

Embargo de buques

Importancia

La regulación legislativa y jurisprudencial del embargo preventivo y la interdicción de


navegar de buques reviste fundamental importancia, porque es el medio de que puede
valerse el acreedor del capitán, del propietario o del armador, para obtener el
afianzamiento de su crédito, antes de que el buque zarpe y se exponga a los riesgos de la
navegación.

Las peticiones que se formulan para obtener esas medidas preventivas se resuelven a
tambor batiente y, cuando se decretan injustificadamente, el perjudicado debe allanarse a
otorgar una fianza sustitutiva. porque no puede correr el riesgo de demorar su buque,
con los consiguientes daños y perjuicios, a la espera de la resolución definitiva del
tribunal de apelaciones. Por el contrario, si la resolución de primera instancia deniega el
pedido, el buque, ya sea extranjero o nacional, puede zarpar del puerto y quizás no
regresar, convirtiendo en este supuesto en ilusorios los derechos del acreedor solicitante,
aunque en definitiva se revoque la resolución del tribunal inferior y se haga lugar al
embargo e interdicción de navegar pedidos.

Si se otorga una fianza para obtener el levantamiento del embargo y se desea discutir su
procedencia debe ser con carácter sustitutivo y la reserva de que la garantía debe
caducar si el embargo se declara improcedente.

La lectura de las decisiones de los tribunales antes de la sanción de la ley de 1973


evidencia cierta imprecisión de conceptos y la necesidad de considerar
sistemáticamente el problema, pero en general los tribunales sentaron la buena doctrina.
La mayoría de los autores ponían el acento en el interés de la navegación y consideraban
las disposiciones del Libro III del viejo Código de Comercio como normas
complementarias y restrictivas, olvidando que el embargo y la detención del buque es en
muchos casos, el único medio de que goza el acreedor para obtener el afianzamiento de
sus derechos, y que una regulación adecuada puede ser un estímulo implícito para las
operaciones a crédito y para la navegación.

Concepto

El embarco ejecutivo se puede solicitar cuando existe un título ejecutivo y es el


procedimiento previo a la venta del buque. El embargo preventivo es una medida
precautoria que se decreta judicialmente, a pedido de un acreedor en garantía de su
crédito.

Los efectos de todo embargo son la imposibilidad de que el propietario


disponga del buque y la creación de una preferencia a favor del solicitante, para cobrarse
con el producto de su venta, siempre que no se decrete la quiebra del deudor o se
formalice un concurso especial sobre el buque. El bien queda afectado al crédito, porque
sin autorización judicial no puede su dueño disponer del mismo.
La distinción entre ambos embargos es importante en relación a los requisitos para la
concesión de uno y otro, aunque los efectos sean similares.

De los distintos tipos de embargo de buques, el preventivo es el que exige una regulación
específica por la naturaleza del buque, una cosa que por esencia está sujeta a los riesgos
de la navegación y destinada a trasladarse a jurisdicciones distintas, con la posibilidad de
que se sustraiga a los acreedores la garantía que entraña.

Interdicción de navegar.

Para que la garantía que implica el embargo sea efectiva y la embarcación no se


sustraiga a la jurisdicción del tribunal que decreta el embargo, ni se exponga a los riesgos
de la navegación, se complementa con la interdicción de navegar, o sea con la prohibición
de que el buque deje el lugar en que se encuentre.

Para las embarcaciones extranjeras el embargo es considerado como impedimento de


salida (art. 539, 2° parr. LN)

Es obvia la importancia y utilidad que tiene para el acreedor obtener la


interdicción de navegar del buque, porque a la par que del punto de vista de la solvencia
del deudor se asegura el cobro del crédito, se sustrae la cosa a los riesgos de la
navegación y a posibles siniestros.

La medida es tanto más importante en aquellos casos en que el propietario puede limitar
su responsabilidad mediante el abandono, si con el buque, flete y demás pertenencias no
se cubre el monto de la deuda. Desde este punto de vista y aun en la imposibilidad de que
el buque navegue en jurisdicciones extrañas, la interdicción de navegar es procedente,
tratándose de buques nacionales.

El fundamento y la finalidad de la interdicción de navegar se enfocó acertadamente en


el fallo Sonaco Soc. de Nav. Costera. S R L c/Y.P.F.", en el que se dijo que: .... "además
de asegurar la efectivización del crédito, era una medida relacionada con el derecho
del propietario de reducir su responsabilidad mediante el abandono de la embarcación"
Un buque que continúa navegando está sujeto a los riesgos propios de toda navegación y
puede disminuir su valor y aun naufragar y perderse, con la consecuencia de que, llegado
el momento de hacer efectiva la responsabilidad, la cosa, o sea el buque, carezca de
valor económico o tenga un valor disminuido, insuficiente para responder al reclamo del
acreedor.

