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Cardiopatías
Facilitador: Estudiantes:
Lic. Marlene Cedeño. Andrea Alemán. C.I: 30.955.607
Franyenis Padrino. C.I: 30.467.143
Hipertensión Arterial Sistémica.
La HTA sistémica es el aumento de la presión arterial (PA) por encima de los límites de
normalidad, ejercida sobre las paredes arteriales a lo largo del ciclo cardíaco; está determinada por
la fuerza y el volumen de la sangre expulsada por el ventrículo izquierdo, así como por el tamaño y
la flexibilidad de las arterias.
El grado de severidad de la hipertensión arterial tiene una relación directa con la alta morbilidad
y mortalidad en quienes la padecen, al afectarse los órganos blanco, como corazón, cerebro, riñón y
grandes vasos arteriales.
Ejemplificación: A menudo, la causa de la hipertensión arterial se desconoce y suele llamársele
entonces esencial, primaria o idiopática, en tanto que la producida por causas conocidas o
hipertensión arterial secundaria (1 a 15 % de todos los pacientes hipertensos) obedece a varias
alteraciones. Hay diversos factores que influyen en el desarrollo de la hipertensión, por ejemplo,
edad, raza, sexo, ambiente, estilo de vida, dieta y otros.
La presión arterial está determinada por el gasto cardíaco y las resistencias vasculares
periféricas, y ambos factores están regulados a su vez por múltiples mecanismos neuro humorales
complejos e interdependientes que aseguran una adecuada presión de perfusión vital para todos los
órganos y tejidos del organismo.
La cardiopatía hipertensiva es una complicación frecuente de la HTA que afecta al corazón.
Provoca una serie de alteraciones estructurales, como la hipertrofia, del ventrículo izquierdo y la
dilatación de la aurícula izquierda, y funcionales, entre las que se encuentran la disfunción en la
diástole ventricular, la insuficiencia de la válvula mitral y la disminución de la fracción de eyección.
Todo ello provoca un déficit en el funcionamiento del corazón como bomba y, por tanto,
insuficiencia cardíaca, pasando frecuentemente por alteraciones del ritmo cardíaco como la
fibrilación auricular, y como consecuencia, aumenta el riesgo cardiovascular y de muerte súbita.
Hipertensión primaria
Los componentes hemodinámicos y fisiológicos (ejemplo, volumen plasmático, actividad del
sistema renina-angiotensina) varían, lo que implica que la hipertensión primaria tiene pocas
probabilidades de deberse a una sola causa. Incluso aunque un solo factor sea responsable al
comienzo de la enfermedad, numerosos factores pueden estar comprometidos en el
mantenimiento de la hipertensión (teoría del mosaico). En las arteriolas sistémicas aferentes, el
funcionamiento anormal de las bombas iónicas o de las membranas del sarcolema de las células
del músculo liso puede aumentar el tono vascular en forma crónica. La herencia constituye un
factor predisponente, pero el mecanismo exacto es incierto. Los factores ambientales (p. ej., sodio
de la dieta, estrés) sólo parecen afectar a las personas con susceptibilidad genética subyacente a
edades más jóvenes; sin embargo, en pacientes > 65 años es más probable que la alta ingesta de
sodio precipite la hipertensión.
Hipertensión secundaria
Las causas frecuentes incluyen
Obesidad
Aldosteronismo primario
Apnea obstructiva del sueño
Nefropatías parenquimatosas (p. ej., glomerulonefritis o pielonefritis crónica,
enfermedad renal poliquística, enfermedades del tejido conectivo, uropatía
obstructiva)
Enfermedad renovascular
Otras causas mucho más raras incluyen feocromocitoma, síndrome de Cushing, hiperplasia
suprarrenal congénita, hipertiroidismo, hipotiroidismo (mixedema), hiperparatiroidismo
primario, acromegalia, coartación de la aorta, y síndromes por exceso de mineralocorticoides
distintos del aldosteronismo primario. El consumo excesivo de alcohol y el uso de
anticonceptivos orales son causas frecuentes de hipertensión arterial curable. El consumo de
simpaticomiméticos, antiinflamatorios no esteroides, corticoides, cocaína o regaliz en ocasiones
contribuye a deteriorar el control de la presión arterial.
Aunque la hipertensión es común en pacientes con diabetes, la diabetes no se considera una
causa.
