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ESCUELA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES, ECONÓMICAS Y

DE NEGOCIOS (ECACEN)

COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

ENSAYO

El aprendizaje autónomo permite la formación profesional en la educación a distancia

Presentado Por

AENYE MILENA JOJOA

Código 1085318693

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

2018
INTRODUCCIÓN

El actual trabajo relata al aprendizaje autónomo. El objetivo de este es explicitar argumentos

teóricos para suscitar la reflexión sobre la línea de la formación profesional a distancia y la

dinámica de interacciones que sitúan el aprendizaje autónomo, revalorizando su figura en los

contextos educativos presentes.

El trabajo que se muestra expone un sumario de las contribuciones figuradas en torno al

aprendizaje autónomo en la educación a distancia, así como las reflexiones producto de una

exploración en trazado sobre este tema que se reflexiona clave en el éxito de un programa de

formación en esta peculiaridad. Residimos convencidos de que no exclusivamente la

incorporación de herramientas tecnológicas de Información y Comunicación (TICs) en un

ambiente de aprendizaje justamente diseñado testifica el éxito en un programa de formación

a distancia. Es primordial la acción que tiene el partícipe en su proceso de aprendizaje,

establecida al progresivo grado de autonomía en su aprendizaje que le consienta el uso

valioso de los recursos educativos puestos a su disposición. Se piensa que desde el currículo

se debe constituir para la comisión autónoma del aprendizaje, a través de una acción

intencional, por ello se demanda la combinación en el currículo de habilidades para la

alineación en la autonomía del aprendizaje en contextos de educación a distancia.


El aprendizaje autónomo permite la formación profesional en la educación a distancia

Los seres humanos inagotablemente vivimos tomando decisiones y ejecutando diversas

labores con autonomía. En ciertas ocasiones empleamos dicha independencia sobre cosas o

aspectos habituales o básicos y en otras las practicamos para tomar decisiones sobre planes

importantes. De nosotros es el ejercicio autónomo y lo ejecutamos en casi todos los aspectos

de nuestra vida, el hogar, el trabajo, el estudio.

La razón del significado de aprendizaje autónomo se proporciona al examinar el concepto de

autonomía. Al respecto A. Chene hace el siguiente planteamiento: “Autonomía significa que

uno puede fijar, y en realidad fija, sus propias normas y que puede elegir por sí mismo las

normas que va a respetar. En otras palabras, la autonomía se refiere a la capacidad de una

persona para elegir lo que es valioso para él, es decir, para realizar elecciones en sintonía con

su autorrealización”.

Reflexione por un momento. ¿En qué momentos o aspectos es usted efectivamente

autónomo? ¿Le gustaría tener mayor autonomía? ¿En qué aspectos? ¿Qué logros adicionales

obtendría? Cuando hablamos de aprendizaje autónomo nos referimos al grado de

intervención del alumno en el establecimiento de sus metas, ordenamientos, recursos,

valoración y instantes de aprendizaje. En la habilidad, en una presentación educativa, no es

usual que exista un grado dominante y total de autonomía en ciertos aspectos y

probablemente no es muy recomendable; no obstante, la práctica ha demostrado que cuando

el estudiante tiene una mayor intervención en las decisiones que transgreden en su

aprendizaje, se facilitan la estimulación y garantía en el proceso educativo.


El Aprendizaje Autónomo Envuelve mayor intervención del estudiante en la determinación

de:

• Objetivos

• Procedimientos

• Recursos

• Evaluaciones

• Momentos de Aprendizaje

Ahora son frecuentes las ideas y concepciones en torno a de procesos afines como

autodirección, autoeducación, aprendizaje andragógico, aprendizaje autónomo, aprendizaje

proyectado por uno mismo, educación a distancia; a pesar de, los planteamientos, progresos

conceptuales y experiencias determinadas al respecto no son nada nuevos. Al contrario, antes

de la organización de centros educativos tradicionales, la autoeducación fue poco más o

menos la única elección que asumieron las personas para instruirse o percibir las cosas que

ocurrían en su entorno inmediato.

Cada vez es más afanoso y fundamental el lanzamiento de las prácticas pedagógicas hacia un

aprendizaje equidistante en el estudiante y por tanto se muestra un cambio en el papel del

maestro: ya no se dedica a trasferir conocimientos o a enseñar, sino a orientar el proceso

educativo en ambientes en los cuales el estudiante sea capaz de igualar y resolver lo que

quiere aprender y las circunstancias en que va a hacerlo.

En otras palabras, se ha comenzado a dar mayor relevancia al aprendizaje autonomo, en el

cual el estudiante debe ser idóneo tanto de identificar sus necesidades de aprendizaje como

de concurrir a las fuentes de información y a procesos de formación para compensar dichas


necesidades. Bajo esta idea el aprendizaje no se confina a los cuatro muros del aula ya que

los términos de ésta se extienden a todos los escenarios en que interactúa el estudiante, es

decir que se posee el mundo entero por aula de clases. Este tipo de aprendizaje se viene

aplicando pródigamente en procesos de educación relacionados con la formación profesional

en otras disciplinas, el perfeccionamiento de recursos humanos en la empresa, la educación

extendida etc.