Ley aplicable:

El derecho de embargar preventiva o ejecutivamente al buque debe regirse


preferentemente por la ley de su situación o la ley del tribunal que ejecuta o decreta la
medida. Si bien la ley del lugar del tribunal (lex fori) generalmente coincide con la de la
situación del buque (lex rei sitae} ésta es la que prevalece y así lo establece el Tratado de
Montevideo sobre navegación, que en su artículo 4°, dice. "el derecho de embargar y
vender judicialmente un buque se regula por la ley de su situación". Es evidente que
las medidas procesales deben regularse por la ley del tribunal que las decreta, y este
criterio impera en la casi totalidad de los ordenamientos jurídicos. Cabe destacar que el
Tratado de Montevideo de 1940 sobre derecho procesal expresamente prevé el embargo
por exhorto.

Buques nacionales y extranjeros

El articulo 531 en su primera parte, dispone que 'los buques de bandera nacional
pueden ser embargados preventivamente en cualquier puerto de la República
por créditos privilegiados y por otros créditos en el puerto donde su propietario
tenga su domicilio o establecimiento principal.

El articulo siguiente, el 532, referente a los buques extranjeros surtos en puertos de la


República, sienta tres supuestos en que pueden ser embargados preventivamente:

a) Por créditos privilegiados;

b) Por deudas contraídas en territorio nacional en utilidad del mismo buque, o de otro
buque que pertenezca o haya pertenecido cuando se originó el crédito, al mismo
propietario;

c) Por deudas originadas en la actividad del buque, o por otros créditos ajenos a ésta,
cuando sean exigibles ame los tribunales del país.

El embargo puede decretarse antes de que el buque llegue al puerto para hacerse
efectivo a su llegada al mismo.

En el artículo 533 se prevé el caso de que exista un condominio sobre el buque y dispone
que: "si el buque es objeto de una copropiedad naval, a los efectos del inciso b) del
artículo anterior” .

En el mismo caso del artículo 532. inciso b). si el buque que originó el crédito se
encuentra sujeto a un contrato de locación, explotado por un armador-locatario o existe un
fletador a tiempo, únicos responsables de la deuda respectiva, procede el embargo de
otro buque de propiedad del armador-locatario o del fletador a tiempo. pero no el embargo
de otro buque que pertenece al propietario de aquel" (Art. 534).

En ambos casos resulta como fuente de esos textos los artículos equivalentes de la
Convención de Bruselas de 1952 (art. 3°).

Se sigue un criterio amplio, respecto al embargo de buques extranjeros, porque se


pueden embargar por créditos privilegiados, por deudas contraídas en utilidad del mismo
buque o de otro que pertenezca o haya pertenecido al mismo propietario, por créditos
originados en la actividad del buque y aunque sean ajenos a ésta, siempre que sean
exigibles ante los tribunales argentinos.

Créditos del derecho común


En la segunda parte del artículo 531 se dispone que "el embargo por crédito ajeno al
buque, a su explotación o a la navegación, debe reunir, para su procedencia los requisitos
exigidos por la ley común".

Embargo Ejecutivo:

El embargo por ejecución de sentencia procede contra cualquier buque del deudor, sea
de matrícula nacional o extranjera, sin las restricciones impuestas por los artículos
anteriores (art 535 LN).

Se citan como fuentes de este artículo los fallos dictados en los casos de los buques
"Mormacdown Y Ereteo, en que en función de las normas del Código de Comercio se hizo
lugar a la medida precautoria.

El embargo de los buques se decreta: a) sobre buques argentinos, por cualquier tipo de
crédito, exigiéndose los requisitos de la ley común si se trata de un crédito ajeno al
buque o a su navegación o explotación; b) sobre los buques extranjeros por créditos
privilegiados o contraídos en jurisdicción argentina, en utilidad del mismo buque o de otro
buque que pertenecido cuando se originó el crédito al mismo propietario; c) y si el crédito
es exigible ante nuestros tribunales, expresamente se prevé el embargo en función de
una sentencia, en cuyo caso procede contra cualquier buque del deudor.

Créditos emergentes de accidentes.

Procede el embargo de buque en los casos de abordaje o de otro accidente de


navegación, así como en los de asistencia o de salvamento. con la presentación de la
protesta levantada ame notario o cónsul argentino, o de la exposición ante la autoridad
marítima levantada por el capitán, practico o agente del buque accionante o por el
encargado del artefacto naval dañado (art. 536 L.N ).

Créditos por Suministros.

El crédito por suministros de productos o de materiales para la explotación o conservación


del buque son créditos privilegiados (art. 476, inc. i) y según la Convención de 1952 dan
derecho al embargo.

En Italia se discutió si debían considerarse como tales cuando el combustible no es


suministrado para necesidades o uso inmediato del buque, en función de la Convención
de Bruselas de 1926 y el Tribunal de Ravena, por fallo del 21 de enero de 1987 admitió
que era un crédito marítimo.

Cabe señalar que el inciso 5 del artículo 2° de la Convención citada de 1926 hace
referencia a contratos de suministros formalizados por el capitán fuera del puerto de
matrícula, en cambio la Convención de 1952 sobre embargo de buques en el inciso k) del
artículo 1° se refiere a suministros cualquiera sea el lugar en que fueren hechos.

