Está en la página 1de 23

Psicogerontología

Lic. Julieta Flores


MP 1939
La psicogerontología abarca el estudio y abordaje
interdisciplinario de la salud mental del ser
humano que envejece, desde la tarea preventiva,
asistencial y de rehabilitación y con una visión
compartida, asentada en el logro de la continuidad
identitaria y la evitación del derrumbe, quiebres o
caídas, que los diversos ¨temas¨ del envejecer
podrían favorecer
Para acompañar personas mayores, como
Acompañantes Terapéuticos, es importante pensar
primero en algunas cuestiones fundamentales tales
como la significación de la vejez, paso del tiempo, la
enfermedad, el deterioro físico y mental, la soledad, el
aislamiento y la espera de lo ineludible: la muerte.
El acompañante terapéutico en personas mayores, en
muchas ocasiones, ayuda en la aceptación del paso
del tiempo, de la enfermedad, de las limitaciones,
constituyendo un verdadero “caminar junto” al
paciente.
la vejez es actualmente objeto de estudios "V I E J O"
de múltiples disciplinas que, al teorizar,
proponen diferentes denominaciones:
gente mayor, adultos mayores, ancianos,
etc. Pero en general, hay una
denominación que se evita y mayormente
tiene que ver con el temor a la vejez y es la
denominación “viejo”.
ENVEJECIMIENTO
VS
VEJEZ
El envejecimiento es el proceso de llegar a viejo, independientemente de la
edad cronológica. Los cambios físicos, bioquímicos, funcionales,
psicológicos y cognitivos que se producen aparecen a partir de los 50 años
de edad en todas las personas, pero no evolucionan de igual manera en
todos los individuos.

La vejez es considerada la última etapa de vida y forma parte del


envejecimiento.
CUENTO:

UN VIEJO
SANO
El deterioro es propio del sujeto al que
acompañemos y es necesario escucharlo, de
modo de poder no solo tener en cuenta como el
individuo se siente frente a su impedimento, y
como es impedimento interfiere en su rutina vital,
sino además como ese sujeto está implicado en
ese deterioro y como lo sobrelleva.
Un viejo sin patologías no es necesariamente un
viejo sano. Sano es el viejo que está en
condiciones de hacerse cargo de su salud y de
su enfermedad. A pesar de su patología, sus
funciones no están impedidas.
Este es el sentido del modelo diagnostico
funcional en gerontología: no quedarnos en la
enumeración de patologías, lo que nos llevaría a
reafirmar el prejuicio:
vejez = enfermedad.
Estudiar y trabajar con envejecimiento no
necesariamente implica trabajar con “personas
mayores”.
Envejecer, como vimos anteriormente, es un
proceso que se da a lo largo de toda la vida.
De hecho, en nuestro primer año de vida
envejecemos mucho más rápido que en los
restantes.
EDAD MEDIA
La focalización de la cuestión del
envejecimiento desde la mediana edad no
implica que este comience en este momento,
sino que, es parte del curso vital. Sin embargo,
existen una serie de cambios, referidos a la
vejez, que se condensan en esta etapa. Tomar
una
perspectiva más amplia a nivel de las etapas
vitales permite considerar la gradualidad de
ciertas transformaciones de la identidad.
El rol en la familia puede replantear el rol social del sujeto.
“síndrome del nido vacío”, el cual describe la sensación de
desamparo que padecen los padres ante la ida de sus hijos
del hogar familiar. La vivencia suele describirse como de
ROLES tristeza frente a la pérdida, no solo de la cercanía de los
hijos, sino de un rol social asociado a su identidad.
FAMILIARES Abuelidad suele aparecer como uno de los logros de esta
etapa vital, ya que se puede recuperar una posibilidad de
vínculo afectivo intenso, renovar la relación con los hijos,
reparar situaciones que no se pudieron compartir con estos,
y sentir que la vivencia de finitud y de pérdidas físicas se
compensa con la continuidad que brindan los más jóvenes.
Erikson (2000) señalaba que el desafío de la mediana edad se
producía entre la generatividad y el estancamiento, considerando
que en esta etapa de la vida se pone en juego el servicio a las otras
generaciones, principalmente a través de la crianza de los hijos,
aunque también podría darse a través de otros vínculos de cuidado
y preocupación. El estancamiento aparece como la antítesis de
este modelo pensado como autoabsorción “que se manifiesta a
través de una necesidad obsesiva de pseudo intimidad, o de un
tipo compulsivo de preocupación por la autoimagen y en ambos
casos con un sentimiento generalizado de estancamiento” (Erikson,
2000: 73).
·La perspectiva tradicional de la menopausia la concebía como
un momento de grandes cambios en la vida de la mujer a partir
del cual no solo surgirían síntomas físicos, sino que se
auguraban grandes cambios en la personalidad.
La literatura feminista y gerontológica reciente ofrece una nueva
perspectiva acerca del modo en que las mujeres interpretan su
menopausia (Gannon, 1999; Winterich, 2003). Sin dejar de
tener en cuenta los síntomas habituales que se expresan a nivel

