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Resumen de lectura Unidad 1

Principios Generales

Cuando la obligación no está asegurada por ninguna garantía, algunos peligros


amenazan al acreedor:

a) El deudor puede enajenar los bienes que posee entre el día que haya nacido la deuda y
el día que se ha perseguido por su acreedor, en este caso el acreedor no podrá cobrar
los bienes que hayan salido del patrimonio de su deudor.
b) Cuando el acreedor no tenga un derecho de preferencia, este se encontrara en
concurso con los demás acreedores.

Para proteger al acreedor en contra de estos peligros el legislador le permite al


acreedor exigir algunas garantías y o privilegios.

Clasificación de las garantías

Garantías Legales y Convencionales


Una garantía es legal cuando la Ley le crea a un acreedor, sin que este tenga que
manifestar su voluntad, una situación privilegiada Es convencional cuando resulta de la
voluntad de las partes.

Garantías Personales y Reales


La garantía personal consiste en la intervención de un tercero, el fiador, que asegura el
cumplimento La garantía real resulta de la afectación de ciertos bienes del deudor
como seguridad del crédito.

Enumeración de las garantías

Sólo existe una garantía personal: la Fianza, que es una garantía convencional.
Existen cinco garantías reales: Derecho de Retención, la Pignoración, la Hipoteca,
Garantías Sobre la Propiedad intelectual y el Privilegio concedido a ciertos acreedores.

a) El Derecho de retención, garantía legal, qué en ciertos casos permite a un acreedor


conservar, mientras no se le pague, una cosa perteneciente a su deudor.

b) La Pignoración, garantía convencional, que le confiere a un acreedor el derecho de


que se le pague con preferencia sobre una cosa que el deudor le ha entregado como
garantía.

c) La Hipoteca, garantía legal unas veces, judicial otras, o convencional, que es la


afectación de un inmueble al pago de un crédito sin que el propietario del inmueble se
desapodere de él, implica para su titular un derecho de persecución y un derecho de
preferencia.
Garantías personales y garantías reales

La garantía dada al acreedor puede resultar de agregar uno o más deudores a la


afectación de uno o más bienes al pago de la deuda.

A fin de evitar la insolvencia del deudor y el concurso con los demás acreedores, el
acreedor o el legislador pueden exigir que el deudor encuentre a un tercero que
consienta en garantizar el pago. Este tercero, deudor accesorio contra el cual
procederá el acreedor si el deudor principal no le paga, recibe el nombre de Fiador.
Así, la garantía dada al acreedor por el compromiso de un deudor accesorio se llama
Fianza.

Garantías reales. Carácter preferencial

Las garantías reales le permiten al acreedor obtener el pago con preferencia sobre los
bienes que hayan sido afectados a garantizar su crédito y cuyo valor ha podido
apreciar en el momento de contratar, de ahí que representan mayor seguridad. Los
romanos señalaban ya las ventajas de las garantías reales sobre las personales y en el
antiguo Derecho Francés era conocido el aforismo: «La fe o palabra, una liga; la fianza,
un pleita; la prenda, una tranquilidad, el dinero constante, paz y acuerdo».

La fianza

En Roma, la voz tenía un sentido muy amplio; la prudencia, la precaución del acreedor,
quien se protegía de cualquier manera - garantías personales o reales contra los
riesgos de insolvencia de su deudor, o procurándose un escrito denominado
igualmente

Es Preciso señalar, que aun cuando designa una garantía Personal el vocablo fianza,
puede tener una acepción más o menos amplia, según que designe, el conjunto de la
operación de garantizar al acreedor o la garantía en sí misma de la cual se beneficia el
acreedor, o bien el contrato de fianza, celebrado entre el acreedor y el fiador, contrato
que origina directamente la garantía.

Fianza voluntaria, legal o judicial

Se distinguen tres categorías de fiadores; a) voluntarios, b) legales y c) judiciales. Pero


no debe creerse que la fianza es susceptible de concretarse al margen de la voluntad
del fiador y del acreedor; Pueden ser necesarias tres operaciones sucesivas para
concluir una fianza; ira.: Un contrato entre el acreedor y el deudor, el acreedor exige
un fiador y el deudor acepta presentarle uno; 2da.; Un mandato o gestión de negocios
ajenos: el deudor da mandato al fiador, pero tal mandato no es indispensable, en
efecto, el fiador puede comprometerse válidamente sin saberlo el deudor, existiría
entonces una gestión de negocios ajenos y no mandato; 3ra.; Un contrato celebrado
entre el acreedor y el fiador, en virtud del cual, el fiador se obliga a pagar si el deudor
principal no lo hace.

