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Consecuencias de la fianza.

En cuanto al carácter accesorio del compromiso del


fiador, se deducen las sigtes consecuencias.
La fianza no puede constituirse sino por una obligación válida» (Art. 2012 Cód. Civ.):
El fiador solo está obligado con el acreedor cuando el deudor principal también está
obligado y en la misma medida que la obligación del deudor principal. Si no hay una
deuda principal válida o si esta es nula, el fiador no puede estar obligado, Esta regla
refleja la idea de que la existencia de la deuda principal es fundamental para que la
fianza tenga validez. Por tanto, si la obligación principal se ve afectada por una causa
de nulidad, el fiador puede utilizar esa nulidad como defensa y no estaría obligado a
cumplir, esta regla se aplica tanto a los casos de nulidad absoluta como a los de
nulidad relativa. Sin embargo, hay una excepción a esta regla en el caso de una
obligación contraída por una persona incapaz, como un menor de edad que no ha
sido habilitado legalmente, la última parte del art, 2012 declara que, en estos casos,
se permite que un tercero, como un fiador, garantice la obligación anulable, y el
fiador estaría obligado incluso si el incapaz logra anular su propia obligación.
La fianza no puede exceder lo que deba el deudor, ni otorgarse en condiciones más
onerosa (Art. 2013 Cod. Civ): En un grupo de co-obligados a título principal, es
posible que una persona deba más o menos que las demás. En cambio, al ser solo un
deudor en segunda línea, el fiador no puede en ningún caso deber más que el deudor
principal. sin embargo, el fiador puede asumir una obligación menor que la del
deudor principal, pues el propio Art. 2013 permite que se contrate para solamente
una parte de la deuda y bajo condiciones menos onerosas, Es decir, que el fiador
puede acordar términos más favorables en comparación con los del deudor principal.
El carácter accesorio de la fianza, lo que significa que el compromiso del fiador está
vinculado y se mide en relación con la obligación del deudor principal. El fiado tiene
los mismos derechos que el deudor principal, por lo que no puede estar sujeto a una
obligación más estricta o severa que el deudor principal.
Puede el fiador oponer al acreedor todas las excepciones que correspondan al
deudor principal y que sean inherentes a la deuda, no pudiendo interponer las que
sean puramente personales al deudor» (Art. 2036 Cód. Civ.) Es decir, el fiador tiene
el derecho de presentar excepciones o argumentos defensivos ante el acreedor. Estos
argumentos se utilizan para cuestionar la validez o el cumplimiento de la deuda
respaldada por la fianza. Por ejemplo, si el deudor principal puede demostrar que el
acreedor no ha cumplido con sus obligaciones contractuales, el fiador también puede
presentar esos argumentos ante el acreedor como parte de su defensa. Sin embargo,
el fiador no puede utilizar argumentos basados en la situación personal o las

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circunstancias individuales del deudor que no estén directamente relacionados con la
deuda en sí misma.
Para que el fiador sea considerado responsable, es necesario que la obligación
principal (la deuda) debe estar probada y confirmada como una obligación legítima
que el deudor principal debe cumplir. El fiador se beneficia de cualquier liquidación o
reducción en el monto de la deuda principal que ocurra, si la deuda principal se
reduce de alguna manera, ya sea debido a un acuerdo con el acreedor o por otros
medios legales, el fiador solo será responsable por la cantidad reducida. No tiene que
pagar más de lo que realmente se debe.

Fuente de la fianza: Voluntaria, Legal o Judicial.


1°La fianza voluntaria (o convencional), que es aquella que se establece de manera
voluntaria por las partes dentro de un contexto contractual, en el cual el acreedor
generalmente exige del deudor que le suministre un fiador de solvencia suficiente
para la seguridad de su obligación. Una vez el acreedor acepta el fiador ofertado por
el deudor, debe celebrarse un contrato de fianza entre el fiador y el acreedor, en
virtud del cual el fiador se obliga a pagar si el deudor principal no lo hace.
La fianza voluntaria o convencional puede aplicarse a una amplia variedad de
situaciones contractuales. Cualquier tipo de obligación que resulte de un acuerdo
entre partes puede ser respaldada o garantizada por un fiador. Esto incluye deudas,
contratos de préstamo, acuerdos comerciales, contratos de alquiler y muchas otras
transacciones contractuales.
La fianza legal es aquella en la que la ley impone o exige el suministro de un fiador
como condición para obtener un derecho o una ventaja. En lugar de ser una elección
voluntaria de las partes involucradas, esta fianza se requiere por mandato legal. La ley
específica cuándo y en qué situaciones se requiere un fiador. La fianza legal se aplica
solo a casos específicos que están claramente definidos en la ley. se encuentran en el
Código Civil ART, 601, 626,807,1613,1653,2185-5 y el Código de Procedimiento Civil
ART. 993.
La fianza judicial, que es cuando el juez es quien tiene el poder condicionar la
satisfacción de una demanda al suministro de tal seguridad. El juez tiene la facultad o
la autoridad para exigir que una de las partes proporcione esta garantía antes de
avanzar en un procedimiento legal. El juez puede ordenar esta fianza como una
medida cautelar para asegurarse de que se cumplan las obligaciones legales. La

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fianza judicial se considera una forma de fianza legal porque su existencia y las
condiciones para su aplicación están reguladas por la ley. Sin embargo, no se aplica
automáticamente en todos los casos legales, sino solo cuando la ley específicamente
otorga al juez la facultad de exigirla.
Como se observa, la fianza voluntaria surge de manera libre de la intención de las
partes, mientras que las fianzas legal y judicial son forzosamente impuestas por la
autoridad de la ley o del juez. Por otro lado, las tres hipótesis conducen al mismo
proceso: el deudor debe encontrar un fiador y éste debe comprometerse respecto al
acreedor. La fianza resulta siempre pues, como hemos ya afirmado, de un contrato.

Naturaleza de la fianza.
1. Contrato: La fianza es un contrato legalmente vinculante entre el fiador, el
deudor principal y, en algunos casos, el beneficiario (la parte que se beneficiará
del cumplimiento de la obligación).
2. Garantía de cumplimiento: La fianza se utiliza como una garantía adicional para
asegurar el cumplimiento de obligaciones contractuales o legales. El fiador se
compromete a cumplir con la obligación en caso de que el deudor principal no
lo haga.
3. Accesoriedad: La fianza tiende a ser de carácter accesorio en la República
Dominicana. Esto significa que su validez y existencia están vinculadas al
contrato o la obligación principal. Si el contrato principal se incumple o se
anula, la fianza también se ve afectada.
4. Regulación legal: La fianza está regulada por el Código Civil Dominicano y otras
leyes específicas. Estas leyes establecen los requisitos y procedimientos para la
constitución de fianzas.
5. Requisitos Formales: La fianza en la República Dominicana, al igual que en
otros lugares, puede requerir ciertos requisitos formales y legales para ser
válida, como ser por escrito y firmada por las partes involucradas.
6. Voluntariedad: El fiador asume la responsabilidad de manera voluntaria y no
puede ser forzado a actuar como fiador.
7. Diversos Contextos: La fianza se utiliza en una variedad de contextos en la
República Dominicana, como contratos de arrendamiento, préstamos
bancarios, contratos comerciales y obligaciones fiscales, entre otros.

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