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Colegio Gregorio Reynolds

El adulto mayor

Integrantes
Joaquín Contreras Rojas
Ian De La Fuente Corrales
Jhostyn Lima Terrazas
Ismael Mejia
Ezequiel Andia Tellez
Curso 1ro C SECUNDARIA
TURNO TRADE
AREA Psicologia
Introducción
La ONU establece la edad de 60 años para
considerar que una persona es adulta mayor,
aunque en los países desarrollados se
considera que la vejez empieza a los 65 años
se considera Adulto Mayor a una persona
que tiene más de 60 años y se refiere a la
etapa que suma todas las experiencias de la
vida y pasa por la mayoría de las metas
familiares, profesionales y sociales.
Entendemos por tercera edad el grupo de
personas mayores o ancianas. El intervalo de
edad es muy amplio, existen varias
generaciones. La vejez es un proceso
fisiológico de todo ser humano, donde se
producen cambios físicos, así como
psicológicos y sociales. El envejecer es un
proceso dinámico, gradual, natural e
inevitable.
Se suele decir que a partir de los 65 años
comienza la primera etapa de la tercera
edad. Este punto de inflexión para un
individuo suele ser caótico. La persona
puede haber dejado de trabajar y se
enfrenta a una serie de cambios físicos,
psíquicos, personales y económicos a los que
no sabe hacer frente, o no dispone de las
herramientas suficientes y para la que
progresivamente necesitará más ayuda.
Características
tienen buena capacidad de comunicación y
entendimiento con otras generaciones.
Tienen capacidad de relacionarse con los
demás, y de establecer relaciones sociales
gratificantes y provechosas. Establecen
conformidad con la vida presente. Aceptan
serenamente el devenir del tiempo, y lo que
ello puede traer consigo.
La tercera edad se caracteriza por una serie
de cambios en las personas que afectan a
diferentes aspectos de nuestra vida, siendo
los más importantes los cambios fisiológicos
pérdida de agilidad, elasticidad de la piel,
deterioro de los sentidos, etc.
El individuo alcanza la plenitud de sus
procesos mentales e intelectuales, con un
paulatino y progresivo descenso de la
capacidad de aprendizaje, pero al mismo
tiempo una mayor estabilidad emocional y
una mayor capacidad para poner en relación
lo que se sabe.
Está correlacionado con el avance del paso
de los años y configura las transformaciones
físicas, cognitivas, emocionales y sociales del
individuo que, inexorablemente, se
relacionan con la pérdida de las capacidades
corporales y funcionales graduales y de
disminución de la densidad ósea, el tono
muscular y la fuerza. Las características de la
tercera edad responden a una serie de
características socioculturales construidas a
lo largo de los años, y sirven tan solo como
una guía para tratar las principales
características de la tercera edad:

