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LA CONTINUIDAD PEDAGÓGICA EN LA EMERGENCIA

¿Nos cuentan, desde su rol y de acuerdo al nivel al que pertenecen, cómo


fue su experiencia?

Como docente me desempeño en el nivel secundario, en proceso constante de tansformación,


atravesando este desafío que nos interpela. Este cambio de contexto repentino ha producido un
impacto donde afloran las dificultades para mejorar las  técnicas pedagógicas.
En mi propia experiencia personal, puedo decir que me lo tomé con calma, entendí que no debía
forzar la situación. Con el correr de los días las circunstancias requerían como prioridad lllegar a
los estudiantes. Me di cuenta  que sobrecargar de trabajos prácticos era excederse, someter aún
más este recorrido como una forma de atropello.
Estaba claro que no podíamos sustituir la presencialidad de la educación; apenas nos habíamos
visto ni siquiera una semana. Esto me motivó a darle  y encontrar otro propósito y/o sentido al
lugar que nos toca hoy con las dificultades que ello conlleva.
A no olvidarme de estar de otra manera junto a mis alumnos/as construyendo el vínculo desde
la virtualidad, atendiendo a sus singularidades, ya que también me toca como madre presenciar
esas necesidades en mis hijos. Por lo que me ayudó a resignificar este tiempo  priorizando la
comunicación ante la exigencia; seleccionando estrategias que me acercaran más a los
estudiantes sondeando las carencias de ellos/as que también me atraviesan ya que en mi hogar
somos cinco y compartimos computadoras como también equipo celular para mi hijo más chico
que debe realizar sus tareas escolares y comunicarse con sus amigos.
Intentando proponer actividades de presentaciones personales, a través de fotos, vivencias
actuales, descripciones de sus estados. Utilizando diversos medios como el correo electrónico
(email), screen cast, los preceptores como intermediarios, la plataforma de clasrrom y algunos
casos particulares el wasap. En algunos casos interactuando con padres también que comparten
sus equipos celulares y sus cuentas.
Por supuesto  haciéndoles saber que vamos a prescindir de calificaciones numéricas, que la
intención es acompañar en la medida que se pueda, guiar y sostenerlos en la resolución de las
prácticas, recurriendo a borradores, reformulando contenidos a través de otros formatos como
videos explicativos, animando al intercambio de  sus experiencias.
Esto me ha favorecido replantearme y afianzar la importancia el nexo con los estudiantes y un
acercamiento más empático.
ACTIVIDAD 2

Luego de “poner sobre la mesa” las ideas que nos presentan estos autores,
les proponemos que participen en el foro “Desde la virtualidad”

¿Qué ideas los y las han interpelado, les han permitido pensar su propia
escuela, a sus alumnos y alumnas, a su posibilidad de enseñar en el
contexto de aislamiento social?

A partir de las lecturas, ¿qué reflexiones pueden hacer? ¿Realizarían alguna


modificación o reformulación a lo que vienen haciendo? ¿Por qué?

Creo también como Alejandro Álvarez Gallego que la escuela es un espacio imprescindible, no
obstante buscar en este momento otro tipo de recursos didácticos, es necesario y oportuno para
plantearnos los modelos que han quedado obsoletos y generar una nueva escuela.

Lo importante es que cuando volvamos al aula logremos que la experiencia sea más efectiva.
Volver más humanos, cambiar programas, cambiar boletines, la convivencia en el aula. Crear
más espacios de expresión a través de distintos lenguajes artísticos combinados, más
herramientas de integración, nuevas experiencias de encuentro y creación. Favorecer otro tipo
de abordajes, fortalecer el aprendizaje emocional. Que las prácticas de enseñanza dejen de ser
rutinarias, tan estructuradas, así como los espacios para generar diversas oportunidades.
Aprender a través de las vivencias que lleven a la reflexión, rediseñando el lugar, los ámbitos
para lograr que desarrollen confianza en sí mismos y autorregulación.

Valeria Yoana Sallustio

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