Contracautela
El tribunal que decrete alguno de los embargos por crédito marítimo previstos en el
Capítulo III sobre Embargo de Buques, de acuerdo al artículo 538 puede exigir al
embargante caución suficiente para responder de los daños y perjuicios que pudiere
ocasionar la medida, siempre que la caución exigida no implique convertir en ilusorio el
derecho del solicitante a obtener el embargo del buque. A tal efecto tendrá en cuenta la
naturaleza del juicio, la solvencia de quien solicite la medida, la necesidad de asegurar
su eventual derecho y la de prevenir al mismo tiempo y dentro de lo posible, los perjuicios
que aquélla pueda irrogar al embargado por haberse pedido sin derecho y especialmente,
si el buque embargado integra una línea regular de navegación. Tratándose de crédito
comunes, la caución se ajustara a lo que disponga la ley procesal.

El tribunal puede arbitrar las medidas que estime conducentes para evitar trabar la
navegación, siempre que se garanticen los derechos del solicitante. La discrecionalidad
judicial debe ejercitarse razonablemente para no convertir en ilusorio el derecho del
solicitante de la medida precautoria y, a su vez, tener presente los perjuicios que puede
irrogar al embargado la detención del buque, en los casos que al embargo se una la
interdicción de navegar.

Fianza sustitutiva

En el supuesto de transporte de mercadería, para evitar el embargo del buque u obtener


el levantamiento de dicha medida, el transportador o su representante pueden otorgar,
privada o judicialmente, una garantía suficiente para responder por la condena que
pudiera recaer en el posterior juicio por daños y perjuicios derivados de dichas
comprobaciones.

Es costumbre que se otorga una carta de garantía suscripta por un club de protección e
indemnidad que honran sus compromisos, siendo escasos los supuestos de insolvencia.

A su vez el art. 540 contempla la posibilidad de que cualquier interesado en la expedición


dé la fianza bastante para el pago de la deuda reclamada en cuanto sea legítima, o
cuando se garantice el límite de responsabilidad en la forma prevista en la Sección 4° del
Capítulo I del Título III, es decir, la limitación de responsabilidad contemplada en los arts.
175 y siguientes. También puede exigirse que comparezca una persona facultada
convencional o legalmente, para actuar en representación del buque. El monto de la
fianza debe comprender el del crédito que motivó el embargo, mas la cantidad que se
presupueste por el juzgado para responder a intereses y costas, salvo lo dispuesto en el
articulo 576.

Este artículo 576 expresa textualmente:

"En cualquiera de los juicios en que el buque haya sido embargado preventivamente, o
interdicto, por cobro de uno de los créditos mencionados en el art. 177 el propietario o el
armador pueden solicitar el levantamiento de la medida otorgando fianza suficiente para
cubrir el límite de la responsabilidad fijada por el art. 175, aunque éste sea inferior al
importe del crédito reclamado, más la cantidad que presupueste para responder por las
costas del juicio, siempre que la limitación sea prima facie procedente.
En tal caso haciendo extensiva dicha garantía a los créditos que se reclaman en otros
juicios y que siendo de los mencionados en el art. 177 se hayan originado en un mismo
hecho el interesado tiene derecho a solicitar que se levante cualquier medida precautoria
que se haya dispuesto en ellos o se disponga contra el buque o cualquiera de sus otros
bienes."

En la 2° parte del artículo 540 se dice textualmente.

"La responsabilidad de quien, sin actuar maliciosamente, obtenga el embargo del buque y
no exija en definitiva el derecho pretendido, se limita a los perjuicios que cause la
inmovilización del buque hasta el momento en que su armador sustituya dicho embargo
por otra garantía, y a los gastos que ésta le ocasione." Cabe destacar que nuestra ley ha
omitido injustificadamente las palabras “o pudo sustituirlo" después de "embargo" y antes
de "por otra garantía".

Ese artículo prevé la hipótesis de que el deudor pueda invocar la limitación de


responsabilidad establecida para el propietario del buque y la referencia al artículo 576
que hemos transcripto precedentemente al analizar las normas procesales.

Traba e inscripción del embargo

El artículo 539 dispone que "el embargo se practicará mediante oficio que debe librar el
juez embargante a la autoridad marítima, a los efectos de su anotación en los respectivos
registros. Si se trata de un buque de matrícula nacional, su salida debe ser impedida si se
dispone la interdicción de navegar". En la segunda parte ese artículo agrega que esta
última medida se encuentra implícita en el embargo que se dicte contra un buque de
bandera extranjera y que a pedido de parte, el tribunal puede disponer el inventario de las
pertenencias del buque.

La Prefectura debe notificar al capitán de buque, o a su último agente, la traba del


embargo, en la hipótesis de que el buque se encuentre en navegación para que
oportunamente intente la sustitución de la medida precautoria. Si el buque se
encuentra en un puerto argentino y se ha decretado la interdicción de navegar debe
efectuarse la notificación de inmediato para que su capitán, propietario o armador tenga
conocimiento de la medida precautoria y pueda solicitar su revocatoria o
sustitución por una garantía.

También podría gustarte