Fianza simple y fianza solidaria

Movido por consideraciones de humanidad, el legislador ha intentado suavizar la


suerte de los fiadores, pero en la práctica, para satisfacer las necesidades del crédito,
se ha esforzado por obtener de los fiadores la renuncia a las ventajas que les eran
concedidas por la ley.

Efectos de la fianza simple

Los efectos de la fianza son diferentes según que se trate de una fianza simple o de
una fianza solidaria, por conferirle esta última al acreedor una garantía superior a la
fianza simple.

El beneficio de excusión

En razón del carácter accesorio de su compromiso, el fiador tiene derecho a paralizar,


mediante una excepción dilatoria alegada in limini lítis, las persecuciones judiciales del
acreedor que vayan dirigidas contra él, e invitarle a perseguir al deudor principal; esta
excepción se denomina beneficio de excusión. El acreedor tiene el derecho de
demandar en primer término al fiador: su demanda es y sigue siendo válida, pero
desde el momento en que el fiador invoque el beneficio de excusión, la demanda se
suspende y el acreedor debe embargar los bienes del deudor principal.

Relaciones entre el fiador y el deudor principal

El fiador que haya pagado dispone de una repetición contra el deudor principal, luego
del pago y a veces antes del pago.

Pluralidad de fiadores

En la hipótesis de que haya varios cofiadores, cada uno de ellos está obligado por toda
la deuda, recuerdo de la época en que la fianza no se distinguía de la solidaridad, pero
pueden, ante la demanda del acreedor, invocar en cualquier estado de causa, una
excepción perentoria, llamada Beneficio de División que obliga al acreedor a dividir su
persecución entre los cofiadores.

Efectos de la fianza solidaria

Para reforzar la garantía del acreedor, en la práctica, los fiadores renuncian a los
beneficios de excusión y división, al hacerles contraer un compromiso solidario; el
fiador será solidario con el deudor Principal y en su caso, con sus cofiadores.
Extinción de la fianza
La fianza desaparece con la obligación principal. El fiador puede oponerle, por lo tanto,
al acreedor, el pago efectuado por el deudor principal, la dación en pago, la novación y
la remisión de deuda, salvo la condonación surgida de un concordato de acreedores, la
compensación y la confusión de derechos. Estas excepciones, derivadas de la extinción
de la obligación principal, son inherentes a la deuda.

Extinción por vía principal

El compromiso del fiador es susceptible de extinguirse directamente en su persona,


por el pago o la dación en pago que aquel le haga al acreedor, la remisión de deuda
consentida por el acreedor, la compensación o confusión de derechos surgida en la
persona del fiador.

La pignoración

El artículo 2671 del Código Civil define así el contrato de pignoración: «Es un contrato
por el cual un deudor entrega una cosa a su acreedor para garantía de la deuda». Esta
definición destaca los tres caracteres de la pignoración como garantía:
La pignoración, como la fianza, resulta siempre de un contrato, se trata de una
garantía convencional
La pignoración constituye el accesorio de una deuda
La pignoración conlleva siempre el desposeimiento del deudor

La prenda

Por el contrato de prenda, el deudor entrega un bien mueble a su acreedor, para


garantía de la deuda. Sería más exacto definir la prenda como el contrato por el cual el
deudor, o un tercero, para afectar un bien mueble al pago de la deuda, se desposeen
de él en favor del acreedor o de un tercero, quien conserva la cosa hasta que el deudor
realice el pago.

La anticresis

Es una pignoración inmobiliaria. El constituyente se desposee, en favor del acreedor,


del inmueble que le da en garantía y es el acreedor quien percibe los frutos, con
obligación de imputarlos en primer término, a los intereses del crédito y luego al
capital.
El derecho de retención

Es el derecho que le concede la Ley a un acreedor de negarse, mientras no se le haya


pagado, a restituir una cosa perteneciente a su deudor, aun cuando Io haya recibido la
cosa por un contrato de pignoración.