La hipertensión se define como resistente cuando la tensión arterial se mantiene por encima
del objetivo a pesar del uso de 3 medicamentos antihipertensivos diferentes en las dosis máximas
toleradas. Los pacientes con hipertensión resistente tienen mayor morbilidad y mortalidad
cardiovascular.
Los síndromes coronarios agudos se deben a la oclusión súbita de una arteria coronaria. Esta
oclusión puede causar una angina inestable o un infarto de miocardio (ataque cardiaco), según la
ubicación y el grado de obstrucción. Un infarto de miocardio es la muerte de tejido cardiaco debido
a la falta suministro de sangre.
Causas: El miocardio necesita una irrigación constante de sangre con gran contenido en
oxígeno. Las arterias coronarias, que se ramifican desde la aorta justo después de que esta salga
del corazón, aportan esta sangre. Se produce un síndrome coronario agudo cuando una arteria
coronaria se obstruye de forma repentina, lo que provoca una reducción considerable del riego
sanguíneo a una determinada zona del miocardio o su interrupción. La falta de irrigación a los
tejidos se denomina isquemia. Si la reducción del riego es considerable o si se interrumpe durante
algunos minutos, el tejido cardíaco muere. El infarto de miocardio (IM), también denominado
ataque al corazón es la muerte del tejido cardíaco como consecuencia de la isquemia.
Clasificación
Los médicos clasifican los síndromes coronarios agudos en función de
La presencia de determinadas sustancias en la sangre (marcadores cardíacos)
liberados por el corazón dañado
Síntomas
Resultados de la electrocardiografía (ECG)
Síntomas: Los síntomas de la angina inestable son los mismos que los de la angina de pecho:
suele aparecer una presión intermitente o dolor por debajo del esternón. Las personas afectadas
suelen interpretar la sensación como molestias o sensación de pesadez en lugar de dolor. El
malestar también puede ocurrir en cualquiera de los hombros o por la parte interna de cualquiera
de los brazos, en la espalda y en la garganta, en la mandíbula o en los dientes. Sin embargo, en la
angina de pecho inestable, el patrón cambia. Se experimentan crisis anginosas más graves o
frecuentes, o bien las crisis se producen en reposo o después de realizar un pequeño esfuerzo.
Alrededor de 2 de cada 3 personas que sufren un infarto de miocardio sufren angina inestable,
dificultad respiratoria o fatiga durante los días o las semanas anteriores.
A edad avanzada, los síntomas no son los habituales; el principal suele ser disnea. Los
síntomas pueden parecerse a los de un malestar gástrico o un accidente cerebrovascular. Puede
haber desorientación. Sin embargo, alrededor de dos tercios de los individuos de edad avanzada
sienten dolor torácico, como las personas jóvenes. Las personas mayores, sobre todo las mujeres,
suelen tardar más tiempo que los jóvenes en aceptar que están enfermas o en solicitar asistencia
médica.
Insuficiencia Cardiaca
La insuficiencia cardíaca se produce cuando el músculo cardíaco no bombea sangre de la manera
que debería. Cuando esto sucede, la sangre a menudo retrocede y el líquido se puede acumular en
los pulmones, lo que causa falta de aliento.
Algunas afecciones cardíacas progresivamente dejan el corazón demasiado débil o rígido como
para llenarse y bombear sangre de forma apropiada. Estas afecciones incluyen arterias estrechas en
el corazón y presión arterial alta.
Síntomas: Cuando tienes insuficiencia cardíaca, el corazón no puede bombear suficiente sangre
para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Los síntomas pueden desarrollarse lentamente. A veces, los síntomas de la insuficiencia cardíaca
comienzan repentinamente. Algunos síntomas de la insuficiencia cardíaca son los siguientes:
Si el corazón está dañado o debilitado, las cavidades cardíacas pueden estirarse y aumentar
de tamaño. El corazón no puede bombear la cantidad de sangre necesaria.
Si las principales cavidades de bombeo del corazón, denominadas ventrículos, están rígidas,
no pueden llenarse con suficiente sangre entre latidos.
Ciertas infecciones, el consumo excesivo de alcohol, el consumo de drogas ilícitas y algunos
medicamentos de quimioterapia pueden dañar el músculo cardíaco. Los genes también pueden
influir.
Cualquiera de las siguientes afecciones puede dañar o debilitar el corazón y causar insuficiencia
cardíaca.
