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HISTORIA DE LA NEUROPSICOLOGÍA

INTRODUCCION

Para Hécaen y Albert (1985) “la neuropsicología estudia las relaciones existentes entre la
función cerebral y la conducta humana. Esta disciplina se basa en el análisis sistemático de
las alteraciones conductuales asociadas a trastornos de la actividad cerebral, provocados
por la enfermedad, daño o modificaciones experimentales.” El objetivo de la
Neuropsicología consiste en describir, identificar y establecer las relaciones existentes
entre la organización cerebral y las actividades cognitivas. La Neuropsicología como
práctica clínica se ocupa del diagnóstico y rehabilitación de las secuelas que las afecciones
cerebrales dejan en las funciones psicológicas complejas mencionadas. En sus inicios, la
neuropsicología, abordó principalmente el estudio de adultos, sujetos que ya habían
adquirido una determinada función y que a partir de una lesión la perdían total o
parcialmente. Posteriormente se originó el interés por estudiar la interferencia de las
lesiones cerebrales tempranas (perinatales y de la primera infancia) sobre el aprendizaje
de funciones del niño.

Kolb y Wishaw (1986; 1999) definen la neuropsicología como el estudio de la relación


entre la función cerebral y el comportamiento. Aunque la neuropsicología parte del
conocimiento existente en diferentes disciplinas científicas, tales como anatomía,
biología, biofísica, etología, farmacología, fisiología, psicología fisiológica y filosofía, el
enfoque central es el desarrollo de una ciencia del comportamiento humano basada en la
función cerebral. La neuropsicología, aunque cuenta con un largo pasado, baste sólo
recordar el eterno problema filosófico mente-cerebro, el término es relativamente
reciente. La primera vez que se utiliza la palabra neuropsicología fue en 1949 por parte de
Hebb en el título de su libro “The Organization of Behavior: A Neuropsychological Theory”.
Sin embargo, a pesar de que el término no fue definido ni utilizado a lo largo del texto es
posible que estuviese intentando reflejar el interés por la función cerebral. El concepto
actual de neuropsicología está influido por dos ideas tradicionales en la investigación del
cerebro:

a) La idea de que el cerebro es la fuente del comportamiento


b) La idea de que la neurona es la unidad estructural y funcional del cerebro.

A partir de estas ideas se intenta conocer tanto la localización de la función en el cerebro


como los mecanismos cerebrales que subyacen al pensamiento y a la acción.
La primera vez que aparece en la literatura el término neuropsicología fue en la
conferencia que ofreció Osler en el Hospital John Hopkins. El autor que posteriormente
difundió más el término neuropsicología, debido al inicio de una investigación
neuropsicológica, con este término pretendia construir una ciencia del comportamiento
humano basada en el funcionamiento cerebral, definiéndola como “una nueva rama de la
ciencia cuyo fin único y específico es investigar el papel de los sistemas cerebrales
particulares en las formas complejas de actividad mental” (Luria, 1973, p. 16). Siguiendo a
Manning (1992) podemos establecer cuatro períodos en la historia de la neuropsicología
desde sus inicios hasta nuestros tiempos. El primer período se inicia hacia la mitad del
siglo XIX y llega hasta principios del siglo XX y se caracterizó por la creación de modelos
(diagram-makers) que intentaban reproducir el funcionamiento mental humano. Las ideas
y modelos propuestos durante este período recibieron fuertes críticas por parte de
autores que podrían englobarse dentro de una nueva concepción teórica que ha sido
denominada “la escuela dinámica” (Hughlins-Jackson, Marie, Pick, Head y Goldstein) y que
abarcaría hasta los años cuarenta. Hacia mediados de los años cuarenta y hasta la década
de los sesenta, se inicia un tercer período donde se desarrolla una nueva metodología en
la neuropsicología basada en el estudio de grupos. El cuarto y último período abarcaría
los últimos treinta años, y se consideraría el inicio de neuropsicología desde una
perspectiva cognitiva, en contraste con el enfoque clásico adoptado hasta entonces en
esta disciplina.

HISTORIA DE LAS RELACIONES ENTRE EL CEREBRO Y LAS FUNCIONES PSICOLÓGICAS

Las funciones psicológicas no siempre se relacionaron con el cerebro. Durante algún