Las hipotecas

La hipoteca es un derecho real, accesorio e indivisible, que recae sobre un inmueble


afectado a la garantía de una obligación.
Hipoteca judicial

La hipoteca judicial resulta de cualquier sentencia condenatoria El Acreedor que haya


obtenido una sentencia puede embargar los bienes inmuebles de su adversario y
hacerse pagar con preferencia, sobre el precio de la venta de estos bienes, a condición
de que haya inscrito su hipoteca.

Condiciones de fondo

Para hipotecar un inmueble, el constituyente debe ser propietario y ser capaz de


enajenar. Por el contrario, no es necesario ser el deudor del crédito a garantizar, se
puede hipotecar un inmueble para garantizar la deuda de un tercero.

Condiciones de Forma

La hipoteca convencional exige, a pena de nulidad, la redacción de un acto bajo firma


privada debidamente legalizado por un Notario Público. Por otra parte, la constitución
de hipoteca debe ser especial, es decir, que el contrato precise la deuda garantizada y
los inmuebles gravados.

Efectos de las hipotecas

Hasta el vencimiento de la deuda, el deudor continúa ejerciendo todos sus derechos


de propiedad sobre el inmueble gravado; puede habitarlo, cultivarlo, arrendarlo, y los
arrendamientos que consienta son oponibles al acreedor hipotecario. Puede inclusive
transferirlo a título gratuito u oneroso, ya que la hipoteca continúa gravando el
inmueble en cualesquiera manos que se encuentre, y el adquiriente se convertirá en
responsable de la deuda. No puede, sin embargo, destruir ni dañar voluntariamente el
inmueble gravado.

Extinción de las hipotecas

La hipoteca se extingue por el Pago total de la deuda, por la renuncia del acreedor, así
como por la falta de inscripción o de renovación.

De la naturaleza y extensión de la fianza.

Art. 2011.- El que presta fianza por una obligación, se obliga respecto al acreedor a
cumplir la misma, si no lo hiciese el deudor.

Art. 2012.- La fianza no puede constituirse sino por una obligación válida. Se puede, sin
embargo, prestar fianza por una obligación, aunque pueda ésta anularse por una
excepción puramente personal al obligado; por ejemplo, en el caso de menor edad.
De los efectos de la fianza entre el acreedor y el fiador.

Art. 2021.- El fiador no está obligado respecto al acreedor a pagarle sino a falta del
deudor, en cuyos bienes debe hacerse previa excusión, a no ser que el fiador haya
renunciado a este beneficio o que esté obligado solidariamente con el deudor; en cuyo
caso, los efectos de su obligación se regulan por los principios que se han establecido
para las deudas solidarias.

Art. 2022.- El acreedor no esta obligado a usar de la excusión contra el deudor


principal, sino cuando lo exija el fiador, en vista de los primeros procedimientos contra
él intentados.

Art. 2023.- El fiador que reclama la excusión, debe indicar al acreedor los bienes del
deudor principal, y adelantar los fondos necesarios para realiza, aquella. No debe
indicar los bienes del deudor principal que estén situados fuera del distrito judicial del
punto en que deba hacerse el pago, ni los bienes litigiosos, ni los hipotecados a la
deuda que no estén ya en posesión del deudor.

De los efectos de la fianza


Entre los cofiadores.

Art. 2033.- Cuando muchas personas han fiado a un mismo deudor para una misma
deuda, el fiador que la haya pagado tiene recurso contra los demás fiadores por la
parte y porción de cada uno. Pero este recurso no procede sino cuando el fiador haya
pagado en uno de los casos expuestos en el artículo precedente.

Ley no. 20-00 sobre propiedad industrial.

Artículo 137.- Constitución de Garantía.

Una patente de invención o de modelo de utilidad, un registro de diseño industrial y un


registro de marca podrán ser otorgados como garantía de una obligación asumida por
su titular, y podrán ser objeto de embargo o de otras restricciones de dominio. Tales
derechos y medidas deberán inscribirse en favor del acreedor en la Oficina Nacional de
la Propiedad Industrial, sin lo cual no surtirán efecto legal.

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