Envejecimiento y vejez

Para poder definir conceptos más claros sobre del trabajo con la población adulta mayor, es
necesario definir dos conceptos que son precisos retomar dos conceptos que son
complementarios pero que tienen discrepancias determinantes, como lo son el envejecimiento y
la vejez.

La primera definición, el envejecimiento se concibe como un proceso histórico e permanente en el

cual un sujeto o una población pasa por cambios físicos, psicológicos y biológicos, por ello se
plantea que:

El envejecimiento de la población se define como el aumento de la proporción de personas de

edad avanzada (60 años y más) con respecto a la población total (Chesnais, 1990), aunque es
preferible definirlo como la inversión de la pirámide de edades (Huenchuan y Rodríguez, 2010,
pág. 16).

Se presenta entonces que el envejecimiento es un asunto más colectivo, que aqueja directamente
a las poblaciones, las cuales por cuestiones como la disminución de la tasa de natalidad y el
aumento de la tasa de longevidad acrecienta su promedio de edad general, generando así un
progresivo envejecimiento de las sociedades. Este envejecimiento involucra de igual forma
modificaciones en los aspectos económicos, familiares y sociales.

La vejez, por su parte, es un período de la vida de los seres humanos en el cual una persona
transita por una determinada cantidad de cambios cronológicos, fisiológicos y sociales, los cuales
generan el papel que este sujeto cumple en la sociedad (Huenchuan y Rodríguez, 2010, pág. 14):

 Los cambios cronológicos tienen relación directa con la edad en años de un sujeto.
Usualmente, se considera a una persona “adulto mayor” cuando pasa la barrera de los 60
o los 65 años, aunque esto depende de las legislaciones existentes dentro de cada Estado.
Cuando un sujeto atraviesa esta barrera cronológica, su papel en la sociedad cambia y trae
consigo una cantidad diferente de responsabilidades, ya que su fuerza física y de trabajo
se ve disminuida.
 Respecto a lo fisiológico, a pesar de estar ligado claramente con lo cronológico, se refiere
con la pérdida de capacidades corporales que se han tenido a lo largo de la vida, “y con la
gradual disminución de la densidad ósea, el tono muscular y la fuerza que se produce con
el paso de los años”. Es importante señalar que en lo fisiológico se pueden diferenciar dos
tipos de vejez: el “viejo viejo”, que se refiere a aquellos que llegan a la edad de vejez con
un notorio deterioro físico y mental; y el “viejo joven”, que, a pesar de su edad, consigue
tener condiciones físicas vigorosas y activas.
 Finalmente, los parámetros sociales de la vejez tienen relación al papel que se espera de
quienes llegan a esta etapa del ciclo vital, para los cuales funciones como velar por el
bienestar económico de la familia quedan de lado, para tomar un rol más de descanso y
de cuidado.

Adulto mayor
Según la OMS, las personas de 60 a 75 años son consideradas de edad avanzada; de 75 a 90 viejas
o ancianas y las que sobrepasan los 90 se les denomina grandes viejos o grandes longevos. A todo
individuo mayor de 60 años se le llamara de forma indistinta persona de la tercera edad.

Emociones

Todos los seres humanos experimentamos las emociones de diversas maneras todos los días, a
continuación, se describirán las cinco emociones más importantes ya que estas son las que se
experimentan más frecuentemente

Enojo/ira

La ira es una reacción de irritación, furia o cólera desencadenada por la indignación y el enojo de
sentir vulnerados nuestros derechos” (Bisquerra, 2001, p. 100) y según el autor se crea cuando
tenemos la sensación de haber sido afectados, la ira exige una respuesta apremiante.

Miedo

El miedo es la emoción que se experimenta ante un peligro real e inminente, esto según Bisquerra
(2001) quien agrega que el miedo es activado por amenazas a nuestro bienestar físico o psíquico;
la forma más frecuente de afrontar el miedo es la huida o evitación de un ambiente peligroso. En
cuanto la función del organismo, este mismo autor indica que “el organismo reacciona
rápidamente, movilizando una gran cantidad de energía, de tal forma que prepare el cuerpo para
respuestas más intensas de las que sería capaz en condiciones normales” (p. 102).

Tristeza

La tristeza, según Bisquerra (2001) es desencadena por una pérdida significativa, además es una
respuesta a un suceso pasado y en ésta nadie es culpable, la tristeza se asocia con el llanto; esta
emoción puede producir pérdida del placer e interés, por lo que la reducción de actividades es
característica de ésta, además hay desmotivación y pérdida de esperanza.

Felicidad

Según Bisquerra (2001) la felicidad es la forma de valorar la vida en su conjunto, así como un
estado de bienestar; este mismo autor relaciona la felicidad con el gozo, la sensación de bienestar,
a la capacidad de disfrute, el estar contento y la alegría.

Amor

El amor es la emoción que se siente por una persona hacia otra persona, ideal, animal cosa, etc.
Para Bisquerra (2001) hay diversos tipos de amor, entre estos el maternal, erótico, fraterno, etc.
En cuanto a la función del organismo Goleman (1996) expone que hay una respuesta de relajación,
calma y satisfacción.

Es significativo tener en cuenta que todas estas emociones se observan constantemente y en el

caso de muchos adultos mayores, éstos no saben apropiarse o expresarse de una forma más
apropiada, por lo cual es trascendental tener en cuenta la importancia de que como profesionales
forme emocionalmente a las personas
Huenchuan, S., & Rodríguez-Piñero Royo, L. (2010). Envejecimiento y derechos humanos: situación
y perspectivas de protección. Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL)

OMS.Envejecimiento y salud. (2019). Retrieved 11 October 2019, from

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/envejecimiento-y-salud