Cambios fisiológicos: las células envejecen,


cambia la estructura corporal, se pierde
elasticidad e hidratación en la piel (aparecen
las arrugas).
Cambios en la salud: aumenta la prevalencia
de enfermedades (morbilidad y mortalidad).
Cambios nutricionales: las necesidades
metabólicas ya no son las mismas, y, por
tanto, la alimentación debe ser más
específica.
Cambios en la eliminación: pueden aparecen
incontinencias, que tienen consecuencias
psíquicas y sociales muy importantes para el
anciano.
Cambios en la actividad: el ritmo de ejercicio
disminuye, si bien es más necesario que
nunca que el individuo se mantenga activo.
Cambios en el sueño: el patrón de descanso
cambia, el individuo no sigue rutinas.
Cambios en la percepción: los órganos de los
sentidos pueden verse afectados, lo que
lleva a problemas sensoriales (sordera,
problemas de visión)
Cambios sociales: las relaciones sociales y los
roles son distintos, incluso dentro de la
familia. Muchas veces la persona tampoco se
implica activamente en la sociedad.
Cambios sexuales: por limitaciones físicas en
órganos sexuales, y pensamientos erróneos
arraigados en la sociedad.
Cambios en auto concepto: la actitud, la
identidad, así como la imagen corporal de
uno mismo cambia, y suele ser negativa.
Disminuye la autoestima.
El envejecimiento y sus consecuencias es una
fase vital que cualquier persona en estas
edades ha de atravesar. Como vimos en la
definición del concepto, la vejez no se trata
de una enfermedad sino de una etapa vital
con su idiosincrasia y características
particulares. Entrar en esta etapa supone
enfrentarse con naturalidad a toda una serie
de cambios. Hemos citado los más
importantes en la lista anterior, y ahora
profundizamos un poco más en algunas de
las características de la vejez más
identificativas:
Cambios en la percepción personal e
identitaria: física y mentalmente
A medida que se envejece es natural que el
aspecto físico cambie, cambiando así la
percepción que la persona tiene de su
apariencia física. Afrontar con naturalidad
este tipo de cambios físicos es fundamental
para evitar problemas anímicos. Dejar de
realizar actividades que hasta el momento se
realizaban con independencia de la edad que
se tuviera conlleva un cambio en la
autopercepción. Un cambio en la
autopercepción es natural y normal, pero se
debe aprender a llevarlo de una forma sana
que no afecte a la salud mental.
Desgaste de los tejidos, dolor y molestias,
baja necesidad de ingesta calórica,
disminución de la fuerza, la rapidez de
reacción y tiempo con que funcionaban
habitualmente los músculos. Hay cambios en
el sistema Tegumentario, la piel se hace más
fina, pierde turgencia y elasticidad.
Aun así en general, a nivel intelectual o
cognitivo se aprecian una serie de
características como por ejemplo,
disminución de la actividad psicomotriz;
disminución de la velocidad del
procesamiento de la información; dificultad
para solucionar problemas abstractos o
complejos; o disminución de la memoria a
corto plazo.

Respecto al desarrollo en las dimensiones


física y cognitiva, en la etapa de adultez
temprana, se presentan cambios a nivel
biológico, como un incremento en la salud
física que disminuye lentamente y
cognitivos, como la complejidad cada vez
mayor de sus habilidades cognitivas con el
paso del tiempo.
Tienen buena capacidad de comunicación y
entendimiento con otras generaciones.
Tienen capacidad de relacionarse con los
demás, y de establecer relaciones sociales
gratificantes y provechosas. Establecen
conformidad con la vida presente. Aceptan
serenamente el devenir del tiempo, y lo que
ello puede traer consigo.
Cambios socio emocionales
Los adultos mayores experimentan una serie
de sentimientos y emociones como la
angustia, la tristeza, el miedo, el estrés, la
impotencia, la desesperanza y el aislamiento,
los cuales dan cuenta de una nueva
perspectiva que lleva a entender aún más
cómo la experiencia del dolor crónico
impacta en todas las dimensiones
LA MENOPAUSIA
La menopausia es la época de la vida de una
mujer en la cual deja de tener
menstruaciones. Suele ocurrir naturalmente,
con mayor frecuencia después de los 45
años. La menopausia se produce porque los
ovarios de la mujer dejan de producir las
hormonas estrógeno y progesterona
Es la disminución natural de las hormonas
reproductivas cuando una mujer llega a los
cuarenta o cincuenta años.
Que hayan pasado doce meses desde la
última menstruación es un indicio de la
menopausia.
Los síntomas más comunes son los sofocos y
la sequedad vaginal. También pueden
manifestarse trastornos del sueño. La
combinación de estos síntomas puede causar
ansiedad o depresión.
La menopausia es un proceso natural y los
tratamientos se enfocan en el alivio de los
síntomas. La sequedad vaginal se trata con
lubricantes tópicos o estrógenos. Los
medicamentos pueden reducir la gravedad y
la frecuencia de los sofocos. En
circunstancias especiales, se puede realizar
un tratamiento hormonal.

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