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DE CHIMBOTE
TOMA DE DECISIONES I
PUCALLPA – PERÚ
2019
INTRODUCCION
Un recorrido, ese ir hacia una meta, que aúna el significado de ambas acepciones, pues
se realiza siguiendo un proceso o desplazamiento con un fin, al tiempo que se hace
mediante un entrenamiento que nos conduce hasta el cumplimiento del objetivo u
objetivos. Más allá de su uso en el entorno personal (life Coaching), en este caso,
nuestro objetivo es ejecutivo (executive Coaching). Buscamos optimizar el trabajo en
equipo aplicando esta técnica de desarrollo profesional que, bien implementada, puede
constituir el secreto de su éxito.
EL COACHING
El trabajo en equipo es sin duda uno de los elementos más importantes en toda
organización empresarial. Cuando las personas que conforman una organización están
comprometidas y trabajan de manera articulada en el logro de objetivos comunes,
efectivamente van a obtener resultados positivos; pero, si por el contrario, hay discordia,
envidia y descoordinación dentro de la organización, lo más probable es que los
resultados sean negativos.
Cada uno piensa diferente al otro y, a veces, se cree que «la opinión» impera sobre la
del compañero, sin embargo ¿cómo llegar a un equilibrio? Precisamente allí es que está
la clave del éxito, en saber cómo desenvolver con un grupo de personas cuyas
habilidades, formas de pensar y disposición para trabajar, en algunas ocasiones, difieren
de las nuestras.
No se debe confundir «trabajar en equipo» con «equipo de trabajo». Son dos conceptos
que van de la mano, pero que poseen diferentes significados. El equipo de trabajo
implica el grupo humano en sí, cuyas habilidades y destrezas permitirán alcanzar el
objetivo final. Sus integrantes deben estar bien organizados, tener una mentalidad
abierta y dinámica alineada con la misión y visión de la empresa.
El miembro del equipo de trabajo debe producir para obtener mejores resultados,
centrarse en los procesos para alcanzar metas, integrarse con sus compañeros, ser
creativo a la hora de solucionar problemas, ser tolerante con los demás, tomar en cuenta
a sus colegas y aceptar las diferencias, obviar aquellas discusiones que dividan al grupo
y ser eficiente, más que eficaz.
1. La convocatoria de la reunión
Normalmente, una reunión creativa se planifica con tiempo. Eso no significa que las
reuniones creativas improvisadas no puedan ser interesantes. Sin embargo, renunciar a
los beneficios que comporta una buena planificación es un error. De entrada, hay que
dejar bien claro cuál es el objetivo de la reunión.
Imagine una reunión creativa sobre cómo mejorar la recepción de un hospital que
cuente con alguna persona de edad, un minusválido, un niño… O una sesión creativa
sobre reingeniería de procesos en la que se invite a un poeta minimalista… Puede ser
sorprendente. Si tiene el tiempo y la motivación para hacer experimentos de estas
características puede ser interesante. No lo haga si no dispone del tiempo y del margen
de maniobra suficiente.
2. El lugar de la reunión
Una sala aislada, sin ruido, con luz natural o luz abundante.
Sillas cómodas, pero no sillones.
Mesas y sillas movibles, para hacer equipos.
Una pizarra gigante, mejor blanca y rotuladores apropiados de varios colores.
Flip-charts con papel gigante con banda adhesiva.
Prohibir absolutamente las interrupciones (teléfonos móviles, etc.) y los
movimientos innecesarios (entradas, salidas…).
Rotuladores de diversos colores para los participantes y papel abundante.
Retroproyector de transparencias, conexión para un portátil y cañón proyector.
Posibilidad de audio para música relajante o estimulante.
Evitar distracciones inútiles (comida, bebida, publicaciones…).
Material estimulante complementario (revistas de temáticas dispares, fotografías,
dibujos, libros…).
En algunos casos puede ser interesante tener alfombrillas individuales para
realizar ejercicios de relajación y visualización.
Es muy difícil establecer normas para la duración de las reuniones creativas de equipo.
Una cosa está clara: la creatividad necesita tiempo. No es posible generar un importante
número de ideas creativas, seleccionar las mejores y tomar decisiones en media hora. A
veces, ni tan sólo tres o cuatro horas son suficientes. Sin embargo, el tiempo es uno de
los bienes aparentemente más escasos de hoy en día. Aparentemente, porque en realidad
se tendría más tiempo enfrascados en una espiral de acción que no hace sino aumentar
día a día. Siempre más trabajo, cada vez se está más ocupados. Y la creatividad no
entiende de prisas.
