constituyen la primera causa de muerte en todo el mundo y la Argentina no es la excepción. La hipertensión arterial (HTA) es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente. NO MODIFICABES EDAD (MAYOR A 45 AÑOS). Con la edad, la actividad del corazón tiende a deteriorarse. Puede aumentar el grosor de las paredes del corazón, las arterias pueden endurecerse y perder su flexibilidad y, cuando esto sucede, el corazón no puede bombear la sangre tan eficientemente como antes a los músculos del cuerpo SEXO: MASCULINO (MAYOR RIESGO AL NO CONTAR CON LOS EFECTOS CARDIOPROTECTORES DE LOS ESTRÓGENOS). Gracias a la acción de los estrógenos, los niveles de colesterol se mantienen bajos e inducen la producción del “colesterol bueno”. También favorecen la relajación de las paredes de los vasos sanguíneos y, por tanto, aumentan la irrigación y disminuyen la tensión arteria MENOSPAUSIA (POR LO MISMO QUE EL SEXO MASCULINO, PERO AQUÍ PODEMOS REALIZAR TRATAMIENTO DE REEMPLAZO HORMONAL) RAZA NEGRA (MAYOR INCIDENCIA DE HTA) En la población afroamericana, factores como la alta sensibilidad a la sal, bajos niveles de renina y la sobreexpresión de la Endotelina 1 inciden directamente en la alta prevalencia de hipertensión arterial (HTA) y de daño a órgano blanco ANTECEDENTES FAMILIARES. Además de que algunos genes, en concreto en el cromosoma 9, podrían estar involucrados en el desarrollo de la enfermedad arterial coronaria y del infarto de miocardio, numerosos estudios han mostrado un componente genético en los casos de hipertensión, hipercolesterolemia familiar y diabetes tipo 2, todas ellas patologías relacionadas con el desarrollo de enfermedad cardiovascular MODIFICABLES: OBESIDAD: El tejido adiposo (depósito de grasa en el organismo) guarda de manera segura las calorías que acumulamos; sin embargo, en la obesidad este depósito de grasa crece en exceso. Esto lo vuelve disfuncional o “enfermo”, generando inflamación y perdiendo su capacidad de almacenar la grasa en forma segura. está ligada a otros factores de riesgo cardiovascular por un mecanismo etiopatogénico común: la resistencia insulínica. Las alteraciones lipídicas asociadas a la obesidad más características son la elevación de los triglicéridos y la disminución del colesterol HDL DIABETES: además de otras dolencias, quienes padecen este trastorno tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Los niveles altos de glucosa de forma continua en la sangre pueden dañar órganos del cuerpo como el corazón, los vasos sanguíneos (acelerando el proceso de arteriosclerosis), los ojos y los riñones. y los nervios que controla el corazón. la resistencia a la insulina (IR) y la hiperglucemia son los principales impulsores de eventos aterotrombóticos que conducen a un mal resultado cardiovascular. SÍNDROME METABÓLICO: Los investigadores creen que el síndrome metabólico es una enfermedad genética, es decir, que se transmite en los genes de una familia, de una generación a la siguiente. En las personas que padecen de enfermedades que se caracterizan por la resistencia a la insulina, tales como la diabetes y la hiperinsulinemia, son mayores las probabilidades de tener síndrome metabólico. La diabetes es una enfermedad en la que el organismo no puede producir ni responder bien a la hormona insulina. La hiperinsulinemia es una enfermedad en la que se bombean grandes cantidades de insulina a la corriente sanguínea Riesgo < 10% Riesgo 10%-< 20% Riesgo 20%-< 30% Riesgo ≥ 30%