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Se demuestra como las virtudes del entendimiento se alcanzan con una doctrina,
tiempo y ejercicio y las morales con ejercicios de actos virtuosos.
Habiendo dos maneras de virtudes una del entendimiento y la otra de las
costumbres, la del entendimiento, por la mayor parte nace de la doctrina y crece
con la doctrina por la cual tiene necesidad de tiempo y experiencia.
No solo conviene decir que es habito sino también que manera de habito. Que
toda virtud hace que aquello cuya virtud es, si bien dispuesto esta, se perfecciona
y haga bien su propio oficio.
Las pasiones son los extremos de la virtud ya que se hallan en el punto medio he
implican un hábito malo o pernicioso.
Las potencias tienen una breve similitud con la virtud y los hábitos ya que usan
facultades que uno va tomando y que nos pueden ayudar a la toma de posiciones.
La virtud y los hábitos tienen una breve particularidad de ser semejantes ya que
podemos tenerla desde que nacemos o podemos ir adquiriéndolos a medida que
para el tiempo.
Nuestra posición o pensamiento de acuerdo con las ideas extraídas, es que para
poder ser virtuoso no es necesario añadir ningún complemento mas solo ha de ser
un ser con experiencia o un ser con capacidades y tratar de explotar esas
capacidades.