MENOPAUSIA biológico y psicológico, propios de los cambios hormonales


producidos, se ha cuestionado la magnitud de los efectos y la
extensión con que se planteaba anteriormente la temática.
Es importante distinguir procesos normales de cambios en la
involución ovárica de procesos patológicos que puedan acarrear
mayores síntomas
CRECIMIENTO DEL YO
EXISTENCIAL

Una característica de la mediana edad es la percepción emergente del sí mismo con


una existencia temporal y dependiente del propio cuerpo. Neugarten (1999: 96)
sostiene que existe una personalización de la muerte, la cual aparece como la
apropiación de un saber que siempre estuvo, aunque no aparecía como cierto. Este
criterio es discutible, aunque la percepción de cierto límite es constatable.
La sensación de ser “el próximo en la fila” (Salvarezza, 1998) implica la vivencia de
ser, en la cadena generacional, quien se encuentra más cerca de morir.
EL YO FÍSICO

Se relaciona con la tarea de adaptación a la edad biológica, en la


cual por un lado se destaca el modo en que la persona representa
los períodos de la vida y el paso del tiempo a través del cuerpo, y
por el otro, se relaciona con las observaciones acerca de cómo la
edad física incide en las posibilidades y la apariencia del cuerpo.
EL YO TEMPORAL

Dittman-Kohli (2003) sostiene que existe un incremento de


referencias temporales para dar cuenta de la propia identidad. Por
un lado, se produce un aumento en las expresiones lingüísticas
sobre referencias temporales en los diversos aspectos del yo y de
la vida. Por el otro, se incrementan los contenidos y la cantidad
de declaraciones acerca del pasado y de anticipaciones futuras del
yo y de la vida.
El pasado del yo comprende todos los pensamientos relacionados específicamente c
MEMORIAS
vivido por una persona (Dittman-Kohli, 1995). La mediana edad es el momento en q

AUTOBIOGRÁFICAS Y
pasado es largo y una considerable parte de la vida se ha materializado. El conocim
acerca de cómo será la vejez aumenta y también lo hace la conciencia del tiempo.

REMINISCENCIAS
mirada implica
un balance acerca de lo que uno fue, acentuándose fundamentalmente la función d
memoria como defensa. Es por ello que aparece la reminiscencia, como un trabajo psíq
necesario para mantener la economía mental en un estado equilibrado, a través del a
hábito de pensar sobre, relatar eventos o el recuento de experiencias pasa
especialmente las más significativas de la vida personal
EL YO LABORAL

Para la mayoría de las mujeres y para casi todos los hombres, la identidad laboral es un
aspecto central de la vida. Las caracterizaciones de la vida laboral en la mediana edad resultan
contradictorias. Por un lado, aparece una mayor satisfacción laboral, motivación positiva,
experiencia social y profesional, madurez en las relaciones sociales y responsabilidad; y por el
otro, un sentimiento de incremento de la presión laboral o de un modo igualmente preocupante,
el hastío o aburrimiento.
El reconocimiento de aquello que ya no se va a alcanzar, puede afectar la autoestima y la
satisfacción vital.
El deterioro funcional, la viudez, los duelos, la jubilación, la sexualidad, la muerte, son todas
temáticas que requieren un espacio de escucha y contención. Parte de su tarea como AT será
acompañar el autocuestionamiento en el envejecer para detectar factores de riesgo psíquico,
que conduzcan a un envejecer con malestar.
FACTORES
DE RIESGO Y
NARCISISMO
El envejecimiento es una propuesta de
cambios que nos trae el paso del tiempo y
esos cambios se darán fundamentalmente
en nuestra identidad. Envejecer resulta
amenazante porque la incertidumbre de
cómo vamos a cambiar es inquietante. Ahí
es donde juega un papel importante la
calidad de nuestro narcisismo.
Características
de personalidad
que vuelven
vulnerables a un
sujeto frente al
envejecer:
Personas que carecieron de vínculos tempranos que hayan
proporcionado seguridad
Temas del envejecer que se viven como traumáticos
Modos patológicos de apego a los objetos como intentos de llenar el
vacío
Vínculos dependientes
Bastón único, sentido único a través del trabajo, la pareja, los hijos
Historia de duelos no elaborados
Posición frente a las pérdidas: “todo o nada”
Carencia de red de apoyo familiar o social
Achatamiento del mundo psíquicos
Tendencia a la descarga en el cuerpo o conductas desajustadas
Empobrecimiento imaginario – simbólico y emocional
Factores
Protectores
Psíquicos
Flexibilidad y disposición al cambio
Auto-cuestionamiento
Auto-indagación, reflexión y espera
Riqueza psíquica y Creatividad
Pérdidas, Vacíos, Compensación con ganancias
Auto-cuidado y Autonomía
Posición anticipada respecto a la propia vejez
Posición anticipada respecto a la finitud
Vínculos inter-generacionales
Diversificación de vínculos e intereses

También podría gustarte