Es importante decidir el tiempo que va a durar nuestra reunión creativa. Una hora, seis
horas, dos días… y ser consecuentes con ello. Es fundamental no tener la sensación de
que estamos dejando de hacer cosas por culpa de la maldita reunión creativa, puesto que
entonces no se aporta todo el potencial de ideas. En líneas generales, para temas
“menores” suelen ser suficientes dos o tres horas de creatividad. Se entiende por temas
“menores” (sin tono peyorativo) cuando debemos desarrollar ideas para focos creativos
muy concretos. Por ejemplo, ideas para PLV de nuestro nuevo producto “X”.
Sin embargo, para los temas “mayores” (también sin tono peyorativo) pueden ser
necesarias muchas horas de trabajo. Ocho, doce, dieciséis o más. Un ejemplo de tema
mayor podría ser generar ideas para recortar los costes de una planta industrial.
Para que la creatividad funcione, los participantes deben sentirse relajados y no
excesivamente presionados.
4. El líder de la reunión
Toda reunión creativa necesita un líder o coordinador. Es difícil, en especial para los no
iniciados, que una reunión pueda desarrollarse convenientemente sin la colaboración de
un responsable que ordene (dentro de un cierto desorden) las intervenciones, que escoja
las técnicas, que tome nota, que ayude a la evaluación, etc.
5. El foco creativo
Probablemente, la definición del foco creativo es uno de los elementos más importantes
de toda sesión creativa. Definir un foco creativo (expresión acuñada por De Bono) es
sencillo y complicado al mismo tiempo. Sencillo porque consiste en elaborar una frase
que defina y concrete dónde queremos concentrar nuestros esfuerzos en creatividad.
Complicado porque a veces hacerlo bien no es tan evidente. Un error en la formulación
del foco creativo puede significar una pérdida absoluta de tiempo. A veces, las prisas, la
precipitación o un mal análisis pueden hacer que definamos mal el foco creativo. Por
tanto, es importante pensar sobre el mismo con la máxima antelación posible, y es
también muy recomendable que lo sometamos a un cierto plebiscito. ¿Está todo el
mundo de acuerdo en que el foco creativo sea así? ¿Podemos introducir alguna
modificación? A veces el foco cambia en gran manera si alteramos una de sus partes.
En muchas ocasiones, cuando el reto creativo es ambicioso, un foco creativo general
puede servir para enmarcar filosóficamente el deseo de trabajar creativamente, pero
puede ser demasiado amplio. Es entonces cuando conviene subdividir el foco en otros,
más operativos, para los que pueden articularse distintos grupos de trabajo.
¿Cómo surgen las ideas? ¿De qué manera se puede asegurar (dentro de unos límites)
una cierta calidad en las ideas? ¿Hay sistemas que permiten generar un gran número de
ideas?
Las ideas surgen de la mente de los participantes en una reunión, pero ese surgimiento
depende de muchos elementos: el trabajo previo, la motivación, la comunicación entre
los participantes, la pericia del líder, etc. Al final, sin embargo, las ideas residen dentro
de la inteligencia creativa o práctica de las personas. En una sesión creativa se supone
que se produce un ambiente mágico que favorece la fertilización cruzada y el
intercambio de pareceres, y que todo ello desemboca en una mayor facilidad para
generar ideas sobre un foco creativo determinado. Para asegurar un gran número de
ideas y una cierta calidad en las mismas es recomendable:
Lograr que los participantes se sientan libres, sin coerciones de ningún tipo. Jefes
que imponen su ascendencia o personajes prepotentes no hacen ningún bien a la
creatividad.
Es bueno que la gente ría y se divierta, siempre que ello no provoque un
alejamiento excesivo respecto al foco creativo. Hay que procurar que los
integrantes de un equipo creativo no experimenten ningún miedo ni temor.
Hay que poder decir lo que uno piensa, sin cortapisas de ningún tipo.
Por tanto, todas las ideas son bienvenidas: absurdas, atrevidas, transgresoras, aburridas,
lógicas, ilógicas, divertidas, críticas, originales,
etc., etc. Cuanta más contención hay en una sesión creativa, normalmente, menor es la
fluidez.
El coaching ayuda a los directivos a ir más lejos de lo que conocen. Es muy importante
para ellos apoyarse de un buen profesional, porque les permite reflexionar y oírse mejor,
chequear sus percepciones, alterar sus juicios de valor, cambiar sus hábitos negativos, y
tener una mayor consideración sobre su trabajo como líderes de la organización. El
coach proporciona la información y entrenamiento adecuado para el desarrollo de cada
competencia específica, tanto técnica (como conocimiento de un programa informático),
como genérica (comunicación, trabajo en equipo o visión de negocio).
CITAS BIBLIOGRAFICAS.
García, C. B., & Recas, L. M. (2017). Coaching y liderazgo personal. Retrieved from
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