tiempo perduró la idea de que el cerebro no era un órgano que tuviera participación
dentro de las funciones mentales y, más bien, la correlación se establecía con otros
órganos distintos. Incluso, se relacionaban con la cavidad craneana, más que con el
cerebro mismo. En la Edad Media, por ejemplo, la idea de relacionar las funciones
mentales con las cavidades cerebrales tomó mucha fuerza, convirtiéndose en una
hipótesis adecuada para las doctrinas religiosas que postulaban estas zonas como los
"lugares del alma". En particular, se pensaba que la tercera cavidad craneana era el sitio
donde descansaba la memoria, así como en las primeras de ellas (ventrículos laterales) el
lugar en el que se "localizaban" las sensaciones y las emociones (Restak, 1998). Pero si
bien la correlación cerebro y funciones psicológicas solo llegaron a la representación del
sistema ventricular y las facultades psicológicas, más tarde; en esta época era notorio el
interés por las actividades mentales como tales, pues se hablaba del intelecto, la memoria
y las emociones. En sus orígenes la neuropsicología se nutrió principalmente a partir del
estudio de lesiones cerebrales, diagnosticadas mediante el método anátomo - clínico. Si
bien este método posibilitó una correcta correlación entre el sustrato material del tejido
nervioso con las funciones mentales, también restringió relativamente’ a cada función
psicológica específica en determinada localización, impidiendo una visión holística y
dinámica del funcionamiento mental. El primer intento de relacionar el sistema nervioso
central con las facultades psicológicas humanas se produjo en el siglo XIX, cuando Franz
Gall funda la Frenología. Gall sostenía que el cerebro estaba parcelado en 35 centros
nerviosos, cada uno correspondiente a una función mental específica. La perspectiva
localizacionista de Gall fue objeto de severas críticas de parte de sus colegas y en
particular de Flourens. Sin embargo estas críticas apuntaban principalmente al intento de
Gall de ‘naturalizar’ la mente. Flourens consideraba que la posición de Gall conducía a
negar los fundamentos de la unidad y de la inmortalidad del alma y aún la existencia
misma de Dios. El 18 de abril de 1861, Pierre Paul Broca presentó a la Sociedad de
Antropología de París su célebre comunicación sobre el paciente Leborgne. Éste tenía
todo su lenguaje expresivo reducido al monosílabo “tan”, que articulaba repetidas veces
(de ahí que se le identifique a veces en la literatura como Monsieur Tan. El estudio
anatómico post mortem fue muy revelador al mostrar una lesión por oclusión de la arteria
cerebral media izquierda, una lesión amplia localizada en el pie de la tercera
circunvolución frontal. Broca puso los cimientos de lo que 13 años más tarde se
concatenaría en un modelo funcional. En otras palabras, estableció una clara relación
entre la clínica y la topografía cerebral lesionada. Con la figura de Carl Wernicke (1848 -
1905) se inicia realmente la neuropsicología moderna. La contribución de Wernicke
permitió un nuevo enfoque de los estudios neuropsicológicos y el desarrollo científico del
estudio de las afasias. En 1874, con 26 años de edad, publica “Der aphasische Symptomen
- complex”, donde acepta las ideas de Broca y muestra que la lesión de otra región del
cortex - la primera circunvolución temporal conduce a la pérdida de las llamadas
imágenes auditivas de las palabras (alteración del denominado centro auditivo - verbal).
Pocos años más tarde, Carl Wernicke hallará la zona correspondiente a la comprensión del
lenguaje. Con estas demostraciones anátomo clínicas se constató que existen funciones
psicológicas asociadas a determinados centros nerviosos específicos. En respuesta a esta
visión localizacionista, se propuso una visión alternativa ‘Globalista’, que sostenía que las
funciones mentales estaban distribuidas homogéneamente por todo el cortex cerebral.
Freud se mostró partidario de la tesis contraria al localizacionismo. Fue creador de la
palabra “Agnosia”, lo que demuestra su preocupación por la temática de la
neuropsicología. La modelización del aparato del lenguaje, desarrollado por Freud en su
libro “Sobre las afasias” (1891), es la simiente para el esquema del Aparato Psíquico de “La
interpretación de los Sueños”. Los polos sensorial y motor se conservan en ambos,
manteniéndose de alguna manera el sentido del flujo procesual entre uno y otro, tal como
Ricardo Avenburg lo sostiene en su trabajo “Para la prehistoria del psicoanálisis. De la
localización, pasando por la función para llegar a la psicología”, una síntesis del texto
freudiano. Freud habría tomado el esquema de Wernicke, modificado por Lichtheim, para
inspirarse en la factura de su famoso dibujo de la Primera Tópica. Se vislumbra que el
Psicoanálisis es, de algún modo, el anticipo de la hoy llamada Neuropsicología Profunda.

NEUROPSICOLOGÍA ACTUAL

En los últimos años, como consecuencia de la progresiva convergencia entre la


neurociencia y la psicología, se ha producido un aumento cualitativo y cuantitativo del
conocimiento neuropsicológico. Esta convergencia ha posibilitado que los métodos
especiales propios de cada disciplina se hayan adaptado al contexto neuropsicológico, así
como que surjan nuevas concepciones y formulaciones que permiten su progreso. En la
actualidad se ha desarrollado mucho la investigación neuropsicológica de enfermedades
que, como la Demencia de Alzheimer, Enfermedad de Parkinson, los trastornos neuro
psíquicos asociados al SIDA, alcoholismo y otras patologías, afectan al cerebro de una
manera distinta. De esta manera se define a la neuropsicología en la época como una
ciencia de confluencia de diversas ramas de investigación, como la lingüística, la
antropología, la psiquiatría, la psicología y, muy especialmente, las neurociencias, en su
intención por establecer correlaciones entre mecanismos neurológicos y actividades
motrices, perceptuales y mentales. Del mismo modo, participa de los adelantos de la
psicología y las ciencias cognitivas en cuanto a la comprensión de las operaciones
mentales que es capaces de realizar el sistema nervioso. En términos generales, podemos
decir que los objetivos principales de la neuropsicología son tres:

 Desde el punto de vista clínico, el diseño de procedimientos o baterías de


diagnóstico de daño cerebral (Lezak, 1995).

 A nivel teórico, el establecimiento de una correlación entre las áreas cerebrales


que subyacen a las funciones psicológicas (Kertesz, 1983).

 A nivel práctico, el desarrollo de procedimientos de rehabilitación.

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