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LA FIANZA COMO GARANTÍA PERSONAL TÍPICA

CONCEPTO DE FIANZA

La fianza es la garantía personal más típica y habitual, especialmente en el ámbito de los


préstamos bancarios. Su regulación se contiene en los artículos 2011 y siguientes del
Código Civil. En el lenguaje coloquial se suele identificar la fianza con el aval o garante, lo
que jurídicamente no es del todo correcto, salvo en el caso de la denominada fianza
solidaria, que comentaremos más adelante y que sí tiene tal consideración de aval.

Podemos definirla diciendo que es un contrato por el cual una persona distinta del deudor,
denominada fiador, asume expresamente la obligación de cumplir la prestación del deudor
para el caso de que éste no la cumpla. Por tanto, mediante este contrato, el fiador se
constituye también en «deudor» de la obligación, si bien con carácter subsidiario. Así se
deduce del artículo 2011 CC, en virtud del cual «por la fianza se obliga uno a pagar o
cumplir por un tercero, en el caso de no hacerlo éste». De dicha norma se deduce que la
fianza supone añadir al patrimonio del deudor, como garantía básica del cumplimiento de
su obligación, un nuevo patrimonio responsable: el de un tercer sujeto denominado fiador.

En efecto, el fiador es una persona que asume una auténtica obligación frente a un acreedor
ajeno: la de pagar o responder por otro (el denominado «deudor principal»), en el caso de
incumplimiento por este último de la obligación contraída.

CARACTERES DE LA FIANZA

Son los siguientes:

1.º) La fianza es una obligación accesoria, ya que presupone la existencia de una obligación
principal válida entre el acreedor y el deudor, a la que garantiza. Esto es así porque la
fianza se caracteriza por ser un contrato accesorio de otro contrato o relación obligatoria
principal, de cuyas vicisitudes depende. Ello significa que si la obligación principal se
extingue por su pago o cumplimiento, o por otra posible causa, automáticamente se
extinguirá también la relación de fianza, y el fiador dejará de estar obligado a garantizar la
deuda ajena.
2.º) Es una obligación subsidiaria, porque sólo podrá exigirse el pago de la deuda al fiador
en caso de que el deudor principal incumpla su obligación, de lo que se deduce que la
exigibilidad de su cumplimiento está subordinada al impago por el deudor afianzado.

3.º) La fianza debe ser expresa: es el denominado «principio de no presunción de la fianza».


Pese a su carácter expreso, la fianza no requiere una forma especial ni solemnidad de
ningún tipo, ni siquiera que conste por escrito. Para la constitución de la fianza basta, como
vimos, el consentimiento del acreedor y del fiador.

4.º) Extensión de la fianza: ésta ha de estar limitada a cubrir el riesgo de incumplimiento de


la obligación principal, pero en ningún caso puede ser superior a ésta. Por tanto, como regla
general, el fiador es un sujeto que se convierte en deudor de la misma prestación que
adeuda el deudor principal a su acreedor en cantidad normalmente idéntica a la adeudada
por aquél.

5.º) Acción de reembolso: una vez que el fiador ha pagado al acreedor como consecuencia
del incumplimiento del deudor afianzado, el fiador podrá ejercitar la correspondiente acción
de reembolso para recuperar del deudor la reducción patrimonial sufrida como
consecuencia del pago.

6.º) Extinción de la fianza: la fianza puede extinguirse por diversas causas, que son entre
otras las siguientes:

1.º) Por las causas generales de extinción de las obligaciones (compensación, novación,
confusión, etc.).

2.º) Por extinción de la obligación principal a la que garantiza (por ejemplo, por el pago
hecho por el deudor principal).

3.º) Por prorrogar el acreedor y el deudor el cumplimiento de la obligación sin el


consentimiento del fiador y sin que constase la posibilidad de dicha prórroga al constituirse
la fianza.

4.º) Por resultar negligente la actuación del acreedor al ejecutar o perseguir los bienes del
deudor, cuando el fiador ha opuesto el «beneficio de excusión».
Modalidades de la fianza.

La fianza simple: Es aquella en la que el fiador garantiza la obligación principal sin


consecuencias distintas a las que se establecían en el contrato principal. En este tipo de
fianza el fiador conserva los beneficios de excusión y de división, que se trataran más
adelante, por ejemplo si A compra una casa a plazo y B le sirve como fiador, llegado el
plazo y A no paga, el acreedor demanda a B y este puede proponer el beneficio de
excusión.

La fianza solidaria: La fianza solidaria puede referirse a la obligación principal o a la


obligación subsidiaria de los fiadores. En el primer caso entre el deudor y el fiador existe
solidaridad por lo que el fiador no goza entonces del beneficio de excusión. En el segundo
caso la solidaridad surge entre los diversos fiadores, por lo que estos no podrán oponer el
beneficio de división del crédito entre ellos.

Regulación legal de la fianza.

En la República Dominicana, las disposiciones legales que aun imperan sobre la regulación
legal de la fianza, están estatuidas en:

-El código civil, en kis artículos 2011 y siguientes.

-Ley 146-02 sobre seguros y fianza, en los artículos del 60-70

Sujetos de la fianza:

-Deudor: Es la persona quien asume una obligación ante otra persona, generalmente por un
crédito facilitado.

-Acreedor: Es la persona a quien se le genera una obligación por parte de un fiador, es


quien goza o es titular de un derecho ante este.

-Fiador: también denominado garante, es la persona que se compromete a


responsabilizarse ante una determinada obligación asumida por un deudor principal.

-Certificador: a diferencia de los codeudores de una deuda, el certificador, viene siendo el


fiador, de un determinado fiador ante una obligación asumida por un deudor.
Clasificación de la fianza.

La doctrina y la ley ha clasificado a la fianza en tres tipos:

-La fianza convencional es la que surge con la voluntad entre el acreedor y el deudor.

-La fianza legal es aquella impuesta por la ley con el fin de asegurar el cumplimiento de
una obligación.

-La fianza judicial es otorgada mediante una resolución judicial.

Beneficio de excusión

También denominado derecho de excusión, es la facultad que corresponde al fiador en


la fianza simple y que le permite oponerse a la reclamación del acreedor hasta que se
acredite la insolvencia, total o parcial, del deudor fiado. Este derecho del fiador se
denomina también beneficio de orden, y singulariza la forma menos severa de la fianza que,
en tal caso, se conoce también con la expresión de fianza subsidiaria. Salvo pacto expreso
en contra o disposición legal que indique lo contrario, todo contrato de fianza se
considerará de fianza simple o subsidiaria. Dentro de las obligaciones civiles, la regla
general es que la fianza sea simple (fianza civil).

Beneficio de división

Excepción procesal por la cual en caso de fianza múltiple una de las cauciones perseguida


por la totalidad obtiene del juez que la acción en pago se fraccione entre todas
las cauciones solventes el día de las demandas. 

Es el otorgado al destinatario de una reclamación cuyo objeto es un derecho de crédito que


debe ser satisfecho por varios deudores. Por tanto, cuando lo debido por varios es
reclamado a uno solo de ellos, puede éste ejercer la facultad que le da derecho a exigir
del acreedor a que divida su crédito entre los distintos coobligados a la prestación.
Este beneficio se fundamenta en la presunción de mancomunidad que se aplica a todas las
situaciones con pluralidad de deudores conjuntos.

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