Una opción conveniente para responder y acrecentar la autonomía del estudiante en su propio

proceso de aprendizaje, así que esté en capacidad de relacionar problemas por resolver y

habilidades por desplegar con necesidades y intenciones de aprendizaje, así como de buscar

la información necesaria, examinar, forjar ideas para solucionar problemas, sacar

conclusiones y instaurar el nivel de beneficio de sus objetivos.

La edificación del conocimiento es la consecuencia de una diligencia conjunta ejercitada por

los sujetos y los compendios intermediarios que participan tanto en el proceso de instrucción

como de aprendizaje, alrededor de un sistema de actividades (Litwin, E. 1993).

Tradicionalmente, la enseñanza es quien ha llevado el papel fuerte, proceso en el que el

docente es quién construye y desarrolla la instrucción del conocimiento, con la seguridad de

potenciar la transmisión del mismo. Esta contemplación de la enseñanza, más no del

aprendizaje, implica concebir que el conocimiento está apartado de la mente humana y por

tal razón se traslada al estudiante en un ambiente educativo céntrico en el catedrático quién

es el experto y el portador de un comprendido cognoscitivo, mientras el alumno toma el papel

de recipiente de lo que el docente ambiciona o anhela transmitir, de modo pasivo.

El aprendizaje autónomo se sustenta en la metacognición, en hacer consecuente los procesos

de aprendizaje necesario para proyectar la solución de problemas, situando en juego el


pensamiento crítico, el ensayo, la elaboración, la organización, la regulación del tiempo, el

esfuerzo, la búsqueda de ayuda, el ilustrarse de compañeros y todo lo necesario para

direccionar el propio aprendizaje. Se demanda además de una legítima motivación que guíe

al alumno hacia el auto mejoramiento, para lo que se pretende su compromiso, concentración,

decisión y persistencia indispensables para alcanzar los objetivos intrínsecos y extrínsecos

que cada estudiante se ha planteado. Esto requiere la capacidad de resguardarse de varios

distractores y del ansia que genera aprender para apropiarse de los conocimientos que la

formación demanda.
CONCLUSIONES

A modo de conclusión Aprender desde la autonomía, en educación a distancia, posiciona al

estudiante de nivel preferente en un lugar activo desde el que construye saberes y

conocimientos. Las posibilidades de aprendizaje que se inventan desde una plataforma virtual

desarrollan la autogestión del mismo. Esto requiere una proposición pedagógico-didáctica

que aporte a la innovación de la educación a distancia, seguida en reflexiones teóricas que la

coloquen en dirección de originar el aprendizaje colaborativo y autogestionado. Se piensa en

Profesores creativos y en estudiantes motivados a aprender a aprender en una dinámica que

beneficie el crecimiento individual y colectivo que enaltezca la calidad de los procesos tanto

de enseñanza como de aprendizaje.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

BORNAS, X. (1994). La autonomía personal en la infancia. Estrategias cognitivas y pautas

para su desarrollo. España. Siglo XXI. BROCKETT, R. HIEMSTRA, R. (1993). El

aprendizaje autodirigido en la educación para adultos. Perspectivas teóricas, prácticas

de investigación. Barcelona. Paidós. CONTRERAS, M. Y OTROS (2001).

Educación abierta y a distancia. Alternativa de autoformación para el nuevo milenio.

Bogotá. Ediciones Hispanoamericanas. DEL MASTRO, C. (2003) El aprendizaje

estratégico en la educación a distancia. Lima. Fondo editorial PUCP. Serie:

Cuadernos de Educación.

DIAZ, F. Hernández, G. (2010) Estrategias docentes para el aprendizaje significativo: Una

interpretación constructivista. México. MC. GRAW HILL. FERREIRO, R. (1998)

EL ABC del aprendizaje cooperativo: una alternativa a la educación tradicional.

MEXICO: SEP. GARRISON, D.R. Y ANDERSON, T. (2005) El E-Learning en el

siglo XXI. Investigación y práctica. Barcelona. Octaedro. JONSON, V. y BANNY,

A. (1971) La dinámica de grupo en la educación. La Habana. Pueblo y Educación.

KAMII, C. (1992) La autonomía como finalidad de la educación: Implicaciones de la

teórica de Piaget. Universidad de Illinois. LITWIN, E. (1993). La educación a

distancia: una perspectiva crítica. Bs. As. Educación II. MONEREO, C. CASTELLÓ,

M. (1997) Las estrategias de aprendizaje. Como incorporarlas a la práctica educativa.

Barcelona. Edebé

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