Hombres
Personas que alguna vez han fumado regularmente
Personas con la diabetes, la hipertensión arterial, las alteración de los niveles de
colesterol, la homocisteína alta en sangre, los niveles altos de homocisteína en la
sangre (un componente de la proteína)
Personas con un historial familiar de ateroesclerosis
Personas obesas
Personas sedentarias
Las personas mayores
Cada uno de estos factores no solo contribuye a que aparezca esta enfermedad, sino que
también la empeora.
Los síntomas de la ateroesclerosis moderada a grave dependen de las arterias que están
afectadas. Por ejemplo, si tienes ateroesclerosis en las arterias del corazón, puedes tener dolor en
el pecho o presión (angina de pecho). Si tienes ateroesclerosis en las arterias que conducen al
cerebro, puedes tener entumecimiento o debilidad repentinos en los brazos o las piernas,
dificultad para hablar o balbuceo, pérdida temporal de la visión en un ojo o caída de los músculos
de la cara1. Esto es una señal de un accidente isquémico transitorio. Al tener ateroesclerosis en
las arterias que conducen a los riñones, puedes desarrollar presión arterial alta o insuficiencia
renal.
Las causas de la ateroesclerosis incluyen factores como hábitos poco saludables, afecciones
médicas o los genes, que pueden llevar al daño de las arterias. Algunos factores de riesgo para la
acumulación de placa suelen estar relacionados. Por ejemplo, fumar y no hacer actividad física
con regularidad aumenta el riesgo de tener niveles poco saludables de colesterol, y eso puede
llevar a la acumulación de placa. Otros factores de riesgo habituales para la acumulación de placa
incluyen presión arterial alta, diabetes, síndrome metabólico, dieta poco saludable, antecedentes
familiares, enfermedades inflamatorias y edad avanzada.
Fatiga.
Sonido de flujo sanguíneo a través de la válvula (soplo cardíaco).
Latidos cardíacos irregulares (arritmia).
Falta de aire (disnea), especialmente al estar recostado.
Sensación de latidos rápidos o fuertes y aleteos (palpitaciones).
Hinchazón de los pies o los tobillos (edema).
Prolapso de la válvula mitral, en el cual las hojuelas de la válvula mitral protruyen hacia la
cavidad superior izquierda del corazón a medida que el corazón se comprime (se contrae).
Enfermedades cardíacas y accidentes vasculares.
Enfermedad coronaria.
Hipertensión arterial.
Desplazamiento de la válvula mitral.
Enfermedades poco frecuentes como la sífilis o el Síndrome de Marfan.
La estenosis de la válvula mitral, también conocida como estenosis mitral, es una condición en la
que la válvula mitral del corazón se estrecha. Este estrechamiento reduce o bloquea el flujo
sanguíneo a la cavidad principal de bombeo del corazón, que es la cavidad inferior izquierda,
también llamada ventrículo izquierdo.
Estenosis Aortica.
La estenosis de la válvula aórtica es una enfermedad en la que la válvula aórtica del corazón se
estrecha. Este estrechamiento reduce o bloquea el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo del
corazón hacia la aorta, la arteria principal del cuerpo.
Insuficiencia Aortica.
La insuficiencia aórtica es una condición en la que la válvula aórtica del corazón no se cierra
correctamente, lo que provoca que parte de la sangre bombeada desde el ventrículo izquierdo del
corazón se filtre hacia atrás.
Estenosis Tricúspidea.
Una onda a gigante parpadeante con un valle y gradual en las venas yugulares
Distensión de las venas yugulares que aumenta con la inspiración (signo de Kussmaul)
La cara puede adoptar un color oscuro y las venas del cuello dilatarse cuando el paciente
está en decúbito dorsal (signo de sufusión)
Congestión hepática y edema periférico.
Insuficiencia Tricúspidea.
Fatiga.
Ritmo cardíaco irregular (arritmias).
Pulso en el cuello
Falta de aire al realizar actividades
Hinchazón del área del vientre (abdomen), las piernas o las venas del cuello
Los signos de la insuficiencia tricuspídea entre moderada y grave incluyen la distensión de la
vena yugular, con una onda c-v fusionada prominente y un valle y escarpado, y en ocasiones
hepatomegalia y edema periférico.
La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección en la cual se forman coágulos sanguíneos
en las venas profundas de las extremidades inferiores. Los coágulos pueden obstruir el flujo
sanguíneo normal y causar inflamación y dolor en la zona afectada.
Las causas que pueden facilitar el desarrollo de una trombosis venosa profunda son: